Musica Para el Alma
martes, 20 de octubre de 2020
EVANGELIO DE LUCAS 12,39-48 CICLO A
Miércoles, 21 de octubre de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,39-48):
39 Entendedlo bien: si el dueño de
casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su
casa.
40 También vosotros estad preparados, porque
en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.»
41 Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola
para nosotros o para todos?»
42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el
administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su
servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente?
43 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al
llegar, encuentre haciéndolo así.
44 De verdad os digo que le pondrá al frente
de toda su hacienda.
45 Pero si aquel siervo se dice en su
corazón: "Mi señor tarda en venir", y se pone a golpear a los criados
y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse,
46 vendrá el señor de aquel siervo el día
que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte
entre los infieles.
47 «Aquel siervo que, conociendo la voluntad
de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá
muchos azotes;
48 el que no la conoce y hace cosas dignas
de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a
quien se confió mucho, se le pedirá más.
Palabra del Señor
(A quien se le dio mucho se le reclamará
mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más).
*Es muy curioso porque pensar que vendrá un ladrón
abrir un boquete, lo primero que me llega a la mente es la palabra noche, pero
el Señor en ningún momento ha mencionado la palabra noche, soy yo el que une la
palabra la ladrón con la palabra noche. Lo primero que hago es tomar medida de
precaución, teniendo perros en la casa, alarma, cámara de vigilancia, todo con
tal de tener una noche tranquila y mi sueño este seguro. Pero luego de todo
esto me pongo a pensar, el ladrón viene a robar y destruir; y esto me lleva
hacerme algunas preguntas como: ¿Qué soy en mi casa, el ladrón o el dueño? Para
mi vergüenza en algunas ocasiones por miedo he sido el ladrón por no hablar de
lo que es bueno, de lo que es lo correcto a mis hijos, no les hablo de la
fidelidad en el matrimonio, no les hablo de llegar virgen al matrimonio, no les
hablo de la sexualidad que es Santa. El Señor me va a reclamar porque: a quien se le
dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
ORACIÓN AL MEDIO DÍA EL ÁNGELUS
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL MIÉRCOLES 21. ORACIONES DEL DÍA
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
MIERCOLES SEMANA I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Adoremos a Dios, porque él nos ha creado.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Adoremos a Dios, porque él nos ha creado.
Himno: SENTENCIA DE DIOS AL HOMBRE
Sentencia de Dios al hombre
antes que el día comience:
«Que el pan no venga a tu mesa
sin el sudor de tu frente.
Ni el sol se te da de balde,
ni el aire por ser quien eres:
las cosas son herramientas
y buscan quien las maneje.
El mar les pone corazas
de sal amarga a los peces;
el hondo sol campesino
madura a fuego las mieses.
La piedra, con ser la piedra,
guarda una chispa caliente;
y en el rumor de la nube
combaten el rayo y la nieve.
A ti te inventé las manos
y un corazón que no duerme;
puse en tu boca palabras
y pensamiento en tu frente.
No basta con dar las gracias
sin dar lo que las merece:
a fuerza de gratitudes
se vuelve la tierra estéril.» Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Salmo 35 - DEPRAVACIÓN DEL MALVADO Y BONDAD DE DIOS
El malvado escucha en su interior
un oráculo del pecado:
«No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia.»
Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.
Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.
Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes,
tu justicia hasta las altas cordilleras;
tus sentencias son como el océano inmenso.
Tú socorres a hombres y animales;
¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das a beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente viva
y tu luz nos hace ver la luz.
Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche fuera la mano del malvado.
Han fracasado los malhechores;
derribados, no se pueden levantar.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Ant 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR DEL MUNDO Y PROTECTOR DE SU PUEBLO Jdt
16, 2-3. 15-19
¡Alabad a mi Dios con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre!
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor, tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.
Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.
Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tu presencia se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Ant 3. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Salmo 46 - ENTRONIZACIÓN DEL DIOS DE ISRAEL
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
El nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
El nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abraham;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
LECTURA BREVE Tb 4, 16-17. 19-20
No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. Da de tu pan al hambriento y
da tus vestidos al desnudo. Busca el consejo de los prudentes. Bendice al Señor
en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que lleguen a
buen fin todas tus sendas y proyectos.
RESPONSORIO BREVE
V. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
V. Dame vida con tu palabra.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
V. Todos
quedaban maravillados.
R. De las palabras que salían de la boca de Dios.
PRIMERA LECTURA
Del libro de Ben Sirá 35, 1-21
SINCERIDAD EN EL CULTO A DIOS
Observar la ley es hacer una buena ofrenda, guardar los mandamientos es ofrecer
sacrificios de comunión; hacer favores es ofrendar flor de harina, dar limosna
equivale a ofrecer sacrificios de alabanza. Apartarse del mal es complacer al
Señor, apartarse de la injusticia es expiación. No te presentes a Dios con las
manos vacías: esto es lo que pide la ley. La ofrenda del justo enriquece el
altar, y su aroma llega hasta el Altísimo. El sacrificio del justo es aceptado,
su ofrenda memorial no se olvidará.
Honra al Señor con generosidad y no seas mezquino en tus ofrendas; al hacer tus
dones, pon buena cara, y paga de buena gana los diezmos. Da al Altísimo como él
te ha dado a ti, generosamente, según tus posibilidades, porque el Señor sabe
pagar y te dará siete veces más.
No lo sobornes, porque no lo acepta, no confíes en sacrificios injustos; porque
es un Dios justo que no puede ser parcial; no es parcial contra el pobre,
escucha las súplicas del oprimido; no desoye los gritos del huérfano o de la
viuda cuando repite su queja; mientras le corren las lágrimas por las mejillas
y el gemido se añade a las lágrimas, sus penas consiguen su favor y su grito
alcanza las nubes; los gritos del pobre atraviesan las nubes y hasta alcanzar a
Dios no descansan; no ceja hasta que Dios le atiende, y el juez justo le hace
justicia.
RESPONSORIO Cf. Sir 35, 14. 21. 15; cf. Lc 18, 14
R. Dios no acepta sacrificios injustos, pero los gritos del pobre
atraviesan las nubes. * Porque es un Dios justo que
no puede ser parcial.
V. El publicano bajó justificado a su casa, pero no el fariseo;
porque el que se humilla será ensalzado.
R. Porque es un Dios justo que no puede ser parcial.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san Bernardo, abad
(Sermón 5 sobre diversas materias, 1-4: Opera omnia, edición cisterciense, 6,1
[1970], 98-103)
ME PONDRÉ DE CENTINELA PARA ESCUCHAR LO QUE ME DICE EL SEÑOR
Leemos en el Evangelio que, predicando en cierta ocasión el Salvador y habiendo
afirmado que daría a comer su carne sacramental para que así sus discípulos
pudieran participar de su pasión, algunos exclamaron: ¡Duras son estas
palabras! Y se alejaron de él. A vista de ello, preguntó el Señor a sus
discípulos si también ellos querían dejarlo; ellos entonces respondieron:
Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna.
Pues bien, hermanos, es manifiesto que en nuestros días las palabras de Jesús
son también espíritu y vida para algunos y, por ello, éstos lo siguen; pero, en
cambio, a otros estas mismas palabras les parecen duras, por lo cual no faltan
quienes van a buscar en otra parte un consuelo miserable. La sabiduría no deja
de levantar su voz en las plazas, anunciando que el camino que conduce a la muerte
es ancho y espacioso, a fin de que cuantos andan por él vuelvan sobre sus
pasos.
Durante cuarenta años —dice— aquella generación me repugnó, y dije: «Es un
pueblo de corazón extraviado.» Y en otro salmo añade: Una sola vez habló Dios;
es cierto que Dios habló una sola vez, pues está hablando siempre, ya que su
locución es continua y eterna, y nunca se interrumpe.
Esta voz invita sin cesar a los pecadores, exhortándoles a meditar en su
corazón y reprendiendo los errores de este corazón, pues es la voz de aquel que
habita en el corazón del hombre y habla en su interior, realizando así lo que
ya dijo por boca del profeta: Hablad al corazón de Jerusalén.
Ya véis, hermanos, cuán saludablemente nos amonesta el profeta a fin de que si
hoy escuchamos su voz no endurezcamos el corazón. Las palabras que leemos en el
profeta son casi las mismas que hallamos también en el Evangelio. En efecto, en
el Evangelio dice el Señor: Mis ovejas oyen mi voz, y en el salmo afirma el
profeta: Nosotros, su pueblo (el del Señor, ciertamente), el rebaño que él
guía, ojalá escuchemos hoy su voz y no endurezcamos el corazón.
Escucha, finalmente, al profeta Habacuc; él no disimula la increpación del
Señor, sino que la medita asiduamente y por ello exclama: Me pondré de
centinela, me plantaré en la atalaya, velaré para escuchar lo que me dice, lo
que responde a mis quejas. Procuremos, hermanos, ponernos también nosotros de
centinela, porque la vida presente es tiempo de lucha.
Que nuestra vida tenga su centro en nuestro interior, donde Cristo habita, y
que nuestros actos sean reflexivos y nuestras obras según los dictados de la
razón; pero de tal forma que no confiemos excesivamente en nuestros actos ni
nos fiemos excesivamente de nuestras simples reflexiones.
RESPONSORIO Sal 17, 23; 18, 9; 1Jn 2, 5
R. Tuve presentes los mandamientos del Señor y no me aparté de sus
preceptos. * Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la
norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.
V. Quien guarda su palabra posee el perfecto amor de Dios.
R. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma
del Señor es límpida y da luz a los ojos.
Miércoles, 21 de octubre de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,39-48):
39 Entendedlo bien: si el dueño de
casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su
casa.
40 También vosotros estad preparados, porque
en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.»
41 Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola
para nosotros o para todos?»
42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el
administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su
servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente?
43 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al
llegar, encuentre haciéndolo así.
44 De verdad os digo que le pondrá al frente
de toda su hacienda.
45 Pero si aquel siervo se dice en su
corazón: "Mi señor tarda en venir", y se pone a golpear a los criados
y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse,
46 vendrá el señor de aquel siervo el día
que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte
entre los infieles.
47 «Aquel siervo que, conociendo la voluntad
de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá
muchos azotes;
48 el que no la conoce y hace cosas dignas
de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a
quien se confió mucho, se le pedirá más.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Realiza, Señor, con nosotros la misericordia y recuerda tu santa
alianza.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Realiza, Señor, con nosotros la misericordia y recuerda tu santa
alianza.
PRECES
Demos gracias a Cristo y alabémoslo porque ha querido
santificarnos y llamarnos hermanos suyos; digámosle, pues, confiados:
Santifica, Señor, a tus hermanos.
Concédenos, Señor, consagrar el principio de este día en honor de tu
resurrección
y haz que todos los trabajos que realicemos durante esta jornada te sean
agradables.
Haz que sepamos descubrirte a ti en todos nuestros hermanos,
sobre todo en los tristes, en los más pobres y en los que son menos útiles a
los ojos del mundo.
Tú que para aumentar nuestra alegría y afianzar nuestra salvación nos das el
nuevo día, signo de tu amor,
renuévanos hoy y siempre para gloria de tu nombre.
Haz que durante este día estemos en paz con todo el mundo
y que a nadie devolvamos mal por mal.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tal como Cristo nos enseñó, terminemos nuestra oración diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, salvador nuestro, danos tu ayuda para que siempre
deseemos las obras de la luz y realicemos la verdad: así, los que de ti hemos
nacido en el bautismo, seremos tus testigos ante los hombres. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
MIERCOLES SEMANA I
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: HORA DE LA TARDE.
Hora de la tarde,
fin de las labores.
Amo de las viñas,
paga los trabajos
de tus viñadores.
Al romper el día
nos apalabraste.
Cuidamos tu viña
del alba a la tarde.
Ahora que nos pagas,
nos lo das de balde,
que a jornal de gloria
no hay trabajo grande.
Das al de la tarde
lo que al mañanero.
Son tuyas las horas
y tuyo el viñedo.
A lo que sembramos
dale crecimiento.
Tú que eres la viña,
cuida los sarmientos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Salmo 26 I - CONFIANZA ANTE EL PELIGRO
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor
contemplando su templo.
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;
y así levantaré la cabeza
sobre el enemigo que me cerca;
en su tienda sacrificaré
sacrificios de aclamación:
cantaré y tocaré para el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Ant 2. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
Salmo 26 II
Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.»
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.
Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.
Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.
No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
Ant 3. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
LECTURA BREVE St 1, 22. 25
Llevad a la práctica la palabra y no os limitéis a escucharla, engañándoos a
vosotros mismos. El que se concentra en el estudio de la ley perfecta (la que
hace libre) y es constante no como oyente olvidadizo, sino para ponerla por
obra, éste encontrará la felicidad en practicarla.
RESPONSORIO BREVE
V. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
V. No arrebates mi alma con los pecadores.
R. Ten misericordia de mí.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
PRECES
Oremos, hermanos, a Dios Padre, que en su amor nos mira como
hijos, y digámosle:
Muéstranos, Señor, la abundancia de tu amor.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia: guárdala de todo mal
y haz que crezca en tu amor.
Que todos los pueblos, Señor, te reconozcan como al único Dios verdadero,
y a Jesucristo como al Salvador que tú has enviado.
A nuestros parientes y bienhechores concédeles tus bienes
y que tu bondad les dé la vida eterna.
Te pedimos, Señor, por los trabajadores que sufren: alivia sus dificultades
y haz que todos los hombres reconozcan su dignidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
En tu misericordia acoge a los que hoy han muerto
y dales posesión de tu reino.
Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos a nuestro
Padre común:
Padre nuestro...
ORACION
Escucha, Señor, nuestras súplicas y protégenos durante el día y
durante la noche: tú que eres siempre inmutable, da firmeza a los que vivimos
sujetos a la sucesión de los tiempos y de las horas. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MIÉRCOLES 21 DE OCTUBRE 2020
Lecturas de la 29º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Miércoles, 21 de octubre de 2020
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (3,2-12):
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que
se me ha dado en favor vuestro. Ya que se me dio a conocer por revelación el
misterio, del que os he escrito arriba brevemente. Leedlo y veréis cómo
comprendo yo el misterio de Cristo, que no había sido manifestado a los hombres
en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos
apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del
mismo cuerpo y participes de la promesa de Jesucristo, por el Evangelio, del
cual yo soy ministro por la gracia que Dios me dio con su fuerza y su poder. A
mí, el más insignificante de todos los santos, se me ha dado esta gracia:
anunciar a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, aclarar a todos la
realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios,
creador de todo. Así, mediante la Iglesia, los Principados y Potestades en los
cielos conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno,
realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado
acceso a Dios, por la fe en él.
Palabra de Dios
Salmo
Is 12,2-3.4bcd.5-6
R/. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes del Salvador
Él es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.
R/. Sacaréis aguas con gozo de
las fuentes del Salvador
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R/.
R/. Sacaréis aguas con gozo de
las fuentes del Salvador
Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el santo de Israel.» R/.
R/. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes del Salvador
Miércoles, 21 de octubre de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,39-48):
39 Entendedlo bien: si el dueño de
casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su
casa.
40 También vosotros estad preparados, porque
en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.»
41 Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola
para nosotros o para todos?»
42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el
administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su
servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente?
43 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al
llegar, encuentre haciéndolo así.
44 De verdad os digo que le pondrá al frente
de toda su hacienda.
45 Pero si aquel siervo se dice en su
corazón: "Mi señor tarda en venir", y se pone a golpear a los criados
y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse,
46 vendrá el señor de aquel siervo el día
que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte
entre los infieles.
47 «Aquel siervo que, conociendo la voluntad
de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá
muchos azotes;
48 el que no la conoce y hace cosas dignas
de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a
quien se confió mucho, se le pedirá más.
Palabra del Señor
(A quien se le dio mucho se le reclamará
mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más).
*Es muy curioso porque pensar que vendrá un ladrón
abrir un boquete, lo primero que me llega a la mente es la palabra noche, pero
el Señor en ningún momento ha mencionado la palabra noche, soy yo el que une la
palabra la ladrón con la palabra noche. Lo primero que hago es tomar medida de
precaución, teniendo perros en la casa, alarma, cámara de vigilancia, todo con
tal de tener una noche tranquila y mi sueño este seguro. Pero luego de todo
esto me pongo a pensar, el ladrón viene a robar y destruir; y esto me lleva
hacerme algunas preguntas como: ¿Qué soy en mi casa, el ladrón o el dueño? Para
mi vergüenza en algunas ocasiones por miedo he sido el ladrón por no hablar de
lo que es bueno, de lo que es lo correcto a mis hijos, no les hablo de la
fidelidad en el matrimonio, no les hablo de llegar virgen al matrimonio, no les
hablo de la sexualidad que es Santa. El Señor me va a reclamar porque: a quien se le
dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.