Musica Para el Alma
lunes, 9 de noviembre de 2020
EVANGELIO DE LUCAS 17,7-10 CICLO A
Martes, 10 de noviembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (17,7-10):
7 «¿Quién de vosotros
tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice:
"Pasa al momento y ponte a la mesa?"
8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo
para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después
comerás y beberás tú?"
9 ¿Acaso tiene que agradecer al siervo
porque hizo lo que le fue mandado?
10 De igual modo vosotros, cuando hayáis
hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo
que debíamos hacer.»
Palabra del Señor
(«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer).
*(La esposa llega de trabajar y el esposo le dice prepárame algo de comer
y luego te bañas y comerás tú) (humana mente: lo primero que saldría es, el
pleito tú y yo tenemos los mismos derechos). Pero sí de esa esposa brota un
amor que rompe todo tipo de barrera, de sentimiento, de obstáculo, un amor que
no esperar ningún tipo de recompensa, ningún tipo de pago, ella puede decir por
amor al Señor serviré mi esposo y he hecho lo que tenía que hacer. Un amor así,
es como el amor a la cruz, un escándalo para el mundo. La buena noticia para mi
es que el Señor me quiere enseñar que ver su amor y entenderlo en el sentido
humano es imposible. Porque el amor: es comprensivo, es servicial y
no tiene envidia, no presume, ni se engríe, no es mal educada,
ni egoísta, no se irrita, no lleva cuentas del mal,
disculpa sin límites*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
ORACIÓN AL MEDIODÍA EL ÁNGELUS
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL MARTES 10. SAN LEÓN MAGNO, PAPA Y DOCTOR DE LA IGLESIA (MEMORIA)
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
TIEMPO
ORDINARIO
MARTES DE LA SEMANA
XXXII
Del Común de pastores para un santo papa y del Común de doctores de la Iglesia.
Salterio IV
10 de noviembre
SAN LEÓN MAGNO, papa y doctor de la
Iglesia. (MEMORIA)
Nació en la región de Toscana, y el año 440 fue elevado a la cátedra de Pedro,
ejerciendo su cargo como un verdadero pastor y padre de las almas. Trabajó
intensamente por la integridad de la fe, defendió con ardor la unidad de la
Iglesia, hizo lo posible por evitar o mitigar las incursiones de los bárbaros,
obras que le valieron con toda justicia el apelativo de Magno. Murió el año
461.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos al Señor, fuente de la sabiduría.
Himno: PARA VOSOTROS, EL MISTERIO DEL PADRE.
Para vosotros, el misterio del Padre;
con vosotros, la luz del Verbo;
en vosotros, la llama del Amor
que es fuego.
¡Hontanares de Dios!,
¡hombres del Evangelio!,
¡humildes inteligencias luminosas!,
¡grandes hombres de barro tierno!
El mundo tiene hambre de infinito
y sed de cielo;
las criaturas nos atan a lo efímero
y nos vamos perdiendo en el tiempo.
Para nosotros,
el misterio que aprendisteis del Padre;
con nosotros, la luz que os dio el Verbo;
en nosotros, el Amor ingénito.
¡Hombres de Cristo, maestros de la Iglesia!
dadnos una vida y un anhelo,
la angustia por la verdad,
por el error el miedo.
Dadnos una vida de rodillas
ante el misterio,
una visión de este mundo de muerte
y una esperanza de cielo.
Padre, te pedimos para la Iglesia
la ciencia de estos maestros. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Salmo 100 - PROPÓSITO DE UN PRÍNCIPE JUSTO
Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿Cuándo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal,
no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido,
no aprobaré al malvado.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes
no los soportaré.
Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.
No habitará en mi casa
quien comete fraudes;
el que dice mentiras
no durará en mi presencia.
Cada mañana haré callar
a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Ant 2. No nos desampares, Señor, para siempre.
Cántico: ORACIÓN DE AZARÍAS EN EL HORNO Dn 3, 26-27. 29. 34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y glorioso es tu nombre.
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros
y todas tus obras son verdad,
y rectos tus caminos,
y justos todos tus juicios.
Hemos pecado y cometido iniquidad
apartándonos de ti, y en todo hemos delinquido.
Por el honor de tu nombre,
no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abraham, tu amigo,
por Isaac, tu siervo,
por Israel, tu consagrado,
a quienes prometiste
multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito,
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados;
que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón,
te respetamos y buscamos tu rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No nos desampares, Señor, para siempre.
Ant 3. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
Salmo 143, 1-10 - ORACIÓN POR LA VICTORIA Y POR LA PAZ
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea;
mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y desciende,
toca los montes, y echarán humo,
fulmina el rayo y dispérsalos,
dispara tus saetas y desbarátalos.
Extiende la mano desde arriba:
defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,
de la mano de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades,
cuya diestra jura en falso.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
LECTURA BREVE Sb 7, 13-14
Aprendí la sabiduría sin malicia, reparto sin envidia, y no me guardo sus
riquezas. Porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que lo adquieren
se atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseñanza los recomienda.
RESPONSORIO BREVE
V. El pueblo cuenta su sabiduría.
R. El pueblo cuenta su sabiduría.
V. La asamblea pregona su alabanza.
R. Cuenta su sabiduría.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El pueblo cuenta su sabiduría.
V. Escucha,
pueblo mío, mi enseñanza.
R. Inclina el oído a las palabras de mi boca.
PRIMERA LECTURA
Del segundo libro de los Macabeos 6, 12-31
MARTIRIO DE ELEAZAR
Recomiendo a todos aquellos a cuyas manos llegue este libro que no se dejen
desconcertar por estos sucesos; piensen que aquellos castigos no pretendían
exterminar nuestra raza, sino corregirla; pues es señal de gran bondad no dejar
mucho tiempo a los impíos, sino darles en seguida el castigo. Porque el Señor
soberano no ha determinado tratarnos como a los otros pueblos, que para
castigarlos espera pacientemente a que lleguen al colmo de sus pecados; no nos
condena cuando ya hemos llegado al límite de nuestros pecados. Por eso, no
retira nunca de nosotros su misericordia, y, aunque corrige a su pueblo con
desgracias, no lo abandona. Quede esto dicho como advertencia. Después de esta
pequeña digresión, volvamos a nuestra historia.
A Eleazar, uno de los principales letrados, hombre de edad avanzada y semblante
muy digno, le abrían la boca a la fuerza para que comiera carne de cerdo. Pero
él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y
avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en
rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida.
Los que presidían aquel sacrificio ilegal, viejos amigos de Eleazar, lo
llevaron aparte y le propusieron que hiciera traer carne permitida, preparada
por él mismo, y que la comiera haciendo como que comía la carne del sacrificio
ordenado por el rey, para que así se librara de la muerte y, dada su antigua
amistad, lo tratasen con consideración. Pero él, adoptando una actitud cortés,
digna de sus años, de su noble ancianidad, de sus canas honradas e ilustres, de
su conducta intachable desde niño y, sobre todo, digna de la ley santa dada por
Dios, respondió todo seguido:
«¡Enviadme al sepulcro! Que no es digno de mi edad ese engaño. Van a creer
muchos jóvenes que Eleazar, a los noventa años, ha apostatado, y si miento por
un poco de vida que me queda se van a extraviar con mi mal ejemplo. Eso sería
manchar e infamar mi vejez. Y, aunque de momento me librase del castigo de los
hombres, no escaparía de la mano del Todopoderoso, ni vivo ni muerto. Si muero
ahora como un valiente, me mostraré digno de mis años y legaré a los jóvenes un
noble ejemplo, para que aprendan a arrostrar voluntariamente una muerte noble
por amor a nuestra santa y venerable ley.»
Dicho esto se dirigió en seguida al suplicio. Los que lo llevaban, poco antes
deferentes con él, se endurecieron, considerando insensatas las palabras que
acababa de pronunciar. Él, a punto de morir a fuerza de golpes, dijo entre
suspiros:
«Bien sabe el Señor, que posee la santa sabiduría, que, pudiendo librarme de la
muerte, aguanto en mi cuerpo los crueles dolores de la flagelación, y los sufro
con gusto en mi alma por respeto a él.»
Así terminó su vida, dejando no sólo a los jóvenes, sino a toda la nación, un
ejemplo memorable de heroísmo y de virtud.
RESPONSORIO Sb 5, 16. 17. cf. 5
R. Los justos viven eternamente, reciben de Dios su recompensa, el
Altísimo cuida de ellos. * Recibirán la noble corona,
la rica diadema de manos del Señor.
V. Ahora los cuentan entre los hijos de Dios y comparten la herencia
con los santos.
R. Recibirán la noble corona, la rica diadema de manos del Señor.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san León Magno, papa
(Sermón 4, 1-2: PL 54, 148-149)
EL ESPECIAL SERVICIO DE NUESTRO MINISTERIO
Aunque toda la Iglesia está organizada en distintos grados, de manera que la
integridad del sagrado cuerpo consta de una diversidad de miembros, sin
embargo, como dice el Apóstol, todos somos uno en Cristo Jesús; y esta
diversidad de funciones no es en modo alguno causa de división entre los
miembros, ya que todos, por humilde que sea su función, están unidos a la
cabeza. En efecto, nuestra unidad de fe y de bautismo hace de todos nosotros
una sociedad indiscriminada, en la que todos gozan de la misma dignidad, según
aquellas palabras de san Pedro, tan dignas de consideración: También Vosotros,
como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu,
formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios
acepta por Jesucristo; y más adelante: Vosotros sois linaje escogido,
sacerdocio regio, nación santa, pueblo adquirido por Dios.
La señal de la cruz hace reyes a todos los regenerados en Cristo, y la unción
del Espíritu Santo los consagra sacerdotes; y así, además de este especial
servicio de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y perfectos
deben saber que son partícipes del linaje regio y del oficio sacerdotal. ¿Qué
hay más regio que un espíritu que, sometido a Dios, rige su propio cuerpo? ¿Y
qué hay más sacerdotal que ofrecer a Dios una conciencia pura y las inmaculadas
víctimas de nuestra piedad en el altar del corazón? Aunque esto, por gracia de
Dios, es común a todos, sin embargo, es también digno y laudable que os
alegréis del día de nuestra promoción como de un honor que os atañe también a
vosotros; para que sea celebrado así en todo el cuerpo de la Iglesia el único
sacramento del pontificado, cuya unción consecratoria se derrama ciertamente
con más profusión en la parte superior, pero desciende también con abundancia a
las partes inferiores.
Así pues, amadísimos hermanos, aunque todos tenemos razón para gozarnos de
nuestra común participación en este oficio, nuestro motivo de alegría será más
auténtico y elevado si no detenéis vuestra atención en nuestra humilde persona,
ya que es mucho más provechoso y adecuado elevar nuestra mente a la
contemplación de la gloria del bienaventurado Pedro y celebrar este día solemne
con la veneración de aquel que fue inundado tan copiosamente por la misma
fuente de todos los carismas, de modo que, habiendo sido el único que recibió
en su persona tanta abundancia de dones, nada pasa a los demás si no es a
través de él. Así, el Verbo hecho carne habitaba ya entre nosotros, y Cristo se
había entregado totalmente a la salvación del género humano.
RESPONSORIO Mt 16, 18; Sal 47, 9
R. Dijo Jesús a Simón: «Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia, * y los poderes del
infierno no la derrotarán.»
V. Dios la ha fundado para siempre.
R. Y los poderes del infierno no la derrotarán.
Martes, 10 de noviembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (17,7-10):
7 «¿Quién de vosotros
tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice:
"Pasa al momento y ponte a la mesa?"
8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo
para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después
comerás y beberás tú?"
9 ¿Acaso tiene que agradecer al siervo
porque hizo lo que le fue mandado?
10 De igual modo vosotros, cuando hayáis
hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo
que debíamos hacer.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. San Pedro, manteniéndose en la firmeza de piedra que recibió, no
suelta el timón de la Iglesia.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. San Pedro, manteniéndose en la firmeza de piedra que recibió, no
suelta el timón de la Iglesia.
PRECES
Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus
ovejas, y supliquémosle diciendo:
Apacienta a tu pueblo, Señor.
Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu
misericordia y tu amor,
haz que, por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.
Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único
pastor de tu pueblo,
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los
cuerpos y de las almas,
haz que nunca falten en tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas
de una vida santa.
Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el
amor de los santos,
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, tú que nos has prometido que las fuerzas del mal nunca
prevalecerán contra la Iglesia, cimentada sobre la roca de Pedro, haz que, por
la intercesión del papa san León Magno, tu pueblo permanezca siempre firme en
la verdad y goce de una paz estable y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: VERBO DE DIOS, ETERNA LUZ DIVINA.
Verbo de Dios, eterna luz divina,
fuente eternal de toda verdad pura,
gloria de Dios, que el cosmos ilumina,
antorcha toda luz en noche oscura.
Palabra eternamente pronunciada
en la mente del Padre, ¡oh regocijo!,
que en el tiempo a los hombres nos fue dada
en el seno de Virgen, hecha Hijo.
Las tinieblas de muerte y de pecado,
en que yacía el hombre, así vencido,
su verdad y su luz han disipado,
con su vida y su muerte ha redimido.
Con destellos de luz que Dios envía,
no dejéis de brillar, faros divinos;
de los hombres y pueblos sed su guía,
proclamad la verdad en los caminos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Salmo 136, 1-6 - JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA.
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Ant 2. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Salmo 137 - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE UN REY
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre;
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Ant 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
LECTURA BREVE St 3, 17-18
La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la
paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante,
sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz; y su fruto es la
justicia.
RESPONSORIO BREVE
V. En la asamblea le da la palabra.
R. En la asamblea le da la palabra.
V. Lo llena de espíritu, sabiduría e inteligencia.
R. Le da la palabra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la asamblea le da la palabra.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. En toda la Iglesia, Pedro afirma cada día: «Tú eres el Mesías, el
Hijo de Dios vivo.»
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. En toda la Iglesia, Pedro afirma cada día: «Tú eres el Mesías, el
Hijo de Dios vivo.»
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice en favor de los
hombres en lo que se refiere a Dios, y supliquémosle humildemente diciendo:
Salva a tu pueblo, Señor.
Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia,
haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.
Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban
por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los
santos.
Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu,
los consagraste como ministros en bien de sus hermanos,
llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.
Tú que fuiste la heredad de los santos pastores,
no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado
de ti.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas
para que nadie las arrebate de tu mano,
salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, tú que nos has prometido que las fuerzas del mal nunca
prevalecerán contra la Iglesia, cimentada sobre la roca de Pedro, haz que, por
la intercesión del papa san León Magno, tu pueblo permanezca siempre firme en
la verdad y goce de una paz estable y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 10 DE NOVIEMBRE 2020
Lecturas de
la 32º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Martes, 10 de noviembre de 2020
Primera lectura
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a Tito (2,1-8.11-14):
Habla de lo que es conforme a la sana doctrina. Di a los ancianos que sean
sobrios, serios y prudentes; que estén robustos en la fe, en el amor y en la
paciencia. A las ancianas, lo mismo: que sean decentes en el porte, que no sean
chismosas ni se envicien con el vino, sino maestras en lo bueno, de modo que
inspiren buenas ideas a las jóvenes, enseñándoles a amar a los maridos y a sus
hijos, a ser moderadas y púdicas, a cuidar de la casa, a ser bondadosas y
sumisas a los maridos, para que no se desacredite la palabra de Dios. A los
jóvenes, exhórtalos también a ser prudentes, presentándote en todo como un
modelo de buena conducta. En la enseñanza sé íntegro y grave, con un hablar
sensato e intachable, para que la parte contraria se abochorne, no pudiendo criticarnos
en nada. Porque ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para
todos los hombres, enseñándonos a renunciar a la impiedad y a los deseos
mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa,
aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y
Salvador nuestro, Jesucristo. Él se entregó por nosotros para rescatarnos de
toda maldad y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas
obras.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
36,3-4.18.23.27.29
R/. El Señor es quien salva a los justos
Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R/.
R/. El Señor es quien salva a los justos
El Señor vela por los días de los buenos,
y su herencia durará siempre.
El Señor asegura los pasos del hombre,
se complace en sus caminos. R/.
R/. El Señor es quien salva a los justos
Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
pero los justos poseen la tierra,
la habitarán por siempre jamás. R/.
R/. El
Señor es quien salva a los justos
Martes, 10 de noviembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (17,7-10):
7 «¿Quién de vosotros
tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice:
"Pasa al momento y ponte a la mesa?"
8 ¿No le dirá más bien: "Prepárame algo
para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después
comerás y beberás tú?"
9 ¿Acaso tiene que agradecer al siervo
porque hizo lo que le fue mandado?
10 De igual modo vosotros, cuando hayáis
hecho todo lo que os fue mandado, decid: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo
que debíamos hacer.»
Palabra del Señor
(«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer).
*(La esposa llega de trabajar y el esposo le dice prepárame algo de comer
y luego te bañas y comerás tú) (humana mente: lo primero que saldría es, el
pleito tú y yo tenemos los mismos derechos). Pero sí de esa esposa brota un
amor que rompe todo tipo de barrera, de sentimiento, de obstáculo, un amor que
no esperar ningún tipo de recompensa, ningún tipo de pago, ella puede decir por
amor al Señor serviré mi esposo y he hecho lo que tenía que hacer. Un amor así,
es como el amor a la cruz, un escándalo para el mundo. La buena noticia para mi
es que el Señor me quiere enseñar que ver su amor y entenderlo en el sentido
humano es imposible. Porque el amor: es comprensivo, es servicial y
no tiene envidia, no presume, ni se engríe, no es mal educada,
ni egoísta, no se irrita, no lleva cuentas del mal,
disculpa sin límites*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.