Musica Para el Alma

martes, 10 de diciembre de 2019

VÍSPERAS ORACIÓN AL FINAL DEL DIA

TIEMPO DE ADVIENTO
MIÉRCOLES DE LA SEMANA II
Del propio del Tiempo. Salterio II

11 de diciembre
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: ÉSTE ES EL TIEMPO EN QUE LLEGAS
Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan de repente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.

Salen cantando a tu encuentro
doncellas con ramos verdes
y lámparas que guardaron
copioso y claro el aceite.

¡Cómo golpean las necias
las puertas de tu banquete!
¡Y cómo lloran a oscuras
los ojos que no han de verte!

Mira que estamos alerta,
Esposo, por si vinieres,
y está el corazón velando
mientras los ojos se duermen.

Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre. Amén.
SALMODIA

Ant 1. 
Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de nuestro salvador.
Salmo 61 - DIOS, ÚNICA ESPERANZA DEL JUSTO.
Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.

¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre
todos juntos, para derribarlo
como a una pared que cede
o a una tapia ruinosa?

Sólo piensan en derribarme de mi altura,
y se complacen en la mentira:
con la boca bendicen,
con el corazón maldicen.

Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.

De Dios viene mi salvación y mi gloria,
él es mi roca firme,
Dios es mi refugio.

Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio.

Los hombres no son más que un soplo,
los nobles son apariencia:
todos juntos en la balanza subirían
más leves que un soplo.

No confiéis en la opresión,
no pongáis ilusiones en el robo;
y aunque crezcan vuestras riquezas,
no les deis el corazón.

Dios ha dicho una cosa,
y dos cosas que he escuchado:

«Que Dios tiene el poder
y el Señor tiene la gracia;
que tú pagas a cada uno
según sus obras.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de nuestro salvador.
Ant 2. Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos bendiga.
Salmo 66 - QUE TODOS LOS PUEBLOS ALABEN AL SEÑOR.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.

¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.

¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos bendiga.
Ant 3. Todo fue creado por él y para él.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Todo fue creado por él y para él.
LECTURA BREVE 1 Co 4, 5
No juzguéis antes de tiempo; dejad que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y pondrá al descubierto las intenciones del corazón. Entonces vendrá a cada uno su alabanza de parte de Dios.
RESPONSORIO BREVE

V. 
Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
V. Que brille tu rostro y nos salve.R. Señor Dios de los ejércitos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Sion, serás renovada y verás cómo amanece sobre ti el Justo que ha de venir.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sion, serás renovada y verás cómo amanece sobre ti el Justo que ha de venir.
PRECES
Roguemos, amados hermanos, a Jesucristo, que nos salvó de las tinieblas de nuestros pecados, y con humildad invoquémoslo, diciendo:

Ven, Señor Jesús.

Congrega, Señor, a todos los pueblos de la tierra
y establece con todos tu alianza eterna.

Cordero de Dios, que viniste para quitar el pecado del mundo,
purifícanos de nuestras faltas y pecados.

Tú que viniste a salvar lo que se había perdido,
ven de nuevo para que no perezcan los que salvaste.

Cuando vengas, danos parte en tu gozo eterno,
pues ya desde ahora hemos puesto nuestra fe en ti.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Tú que has de venir a juzgar a los vivos y a los muertos,
recibe, entre tus elegidos, a nuestros hermanos difuntos.

Digamos juntos con fe las palabras que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...

ORACION
Dios todopoderoso, que nos has mandado preparar el camino para la venida de Cristo, no permitas que desfallezcamos por nuestras debilidades los que esperamos la llegada consoladora del médico celestial. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.

EL ÁNGELUS


El Ángelus

V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…

V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su re­su­rrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.


EL SANTO ROSARIO
.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Resurrección del Señor (MATEO  28,1-10)
.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)
.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS  2,1-13)
4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )
.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)
.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)

.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
 2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
 3º El Nacimiento del niño Dios.  (Lc 2, 1-20)
 4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)
 5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)

.Oremos:  
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)

.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La oración del huerto. (LUCAS  22,39-46)
.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)
.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)
.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS  23,26-32)
.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)

Oremos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
.Misterios Luminosos (JUEVES)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º El Bautismo del Señor (MATEO  3, 13-17)  
.2º La Boda de Caná (JUAN  2,1-11)
.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS  1, 14-15)
.4º La Transfiguración (MATEO  17,1-5)
.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO  26, 26-28)
.
Oremos:  
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

La Coronilla de la Divina Misericordia

Se utiliza un rosario común de cinco decenas.
1 Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.

2 Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros
pecados y los del mundo entero."
.
3. En las cuentas pequeñas del Ave María:
"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres
veces
:
"Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."


*El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO*

GOTAS DE MISERICORDIA


MATEO 11,28-30 CICLO A. LO QUE ME DICE EL EVANGELIO


Miércoles, 11 de diciembre de 2019
Lo que me dice el Evangelio de. Ciclo A Mateo (11,28-30): (Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré)  *Siempre que leo esta palabra me llama a la atención la parte que dice: “Venid a mí los cansado y agobiado”. Yo siento dentro de mí como que el Señor abre de par en par todas las puertas de su corazón, un corazón lleno de amor y de misericordia. Y sé que estás palabras sólo pueden tener sentido dentro de mí, si me siento cansado y agobiado, ese es el boleto de entrada, para poderme acercar al corazón del Señor. La buena noticia para mi es que el Señor que me conoce y sabe de todas las intranquilidades que hay dentro de mí, que vivo muchas veces en el esfuerzo humano, y esto me produce desaliento, desanimo, cada vez que veo todo mi esfuerzo tirado por tierra. Pero el Señor me abre hoy las puertas de su corazón para que yo aprenda a descansar en el en su amor y en su misericordia*. 

*El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO*

EVANGELIO DE MATEO


Miércoles, 11 de diciembre de 2019
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):

EN aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor

LAS LAUDES DEL MIÉRCOLES 11 ORACIÓN PARA INICIAR EL DÍA


Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén

TIEMPO DE ADVIENTO
MIÉRCOLES DE LA SEMANA II
Del propio del Tiempo. Salterio II

11 de diciembre

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)


V. 
Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

INVITATORIO

Ant. 
Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Himno: VEN, SEÑOR, NO TARDES

Ven, Señor, no tardes,
Ven, que te esperamos;
Ven, Señor, no tardes,
ven pronto, Señor.

El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor,
los hombres no son hermanos
porque han matado al Amor.

Envuelto en noche sombría,
gime el mundo de pavor;
va en busca de una esperanza,
buscando tu fe, Señor.

Al mundo le falta vida
y le falta corazón;
le falta cielo en la tierra,
si no lo riega tu amor.

Rompa el cielo su silencio,
baje el rocío a la flor,
ven, Señor, no tardes tanto,
ven, Señor. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Dios mío, tus caminos son santos: ¿qué dios es grande como nuestro Dios?

Salmo 76 - RECUERDO DEL PASADO GLORIOSO DE ISRAEL.

Alzo mi voz a Dios gritando,
Alzo mi voz a Dios para que me oiga.

En mi angustia te busco, Señor mío;
de noche extiendo las manos sin descanso,
y mi alma rehúsa el consuelo.
Cuando me acuerdo de Dios, gimo,
y meditando me siento desfallecer.

Sujetas los párpados de mis ojos,
y la agitación no me deja hablar.
Repaso los días antiguos,
recuerdo los años remotos;
de noche lo pienso en mis adentros,
y meditándolo me pregunto:

¿Es que el Señor nos rechaza para siempre
y ya no volverá a favorecernos?
¿Se ha agotado ya su misericordia,
se ha terminado para siempre su promesa?
¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad,
o la cólera cierra sus entrañas?

Y me digo: ¡Qué pena la mía!
¡Se ha cambiado la diestra del Altísimo!
Recuerdo las proezas del Señor;
sí, recuerdo tus antiguos portentos,
medito todas tus obras
y considero tus hazañas.

Dios mío, tus caminos son santos:
¿qué dios es grande como nuestro Dios?

Tú, ¡oh Dios!, haciendo maravillas,
mostraste tu poder a los pueblos;
con tu brazo rescataste a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José.

Te vio el mar, ¡oh Dios!,
te vio el mar y tembló,
las olas se estremecieron.

Las nubes descargaban sus aguas,
retumbaban los nubarrones,
tus saetas zigzagueaban.

Rodaba el fragor de tu trueno,
los relámpagos deslumbraban el orbe,
la tierra retembló estremecida.

Tú te abriste camino por las aguas,
un vado por las aguas caudalosas,
y no quedaba rastro de tus huellas:

mientras guiabas a tu pueblo, como a un rebaño,
por la mano de Moisés y de Aarón.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dios mío, tus caminos son santos: ¿qué dios es grande como nuestro Dios?

Ant 2. Mi corazón se regocija por el Señor, que humilla y enaltece.

Cántico: ALEGRIA DE LOS HUMILDES EN DIOS 1S 2,1-10

Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.
No hay santo como el Señor,
no hay roca como nuestro Dios.

No multipliquéis discursos altivos,
no echéis por la boca arrogancias,
porque el Señor es un Dios que sabe;
él es quien pesa las acciones.

Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos no tienen ya que trabajar;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos se marchita.

El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.

Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria;
pues del Señor son los pilares de la tierra,
y sobre ellos afianzó el orbe.

Él guarda los pasos de sus amigos,
mientras los malvados perecen en las tinieblas,
porque el hombre no triunfa por su fuerza.

El Señor desbarata a sus contrarios,
el Altísimo truena desde el cielo,
el Señor juzga hasta el confín de la tierra.
él da fuerza a su Rey,
exalta el poder de su Ungido.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Mi corazón se regocija por el Señor, que humilla y enaltece.

Ant 3. El Señor reina, la tierra goza.

Salmo 96 - EL SEÑOR ES UN REY MAYOR QUE TODOS LOS DIOSES.

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono.

Delante de él avanza fuego
abrasando en torno a los enemigos;
sus relámpagos deslumbran el orbe,
y, viéndolos, la tierra se estremece.

Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.

Los que adoran estatuas se sonrojan,
los que ponen su orgullo en los ídolos;
ante él se postran todos los dioses.

Lo oye Sión, y se alegra,
se regocijan las ciudades de Judá
por tus sentencias, Señor;

porque tú eres, Señor,
altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses.

El Señor ama al que aborrece el mal,
protege la vida de sus fieles
y los libra de los malvados.

Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor reina, la tierra goza.

LECTURA BREVE Is 7, 14b-15

Mirad: la Virgen ha concebido y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel: «Dios-con-nosotros». Éste comerá requesón y miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.

V. Su gloria aparecerá sobre ti.
R. Amanecerá el Señor.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.

PRIMERA LECTURA

Del libro del profeta Isaías 25, 6--26, 6

EL FESTÍN DE DIOS. CÁNTICO DE LOS REDIMIDOS

El Señor de los ejércitos prepara para todos los pueblos en este monte un festín de manjares suculentos, un festín de vinos generosos; manjares excelentes, vinos depurados. Y arrancará en este monte el velo de luto que cubre a todos los pueblos, el paño que cubre a todas las naciones, y aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país -lo ha dicho el Señor-.

Aquel día, se dirá:

«Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara: Alegrémonos y gocemos con su salvación.

La mano del Señor se posará sobre este monte y Moab será pisoteado en su suelo como se pisa la paja en el muladar. Allí dentro extenderá las manos como las extiende el nadador para nadar, pero el Señor humillará su orgullo y los esfuerzos de sus manos. Derrocará los altos baluartes de sus murallas y los abatirá, los arrojará por tierra, hasta el polvo.»

Aquel día, se cantará este canto en el país de Judá.

«Tenemos una ciudad fuerte, él ha puesto para salvarla murallas y baluartes: Abrid las puertas para que entre un pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti. Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua: doblegó a los habitantes de la altura y a la ciudad elevada; la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó al polvo y la aplastan los pies, los pies del humilde, las pisadas de los pobres.»

RESPONSORIO Ap 21, 3; Is 25, 8

R. Escuché una voz potente que decía desde el trono: «Ésta es la morada de Dios con los hombres, y acampará entre ellos. * Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos.»
V. El Señor Dios aniquilará la muerte para siempre y enjugará las lágrimas de todos los rostros.
R. Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos.

SEGUNDA LECTURA

De los Comentarios de san Agustín, obispo, sobre los salmos
(Salmo 109, 1-3: CCL 40, 1601-1603)

DIOS NOS OTORGA SUS PROMESAS POR MEDIO DE SU HIJO

Dios estableció el tiempo de sus promesas y la época de su cumplimiento.

El período de las promesas abarcó desde el tiempo de los profetas hasta Juan Bautista; desde éste hasta el fin es el tiempo de su cumplimiento.

Fiel es Dios, que se constituyó en nuestro deudor; no porque haya recibido algo de nosotros, sino porque nos prometió tan grandes bienes. La promesa le pareció poco; por eso quiso obligarse por escrito, firmando, por decirlo así, un documento que atestiguara sus promesas, para que, cuando comenzara a cumplir las cosas que prometió, viésemos en ese escrito en qué orden se cumplirían. El tiempo de las profecías era -como muchas veces lo he afirmado- el del anuncio de las promesas.

Prometió la salvación eterna, la vida bienaventurada y sin fin en compañía de los ángeles, la herencia imperecedera, la gloria eterna, la dulzura de la contemplación de su rostro, su templo santo en los cielos y, como consecuencia de la resurrección, la ausencia total del miedo a la muerte. Ésta es, en cierto modo, su promesa final, hacia la que tienden todos nuestros cuidados, porque una vez que la hayamos alcanzado ya no buscaremos ni exigiremos ninguna otra cosa. También manifestó en qué orden se cumplirían sus promesas y profecías hasta alcanzar ese último fin.

Prometió la divinidad a los hombres, la inmortalidad a los mortales, la justificación a los pecadores, la glorificación a creaturas despreciables.

Sin embargo, hermanos, como a los hombres les parecía increíble la promesa de Dios de sacarlos de su condición mortal -de corrupción, bajeza, debilidad, polvo y ceniza- para asemejarlos a los ángeles, no sólo firmó una alianza con los hombres para incitarlos a creer, sino que también estableció un mediador como garante de su fidelidad; y no estableció como mediador a cualquier príncipe o a un ángel o arcángel, sino a su Hijo único. Y por él nos mostró el camino que nos conduciría hacia el fin prometido.

Pero no bastó a Dios indicarnos el camino por medio de su Hijo: quiso que él mismo fuera el camino, para que, bajo su dirección, tú caminaras por él.

Por tanto, el Hijo único de Dios tenía que venir a los hombres, tenía que hacerse hombre y, en su condición de hombre, tenía qué morir, resucitar, subir al cielo, sentarse a la derecha del Padre y cumplir todas sus promesas en favor de las naciones. Y, después del cumplimiento de estas promesas, cumplirá también la promesa de venir otra vez para pedir cuentas de sus dones, para separar a los que se hicieron merecedores de su ira de quienes se hicieron merecedores de su misericordia, para castigar a los impíos, conforme lo había amenazado, y para recompensar a los justos, según lo había prometido.

Todo esto debió ser profetizado y preanunciado para que no atemorizara a nadie si acontecía de repente, sino que, siendo objeto de nuestra fe, lo fuese también de una ardiente esperanza.

RESPONSORIO Mi 7, 19; Hch 10, 43

R. Nuestro Dios volverá a compadecerse, * extinguirá nuestras culpas y arrojará al fondo del mar todos nuestros delitos.
V. Todos los profetas aseguran qué cuantos tengan fe en él recibirán por su nombre el perdón de sus pecados.
R. Extinguirá nuestras culpas y arrojará al fondo del mar todos nuestros delitos.

Miércoles, 11 de diciembre de 2019
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):

EN aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor


CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Se sentará en el trono de David para siempre y su reino no tendrá fin. Aleluya

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Se sentará en el trono de David para siempre y su reino no tendrá fin. Aleluya

PRECES

Oremos, hermanos, a nuestro Señor Jesucristo, que en su misericordia nos visita,
y digámosle con insistencia:

Ven, Señor Jesús.

Tú que viniste del seno del Padre para revestirte de nuestra carne mortal,
libra de toda corrupción a nuestra naturaleza caída.

Tú que cuando vengas al final de los tiempos aparecerás glorioso ante tus elegidos,
al venir ahora muéstrate clemente y compasivo con los pecadores.

Nuestra gloria, oh Cristo, es alabarte;
visítanos, pues, con tu salvación.

Tú Que por la fe nos has llevado a la luz,
haz que te agrademos también con nuestras obras.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Pidamos que el reino de Dios llegue a todos los hombres:

Padre nuestro...

ORACION

Dios todopoderoso, que nos has mandado preparar el camino para la venida de Cristo, no permitas que desfallezcamos por nuestras debilidades los que esperamos la llegada consoladora del médico celestial. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Carmelita Descalza
María de las Maravillas de Jesús Pidal y Chico de Guzmán nació en Madrid el 4 de noviembre de 1891. Desde su infancia deseó consagrarse a Dios y dedicó su juventud a ayudar a los necesitados. Atraída por la espiritualidad de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz, y movida por su amor a la Virgen María, ingresó en el Carmelo de El Escorial el 12 de octubre de 1919.
En 1924 fundó un monasterio de Carmelitas Descalzas en El Cerro de los Ángeles, centro geográfico de la península, junto al monumento del Corazón de Jesús, como lugar de oración y de inmolación por la Iglesia y por España.
Durante la persecución religiosa la Madre Maravillas brilló por su espíritu de reparación, fortaleza, serenidad y confianza en el Señor. Bajo el signo de la fidelidad a Santa Teresa fundó otros diez Carmelos recuperando lugares de tradición teresiano-sanjuanista. Priora durante largos años, enseñó a sus hermanas con el testimonio de sus virtudes y se distinguió por su vida mística, ardor apostólico y por la bondad unida a la firmeza ante quienes la tenían por verdadera madre. Murió en el Carmelo de La Aldehuela, el 11 de diciembre de 1974, expresando “¡Qué felicidad morir Carmelita!”.
Fue beatificada por vuestra Santidad el 10 de mayo de 1998.
Fue canonizada por el Papa Juan Pablo II, el domingo 4 de mayo de 2003 (tercer domingo de Pascua), durante la V visita de Su Santidad a España. La misa de canonización se realizó en la Plaza Madrid de Colón.

San Dámaso I, Papa
11 de Diciembre
Este Pontífice se hizo famoso por haber redactado y hecho grabar los epitafios o lápidas en los sepulcros de muchos famosos mártires de las catacumbas de Roma.
De familia española, el santo fue secretario de los Pontífices, San Liberio y San Félix, y al ser elegido Papa, en el año 366, hizo honor a su nombre, que significa "domador", porque tuvo que sofocar una sangrienta rebelión que se levantó en Roma contra él.
Tuvo como Secretario al gran San Jerónimo, a quien le encargó que tradujera la S. Biblia al idioma popular, conocida con el nombre de "La Vulgata", y que fue empleada por la Iglesia Católica durante cerca de 15 siglos.
La tradición señala que el Papa San Dámaso fue el que introdujo en las oraciones de los católicos el "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén". Durante todo su pontificado se preocupó por conseguir que los obispos de todas las naciones reconocieran al Sumo Pontífice de Roma como el obispo más importante del mundo.
Murió el 11 de diciembre del año 384 a la edad de 80 años. Fue sepultado en la tumba que él mismo se había preparado humildemente, alejado de las tumbas de los santos famosos de Roma. Después construyeron sobre su sepulcro la basílica llamada San Dámaso.

LAS LECTURAS DEL MIÉRCOLES 11 DE DICIEMBRE


Lecturas del tiempo de Adviento - Ciclo A
Miércoles, 11 de diciembre de 2019
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (40,25-31):

« ¿CON quién podréis compararme,
quién es semejante a mí?», dice el Santo.
Alzad los ojos a lo alto y mirad:
¿quién creó esto?
Es él, que despliega su ejército al completo
y a cada uno convoca por su nombre.
Ante su grandioso poder, y su robusta fuerza,
ninguno falta a su llamada.
¿Por qué andas diciendo, Jacob,
y por qué murmuras, Israel:
«Al Señor no le importa mi destino,
mi Dios pasa por alto mis derechos»?
¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído?
El Señor es un Dios eterno
que ha creado los confines de la tierra.
No se cansa, no se fatiga,
es insondable su inteligencia.
Fortalece a quien está cansado,
acrecienta el vigor del exhausto.
Se cansan los muchachos, se fatigan,
los jóvenes tropiezan y vacilan;
pero los que esperan en el Señor
renuevan sus fuerzas,
echan alas como las águilas,
corren y no se fatigan,
caminan y no se cansan.

Palabra de Dios

Miércoles, 11 de diciembre de 2019
Salmo
Sal 102,1-2.3-4.8.10

R/.
 Bendice, alma mía, al Señor

V/. Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.

R/. Bendice, alma mía, al Señor

V/. Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura. R/.

R/. Bendice, alma mía, al Señor

V/. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R/.

R/. Bendice, alma mía, al Señor

Miércoles, 11 de diciembre de 2019
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):

EN aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:
«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor