Musica Para el Alma
lunes, 20 de junio de 2022
MATEO 7,6.12-14 CICLO C
*Lecturas del Martes de la 12ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 21 de junio de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (7,6.12-14)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No deis lo santo a los perros,
ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán
para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto
consiste la Ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la
puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por
ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida!
Y pocos dan con ellos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros
corazones antes que mis palabras*
*(Entrad
por la puerta estrecha)*
*Para entrar por esa puerta debo ser libre. El Señor
me invita a que sea consciente, que sea sincero, con todo lo que él me ha dado,
estoy invitado a descubrir todo lo que el Señor, me está regalando a través de
su palabra, y todo lo que él me da no es para mí, es para compartirlo; porque
solo no puedo aprender a amar, con tanta limitaciones, dificultades y problemas
como tengo, pero al mismo tiempo soy amado por el Señor. Cuando pueda poner en práctica
lo importante de tratar a los demás como quiero que me traten. Hay dones que el
Señor me ha regalado para entregar a los demás*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MARTES 21
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
MARTES SEMANA IV
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.
Himno: ESTÁTE, SEÑOR, CONMIGO.
Estáte, Señor, conmigo
siempre, sin jamás partirte,
y cuando decidas irte,
llévame, Señor, contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.
Llévame, en tu compañía
donde tu vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tú vida no me das
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.
Por eso, más que a la muerte
temo, Señor, tu partida,
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;
pues la inmortal que tú das,
sé que alcanzarla no puedo,
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mí te vas. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Salmo 100 - PROPÓSITO DE UN PRÍNCIPE JUSTO
Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿Cuándo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal,
no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido,
no aprobaré al malvado.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes
no los soportaré.
Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.
No habitará en mi casa
quien comete fraudes;
el que dice mentiras
no durará en mi presencia.
Cada mañana haré callar
a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Ant 2. No nos desampares, Señor, para siempre.
Cántico: ORACIÓN DE AZARÍAS EN EL HORNO Dn 3, 26-27. 29. 34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y glorioso es tu nombre.
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros
y todas tus obras son verdad,
y rectos tus caminos,
y justos todos tus juicios.
Hemos pecado y cometido iniquidad
apartándonos de ti, y en todo hemos delinquido.
Por el honor de tu nombre,
no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abraham, tu amigo,
por Isaac, tu siervo,
por Israel, tu consagrado,
a quienes prometiste
multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito,
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados;
que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón,
te respetamos y buscamos tu rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No nos desampares, Señor, para siempre.
Ant 3. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
Salmo 143, 1-10 - ORACIÓN POR LA VICTORIA Y POR LA PAZ
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea;
mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y desciende,
toca los montes, y echarán humo,
fulmina el rayo y dispérsalos,
dispara tus saetas y desbarátalos.
Extiende la mano desde arriba:
defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,
de la mano de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades,
cuya diestra jura en falso.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
LECTURA BREVE Is 55, 1
Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid,
comprad trigo, comed sin pagar: vino y leche de balde.
RESPONSORIO BREVE
V. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
V. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
R. Espero en tu palabra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
Primera
Lectura
Del libro
de Esdras 6, 1-5. 14-22
RECONSTRUCCIÓN
DEL TEMPLO Y CELEBRACIÓN DE LA PASCUA
En
aquellos días, el rey Darío ordenó investigar en la tesorería de Babilonia, que
servía también de archivo, y resultó que en Ecbatana, la fortaleza de la
provincia de Media, había un rollo redactado en los siguientes términos:
«Memorándum. El año primero de su reinado, el rey Ciro decretó, a propósito del
templo de Jerusalén: "Constrúyase un templo donde ofrecer sacrificios, y
echen sus cimientos. Su altura será de sesenta codos, y su ancho de otros
sesenta.
Tendrá
tres hileras de piedras sillares y una hilera de madera nueva. Los gastos
correrán a cargo de la corona. Además, los objetos de oro y plata de la casa de
Dios, que Nabucodonosor trasladó del templo de Jerusalén al de Babilonia, serán
devueltos al templo de Jerusalén, para que ocupen su puesto en la casa de
Dios."» El senado de Judá adelantó mucho la construcción, cumpliendo las
instrucciones de los profetas Ageo y Zacarías, hijo de Idó, hasta que, por fin,
la terminaron, conforme a lo
mandado por el Dios de Israel y por Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia.
El
templo se terminó el día tres del mes de Adar, el año sexto del reinado de
Darío. Los israelitas -sacerdotes, levitas y resto de los deportados-celebraron
con júbilo la dedicación del templo, ofreciendo, con este motivo, cien toros,
doscientos carneros, cuatrocientos corderos y doce machos cabríos -uno por
tribu-, como sacrificio expiatorio por todo Israel.
El
culto del templo de Jerusalén se lo encomendaron a los sacerdotes, por grupos,
y a los levitas, por clases, como manda la ley de Moisés. Los deportados
celebraron la Pascua el día catorce del primer mes; como los levitas se habían
purificado, junto con los sacerdotes, estaban puros, e inmolaron la víctima
pascual para todos los deportados, para los sacerdotes sus hermanos y para
ellos mismos.
La
comieron los israelitas que habían vuelto del destierro y todos los que,
renunciando a la impureza de los colonos extranjeros, se unieron a ellos para
servir al Señor, Dios de Israel. Celebraron con gozo la fiesta de los Ázimos
durante siete días; festejaban al Señor porque, cambiando la actitud del rey de
Asiria, les dio fuerzas para trabajar en el templo del Dios de Israel.
Responsorio
Ag 2, -5. 10. cf. 8
R. ¡Ánimo, pueblo entero! -oráculo del Señor-; a
la obra: que yo estoy con vosotros. * La gloria de este segundo templo será mayor
que la del primero y en este sitio daré la paz.
V. Vendrá
el Deseado de todo el mundo y llenaré de gloria este templo.
R. La
gloria de este segundo templo será mayor que la del primero y en este sitio daré
la
paz.
Segunda
Lectura
Del
tratado de san Gregorio de Nisa, obispo, sobre el perfecto modelo del cristiano
(PG 46, 283-286)
MANIFESTEMOS
A CRISTO EN TODA NUESTRA VIDA
Hay
tres cosas que manifiestan y distinguen la vida del cristiano: la acción, la
manera de hablar y el pensamiento. De ellas, ocupa el primer lugar el
pensamiento; viene en segundo lugar la manera de hablar, que descubre y expresa
con palabras el interior de nuestro pensamiento; en este orden de cosas, al
pensamiento y a la manera de hablar sigue la acción, con la cual se pone por
obra lo que antes se ha pensado.
Siempre,
pues, que nos sintamos impulsados a obrar, a pensar o a hablar, debemos
procurar que todas nuestras palabras, obras y pensamientos tiendan a
conformarse con la norma divina del
conocimiento de Cristo, de manera que no pensemos, digamos ni hagamos cosa
alguna que se aparte de esta regla suprema. Todo aquel que tiene el honor de
llevar el nombre de Cristo debe necesariamente examinar con diligencia sus
pensamientos, palabras y obras, y ver si tienden hacia Cristo o se apartan de
él. Este discernimiento puede hacerse de muchas maneras. Por ejemplo, toda
obra, pensamiento o palabra que vayan mezclados con alguna perturbación no
están, de ningún modo, de acuerdo con Cristo, sino que llevan la impronta del
adversario, el cual se esfuerza en mezclar con las perlas el cieno de la
perturbación, con el fin de afear y destruir el brillo de la piedra preciosa.
Por el
contrario, todo aquello que está limpio y libre de toda turbia afección tiene
por objeto al autor y príncipe de la tranquilidad, que es Cristo; él es la
fuente pura e incorrupta, de manera que el que bebe y recibe de él sus impulsos
y afectos internos ofrece una semejanza con su principio y origen, como la que
tiene el agua nítida del ánfora con la fuente de la que procede. En efecto, es
la misma y única nitidez la que hay en Cristo y en nuestras almas. Pero con la
diferencia de que Cristo es la fuente de donde nace esta nitidez, y nosotros la
tenemos derivada de esta fuente.
Es
Cristo quien nos comunica el adorable conocimiento de sí mismo, para que el
hombre, tanto en lo interno como en lo externo, se ajuste y adapte, por la
moderación y rectitud de su vida, a este conocimiento que proviene del Señor,
dejándose guiar y mover por él. En esto consiste (a mi parecer) la perfección
de la vida cristiana: en que, hechos partícipes del nombre de Cristo por
nuestro apelativo de cristianos, pongamos de manifiesto, con nuestros
sentimientos, con la oración y con nuestro género de vida, la virtualidad de
este nombre.
Responsorio
Col 3, 17; Rm 14, 7
R. Todo lo que de palabra o de obra
realicéis, * sea
todo en nombre de Jesús.
V. Ninguno
de nosotros vive para sí y ninguno muere para sí.
R. Sea
todo en nombre de Jesús.
*Lecturas del Martes de la 12ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 21 de junio de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (7,6.12-14)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No deis lo santo a los perros,
ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán
para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto
consiste la Ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la
puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por
ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida!
Y pocos dan con ellos.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
PRECES
Dios nos otorga el gozo de poder alabarlo en este comienzo del
día, reavivando con ello nuestra esperanza. Invoquémosle, pues, diciendo:
Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.
Dios y Padre de nuestro Salvador Jesucristo,
te damos gracias porque, por mediación de tu Hijo, nos has dado el conocimiento
y la inmortalidad.
Danos, Señor, un corazón humilde
para que vivamos sujetos unos a otros en el temor de Cristo.
Infunde tu Espíritu en nosotros, tus siervos,
para que nuestro amor fraterno sea sin fingimiento.
Tú que has dispuesto que el hombre dominara el mundo con su esfuerzo,
haz que nuestro trabajo te glorifique y santifique a nuestros hermanos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Ya que Dios nos muestra siempre su amor de Padre, velando amorosamente por
nosotros, nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Aumenta, Señor, nuestra fe, para que esta alabanza que brota de
nuestro corazón vaya siempre acompañada de frutos de vida eterna. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: TÚ QUE ERES CRISTO, EL ESPLENDOR Y EL DÍA.
Tú que eres, Cristo, el esplendor y el día,
y de la noche ahuyentas las tinieblas,
Luz de Luz que a tus fieles
cual luz te manifiestas,
te pedimos, Señor, humildemente
esta noche que estés de centinela,
en ti hallemos reposo
y la paz nos concedas.
Si se entregan al sueño nuestros ojos,
en ti vigile el corazón alerta,
y rogamos tus hijos,
Señor, que nos protejas.
Defensor nuestro, míranos, rechaza
al enemigo cruel que nos acecha
y, a quienes redimiste
con tu sangre, gobierna.
A ti, Cristo, Señor del universo,
y a ti, Padre, alabanza dondequiera,
y al Amor, por los siglos
loores. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Salmo 136, 1-6 - JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA.
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Ant 2. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Salmo 137 - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE UN REY
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre;
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Ant 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
LECTURA BREVE Col 3, 16
Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos
unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad a Dios, dadle
gracias de todo corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
RESPONSORIO BREVE
V. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
V. De alegría perpetua a tu derecha.
R. En tu presencia, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y
tu nombre es santo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y
tu nombre es santo.
PRECES
Invoquemos a Cristo, que da fuerza y poder a su pueblo, diciendo:
Señor, escúchanos.
Cristo, fortaleza nuestra, concede a todos tus fieles, a quienes has llamado a
la luz de tu verdad,
que tengan siempre fidelidad y constancia.
Haz, Señor, que los que gobiernan el mundo lo hagan conforme a tu querer,
y que sus decisiones vayan encaminadas a la consecución de la paz.
Tú que con cinco panes saciaste a la multitud,
enséñanos a socorrer con nuestros bienes a los hambrientos.
Que los que tienen en su mano los destinos de los pueblos no cuiden sólo del
bienestar de su nación,
sino que piensen también en los otros pueblos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Cuando vengas en tu día a ser glorificado en los santos,
da a nuestros hermanos difuntos la resurrección y la vida feliz.
Todos juntos, en familia, repitamos las palabras que nos enseñó Jesús, y oremos
al Padre diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Puestos en oración ante ti, Señor, imploramos tu clemencia y te
pedimos que nuestras palabras concuerden siempre con los sentimientos de
nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 21 DE JUNIO 2022
*Lecturas del Martes de la 12ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 21 de junio de 2022
Primera
lectura
Lectura del
segundo libro de los Reyes (19,9b-11.14-21.31-35a.36):
En aquellos días, Senaquerib, rey de Asiria, envió mensajeros a Ezequías, para
decirle: «Decid a Ezequias, rey de Judá: "Que no te engañe tu Dios en
quien confías, pensando que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria. Tú
mismo has oído hablar cómo han tratado los reyes de Asiria a todos los países,
exterminándolos, ¿y tú te vas a librar?"»
Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó; después subió al
templo, la desplegó ante el Señor y oró: «Señor, Dios de Israel, sentado sobre
querubines; tú solo eres el Dios de todos los reinos del mundo. Tú hiciste el
cielo y la tierra. Inclina tu oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y
mira. Escucha el mensaje que ha enviado Senaquerib para ultrajar al Dios vivo.
Es verdad, Señor: los reyes de Asiria han asolado todos los países y su
territorio, han quemado todos sus dioses, porque no son dioses, sino hechura de
manos humanas, leño y piedra, y los han destruido. Ahora, Señor, Dios nuestro,
sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos del mundo que tú solo,
Señor, eres Dios.»
Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: «Así dice el Señor, Dios de
Israel: "He oído lo que me pides acerca de Senaquerib, rey de Asiria. Ésta
es la palabra que el Señor pronuncia contra él: Te desprecia y se burla de ti
la doncella, la ciudad de Sión; menea la cabeza a tu espalda la ciudad de
Jerusalén. Pues de Jerusalén saldrá un resto, del monte Sión los
supervivientes. ¡El celo del Señor lo cumplirá! Por eso, así dice el Señor
acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, no disparará contra ella
su flecha, no se acercará con escudo ni levantará contra ella un talud; por el
camino por donde vino se volverá, pero no entrará en esta ciudad –oráculo del
Señor–. Yo escucharé a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David,
mi siervo.»
Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a
ciento ochenta y cinco mil hombres. Senaquerib, rey de Asiria, levantó el
campamento, se volvió a Nínive y se quedó allí.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
47,2-3a.3b-4.10-11
R/. Dios ha fundado su
ciudad para siempre
Grande es el Señor y muy digno de alabanza
en la ciudad de nuestro Dios.
Su monte santo, altura hermosa,
alegría de toda la tierra. R/.
El monte Sión, vértice del cielo,
ciudad del gran rey.
Entre sus palacios, Dios
descuella como un alcázar. R/.
Oh Dios, meditamos tu misericordia
en medio de tu templo:
como tu renombre, oh Dios,
tu alabanza llega al confín de la tierra;
tu diestra está llena de justicia. R/.
*Lecturas del Martes de la 12ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 21 de junio de 2022
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (7,6.12-14)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No deis lo santo a los perros,
ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán
para destrozaros. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto
consiste la Ley y los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la
puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por
ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida!
Y pocos dan con ellos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros
corazones antes que mis palabras*
*(Entrad
por la puerta estrecha)*
*Para entrar por esa puerta debo ser libre. El Señor
me invita a que sea consciente, que sea sincero, con todo lo que él me ha dado,
estoy invitado a descubrir todo lo que el Señor, me está regalando a través de
su palabra, y todo lo que él me da no es para mí, es para compartirlo; porque
solo no puedo aprender a amar, con tanta limitaciones, dificultades y problemas
como tengo, pero al mismo tiempo soy amado por el Señor. Cuando pueda poner en práctica
lo importante de tratar a los demás como quiero que me traten. Hay dones que el
Señor me ha regalado para entregar a los demás*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.