Musica Para el Alma

sábado, 27 de junio de 2020

LAS LECTURAS DEL DOMINGO 28 DE JUNIO 2020


Lecturas de la 13º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Domingo, 28 de junio de 2020

Primera lectura

Lectura del segundo libro de los Reyes (4,8-11.14-16a):

Un día pasaba Eliseo por Sunam, y una mujer rica lo invitó con insistencia a comer. Y, siempre que pasaba por allí, iba a comer a su casa.
Ella dijo a su marido: «Me consta que ese hombre de Dios es un santo; con frecuencia pasa por nuestra casa. Vamos a prepararle una habitación pequeña, cerrada, en el piso superior; le ponemos allí una cama, una mesa, una silla y un candil, y así, cuando venga a visitarnos, se quedará aquí.»
Un día llegó allí, entró en la habitación y se acostó.
Dijo a su criado Guejazi: «¿Qué podríamos hacer por ella?»
Guejazi comentó: «Qué sé yo. No tiene hijos, y su marido es viejo.»
Eliseo dijo: «Llámala.»
La llamó. Ella se quedó junto a la puerta, y Eliseo le dijo: «El año que viene, por estas fechas, abrazarás a un hijo.»

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 88,2-3.16-17.18-19

R/.
 Cantaré eternamente
las misericordias del Señor


Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R/.


R/. Cantaré eternamente
las misericordias del Señor


Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
camina, oh Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo. R/.


R/. Cantaré eternamente
las misericordias del Señor


Porque tú eres su honor y su fuerza,
y con tu favor realzas nuestro poder.
Porque el Señor es nuestro escudo,
y el Santo de Israel nuestro rey. R/.

 

R/. Cantaré eternamente
las misericordias del Señor

 

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (6,3-4.8-11):

Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva. Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para siempre; y su vivir es un vivir para Dios. Lo mismo vosotros, consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.

Palabra de Dios

 

Lecturas del Domingo 13º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Domingo, 28 de junio de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,37-42):

   37 «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.

   38 El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí.

   39 El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.

   40 «Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado.

   41 «Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá.

   42 «Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa.»

 

Palabra del Señor

 

*(Y el que pierda su vida por mí, la encontrará.)*

 

*Es un poco difícil de entender que perdiendo estoy ganando. Y puedo saborear que en todo lo que se refiere a la vida santa a la vida verdadera es cierto. Perdiendo el odio, gano amistades y también gano el perdón, perdiendo la envidia gano la realidad de mi vida de lo que soy, perdiendo la mentira gano una vida en la verdad, perdiendo el miedo gano la seguridad del que me ha creado, perdiendo la forma de hablarles mal a las personas, gano la manera de bien hablar dulcemente del nombre del Señor. Son tantos los beneficios que gano perdiendo la vida que me he construido y entregando mi vida al Señor, son tantas las cosas verdaderas que me están esperando, como diría San Agustín (tarde te amé hermosura tan antigua y nueva). El Señor no puede negar que me ama profundamente porque, me invita a dejar lo que no vale la pena y acogerme a las cosas del cielo, me invita a dejar de recoger frutas podrida del suelo y me invita a levantarme y a recoger frutos buenos directamente del albor de la vida*

  

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

*Las intenciones del papa Francisco*

*Para el mes de junio*.

*Recemos para que aquellos que sufren encuentren caminos de vida, dejándose tocar por el Corazón de Jesús*.

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.