Musica Para el Alma
domingo, 1 de octubre de 2023
LUCAS 9,46-50 CICLO A
*Lecturas del Lunes de la
26ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 2
de octubre de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(9,46-50)*
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más
importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su
lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que
me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más
importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en
tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a
favor vuestro.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(El
que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí,
recibe a Aquel que me ha enviado)
*Los discípulos en medio de su discusión tenía en su
mente en ese momento que lo más importante era decidir quién era el primero.
Ellos tenían muy claro que lo más importante era ser el primero. Y el Señor que
estaba muy pendiente de la discusión, interviene como un gran maestro y les
demuestra que lo más importante no es “ser” sino “Recibir”. En pocas palabras les
dice que lo más importante para el Señor, es que el ser humano se sienta
recibido. El Señor tienes los brazos abiertos para recibir a todos sus hijos.
La buena noticia para mi es que el Señor, me invita a no perder el tiempo en
querer ser, que lo más importante es que haga todo lo posible de hacerme
pequeño. El Señor, me llama a sentirme recibido porque él, no me rechaza,
porque soy importante para él*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 2
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*LUNES SEMANA
II*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo
con cantos.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo
con cantos.
Himno: ALFARERO DEL HOMBRE, MANO TRABAJADORA
Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto los primeros animales.
De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, vigor, origen, meta
de los profundos ríos de la vida.
El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.
No hay brisa si no alientas, monte si no estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia; vivir es este encuentro:
tú, por la luz; el hombre, por la muerte.
¡Que se acabe el pecado! ¡Mira que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra. Amén.
SALMODIA
Ant 1. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Salmo 41 - DESEO DEL SEÑOR Y ANSIAS DE CONTEMPLAR EL TEMPLO
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
Las lágrimas son mi pan
noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?»
Recuerdo otros tiempos,
y mi alma desfallece de tristeza:
cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Cuando mi alma se acongoja,
te recuerdo,
desde el Jordán y el Hermón
y el Monte Menor.
Una sima grita a otra sima
con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas
me han arrollado.
De día el Señor
me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza
del Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
Se me rompen los huesos
por las burlas del adversario;
todo el día me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de
Dios?
Ant 2. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu
compasión.
Cántico: SÚPLICA EN FAVOR DE LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN Sir. 36,
1-7. 13-16
Sálvanos, Dios del universo,
infunde tu terror a todas las naciones;
amenaza con tu mano al pueblo extranjero,
para que sienta tu poder.
Como les mostraste tu santidad al castigarnos,
muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:
para que sepan, como nosotros lo sabemos,
que no hay Dios fuera de ti.
Renueva los prodigios, repite los portentos,
exalta tu mano, robustece tu brazo.
Reúne a todas las tribus de Jacob
y dales su heredad como antiguamente.
Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre,
de Israel, a quien nombraste tu primogénito.
Ten compasión de tu ciudad santa,
de Jerusalén, lugar de tu reposo.
Llena a Sión de tu majestad
y al templo de tu gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu
compasión.
Ant 3. Bendito eres, Señor, en la bóveda
del cielo.
SALMO 18 A - ALABANZA AL DIOS CREADOR DEL UNIVERSO.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo murmura.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
contento como un héroe, a recorrer su camino.
Asoma por un extremo del cielo,
y su órbita llega al otro extremo:
nada se libra de su calor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito eres, Señor, en la bóveda
del cielo.
LECTURA BREVE Jr 15, 16
Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la
alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, ¡Señor, Dios
de los ejércitos!
RESPONSORIO BREVE
V. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la
alabanza de los buenos.
V. Cantadle un cántico nuevo.
R. Que merece la alabanza de los buenos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la
alabanza de los buenos.
V. Enséñame, Señor, a
caminar con lealtad.
R. Porque tú eres mi Dios y Salvador.
PRIMERA
LECTURA
Del libro del
profeta Miqueas 6, 1-15
EL SEÑOR
JUZGA A SU PUEBLO
Escuchad lo que dice el Señor:
«Levántate y llama a juicio a los montes, que escuchen tu voz las
colinas.»
Escuchad, montes, el juicio del Señor; atended, cimientos de la
tierra: El Señor entabla juicio con su pueblo y pleitea con Israel:
«Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he contristado?
Respóndeme. Te saqué de Egipto, te redimí de la esclavitud y puse al frente de
ti a Moisés, Aarón y a María. Pueblo mío, recuerda lo que maquinaba Balak, rey
de Moab, y lo que le respondió Balaam, hijo de Beor. Acuérdate desde Sitim
hasta Guilgal, recuerda y entenderás las victorias del Señor.»
¿Con que me acercaré al Señor, me inclinaré ante el Dios de las
alturas?. ¿Me acercaré con holocaustos, con novillos de un año? ¿Se complacerá
el Señor en un millar de carneros o en diez mil arroyos de grasa? ¿Le daré mi
primogénito para expiar mi culpa, el fruto de mis entrañas para expiar mi
pecado? Se te ha dado a conocer, oh hombre, lo que es bueno, lo que Dios desea
de ti: simplemente que practiques la justicia, que ames la misericordia, y que camines
humildemente con tu Dios.
La voz del Señor grita a la ciudad:
«Escuchad, tribu y consejo de la ciudad, cuyos ricos abundan en
violencia y cuyos habitantes mienten y tienen en la boca una lengua embustera.
Todavía hay en la casa del malvado tesoros injustos, medidas engañosas y
menguadas. ¿Podré perdonar las balanzas con trampa, las pesas falsas en la
bolsa? Pues yo comenzaré a golpearte, a devastarte por tus pecados. Comerás sin
saciarte: el hambre te devorará por dentro. Pondrás a buen recaudo, mas no
salvarás nada, y lo que hayas salvado lo entregaré yo a la espada. Sembrarás y
no cosecharás, pisarás la aceituna y no te ungirás con aceite, pisarás la uva y
no beberás vino.»
RESPONSORIO
Mi 6, 8; Sal 36, 3
R. Sé te ha dado a conocer, oh hombre, lo que es bueno, lo que
Dios desea de ti: * simplemente que practiques la justicia, que ames la
misericordia, y que camines humildemente con tu Dios.
V. Confía en el Señor y haz el bien, y habitarás tu tierra si eres
fiel a lo que él desea de ti.
R. Simplemente que practiques la justicia, que ames la
misericordia, y que camines humildemente con tu Dios.
SEGUNDA LECTURA
De la carta
de san Policarpo, obispo y mártir, a los Filipenses
(Cap. 3,
1--5, 2: Funk 1, 269-273)
ARMÉMONOS CON
LAS ARMAS DE LA JUSTICIA
No es por propia iniciativa mía, hermanos, que os escribo estas
cosas referentes a la justicia, sino que lo hago porque vosotros mismos me
habéis incitado a ello.
Porque ni yo ni persona alguna semejante a mí puede competir con
la sabiduría del bienaventurado y glorioso apóstol Pablo, el cual, viviendo
entre vosotros y hablando cara a cara con los hombres que vivían en aquel
entonces en vuestra Iglesia, enseñó con exactitud y con fuerza la palabra de
verdad, y después de su partida os escribió una carta, que si estudiáis con
atención os edificará en aquella fe, madre de todos nosotros, que va seguida de
la esperanza y precedida del amor a Dios, a Cristo y al prójimo. El que
permanece en estas virtudes cumple los mandamientos de la justicia, porque
quien posee la caridad está muy lejos de todo pecado.
La raíz de todos los males es el afán del dinero. Sabiendo, pues,
que nada trajimos al mundo, de modo que nada podemos llevarnos de él, armémonos
con las armas de la justicia e instruyámonos primero a nosotros mismos a
caminar según los mandamientos del Señor. Enseñad también a vuestras esposas a
caminar en la fe que les fue dada, en la caridad y en la castidad; que aprendan
a ser fieles y cariñosas con sus maridos, a amar castamente a todos y a educar
a sus hijos en el temor de Dios. Que las viudas sean prudentes en la fe del
Señor y que oren sin cesar por todos, apartándose de toda calumnia,
maledicencia, falso testimonio, amor al dinero, y alejándose de todo mal. Que
piensen que ellas son como el altar de Dios y que el Señor lo escudriña todo,
pues nada se le oculta de nuestros pensamientos ni de nuestros sentimientos ni
de los secretos más íntimos de nuestro corazón.
Y ya que sabemos que de Dios no se ríe nadie, nuestro deber es
caminar de una manera digna de sus mandamientos y de su voluntad. De una manera
semejante, que los diáconos sean irreprochables ante la santidad de Dios, como
ministros que son del Señor y de Cristo, no de los hombres: que no sean
calumniadores ni dobles en sus palabras ni amantes del dinero, sino castos en
todo, compasivos, caminando conforme a la verdad del Señor, que quiso ser el
servidor de todos. Si le somos agradables en esta vida, recibiremos, como
premio, la vida futura, tal como nos lo ha prometido el Señor al decirnos que
nos resucitará de entre los muertos y que, si nuestra conducta es digna de él y
conservamos la fe, reinaremos también con él.
RESPONSORIO Flp 4, 8. 9
R. Tomad en consideración todo lo que es verdadero, noble, justo y
amable, * tened en cuenta todo lo que es virtud y mérito.
V. Seguid practicando lo que habéis recibido y aprendido y el Dios
de la paz estará con vosotros.
R. Tened en cuenta todo lo que es virtud y mérito.
*Lecturas del Lunes de la
26ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 2
de octubre de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(9,46-50)*
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más
importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su
lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que
me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más
importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en
tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a
favor vuestro.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y
redimido a su pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de
Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES
Demos gracias a nuestro salvador que ha hecho de nosotros un
pueblo de reyes y sacerdotes, y digámosle:
Consérvanos, Señor, en tu servicio.
Señor Jesús, sacerdote eterno, que has querido que tu pueblo participara de tu sacerdocio:
haz que ofrezcamos siempre sacrificios espirituales, agradables al Padre.
Danos, Señor, la abundancia de los frutos del Espíritu Santo:
comprensión, bondad, amabilidad.
Que la luz de la fe ilumine este nuevo día
y que durante el mismo caminemos por las sendas del amor.
Haz que busquemos siempre el bien de nuestros hermanos
y les ayudemos a progresar en su salvación.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Con el gozo que nos da el sabernos hijos de Dios, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios todopoderoso, que nos has hecho llegar al comienzo de
este día: danos tu ayuda para que no caigamos hoy en pecado, sino que nuestras
palabras, pensamientos y acciones sigan el camino de tus mandatos. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LUNES SEMANA
II
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: PRESENTEMOS A DIOS NUESTRAS TAREAS.
Presentemos a Dios nuestras tareas,
levantemos orantes nuestras manos,
porque hemos realizado nuestras vidas
por el trabajo.
Cuando la tarde pide ya descanso
y Dios está más cerca de nosotros,
es hora de encontrarnos en sus manos,
llenos de gozo.
En vano trabajamos la jornada,
hemos corrido en vano hora tras hora,
si la esperanza no enciende sus rayos
en nuestra sombra.
Hemos topado a Dios en el bullicio,
Dios se cansó conmigo en el trabajo;
es hora de buscar a Dios adentro,
enamorado.
La tarde es un trisagio de alabanza,
la tarde tiene fuego del Espíritu:
adoremos al Padre en nuestras obras,
adoremos al Hijo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la
gracia.
Salmo 44 I - LAS NUPCIAS DEL REY.
Me brota del corazón un poema bello,
recito mis versos a un rey;
mi lengua es ágil pluma de escribano.
Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia,
el Señor te bendice eternamente.
Cíñete al flanco la espada, valiente:
es tu gala y tu orgullo;
cabalga victorioso por la verdad y la justicia,
tu diestra te enseñe a realizar proezas.
Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden,
se acobardan los enemigos del rey.
Tu trono, ¡oh Dios!, permanece para siempre;
cetro de rectitud es tu cetro real;
has amado la justicia y odiado la impiedad:
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido
con aceite de júbilo entre todos tus compañeros.
A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina
enjoyada con oro de Ofir.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia.
Ant 2. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Salmo 44 II
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna:
prendado está el rey de tu belleza,
póstrate ante él, que él es tu señor.
La ciudad de Tiro viene con regalos,
los pueblos más ricos buscan tu favor.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras:
las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra.»
Quiero hacer memorable tu nombre
por generaciones y generaciones,
y los pueblos te alabarán
por los siglos de los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Ant 3. Dios proyectó hacer que todas las
cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios proyectó hacer que todas las
cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
LECTURA BREVE 1Ts 2, 13
Nosotros continuamente damos gracias a Dios; porque habiendo recibido la
palabra de Dios predicada por nosotros, la acogisteis, no como palabra humana,
sino - como es en realidad- como palabra de Dios, que ejerce su acción en
vosotros, los creyentes.
RESPONSORIO BREVE
V. Suba, Señor, a ti mi oración.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
V. Como incienso en tu presencia.
R. A ti mi oración.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios
mío.
PRECES
Alabemos a Cristo, que ama a la Iglesia y le da alimento y calor,
y roguémosle confiados diciendo:
Atiende, Señor, los deseos de tu pueblo.
Haz, Señor, que todos los hombres se salven
y lleguen al conocimiento de la verdad.
Guarda con tu protección al papa Francisco y a nuestro obispo N.,
ayúdalos con el poder de tu brazo.
Ten compasión de los que no encuentran trabajo
y haz que consigan un empleo digno y estable.
Señor, sé refugio de los oprimidos
y protégelos en todas sus necesidades.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Te pedimos por el eterno descanso de los que durante su vida ejercieron el
ministerio para el bien de tu iglesia:
que también te celebren eternamente en tu reino.
Fieles a la recomendación del Salvador nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que has querido asistirnos en el
trabajo que nosotros, tus siervos inútiles, hemos realizado hoy, te pedimos
que, al llegar al término de este día, acojas benignamente nuestro sacrificio
vespertino de acción de gracias y recibas con bondad la alabanza que te
dirigimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en
la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 2 DE OCTUBRE 2023
*Lecturas del Lunes de la
26ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 2 de octubre de 2023
Primera lectura
Lectura de la profecía de Zacarías (8,1-8):
En aquellos días, vino la palabra del Señor de los ejércitos: «Así dice el
Señor de los ejércitos: Siento gran celo por Sión, gran cólera en favor de
ella. Así dice el Señor: Volveré a Sión y habitaré en medio de Jerusalén.
Jerusalén se llamará Ciudad Fiel, y el monte del Señor de los ejércitos, Monte
Santo. Así dice el Señor de los ejércitos: De nuevo se sentarán en las calles
de Jerusalén ancianos y ancianas, hombres que, de viejos, se apoyan en
bastones.
Las calles de Jerusalén se llenarán de muchachos y muchachas que jugarán en la
calle. Así dice el Señor de los ejércitos: Si el resto del pueblo lo encuentra
imposible aquel día, ¿será también imposible a mis ojos? –oráculo del Señor de
los ejércitos–. Así dice el Señor de los ejércitos: Yo libertaré a mi pueblo
del país de oriente y del país de occidente, y los traeré para que habiten en
medio de Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios con verdad y con
justicia.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 101,16-18.19-21.29.22-23
R/. El Señor reconstruyó Sión, y apareció en su gloria
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R/.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R/.
Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia,
para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R/.
*Lecturas del Lunes de la
26ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 2
de octubre de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(9,46-50)*
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más
importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su
lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que
me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más
importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en
tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a
favor vuestro.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(El
que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí,
recibe a Aquel que me ha enviado)
*Los discípulos en medio de su discusión tenía en su
mente en ese momento que lo más importante era decidir quién era el primero.
Ellos tenían muy claro que lo más importante era ser el primero. Y el Señor que
estaba muy pendiente de la discusión, interviene como un gran maestro y les
demuestra que lo más importante no es “ser” sino “Recibir”. En pocas palabras les
dice que lo más importante para el Señor, es que el ser humano se sienta
recibido. El Señor tienes los brazos abiertos para recibir a todos sus hijos.
La buena noticia para mi es que el Señor, me invita a no perder el tiempo en
querer ser, que lo más importante es que haga todo lo posible de hacerme
pequeño. El Señor, me llama a sentirme recibido porque él, no me rechaza,
porque soy importante para él*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.