Musica Para el Alma
jueves, 18 de julio de 2024
MATEO 12,14-21 CICLO B
*Lecturas del Sábado de la XV
Semana del Tiempo Ordinario*
20 Jul 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (12,14-21)*
En aquel
tiempo, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se
enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos,
mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta
Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he
puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no
gritará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo
vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las
naciones.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pero
Jesús se enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos)
*Es una tristeza pensar que excitan lugar donde no quieren a Jesús, que
incluso, le piden que se vaya, y quieren hasta su muerte. Uno podría decir o
pensar, pero que personas tan malas son esas, pero al mismo tiempo, bajo la
cabeza y miro en mi interior y digo: soy una de esas personas, porque si Jesús
esta, en el que sufre, en el huérfano, en el abatido, en el atribulado, en el
embarazo no deseado, en el que me ha hecho daño, en el triste, en el
desamparado. Jesús nucas se olvida de las personas que están pasando por esas
situaciones muy tristes y difíciles, al contrario Jesús cura a todos. La buena
noticia para mí, es que Jesús está en el lugar donde lo puedo encontrar, cuando
me siento que el mundo se me viene encima, cuando siento que la tristeza se ha
apoderado de mi vida, que no me acuerdo de lo que es la alegría. Me llena de
esperanza saber que Jesús, es la repuesta, que siempre he estado
buscando*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 20
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*SABADO
SEMANA III*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: CANTEMOS AL SEÑOR CON INDECIBLE GOZO.
Cantemos al Señor con indecible gozo,
él guarde la esperanza de nuestro corazón,
dejemos la inquietud posar entre sus manos,
abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Dichoso será aquel que siempre en él confía
en horas angustiosas de lucha y de aflicción,
confiad en el Señor si andáis atribulados,
abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Los justos saben bien que Dios siempre nos ama,
en penas y alegrías su paz fue su bastión,
la fuerza del Señor fue gloria en sus batallas,
abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Envíanos, Señor, tu luz esplendorosa
si el alma se acongoja en noche y turbación,
qué luz, qué dulce paz en Dios el hombre encuentra;
abramos nuestro espíritu a su infinito amor.
Recibe, Padre santo, el ruego y la alabanza,
que a ti, por Jesucristo y por el Consolador,
dirige en comunión tu amada y santa Iglesia;
abramos nuestro espíritu a su infinito amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.
Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN
Te invoco de todo corazón;
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,
meditando tu promesa;
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus
mandatos son estables.
Ant 2. Mándame tu sabiduría, Señor, para
que me asista en mis trabajos.
Cántico: DAME SEÑOR, LA SABIDURÍA Sb 9, 1-6. 9-11
Dios de los padres y Señor de la misericordia,
que con tu palabra hiciste todas las cosas,
y en tu sabiduría formaste al hombre,
para que dominase sobre tus creaturas,
y para que rigiese el mundo con santidad y justicia
y lo gobernase con rectitud de corazón.
Dame la sabiduría asistente de tu trono
y no me excluyas del número de tus siervos,
porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,
hombre débil y de pocos años,
demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.
Pues aunque uno sea perfecto
entre los hijos de los hombres,
sin la sabiduría, que procede de ti,
será estimado en nada.
Contigo está la sabiduría conocedora de tus obras,
que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos
y lo que es recto según tus preceptos.
Mándala de tus santos cielos
y de tu trono de gloria envíala
para que me asista en mis trabajos
y venga yo a saber lo que te es grato.
Porque ella conoce y entiende todas las cosas,
y me guiará prudentemente en mis obras,
y me guardará en su esplendor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mándame tu sabiduría, Señor, para
que me asista en mis trabajos.
Ant 3. La fidelidad del Señor dura por
siempre.
Salmo 116 - INVITACIÓN UNIVERSAL A LA ALABANZA DIVINA.
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos:
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La fidelidad del Señor dura por
siempre.
LECTURA BREVE Flp 2, 14-15
Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha, en medio de esta
generación mala y perversa, entre la cual aparecéis como antorchas en el mundo.
RESPONSORIO BREVE
V. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
V. Mi heredad en el país de la vida.
R. Tú eres mi refugio.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. A ti grito, Señor, tú eres mi refugio.
Primera
Lectura
Del
libro de Job 7, 1-21
JOB
LE RECLAMA A DIOS POR EL TEDIO DE SU VIDA
Job tomó la palabra y dijo:
«El hombre está en la tierra cumpliendo un servicio militar. Sus días son como
los de un jornalero: como el esclavo, que suspira por la sombra, como el peón,
que aguarda su
salario.
Mi herencia son meses baldíos, me asignan noches de fatiga; al acostarme
pienso: "¿Cuándo me levantaré?" Se alarga la noche y me harto de dar
vueltas hasta el alba: mi
carne está cubierta de gusanos y de costras terrosas, la piel se me rompe y me
supura.
Mis días corren más que la lanzadera y se consumen sin esperanza.
Recuerda que mi vida es un soplo y que mis ojos no verán más la dicha; los ojos
que me veían ya no me verán, y cuando tus ojos me busquen habré desaparecido.
Como pasa la nube y se deshace, el que baja a la tumba no sube ya; no vuelve a
su casa, su morada no vuelve a verlo. Por eso no frenaré mi lengua, hablará mi
espíritu angustiado y mi alma amargada se quejará.
¿Soy acaso el monstruo marino o el Dragón para que me pongas un guardián?
Cuando pienso que el lecho me aliviará y la cama soportará mis quejidos,
entonces me espantas con sueños y me aterrorizas con pesadillas. Preferiría
morir asfixiado, preferiría la muerte, más que estos dolores.
No he de vivir por siempre: déjame, que mis días son un soplo. ¿Qué es el
hombre para que le des importancia, para que tanto te ocupes de él, para que le
pases revista por la mañana y lo examines a cada momento? ¿Por qué no apartas
de mí la vista y no me dejas ni tragar saliva?
Si he pecado, ¿qué te he hecho, Centinela del hombre? ¿Por qué me has tomado
como blanco y me he convertido en carga para ti? ¿Por qué no me perdonas mi
delito y borras ya mi iniquidad? Muy pronto me acostaré en el polvo, me
buscarás y ya no existiré.»
Responsorio
Jb 7, 5. 7. 6
R. Mi
carne está cubierta de gusanos y de costras terrosas, la piel se me rompe y me
supura. * Recuerda, Señor, que
mi vida es un soplo.
V. Mis días corren más que la lanzadera y se
consumen sin esperanza.
R. Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo.
Segunda
Lectura
Del
tratado de san Ambrosio, obispo, sobre los misterios
(Núms. 52-54. 58: SC 25 bis, 186-188. 190)
ESTE
SACRAMENTO QUE RECIBES SE REALIZA POR LA PALABRA DE CRISTO
Vemos que el poder de la gracia es mayor que el de
la naturaleza y, con todo, aún hacemos cálculos sobre los efectos de la
bendición proferida en nombre de Dios. Si la bendición de un hombre fue capaz
de cambiar el orden natural, ¿qué diremos de la misma consagración divina, en
la que actúan las palabras del Señor y Salvador en persona? Porque este
sacramento que recibes se realiza por la palabra de Cristo.
Y, si la palabra de Elías tuvo tanto poder que hizo
bajar fuego del cielo, ¿no tendrá poder la palabra de Cristo para cambiar la
naturaleza de los elementos? Respecto a la creación de todas las cosas, leemos
que él lo dijo, y existieron, él lo mandó, y surgieron. Por tanto, si la
palabra de Cristo pudo hacer de la nada lo que no existía, ¿no podrá cambiar en
algo distinto lo que
ya existe? Mayor poder supone dar el ser a lo que no existe que dar un nuevo
ser a lo que ya existe.
Más, ¿para qué usamos de argumentos? Atengámonos a lo que aconteció en su
propia persona, y los misterios de su encarnación nos servirán de base para
afirmar la verdad del misterio. Cuando el Señor Jesús nació de María, ¿por
ventura lo hizo según el orden natural? El orden natural de la generación
consiste en la unión de la mujer con el varón.
Es evidente, pues, que la concepción virginal de Cristo fue algo por encima del
orden natural. Y lo que nosotros hacemos presente es aquel cuerpo nacido de una
virgen. ¿Por qué buscar el orden natural en el cuerpo de Cristo, si el mismo
Señor Jesús nació de una virgen, fuera de las leyes naturales? Era real la
carne de Cristo que fue crucificada y sepultada; es, por tanto, real el
sacramento de su carne.
El mismo Señor Jesús afirma: Esto es mi cuerpo. Antes de las palabras de la
bendición celestial, otra es la realidad que se nombra; después de la
consagración, es significado el cuerpo de Cristo. Lo mismo podemos decir de su
sangre: Antes de la consagración, otro es el nombre que recibe; después de la consagración,
es llamada sangre. Y tú dices:
"Amén", que equivale a decir: "Así es".
Que nuestra mente reconozca como verdadero lo que
dice nuestra boca, que nuestro interior asienta a lo que profesamos
externamente.
Por esto, la Iglesia, contemplando la grandeza del don divino, exhorta a sus
hijos y miembros de su familia a que acudan a los sacramentos, diciendo: Comed,
mis familiares, bebed y embriagaos, hermanos míos. Compañeros, comed y bebed, y
embriagaos, mis
amigos. Qué es lo que hay que comer y beber, nos lo enseña en otro lugar el
Espíritu Santo por boca del salmista: Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
En este sacramento está Cristo, porque es el cuerpo
de Cristo. No es, por tanto, un
alimento material, sino espiritual. Por ello, dice el Apóstol, refiriéndose a
lo que era figura del mismo; que nuestros padres comieron el mismo alimento
espiritual, y bebieron la
misma bebida espiritual. En efecto, el cuerpo de Dios es espiritual, el cuerpo
de Cristo es un cuerpo espiritual y divino, ya que Cristo es espíritu, tal como
leemos: El espíritu ante nuestra faz, Cristo, el Señor.
Y en la carta de Pedro leemos también: Cristo murió
por vosotros. Finalmente, este alimento fortalece nuestro corazón, y esta
bebida alegra el corazón del hombre, como recuerda el salmista.
Responsorio
Hb 12, 1-2; 2Co 6, 4-5
R. Corramos
con firmeza y constancia la carrera para nosotros preparada, * llevando
los ojos fijos en Jesús, caudillo y consumador de la fe.
V. Acreditémonos por nuestra mucha constancia
en las tribulaciones, necesidades y
angustias, en los azotes y prisiones.
R. Llevando los ojos fijos en Jesús,
caudillo y consumador de la fe.
*Lecturas del Sábado de la XV
Semana del Tiempo Ordinario*
20 Jul 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (12,14-21)*
En aquel
tiempo, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se
enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos,
mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta
Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he
puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no
gritará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo
vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las
naciones.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ilumina, Señor, a los que viven en
tiniebla y en sombra de muerte.
PRECES
Invoquemos a Dios por intercesión de María, a quien el Señor
colocó por encima de todas las creaturas celestiales y terrenas, diciendo:
Contempla, Señor, a la Madre de tu Hijo y escúchanos.
Padre de misericordia, te damos gracias porque nos has dado a María como madre
y ejemplo;
santifícanos por su intercesión.
Tú que hiciste que María meditara tus palabras, guardándolas en su corazón, y
fuera siempre fidelísima hija tuya,
por su intercesión haz que también nosotros seamos de verdad hijos tuyos y
discípulos de tu Hijo.
Tú que quisiste que María concibiera por obra del Espíritu Santo,
por intercesión de María otórganos los frutos de este mismo Espíritu.
Tú que diste fuerza a María para permanecer junto a la cruz y la llenaste de
alegría con la resurrección de tu Hijo,
por intercesión de María confórtanos en la tribulación y reanima nuestra
esperanza.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concluyamos nuestras súplicas con la oración que el mismo Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Dios misericordioso, fuente y origen de nuestra salvación, haz
que, mientras dure nuestra vida aquí en la tierra, te alabemos constantemente y
podamos así participar un día en la alabanza eterna del cielo. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: HOY ROMPE LA CLAUSURA
Hoy rompe la clausura
del surco empedernido
el grano en él hundido
por nuestra mano dura;
y hoy da su flor primera
la rama sin pecado
del árbol mutilado
por nuestra mano fiera.
Hoy triunfa el buen Cordero
que, en esta tierra impía,
se dio con alegría
por el rebaño entero;
y hoy junta su extraviada
majada y la conduce
al sitio en que reluce
la luz resucitada.
Hoy surge, viva y fuerte,
segura y vencedora,
la Vida que hasta ahora
yacía en honda muerte;
y hoy alza del olvido
sin fondo y de la nada
al alma rescatada
y al mundo redimido. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Desead la paz a Jerusalén.
Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Desead la paz a Jerusalén.
Ant 2. Desde la aurora hasta la noche mi
alma aguarda al Señor.
Salmo 129 - DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEÑOR.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Desde la aurora hasta la noche mi
alma aguarda al Señor.
Ant 3. Al nombre de Jesús toda rodilla se
doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al nombre de Jesús toda rodilla se
doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
LECTURA BREVE 2Pe 1, 19-21
Tenemos confirmada la palabra profética, a la que hacéis bien en prestar
atención, como a lámpara que brilla en lugar oscuro, hasta que despunte el día
y salga el lucero de la mañana en vuestro corazón. Ante todo habéis de saber
que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada; pues nunca
fue proferida alguna por voluntad humana, sino que, llevados del Espíritu
Santo, hablaron los hombres de parte de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del
Señor.
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado
sea el nombre del Señor.
V. Su gloria se eleva sobre los cielos.
R. Alabado sea el nombre del Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado
sea el nombre del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Abriré mis labios para hablar en parábolas; declararé cosas que
han estado ocultas desde la creación del mundo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Abriré mis labios para hablar en
parábolas; declararé cosas que han estado ocultas desde la creación del mundo.
PRECES
Invoquemos a Cristo, alegría de cuantos se refugian en él, y
digámosle:
Míranos y escúchanos, Señor.
Testigo fiel y primogénito de entre los muertos, tú que nos purificaste con tu
sangre
no permitas que olvidemos nunca tus beneficios.
Haz que aquellos a quienes elegiste como ministros de tu Evangelio
sean siempre fieles y celosos dispensadores de los misterios del reino.
Rey de la paz, concede abundantemente tu Espíritu a los que gobiernan las naciones
para que cuiden con interés de los pobres y postergados.
Sé ayuda para cuantos son víctimas de cualquier segregación por causa de su
raza, color, condición social, lengua o religión
y haz que todos reconozcan su dignidad y respeten sus derechos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
A los que han muerto en tu amor dales también parte en tu felicidad
con María y con todos tus santos.
Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos de Dios; por eso nos atrevemos a
decir:
Padre nuestro...
ORACION
Mira con misericordia a estos tus hijos, Señor, y multiplica tu
gracia sobre nosotros, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y el amor,
perseveremos en el fiel cumplimiento de tus mandamientos. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 20 DE JULIO 2024
*Lecturas del Sábado de la XV
Semana del Tiempo Ordinario.*
20 Jul 2024
Primera Lectura
Lectura
de la profecía de Miqueas (2,1-5):
¡Ay
de los que meditan maldades, traman iniquidades en sus camas; al amanecer las
cumplen, porque tienen el poder! Codician los campos y los roban, las casas, y
se apoderan de ellas; oprimen al hombre y a su casa, al varón y a sus
posesiones.
Por eso, dice el Señor: «Mirad, yo medito una desgracia contra esa familia. No
lograréis apartar el cuello de ella, no podréis caminar erguidos, porque será
un tiempo calamitoso. Aquel día entonarán contra vosotros una sátira, cantarán
una elegía: «Han acabado con nosotros, venden la heredad de mi pueblo; nadie lo
impedía, reparten a extraños nuestra tierra.» Nadie os sortea los lotes en la
asamblea del Señor.»
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
9,22-23.24-25.28-29.35
R/. No te olvides de los humildes,
Señor
¿Por
qué te quedas lejos, Señor,
y te escondes en el momento del aprieto?
La soberbia del impío oprime al infeliz
y lo enreda en las intrigas que ha tramado. R/.
El
malvado se gloría de su ambición,
el codicioso blasfema y desprecia al Señor.
El malvado dice con insolencia:
«No hay Dios que me pida cuentas.» R/.
Su boca
está llena de maldiciones,
de engaños y de fraudes;
su lengua encubre maldad y opresión;
en el zaguán se sienta al acecho
para matar a escondidas al inocente. R/.
Pero tú
ves las penas y los trabajos,
tú miras y los tomas en tus manos.
A ti se encomienda el pobre,
tú socorres al huérfano. R/.
*Lecturas del Sábado de la XV
Semana del Tiempo Ordinario*
20 Jul 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (12,14-21)*
En aquel
tiempo, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se
enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos,
mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta
Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he
puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no
gritará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo
vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las
naciones.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pero
Jesús se enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos)
*Es una tristeza pensar que excitan lugar donde no quieren a Jesús, que
incluso, le piden que se vaya, y quieren hasta su muerte. Uno podría decir o
pensar, pero que personas tan malas son esas, pero al mismo tiempo, bajo la
cabeza y miro en mi interior y digo: soy una de esas personas, porque si Jesús
esta, en el que sufre, en el huérfano, en el abatido, en el atribulado, en el
embarazo no deseado, en el que me ha hecho daño, en el triste, en el
desamparado. Jesús nucas se olvida de las personas que están pasando por esas
situaciones muy tristes y difíciles, al contrario Jesús cura a todos. La buena
noticia para mí, es que Jesús está en el lugar donde lo puedo encontrar, cuando
me siento que el mundo se me viene encima, cuando siento que la tristeza se ha
apoderado de mi vida, que no me acuerdo de lo que es la alegría. Me llena de
esperanza saber que Jesús, es la repuesta, que siempre he estado
buscando*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
MATEO 12,1-8 CICLO B
*Lecturas del Viernes de la XVII
Semana del Tiempo Ordinario*
19 Jul 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (12,1-8)*
Un sábado
de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre,
empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le
dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en
sábado.»
Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron
hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que
no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los
sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdotes pueden violar el
sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es
más que el templo. Si comprendierais lo que significa «quiero misericordia y no
sacrificio», no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del
hombre es señor del sábado.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
"quiero
misericordia y no sacrificio"
*Esto me lleva hacerme esta pregunta ¿qué es
misericordia? Y ¿qué es sacrificio? Para mí la misericordia es dejar una
puerta abierta en mi corazón, para que puedan entrar en mí, las personas con
sus dificultades, con sus limitaciones, con sus necesidades, la misericordia es
dejar que las personas sacudan un poco mi falsa paciencia, que logren hacerme cambiar
mis planes. Misericordia es que pueda sacar de mí tiempo y escuchar. Sacrificio
es que yo pueda darle paso a la misericordia, esforzándome en que permanezca
abierta esa puerta de mi vida. El Señor viene en mi ayuda y me dice que él
quiere y desea que de mi salga para los demás: "Misericordia y no
sacrificio"*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL VIERNES 19
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO*
*VIERNES DE LA SEMANA XV*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Himno: CREADOR SEMPITERNO DE LAS COSAS.
Creador sempiterno de las cosas,
que gobiernas las noches y los días,
y, alternando la luz y las tinieblas,
alivias el cansancio de la vida.
Pon tus ojos, Señor, en quien vacila,
que a todos corrija tu mirada:
con ella sostendrás a quien tropieza
y harás que pague su delito en lágrimas.
Alumbra con tu luz nuestros sentidos,
desvanece el sopor de nuestras mentes,
y sé el primero a quien, agradecidas,
se eleven nuestras voces cuando suenen.
Glorificado sea el Padre eterno,
así como su Hijo Jesucristo,
y así como el Espíritu Paráclito,
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor;
ten misericordia de mí.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Ant 2. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico: LAMENTACIÓN DEL PUEBLO EN TIEMPO
DE HAMBRE Y DE GUERRA - Jr 14,17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿Tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por qué nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Ant 3. El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL
TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
LECTURA BREVE 2Co 12,
9b-10
Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de
Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las
privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque
cuando soy débil, entonces soy fuerte.
RESPONSORIO BREVE
V. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
V. Indícame el camino que he de seguir.
R. Hazme escuchar tu gracia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
V. El Señor nos instruirá en sus caminos.
R. Y marcharemos por sus sendas.
PRIMERA LECTURA
Del libro de Job 6, 1-30
RESPUESTA DE JOB, AFLIGIDO Y ABANDONADO
POR DIOS
Respondió Job a Elifaz y le dijo:
«Si pudiera pesarse mi aflicción, y juntarse en la balanza mis desgracias,
serían más pesadas que la arena; por eso desvarían mis palabras. Llevo clavadas
las flechas del Todopoderoso y siento cómo bebo su veneno, los terrores de Dios
se han desplegado contra mí.
¿Rebuzna el asno salvaje ante la hierba?, ¿muge el buey ante el forraje?, ¿va
uno a comer sin sal lo desabrido, o a encontrarle gusto al suero de la leche?
Lo que me daba asco es ahora mi alimento repugnante.
Ojalá se cumpla lo que pido, y Dios me conceda lo que espero: que Dios se digne
triturarme y cortar de un tirón la trama de mi vida. Sería un consuelo para mí:
torturado sin piedad saltaría de gozo, por no haber renegado de las palabras
del Santo.
¿Qué fuerzas me quedan para resistir?, ¿qué destino espero para tener
paciencia?, ¿es mi fuerza la fuerza de la roca o es de bronce mi carne? Ya no
encuentro apoyo en mí, y la suerte me abandona.
Para el enfermo es la lealtad de los amigos, aunque olvide el temor del
Todopoderoso: mis hermanos me traicionan como un torrente, como una torrentera
cuando ha pasado el caudal: baja turbio por el deshielo, arrastrando revuelta
la nieve; con el primer calor, se seca y, en la canícula, desaparece de su
cauce. Por él las caravanas cambian de ruta, se adentran en la inmensidad y se
extravían; las caravanas de Temá lo buscan, y los beduinos de Saba cuentan con
él; pero queda burlada su esperanza y, al llegar, se ven decepcionados.
Igual vosotros, os habéis vuelto nada, veis mi terror y tenéis miedo. ¿Os he
pedido que soltéis por mí algún soborno de vuestro bolsillo, que me libréis de
mi adversario y me rescatéis de un poder tiránico?
Instruidme, y guardaré silencio, hacedme ver en qué me he equivocado. ¡Qué
persuasivas son las palabras justas!; pero ¿qué prueban vuestras pruebas?
¿Pretendéis cogerme en mis palabras, cuando lo que dice un desesperado es
viento?
Os sortearíais a un huérfano y trataríais el precio de un amigo. Ahora, miradme
atentamente: juro no mentir en vuestra cara. Otra vez, por favor: que no se
haga injusticia; otra vez, que está en juego mi inocencia. ¿Hay injusticia en
mis labios?, ¿no distingue mi boca las palabras?»
RESPONSORIO Jb 6, 2. 3
R. Si pudiera pesarse mi aflicción, * y juntarse en la balanza mis
desgracias.
V. Serían más pesadas que la arena; por eso desvarían mis palabras.
R. Y juntarse en la balanza mis desgracias.
SEGUNDA LECTURA
De los libros de las Morales de san
Gregorio Magno, papa, sobre el libro de Job.
(Libro 10, 47-48: PL 75, 946-947)
EL TESTIGO INTERIOR
El que es el hazmerreír de su vecino, como lo soy yo, llamará a Dios y éste lo
escuchará. Muchas veces nuestra débil alma, cuando recibe por sus buenas
acciones el halago de los aplausos humanos, se desvía hacia los goces
exteriores, posponiendo las apetencias espirituales, y se complace, con un
abandono total, en las alabanzas que le llegan de fuera, encontrando así mayor
placer en ser llamada dichosa que en serlo realmente. Y así, embelesada por las
alabanzas que escucha, abandona lo que había comenzado. Y aquello que había de
serle un motivo de alabanza en Dios se le convierte en causa de separación de
él. Otras veces, por el contrario, la voluntad se mantiene firme en el bien
obrar, y, sin embargo, sufre el ataque de las burlas de los hombres; hace cosas
admirables, y recibe a cambio desprecios; de este modo, pudiendo salir fuera de
sí misma por las alabanzas, al ser rechazada por la afrenta, vuelve a su
interior, y allí se afinca más sólidamente en Dios, al no encontrar descanso
fuera. Entonces pone toda su esperanza en el Creador y, frente al ataque de las
burlas, implora solamente la ayuda del testigo interior; así, el alma afligida,
rechazada por el favor de los hombres, se acerca más a Dios; se refugia
totalmente en la oración, y las dificultades que halla en lo exterior hacen que
se dedique con más pureza a penetrar las cosas del espíritu.
Con razón, pues, se afirma aquí: El que es el hazmerreír de su vecino, como lo
soy yo, llamará a Dios y éste lo escuchará, porque los malvados, al reprobar a
los buenos, demuestran con ello cuál es el testigo que buscan de sus actos. En
cambio, el alma del hombre recto, al buscar en la oración el remedio a sus heridas,
se hace tanto más acreedora a ser escuchada por Dios cuanto más rechazada se ve
de la aprobación de los hombres.
Hay que notar, empero, cuán acertadamente se añaden aquellas palabras: Como lo
soy yo; porque hay algunos que son oprimidos por las burlas de los hombres y,
sin embargo, no por eso Dios los escucha. Pues, cuando la burla tiene por
objeto alguna acción culpable, entonces no es ciertamente ninguna fuente de
mérito.
El hombre honrado y cabal es el hazmerreír. Lo propio de la sabiduría de este
mundo es ocultar con artificios lo que siente el corazón, velar con las
palabras lo que uno piensa, presentar lo falso como verdadero y lo verdadero
como falso.
La sabiduría de los hombres honrados, por el contrario, consiste en evitar la
ostentación y el fingimiento, en manifestar con las palabras su interior, en
amar lo verdadero tal cual es, en evitar lo falso, en hacer el bien
gratuitamente, en tolerar el mal de buena gana, antes que hacerlo; en no
quererse vengar de las injurias, en tener como ganancia los ultrajes sufridos
por causa de la justicia. Pero esta honradez es el hazmerreír, porque los
sabios de este mundo consideran una tontería la virtud de la integridad. Ellos
tienen por una necedad el obrar con rectitud, y la sabiduría según la carne juzga
una insensatez toda obra conforme a la verdad.
RESPONSORIO Sal 118,
104-105; Jn 6, 69
R. Odio el camino de la mentira; * lámpara es tu palabra para mis
pasos, luz en mi sendero.
V. Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna.
R. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (12,1-8):
1 En aquel tiempo cruzaba Jesús un sábado por los sembrados.
Y sus discípulos sintieron hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerlas.
2
Al verlo los fariseos, le dijeron: «Mira, tus discípulos hacen lo que no es
lícito hacer en sábado.»
3
Pero él les dijo: «¿No habéis leído lo que hizo David cuando sintió hambre él y
los que le acompañaban,
4
cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la Presencia, que no le
era lícito comer a él, ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes?
5
¿Tampoco habéis leído en la Ley que en día de sábado los sacerdotes, en el
Templo, quebrantan el sábado sin incurrir en culpa?
6
Pues yo os digo que hay aquí algo mayor que el Templo.
7
Si hubieseis comprendido lo que significa aquello de: = Misericordia quiero,
que no sacrificio, = no condenaríais a los que no tienen culpa.
8
Porque el Hijo del hombre es señor del sábado.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor ha visitado y redimido a su
pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES
Invoquemos a Cristo, que nació, murió y
resucitó por su pueblo, diciendo:
Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.
Te bendecimos, Señor, a ti que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz:
mira con bondad a tu familia santa, redimida con tu sangre.
Tú que prometiste a los que en ti creyeran que manarían de su interior
torrentes de agua viva,
derrama tu Espíritu sobre todos los hombres.
Tú que enviaste a los discípulos a predicar el Evangelio,
haz que los cristianos anuncien tu palabra con fidelidad.
A los enfermos y a todos los que has asociado a los sufrimientos de tu pasión,
concédeles fortaleza y paciencia.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Llenos del Espíritu de Jesucristo, acudamos a nuestro Padre común, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Ilumina, Señor, nuestros corazones y
fortalece nuestras voluntades, para que sigamos siempre el camino de tus
mandatos, reconociéndote como nuestro guía y maestro. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: YO HE SENTIDO, SEÑOR, TU VOZ AMANTE
Yo he sentido, Señor, tu voz amante,
en el misterio de las noches bellas,
y en el suave temblor de las estrellas
la armonía gocé de tu semblante.
No me llegó tu acento amenazante
entre el fragor de trueno y de centellas;
al ánima llamaron tus querellas
como el tenue vagido de un infante.
¿Por qué no obedecí cuando te oía?
¿Quién me hizo abandonar tu franca vía
y hundirme en las tinieblas del vacío?
Haz, mi dulce Señor, que en la serena
noche vuelva a escuchar tu cantilena;
¡ya no seré cobarde, Padre mío! Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es grande, nuestro dueño más
que todos los dioses.
Salmo 134 I - HIMNO A DIOS POR SUS
MARAVILLAS
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Ant 2. Casa de Israel, bendice al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Salmo 134 II.
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Casa de Israel, bendice al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Ant 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15,
3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
LECTURA BREVE St 1, 2-4
Hermanos míos, si estáis sometidos a tentaciones diversas, consideradlo como
una alegría, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia. Pero
haced que la constancia dé un resultado perfecto, para que seáis perfectos e
íntegros, sin defectos en nada.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la
virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
V. Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus
siervos, acordándose de su misericordia.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL
SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su
misericordia.
PRECES
Invoquemos al Hijo de Dios, a quien el
Padre entregó por nuestras faltas y lo resucitó para nuestra justificación,
diciendo:
Señor, ten piedad.
Escucha, Señor, nuestras súplicas, perdona los pecados de los que se confiesen
culpables
y en tu bondad otórganos el perdón y la paz.
Tú que, por medio del Apóstol nos has enseñado que donde se multiplicó el
pecado sobreabundó mucho más la gracia,
perdona con largueza nuestros muchos pecados.
Hemos pecado mucho, Señor, pero confiamos en tu misericordia infinita;
vuélvete a nosotros para que podamos convertirnos a ti.
Salva a tu pueblo de sus pecados, Señor,
y sé benévolo con nosotros.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Tú que abriste las puertas del paraíso al buen ladrón,
ábrelas también para nuestros hermanos difuntos.
Reconociendo que nuestra fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios,
digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Padre santo, que quisiste que tu
Hijo fuese el precio de nuestro rescate, haz que vivamos de tal manera que,
tomando parte en los padecimientos de Cristo, nos gocemos también en la
revelación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.