Musica Para el Alma
domingo, 2 de junio de 2024
MARCOS 12,1-12 CICLO B
*Lecturas de lunes 03 de junio
2024, de la IX Semana del Tiempo Ordinario ciclo B*
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Marcos (12,1-12)*
En
aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los
escribas y a los ancianos: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca,
cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se
marchó de viaje. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su
tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron
con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo insultaron y lo
descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos los apalearon o los
mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último, pensando que a
su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron: «Éste es el heredero.
Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia.» Y, agarrándolo, lo mataron y lo
arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los
ladrones y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto: «La piedra
que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo
ha hecho, ha sido un milagro patente»?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero
temieron a la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
"La
piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor
quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"
*Tenemos que recordar que el Reino Jesús, está de
adentro hacia afuera, volteado, es decir, no de este mundo. Jesús vino que la
finalidad de mostrarnos una mejor manera de vivir. No todos recibimos tu
mensaje inmediatamente. A Jesús lo podemos ver, en los rechazados,
perseguidos, los abusados, en los que tienen menos valor en este mundo, recibir
el Reino de Jesús, es darle oportunidad al rechazado en nuestros corazones. En
nuestro corazón tenemos el control de aceptar o de rechazar, y recibir al
rechazado es romper con nuestra ceguera interior y abril nuestros ojos para ver
las “asombrosas” cosas que ha hecho Jesús en nuestra vida; para estar con
nosotros en nuestra frágil y débil, experiencia de vida*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 3
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO*
LUNES DE LA SEMANA IX
Del Común de varios mártires. Salterio I
3 de junio
*SANTOS CARLOS LWANGA y COMPAÑEROS, mártires. (MEMORIA)*
Durante los años 1885 a 1887, muchos cristianos sufrieron la muerte en Uganda,
por orden del rey Mwanga, en odio a su religión; algunos de ellos servían en la
misma corte real o eran adictos a la persona del rey. Entre ellos destacan
Carlos Lwanga y sus veintiún compañeros, los cuales, con una adhesión
inquebrantable a la fe católica, fueron decapitados unos, otros quemados, por
el hecho de no haber querido someterse a los impúdicos deseos del rey.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los mártires. Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los mártires. Aleluya.
Himno: TESTIGOS DE LA SANGRE.
Testigos de la sangre
con sangre rubricada,
frutos de amor cortados
al golpe de la espada.
Testigos del amor
en sumisión callada,
canto y cielo en los labios
al golpe de la espada.
Testigos del dolor
de vida enamorada;
diario placer de muerte
al golpe de la espada.
Testigos del cansancio
de una vida inmolada
a golpe de Evangelio
y al golpe de la espada.
Demos gracias al Padre
por la sangre sagrada;
pidamos ser sus mártires,
y a cada madrugada
poder morir la vida
al golpe de la espada. Amén.
SALMODIA
Ant 1. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.
Salmo 5, 2-10. 12-13 - ORACIÓN DE LA MAÑANA DE UN JUSTO PERSEGUIDO
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.
A ti te suplico, Señor;
por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.
Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda reverencia.
Señor, guíame con tu justicia,
porque tengo enemigos;
alláname tu camino.
En su boca no hay sinceridad,
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
mientras halagan con la lengua.
Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre.
Porque tú, Señor, bendices al justo,
y como un escudo lo rodea tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A ti te suplico, Señor; por la
mañana escucharás mi voz.
Ant 2. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre
glorioso.
Cantico: SÓLO A DIOS HONOR Y GLORIA 1Cro 29, 10-13
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,
tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria,
tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.
Por eso, Dios nuestro,
nosotros te damos gracias,
alabando tu nombre glorioso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre
glorioso.
Ant 3. Postraos ante el Señor en el atrio
sagrado.
Salmo 28 - MANIFESTACIÓN DE DIOS EN LA TEMPESTAD.
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria hace oír su trueno,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
la voz del Señor descuaja los cedros,
el Señor descuaja los cedros del Líbano.
Hace brincar al Líbano como a un novillo,
al Sarión como a una cría de búfalo.
La voz del Señor lanza llamas de fuego,
la voz del Señor sacude el desierto,
el Señor sacude el desierto de Cadés.
La voz del Señor retuerce los robles,
el Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
El trono del Señor está encima de la tempestad,
el Señor se sienta como rey eterno.
El Señor da fuerza a su pueblo,
el Señor bendice a su pueblo con la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Postraos ante el Señor en el atrio
sagrado.
LECTURA BREVE 1Jn 5, 3-5
En esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus
mandamientos no son pesados, pues todo el que ha nacido de Dios vence al mundo.
Y ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe; porque, ¿quién es el que
vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
RESPONSORIO BREVE
V. La alegría eterna coronará a los santos. Aleluya, aleluya.
R. La alegría eterna coronará a los santos.
Aleluya, aleluya.
V. Vivirán en el gozo y la exultación.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. La alegría eterna coronará a los santos.
Aleluya, aleluya.
V. Enséñame
a cumplir tu voluntad.
R. Y a guardarla de todo corazón.
PRIMERA LECTURA
De la carta a los Gálatas 1, 13-2, 10
VOCACIÓN Y APOSTOLADO DE PABLO
Hermanos: Habéis oído hablar de cómo me portaba yo
en otro tiempo en el judaísmo: cómo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de
Dios y la devastaba; cómo, en el celo por el judaísmo, iba más allá que muchos
compatriotas de mi edad y me mostraba celoso partidario de las tradiciones
paternas.
Pero, cuando aquel que me eligió desde el seno de mi madre me llamó por su
gracia y tuvo a bien revelarme a su Hijo para que lo anunciara a los gentiles,
en seguida, sin pedir consejo a hombre alguno y sin subir a Jerusalén para
hablar con los que eran apóstoles antes que yo, partí hacia Arabia, de donde luego
volví a Damasco. Tres años más tarde, subí a Jerusalén a visitar a Cefas, y
estuve con él quince días. No vi a ninguno otro de los apóstoles, fuera de
Santiago, el hermano del Señor. Por el Dios que me está viendo, que no miento
en lo que os escribo.
Después vine a las regiones de Siria y de Cilicia, pero las Iglesias de Judea,
que están en Cristo, no me conocían personalmente. Sólo oían decir: «El que
antaño nos perseguía ahora va anunciando la Buena Nueva de la fe, que en otro
tiempo quería destruir.» Y glorificaban a Dios, reconociendo su obra en mí.
Luego, al cabo de catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando
también a Tito. Y subí por motivo de una revelación. Les expuse el Evangelio
que predico entre los gentiles y traté en particular con los más calificados,
no fuera a ser que hubiese corrido en vano.
Pues bien, ni siquiera a Tito, mi compañero, con todo y que era griego, lo
obligaron a circuncidarse. Y esto a pesar de los intrusos, de los falsos
hermanos, que solapadamente se habían infiltrado, para espiar arteramente la
libertad de que gozamos en Cristo Jesús, y que querían esclavizarnos. Pero
nosotros ni por un momento cedimos terreno para someternos a ellos, a fin de
salvaguardar firmemente para vosotros la verdad del Evangelio.
Las personas de más consideración -nada me interesa lo que hubieran sido antes,
pues en Dios no hay acepción de personas- no me impusieron ninguna nueva
obligación.
Al contrario, reconocieron que yo había recibido la misión de predicar el
Evangelio a los gentiles, como Pedro la de predicarlo a los judíos; porque
aquel que dio poder a Pedro para ejercer el apostolado entre los judíos me lo
dio a mí para ejercerlo entre los gentiles. De este modo reconocieron que Dios
me había dado esa gracia. Y Santiago, Cefas y Juan, los considerados como
columnas, nos dieron la mano a Bernabé y a mí en señal de comunión y
conformidad: nosotros nos dirigiríamos a los gentiles, ellos a los judíos. Sólo
nos pidieron que nos acordásemos de los pobres, cosa que he procurado yo
cumplir con toda solicitud.
RESPONSORIO 1Co 15, 10; Ga 2, 8
R. Por la
gracia de Dios, soy lo que soy; * y la
gracia que él me concedió no quedó infecunda en mí, y permanece siempre en mí.
V. Aquel que dio poder a Pedro para ejercer el
apostolado entre los judíos me lo dio a mí para ejercerlo entre los gentiles.
R. Y la gracia que él me concedió no quedó
infecunda en mí, y permanece siempre en mí.
SEGUNDA LECTURA
De la Homilía del papa Pablo sexto, en la
canonización de los mártires de Uganda
(AAS 56 [1964], 905-906)
LA GLORIA DE LOS MÁRTIRES SIGNO DE RENOVACIÓN
Estos mártires africanos añaden una nueva página a
aquella lista de vencedores llamada Martirologio, página que contiene unos
hechos a la vez siniestros y magníficos; página digna de formar parte de
aquellas ilustres narraciones de la antigua África, que nosotros, los que
vivimos en esta época, pensábamos, como hombres de poca fe, que nunca tendrían
una continuación adecuada.
¿Quién hubiera podido sospechar, por ejemplo, que aquellas actas, tan
conmovedoras, de los mártires escilitanos, de los mártires cartagineses, de los
mártires de la «blanca multitud» de Útica, recordados por san Agustín y
Prudencia, de los mártires de Egipto, ampliamente ensalzados en los escritos de
Juan Crisóstomo, de los mártires de la persecución de los vándalos, se verían
enriquecidas en nuestro tiempo con nuevas historias, en las que se narrarían
unas hazañas no inferiores en fortaleza y en brillantez?
¿Quién hubiera podido imaginar que a aquellos ilustres mártires y confesores
africanos, tan conocidos y recordados, como Cipriano, Felicidad y Perpetua, y
Agustín, aquel gran hombre, añadiríamos un día los nombres tan queridos de
Carlos Lwanga, de Matías Mulumba Kalemba y de sus veinte compañeros? Sin
olvidar aquellos otros, de confesión anglicana, que sufrieron la muerte por el
nombre de Cristo.
Estos mártires africanos significan, en verdad, el inicio de una nueva era. No
permita Dios que el pensamiento de los hombres retorne a las persecuciones y
conflictos de orden religioso, sino que tiendan a una renovación cristiana y
civil.
África, regada con la sangre de estos mártires, los primeros de esta nueva era
(y quiera Dios que los últimos, tratándose de un holocausto tan grande y de
tanto precio), África renace libre y dueña de sí misma.
Aquel crimen, del que ellos fueron víctima, es tan abominable y tan
significativo, que proporciona un motivo claro y suficiente para que este nuevo
pueblo adquiera una formación moral, para que prevalezcan nuevas costumbres
espirituales y sean transmitidas a los descendientes, para que sea como un símbolo
eficaz del paso de un estado de vida simple y primitivo, en el que no faltaban
unos valores humanos dignos de consideración, pero que era también corrompido y
débil y como esclavo de sí mismo, a una cultura más civilizada, que tienda a
unas más elevadas expresiones de la mente humana y a unas superiores
condiciones de vida social.
RESPONSORIO S. Cipriano, Carta
58
R. Dios nos
contempla, Cristo y sus ángeles nos miran, mientras luchamos por la fe. * Qué
dignidad tan grande, qué felicidad tan plena es luchar bajo la mirada de Dios y
ser coronados por Cristo. Aleluya.
V. Revistámonos de fuerza y preparémonos para la
lucha con un espíritu indoblegable, con una fe sincera, con una entrega total.
R. Qué dignidad tan grande, qué felicidad tan
plena es luchar bajo la mirada de Dios y ser coronados por Cristo. Aleluya.
*Lecturas de lunes 03 de junio
2024, de la IX Semana del Tiempo Ordinario ciclo B*
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Marcos (12,1-12)*
En
aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los
escribas y a los ancianos: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca,
cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se
marchó de viaje. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su
tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron
con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo insultaron y lo
descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos los apalearon o los
mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último, pensando que a
su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron: «Éste es el heredero.
Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia.» Y, agarrándolo, lo mataron y lo
arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los
ladrones y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto: «La piedra
que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo
ha hecho, ha sido un milagro patente»?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero
temieron a la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Estad alegres y contentos, santos de Dios, pues vuestra recompensa
es grande en el cielo. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Estad alegres y contentos, santos
de Dios, pues vuestra recompensa es grande en el cielo. Aleluya.
PRECES
Celebremos, amados hermanos, a Jesús, el testigo fiel, y al
recordar hoy a los santos mártires sacrificados a causa de la palabra de Dios,
aclamémosle diciendo:
Nos has comprado, Señor, con tu sangre.
Por la intercesión de los santos mártires que entregaron libremente su vida
como testimonio de la fe,
concédenos, Señor, la verdadera libertad de espíritu.
Por la intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar
su sangre,
concédenos, Señor, la integridad y constancia de la fe.
Por la intercesión de los santos mártires que soportando la cruz siguieron tus
pasos,
concédenos, Señor, soportar con generosidad las contrariedades de la vida.
Por la intercesión de los santos mártires que blanquearon su manto en la sangre
del Cordero,
concédenos, Señor, vencer las obras del mundo y de la carne.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, que has querido que la sangre de los mártires sea
semilla de nuevos cristianos, haz que el campo de tu Iglesia, regado con la
sangre de san Carlos Lwanga y de sus compañeros mártires, produzca abundante
cosecha para tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ESPÍRITUS SUBLIMES.
Espíritus sublimes,
¡oh mártires gloriosos!,
felices moradores
de la inmortal Sión,
rogad por los que luchan
en las batallas recias,
que alcancen la victoria
y eterno galardón.
¡Oh mártires gloriosos
de rojas vestiduras,
que brillan con eternos
fulgores ante Dios!
Con vuestro riego crezca
de Cristo la semilla,
y el campo de las mieses
se cubra ya en sazón. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor se complace en los justos.
Salmo 10 - EL SEÑOR ESPERANZA DEL JUSTO
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
«escapa como un pájaro al monte,
porque los malvados tensan el arco,
ajustan las saetas a la cuerda,
para disparar en la sombra contra los buenos?
Cuando fallan los cimientos,
¿qué podrá hacer el justo?»
Pero el Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo detesta.
Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,
les tocará en suerte un viento huracanado.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor se complace en los justos.
Ant 2. Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Salmo 14 - ¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Ant 3. Dios nos ha destinado en la persona
de Cristo a ser sus hijos.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios nos ha destinado en la persona
de Cristo a ser sus hijos.
LECTURA BREVE 1Pe 4, 13-14
Queridos hermanos: Estad alegres cuando compartís
los padecimientos de Cristo, para que, cuándo se manifieste su gloria, reboséis
de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros: porque el
Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.
RESPONSORIO BREVE
V. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
V. Aclamadlo, los rectos de corazón.
R. Y gozad con el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas de
Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su sangre, reinan con el Señor
eternamente.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se alegran en el cielo los santos
que siguieron las huellas de Cristo; y, porque lo amaron hasta derramar su
sangre, reinan con el Señor eternamente.
PRECES
En esta hora en la que el Señor, cenando con sus discípulos,
presentó al Padre su propia vida que luego entregó en la cruz, aclamemos al Rey
de los mártires, diciendo:
Te glorificamos, Señor.
Te damos gracias, Señor, principio, ejemplo y rey de los mártires, porque nos
amaste hasta el extremo.
Te damos gracias, Señor, porque no cesas de llamar a los pecadores arrepentidos
y les das parte en los premios de tu reino.
Te damos gracias, Señor, porque hoy hemos ofrecido, como sacrificio para el
perdón de los pecados, la sangre de la alianza nueva y eterna.
Te damos gracias, Señor, porque con tu gracia nos has dado perseverar en la fe
durante el día que ahora termina.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Te damos gracias, Señor, porque has asociado a nuestros hermanos difuntos a tu
muerte.
Dirijamos ahora nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, que has querido que la sangre de los mártires sea
semilla de nuevos cristianos, haz que el campo de tu Iglesia, regado con la
sangre de san Carlos Lwanga y de sus compañeros mártires, produzca abundante
cosecha para tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 3 DE JUNIO 2024
*Lecturas de lunes 03 de junio
2024, de la IX Semana del Tiempo Ordinario ciclo B*
Primera Lectura
Comienzo de la segunda carta
del apóstol san Pedro (1,1-7):
Simón
Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro
Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como a
nosotros. Crezca vuestra gracia y paz por el conocimiento de Dios y de Jesús,
nuestro Señor. Su divino poder nos ha concedido todo lo que conduce a la vida y
a la piedad, dándonos a conocer al que nos ha llamado con su propia gloria y
potencia. Con eso nos ha dado los inapreciables y extraordinarios bienes prometidos,
con los cuales podéis escapar de la corrupción que reina en el mundo por la
ambición, y participar del mismo ser de Dios. En vista de eso, poned todo
empeño en añadir a vuestra fe la honradez, a la honradez el criterio, al
criterio el dominio propio, al dominio propio la constancia, a la constancia la
piedad, a la piedad el cariño fraterno, al cariño fraterno el amor.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 90
R/. Dios mío, confío en ti
Tú que
habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti.» R/.
«Se puso
junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación.» R/.
«Lo
defenderé, lo glorificaré,
lo saciaré de largos días
y le haré ver mi salvación.» R/.
*Lecturas de lunes 03 de junio
2024, de la IX Semana del Tiempo Ordinario ciclo B*
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Marcos (12,1-12)*
En
aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los
escribas y a los ancianos: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca,
cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se
marchó de viaje. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su
tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron
con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo insultaron y lo
descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos los apalearon o los
mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo envió el último, pensando que a
su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron: «Éste es el heredero.
Venga, lo matamos, y será nuestra la herencia.» Y, agarrándolo, lo mataron y lo
arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los
ladrones y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto: «La piedra
que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo
ha hecho, ha sido un milagro patente»?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos; pero
temieron a la gente, y, dejándolo allí, se marcharon.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
"La
piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor
quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"
*Tenemos que recordar que el Reino Jesús, está de
adentro hacia afuera, volteado, es decir, no de este mundo. Jesús vino que la
finalidad de mostrarnos una mejor manera de vivir. No todos recibimos tu
mensaje inmediatamente. A Jesús lo podemos ver, en los rechazados,
perseguidos, los abusados, en los que tienen menos valor en este mundo, recibir
el Reino de Jesús, es darle oportunidad al rechazado en nuestros corazones. En
nuestro corazón tenemos el control de aceptar o de rechazar, y recibir al
rechazado es romper con nuestra ceguera interior y abril nuestros ojos para ver
las “asombrosas” cosas que ha hecho Jesús en nuestra vida; para estar con
nosotros en nuestra frágil y débil, experiencia de vida*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.