Musica Para el Alma

martes, 17 de noviembre de 2015

Miércoles 18 nov. Salmo

SALMO RESPONSORIAL

Salmo responsorial Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4. 5-6 (R.: 2b)

R. El Señor revela a las naciones su justicia.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha
dado la victoria, su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su
misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al
Señor, tierra entera;gritad, vitoread, tocad: R.
tañed la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de
trompetas, aclamad al Rey y Señor. R.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

Miércoles 18 nov. Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 28, 11-16. 30-31

Al cabo de tres meses, zarpamos en un barco que había invernado en la isla de Malta. Era de Alejandría y llevaba por mascarón a Cástor y Pólux. Tocamos en Siracusa y nos detuvimos tres días;desde allí, costeando, arribamos a Regio. Al día siguiente, se levantó viento sur, y llegamos a Pozzuoli en dos días. Allí encontramos algunos hermanos que nos invitaron a pasar una semana con ellos. Después llegamos a Roma. Los hermanos de Roma, que tenían noticia de nuestras peripecias, salieron a recibirnos al Foro Apio y Tres Tabernas. Al verlos, Pablo dio gracias a Dios y se sintió animado. En Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con un soldado que lo vigilase. Vivió allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos

Palabra de DIOS

Miércoles 18 nov. Evangelio Mateo 14, 22-33

Lectura del santo evangelio según san Mateo 14, 22-33

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo en seguida: -«¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!» Pedro le contestó: -«Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.» Él le dijo: -«Ven.» Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús;pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: -«Señor, sálvame.» En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: -«¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: -«Realmente eres Hijo de Dios.»

Palabra del Señor

Lo que me dice el evangelio mateo 14,22-33

El evangelio de hoy Mateo 14, 22-33. «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.» Él le dijo:«Ven.» pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.» En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró » Cuantos momentos en mi vida tengo esos instantes de miedo y esa sensación de que me estoy hundiendo, que la angustia, la tristeza, la desesperación, son como aguas que me llegan al cuello, y sabiendo la grandeza del Señor y su poder, pienso el Señor ami no me escucha, asi que ya no le pediré mas, el sabe todo lo que necesito y no me ayuda, y me revelo contra el Señor. Quisiera otras cosas mejores para mi, porque estoy en la barca, que es su iglesia, pienso que, el Señor tiene que tener ciertos derechos y privilegios con migo: pero necesito experimentar, la fuerza del miedo en mi, para poder gritar y clamar, "Señor sálvame que me hundo" en mi problemas, en mi angustia, tristeza, temores, y miedo a que me pase algo, ami o a mi familia: Señor agarrame fuerte, con tu mano poderosa, que no dudu nunca de ti, de palabra, de tu amor y de tu misericordia, que están dentro de mi.

《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser,  SANTO 》

Martes 17 nov. Salmo R

Salmo Responsorial

3, 2-3. 4-5. 6-7

R. El Señor me sostiene.

Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mi;
cuántos dicen de mí:
«Ya no lo protege Dios.» R/

Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo. R/

Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor. R/

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo

Martes 17 nov. Primera lectura

Lectura del segundo libro de los Macabeos 6, 18-31

En aquellos días, a Eleazar, uno de los principales escribas, hombre de edad avanzada y semblante muy digno, le abrían la boca a la fuerza para que comiera carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida. Los que presidían aquel sacrificio ¡legal, viejos amigos de Eleazar, lo llevaron aparte y le propusieron que hiciera traer carne permitida, preparada por él mismo, y que la comiera, haciendo como que comía la carne del sacrificio ordenado por el rey, para que así se librara de la muerte y, dada su antigua amistad, lo tratasen con consideración. Pero él, adoptando una actitud cortés, digna de sus años, de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de su conducta intachable desde niño y, sobre todo, digna de la Ley santa dada por Dios, respondió todo seguido: -« ¡Enviadme al sepulcro! Que no es digno de mi edad ese engaño. Van a creer muchos jóvenes que Eleazar, a los noventa años, ha apostatado, y, si miento por un poco de vida que me queda, se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso seria manchar e infamar mi vejez. Y, aunque de momento me librase del castigo de los hombres, no escaparía de la mano del Omnipotente, ni vivo ni muerto. Si muero ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y legaré a los jóvenes un noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble por amor a nuestra santa y venerable Ley. » Dicho esto, se dirigió en seguida al suplicio. Los que lo llevaban, poco antes deferentes con él, se endurecieron, considerando insensatas las palabras que acababa de pronunciar. El, a punto de morir a fuerza de golpes, dijo entre suspiros: -«Bien sabe el Señor, que posee la santa sabiduría, que, pudiendo librarme de la muerte, aguanto en mi cuerpo los crueles dolores de la flagelación, y los sufro con gusto en mi alma por respeto a él. » Así terminó su vida, dejando, no sólo a los jóvenes, sino a toda la nación, un ejemplo memorable de heroísmo y de virtud.

Palabra de DIOS

Martes 17 nov. Evangelio Lucas 19, 1-10

Lectura del santo evangelio según san Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: -«Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.» Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: -«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.» Pero Zaqueo se puso en pie, y dijo al Señor: -«Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más.» Jesús le contestó: -«Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.»

Palabra del Señor

Martes 17 nov. Lo que me dice el Evangelio

El evangelio de hoy Lucas, 19, 1-10. «Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.» Él bajó y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador.»«el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.» Esta lectura tienen muchas y buenas enseñanzas para mi, una de ella es, reconocer que hay muchas cosas que no están bien en mi, y que necesito ir al encuentro del Señor, subirme a la higuera de la humildad, y el levantará sus ojos, lleno de amor y cargado de misericordia y me hablará, me dirá lo que anhelan escuchar mis oídos, ven baja que hoy quiero entrar en tu casa, en tu corazón, el Señor quiere sanarme y sanar mi corazón, para que yo pueda dar respuesta a está palabra. Ayudame a dar la mitad de mis bienes, y darme cuenta a todo el que le he robado y pagare 4 veces, lo que le he robado, Señor si tu medas la fuerza me quedo, en la ruina, en la pobreza, en la indigencia mas grande y mas profunda, con tal de tenerte siempre a ti en el centro de mi vida de mi alma. Ayudarme a dejar de cobrar impuestos a tanta gente buena, que me rodean con mi murmuración, mi juicio, mi suposición, ayuda mi pobre corazón, lastimado, por el odio, la ambición, la terquedad, y mi falta de sinceridad en todo y muy especialmente con tigo. Señor que yo pueda por tu misericordia recibirte con deseo, con alegría y amor.

《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser,  SANTO 》