Musica Para el Alma

viernes, 3 de febrero de 2023

GOTAS DE MISERICORDIA


 

MARCOS 6,30-34 CICLO A


 

*Lecturas del Sábado de la 4ª semana del Tiempo Ordinario*

Sábado, 4 de febrero de 2023

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,30-34)*

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».

*El corazón compasivo de Jesús alcanza para todos los que necesitan descanso. Él comprende lo que cada uno necesita en ese momento: ya sea que son como los apóstoles que predican las buenas nuevas, o sean como las ovejas sin pastor. ¿Recuerdas un tiempo en que fuiste alimentado con la ayuda de Dios? ¿Puedo ser lo suficientemente humilde para reconocer mis limitaciones, y permitir al Espíritu Santo me guíe a una renovación? Necesitamos la reflexión y la renovación del cuerpo y del alma. Esto nos hace reconocer que somos humanos y necesitados de compasión para nosotros, y entonces podremos ayudar a los demás*.

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.

LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 4


 

*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*

 

Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén

 

 

*TIEMPO ORDINARIO LIBRO III. SEMANA 4*

 

SABADO SEMANA IV

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

INVITATORIO

Ant. 
Escuchemos la voz del Señor y entremos en su descanso.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Himno: DADOR DE LUZ ESPLÉNDIDO

Dador de luz espléndido,
A cuya luz serena,
Pasada ya la noche,
El día se despliega.

Mensajero de luz
que de luz centellea,
no es del alba el lucero:
eres tú, Luz de veras,

más brillante que el sol,
todo luz y pureza;
enciende nuestro pecho,
alumbra el alma nuestra.

Ven, Autor de la vida,
prez de la luz paterna,
sin cuya gracia el cuerpo
se sobresalta y tiembla.

A Cristo, rey piadoso,
y al Padre gloria eterna,
y por todos los siglos
al Espíritu sea. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.

Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE LOS HOMBRES.

Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.

Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.

Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.

Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.

El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;

en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.

Ant 2. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.

Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28

Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.

Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.

Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.

Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.

Ant 3. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.

Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.

Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:

rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.

Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.

LECTURA BREVE   2 Pe 3, 13-15a

Nosotros conforme a la promesa del Señor esperamos cielos nuevos y tierra nueva, en los que tiene su morada la santidad. Por eso, carísimos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad con toda diligencia que él os encuentre en paz, sin mancha e irreprensibles. Considerad esta paciente espera de nuestro Señor como una oportunidad para alcanzar la salud.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.

V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.

 

 

 

V. No dejamos de orar y pedir por vosotros.
R. Que lleguéis al pleno conocimiento de la voluntad de Dios.

PRIMERA LECTURA AÑO (I)

De la carta a los Romanos 16, 1-27

RECOMENDACIONES, SALUDOS Y DOXOLOGÍA

Hermanos: Os recomiendo a nuestra hermana Febe, que es también diaconisa de la Iglesia de Cencreas. Dadle cristiana hospitalidad, como conviene a los fieles; y asistidla en todo cuanto necesite de vosotros. Ella ha favorecido a muchos y también a mí en persona.

Saludos a Prisca y a Áquila, mis colaboradores en Cristo Jesús. A éstos, que, por salvar mi vida, expusieron su cabeza, no sólo yo les debo gratitud, sino conmigo todas las Iglesias convocadas de la gentilidad. Saludos también a la Iglesia que se congrega en su casa.

Mis saludos a mi amado Epéneto, primicias del Asia Menor para Cristo. Saludos a María, que tanto trabajo se tomó por vuestro bien. Mis saludos a Andrónico y a Junia, hermanos y compañeros míos de prisión, eminentes apóstoles y convertidos antes que yo a Cristo. Saludad a Ampliato, mi muy querido en el Señor. Saludad a Urbano, colaborador mío en Cristo, y a mi querido Estaquis. Saludad a Apeles, cristiano a toda prueba. Saludad a los de la casa de Aristóbulo.

Saludad a Herodión, hermano mío. Saludad a los fieles de la familia de Narciso. Saludad a Trifena y a Trifosa, que tanto han trabajado por el Señor. Saludad a la carísima Pérside, que tanto se ha afanado en el servicio del Señor. Saludad a Rufo, insigne discípulo, y a su madre, que lo es también mía. Saludad a Asíncrito, a Flegonté, a Hermes, a Patrobas, a Hermas, y a los hermanos que viven con ellos. Saludad a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpia y a todos los fieles que viven con ellos. Saludaos unos a otros con el ósculo santo. Os saludan todas las Iglesias de Cristo.

Os recomiendo que estéis alerta por los que promueven discordias y escándalos en contra de la doctrina que habéis recibido. Apartaos de ellos. Esos tales no sirven a Cristo, Señor nuestro, sino a su vientre; y, con sus palabras de halago y lisonja, seducen los corazones de los incautos.

Vuestra sumisión al mensaje de salvación ha llegado a conocimiento de todos. Así que siento una gran alegría por vosotros. Pero quiero que seáis sabios para el bien y limpios de todo mal. El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.

Os envían saludos Timoteo, mi colaborador; y Lucio y Jasón y Sosípatro, hermanos míos. Os saludo en el Señor, también yo, Tercio, que escribo esta carta. Os envía saludos Cayo, que me hospeda a mí y a toda la Iglesia. Os saluda Erasto, el administrador de la ciudad, y el hermano Cuarto.

Al que tiene poder para confirmar vuestra fe en el espíritu de mi mensaje de salvación y de la doctrina predicada sobre Jesucristo, en el espíritu del misterio revelado, mantenido en el silencio sin fin de los siglos, pero manifestado ahora, y, mediante el testimonio de los profetas por disposición del Dios eterno, dado a conocer a todos los gentiles en orden a su sumisión a la fe: a Dios, al único sabio, sea por Jesucristo la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

RESPONSORIO    Rm 16, 19-20; Ef 6, 11

R. Quiero que seais sabios para el bien y limpios de todo mal. * El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies.
V. Revestíos de la armadura de Dios, para poder resistir a las asechanzas del demonio.
R. El Dios de la paz aplastará pronto a Satanás bajo vuestros pies.

 

 

PRIMERA LECTURA AÑO (II)


Del libro del Génesis 37, 2-4. 12-36


JOSÉ ES VENDIDO POR SUS HERMANOS


Sigue la historia de Jacob.

José tenía diecisiete años y pastoreaba el rebaño con sus hermanos; ayudaba a los hijos de Bala y Zilfa, mujeres de su padre, y un día trajo a su padre malos informes acerca de sus hermanos. José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo.

Sus hermanos trashumaron a Siquem con los rebaños de su padre. Israel dijo a José:

«Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquem; ven, que te voy a mandar donde están ellos.» José le contestó:

«Aquí me tienes.»

Su padre le dijo:

«Ve a ver cómo están tus hermanos y el ganado, y tráeme noticias.»

Y lo envió desde el valle de Hebrón, y él se fue hasta Siquem. Un hombre lo encontró dando vueltas por el campo, y le preguntó:

«¿Qué buscas?»

Contestó José:

«Busco a mis hermanos; por favor, dime dónde están pastoreando.»

El hombre respondió:

«Se han marchado de aquí, y les he oído decir que iban hacia Dotán.»

José fue tras sus hermanos, y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos. Antes de que se acercara, maquinaron su muerte. Se decían unos a otros:

«Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños.»

Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo:

«No le quitemos la vida.»

Y añadió:

«No derraméis sangre; echadlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongáis las manos en él.»

Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre.

Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se sentaron a comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto. Judá propuso a sus hermanos:

«¿Qué sacamos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra.»

Los hermanos aceptaron. Al pasar unos comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Éstos se llevaron a José a Egipto.

Entre tanto, Rubén volvió al pozo y, al ver que José no estaba allí, se rasgó las vestiduras; volvió a sus hermanos y les dijo:

«El muchacho no está, ¿a dónde voy yo ahora?»

Ellos cogieron la túnica de José, degollaron un cabrito y, empapando en la sangre la túnica con mangas, se la enviaron a su padre con un recado:

«Esto hemos encontrado, mira a ver si es la túnica de tu hijo o no.»

Él, al reconocerla, dijo:

«Es la túnica de mi hijo; una fiera lo ha devorado, ha descuartizado a José.»

Jacob rasgó su manto, se ciñó a los lomos un sayo e hizo luto por su hijo muchos días. Todos sus hijos e hijas intentaron consolarlo, pero él rehusó el consuelo, diciendo:

«De luto por mi hijo bajaré a la tumba.»

Y su padre lo lloró. Entre tanto, los madianitas lo vendieron en Egipto a Putifar, ministro y mayordomo del Faraón.


RESPONSORIO Hch 7, 9-10; Sb 10, 13
R. Los patriarcas, por pura envidia, vendieron a José como esclavo con destino a Egipto; pero Dios, que estaba con él, * lo libró de todas las tribulaciones.

V. La Sabiduría no abandonó al justo vendido, sino que lo libró de caer en mano de los pecadores.

R. Lo libró de todas las tribulaciones.


SEGUNDA LECTURA


De la Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, del Concilio Vaticano segundo
(Núms. 35-36)


LA ACTIVIDAD HUMANA


La actividad humana, así como procede del hombre, así también se ordena al hombre, pues éste, con su actuación, no sólo transforma las cosas y la sociedad, sino que también se perfecciona a sí mismo. Aprende mucho, cultiva sus facultades, se supera y se trasciende.

Un desarrollo de este género, bien entendido, es de más alto valor que las riquezas exteriores que puedan recogerse. Más vale el hombre por lo que es que por lo que tiene.

De igual manera, todo lo que el hombre hace para conseguir una mayor justicia, una más extensa fraternidad, un orden más humano en sus relaciones sociales vale más que el progreso técnico. Porque éste puede ciertamente suministrar, como si dijéramos, el material para la promoción humana, pero no es capaz de hacer por sí solo que esa promoción se convierta en realidad.

De ahí que la norma de la actividad humana es la siguiente: que, según el designio y la voluntad divina, responda al auténtico bien del género humano y constituya para el hombre, individual y socialmente considerado, un enriquecimiento y realización de su entera vocación.

Sin embargo, muchos de nuestros contemporáneos parecen temer que una más estrecha vinculación entre la actividad humana y la religión sea un obstáculo a la autonomía del hombre, de las sociedades o de la ciencia. Si por autonomía de lo terreno entendemos que las cosas y las sociedades tienen sus propias leyes y su propio valor, y que el hombre debe irlas conociendo, empleando y sistematizando paulatinamente, es absolutamente legítima esta exigencia de autonomía, que no sólo reclaman los hombres de nuestro tiempo, sino que responde además a la voluntad del Creador. Pues, por el hecho mismo de la creación, todas las cosas están dotadas de una propia consistencia, verdad y bondad, de propias

leyes y orden, que el hombre está obligado a respetar, reconociendo el método propio de cada una de las ciencias o artes.

Por esto hay que lamentar ciertas actitudes que a veces se han manifestado entre los mismos cristianos, por no haber entendido suficientemente la legítima autonomía de la ciencia, actitudes que, por las contiendas y controversias que de ellas surgían, indujeron a muchos a pensar que existía una oposición entre la fe y la ciencia.

Pero si la expresión "autonomía de las cosas temporales" se entiende en el sentido de que la realidad creada no depende de Dios y de que el hombre puede disponer de todo sin referirlo al Creador, todo aquel que admita la existencia de Dios se dará cuenta de cuán equivocado sea este modo de pensar. La creatura, en efecto, no tiene razón de ser sin su Creador.


RESPONSORIO Dt 2, 7; 8, 5


R. Dios te ha bendecido en todas tus empresas, ha protegido tu marcha a través de un gran desierto, * y te ha acompañado sin que te haya faltado nada.

V. Te ha educado como un padre educa a su hijo.

R. Y te ha acompañado sin que te haya faltado nada.


*Lecturas del Sábado de la 4ª semana del Tiempo Ordinario*

Sábado, 4 de febrero de 2023

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,30-34)*

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra del Señor

 

 

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79

+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.

PRECES

Adoremos a Dios, que por su Hijo ha dado vida y esperanza al mundo, y supliquémosle diciendo:

Escúchanos, Señor.

Señor, Padre de todos, tú que nos has hecho llegar al comienzo de este día,
haz que toda nuestra vida unida a la de Cristo sea alabanza de tu gloria.

Que vivamos siempre arraigados en la fe, esperanza y caridad,
que tú mismo has infundido en nuestras almas.

Haz que nuestros ojos estén siempre levantados hacia ti,
para que respondamos con presteza a tus llamadas.

Defiéndenos de los engaños y seducciones del mal,
y presérvanos de todo pecado.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Contentos por sabernos hijos de Dios, digamos a nuestro padre:

Padre nuestro...

ORACION

Dios todopoderoso y eterno, luz esplendente y día sin ocaso, al volver a comenzar un nuevo día te pedimos que nos visites con el esplendor de tu luz y disipes así las tinieblas de nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

 

 

 

I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: LOS PUEBLOS QUE MARCHAN Y LUCHAN

Los pueblos que marchan y luchan
con firme tesón
aclamen al Dios de la vida.
Cantemos hosanna que viene el Señor.

Agiten laureles y olivos,
es Pascua de Dios,
mayores y niños repitan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»

Jesús victorioso y presente
ofrece su don
a todos los justos del mundo.
Cantemos hosanna que viene el Señor.

Resuenen en todo camino
de paz y de amor
alegres canciones que digan:
«Cantemos hosanna que viene el Señor.»

Que Dios, Padre nuestro amoroso,
el Hijo y su Don
a todos protejan y acojan.
Cantemos hosanna que viene el Señor. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.

Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO

Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.

Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.

Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.

Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.

Ant 2. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.

Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO

A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.

Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.

Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.

A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»

Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.

Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Tú eres mi refugio y mi heredad, Señor, en el país de la vida.

Ant 3. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por los siglos de los siglos.

Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2, 6-11

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor Jesús se rebajó; por eso Dios lo levantó sobre todo, por los siglos de los siglos.

LECTURA BREVE   Rm 11, 33-36

¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus juicios y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién ha conocido jamás la mente del Señor? ¿Quién ha sido su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le devuelva? Él es origen, camino y término de todo. A él la gloria por los siglos. Amén.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Cuántas son tus obras, Señor.
R. Cuántas son tus obras, Señor.

V. Y todas las hiciste con sabiduría.
R. Tus obras, Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cuántas son tus obras, Señor.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
«Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros», dice el Señor.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. «Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros», dice el Señor.

PRECES

Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y supliquémosle diciendo:

Escucha a tu pueblo, Señor.

Padre todopoderoso, haz que abunde en la tierra la justicia
y que tu pueblo se alegre en la paz.

Que todos los pueblos entren a formar parte de tu reino
y que el pueblo judío sea salvado.

Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia
y que sean siempre fieles a su mutuo amor.

Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores
y concédeles la vida eterna.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Acoge con amor a los que han muerto víctimas del odio, de la violencia o de la guerra
y dales el descanso eterno.

Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos enseñó:

Padre nuestro...

ORACION

Oh Dios, has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de la ley; concédenos cumplir tus mandamientos y llegar así a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

LAS LECTURAS DEL SABADO 4 DE FEBRERO 2023


 

*Lecturas del Sábado de la 4ª semana del Tiempo Ordinario*

Sábado, 4 de febrero de 2023

Primera lectura

Lectura de la carta Hebreos (13,15-17.20-21):

Hermanos:
Por medio de Jesús, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que confiesan su nombre.
No os olvidéis de hacer el bien y de ayudaros mutuamente; esos son los sacrificios que agradan a Dios.
Obedeced y someteos a vuestros guías, pues ellos se desvelan por vuestro bien, sabiéndose responsables; así lo harán con alegría y sin lamentarse, cosa que no os aprovecharía.
Que el Dios de la paz, que hizo retornar de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, Jesús Señor nuestro, en virtud de la sangre de la alianza eterna, os confirme en todo bien para que cumpláis su voluntad, realizando en nosotros lo que es de su agrado por medio de Jesucristo.
A él la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 22

R/.
 El Señor es mi pastor, nada me falta

V/. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

V/. Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

V/. Preparas una mesa ante mi,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

V/. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.

 

*Lecturas del Sábado de la 4ª semana del Tiempo Ordinario*

Sábado, 4 de febrero de 2023

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,30-34)*

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».

*El corazón compasivo de Jesús alcanza para todos los que necesitan descanso. Él comprende lo que cada uno necesita en ese momento: ya sea que son como los apóstoles que predican las buenas nuevas, o sean como las ovejas sin pastor. ¿Recuerdas un tiempo en que fuiste alimentado con la ayuda de Dios? ¿Puedo ser lo suficientemente humilde para reconocer mis limitaciones, y permitir al Espíritu Santo me guíe a una renovación? Necesitamos la reflexión y la renovación del cuerpo y del alma. Esto nos hace reconocer que somos humanos y necesitados de compasión para nosotros, y entonces podremos ayudar a los demás*.

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.