Musica Para el Alma
viernes, 27 de diciembre de 2024
MATEO 2,13-18 CICLO C
Lecturas de Los Santos
Inocentes, mártires
28 Dic 2024
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (2,13-18):
Cuando
se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le
dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta
que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se
quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el
profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por
los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años
para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había
averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por
sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
«Entonces
Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció
terriblemente y envió a matar a todos los niños»
*El Señor, sabe que tengo el deseo, de obedecerle a
él y a su palabra. En esta palabra siento que el Señor, me ha entrega dos
personas que, les darán un sentido especial a mi vida; esas personas son: Jesús
y su Madre María. El acoger al niño en mis brazos no es más que abrazar la
ternura, la misericordia y el amor hecho carne; acoger a su Madre
María, es estar dispuesto a amar y servir y aprender, a cuidad, valorar y
respetar. Si acepto en mi vida a estas dos personas, tendré la capacidad de
vivir en cualquier lugar amando y sirviendo con ternura, amor y respeto a los
demás; que es la misión a la que el Señor me llama*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL SABADO 28
TIEMPO DE NAVIDAD
SABADO - INFRAOCTAVA DE
NAVIDAD
Del Propio de la Fiesta.
28 de diciembre
*LOS
SANTOS INOCENTES, mártires. (FIESTA)*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. A Cristo recién nacido, que otorgó
a los mártires Inocentes la corona de la gloria, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A Cristo recién nacido, que otorgó
a los mártires Inocentes la corona de la gloria, venid, adorémosle.
Himno: OYE TURBADO EL TIRANO
Oye turbado el tirano
que ha nacido un Soberano
por su mal;
un niño que es Rey eterno,
que nace pobre en invierno
y en portal.
Aquellos magos de Oriente
le trajeron de repente
la noticia;
y, loco de furia extraña,
con sangre las cunas baña
su sevicia.
Y, en golpe de odio y espada,
la furia de la nevada
cercenó
capullos de mariposas,
y de rosales las rosas
deshojó.
De Raquel, roto el gemido
y el sollozo contenido
y sosegado,
rojo llanto de congojas
en esas mañanas rojas
ha dejado.
Danos, por tu Hijo amado,
arrojar, Padre, el pecado
de la guerra;
pon la paz en la bonanza
y que reine la esperanza
en la tierra. Amén.
SALMODIA
Ant 1. «Irán en mi cortejo vestidos de blanco, pues son dignos de ello»,
dice el Señor.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Irán en mi cortejo vestidos de
blanco, pues son dignos de ello», dice el Señor.
Ant 2. Los niños Inocentes cantan
alabanzas al Señor; lo que en esta vida no pudieron hacer lo han realizado
después de su muerte.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Los niños Inocentes cantan
alabanzas al Señor; lo que en esta vida no pudieron hacer lo han realizado
después de su muerte.
Ant 3. De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos.
LECTURA BREVE Jr 31, 15
Una voz se escucha en Ramá, gemidos y llanto amargo: Raquel está llorando a sus
hijos, y no se consuela, porque ya no existen.
RESPONSORIO BREVE
V. Los santos y los justos viven eternamente.
R. Los santos y los justos viven eternamente.
V. Reciben de Dios su recompensa.
R. Viven eternamente.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Los santos y los justos viven eternamente.
V. Los
santos cantaban un cántico nuevo ante el trono de Dios y del Cordero.
R. y resonaba la tierra con sus voces.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Éxodo 1, 8-16. 22
>MATANZA DE LOS NIÑOS HEBREOS EN EGIPTO
En aquellos días, subió al trono de Egipto un Faraón nuevo que no había
conocido a José, y dijo a su pueblo:
«Mirad, el pueblo de Israel se está haciendo más numeroso y fuerte que
nosotros; vamos a vencerlo con astucia, pues si no, cuando se declare la
guerra, se aliará con el enemigo, nos atacará y después se marchará de nuestra
tierra.»
Así pues, nombraron capataces que los oprimieran con cargas, en la construcción
de las ciudades-granero, Pitom y Ramsés. Pero cuanto más los oprimían, más
ellos crecían y se propagaban, de modo que los egipcios llegaron a temer a los
hijos de Israel. Entonces les impusieron trabajos crueles y les amargaron la
vida con dura esclavitud: el trabajo del barro y de los ladrillos, y toda clase
de trabajos del campo.
El rey de Egipto ordenó a las parteras hebreas:
«Cuando asistáis a las hebreas y les llegue el momento, si es niño lo matáis,
si es niña la dejáis con vida.»
Y ordenó luego también el Faraón a toda su gente:
«Cuando nazca un niño echadlo al Nilo, pero si es niña dejadla con vida.»
RESPONSORIO Is 65, 19; Ap 21, 4. 5
R. Me regocijaré de mi pueblo: * Ya
no se oirán en él llantos ni gemidos.
V. No habrá ya muerte ni desdichas, ni lamentos ni
aflicciones; mirad que voy a renovar todas las cosas.
R. Ya no se oirán en él llantos ni gemidos.
SEGUNDA
LECTURA
De los Sermones de san Quodvuldeo, obispo
(Sermón 2, Sobre el Símbolo: PL 40, 655)
>AÚN NO HABLAN Y YA CONFIESAN A CRISTO
El gran Rey nace como un niño pequeño. Vienen los magos desde tierras lejanas;
vienen para adorar al que está todavía acostado en un pesebre, pero que reina
ya en el cielo y en la tierra. Cuando los magos hacen saber a Herodes que ha
nacido el Rey, Herodes se altera y, para no perder su reino, quiere matar al
recién nacido; y, sin embargo, si hubiese creído en él hubiera podido reinar
tranquilo aquí en la tierra y para siempre en la otra vida. ¿Por qué temes,
Herodes, al oír que ha nacido el Rey? Él no ha venido para destronarte, sino
para vencer al diablo. Pero esto tú no lo entiendes y por esto te alteras y te
llenas de furor; y, para perder al único niño que buscas, te conviertes en el
cruel asesino de muchos.
No te detienen ni las lágrimas de las madres ni el dolor de los padres que
lloran la muerte de sus hijos ni los gritos y quejidos de los niños. Matas los
cuerpos de los niños, porque a ti el temor te mata el corazón; y piensas que,
si logras tu objetivo, podrás vivir por largo tiempo, cuando en realidad
pretendes matar al que es la Vida en persona.
Aquel que es la fuente de la gracia, que es pequeño y grande a la vez, que está
acostado en un pesebre, te hace temer por tu trono; por medio de ti, y sin que
tú lo sepas, realiza sus designios y libra a las almas de la cautividad del
demonio. A los que habían nacido en pecado los recibe en el número de sus hijos
adoptivos.
Aquellos niños, sin saberlo, mueren por Cristo, y sus padres lloran la muerte
de aquellos mártires; Cristo, cuando eran todavía incapaces de hablar, los
convierte en idóneos testigos suyos. Así es el reinado de aquel que ha venido
para ser rey. Así libera aquel que ha venido a ser libertador, así salva aquel
que ha venido a ser salvador. Pero tú, Herodes, ignorando todo esto, te alteras
y te llenas de furor; y, al llenarte de furor contra aquel niño, le prestas ya
tu homenaje sin saberlo.
¡Cuán grande y gratuito es el don! ¿Qué merecimientos tenían aquellos niños
para obtener la victoria? Aún no hablan y ya confiesan a Cristo. Sus cuerpos no
tienen aún la fuerza suficiente para la lucha y han conseguido ya la palma de
la victoria.
RESPONSORIO Ap 5,14; cf. 4, 10; 7, 11
R. Rindieron adoración al que vive por todos los
siglos, * y depositaron sus coronas ante el trono del Señor, su Dios.
V. Se postraron, rostro en tierra, delante del
trono y alabaron al que vive por todos los siglos.
R. Y depositaron sus coronas ante el trono del
Señor, su Dios.
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(2,13-18)*
Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José
y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí
hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se
quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el
profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por
los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años
para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había
averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por
sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Los niños Inocentes murieron por Cristo, fueron arrancados del
pecho de su madre para ser asesinados: ahora siguen al Cordero sin mancha,
cantando: «Gloria a ti, Señor.»
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los niños Inocentes murieron por
Cristo, fueron arrancados del pecho de su madre para ser asesinados: ahora
siguen al Cordero sin mancha, cantando: «Gloria a ti, Señor.»
PRECES
Celebremos la gloria de Cristo, que venció a un tirano, no con un
ejército de soldados, sino con un blanco escuadrón de niños; digámosle llenos
de júbilo:
A ti te aclama el ejército glorioso de los mártires.
Cristo Señor, de quien dieron testimonio los niños Inocentes, no con sus
palabras, sino con su sangre,
haz que nosotros demos testimonio de ti ante los hombres, tanto con nuestra
palabra como con nuestra conducta.
Tú que hiciste capaces del triunfo a quienes aún no eran capaces de entrar en
combate,
no permitas que seamos vencidos nosotros, a quienes tantos medios has dado para
llegar a la victoria.
Tú que lavaste con tu sangre las vestiduras de los santos Inocentes,
purifícanos de toda maldad.
Tú que enviaste al cielo a esos niños mártires como primicias de tu reino,
no permitas que nosotros seamos excluidos del festín eterno.
Tú que experimentaste en tu infancia la persecución y el destierro,
protege a los niños que se ven acosados por la indigencia, la guerra o la desgracia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Elevemos nuestra voz al Padre celestial, ante el cual todos nos sentimos como
niños pequeños, y digámosle confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, cuya gloria pregonaron en este día los Inocentes
mártires, no con palabras, sino dando su vida por ti, haz que nuestra conducta
testifique con hechos la fe que proclamamos con los labios. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: HOY EL VERBO SACROSANTO
Hoy el Verbo sacrosanto
nace en carne, por tener
en qué poder padecer
por el hombre que ama tanto.
Es condición ciertamente
propia del enamorado,
padecer por el amado
trabajos ganosamente.
Por esto, pues, Cristo santo
nace en carne, por tener
en qué poder padecer
por el hombre que ama tanto.
Nace en carne el Redentor
pasible, porque sin falta
la prueba de amor más alta
es padecer por amor.
Y, porque se entienda cuánto
nos ha venido a querer,
nace para padecer
por el hombre que ama tanto.
Qué grande misterio encierra
Belén; cantadle, criaturas:
«Gloria a Dios en las alturas
y paz al hombre en la tierra.» Amén.
SALMODIA
Ant 1. Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores
sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora.
Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Eres príncipe desde el día de tu
nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes
de la aurora.
Ant 2. Del Señor viene la misericordia y
la redención copiosa.
Salmo 129 - DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEÑOR.
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Del Señor viene la misericordia y
la redención copiosa.
Ant 3. En el principio, antes de los
siglos, la Palabra era Dios, y hoy esta Palabra ha nacido como Salvador del
mundo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. En el principio, antes de los
siglos, la Palabra era Dios, y hoy esta Palabra ha nacido como Salvador del
mundo.
LECTURA BREVE Ef 2, 3b-5
Eramos por nuestro natural hijos de cólera, como los demás. Pero Dios, que es
rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos
muertos por nuestros pecados, nos vivificó con Cristo —por pura gracia habéis
sido salvados—.
RESPONSORIO BREVE
V. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.
R. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.
V. Y puso su morada entre nosotros.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. La Virgen inmaculada y santa nos ha engendrado a Dios,
revistiéndolo con débiles miembros y alimentándolo con su leche materna;
adoremos todos a este Hijo de María que ha venido a salvarnos.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La Virgen inmaculada y santa nos ha
engendrado a Dios, revistiéndolo con débiles miembros y alimentándolo con su
leche materna; adoremos todos a este Hijo de María que ha venido a salvarnos.
PRECES
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley,
para rescatar a los que estaban bajo la ley; fortalecidos por esta esperanza,
oremos confiados, diciendo:
Que la gracia de tu Hijo nos acompañe, Señor.
Oh Dios de amor y de paz, acrecienta en todos los cristianos la fe en la
encarnación de tu Hijo,
para que vivan siempre en continua acción de gracias.
Levanta, Señor, la esperanza de los enfermos, de los pobres, de los ancianos
y da tu ayuda a los oprimidos, a los desalentados, a los que sufren.
Acuérdate, Señor, de los que están detenidos en las cárceles
y de los que viven lejos de su patria.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que en el nacimiento de tu Hijo quisiste que se oyeran los ángeles que
cantaban tu gloria,
haz que los difuntos puedan asociarse eternamente al canto de los ángeles en tu
reino.
Como Jesucristo, también nosotros somos hijos de Dios; por eso con él nos
atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre a tu imagen
y semejanza y de un modo todavía más admirable elevaste su condición por medio
de Jesucristo, concédenos compartir la divinidad de aquel que se ha dignado
compartir nuestra humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
JUAN 1,5-2,2 CICLO C
Lecturas de Los Santos
Inocentes, mártires
28 Dic 2024
Primera Lectura
Lectura
de la primera carta del apóstol san Juan (1,5–2,2):
Os
anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla
alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas,
mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está
en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús
nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no
somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo,
nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no
hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os
escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que
abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por
nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo
entero.
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
123,2-3.4-5.7b-8
R/. Hemos salvado la vida, como un
pájaro de la trampa del cazador
Si
el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R/.
Nos
habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. R/.
La
trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.
Lecturas de Los Santos
Inocentes, mártires
28 Dic 2024
Evangelio
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (2,13-18):
Cuando
se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le
dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta
que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se
quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el
profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por
los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años
para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había
averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por
sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
«Entonces
Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció
terriblemente y envió a matar a todos los niños»
*El Señor, sabe que tengo el deseo, de obedecerle a
él y a su palabra. En esta palabra siento que el Señor, me ha entrega dos
personas que, les darán un sentido especial a mi vida; esas personas son: Jesús
y su Madre María. El acoger al niño en mis brazos no es más que abrazar la
ternura, la misericordia y el amor hecho carne; acoger a su Madre
María, es estar dispuesto a amar y servir y aprender, a cuidad, valorar y
respetar. Si acepto en mi vida a estas dos personas, tendré la capacidad de
vivir en cualquier lugar amando y sirviendo con ternura, amor y respeto a los
demás; que es la misión a la que el Señor me llama*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.