Musica Para el Alma

domingo, 28 de agosto de 2016

ORACION

SEÑOR MIENTRAS DESCANSO
.
Hazme un instrumento de tu paz.
Saca de mí el odio, y concédeme la gracia de poder amar.
No me deje ofender a nadie, y enséñame a pedir perdón.
No me deje ser la manzana de la discordia, en mi familia o en mi lugar de trabajo, te pido por la unión de mi familia y la paz de mi país.
Enséñame a reconocer mis errores, y vivir en la verdad.
Quítame la duda, y concédeme la Fe.
No me deja caer en la desesperación, concédeme la esperanza.
Sácame de las tinieblas, que yo viva como hijo de la luz.
Cuando me llegue la tristeza, devuélveme el gozo de la alegría.

Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar,
Oh Señor, que yo no busque ser comprendido, sino comprender,
Oh Señor, que yo no busque ser amado, sino amar.

Porque es entregándome cómo voy a recibir,
es olvidándome de mí mismo como me puedo encuentra con migo mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
.
LA CARIDAD:   es  comprensiva
LA CARIDAD:   es  servicial  y  no tiene  envidia;
LA CARIDAD:   no  presume ni se engríe;  no es mal educada ni  egoísta;  no se irrita,  no lleva cuentas del mal;   DISCULPA  sin límites,  CREE  sin  límites,  ESPERA  sin   límites,   AGUANTA  sin  límites. Muestra así es que.
LA CARIDAD: sólo puede subsistir si sabe  " SOPORTAR  TODAS LAS COSAS”
.

El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser,  SANTO .

VISPERAS

LUNES DE LA SEMANA XXII
De la memoria.

29 de agosto

EL MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA. (MEMORIA). 

VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: ÁNGEL FIEL DE LA VERDAD.
Ángel fiel de la verdad,
precursor del que es la gracia,
mensajero de la luz,
de Cristo perenne lámpara.

Con la voz, vida y acciones,
profecías anunciaba,
añadiendo su martirio
a las señales sagradas.

Él, al nacer, descubrió
al que es del mundo esperanza,
y al propio autor del bautismo
señaló sobre las aguas.

De cuya muerte inocente,
que da la vida a las almas,
dio testimonio el Bautista
con su sangre derramada.

Concede, Padre piadoso,
seguir de Juan las pisadas,
para disfrutar con Cristo
de la eterna venturanza. Amén.
SALMODIA
Ant 1. «No les tengas miedo, que yo estoy contigo», dice el Señor.
Salmo 114 - ACCIÓN DE GRACIAS
Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.

Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
«Señor, salva mi vida.»

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas me salvó.

Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.

Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. «No les tengas miedo, que yo estoy contigo», dice el Señor.

Ant 2. Herodes envió a uno de sus guardias para decapitar a Juan en la cárcel.
Salmo 115 - ACCIÓN DE GRACIAS EN EL TEMPLO.
Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!»
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos.»

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.

Vale mucho a los ojos del Señor
la vida de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo,
en el atrio de la casa del Señor,
en medio de ti, Jerusalén.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Herodes envió a uno de sus guardias para decapitar a Juan en la cárcel.

Ant 3. Los discípulos de Juan vinieron a recoger el cadáver y lo depositaron en un sepulcro.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.

Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Los discípulos de Juan vinieron a recoger el cadáver y lo depositaron en un sepulcro.
LECTURA BREVE   Hch 13, 23-25
Según lo prometido, Dios sacó para Israel de la descendencia de David un Salvador, Jesús. Y su precursor fue Juan. Ya éste, antes de presentarse Jesús, había predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo como señal de arrepentimiento. Y, cuando estaba para terminar su misión, solía decir: «No soy yo el que vosotros os imagináis. Pero, mirad, viene otro después de mí; y yo no soy digno de desatar su calzado.»
RESPONSORIO BREVE
V. El amigo del Esposo experimenta viva alegría cuando oye la voz del Esposo.
R. El amigo del Esposo experimenta viva alegría cuando oye la voz del Esposo.

V. Ésta es mi alegría, la cual ahora rebasa todo límite.
R. Cuando oye la voz del Esposo.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El amigo del Esposo experimenta viva alegría cuando oye la voz del Esposo.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Yo no soy el Mesías, sino que soy enviado delante de él; es preciso que él crezca y que yo disminuya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
Yo no soy el Mesías, sino que soy enviado delante de él; es preciso que él crezca y que yo disminuya.
PRECES
Oremos confiados al Señor, que eligió a Juan Bautista para anunciar a los hombres el reino de Cristo, y digámosle:

Guía, Señor, nuestros pasos por el camino de la paz.

Tú, Señor, que llamaste a Juan cuando estaba aún en las entrañas maternas y lo elegiste para que preparara los caminos de tu Hijo,
danos ánimos para seguir siempre a Cristo con la misma fidelidad con que Juan lo precedió.

Tú que concediste al Bautista reconocer al Cordero de Dios,
concede a la Iglesia anunciar a Cristo de tal manera que los hombres de nuestro tiempo puedan reconocerlo.

Tú que dispusiste que Juan menguase y que Cristo creciera,
enséñanos a saber humillarnos, para que brille Cristo a los ojos de los hombres.

Tú que, por el martirio de Juan, quisiste manifestar la justicia,
concédenos testificar tu verdad con valentía, sin temor a la tribulación.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Acuérdate, Señor, de los que han salido ya de este mundo
y colócalos en el reino de la luz y de la paz.

Dirijamos nuestra oración al Padre que está en los cielos diciendo:
Padre nuestro...

ORACION
Dios nuestro, que quisiste que san Juan Bautista fuera el precursor de tu Hijo, tanto en su nacimiento como en su muerte, concédenos que, así como él dio su vida por dar testimonio de la verdad y de la justicia, así también nosotros entreguemos generosamente la nuestra al testimonio y servicio del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

EVANGELIO

Memoria Martirio de San Juan Bautista
Evangelio
«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,17-29):

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados.
El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras, que te lo doy.»
Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.»
Ella salió a preguntarle a su madre: «¿Qué le pido?»
La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista.»
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: «Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.»
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.


Palabra del Señor

SALMO

Martirio de San Juan Bautista
Salmo 70,1-2.3-4a.5-6ab.15ab.17

 Mi boca contará tu auxilio

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre;
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído, y sálvame. R/.

Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío,
líbrame de la mano perversa. R/.

Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. R/.

Mi boca contará tu auxilio,
y todo el día tu salvación.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas. R/.



GLORIA AL PADRE Y AL HIJO Y AL ESPIRITU SANTO. 

PRIMERA LECTURA

Memoria Martirio de San Juan Bautista
Lunes, 29 de agosto de 2016
Primera lectura
Diles lo que yo te mando. No les tengas miedo
Lectura del libro de Jeremías (1,17-19):

En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor.


Palabra de Dios

EL ROSARIO

EL SANTO ROSARIO
Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)

1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)

2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)

 3º El Nacimiento del niño Dios.  (Lc 2, 1-20)

4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)

5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)

(Un Padre nuestro, diez Avemarías, Gloria y María madre de gracia, Madre de Misericordia.)

Oremos:  
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser,  SANTO

EL ÁNGELUS

El Ángelus

V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve, María…

V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve, María…

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.

Dios te salve, María…

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su re­su­rrección. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amen.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.


El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO

LUNES 29 LAUDES

LUNES DE LA SEMANA XXII
De la memoria.

29 de agosto

EL MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA. (MEMORIA). 

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Ant. Venid, adoremos al Cordero de Dios a quien Juan precedió en el martirio. 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Venid, adoremos al Cordero de Dios a quien Juan precedió en el martirio.
Himno: VARÓN FELIZ DE MÉRITOS EXCELSOS
Varón feliz de méritos excelsos,
que mantienes sin mancha tu pureza,
santo eremita, mártir esforzado,
magno profeta.

Hoy, cuando triunfas valeroso, arranca
de nuestro pecho el corazón de piedra,
el camino torcido guía, allana
las asperezas.

Porque, al venir el Redentor piadoso
y libres ya las mentes de torpeza,
se digne colocar sus plantas límpidas
sobre la tierra.

La corte celestial con alabanzas
a ti, Dios trino y uno, te celebra,
mientras los redimidos imploramos
hoy tu clemencia. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor extendió la mano y me tocó la boca, y me nombró profeta de los gentiles.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor extendió la mano y me tocó la boca, y me nombró profeta de los gentiles.

Ant 2. Herodes sentía respeto por la persona de Juan, sabiendo que era un hombre santo y consagrado al servicio de Dios, y le otorgaba su protección.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

No se dice Gloria al Padre.

Ant. Herodes sentía respeto por la persona de Juan, sabiendo que era un hombre santo y consagrado al servicio de Dios, y le otorgaba su protección.

Ant 3. Herodes escuchaba con gusto a Juan, y, en muchas de las cosas que hacía, era aconsejado por él.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Herodes escuchaba con gusto a Juan, y, en muchas de las cosas que hacía, era aconsejado por él.
LECTURA BREVE   Is 49, 1b-2
El Señor me llamó desde el vientre de mi madre, cuando aún estaba yo en el seno materno pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba.
RESPONSORIO BREVE
V. Vosotros mandasteis preguntar a Juan, y él declaró en favor de la verdad.
R. Vosotros mandasteis preguntar a Juan, y él declaró en favor de la verdad.

V. Juan era la lámpara que arde y que ilumina.
R. Y él declaró en favor de la verdad.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Vosotros mandasteis preguntar a Juan, y él declaró en favor de la verdad.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. El amigo del Esposo, que está para asistirle y atenderle, experimenta viva alegría cuando oye la voz del Esposo; así que ésta es mi alegría, la cual ahora rebasa todo límite.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. 
El amigo del Esposo, que está para asistirle y atenderle, experimenta viva alegría cuando oye la voz del Esposo; así que ésta es mi alegría, la cual ahora rebasa todo límite.
PRECES
Oremos a Cristo, el Señor, que envió a Juan a preparar sus caminos delante de él, y digámosle:

Visítanos, Sol que naces de lo alto.

Tú que hiciste saltar de gozo a Juan cuando estaba en el vientre de su madre,
haz que siempre nos alegremos de que hayas venido al mundo.

Tú que nos mostraste el camino de la conversión por la palabra y por el ejemplo del Bautista,
ilumina nuestros corazones, para que se conviertan a las enseñanzas de tu reino.

Tú que quieres mostrarte a los hombres por la predicación de los hombres,
envía a todo el mundo profetas que anuncien tu Evangelio.

Tú que quisiste ser bautizado por Juan en el Jordán para llevar a término toda justicia,
haz que trabajemos por la justicia de tu reino.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Dirijamos nuestra oración al Padre que está en los cielos, diciendo:
Padre nuestro...

ORACION
Dios nuestro, que quisiste que san Juan Bautista fuera el precursor de tu Hijo, tanto en su nacimiento como en su muerte, concédenos que, así como él dio su vida por dar testimonio de la verdad y de la justicia, así también nosotros entreguemos generosamente la nuestra al testimonio y servicio del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.