Musica Para el Alma
martes, 15 de julio de 2025
MATEO 11,25-27 CICLO C
*NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN. (MEMORIA)*
Lecturas del Miércoles
de la XV Semana del Tiempo Ordinario
16 Jul 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-27)*
En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias,
Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y
entendidos y se las has
revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo
me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie
conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra,
porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has
revelado a la gente sencilla)
*Entender
que Jesús le da gracias al Padre, porque ha escondido los secretos de la
verdadera vida, a algunas personas, pero que se la ha rebelado a otras
personas, eso es un misterio de Dios padre. Para el Padre, las personas más
importantes, son aquellas personas que tienen el don y la gracia de dejarse ayudar,
de dejarse corregir, de dejarse sorprender por la voluntad de Dios, en sus
vidas. Cuando nos dejamos gobernar por la voluntad de Dios Padre, nos convertimos
en personas, que cuando el Señor, nos pregunta ¿Cómo estás? Respondemos:
Contento Señor, contento; y el Señor nos pregunta de nuevo ¿Cómo estas, sé que
tienes problemas y dificultades? Respondemos: Contento Señor, contento; y el
Señor nos pregunta ¿Y por qué estas contento? Respondemos: Porque tu Señor, nos
ha dicho: Que todo, obra para bien y creemos en tu palabra, aunque de momento,
no entendamos nada. Tú has dicho: Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Padre sino el
Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL MIERCOLES 16
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
MIÉRCOLES DE LA SEMANA XV
Del Común de la Santísima Virgen María. Salterio III.
16 de julio
*NUESTRA
SEÑORA DEL CARMEN. (MEMORIA)*
Las sagradas Escrituras celebran la belleza del Carmelo, donde el profeta Elías
defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo. En el siglo XII, algunos
eremitas se retiraron a aquel monte, constituyendo más tarde una Orden dedicada
a la vida contemplativa, bajo el patrocinio de la Virgen María.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de María Virgen.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: ERES TÚ LA MUJER LLENA DE GLORIA
Eres tú la mujer llena de gloria,
alzada por encima de los astros;
con tu sagrado pecho das la leche
al que en su providencia te ha creado.
Lo que Eva nos perdió tan tristemente,
tú lo devuelves por tu fruto santo;
para que al cielo ingresen los que lloran,
eres tú la ventana del costado.
Tú eres la puerta altísima del Rey
y la entrada fulgente de la luz;
la vida que esta Virgen nos devuelve
aplauda el pueblo que alcanzó salud.
Sea la gloria a ti, Señor Jesús,
que de María Virgen has nacido,
gloria contigo al Padre y al Paráclito,
por sempiternos y gozosos siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti, Señor.
Salmo 85 - ORACIÓN DE UN POBRE ANTE LAS
DIFICULTADES.
Inclina tu oído, Señor; escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;
porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.
En el día del peligro te llamo,
y tú me escuchas.
No tienes igual entre los dioses, Señor,
ni hay obras como las tuyas.
Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.»
Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.
Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu grande piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,
una banda de insolentes atenta contra mi vida,
sin tenerte en cuenta a ti.
Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí.
Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
dame una señal propicia,
que la vean mis adversarios y se avergüencen,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alegra el alma de tu siervo, pues
levanto mi alma hacia ti, Señor.
Ant 2. Dichoso el hombre que procede con
justicia y habla con rectitud.
Cántico: DIOS JUZGARÁ CON JUSTICIA Is 33, 13-16
Los lejanos, escuchad lo que he hecho;
los cercanos, reconoced mi fuerza.
Temen en Sión los pecadores,
y un temblor se apodera de los perversos:
«¿Quién de nosotros habitará un fuego devorador,
quién de nosotros habitará una hoguera perpetua?».
El que procede con justicia y habla con rectitud
y rehúsa el lucro de la opresión;
el que sacude la mano rechazando el soborno
y tapa su oído a propuestas sanguinarias,
el que cierra los ojos para no ver la maldad:
ése habitará en lo alto,
tendrá su alcázar en un picacho rocoso,
con abasto de pan y provisión de agua.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso el hombre que procede con
justicia y habla con rectitud.
Ant 3. Aclamad al Rey y Señor.
Salmo 97 - EL SEÑOR, JUEZ VENCEDOR
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad:
tocad la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas
aclamad al Rey y Señor.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes
al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclamad al Rey y Señor.
LECTURA BREVE Is 61, 10
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi
Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de
triunfo, como a una novia que se adorna con sus joyas.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor la eligió y la predestinó.
R. El Señor la eligió y la predestinó.
V. La hizo morar en su templo santo.
R. Y la predestinó.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Señor la eligió y la predestinó.
PRIMERA LECTURA
Del segundo libro de Samuel 6, 1-23
EL ARCA ES LLEVADA A JERUSALÉN
En aquellos días, reunió de nuevo David a todo lo
mejor de Israel, treinta mil hombres, se levantó y partió con todo el ejército
a Baalá de Judá, para subir desde allí el arca de Dios que lleva el nombre del
Señor de los ejércitos que se sienta sobre los querubines. Cargaron el arca de
Dios en una carreta nueva y la llevaron de la casa de Abinadab que está en la
loma. Uzzá y Ajyó, hijos de Abinadab, conducían la carreta con el arca de Dios.
Uzzá caminaba al lado del arca de Dios y Ajyó iba delante de ella. David y toda
la casa de Israel bailaban delante del Señor con todas sus fuerzas, cantando
con cítaras, arpas, adufes, sistros y címbalos.
Al llegar a la era de Nakón, extendió Uzzá la mano hacia el arca de Dios y la
sujetó porque los bueyes amenazaban volcarla. Entonces la ira del Señor se
extendió contra Uzzá: allí mismo lo hirió Dios por este atrevimiento y murió
allí junto al arca de Dios. David se afligió porque el Señor había castigado a
Uzzá y se llamó aquel lugar Peres-Uzzá hasta el día de hoy. Aquel día David
tuvo miedo del Señor y dijo:
«¿Cómo voy a llevar a mi casa el arca del Señor?»
Y no quiso llevar el arca del Señor junto a sí, a la ciudad de David, sino que
la hizo llevar a casa de Obededom de Gat. El arca del Señor estuvo en casa de
Obededom de Gat tres meses y el Señor bendijo a Obededom y a toda su casa. Se
hizo saber al rey David:
«El Señor ha bendecido la casa de Obededom y todas sus cosas a causa del arca
de Dios.»
Fue David y subió el arca de Dios de casa de Obededom a la ciudad de David, con
gran alborozo. Cada seis pasos que avanzaban los portadores del arca del Señor,
sacrificaba un buey y un carnero cebado. David danzaba con todas sus fuerzas
ante el Señor, ceñido de un efod de lino. David y toda la casa de Israel subían
el arca del Señor entre clamores y resonar de cuernos. Cuando el arca del Señor
entró en la ciudad de David, Mikal, hija de Saúl, que estaba mirando por la
ventana, vio al rey David saltando y danzando ante el Señor y lo despreció en
su corazón.
Metieron el arca del Señor y la colocaron en su sitio, en medio de la tienda
que David había hecho levantar, y David ofreció holocaustos y sacrificios de
comunión en presencia del Señor. Cuando David hubo acabado de ofrecer los
holocaustos y sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre del Señor de
los ejércitos y repartió a todo el pueblo, a toda la muchedumbre de Israel,
hombres y mujeres, una torta de pan, un pastel de dátiles y un pan de pasas, y
se fue todo el pueblo cada uno a su casa.
Cuando se volvía David para bendecir su casa, Mikal, hija de Saúl, le salió al
encuentro y le dijo:
«¡Cómo se ha cubierto hoy de gloria el rey de Israel, descubriéndose hoy ante
las criadas de sus servidores como se descubriría un cualquiera!»
Respondió David a Mikal:
«En presencia del Señor danzo yo. Vive el Señor, el que me ha preferido a tu
padre y a toda su casa para constituirme caudillo de Israel, el pueblo del
Señor, que yo danzaré ante él, y me haré más vil todavía; seré vil a tus ojos,
pero seré honrado ante las criadas de que hablas.»
Y Mikal, hija de Saúl, no tuvo ya hijos hasta el día de su muerte.
RESPONSORIO Sal 131, 8-9; 23, 7.
9
R. Levántate,
Señor, ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder: * que
tus sacerdotes se vistan de gala, que tus fieles te aclamen.
V. ¡Portones!, alzad los dinteles, levantaos,
puertas antiguas: va a entrar el Rey de la gloria.
R. Que tus sacerdotes se vistan de gala, que tus
fieles te aclamen.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san león Magno, papa
(Sermón 1, En la Natividad del Señor, 2. 3: PL 54, 191-192)
MARÍA, ANTES DE CONCEBIR CORPORALMENTE, CONCIBIÓ
EN SU ESPÍRITU
Dios elige a una virgen de la descendencia real de
David; y esta virgen, destinada a llevar en su seno el fruto de una sagrada
fecundación, antes de concebir corporalmente a su prole, divina y humana a la
vez, la concibió en su espíritu. Y, para que no se espantara, ignorando los
designios divinos, al observar en su cuerpo unos cambios inesperados, conoce,
por la conversación con el ángel, lo que el Espíritu Santo ha de operar en
ella. Y la que ha de ser Madre de Dios confía en que su virginidad ha de permanecer
sin detrimento. ¿Por qué había de dudar de este nuevo género de concepción, si
se le promete que el Altísimo pondrá en juego su poder? Su fe y su confianza
quedan, además, confirmadas cuando el ángel le da una prueba de la eficacia
maravillosa de este poder divino, haciéndole saber que Isabel ha obtenido
también una inesperada fecundidad: el que es capaz de hacer concebir a una
mujer estéril puede hacer lo mismo con una mujer virgen.
Así, pues, el Verbo de Dios, que es Dios, el Hijo de Dios, que ya al comienzo
estaba con Dios, por quien empezaron a existir todas las cosas, y ninguna de
las que existen empezó a ser sino por él, se hace hombre para librar al hombre
de la muerte eterna; se abaja hasta asumir nuestra pequeñez, sin menguar por
ello su majestad, de tal modo que, permaneciendo lo que era y asumiendo lo que
no era, une la auténtica condición de esclavo a su condición divina, por la que
es igual al Padre; la unión que establece entre ambas naturalezas es tan
admirable, que ni la gloria de la divinidad absorbe la humanidad, ni la
humanidad disminuye en nada la divinidad.
Quedando, pues, a salvo el carácter propio de cada una de las naturalezas, y
unidas ambas en una sola persona, la majestad asume la humildad, el poder la
debilidad, la eternidad la mortalidad; y, para saldar la deuda contraída por
nuestra condición pecadora, la naturaleza invulnerable se une a la naturaleza
pasible, Dios verdadero y hombre verdadero se conjugan armoniosamente en la
única persona del Señor; de este modo, tal como convenía para nuestro remedio,
el único y mismo mediador entre Dios y los hombres pudo a la vez morir y
resucitar, por la conjunción en él de esta doble condición. Con razón, pues,
este nacimiento salvador había de dejar intacta la virginidad de la madre, ya
que fue a la vez salvaguarda del pudor y alumbramiento de la verdad.
Tal era, amadísimos, la clase de nacimiento que convenía a Cristo, fuerza y
sabiduría de Dios; con él se mostró igual a nosotros por su humanidad, superior
a nosotros por su divinidad. Si no hubiera sido Dios verdadero, no hubiera
podido remediar nuestra situación; si no hubiera sido hombre verdadero, no
hubiera podido darnos ejemplo.
Por eso, al nacer el Señor, los ángeles cantan llenos de gozo: Gloria a Dios en
el cielo, y proclaman: y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Ellos
ven, en efecto, que la Jerusalén celestial se va edificando por medio de todas
las naciones del orbe. ¿Cómo, pues, no habría de alegrarse la pequeñez humana
ante esta obra inenarrable de la misericordia divina, cuando incluso los coros
sublimes de los ángeles encontraban en ella un gozo tan intenso?
RESPONSORIO
R. Celebremos
la festividad de la gloriosa Virgen María, en cuya humildad puso el Señor sus
ojos; * ella concibió al Salvador del mundo, como el ángel lo
anunció.
V. Cantemos alabanzas a Cristo en este día, al
celebrar las glorias de la admirable Madre de Dios.
R. Ella concibió al Salvador del mundo, como el
ángel lo anunció.
Lecturas del Miércoles de la XV
Semana del Tiempo Ordinario
16
Jul 2025
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (11,25-27)*
En
aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias,
Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y
entendidos y se las has
revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo
me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie
conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
Palabra
del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Deseé la sabiduría con toda el alma, la pedí en la oración y
creció en mí como racimo que madura.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Deseé la sabiduría con toda el
alma, la pedí en la oración y creció en mí como racimo que madura.
PRECES
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María
Virgen, y digámosle:
Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
Sol de justicia, a quien María Virgen precedía cual aurora luciente,
haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu presencia.
Palabra eterna del Padre, tú que elegiste a María como arca de tu morada,
líbranos de toda ocasión de pecado.
Salvador del mundo, que quisiste que tu Madre estuviera junto a tu cruz,
por su intercesión concédenos compartir con alegría tus padecimientos.
Señor Jesús, que colgado en la cruz entregaste María a Juan como madre,
haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Haz venir, Señor, sobre nosotros la poderosa intercesión de la
gloriosa Virgen María, para que, protegidos con su auxilio, podamos llegar a tu
monte santo, que es Jesucristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: SALVE, DEL MAR ESTRELLA
Salve, del mar Estrella,
salve, Madre sagrada
de Dios y siempre virgen,
puerta del cielo santa.
Tomando de Gabriel
el «Ave», Virgen alma,
mudando el nombre de Eva,
paces divinas trata.
La vista restituye
las cadenas desata,
todos los males quita,
todos los bienes causa.
Muéstrate madre, y llegue
por ti nuestra esperanza
a quien, por darnos vida,
nació de tus entrañas.
Entre todas piadosa,
Virgen, en nuestras almas,
libres de culpa, infunde
virtud humilde y casta.
Vida nos presta pura,
camino firme allana,
que quien a Jesús llega
eterno gozo alcanza.
Al Padre, al Hijo, al Santo
Espíritu alabanzas;
una a los tres le demos,
y siempre eternas gracias. Amén
SALMODIA
Ant 1. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
Ant 2. Que el Señor nos construya la casa
y nos guarde la ciudad.
Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que el Señor nos construya la casa
y nos guarde la ciudad.
Ant 3. Él es el primogénito de toda
creatura, es el primero en todo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA
CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Él es el primogénito de toda
creatura, es el primero en todo.
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo,
nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo
la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.
RESPONSORIO BREVE
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está
contigo.
V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu vientre.
R. El Señor está contigo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está
contigo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. María escuchaba la palabra de Dios y la cumplía, meditándola en su
corazón.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. María escuchaba la palabra de Dios
y la cumplía, meditándola en su corazón.
PRECES
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso
que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y
supliquémosle diciendo:
Que la llena de gracia interceda por nosotros.
Señor, Dios nuestro, admirable siempre en tus obras, que has querido que la
inmaculada Virgen María participara en cuerpo y alma de la gloria de
Jesucristo,
haz que todos tus hijos deseen y caminen hacia esta misma gloria.
Tú que nos diste a María por madre, concede por su mediación salud a los
enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores
y a todos abundancia de salud y de paz.
Tú que hiciste de María la llena de gracia,
concede la abundancia de tu gracia a todos los hombres.
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,
y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre de
Jesús.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la felicidad de tu
reino.
Confiando en el Señor, que hizo obras grandes en María, pidamos al Padre que
colme también de bienes al mundo hambriento:
Padre nuestro...
ORACION
Haz venir, Señor, sobre nosotros la poderosa intercesión de la
gloriosa Virgen María, para que, protegidos con su auxilio, podamos llegar a tu
monte santo, que es Jesucristo, tu Hijo. Él, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MIERCOLES 16 DE JULIO 2025
*NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN. (MEMORIA)*
Lecturas
del Miércoles de la XV Semana del Tiempo Ordinario
16 Jul 2025
Primera Lectura
Lectura del libro del Éxodo (3,1-6.9-12):
En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de
su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el
desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. El ángel del Señor se le
apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin
consumirse.
Moisés se dijo: «Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo
es que no se quema la zarza.»
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
«Moisés, Moisés.»
Respondió él: «Aquí estoy.»
Dijo Dios: «No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio
que pisas es terreno sagrado.»
Y añadió: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac,
el Dios de Jacob.»
Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios.
El Señor le dijo: «El clamor de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo
los tiranizan los egipcios. Y ahora marcha, te envío al Faraón para que saques
a mi pueblo, a los israelitas.»
Moisés replicó a Dios: «¿Quién soy yo para acudir al Faraón o para sacar a los
israelitas de Egipto?»
Respondió Dios: «Yo estoy contigo; y ésta es la señal de que yo te envío:
cuando saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 102,1-2.3-4.6-7
R/. El Señor es compasivo y
misericordioso
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R/.
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R/.
*NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN. (MEMORIA)*
Lecturas del Miércoles
de la XV Semana del Tiempo Ordinario
16 Jul 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-27)*
En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias,
Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y
entendidos y se las has
revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo
me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie
conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra,
porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has
revelado a la gente sencilla)
*Entender
que Jesús le da gracias al Padre, porque ha escondido los secretos de la
verdadera vida, a algunas personas, pero que se la ha rebelado a otras
personas, eso es un misterio de Dios padre. Para el Padre, las personas más
importantes, son aquellas personas que tienen el don y la gracia de dejarse ayudar,
de dejarse corregir, de dejarse sorprender por la voluntad de Dios, en sus
vidas. Cuando nos dejamos gobernar por la voluntad de Dios Padre, nos convertimos
en personas, que cuando el Señor, nos pregunta ¿Cómo estás? Respondemos:
Contento Señor, contento; y el Señor nos pregunta de nuevo ¿Cómo estas, sé que
tienes problemas y dificultades? Respondemos: Contento Señor, contento; y el
Señor nos pregunta ¿Y por qué estas contento? Respondemos: Porque tu Señor, nos
ha dicho: Que todo, obra para bien y creemos en tu palabra, aunque de momento,
no entendamos nada. Tú has dicho: Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Padre sino el
Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.