Musica Para el Alma

jueves, 12 de octubre de 2017

ORACION ANTES DE IR A LA CAMA

VIERNES DE LA SEMANA XXVII
13 de octubre 


COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA 

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE
Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
Salmo 87 - ORACIÓN DE UN HOMBRE GRAVEMENTE ENFERMO
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oído a mi clamor.

Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,
soy como un inválido.

Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.

Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tu cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.

Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.

Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro?

Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:

me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
LECTURA BREVE   Jr 14, 9
Tú estás en medio de nosotros, Señor, tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro.
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE SIMEÓN       Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOS,
Señor, Dios todopoderoso: ya que con nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, lo imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
BENDICIÓN
V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.

ORACION ANTES DE IR A LA CAMA

VIERNES DE LA SEMANA XXVII
13 de octubre 


COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA 

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE
Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
Salmo 87 - ORACIÓN DE UN HOMBRE GRAVEMENTE ENFERMO
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oído a mi clamor.

Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,
soy como un inválido.

Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.

Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tu cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.

Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.

Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro?

Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:

me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
LECTURA BREVE   Jr 14, 9
Tú estás en medio de nosotros, Señor, tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro.
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE SIMEÓN       Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOS,
Señor, Dios todopoderoso: ya que con nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, lo imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
BENDICIÓN
V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.

ORACION PARA INICIAR LA NOCHE

VIERNES DE LA SEMANA XXVII
De la Feria. Salterio III

13 de octubre 


VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: YO HE SENTIDO, SEÑOR, TU VOZ AMANTE
Yo he sentido, Señor, tu voz amante,
en el misterio de las noches bellas,
y en el suave temblor de las estrellas
la armonía gocé de tu semblante.

No me llegó tu acento amenazante
entre el fragor de trueno y de centellas;
al ánima llamaron tus querellas
como el tenue vagido de un infante.

¿Por qué no obedecí cuando te oía?
¿Quién me hizo abandonar tu franca vía
y hundirme en las tinieblas del vacío?

Haz, mi dulce Señor, que en la serena
noche vuelva a escuchar tu cantilena;
¡ya no seré cobarde, Padre mío! Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Salmo 134 I - HIMNO A DIOS POR SUS MARAVILLAS
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.

Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.

Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.

Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.

Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus ministros.

Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.

Ant 2. Casa de Israel, bendice al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Salmo 134 II.
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.

Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,

tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.

Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.

Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Casa de Israel, bendice al Señor; tañed para su nombre, que es amable.

Ant 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
LECTURA BREVE   St 1, 2-4
Hermanos míos, si estáis sometidos a tentaciones diversas, consideradlo como una alegría, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia. Pero haced que la constancia dé un resultado perfecto, para que seáis perfectos e íntegros, sin defectos en nada.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.

V. Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.
PRECES
Invoquemos al Hijo de Dios, a quien el Padre entregó por nuestras faltas y lo resucitó para nuestra justificación, diciendo:

Señor, ten piedad.

Escucha, Señor, nuestras súplicas, perdona los pecados de los que se confiesen culpables
y en tu bondad otórganos el perdón y la paz.

Tú que, por medio del Apóstol nos has enseñado que donde se multiplicó el pecado sobreabundó mucho más la gracia,
perdona con largueza nuestros muchos pecados.

Hemos pecado mucho, Señor, pero confiamos en tu misericordia infinita;
vuélvete a nosotros para que podamos convertirnos a ti.

Salva a tu pueblo de sus pecados, Señor,
y sé benévolo con nosotros.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Tú que abriste las puertas del paraíso al buen ladrón,
ábrelas también para nuestros hermanos difuntos.

Reconociendo que nuestra fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios, digamos confiadamente:
Padre nuestro...

ORACION
Señor, Padre santo, que quisiste que tu Hijo fuese el precio de nuestro rescate, haz que vivamos de tal manera que, tomando parte en los padecimientos de Cristo, nos gocemos también en la revelación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

ORACION DE MEDIA TARDE

VIERNES DE LA SEMANA XXVII
De la Feria. Salmodia Complementaria.

13 de octubre
HORA NONA

INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: FUNDAMENTO DE TODO LO QUE EXISTE
Fundamento de todo lo que existe,
de tu pueblo elegido eterna roca,
de los tiempos Señor, que prometiste
dar tu vigor al que con fe te invoca.

Mira al hombre que es fiel y no te olvida,
tu Espíritu, tu paz háganlo fuerte
para amarte y servirte en esta vida
y gozarte después de santa muerte.

Jesús, Hijo del Padre, ven aprisa
en este atardecer que se avecina,
serena claridad y dulce brisa
será tu amor que todo lo domina. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.

Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Ant 2. El Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.

Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.

Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!

La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.

Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.

Ant 3. Dichoso el que teme al Señor.

Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO

¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!

Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como una vid fecunda,
en medio de tu casa;

tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa:
ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dichoso el que teme al Señor.

LECTURA BREVE   Ef 2, 8-9
Estáis salvados por la gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir.

V. Conozca la tierra, Señor, tus caminos.
R. Todos los pueblos tu salvación.


ORACIÓN

OREMOS,
Señor Jesucristo, tú que, crucificado a la hora de nona, diste al ladrón arrepentido el reino eterno; míranos a nosotros, que como él confesamos nuestras culpas, y concédenos poder entrar, también como él, después de la muerte, en tu paraíso. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

LUCAS 11, 15-26 LO QUE ME DICE EL EVANGELIO

Lo que me dice: El Santo Evangelio:
.
Viernes, 13 de octubre de 2017 (Lucas 11, 15-26).  (Si yo echo los demonios con el dedo de Dios) *Esta palabra me concede una fuerza y me confirma la fortaleza de a quien quiero  servir y des detrás de quien van mis apetencias Espiritual. Es confortable saber que un solo dedo de mi Señor, tiene mayor poder que todas las tinieblas de las fuerzas oscuras del príncipe de las tinieblas el llamado diablo y Satanás. El Señor me pide que haga mío un viejo refrán que dice: Que al que buen albor se arrima, buena sobra le da. Con sus palabras me está mostrando que si hay en mí un hombre fuerte que esta sujetando mi alma, llenándola de tristeza, angustia y miedo que no tema; porque vendrá otro mucho más fuerte que él,  y viene vestido y ceñido de majestad, con la fuerza de un búfalo, y con el poder de cambiar mi tristeza en danza, con el poder de cambiar mi luto en alegría y con el poder de cambiar mi miedo en seguridad*.    


*El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO*

EVANGELIO

Viernes, 13 de octubre de 2017

Evangelio

.

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,15-26):

En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud dijeron:«Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.»
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo.
Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama. Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto, buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a la casa de donde salí." Al volver, se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio.»

Palabra del Señor

SALMO

Viernes, 13 de octubre de 2017

Salmo

.
Sal 9,2-3.6.16.8-9

R/.
 El Señor juzgará el orbe con justicia

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamando todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo. R/.

Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío
y borraste para siempre su apellido.
Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó prendido en la red que escondieron. R/.

Dios está sentado por siempre en el trono
que ha colocado para juzgar.
Él juzgará el orbe con justicia
y regirá las naciones con rectitud. R/.


Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

PRIMERA LECTURA

Viernes, 13 de octubre de 2017

Primera lectura

.

Lectura de la profecía de Joel (1,13-15;2,1-2):

Vestíos de luto y haced duelo, sacerdotes; llorad, ministros del altar; venid a dormir en esteras, ministros de Dios, porque faltan en el templo del Señor ofrenda y libación. Proclamad el ayuno, congregad la asamblea, reunid a los ancianos, a todos los habitantes de la tierra, en el templo del Señor, nuestro Dios, y clamad al Señor. ¡Ay de este día! Que está cerca el día del Señor, vendrá como azote del Dios de las montañas. Tocad la trompeta en Sión, gritad en mi monte santo, tiemblen los habitantes del país, que viene, ya está cerca, el día del Señor. Día de oscuridad y tinieblas, día de nube y nubarrón; como negrura extendida sobre los montes, una horda numerosa y espesa; como ella no la hubo jamás, después de ella no se repetirá, por muchas generaciones.

Palabra de Dios

LECTURAS LARGAS

PRIMERA LECTURA
Del segundo libro de los Reyes 21, 1-18. 23--22, 1
REINADOS DE MANASÉS Y AMÓN. COMIENZO DEL REINADO DE JOSÍAS
Cuando Manasés subió al trono tenía doce años, y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años. Su madre se llamaba Jefzibá. Hizo lo que el Señor reprueba, imitando las costumbres abominables de las naciones que el Señor había expulsado ante los israelitas. Reconstruyó las ermitas de los altozanos derruidas por su padre Ezequías, levantó altares a Baal y erigió una estela, igual que hizo Ajaz de Israel; adoró y dio culto a todo el ejército del cielo; puso altares en el templo del Señor, del que había dicho el Señor: «Pondré mi nombre en Jerusalén»; edificó altares a todo el ejército del cielo en los dos atrios del templo; quemó a su hijo; practicó la adivinación y la magia; instituyó nigromantes y adivinos. Hacía continuamente lo que el Señor reprueba, irritándolo.

La imagen de Astarté que había fabricado, la colocó en el templo del que el Señor había dicho a David y a su hijo Salomón: «En este templo y en Jerusalén, a la que elegí entre todas las tribus de Israel, pondré mi nombre para siempre; ya no dejaré que Israel ande errante, lejos de la tierra que di a sus padres, a condición de que pongan por obra cuanto les mandé, siguiendo la ley que les promulgó mi siervo Moisés.» Pero ellos no hicieron caso. Y Manasés los extravió, para que se portasen peor que las naciones a las que el Señor había exterminado ante los israelitas. El Señor dijo entonces por sus siervos los profetas:

«Puesto que Manasés de Judá ha hecho esas cosas abominables, se ha portado peor que los amorreos que le precedieron y ha hecho pecar a Judá con sus ídolos, así dice el Señor, Dios de Israel: "Yo voy a traer sobre Jerusalén y Judá tal catástrofe, que al que lo oiga, le retumbarán los oídos. Extenderé sobre Jerusalén el cordel como hice en Samaria, el mismo nivel con que medí a la dinastía de Ajab, y fregaré a Jerusalén como a un plato, que se friega por delante y por detrás. Desecharé al resto de mi heredad, lo entregaré en poder de sus enemigos, será presa y botín de sus enemigos, porque han hecho lo que yo repruebo, me han irritado desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta hoy."»

Además, Manasés derramó ríos de sangre inocente, de forma que inundó Jerusalén de punta a punta, aparte del pecado que hizo cometer a Judá haciendo lo que el Señor reprueba. Para más datos sobre Manasés y los crímenes que cometió, véanse los Anales del reino de Judá. Manasés murió, y lo enterraron en el jardín de su palacio, el jardín de Uzá.

Su hijo Amón le sucedió en el trono. Sus cortesanos conspiraron contra él y lo asesinaron en el palacio; pero la población mató a los conspiradores, y nombraron rey sucesor a Josías, hijo de Amón. Para más datos sobre Amón y sus empresas, véanse los Anales del reino de Judá. Lo enterraron en su sepultura del jardín de Uzá.

Su hijo Josías le sucedió en el trono. Cuando Josías subió al trono tenía dieciocho años, y reinó treinta y un años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yedidá, hija de Adaya, natural de Boscat.
RESPONSORIO    2Cro 33, 9. 11. 10
R. Manasés extravió a la población de Jerusalén para que se portase mal. * Entonces, el Señor hizo venir contra ellos a los generales del rey de Asiria.
V. El Señor dirigió su palabra a Manasés y a su pueblo, pero no le hicieron caso.
R. Entonces, el Señor hizo venir contra ellos a los generales del rey de Asiria.
SEGUNDA LECTURA
Del primer Conmonitorio de san Vicente de Lerins, presbítero
(Cap. 23: PL 50, 667-668)
EL PROGRESO DEL DOGMA CRISTIANO
¿Es posible que se dé en la Iglesia un progreso en los conocimientos religiosos? Ciertamente que es posible y la realidad es que este progreso se da.

En efecto, ¿quién envidiaría tanto a los hombres y sería tan enemigo de Dios como para impedir este progreso? Pero este progreso sólo puede darse con la condición de que se trate de un auténtico progreso en el conocimiento de la fe, no de un cambio en la misma fe. Lo propio del progreso es que la misma cosa que progresa crezca y aumente, mientras lo característico del cambio es que la cosa que se muda se convierta en algo totalmente distinto. Es conveniente, por tanto, que, a través de todos los tiempos y de todas las edades, crezca y progrese la inteligencia, la ciencia y la sabiduría de cada una de las personas y del conjunto de los hombres, tanto por parte de la Iglesia entera, como por parte de cada uno de sus miembros.

Pero este crecimiento debe seguir su propia naturaleza, es decir, debe estar de acuerdo con las líneas del dogma y debe seguir el dinamismo de una única e idéntica doctrina. Que el conocimiento religioso imite, pues, el modo como crecen los cuerpos, los cuales, si bien con el correr de los años se van desarrollando, conservan, no obstante, su propia naturaleza. Gran diferencia hay entre la flor de la infancia y la madurez de la ancianidad, pero, no obstante, los que van llegando ahora a la ancianidad son, en realidad, los mismos que hace un tiempo eran adolescentes. La estatura y las costumbres del hombre pueden cambiar, pero su naturaleza continúa idéntica y su persona es la misma.

Los miembros de un recién nacido son pequeños, los de un joven están ya desarrollados; pero, con todo, el uno y el otro tienen el mismo número de miembros. Los niños tienen los mismos miembros que los adultos y, si algún miembro del cuerpo no es visible hasta la pubertad, este miembro, sin embargo, existe ya como en embrión en la niñez, de tal forma que nada llega a ser realidad en el anciano que no se contenga como en germen en el niño.

No hay, pues, duda alguna: la regla legítima de todo progreso y la norma recta de todo crecimiento consiste en que, con el correr de los años, vayan manifestándose en los adultos las diversas perfecciones de cada uno de aquellos miembros que la sabiduría del Creador había ya preformado en el cuerpo del recién nacido.

Porque si aconteciera que un ser humano tomara apariencias distintas a las de su propia especie, sea porque adquiriera mayor número de miembros, sea porque perdiera alguno de ellos, tendríamos que decir que todo el cuerpo perece o bien que se convierte en un monstruo o, por lo menos, que ha sido gravemente deformado. Es también esto mismo lo que acontece con los dogmas cristianos: las leyes de su progreso exigen que éstos se consoliden a través de las edades, se desarrollen con el correr de los años y crezcan con el paso del tiempo.

Nuestros mayores sembraron antiguamente en el campo de la Iglesia semillas de una fe de trigo; sería ahora grandemente injusto e incongruente que nosotros, sus descendientes, en lugar de la verdad del trigo legáramos a nuestra posteridad el error de la cizaña.

Al contrario, lo recto y consecuente, para que no discrepen entre sí la raíz y sus frutos, es que de las semillas de una doctrina de trigo recojamos el fruto de un dogma de trigo; así, al contemplar cómo a través de los siglos aquellas primeras semillas han crecido y se han desarrollado, podremos alegrarnos de cosechar el fruto de los primeros trabajos.
RESPONSORIO    Dt 4, 1. 2; Jn 6, 64
R. Escucha, Israel, los mandatos y decretos que yo te enseño: * No añadáis nada a lo que os mando, ni suprimáis nada.
V. Las palabras que yo os he dicho son espíritu y vida.
R. No añadáis nada a lo que os mando, ni suprimáis nada.

ORACIÓN.
OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, que con la magnificencia de tu amor sobrepasas los méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia, para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

VIERNES 13 ORACION PARA INICIAR EL DIA

VIERNES DE LA SEMANA XXVII
De la Feria. Salterio III

13 de octubre 


LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia. 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Himno: CREADOR SEMPITERNO DE LAS COSAS.
Creador sempiterno de las cosas,
que gobiernas las noches y los días,
y, alternando la luz y las tinieblas,
alivias el cansancio de la vida.

Pon tus ojos, Señor, en quien vacila,
que a todos corrija tu mirada:
con ella sostendrás a quien tropieza
y harás que pague su delito en lágrimas.

Alumbra con tu luz nuestros sentidos,
desvanece el sopor de nuestras mentes,
y sé el primero a quien, agradecidas,
se eleven nuestras voces cuando suenen.

Glorificado sea el Padre eterno,
así como su Hijo Jesucristo,
y así como el Espíritu Paráclito,
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.

En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.

Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.

¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.

Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.

Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.

Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.

Ant 2. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico: LAMENTACIÓN DEL PUEBLO EN TIEMPO DE HAMBRE Y DE GUERRA - Jr 14,17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.

Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.

¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por que nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.

Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.

No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.

Ant 3. El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
LECTURA BREVE   2Co 12, 9b-10
Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
RESPONSORIO BREVE
V. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.

V. Indícame el camino que he de seguir.
R. Hazme escuchar tu gracia.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES
Invoquemos a Cristo, que nació, murió y resucitó por su pueblo, diciendo:

Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.

Te bendecimos, Señor, a ti que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz:
mira con bondad a tu familia santa, redimida con tu sangre.

Tú que prometiste a los que en ti creyeran que manarían de su interior torrentes de agua viva,
derrama tu Espíritu sobre todos los hombres.

Tú que enviaste a los discípulos a predicar el Evangelio,
haz que los cristianos anuncien tu palabra con fidelidad.

A los enfermos y a todos los que has asociado a los sufrimientos de tu pasión,
concédeles fortaleza y paciencia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Llenos del Espíritu de Jesucristo, acudamos a nuestro Padre común, diciendo:
Padre nuestro...

ORACION
Ilumina, Señor, nuestros corazones y fortalece nuestras voluntades, para que sigamos siempre el camino de tus mandatos, reconociéndote como nuestro guía y maestro. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.