DOMINGO DESPUÉS DE LAS I VÍSPERAS
10 de febrero
COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
EXAMEN DE CONCIENCIA
Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.
Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Himno: SE INCLINA YA MI FRENTE
Se inclina ya mi frente,
sellado está el trabajo;
Señor, tu pecho sea
la gracia del descanso.
Mis ojos se retiran,
la voz deja su canto,
pero el amor enciende
su lámpara velando.
Lucero que te fuiste,
con gran amor amado,
en tu gloria dormimos
y en sueños te adoramos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.
Salmo 4 - ACCIÓN DE GRACIAS.
Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío;
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.
Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor,
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
Temblad y no pequéis, reflexionad
en el silencio de vuestro lecho;
ofreced sacrificios legítimos
y confiad en el Señor.
Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?»
Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundara en trigo y en vino.
En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ten piedad de mí, Señor, y escucha mi oración.
Ant 2. Durante la noche, bendecid al Señor.
Salmo 133 - ORACIÓN VESPERTINA EN EL TEMPLO
Y ahora bendecid al Señor,
los siervos del Señor,
los que pasáis la noche
en la casa del Señor:
Levantad las manos hacia el santuario,
y bendecid al Señor.
El Señor te bendiga desde Sión:
el que hizo cielo y tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Durante la noche, bendecid al Señor.
LECTURA BREVE Dt 6, 4-7
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria; se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.
RESPONSORIO BREVE
V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
V. Tú, el Dios leal, nos librarás.
R. Te encomiendo mi espíritu.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOS,
Guárdanos, Señor, durante esta noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día, la celebración del domingo nos llene con la alegría de la resurrección de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén.
BENDICIÓN
V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Salve, Reina de los cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
Musica Para el Alma
viernes, 9 de febrero de 2018
ORACION DE LA TARDE
DOMINGO DE LA SEMANA VI
De la Feria. Salterio II
10 de febrero
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: ¿QUIÉN ES ÉSTE QUE VIENE?
¿Quién es éste que viene,
recién atardecido,
cubierto por su sangre
como varón que pisa los racimos?
Éste es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
¿Quién es este que vuelve,
glorioso y malherido,
y, a precio de su muerte,
compra la paz y libra a los cautivos?
Éste es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
Se durmió con los muertos,
y reina entre los vivos;
no le venció la fosa,
porque el Señor sostuvo a su elegido.
Este es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
Anunciad a los pueblos
qué habéis visto y oído;
aclamad al que viene
como la paz, bajo un clamor de olivos.
Este es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Aleluya.
Salmo 118, 105-112 - HIMNO A LA LEY DIVINA
Lámpara es tu palabra para mis pasos,
luz en mi sendero;
lo juro y lo cumpliré:
guardaré tus justos mandamientos;
¡estoy tan afligido!
Señor, dame vida según tu promesa.
Acepta, Señor, los votos que pronuncio,
enséñame tus mandatos;
mi vida está siempre en peligro,
pero no olvido tu voluntad;
los malvados me tendieron un lazo,
pero no me desvié de tus decretos.
Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón;
inclino mi corazón a cumplir tus leyes,
siempre y cabalmente.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Aleluya.
Ant 2. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya.
Salmo 15 - CRISTO Y SUS MIEMBROS ESPERAN LA RESURRECCIÓN.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya.
Ant 3. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
LECTURA BREVE Col 1, 3-6a
Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, en todo momento, rezando por vosotros, al oír hablar de vuestra fe en Jesucristo y del amor que tenéis a todos los santos, por la esperanza que os está reservada en los cielos, sobre la cual oísteis hablar por la palabra verdadera de la Buena Noticia, que se os hizo presente, y está dando fruto y prosperando en todo el mundo igual que entre vosotros.
RESPONSORIO BREVE
V. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
V. Su gloria se eleva sobre los cielos.
R. Alabado sea el nombre del Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Jesús tocó con la mano al leproso y al instante desapareció la lepra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Jesús tocó con la mano al leproso y al instante desapareció la lepra.
PRECES
Demos gracias al Señor que ayuda y protege al pueblo que se ha escogido como heredad, y recordando su amor para con nosotros supliquémosle diciendo:
Escúchanos, Señor, que confiamos en ti.
Padre lleno de amor, te pedimos por el papa Francisco y por nuestro obispo N.;
protégelos con tu fuerza y santifícalos con tu gracia.
Que los enfermos vean en sus dolores una participación de la pasión de tu Hijo,
para que así tengan también parte en su consuelo.
Mira con piedad a los que no tienen techo donde cobijarse
y haz que encuentren pronto el hogar que desean.
Dígnate dar y conservar los frutos de la tierra
para que a nadie falte el pan de cada día.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Señor, ten piedad de los difuntos
y ábreles la puerta de tu mansión eterna.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, has prometido permanecer con los rectos y sinceros de corazón; concédenos vivir de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
De la Feria. Salterio II
10 de febrero
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: ¿QUIÉN ES ÉSTE QUE VIENE?
¿Quién es éste que viene,
recién atardecido,
cubierto por su sangre
como varón que pisa los racimos?
Éste es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
¿Quién es este que vuelve,
glorioso y malherido,
y, a precio de su muerte,
compra la paz y libra a los cautivos?
Éste es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
Se durmió con los muertos,
y reina entre los vivos;
no le venció la fosa,
porque el Señor sostuvo a su elegido.
Este es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección.
Anunciad a los pueblos
qué habéis visto y oído;
aclamad al que viene
como la paz, bajo un clamor de olivos.
Este es Cristo, el Señor,
que venció nuestra muerte
con su resurrección. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Aleluya.
Salmo 118, 105-112 - HIMNO A LA LEY DIVINA
Lámpara es tu palabra para mis pasos,
luz en mi sendero;
lo juro y lo cumpliré:
guardaré tus justos mandamientos;
¡estoy tan afligido!
Señor, dame vida según tu promesa.
Acepta, Señor, los votos que pronuncio,
enséñame tus mandatos;
mi vida está siempre en peligro,
pero no olvido tu voluntad;
los malvados me tendieron un lazo,
pero no me desvié de tus decretos.
Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón;
inclino mi corazón a cumplir tus leyes,
siempre y cabalmente.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Aleluya.
Ant 2. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya.
Salmo 15 - CRISTO Y SUS MIEMBROS ESPERAN LA RESURRECCIÓN.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya.
Ant 3. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.
LECTURA BREVE Col 1, 3-6a
Damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, en todo momento, rezando por vosotros, al oír hablar de vuestra fe en Jesucristo y del amor que tenéis a todos los santos, por la esperanza que os está reservada en los cielos, sobre la cual oísteis hablar por la palabra verdadera de la Buena Noticia, que se os hizo presente, y está dando fruto y prosperando en todo el mundo igual que entre vosotros.
RESPONSORIO BREVE
V. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
V. Su gloria se eleva sobre los cielos.
R. Alabado sea el nombre del Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Jesús tocó con la mano al leproso y al instante desapareció la lepra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Jesús tocó con la mano al leproso y al instante desapareció la lepra.
PRECES
Demos gracias al Señor que ayuda y protege al pueblo que se ha escogido como heredad, y recordando su amor para con nosotros supliquémosle diciendo:
Escúchanos, Señor, que confiamos en ti.
Padre lleno de amor, te pedimos por el papa Francisco y por nuestro obispo N.;
protégelos con tu fuerza y santifícalos con tu gracia.
Que los enfermos vean en sus dolores una participación de la pasión de tu Hijo,
para que así tengan también parte en su consuelo.
Mira con piedad a los que no tienen techo donde cobijarse
y haz que encuentren pronto el hogar que desean.
Dígnate dar y conservar los frutos de la tierra
para que a nadie falte el pan de cada día.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Señor, ten piedad de los difuntos
y ábreles la puerta de tu mansión eterna.
Movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, has prometido permanecer con los rectos y sinceros de corazón; concédenos vivir de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
ORACION DE LA TARDE
SÁBADO DE LA SEMANA V
De la Feria. Salmodia Complementaria.
10 de febrero
HORA NONA
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: OH JESÚS, QUE EN TU CRUZ HAS DEMOSTRADO
Oh Jesús, que en tu cruz has demostrado
tu gran amor, tu gran misericordia,
y tu fuerza nos das para seguirte
por el mismo camino hacia la gloria.
Que fielmente cumplamos en tu Iglesia
nuestra parte en tu obra salvadora,
y, al llegar a la tarde de la vida,
en gozo eterno el Padre nos acoja.
Gracias, Padre, a ti porque nos llamas,
a Jesús, que en su sangre nos redime,
y al Espíritu Santo, luz y guía
de este pueblo que al cielo se dirige. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Ant 2. El Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Ant 3. Dichoso el que teme al Señor.
Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO
¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como una vid fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa:
ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso el que teme al Señor.
LECTURA BREVE Sb 7, 27a; 8, 1
La sabiduría de Dios, aún siendo sola, lo puede todo; sin salir de sí misma, todo lo renueva. Se despliega vigorosamente de un confín al otro del mundo y gobierna de excelente manera todo el universo.
V. Qué magníficas son tus obras, Señor.
R. Qué profundos tus designios.
ORACIÓN
OREMOS,
Escucha, Señor, nuestra oración y danos la abundancia de tu paz, para que, por intercesión de la santísima Virgen María, después de haberte servido durante toda nuestra vida, podamos presentarnos ante ti sin temor alguno. Por Cristo, nuestro Señor.
Amén.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
De la Feria. Salmodia Complementaria.
10 de febrero
HORA NONA
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: OH JESÚS, QUE EN TU CRUZ HAS DEMOSTRADO
Oh Jesús, que en tu cruz has demostrado
tu gran amor, tu gran misericordia,
y tu fuerza nos das para seguirte
por el mismo camino hacia la gloria.
Que fielmente cumplamos en tu Iglesia
nuestra parte en tu obra salvadora,
y, al llegar a la tarde de la vida,
en gozo eterno el Padre nos acoja.
Gracias, Padre, a ti porque nos llamas,
a Jesús, que en su sangre nos redime,
y al Espíritu Santo, luz y guía
de este pueblo que al cielo se dirige. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Ant 2. El Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Ant 3. Dichoso el que teme al Señor.
Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO
¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como una vid fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa:
ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso el que teme al Señor.
LECTURA BREVE Sb 7, 27a; 8, 1
La sabiduría de Dios, aún siendo sola, lo puede todo; sin salir de sí misma, todo lo renueva. Se despliega vigorosamente de un confín al otro del mundo y gobierna de excelente manera todo el universo.
V. Qué magníficas son tus obras, Señor.
R. Qué profundos tus designios.
ORACIÓN
OREMOS,
Escucha, Señor, nuestra oración y danos la abundancia de tu paz, para que, por intercesión de la santísima Virgen María, después de haberte servido durante toda nuestra vida, podamos presentarnos ante ti sin temor alguno. Por Cristo, nuestro Señor.
Amén.
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
EL ROSARIO
EL SANTO ROSARIO
.
Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)
.
Por la señal de la Santa
Cruz, de nuestros enemigos…
.
1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
3º El Nacimiento del
niño Dios. (Lc 2, 1-20)
4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)
5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)
.
Oremos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre
de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen,
líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
.
《 El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR:
llegará a ser, SANTO 》
MARCOS 8, 1-10 LO QUE ME DICE EL EBANGELIO
Lo
que me dice: El Santo Evangelio:
.
Sábado, 10 de febrero de 2018 (Marcos 8,
1-10). (¿Y
de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para que se queden
satisfechos?» Él les preguntó: « ¿Cuántos panes tenéis?» Ellos contestaron:
«Siete.»). *Hoy esta
lectura llega con una intención especial, y puedo sentir las cantidades de
cosas que el Señor puede lograr con tampoco. Es para mí un motivo de alegría,
como el Señor me cuestiona para que yo pueda llegar a la sincerada, me pregunta
« ¿qué es lo que yo tengo para brindar a las gente?» y mi respuesta es tengo muy poco. Pero esas pocas cosas mía, si se las
entregó al Señor, si las pongo en las manos bendita del Señor, él me las
regresas multiplicadas, ósea que lo poquito que tengo puesto en las manos del
Señor, tienen el poder luego, de saciar a las personas, no importando la
cantidad de personas que sean, porque el Señor tiene todo el deseo de
convertirme en una fuente inagotable, donde siempre hay y nunca se termina*.
《 *El que DESEA y QUIERE amar, con el
corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO* 》
EVANGELIO
Sábado, 10 de febrero de 2018
Evangelio
Lectura del Evangelio
según san Marcos (8,1-10):
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.»
Le replicaron sus discípulos: « ¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para que se queden satisfechos?»
Él les preguntó: « ¿Cuántos panes tenéis?»
Ellos contestaron: «Siete.»
Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
Palabra del Señor
Uno de aquellos días, como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Me da lástima de esta gente; llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y, si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos.»
Le replicaron sus discípulos: « ¿Y de dónde se puede sacar pan, aquí, en despoblado, para que se queden satisfechos?»
Él les preguntó: « ¿Cuántos panes tenéis?»
Ellos contestaron: «Siete.»
Mandó que la gente se sentara en el suelo, tomó los siete panes, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a sus discípulos para que los sirvieran. Ellos los sirvieron a la gente. Tenían también unos cuantos peces; Jesús los bendijo, y mandó que los sirvieran también. La gente comió hasta quedar satisfecha, y de los trozos que sobraron llenaron siete canastas; eran unos cuatro mil. Jesús los despidió, luego se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta.
Palabra del Señor
SALMO
Sábado, 10 de febrero de 2018
Salmo
Sal 105, 6 7a. 19-20.
21-22
R/. Acuérdate de mí, Señor,
por amor a tu pueblo
Hemos pecado con nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas. R/.
En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R/.
Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el pais de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R/.
R/. Acuérdate de mí, Señor,
por amor a tu pueblo
Hemos pecado con nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas. R/.
En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R/.
Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el pais de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R/.
Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo.
PRIMERA LECTURA
Sábado, 10 de febrero de 2018
Primera
lectura
Lectura del primer libro
de los Reyes (12,26-32;13,33-34):
En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: «Todavía puede volver el reino a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá.»
Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: «¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!»
Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a pecar a Israel, porque unos iban a Betel y otros a Dan. También edificó ermitas en los altozanos; puso de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví. Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que había hecho. En Betel estableció a los sacerdotes de las ermitas que había construido. Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes de los altozanos a gente de la plebe; al que lo deseaba lo consagraba sacerdote de los altozanos. Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.
Palabra de Dios
En aquellos días, Jeroboán pensó para sus adentros: «Todavía puede volver el reino a la casa de David. Si la gente sigue yendo a Jerusalén para hacer sacrificios en el templo del Señor, terminarán poniéndose de parte de su señor, Roboán, rey de Judá; me matarán y volverán a unirse a Roboán, rey de Judá.»
Después de aconsejarse, el rey hizo dos becerros de oro y dijo a la gente: «¡Ya está bien de subir a Jerusalén! ¡Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto!»
Luego colocó un becerro en Betel y el otro en Dan. Esto incitó a pecar a Israel, porque unos iban a Betel y otros a Dan. También edificó ermitas en los altozanos; puso de sacerdotes a gente de la plebe, que no pertenecía a la tribu de Leví. Instituyó también una fiesta el día quince del mes octavo, como la fiesta que se celebraba en Judá, y subió al altar que había levantado en Betel, a ofrecer sacrificios al becerro que había hecho. En Betel estableció a los sacerdotes de las ermitas que había construido. Jeroboán no se convirtió de su mala conducta y volvió a nombrar sacerdotes de los altozanos a gente de la plebe; al que lo deseaba lo consagraba sacerdote de los altozanos. Este proceder llevó al pecado a la dinastía de Jeroboán y motivó su destrucción y exterminio de la tierra.
Palabra de Dios
LECTURAS LARGAS
PRIMERA LECTURA
Del libro del Génesis 49, 1-29. 32
JACOB BENDICE A SUS HIJOS
En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo:
«Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro. Agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre, Israel:
Tú, Rubén, mi primogénito, mi fuerza y primicia de mi virilidad, primero en rango, primero en poder; precipitado como agua, no serás de provecho, porque subiste a la cama de tu padre, profanando mi lecho con tu acción.
Simeón y Leví, hermanos, mercaderes en armas criminales. No quiero asistir a sus consejos, no he de participar en su asamblea, pues mataron hombres ferozmente y a capricho destrozaron bueyes. Maldita su furia, tan cruel, y su cólera inexorable. Los repartiré entre Jacob y los dispersaré por Israel.
A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu madre. Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien le está reservado, a quien rendirán homenaje las naciones. Ata su burro a una viña, las crías a una cepa; lava su ropa en vino y su túnica en sangre de uvas. Sus ojos son más oscuros que vino, y sus dientes más blancos que leche.
Zabulón habitará junto a la costa, será un puerto para los barcos, su frontera llegará hasta Sidón.
Isacar es un asno robusto que se tumba entre las alforjas; viendo que es bueno el establo y que es hermosa la tierra, inclina el lomo a la carga y acepta trabajos de esclavo.
Dan gobernará a su pueblo como las otras tribus de Israel. Dan es culebra junto al camino, áspid junto a la senda: muerde al caballo en la pezuña, y el jinete es despedido hacia atrás.
Espero tu salvación, Señor.
Gad: le atacarán los bandidos, y él los atacará por la espalda.
El grano de Aser es sustancioso, ofrece manjar de reyes.
Neftalí es cierva suelta que tiene crías hermosas.
José es un potro salvaje, un potro junto a la fuente, asnos salvajes junto al muro. Los arqueros los irritan, los desafían y los atacan. Pero el arco se les queda rígido y les tiemblan manos y brazos, ante el Campeón de Jacob, el Pastor y Piedra de Israel. El Dios de tu padre te auxilia, el Todopoderoso te bendice: bendiciones que bajan del cielo, bendiciones del océano, acostado en lo hondo, bendiciones de pechos y ubres, bendiciones de espigas abundantes, bendiciones de collados antiguos, delicia de colinas perdurables, bajen sobre la cabeza de José, coronen al elegido entre sus hermanos.
Benjamín es un lobo rapaz: por la mañana, devora la presa; por la tarde, reparte despojos.»
Éstas son las doce tribus de Israel, y esto lo que su padre les dijo al bendecirlos, dando una bendición especial a cada uno. Y les dio las siguientes instrucciones:
«Cuando me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón, el hitita.»
Cuando Jacob terminó de dar instrucciones a sus hijos, recogió los pies en la cama, expiró y se reunió con los suyos.
RESPONSORIO Ap 5, 5; Gn 49, 10
R. Mira que ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David; * él puede abrir el libro y sus siete sellos.
V. No se apartará de Judá el cetro, hasta que venga aquel a quien le está reservado.
R. El puede abrir el libro y sus siete sellos.
SEGUNDA LECTURA
De los libros de los Diálogos de san Gregorio Magno, papa
(Libro 2, 33: PL 66, 194-196)
PUDO MÁS PORQUE AMÓ MÁS
Escolástica, hermana de san Benito, consagrada a Dios desde su infancia, acostumbraba visitar a su hermano una vez al año. El Hombre de Dios acudía a ella y la recibía dentro de las posesiones del monasterio, no lejos de la puerta.
Un día vino como de costumbre, y su venerable hermano bajó hacia ella con algunos discípulos; pasaron todo el día en la alabanza de Dios y en santas conversaciones y, cuando ya empezaba a oscurecer, tomaron juntos el alimento. En medio de santas conversaciones fue transcurriendo el tiempo, hasta que se hizo muy tarde, y entonces la santa monja suplicó a su hermano:
«Te ruego que no me dejes esta noche, sino que hablemos de los gozos de la vida del cielo hasta mañana.»
Él le respondió:
«¿Qué es lo que dices, hermana? Yo no puedo en modo alguno quedarme fuera de la celda.»
La santa monja, al oír la negativa de su hermano, puso sobre la mesa sus manos, con los dedos entrelazados, y escondió en ellas la cabeza, para rogar al Señor todopoderoso. Al levantar de nuevo la cabeza, se originó un temporal tan intenso de rayos, truenos y aguacero, que ni al venerable Benito ni a los hermanos que estaban con él les hubiera sido posible mover un solo pie del lugar en que se hallaban. Entonces el hombre de Dios comenzó a quejarse contrariado:
«Dios todopoderoso te perdone, hermana: ¿qué es lo que has hecho?»
Ella respondió:
«Ya ves, te he suplicado a ti, y no has querido escucharme; he suplicado a mi Dios, y me ha escuchado. Ahora, pues, sal, si puedes, déjame y vuelve al monasterio.»
Y Benito, que no había querido quedarse por propia voluntad, tuvo que hacerlo por fuerza. De este modo, pasaron toda la noche en vela, recreándose en santas conversaciones sobre la vida espiritual.
Y no es de extrañar que prevaleciera el deseo de aquella mujer, ya que, como dice san Juan, Dios es amor, y, por esto, pudo más porque amó más.
Tres días mas tarde, el hombre de Dios, estando en su celda, elevó sus ojos al cielo y vio el alma de su hermana, libre ya de las ataduras del cuerpo, que penetraba, en forma de paloma, en las intimidades del cielo. Lleno de alegría por una gloria tan grande, dio gracias a Dios con himnos y alabanzas, y envió a sus hermanos para que trajesen su cuerpo al monasterio y lo enterraran en el mismo sepulcro que había preparado para sí mismo.
De este modo, ni la misma sepultura pudo separar los cuerpos de aquellos cuya alma había estado siempre unida en Dios.
RESPONSORIO
R. Cuando aquella santa virgen suplicó a Dios que su hermano no partiese, * consiguió mucho del Señor, porque había amado mucho.
V. Ved que paz y que alegría, convivir los hermanos unidos.
R. Consiguió mucho del Señor porque había amado mucho.
ORACIÓN.
OREMOS,
Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, virgen, te pedimos, Señor, que, siguiendo su ejemplo, te sirvamos con un amor puro y experimentemos las delicias de tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
Del libro del Génesis 49, 1-29. 32
JACOB BENDICE A SUS HIJOS
En aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo:
«Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro. Agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre, Israel:
Tú, Rubén, mi primogénito, mi fuerza y primicia de mi virilidad, primero en rango, primero en poder; precipitado como agua, no serás de provecho, porque subiste a la cama de tu padre, profanando mi lecho con tu acción.
Simeón y Leví, hermanos, mercaderes en armas criminales. No quiero asistir a sus consejos, no he de participar en su asamblea, pues mataron hombres ferozmente y a capricho destrozaron bueyes. Maldita su furia, tan cruel, y su cólera inexorable. Los repartiré entre Jacob y los dispersaré por Israel.
A ti, Judá, te alabarán tus hermanos, pondrás la mano sobre la cerviz de tus enemigos, se postrarán ante ti los hijos de tu madre. Judá es un león agazapado, has vuelto de hacer presa, hijo mío; se agacha y se tumba como león o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo? No se apartará de Judá el cetro, ni el bastón de mando de entre sus rodillas, hasta que venga aquel a quien le está reservado, a quien rendirán homenaje las naciones. Ata su burro a una viña, las crías a una cepa; lava su ropa en vino y su túnica en sangre de uvas. Sus ojos son más oscuros que vino, y sus dientes más blancos que leche.
Zabulón habitará junto a la costa, será un puerto para los barcos, su frontera llegará hasta Sidón.
Isacar es un asno robusto que se tumba entre las alforjas; viendo que es bueno el establo y que es hermosa la tierra, inclina el lomo a la carga y acepta trabajos de esclavo.
Dan gobernará a su pueblo como las otras tribus de Israel. Dan es culebra junto al camino, áspid junto a la senda: muerde al caballo en la pezuña, y el jinete es despedido hacia atrás.
Espero tu salvación, Señor.
Gad: le atacarán los bandidos, y él los atacará por la espalda.
El grano de Aser es sustancioso, ofrece manjar de reyes.
Neftalí es cierva suelta que tiene crías hermosas.
José es un potro salvaje, un potro junto a la fuente, asnos salvajes junto al muro. Los arqueros los irritan, los desafían y los atacan. Pero el arco se les queda rígido y les tiemblan manos y brazos, ante el Campeón de Jacob, el Pastor y Piedra de Israel. El Dios de tu padre te auxilia, el Todopoderoso te bendice: bendiciones que bajan del cielo, bendiciones del océano, acostado en lo hondo, bendiciones de pechos y ubres, bendiciones de espigas abundantes, bendiciones de collados antiguos, delicia de colinas perdurables, bajen sobre la cabeza de José, coronen al elegido entre sus hermanos.
Benjamín es un lobo rapaz: por la mañana, devora la presa; por la tarde, reparte despojos.»
Éstas son las doce tribus de Israel, y esto lo que su padre les dijo al bendecirlos, dando una bendición especial a cada uno. Y les dio las siguientes instrucciones:
«Cuando me reúna con los míos, enterradme con mis padres en la cueva del campo de Efrón, el hitita.»
Cuando Jacob terminó de dar instrucciones a sus hijos, recogió los pies en la cama, expiró y se reunió con los suyos.
RESPONSORIO Ap 5, 5; Gn 49, 10
R. Mira que ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David; * él puede abrir el libro y sus siete sellos.
V. No se apartará de Judá el cetro, hasta que venga aquel a quien le está reservado.
R. El puede abrir el libro y sus siete sellos.
SEGUNDA LECTURA
De los libros de los Diálogos de san Gregorio Magno, papa
(Libro 2, 33: PL 66, 194-196)
PUDO MÁS PORQUE AMÓ MÁS
Escolástica, hermana de san Benito, consagrada a Dios desde su infancia, acostumbraba visitar a su hermano una vez al año. El Hombre de Dios acudía a ella y la recibía dentro de las posesiones del monasterio, no lejos de la puerta.
Un día vino como de costumbre, y su venerable hermano bajó hacia ella con algunos discípulos; pasaron todo el día en la alabanza de Dios y en santas conversaciones y, cuando ya empezaba a oscurecer, tomaron juntos el alimento. En medio de santas conversaciones fue transcurriendo el tiempo, hasta que se hizo muy tarde, y entonces la santa monja suplicó a su hermano:
«Te ruego que no me dejes esta noche, sino que hablemos de los gozos de la vida del cielo hasta mañana.»
Él le respondió:
«¿Qué es lo que dices, hermana? Yo no puedo en modo alguno quedarme fuera de la celda.»
La santa monja, al oír la negativa de su hermano, puso sobre la mesa sus manos, con los dedos entrelazados, y escondió en ellas la cabeza, para rogar al Señor todopoderoso. Al levantar de nuevo la cabeza, se originó un temporal tan intenso de rayos, truenos y aguacero, que ni al venerable Benito ni a los hermanos que estaban con él les hubiera sido posible mover un solo pie del lugar en que se hallaban. Entonces el hombre de Dios comenzó a quejarse contrariado:
«Dios todopoderoso te perdone, hermana: ¿qué es lo que has hecho?»
Ella respondió:
«Ya ves, te he suplicado a ti, y no has querido escucharme; he suplicado a mi Dios, y me ha escuchado. Ahora, pues, sal, si puedes, déjame y vuelve al monasterio.»
Y Benito, que no había querido quedarse por propia voluntad, tuvo que hacerlo por fuerza. De este modo, pasaron toda la noche en vela, recreándose en santas conversaciones sobre la vida espiritual.
Y no es de extrañar que prevaleciera el deseo de aquella mujer, ya que, como dice san Juan, Dios es amor, y, por esto, pudo más porque amó más.
Tres días mas tarde, el hombre de Dios, estando en su celda, elevó sus ojos al cielo y vio el alma de su hermana, libre ya de las ataduras del cuerpo, que penetraba, en forma de paloma, en las intimidades del cielo. Lleno de alegría por una gloria tan grande, dio gracias a Dios con himnos y alabanzas, y envió a sus hermanos para que trajesen su cuerpo al monasterio y lo enterraran en el mismo sepulcro que había preparado para sí mismo.
De este modo, ni la misma sepultura pudo separar los cuerpos de aquellos cuya alma había estado siempre unida en Dios.
RESPONSORIO
R. Cuando aquella santa virgen suplicó a Dios que su hermano no partiese, * consiguió mucho del Señor, porque había amado mucho.
V. Ved que paz y que alegría, convivir los hermanos unidos.
R. Consiguió mucho del Señor porque había amado mucho.
ORACIÓN.
OREMOS,
Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, virgen, te pedimos, Señor, que, siguiendo su ejemplo, te sirvamos con un amor puro y experimentemos las delicias de tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
SABADO 10 ORACION PARA INICIAR EL DIA
SÁBADO DE LA SEMANA V
Del Común de Vírgenes. Salterio I
10 de febrero
SANTA ESCOLÁSTICA, virgen. (MEMORIA)
Hermana de san Benito, nació en Nursia (Italia), hacia el año 480. Se consagró a Dios, junto con su hermano, al cual siguió hasta Montecasino, donde murió hacia el año 547.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Cordero, al Esposo acompañado por el cortejo de vírgenes.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Cordero, al Esposo acompañado por el cortejo de vírgenes.
Himno: NOS APREMIA EL AMOR, VÍRGENES SANTAS.
Nos apremia el amor, vírgenes santas,
vosotras, que seguisteis su camino,
guiadnos por las sendas de las almas
que hicieron de su amor amar divino.
Esperasteis en vela a vuestro Esposo
en la noche fugaz de vuestra vida,
cuando llamó a la puerta, vuestro gozo
fue contemplar su gloria sin medida.
Vuestra fe y vuestro amor, un fuego ardiente
que mantuvo la llama en la tardanza,
vuestra antorcha encendida ansiosamente
ha colmado de luz vuestra esperanza.
Pues gozáis ya las nupcias que el Cordero
con la Iglesia de Dios ha celebrado,
no dejéis que se apague nuestro fuego
en la pereza y el sueño del pecado.
Demos gracias a Dios y, humildemente,
pidamos al Señor que su llamada
nos encuentre en vigilia permanente,
despiertos en la fe y en veste blanca. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN
Te invoco de todo corazón;
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,
meditando tu promesa;
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Ant 2. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Cántico: HIMNO A DIOS, DESPUÉS DE LA VICTORIA DEL MAR ROJO Ex 15, 1-4. 8-13. 17-18
Cantaré al Señor, sublime es su victoria,
caballos y carros ha arrojado en el mar.
Mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Él es mi Dios: yo lo alabaré;
el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré.
El Señor es un guerrero,
su nombre es «El Señor».
Los carros del faraón los lanzó al mar,
ahogó en el mar rojo a sus mejores capitanes.
Al soplo de tu ira se amontonaron las aguas,
las corrientes se alzaron como un dique,
las olas se cuajaron en el mar.
Decía el enemigo: «Los perseguiré y alcanzaré,
repartiré el botín, se saciará mi codicia,
empuñaré la espada, los agarrará mi mano.»
Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar,
se hundieron como plomo en las aguas formidables.
¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?
¿Quién como tú, terrible entre los santos,
temibles por tus proezas, autor de maravillas?
Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra;
guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado,
los llevaste con tu poder hasta tu santa morada.
Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste tu trono, Señor;
santuario, Señor, que fundaron tus manos.
El Señor reina por siempre jamás.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Ant 3. Alabad al Señor, todas las naciones.
Salmo 116 - INVITACIÓN UNIVERSAL A LA ALABANZA DIVINA.
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos:
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabad al Señor, todas las naciones.
LECTURA BREVE Ct 8, 7
Las aguas torrenciales no podrían apagar el amor, ni anegarlo los ríos. Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable.
RESPONSORIO BREVE
V. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.
R. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro..
V. Tu rostro buscaré, Señor.
R. Buscad mi rostro..
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro..
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Esta es la virgen prudente que unida a Cristo, resplandece como el sol en el reino celestial.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Esta es la virgen prudente que unida a Cristo, resplandece como el sol en el reino celestial.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, esposo y corona de las vírgenes, y supliquémosle, diciendo:
Jesús, corona de las vírgenes, escúchanos.
Señor Jesucristo, a quien las vírgenes amaron como a su único esposo,
concédenos que nada nos aparte de tu amor.
Tú que coronaste a María como reina de las vírgenes,
por su intercesión concédenos recibirte siempre con pureza de corazón.
Por intercesión de las santas vírgenes que te sirvieron siempre con fidelidad, consagradas a ti en cuerpo y alma,
ayúdanos, Señor, a que los bienes de este mundo que pasa no nos separen de tu amor eterno.
Señor Jesús, esposo que has de venir y a quien las vírgenes prudentes esperaban,
concédenos que aguardemos tu retorno glorioso con una esperanza activa.
Por intercesión de santa Escolástica, que fue virgen sensata y una de las prudentes,
concédenos, Señor, la verdadera sabiduría y la pureza de costumbres.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Con sencillez y humildad digamos la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, virgen, te pedimos, Señor, que, siguiendo su ejemplo, te sirvamos con un amor puro y experimentemos las delicias de tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
Del Común de Vírgenes. Salterio I
10 de febrero
SANTA ESCOLÁSTICA, virgen. (MEMORIA)
Hermana de san Benito, nació en Nursia (Italia), hacia el año 480. Se consagró a Dios, junto con su hermano, al cual siguió hasta Montecasino, donde murió hacia el año 547.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Cordero, al Esposo acompañado por el cortejo de vírgenes.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Cordero, al Esposo acompañado por el cortejo de vírgenes.
Himno: NOS APREMIA EL AMOR, VÍRGENES SANTAS.
Nos apremia el amor, vírgenes santas,
vosotras, que seguisteis su camino,
guiadnos por las sendas de las almas
que hicieron de su amor amar divino.
Esperasteis en vela a vuestro Esposo
en la noche fugaz de vuestra vida,
cuando llamó a la puerta, vuestro gozo
fue contemplar su gloria sin medida.
Vuestra fe y vuestro amor, un fuego ardiente
que mantuvo la llama en la tardanza,
vuestra antorcha encendida ansiosamente
ha colmado de luz vuestra esperanza.
Pues gozáis ya las nupcias que el Cordero
con la Iglesia de Dios ha celebrado,
no dejéis que se apague nuestro fuego
en la pereza y el sueño del pecado.
Demos gracias a Dios y, humildemente,
pidamos al Señor que su llamada
nos encuentre en vigilia permanente,
despiertos en la fe y en veste blanca. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Salmo 118, 145-152 TE INVOCO DE TODO CORAZÓN
Te invoco de todo corazón;
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.
Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche,
meditando tu promesa;
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.
Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
Ant 2. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Cántico: HIMNO A DIOS, DESPUÉS DE LA VICTORIA DEL MAR ROJO Ex 15, 1-4. 8-13. 17-18
Cantaré al Señor, sublime es su victoria,
caballos y carros ha arrojado en el mar.
Mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Él es mi Dios: yo lo alabaré;
el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré.
El Señor es un guerrero,
su nombre es «El Señor».
Los carros del faraón los lanzó al mar,
ahogó en el mar rojo a sus mejores capitanes.
Al soplo de tu ira se amontonaron las aguas,
las corrientes se alzaron como un dique,
las olas se cuajaron en el mar.
Decía el enemigo: «Los perseguiré y alcanzaré,
repartiré el botín, se saciará mi codicia,
empuñaré la espada, los agarrará mi mano.»
Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar,
se hundieron como plomo en las aguas formidables.
¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?
¿Quién como tú, terrible entre los santos,
temibles por tus proezas, autor de maravillas?
Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra;
guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado,
los llevaste con tu poder hasta tu santa morada.
Lo introduces y lo plantas en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste tu trono, Señor;
santuario, Señor, que fundaron tus manos.
El Señor reina por siempre jamás.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Ant 3. Alabad al Señor, todas las naciones.
Salmo 116 - INVITACIÓN UNIVERSAL A LA ALABANZA DIVINA.
Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos:
Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabad al Señor, todas las naciones.
LECTURA BREVE Ct 8, 7
Las aguas torrenciales no podrían apagar el amor, ni anegarlo los ríos. Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable.
RESPONSORIO BREVE
V. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro.
R. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro..
V. Tu rostro buscaré, Señor.
R. Buscad mi rostro..
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Oigo en mi corazón: buscad mi rostro..
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Esta es la virgen prudente que unida a Cristo, resplandece como el sol en el reino celestial.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Esta es la virgen prudente que unida a Cristo, resplandece como el sol en el reino celestial.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, esposo y corona de las vírgenes, y supliquémosle, diciendo:
Jesús, corona de las vírgenes, escúchanos.
Señor Jesucristo, a quien las vírgenes amaron como a su único esposo,
concédenos que nada nos aparte de tu amor.
Tú que coronaste a María como reina de las vírgenes,
por su intercesión concédenos recibirte siempre con pureza de corazón.
Por intercesión de las santas vírgenes que te sirvieron siempre con fidelidad, consagradas a ti en cuerpo y alma,
ayúdanos, Señor, a que los bienes de este mundo que pasa no nos separen de tu amor eterno.
Señor Jesús, esposo que has de venir y a quien las vírgenes prudentes esperaban,
concédenos que aguardemos tu retorno glorioso con una esperanza activa.
Por intercesión de santa Escolástica, que fue virgen sensata y una de las prudentes,
concédenos, Señor, la verdadera sabiduría y la pureza de costumbres.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Con sencillez y humildad digamos la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, virgen, te pedimos, Señor, que, siguiendo su ejemplo, te sirvamos con un amor puro y experimentemos las delicias de tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
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