Musica Para el Alma
sábado, 17 de julio de 2021
EVANGELIO DE MARCOS 6,30-34 CICLO B
*Lecturas del Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 18 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (6,30-34)*
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron
todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para
comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron
marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por
tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una
multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se
puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor
*(Venid vosotros a solas a un lugar desierto a
descansar un poco)*
*Hay momentos que el Señor me está esperando, porque
le interesa escucharme, y saber todo lo que hago con las bendiciones recibidas
de él. Y luego me invita a un lugar desierto, éste lugar desierto para mí, es
la oración, la oración es para que pueda entrar en él y él pueda penetrar dentro
de mí. El Señor me muestra el camino de cómo llegar a una intimidad profunda
con él, y llegar al descanso, y a la contemplación, atreves de la oración. El
Señor que me quiere, que me ama, me invita a lo sublime, e ir al
desierto, porque siente mucho deseo de escucharme*.
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL DOMINGO 18. SAN ARSENIO, MONJEN
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Arsenio, Monje*
18 de Julio
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Pueblo del Señor, rebaño que él guía, bendice a tu Dios. Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Pueblo del Señor, rebaño que él guía, bendice a tu Dios. Aleluya.
Himno: ES LA PASCUA REAL, NO YA LA SOMBRA.
Es la Pascua real, no ya la sombra,
la verdadera pascua del Señor;
la sangre del pasado es solo un signo,
la mera imagen de la gran unción.
En verdad, tú, Jesús, nos protegiste
con tus sangrientas manos paternales;
envolviendo en tus alas nuestras almas,
la verdadera alianza tú sellaste.
Y, en tu triunfo, llevaste a nuestra carne
reconciliada con tu Padre eterno;
y, desde arriba, vienes a llevarnos
a la danza festiva de tu cielo.
Oh gozo universal, Dios se hizo hombre
para unir a los hombres con su Dios;
se rompen las cadenas del infierno,
y en los labios renace la canción.
Cristo, Rey eterno, te pedimos
que guardes con tus manos a tu Iglesia,
que protejas y ayudes a tu pueblo
y que venzas con él a las tinieblas. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Dad gracias al Señor porque es eterna su misericordia. Aleluya.
Salmo 117 - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE LA VICTORIA.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia.
En el peligro grité al Señor,
y me escuchó, poniéndome a salvo.
El Señor está conmigo: no temo;
¿qué podrá hacerme el hombre?
El Señor está conmigo y me auxilia,
veré la derrota de mis adversarios.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que confiar en los magnates.
Todos los pueblos me rodeaban,
en el nombre del Señor los rechacé;
me rodeaban cerrando el cerco,
en el nombre del Señor los rechacé;
me rodeaban como avispas,
ardiendo como fuego en las zarzas,
en el nombre del Señor los rechacé.
Empujaban y empujaban para derribarme,
pero el Señor me ayudó;
el Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mi salvación.
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos:
«La diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa,
la diestra del Señor es poderosa.»
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte.
Abridme las puertas del triunfo,
y entraré para dar gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios: él nos ilumina.
Ordenad una procesión con ramos
hasta los ángulos del altar.
Tú eres mi Dios, te doy gracias;
Dios mío, yo te ensalzo.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gracias al Señor porque es eterna su misericordia. Aleluya.
Ant 2. Aleluya. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor. Aleluya.
Cántico: QUE LA CREACIÓN ENTERA ALABE AL SEÑOR Dn 3, 52-57
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito tu nombre, Santo y glorioso:
a él gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres en el templo de tu santa gloria:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres sobre el trono de tu reino:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres en la bóveda del cielo:
a ti honor y alabanza por los siglos.
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aleluya. Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor. Aleluya.
Ant 3. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Aleluya.
Salmo 150 - ALABAD AL SEÑOR.
Alabad al Señor en su templo,
alabadlo en su augusto firmamento.
Alabadlo por sus obras magníficas,
alabadlo por su inmensa grandeza.
Alabadlo tocando trompetas,
alabadlo con arpas y cítaras,
Alabadlo con tambores y danzas,
alabadlo con trompas y flautas,
alabadlo con platillos sonoros,
alabadlo con platillos vibrantes.
Todo ser que alienta, alabe al Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Aleluya.
LECTURA BREVE 2Tm 2, 8. 11-13
Acuérdate de Cristo Jesús, del linaje de David, que vive resucitado de entre
los muertos. Verdadera es la sentencia que dice: Si hemos muerto con él,
viviremos también con él. Si tenemos constancia en el sufrir, reinaremos
también con él; si rehusamos reconocerle, también él nos rechazará; si le somos
infieles, él permanece fiel; no puede él desmentirse a sí mismo.
RESPONSORIO BREVE
V. Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
R. Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
V. Pregonando tus maravillas.
R. Invocando tu nombre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te damos gracias, ¡oh Dios!, invocando tu nombre.
Primera Lectura
Del segundo libro de Samuel 15, 7-14. 24-30; 16, 5-13
REBELIÓN DE ABSALÓN Y HUÍDA DE DAVID
En aquellos días, dijo Absalón al rey David: «Permíteme que vaya a
Hebrón a cumplir el voto que hice al Señor. Porque tu siervo hizo voto cuando
estaba en Guesur de Aram, diciendo: "Si el Señor me permite volver a
Jerusalén, le daré culto en Hebrón."»
El rey le dijo: «Vete en paz.»
Él se levantó y se fue a Hebrón. Envió Absalón mensajeros a todas las tribus de
Israel, diciendo: «Cuando oigáis sonar el cuerno decid: "¡Absalón
se ha proclamado rey en Hebrón!"»
Con Absalón habían partido de Jerusalén doscientos hombres invitados; eran
inocentes y no sabían absolutamente nada. Absalón mandó a buscar a su ciudad de
Güilo a Ajitófelel guilonita, consejero de David, y lo tuvo consigo cuando ofrecía
los sacrificios. Así la conjuración le fortalecía y los partidarios de Absalón
iban aumentando. Llegó uno que avisó a David: «El corazón de los hombres de
Israel va tras de Absalón.»
Entonces David dijo a todos los servidores que estaban con él en Jerusalén: «Levantaos
y huyamos, porque no tenemos escape ante Absalón. Apresuraos a partir, no sea
que venga a toda prisa y nos dé alcance, vierta sobre nosotros la ruina y pase
la ciudad a filo de espada.»
Iban también con él Sadoq y todos los levitas, llevando el arca de la alianza
de Dios. Se detuvieron con el arca de Dios junto a Abiatar hasta que todo el
pueblo acabó de salir de la ciudad. Dijo el rey a Sadoq: «Haz volver el arca de
Dios a la ciudad. Si he hallado gracia a los ojos del Señor, me hará volver y
me permitirá ver el arca y su morada. Y si él dice: "No me has
agradado", que me haga lo que mejor le parezca.»
Dijo también el rey al sacerdote Sadoq:«Mirad, tú y Abiatar volveos en paz a la
ciudad, con vuestros dos hijos, Ajimaas, tu hijo, y Jonatán, hijo de Abiatar.
Mirad, yo me detendré en las llanuras del desierto, hasta queme llegue una
palabra vuestra que me dé noticias.»
Sadoq y Abiatar volvieron el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí. David
subía la cuesta de los Olivos, subía llorando con la cabeza cubierta y los pies
desnudos; y toda la gente que estaba con él había cubierto su cabeza y subía la
cuesta llorando.
Cuando el rey David llegó a Bajurim salió de allí un hombre de la familia de la
casa de Saúl, llamado Semeí, hijo de Güera. Iba maldiciendo mientras avanzaba.
Tiraba piedras a David y a todos los servidores del rey, mientras toda la gente
y todos los servidores se colocaban a derecha e izquierda. Semeí decía
maldiciendo:
«Vete, vete, hombre sanguinario y malvado. El Señor haga caer sobre ti toda la
sangre de la casa de Saúl, cuyo reino usurpaste. Así el Señor ha entregado tu
reino en manos de Absalón, tu hijo. Has caído en tu propia maldad, porque eres
un hombre sanguinario.»
Abisay, hijo de Sarvia, dijo al rey: «¿Por qué ha de maldecir este perro muerto
a mi señor el rey? Voy ahora mismo y le corto la cabeza.»
Respondió el rey: «¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Deja que maldiga,
pues, si el Señor le ha dicho: "Maldice a David", ¿quién le puede
decir: "Por qué haces esto"?» Y añadió David a Abisay y a todos sus
siervos: «Mirad, mi hijo, salido de mis entrañas, busca mi muerte, pues ¿cuánto
más ahora un benjaminita? Dejadlo que maldiga, pues se lo ha mandado el Señor.
Acaso el Señor mire mi aflicción y me devuelva el Señor bien por las
maldiciones de este día.»
Y David y sus hombres prosiguieron su camino, mientras Semeí marchaba por el
flanco de la montaña, paralelo a él; iba maldiciendo, tirando piedras y
arrojando polvo.
Responsorio Sal 40, 10; Mc 14, 18
R. Mi amigo, de quien yo me fiaba, * el
que compartía mi pan es el primero en traicionarme.
V. Uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo
conmigo.
R. El que compartía mi pan es el primero en traicionarme.
Segunda Lectura
Comienza la carta de san Ignacio de Antioquía, obispo y mártir, a
los Magnesios
(Caps. 1,1-5, 2: Funk 1,191-195)
ES NECESARIO NO SÓLO LLAMARSE CRISTIANOS, SINO SERLO EN REALIDAD
Ignacio, por sobrenombre Teóforo, es decir, Portador de Dios, a la
Iglesia de Magnesia del Meandro, a la bendecida en la gracia de Dios Padre por
Jesucristo, nuestro Salvador: mi saludo en él y mis votos por su más grande
alegría en Dios Padre y en Jesucristo.
Después de enterarme del orden perfecto de vuestra caridad según Dios, me he determinado,
con regocijo mío, a tener en la fe en Jesucristo esta conversación con vosotros.
Habiéndose dignado el Señor honrarme con un nombre en extremo glorioso, voy entonando
en estas cadenas que llevo por doquier un himno de alabanza a las Iglesias, a las
que deseo la unión con la carne y el espíritu de Jesucristo, que es nuestra
vida para siempre, una unión en la fe y en la caridad, a la que nada puede
preferirse, y la unión con Jesús y con el Padre; en él resistimos y logramos
escapar de toda malignidad del príncipe de este mundo, y así alcanzaremos a
Dios.
Tuve la suerte de veros a todos vosotros en la persona de Damas, vuestro
obispo, digno de Dios, y en la persona de vuestros dignos presbíteros Baso y
Apolonio, así como del diácono Soción, consiervo mío, de cuya compañía ojalá me
fuera dado gozar, pues se somete a su obispo como a la gracia de Dios, y al colegio
de los presbíteros como a la ley de Jesucristo.
Es necesario que no tengáis en menos la poca edad de vuestro obispo, sino que, mirando
en él el poder de Dios Padre, le tributéis toda reverencia. Así he sabido que vuestros
santos presbíteros no menosprecian su juvenil condición; que salta a la vista, sino
que, como prudentes en Dios, le son obedientes, o por mejor decir, no a él,
sino al Padre de Jesucristo, que es el obispo o supervisor de todos. Así pues,
para honor de aquel que nos ha amado es conveniente obedecer sin ningún género
de fingimiento; porque no es a este o a aquel obispo que vemos a quien se
trataría de engañar, sino que el engaño iría dirigido contra el obispo
invisible; es decir, en este caso, ya no es contra un hombre mortal, sino contra
Dios, a quien aún lo escondido está patente.
Es pues necesario no sólo llamarse cristianos, sino serlo en realidad; pues hay
algunos que reconocen ciertamente al obispo su título de vigilante o
supervisor, pero luego lo hacen todo a sus espaldas. Los tales no me parece a mí
que tengan buena conciencia, pues no están firmemente reunidos con la grey,
conforme al mandamiento.
Ahora bien, las cosas están tocando a su término, y se nos proponen juntamente
estas dos cosas: la muerte y la vida, y cada uno irá a su propio lugar. Es como
si se tratara de dos monedas, una de Dios y otra del mundo, que llevan cada una
grabado su propio cuño: los incrédulos el de este mundo, y los que han
permanecido fieles por la caridad, el cuño de Dios Padre, grabado por Jesucristo.
Y si no estamos dispuestos a morir por él, para imitar su pasión, tampoco
tendremos su vida en nosotros.
Responsorio 1 Tm 4, 12. 16. 15
R. Sé modelo para los fieles en las palabras y en el trato, en
la caridad, en la fe y en la pureza de vida. * Obrando
así, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.
V. Pon interés en estas cosas, ocúpate de ellas, de modo que
tus progresos sean manifiestos a todos.
R. Obrando así, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.
*Lecturas del Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 18 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (6,30-34)*
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron
todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para
comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron
marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por
tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una
multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se
puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Antífona
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona
PRECES
Dios nos ama y sabe lo que nos hace falta; invoquémosle, pues,
diciendo:
Te bendecimos y en ti confiamos, Señor.
Te alabamos, Dios todopoderoso, Rey del universo, porque a nosotros, injustos y
pecadores, nos has llamado al conocimiento de la verdad;
haz que te sirvamos con santidad y justicia.
Vuélvete hacia nosotros, Señor, tú que has querido abrirnos la puerta de tu
misericordia,
y haz que nunca nos apartemos del camino que lleva a la vida.
Ya que hoy celebramos la resurrección del Hijo de tu amor,
haz que este día transcurra lleno de gozo espiritual.
Da, Señor, a tus fieles el espíritu de oración y de alabanza,
para que en toda ocasión te demos gracias.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Movidos ahora todos por el mismo Espíritu que nos da Cristo resucitado acudamos
a Dios, de quien somos verdaderos hijos, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman,
infunde el amor de tu nombre en nuestros corazones, para que, amándote en todo
y sobre todas las cosas, consigamos tus promesas que superan todo deseo. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*San Arsenio, Monje*
Cuando el emperador Teodosio el Grande buscaba un buen profesor
para sus dos hijos, el Papa San Dámaso le recomendó a Arsenio, un senador
sumamente sabio y muy práctico en sus consejos. Durante diez años, San Arsenio
vivió en el palacio del emperador educando a sus dos hijos, Arcadio y Honorio.
Estando un día orando, en medio de una gran crisis espiritual,
mientras le pedía a Dios que le iluminara lo que debía hacer para santificarse,
oyó una voz que le decía: "Apártate del trato con la gente, y vete a la
soledad". Entonces dispuso irse al desierto a orar y a hacer penitencia
con los monjes.
Cuando llegó al monasterio del desierto, los monjes, sabiendo que
había estado viviendo tanto tiempo como senador y como alto empleado del Palacio
imperial, dispusieron ponerle algunas pruebas para saber si en verdad era apto
para esa vida de humillación y mortificación. Fue ahí, donde San Arsenio se
hizo muy conocido por todos por sus penitencias extraordinarias.
Por muchos siglos han sido enormemente estimados los dichos o
frases breves que San Arsenio acostumbraba decir a la gente. Desde remotas
tierras iban viajeros ansiosos de escuchar sus enseñanzas que eran cortas pero
sumamente provechosas. Entre muchas de sus enseñanzas o frases que el Santo
pronunciaba están: "muchas veces he tenido que arrepentirme de haber
hablado. Pero nunca me he arrepentido de haber guardado silencio"; o
"siempre he sentido temor a presentarme al juicio de Dios, porque soy un
pecador".
II VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: HACEDOR DE LA LUZ: TÚ QUE CREASTE
Hacedor de la luz: tú que creaste
la que brilla en los días de este suelo,
y que, mediante sus primeros rayos,
diste principio al universo entero.
Tú que nos ordenaste llamar día
al tiempo entre la aurora y el ocaso,
ahora que la noche se aproxima
oye nuestra oración y nuestro llanto.
Que cargados con todas nuestras culpas
no perdamos el don de la otra vida,
al no pensar en nada duradero
y al continuar pecando todavía.
Haz que, evitando todo lo dañoso
y a cubierto de todo lo perverso,
empujemos las puertas celestiales
y arrebatemos el eterno premio.
Escucha nuestra voz, piadoso Padre,
que junto con tu Hijo Jesucristo
y con el Santo Espíritu Paráclito,
reinas y reinarás en todo siglo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Yo mismo te engendré entre esplendores sagrados, antes de la
aurora. Aleluya.
Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Yo mismo te engendré entre esplendores sagrados, antes de la
aurora. Aleluya.
Ant 2. Dichosos los que tienen hambre y sed de ser justos, porque ellos
serán saciados.
Salmo 111- FELICIDAD DEL JUSTO
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosos los que tienen hambre y sed de ser justos, porque ellos
serán saciados.
Ant 3. Alabad al Señor, sus siervos todos, pequeños y grandes. Aleluya.
Cántico: LAS BODAS DEL CORDERO - Cf. Ap 19,1-2, 5-7
El cántico siguiente se dice con todos los Aleluya intercalados
cuando el oficio es cantado. Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente
decir el Aleluya sólo al principio y al final de cada estrofa.
Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios
(R. Aleluya)
porque sus juicios son verdaderos y justos.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Alabad al Señor sus siervos todos.
(R. Aleluya)
Los que le teméis, pequeños y grandes.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo.
(R. Aleluya)
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Llegó la boda del cordero.
(R. Aleluya)
Su esposa se ha embellecido.
R. Aleluya, (aleluya).
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabad al Señor, sus siervos todos, pequeños y grandes. Aleluya.
LECTURA BREVE Hb 12, 22-24
Vosotros os habéis acercado al monte de Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén
del cielo, a la asamblea de los innumerables ángeles, a la congregación de los
primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos, a las almas de los
justos que han llegado a su destino, al Mediador de la nueva alianza, Jesús, y
a la aspersión purificadora de una sangre que habla mejor que la de Abel.
RESPONSORIO BREVE
V. Nuestro Señor es grande y poderoso.
R. Nuestro Señor es grande y poderoso.
V. Su sabiduría no tiene medida.
R. Nuestro Señor es grande y poderoso.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Nuestro Señor es grande y poderoso.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Mujer, grande es tu fe; que se cumpla lo que deseas.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mujer, grande es tu fe; que se cumpla lo que deseas.
PRECES
Alegrándonos en el Señor, de quien vienen todos los dones,
digámosle:
Escucha, Señor, nuestra oración.
Padre y Señor de todos, que enviaste a tu Hijo al mundo para que tu nombre
fuese glorificado desde donde sale el sol hasta el ocaso,
fortalece el testimonio de tu Iglesia entre los pueblos.
Haz que seamos dóciles a la predicación de los apóstoles,
y sumisos a la fe verdadera.
Tú que amas la justicia,
haz justicia a los oprimidos.
Libera a los cautivos, abre los ojos al ciego,
endereza a los que ya se doblan, guarda a los peregrinos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Haz que nuestros hermanos que duermen ya el sueño de la paz
lleguen, por tu Hijo, a la santa resurrección.
Unidos entre nosotros y con Jesucristo, y dispuestos a perdonarnos siempre unos
a otros, dirijamos al Padre nuestra súplica confiada:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman,
infunde el amor de tu nombre en nuestros corazones, para que, amándote en todo
y sobre todas las cosas, consigamos tus promesas que superan todo deseo. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL DOMINGO 18 DE JULIO 2021
*Lecturas del Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 18 de julio de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro de Jeremías (23,1-6):
Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño
–oráculo del Señor–.
Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel: «A los pastores que pastorean mi
pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, las expulsasteis, no las
guardasteis; pues yo os tomaré cuentas, por la maldad de vuestras acciones
–oráculo del Señor–. Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los
países adonde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que
crezcan y se multipliquen. Les pondré pastores que las pastoreen; ya no temerán
ni se espantarán, y ninguna se perderá –oráculo del Señor–. Mirad que llegan
días –oráculo del Señor– en que suscitaré a David un vástago legítimo: reinará
como rey prudente, hará justicia y derecho en la tierra. En sus días se salvará
Judá, Israel habitará seguro. Y lo llamarán con este nombre:
El-Señor-nuestra-justicia.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 22
R/. El Señor es mi
pastor, nada me falta
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.
Segunda
lectura
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,13-18):
Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los
que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos una
sola cosa, derribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha
abolido la Ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear
con los dos, en él, un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos
pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en él, al
odio. Vino y trajo la noticia de la paz: paz a vosotros, los de lejos; paz
también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos acercarnos al Padre con un
mismo Espíritu.
Palabra de Dios
*Lecturas del Domingo 16º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 18 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (6,30-34)*
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron
todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para
comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron
marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por
tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una
multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se
puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor
*(Venid vosotros a solas a un lugar desierto a
descansar un poco)*
*Hay momentos que el Señor me está esperando, porque
le interesa escucharme, y saber todo lo que hago con las bendiciones recibidas
de él. Y luego me invita a un lugar desierto, éste lugar desierto para mí, es
la oración, la oración es para que pueda entrar en él y él pueda penetrar dentro
de mí. El Señor me muestra el camino de cómo llegar a una intimidad profunda
con él, y llegar al descanso, y a la contemplación, atreves de la oración. El
Señor que me quiere, que me ama, me invita a lo sublime, e ir al
desierto, porque siente mucho deseo de escucharme*.
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.