Musica Para el Alma
miércoles, 24 de marzo de 2021
EVANGELIO DE LUCAS 1,26-38 CICLO B
Lecturas de
La Anunciación del Señor
Jueves, 25 de marzo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (1,26-38)*
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado
José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará
Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha
concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para
Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra.»
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
(El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra).
*Cuanto me
gustaría saber cómo utilizaba su tiempo libre esta joven llamada María. Ella
llevaba una vida normal, como la mía. Si yo aprendía a utilizar mi tiempo como
esta joven, sería una riqueza. Pienso que ella, si sabía cómo utilizar su
tiempo y cuando algo no entendía lo guardaba en su corazón. El Señor me invita
a una intimidad con él, para que pueda recibir en mi esa buena noticia del
Ángel, y que mi vida pueda ser alegre, pero una alegría que invita a la vida.
El Señor me invita a descubrir que también sobre mí se posa el Espíritu Santo.
Es bueno que utilice mi tiempo llevando tranquilidad, y buenas noticias a las
personas que sienten que en mí, tienen un amigo*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
EL ÁNGELUS
El Ángelus
V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*
EL SANTO ROSARIO
.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Resurrección del Señor (MATEO 28,1-10)
.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)
.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS 2,1-13)
4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )
.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)
.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
3º El Nacimiento del niño Dios. (Lc 2, 1-20)
4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)
5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)
.Oremos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La oración del huerto. (LUCAS 22,39-46)
.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)
.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)
.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS 23,26-32)
.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)
Oremos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
.Misterios Luminosos (JUEVES)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º El Bautismo del Señor (MATEO 3, 13-17)
.2º La Boda de Caná (JUAN 2,1-11)
.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS 1, 14-15)
.4º La Transfiguración (MATEO 17,1-5)
.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO 26, 26-28)
.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL JUEVES 25 LA ANUNCIACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*La Anunciación de la Santísima Virgen María*
TIEMPO DE
CUARESMA
JUEVES DE LA SEMANA V
De la solemnidad.
25 de marzo
LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR. (SOLEMNIDAD)
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Adoremos al que es la Palabra y se ha hecho carne por nosotros.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Adoremos al que es la Palabra y se ha hecho carne por nosotros.
Himno: QUE HOY BAJÓ DIOS A LA TIERRA
Que hoy bajó Dios a la tierra
es cierto; pero más cierto
es que, bajando a María,
bajó Dios a mejor cielo.
Conveniencia fue de todos
este divino misterio,
pues el hombre, de fortuna,
y Dios mejoró de asiento.
Su sangre le dio María
a logro, porque a su tiempo
la que recibe encarnando
restituya redimiendo.
Un arcángel a pedir
bajo su consentimiento,
guardándole, en ser rogada,
de reina sus privilegios.
¡Oh grandeza de María,
que cuanto usa el Padre eterno
de dominio con su Hijo,
use con ella de ruego!
A estrecha cárcel reduce
de su grandeza lo inmenso
y en breve morada cabe
quien sólo cabe en sí mismo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Fue enviado el ángel Gabriel a una virgen desposada con un hombre
llamado José.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Fue enviado el ángel Gabriel a una virgen desposada con un hombre
llamado José.
Ant 2. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
Ant 3. Con su consentimiento la Virgen concibió y, permaneciendo virgen,
dio a luz al Salvador.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Con su consentimiento la Virgen concibió y, permaneciendo virgen,
dio a luz al Salvador.
LECTURA BREVE Flp 2, 6-7
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo, y tomó la condición de esclavo, pasando
por uno de tantos.
RESPONSORIO BREVE
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
R. El Señor está contigo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
V. La
Palabra se hizo carne.
R. Y puso su morada entre nosotros.
PRIMERA LECTURA
Del primer libro de las Crónicas 17, 1-15
PROFECÍA SOBRE EL HIJO DE DAVID
En aquellos días, morando ya David en su casa, dijo a Natán, profeta:
«Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el arca de la alianza del Señor
está bajo pieles.» Respondió Natán a David:
«Haz todo cuanto tienes en tu corazón, porque Dios está contigo.»
Pero aquella misma noche vino la palabra de Dios a Natán en estos términos:
«Vete y di a mi siervo David:
"Así dice el Señor: No serás tú quien me edifique casa para que habite yo
en ella. Pues no he habitado en casa alguna desde el día en que hice subir a
los hijos de Israel hasta el día de hoy; sino que he andado de tienda en tienda
y de morada en morada. En todo el tiempo que he ido de un lado para otro con
todo Israel, ¿he dicho acaso a alguno de los jueces de Israel, a los que mandé
me apacentaran a mi pueblo: 'Por qué no me edificáis una casa de cedro'?"
Di, pues, esto a mi siervo David:
"Así habla el Señor de los ejércitos: Yo te he sacado del campo, de detrás
del rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel. He estado contigo en
todas tus empresas, he eliminado a todos tus enemigos de delante de ti Y voy a
hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la tierra. Fijaré un
lugar a mi pueblo Israel, y lo plantaré allí para que more en él; no será ya
perturbado, y los malhechores no seguirán oprimiéndolo como al principio, y
como en los días en que instituí Jueces sobre mi pueblo Israel. Someteré a
todos tus enemigos. Yo te haré grande y el Señor te edificará una casa. Cuando
se cumplan tus días para ir con tus padres, afirmaré después de ti la
descendencia que saldrá de tus entrañas y consolidaré su reino. Él me edificará
una casa y yo afirmaré su trono para siempre. Yo seré para él un padre, y él será
para mí un hijo, y no apartaré de él mi amor, como lo aparté de aquel que fue
antes de ti. Yo lo estableceré en mi casa y en mi reino para siempre, y su
trono estará firme eternamente."»
Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, habló Natán a
David.
RESPONSORIO Cf. Lc 1, 26-32
R. Fue enviado el ángel Gabriel a una virgen desposada con un hombre
llamado José, para anunciarle el mensaje; y se turbó la Virgen ante su
resplandor. «No temas, María, porque has hallado gracia a los ojos de
Dios: * concebirás y darás a luz un hijo, el cual será llamado Hijo
del Altísimo».
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Concebirás y darás a luz un hijo, el cual será llamado Hijo del
Altísimo.
SEGUNDA LECTURA
De las Cartas de san León Magno, papa
(Carta 28, a Flaviano, 3-4: PL 54, 763-767)
EL MISTERIO DE NUESTRA RECONCILIACIÓN
La majestad asume la humildad, el poder la debilidad, la eternidad la
mortalidad; y, para saldar la deuda contraída por nuestra condición pecadora,
la naturaleza invulnerable se une a la naturaleza pasible; de este modo, tal
como convenía para nuestro remedio, el único y mismo mediador entre Dios y los
hombres, Cristo Jesús, hombre también él, pudo ser a la vez mortal e inmortal,
por la conjunción en él de esta doble condición.
El que es Dios verdadero nace como hombre verdadero, sin que falte nada a la
integridad de su naturaleza humana, conservando la totalidad de la esencia que
le es propia y asumiendo la totalidad de nuestra esencia humana. Y, al decir
nuestra esencia humana, nos referimos a la que fue plasmada en nosotros por el
Creador, y que él asume para restaurarla.
Esta naturaleza nuestra quedó viciada cuando el hombre se dejó engañar por el
maligno, pero ningún vestigio de este vicio original hallamos en la naturaleza
asumida por el Salvador. Él, en efecto, aunque hizo suya nuestra misma
debilidad, no por esto se hizo partícipe de nuestros pecados.
Tomó la condición de esclavo, pero libre de la sordidez del pecado,
ennobleciendo nuestra humanidad sin mermar su divinidad, porque aquel
anonadamiento suyo -por el cual, él, que era invisible, se hizo visible, y él,
que es el Creador y Señor de todas las cosas, quiso ser uno más entre los
mortales- fue una dignación de su misericordia, no una falta de poder. Por
tanto, el mismo que, permaneciendo en su condición divina, hizo al hombre es el
mismo que se hace él mismo hombre, tomando la condición de esclavo.
Y, así, el Hijo de Dios hace su entrada en la bajeza de este mundo, bajando
desde el trono celestial, sin dejar la gloria que tiene junto al Padre, siendo
engendrado en un nuevo orden de cosas.
En un nuevo orden de cosas, porque el que era invisible por su naturaleza se
hace visible en la nuestra, el que era inaccesible a nuestra mente quiso hacerse
accesible, el que existía antes del tiempo empezó a existir en el tiempo, el
Señor de todo el universo, velando la inmensidad de su majestad, asume la
condición de esclavo, el Dios impasible e inmortal se digna hacerse hombre
pasible y sujeto a las leyes de la muerte.
El mismo que es Dios verdadero es también hombre verdadero, y en él, con toda
verdad, se unen la pequeñez del hombre y la grandeza de Dios.
Ni Dios sufre cambio alguno con esta dignación de su piedad, ni el hombre queda
destruido al ser elevado a esta dignidad. Cada una de las dos naturalezas
realiza sus actos propios en comunión con la otra, a saber, la Palabra realiza
lo que es propio de la Palabra, y la carne lo que es propio de la carne.
En cuanto que es la Palabra, brilla por sus milagros; en cuanto que es carne,
sucumbe a las injurias. Y así como la Palabra retiene su gloria igual al Padre,
así también su carne conserva la naturaleza propia de nuestra raza.
La misma y única persona, no nos cansaremos de repetirlo, es verdaderamente
Hijo de Dios y verdaderamente hijo del hombre. Es Dios, porque ya al comienzo
de las cosas existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era
Dios; es hombre, porque la Palabra se hizo carne y puso su morada entre
nosotros.
RESPONSORIO Cf. Lc 1, 31. 42
R. Recibe la palabra, Virgen María, que el Señor te anuncia por medio
del ángel: concebirás y darás a luz al Dios hecho hombre, * para
que te llamen bendita entre las mujeres.
V. Darás a luz un hijo sin perder tu virginidad, concebirás en tu
seno y serás madre siempre intacta.
R. Para que te llamen bendita entre las mujeres.
Lecturas
del Anunciación del Señor
Jueves, 25 de marzo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (1,26-38)*
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado
José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará
Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha
concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para
Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra.»
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Por el gran amor con que Dios nos amó nos envió a su Hijo en
semejanza de carne de pecado.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por el gran amor con que Dios nos amó nos envió a su Hijo en
semejanza de carne de pecado.
PRECES
Al celebrar en este día de la Anunciación los comienzos de la
salvación de los hombres, llenos de alegría, oremos, diciendo:
Que la santa Madre de Dios interceda por nosotros.
Señor, haz que recibamos a nuestro Salvador
con la misma alegría con que María recibió alegre el anuncio del ángel.
Tú que miraste la humillación de tu esclava,
acuérdate también de nosotros y socórrenos.
Que sepamos conformarnos siempre a tu voluntad,
como María, la nueva Eva, se sometió siempre a tu palabra.
Que santa María socorra a los pobres, levante a los decaídos, consuele a los
tristes,
interceda por las vírgenes, por las madres y esposas, y por todas las jóvenes y
niñas.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios nuestro, que quisiste que tu Verbo se hiciera hombre en
el seno de la Virgen María, concede a quienes proclamamos que nuestro Redentor
es realmente Dios y hombre que lleguemos a ser partícipes de su naturaleza
divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*La Anunciación de la Santísima Virgen María*
Esta gran fiesta tomó su nombre de la buena nueva anunciada por el
arcángel Gabriel a la Santísima Virgen María, referente a la Encarnación del
Hijo de Dios. Era el propósito divino dar al mundo un Salvador, al pecador una
víctima de propiciación, al virtuoso un modelo, a esta doncella -que debía
permanecer virgen- un Hijo y al Hijo de Dios una nueva naturaleza humana capaz
de sufrir el dolor y la muerte, afín de que El pudiera satisfacer la justicia
de Dios por nuestras transgresiones.
El mundo no iba a tener un Salvador hasta que Ella hubiese dado su
consentimiento a la propuesta del ángel. Lo dio y he aquí el poder y la
eficacia de su Fíat. En ese momento, el misterio de amor y misericordia
prometido al género humano miles de años atrás, predicho por tantos profetas,
deseado por tantos santos, se realizó sobre la tierra. En ese instante el alma
de Jesucristo producida de la nada empezó a gozar de Dios y a conocer todas las
cosas, pasadas, presentes y futuras; en ese momento Dios comenzó a tener un
adorador infinito y el mundo un mediador omnipotente y, para la realización de
este gran misterio, solamente María es acogida para cooperar con su libre
consentimiento.
*San Dimas*
Sólo poseemos noticias ciertas acerca
de su muerte y de su solemne canonización -por parte del mismo Jesucristo-, no
repetida en la historia de la Santidad.
"Y con Él crucificaron dos ladrones, uno a la derecha y otro
a la izquierda de Él. Y fue cumplida la Escritura que dice: Y fue contado entre
los inicuos.
"Uno de los malhechores le insultaba diciendo: ¿No eres Tú el
Mesías? Sálvate a Ti mismo y a nosotros.
"Más el otro, respondiendo, le reconvenía diciendo: ¿Ni
siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros, la verdad, lo
estamos justamente, pues recibimos el justo pago de lo que hicimos; mas Éste
nada ha hecho; y decía a Jesús Acuérdate de mí cuando vinieres en la gloria de
tu realeza.
"Díjole: En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el
Paraíso" (Marcos 17, 27s. y Lucas 23, 39-43).
Como hemos indicado al principio, nada más sabemos de San Dimas
con certeza histórica, pues son unas actas, aunque muy antiguas, apócrifas las
que iniciaron la leyenda sobre el mismo, que todos hemos oído relatar alguna
vez.
La Sagrada Familia, según nos narra la Biblia, se vio obligada a
huir a Egipto, debido al peligro que corría la vida de Jesús, por la
persecución de los niños menores de dos años que Herodes el Grande había
decretado.
En cierta ocasión en que los soldados del rey -y empieza aquí la
narración apócrifa- estaban sobre la pista de la Familia Santa, y cuando ya les
andaban muy cerca, José y María encontraron una casa en la que fácilmente se
podrían esconder, si les dejaban entrar.
Esta casa era la que habitaba Dimas con los suyos. José les pide
que los escondan, pues los soldados del rey con sus caballos, mucho más veloces
que el sencillo borrico que montan, ya casi les dan alcance. Pero los
habitantes de aquella casa se niegan a ello.
En este momento sale el joven Dimas, que seguramente por su
carácter y decisión gozaba entre sus camaradas de gran autoridad, y dispone que
se queden y les esconde en un lugar tan oculto que la policía romana no
consigue descubrirlos, ni puede detenerlos. Jesús promete a Dimas, agradecido,
que su acto no quedará sin recompensa, y le anuncia que volverán a verse en
otra ocasión y aún en peores condiciones, y entonces será Él, Cristo, quien
ayudará a su benigno protector.
De este modo terminan su narración las actas apócrifas.
Explicación suficiente, sin embargo, para observar en ella una diferencia total
entre las leyendas atribuidas a Jesús, y la sobriedad evangélica, aun en los
momentos más sublimes en que para confirmar su doctrina, Jesucristo obra
algunos de sus milagros. Por esta razón nos ceñiremos a continuación al relato
evangélico, Palabra Viva, que nos conduce a importantes enseñanzas.
¿A qué fue debida la conversión de Dimas, un ladrón, un malhechor,
que seguramente en toda su vida no había visto a Jesús, aunque hubiera oído
hablar de Él, como de alguien grande, misteriosamente poderoso y enigmático
para muchos?
Porque en la cruz, Dimas se nos presenta ya convertido, como
creyente en la divinidad de Cristo: "¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando
en el mismo suplicio?".
Un autor moderno atribuye la conversión de Dimas a la mirada de
Jesucristo, la mirada clara de Cristo; en su cara abofeteada, escupida y
demacrada, la mirada que había obrado tantos prodigios y que convertía al que
se adentraba en ella con corazón limpio, en seguidor y discípulo...
Y el corazón de Dimas debía ser limpio, a pesar de todos sus
delitos. Inclinado al robo quizá por circunstancias externas, circunstancias
tal vez de tipo social, había sabido conservar, empero, cierto cariño a los que
le rodeaban, y un respeto sincero a sus padres y a las vidas de los demás.
Y Dios, por la Sangre de su Hijo que estaba a punto de derramarse,
le premiaba lo bueno que había hecho y le perdonaba lo malo. Y en su Amor
insondable -Dios es Amor- le había concedido las gracias suficientes y
necesarias para aquel acto profundo de fe.
Y a continuación el gran acto de sometimiento a la Voluntad de
Dios y a la justicia de los hombres: "Nosotros, la verdad, lo estamos
justamente, pues recibimos el justo pago de lo que hicimos"; y después, en
aquellos momentos solemnes, alrededor de los cuales gira toda la Historia,
quiera el hombre reconocerlo o no, la petición confiada, anhelante a su Dios,
que por él, con él y también por nosotros moría en una cruz: "Acuérdate de
mí, cuando vinieres en la gloria de tu realeza".
Y de labios del mismo Cristo oye Dimas las palabras
santificadoras: "En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el
Paraíso".
He aquí un Santo original: hasta poco antes de morir, un ladrón,
un malhechor, de familia seguramente innoble, sin ningún milagro en su haber,
que puede ser, para nosotros, un magnífico tema de profunda meditación.
II VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: HOY ES DEL DIVINO AMOR
Hoy es del divino amor
la encarnación amorosa,
fineza que es tan costosa
que a las demás da valor.
¿Qué bien al mundo no ha dado
la encarnación amorosa,
si aun la culpa fue dichosa
por haberla ocasionado?
Ni ella sola ser podía
causa, que, si se repara,
para que Dios encarnara
bastaba sólo María.
Aunque de ser encarnado
pudo ser doble el motivo:
de todos por compasivo,
de ella por enamorado.
Y así al bajar este día
al suelo por varios modos,
fue por la culpa de todos
y la gracia de María. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El ángel del Señor anunció a María, y concibió por obra del
Espíritu Santo.
Salmo 109, 1-5. 7 EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El ángel del Señor anunció a María, y concibió por obra del
Espíritu Santo.
Ant 2. No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo; y se llamará Hijo del Altísimo.
Salmo 129 - DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEÑOR.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo; y se llamará Hijo del Altísimo.
Ant 3. Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra.
LECTURA BREVE 1Jn 1, 1-3a
Lo que existía desde un principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que contemplamos y lo que tocaron nuestras manos acerca de la
Palabra de vida (porque la vida se ha manifestado, y nosotros hemos visto y
testificamos y os anunciamos esta vida eterna, la que estaba con el Padre y se
nos ha manifestado): lo que hemos visto y oído os lo anunciamos, a fin de que
viváis en comunión con nosotros.
RESPONSORIO BREVE
V. La Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros.
R. La Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros.
V. Ya al principio estaba con Dios.
R. Y puso su morada entre nosotros.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. La Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El ángel Gabriel saludó a María, diciendo: «Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres.»
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El ángel Gabriel saludó a María, diciendo: «Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres.»
PRECES
Acudamos a Dios Padre, que por medio del ángel anunció hoy a María
su designio de salvarnos, y digámosle confiados:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros.
Tú que elegiste a la Virgen María para madre de tu Hijo,
ten piedad de todos los que esperamos la redención de Jesucristo.
Tú que por boca de Gabriel anunciaste a María el gozo y la paz,
concede a todo el mundo la alegría de la salvación y el don de una nueva paz
verdadera.
Tú que por la aceptación de María y por obra del Espíritu Santo hiciste que tu
Verbo habitara entre nosotros,
haz que nosotros recibamos siempre a Cristo como lo recibió María.
Tú que enalteces a los humildes y a los pobres los colmas de bienes,
conforta a los que se sienten abatidos, socorre a los necesitados y ayuda a los
moribundos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que eres el único que realizas maravillas y el Dios para quien nada hay
imposible,
resucita a los cuerpos muertos en el último día.
Ya que Cristo al hacerse hombre nos ha hermanado a todos, digamos a nuestro
Padre común:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios nuestro, que quisiste que tu Verbo se hiciera hombre en
el seno de la Virgen María, concede a quienes proclamamos que nuestro Redentor
es realmente Dios y hombre que lleguemos a ser partícipes de su naturaleza
divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL JUEVES 25 DE MARZO 2021
*Lecturas
de la 5ª Semana del Tiempo Cuaresma Ciclo B*
*Lecturas
de La Anunciación del Señor*
Jueves, 25 de marzo de 2021
Primera lectura
Lectura del
libro de Isaías (7,10-14;8,10):
En aquel tiempo, el Señor habló a Acaz: «Pide una señal al
Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo.»
Respondió Acaz: «No la pido, no quiero tentar al Señor.»
Entonces dijo Dios: «Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres,
que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:
Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre
Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros".»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
39,7-8a.8b-9.10.11
R/. Aquí estoy, Señor,
para hacer tu voluntad
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: «Aquí estoy.» R/.
«Como está escrito en mi libro
para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R/.
He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R/.
No me he guardado en el pecho tu defensa,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia
y tu lealtad ante la gran asamblea. R/.
Segunda lectura
Lectura de
la carta a los Hebreos (10,4-10):
Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos
quite los pecados. Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dijo: «Tú no
quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas
holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el
libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad."» Primero dice:
«No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni victimas
expiatorias», que se ofrecen según la Ley. Después añade: «Aquí estoy yo para
hacer tu voluntad.» Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa
voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo,
hecha una vez para siempre.
Palabra de Dios
Lecturas de
La Anunciación del Señor
Jueves, 25 de marzo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (1,26-38)*
A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado
José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará
Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha
concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para
Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra.»
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
(El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra).
*Cuanto me
gustaría saber cómo utilizaba su tiempo libre esta joven llamada María. Ella
llevaba una vida normal, como la mía. Si yo aprendía a utilizar mi tiempo como
esta joven, sería una riqueza. Pienso que ella, si sabía cómo utilizar su
tiempo y cuando algo no entendía lo guardaba en su corazón. El Señor me invita
a una intimidad con él, para que pueda recibir en mi esa buena noticia del
Ángel, y que mi vida pueda ser alegre, pero una alegría que invita a la vida.
El Señor me invita a descubrir que también sobre mí se posa el Espíritu Santo.
Es bueno que utilice mi tiempo llevando tranquilidad, y buenas noticias a las
personas que sienten que en mí, tienen un amigo*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.