Musica Para el Alma
viernes, 29 de noviembre de 2024
MATEO 4,18-22 CICLO B
Lecturas del San Andrés, apóstol
30 Nov 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (4,18-22)*
En aquel
tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al
que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el
lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores
de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a
otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la
barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron).
*Puedo ver que el Señor, hace dos llamado en
forma distinta, a unos comenzando a iniciar sus trabajos y a los otros al final, terminando
su trabajo. Esto me invita a mí a reconocer que al comenzar el día, mi
corazón lo primero que tiene que hacer es desear que el Señor, me llame, me
hable, y que mis oídos estén limpio para escucharle y poder seguir su voz, una
voz tan dulce, que tiene el poder de seducirme al punto de ser capaz de dejarlo
todo por él. Y el segundo llamado para mí, es que esté pendiente porque el
Señor, al final del día también me llama a escuchar su voz, para estar con él. Me
gusto la forma de Zebedeo, no se opone en los planes que tiene Dios con sus
hijos, cuando fueron llamado*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL SABADO 30
*Laudes – SABADO DE LA XXXIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2024*
Sábado, 30 de noviembre de 2024.
*SAN ANDRÉS APÓSTOL. (FIESTA)*
Andrés, natural de Betsaida, primero fue discípulo de Juan Bautista, más tarde
siguió a Cristo y le presentó también a su hermano Pedro. Junto con Felipe,
introdujo en presencia de Cristo a unos gentiles, y también fue él quién hizo
saber a Jesús, cuando la multiplicación de los panes, que había un muchacho que
tenía unos panes y unos peces. Según la tradición, después de Pentecostés
predicó el Evangelio en muchas regiones y fue crucificado en Acaya.
Invitatorio
Notas
- Si el Oficio ha
de ser rezado a solas, puede decirse la siguiente oración:
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los apóstoles.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, rey de
los apóstoles.
Himno: VOSOTROS QUE ESCUCHASTEIS LA LLAMADA.
Vosotros, que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.
Vosotros, que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.
Vosotros, que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.
Vosotros, que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Uno de los dos que había ido en seguimiento de Jesús era Andrés,
el hermano de Simón Pedro.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Uno de los dos que había ido en
seguimiento de Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro.
Ant 2. El Señor amó a Andrés con
singular predilección.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. El Señor amó a Andrés con
singular predilección.
Ant 3. Dijo Andrés a su hermano Simón:
«Hemos encontrado al Mesías»; y lo presentó a Jesús.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dijo Andrés a su hermano Simón:
«Hemos encontrado al Mesías»; y lo presentó a Jesús.
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos del pueblo de
Dios y miembros de la familia de Dios. Estáis edificados sobre el cimiento de
los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él
todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo
consagrado al Señor. Por él también vosotros os vais integrando en la
construcción, para ser morada de Dios por el Espíritu.
RESPONSORIO BREVE
V. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
V. Harán memorable tu nombre, Señor.
R. Sobre toda la tierra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Los nombrarás príncipes sobre toda la tierra.
V. Contaron
las alabanzas del Señor y su poder.
R. Y las maravillas que realizó.
PRIMERA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pablo a los
Corintios 1, 18—2, 5
LOS APÓSTOLES PREDICAN LA CRUZ
Hermanos: El mensaje de la cruz es necedad para
los que están en vías de perdición; pero para los que están en vías de
salvación —para nosotros— es fuerza de Dios. Dice la escritura: «Destruiré la
sabiduría de los sabios, frustraré la sagacidad de los sagaces.» ¿Dónde está el
sabio? ¿Dónde está el letrado? ¿Dónde esta el sofista de nuestros tiempos? ¿No
ha convertido Dios en necedad la sabiduría del mundo?
Y, como en la sabiduría de Dios el mundo no lo conoció por el camino de la
sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a
los creyentes. Porque los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría.
Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos,
necedad para los gentiles; pero para los llamados a Cristo —judíos o griegos—:
fuerza de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los
hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Fijaos en vuestra asamblea: no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni
muchos poderosos, ni muchos nobles; todo lo contrario: lo necio del mundo lo ha
escogido Dios para confundir a los sabios. Y lo débil del mundo lo ha escogido
Dios para humillar el poder. Aún más: ha escogido la gente baja del mundo, lo
despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta; de modo que nadie
pueda gloriarse en presencia del Señor. Por él vosotros sois en Cristo Jesús,
en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia,
santificación y redención. Y así —como dice la Escritura— «el que se gloría,
que se gloríe en el Señor».
Cuando vine a vosotros, hermanos, a anunciaros el testimonio de Dios, no lo
hice con sublime elocuencia ni sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié
de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado. Me presenté a
vosotros débil y temeroso; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva
sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que
vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de
Dios.
RESPONSORIO Cf. Mt 4, 18. 19
R. Caminando
por la ribera del mar de Galilea, vio el Señor a Pedro y a Andrés, que estaban
echando la red en el mar, y los llamó: * «Venid
en pos de mí, y yo os haré pescadores de hombres.»
V. Pues eran pescadores, y les dijo:
R. «Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores
de hombres.»
SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Juan Crisóstomo, obispo,
sobre el evangelio de san Juan
(Homilía 19, 1: PG 59, 120-121)
HEMOS ENCONTRADO AL MESÍAS
Andrés, después de haber estado con Jesús y haber
aprendido de él muchas cosas, no guardó para sí este tesoro, sino que se
apresuró a acudir a su hermano, para hacerle participe de su dicha. Fijémonos
en lo que dice a su hermano: «Hemos encontrado al Mesías» (traducido, quiere
decir «Cristo»). ¿Te das cuenta cómo empieza, ya desde este momento, a enseñar
lo que en breve tiempo había aprendido? Con ello demuestra la eficacia del
Maestro, que tan convencidos los había dejado, y su propio interés y
diligencia, manifestada ya desde el primer momento. Este mensaje, en efecto, es
propio del alma que anhela ardientemente la llegada del Señor, que espera su
venida del cielo, que se llena de gozo con su aparición y que se apresura a
anunciar a los demás algo tan grande. Ésta es la prueba del verdadero y sincero
amor fraternal, el mutuo intercambio de bienes espirituales.
También es digna de notar la docilidad y prontitud de ánimo de Pedro. Al
momento, sin dilación, acude a Jesús. Y lo presentó —dice— a Jesús. Pero no
debemos extrañarnos de esta facilidad de Pedro, que acude sin previo examen. Lo
más verosímil es que su hermano le explicara todas estas cosas con detalle;
pero es que los evangelistas lo explican siempre todo de manera resumida, por
razón de brevedad. Por lo demás, tampoco dice que hubiese creído al instante,
sino: Y lo presentó a Jesús, para ponerlo en sus manos y para que fuese él
quien le enseñase; pues estaba ahí en calidad de un discípulo más y a eso
venía.
En efecto, si Juan Bautista —cuando dijo: Es el Cordero, y: Bautiza con el
Espíritu— dejó a Cristo la ulterior explicación de estas palabras, con mayor
razón lo hizo Andrés, ya que él no se consideraba capaz de explicarlo todo, y
por esto condujo a su hermano a la fuente de la luz, a la que éste acudió con
prisa y alegría, sin perder un instante.
RESPONSORIO
R. Tan
pronto como san Andrés oyó la voz del Señor, que le llamaba, dejó las redes,
con las cuales ganaba el sustento, * y
siguió al que otorga las recompensas de la vida eterna.
V. Éste es aquel que sufrió el martirio de la cruz
por amor de Cristo y por difundir su ley.
R. y siguió al que otorga las recompensas de la
vida eterna.
Lecturas del San Andrés, apóstol
30 Nov 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (4,18-22)*
En aquel
tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al
que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el
lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores
de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a
otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la
barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Salve, oh cruz preciosa, recibe al discípulo de aquel que en ti
estuvo clavado, Cristo, mi maestro.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Salve, oh cruz preciosa, recibe
al discípulo de aquel que en ti estuvo clavado, Cristo, mi maestro.
PRECES
Demos gracias a nuestro Padre que está en los cielos, porque por
medio de los apóstoles nos ha dado parte en la herencia de los elegidos, y
aclamémosle diciendo:
El coro de los apóstoles te alaba, Señor.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado la mesa de
tu cuerpo y de tu sangre:
en ella encontramos nuestra fuerza y nuestra vida.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has preparado la mesa
de tu palabra:
por ella crecemos en el conocimiento de la verdad y se acrecienta nuestro gozo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles has fundado tu Iglesia:
por ella nos edificas en la unidad de tu pueblo.
Te alabamos, Señor, porque por medio de los apóstoles nos has dado el bautismo
y la penitencia:
por ellos nos purificas de todas nuestras culpas.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concluyamos nuestra oración con la plegaria que Jesús enseñó a los apóstoles:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, escucha la oración de tu pueblo y
concédenos que, así como el apóstol san Andrés fue en la tierra predicador del
Evangelio y pastor de tu Iglesia, así ahora en el cielo sea nuestro poderoso
abogado ante ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
I
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ÉSTE ES EL TIEMPO EN QUE LLEGAS
Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan de repente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.
Salen cantando a tu encuentro
doncellas con ramos verdes
y lámparas que guardaron
copioso y claro el aceite.
¡Cómo golpean las necias
las puertas de tu banquete!
¡Y cómo lloran a oscuras
los ojos que no han de verte!
Mira que estamos alerta,
Esposo, por si vinieres,
y está el corazón velando
mientras los ojos se duermen.
Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Anunciad a los pueblos y decidles: «Mirad, viene Dios, nuestro
Salvador.»
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Anunciad a los pueblos y
decidles: «Mirad, viene Dios, nuestro Salvador.»
Ant 2. Mirad: el Señor vendrá y todos
sus santos vendrán con él; en aquel día habrá una gran luz. Aleluya.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad: el Señor vendrá y todos
sus santos vendrán con él; en aquel día habrá una gran luz. Aleluya.
Ant 3. Vendrá el Señor con gran poder y
lo contemplarán todos los hombres.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrá el Señor con gran poder y
lo contemplarán todos los hombres.
LECTURA BREVE 1Ts 5,23-24
Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser
-espíritu, alma y cuerpo- sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de
nuestro Señor Jesucristo. Fiel es a sus promesas el que os ha convocado; y él
las cumplirá.
RESPONSORIO BREVE
V. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Y danos tu salvación.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Mirad: el Señor viene de lejos y su resplandor ilumina toda la
tierra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad: el Señor viene de lejos y
su resplandor ilumina toda la tierra.
PRECES
Invoquemos a Cristo, alegría y júbilo de cuantos esperan su
llegada, y digámosle:
Ven, Señor, y no tardes más.
Esperamos alegres tu venida,
ven, Señor Jesús.
Tú que existes antes de los tiempos,
ven y salva a los que viven en el tiempo.
Tú que creaste el mundo y a todos los que en él habitan,
ven a restaurar la obra de tus manos.
Tú que no despreciaste nuestra naturaleza mortal,
ven y arráncanos del dominio de la muerte.
Tú que viniste para que tuviéramos vida abundante,
ven y danos tu vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que quieres congregar a todos los hombres en tu reino,
ven y reúne a cuantos desean contemplar tu rostro.
Pidamos ahora con grande confianza la venida del reino de Dios, con las
palabras que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida
de Cristo por la práctica de las buenas obras, para que, colocados un día a su
derecha, merezcan poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 30 DE NOVIEMBRE 2024
Lecturas del San Andrés, apóstol
30 Nov 2024
Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol
san Pablo a los Romanos (10,9-18):
Si tus
labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó
de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la
justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la
Escritura: «Nadie que cree en él quedará defraudado.» Porque no hay distinción
entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos
los que lo invocan. Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará.»
Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo, si no creen en él?; ¿cómo van a creer, si no
oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír sin alguien que proclame?; y ¿cómo van a
proclamar si no los envían? Lo dice la Escritura: «¡Qué hermosos los pies de
los que anuncian el Evangelio!» Pero no todos han prestado oído al Evangelio;
como dice Isaías: «Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?» Así pues, la fe
nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. Pero yo pregunto:
«¿Es que no lo han oído?» Todo lo contrario: «A toda la tierra alcanza su
pregón, y hasta los límites del orbe su lenguaje.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 18,2-3.4-5
R/. A toda la tierra alcanza su pregón
El cielo
proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.
Sin que
hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.
Lecturas del San Andrés, apóstol
30 Nov 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (4,18-22)*
En aquel
tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al
que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el
lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores
de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a
otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la
barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron).
*Puedo ver que el Señor, hace dos llamado en
forma distinta, a unos comenzando a iniciar sus trabajos y a los otros al final, terminando
su trabajo. Esto me invita a mí a reconocer que al comenzar el día, mi
corazón lo primero que tiene que hacer es desear que el Señor, me llame, me
hable, y que mis oídos estén limpio para escucharle y poder seguir su voz, una
voz tan dulce, que tiene el poder de seducirme al punto de ser capaz de dejarlo
todo por él. Y el segundo llamado para mí, es que esté pendiente porque el
Señor, al final del día también me llama a escuchar su voz, para estar con él. Me
gusto la forma de Zebedeo, no se opone en los planes que tiene Dios con sus
hijos, cuando fueron llamado*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.