Musica Para el Alma

domingo, 26 de enero de 2020

LAS VÍSPERAS ORACIÓN AL FINAL DEL DIA

TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA III
De la Feria. Salterio III

27 de enero
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno: LANGUIDECE, SEÑOR, LA LUZ DEL DÍA.
Languidece, Señor, la luz del día
que alumbra la tarea de los hombres;
mantén, Señor, mi lámpara encendida,
claridad de mis días y mis noches.

Confío en ti, Señor, alcázar mío,
me guíen en la noche tus estrellas,
alejas con su luz mis enemigos,
yo sé que mientras duermo no me dejas.

Dichosos los que viven en tu casa
gozando de tu amor ya para siempre,
dichosos los que llevan la esperanza
de llegar a tu casa para verte.

Que sea de tu Día luz y prenda
este día en el trabajo ya vivido,
recibe amablemente mi tarea,
protégeme en la noche del camino.

Acoge, Padre nuestro, la alabanza
de nuestro sacrificio vespertino,
que todo de tu amor es don y gracia
en el Hijo Señor y el Santo Espíritu. Amén.
SALMODIA

Ant 1. 
Nuestros ojos están fijos en el Señor, esperando su misericordia.
Salmo 122 - EL SEÑOR, ESPERANZA DEL PUEBLO
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,

como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.

Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nuestros ojos están fijos en el Señor, esperando su misericordia.
Ant 2. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Salmo 123 - NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
-que lo diga Israel-,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.

Bendito el Señor, que no nos entregó
como presa a sus dientes;
hemos salvado la vida como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y escapamos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Ant 3. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
LECTURA BREVE St 4, 11-13a
No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano, o juzga a un hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley. Y si juzgas a la ley no eres cumplidor de la ley, sino su juez. Uno es el legislador y juez: el que puede salvar o perder. Pero tu, ¿quién eres para juzgar al prójimo?
RESPONSORIO BREVE

V. 
Sáname, porque he pecado contra ti.R. Sáname, porque he pecado contra ti.
V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»R. Porque he pecado contra ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. Sáname, porque he pecado contra ti.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.
PRECES
Cristo quiere que todos los hombres alcancen la salvación. Digámosle, pues, confiadamente:

Atrae, Señor, a todos hacia ti.

Te bendecimos, Señor, porque nos has redimido con tu preciosa sangre de la esclavitud del pecado;
haz que participemos en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.

Ayuda con tu gracia a nuestro obispo N. y a todos los obispos de la Iglesia,
para que con gozo y fervor sirvan a tu pueblo.

Que todos los que consagran su vida a la investigación de la verdad logren encontrarla
y que, habiéndola encontrado, se esfuercen por difundirla entre sus hermanos.

Atiende, Señor, a los huérfanos, a las viudas y a los que viven abandonados;
ayúdalos en sus necesidades para que experimenten tu solicitud hacia ellos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Acoge a nuestros hermanos difuntos en la ciudad santa de la Jerusalén celestial,
allí donde tú, con el Padre y el Espíritu Santo, serás todo en todos.

Adoctrinados por el mismo Señor, nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...

ORACION
Señor, tú que con razón eres llamado luz indeficiente, ilumina nuestro espíritu en esta hora vespertina, y dígnate perdonar benignamente nuestras faltas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.

EL ÁNGELUS


El Ángelus

V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…

V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su re­su­rrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*

GOTAS DE MISERICORDIA


MARCOS 3,22-30 CICLO A LO QUE ME DICE EL EVANGELIO


Lunes, 27 de enero de 2020
Lo que me dice el Evangelio de Marcos (3,22-30): Ciclo A (Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir) *Cuando tengo algo que es mío, si tengo que compartirlo con alguien me siento mal, siento que tengo perdida. La buena noticia para mi es que el Señor me hace saber que en la división yo salgo perdiendo pero, si estoy unido a él, que es el más fuerte, su amor en mi me ara buscar siempre la unidad. La intención del Señor para mí es llevarme a una verdadera y plena comunión con él, atreves del Espíritu Santo, y que yo pueda descubrir el verdadero sentido y valor de mi vida*.    

*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*

EVANGELIO DE MARCOS


Lunes, 27 de enero de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,22-30):

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: « ¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor

LAS LAUDES DEL LUNES 27 ORACIÓN PARA INICIAR EL DÍA


Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén

TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA III
De la Feria. Salterio III

27 de enero

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

INVITATORIO

Ant. 
Entremos a la presencia del Señor dándole gracias.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Himno: ERES LUZ Y SIEMBRAS CLARIDADES

Eres la luz y siembras claridades;
abres los anchos cielos que sostienen,
como un pilar, los brazos de tu Padre.

Arrebatada en rojos torbellinos,
el alba apaga estrellas lejanísimas;
la tierra se estremece de rocío.

Mientras la noche cede y se disuelve,
la estrella matinal, signo de Cristo,
levanta el nuevo día y lo establece.

Eres la luz total, Día del Día,
el Uno en todo, el Trino todo en Uno:
¡gloria a tu misteriosa teofanía! Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

Salmo 83 - AÑORANZA DEL TEMPLO

¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
se alegran por el Dios vivo.

Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.

Dichosos los que viven en tu casa
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación:

cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones;
caminan de altura en altura
hasta ver a Dios en Sión.

Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;
atiéndeme, Dios de Jacob.
Fíjate, ¡oh Dios!, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido.

Un solo día en tu casa
vale más que otros mil,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados.

Porque el Señor es sol y escudo,
él da la gracia y la gloria,
el Señor no niega sus bienes
a los de conducta intachable.

¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre
que confía en ti!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.

Ant 2. Venid, subamos al monte del Señor.

Cántico: EL MONTE DE LA CASA DEL SEÑOR EN LA CIMA DE LOS MONTES Is 2, 2-5

Al final de los días estará firme
el monte de la casa del Señor,
en la cima de los montes,
encumbrado sobre las montañas.

Hacia él confluirán los gentiles,
caminarán pueblos numerosos.
Dirán : «Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob:

Él nos instruirá en sus caminos,
y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la Ley,
de Jerusalén la palabra del Señor.»

Será el árbitro de las naciones,
el juez de pueblos numerosos.

De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, ven;
caminemos a la luz del Señor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Venid, subamos al monte del Señor.

Ant 3. Cantad al Señor, bendecid su nombre.

Salmo 95 - EL SEÑOR, REY Y JUEZ DEL MUNDO.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.

Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones;
porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.

Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda;
decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.»

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,

delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Cantad al Señor, bendecid su nombre.

LECTURA BREVE St 2, 12-13

Hablad y actuad como quienes han de ser juzgados por una ley de libertad. Pues habrá un juicio sin misericordia para quien no practicó misericordia; pero la misericordia triunfa sobre el juicio.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Bendito el Señor ahora y por siempre.
R. Bendito el Señor ahora y por siempre.

V. Sólo él hizo maravillas.
R. Ahora y por siempre.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Bendito el Señor ahora y por siempre.

PRIMERA LECTURA

Del libro del Génesis 19, 1.17. 23-29

LA DESTRUCCIÓN DE SODOMA

En aquellos días, los dos ángeles llegaron a Sodoma por la tarde. Lot, que estaba sentado a la puerta de la ciudad, al verlos, se levantó a recibirlos y se prosternó rostro en tierra. Y dijo:
«Señores míos, pasad a casa de vuestro siervo, para hospedaros; os lavaréis los pies y, por la mañana, seguiréis vuestro camino.»
Contestaron:
«No; pasaremos la noche en la plaza.»
Pero él insistió tanto, que pasaron y entraron en su casa. Les preparó comida, coció panes, y ellos comieron. Aún no se habían acostado, cuando los hombres de la ciudad rodearon la casa: jóvenes y viejos, toda la población hasta el último. Y le gritaban a Lot:
«¿Dónde están los hombres que han entrado en tu casa esta noche? Sácalos para que abusemos de ellos.»
Lot se asomó a la entrada, cerrando la puerta al salir, y les dijo:
«Hermanos míos, no seáis malvados. Mirad, tengo dos hijas que no han tenido que ver con hombres; os las sacaré para que las tratéis como queráis; pero no hagáis nada a estos hombres que se han cobijado bajo mi techo.»
Contestaron:
«¡Atrás!, este hombre ha venido como inmigrante y pretende ser juez. Pues ahora te trataremos a ti peor que a ellos.»
Y se agolpaban contra Lot, acercándose a forzar la puerta. Pero los visitantes alargaron el brazo, metieron a Lot en casa y cerraron la puerta. Y a los que estaban a la puerta, pequeños y grandes, los deslumbraron con su brillo, de modo que no daban con la puerta. Los visitantes dijeron a Lot:
«¿Quién es de los tuyos? A tus yernos, hijos, hijas, a todos los tuyos de la ciudad, sácalos de este lugar. Pues vamos a destruir este lugar, porque las acusaciones contra él crecen delante del Señor; y el Señor nos ha enviado para destruirla.»
Lot salió a decirles a sus yernos (prometidos de sus hijas):
«Vamos, salid de este lugar; porque el Señor va a destruir la ciudad.»
Pero ellos lo tomaron a broma. Cuando amanecía, los ángeles urgieron a Lot:
«Vamos, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que no perezcan por culpa de la ciudad.»
Y, como no se decidía, los cogieron de la mano, a él, a su mujer y a las dos hijas, pues el Señor los perdonaba; los sacaron y los guiaron fuera de la ciudad. Y, cuando los sacaron fuera, le dijeron:
«Ponte a salvo; no mires atrás. No te detengas en la vega; ponte a salvo en los montes, para no perecer.»
Salía el sol cuando Lot llegó a Soar. El Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego desde el cielo. Arrasó aquellas ciudades y toda la vega; los habitantes de las ciudades y la hierba del campo. La mujer de Lot miró atrás, y se convirtió en estatua de sal.
Abraham madrugó y se dirigió al sitio donde había estado delante del Señor. Miró en dirección de Sodoma y Gomorra, toda la extensión de la vega, y vio humo que subía del suelo, como humo de horno.
Cuando el Señor destruyó las ciudades de la vega, se acordó de Abraham y sacó a Lot de la catástrofe, al arrasar las ciudades en que había vivido Lot.

RESPONSORIO Lc 17, 29. 30. 33

R. En cuanto salió Lot de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, que abrasó a todos. * Lo mismo sucederá el día en que tenga lugar la manifestación del Hijo del hombre.
V. El que pretenda poner a salvo su vida la perderá, y el que la pierda la conservará.
R. Lo mismo sucederá el día en que tenga lugar la manifestación del Hijo del hombre.

SEGUNDA LECTURA

De la Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, del Concilio Vaticano segundo
(Núm. 48)

SANTIDAD DEL MATRIMONIO Y DE LA FAMILIA

El hombre y la mujer, que por el pacto conyugal no son dos, sino una sola carne, con la íntima unión c personas y de obras se ofrecen mutuamente ayuda y se vicio, experimentando así y logrando más plenamente cada día el sentido de su propia unidad.

Esta íntima unión, por ser una donación mutua d dos personas, y el mismo bien de los hijos exigen la plena fidelidad de los esposos y urgen su indisoluble unidad.

Cristo el Señor bendijo abundantemente este amor multiforme que brota del divino manantial del amor de Dios y que se constituye según el modelo de su unió con la Iglesia.

Pues así como Dios en otro tiempo buscó a su pueblo con un pacto de amor y de fidelidad, así ahora el Salvador de los hombres y Esposo de la Iglesia sale al encuentro de los esposos cristianos por el sacramento d matrimonio. Permanece además con ellos para que a: como él amó a su Iglesia y se entregó por ella, del mismo modo los esposos, por la mutua entrega,. se amen mutuamente con perpetua fidelidad.

El auténtico amor conyugal es asumido por el ame divino y se rige y enriquece por la obra redentora d Cristo y por la acción salvífica de la Iglesia, para que le esposos sean eficazmente conducidos hacia Dios y se vea ayudados y confortados en su sublime papel de padre madre. Por eso los esposos cristianos son robustecido y como consagrados para los deberes y dignidad de s estado, gracias a este sacramento particular; en virtud del cual, cumpliendo su deber conyugal y familiar, in buidos por el espíritu de Cristo, con el que toda su vid queda impregnada de fe, esperanza y caridad, se van acercando cada vez más hacia su propia perfección y mutua santificación, y así contribuyen conjuntamente a la glorificación de Dios. De ahí que, cuando los padres preceden con su ejemplo y oración familiar, los hijos, e incluso cuantos conviven en la misma familia, encuentra más fácilmente el camino de la bondad, de la salvación y de la santidad. Los esposos, adornados de la dignidad del deber de la paternidad y maternidad, habrán de cumplir entonces con diligencia su deber de educadores, sobre todo en el campo religioso, deber que les incumbe a ellos principalmente. Los hijos, como miembros vivos de la familia, contribuyen a su manera a la santificación de sus padres, pues, con el sentimiento de su gratitud, con su amor filial y con su confianza, corresponderán a los beneficios recibidos de sus padres y, como buenos hijos, los asistirán en las adversidades y en la soledad de la vejez.

RESPONSORIO Ef 5, 32. 25. 33

R. ¡Gran misterio es éste! Y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia. * Cristo amó a su Iglesia y se entregó a la muerte por ella.
V. Ame cada uno a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
R. Cristo amó a su Iglesia y se entregó a la muerte por ella.

Lunes, 27 de enero de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,22-30):

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor


CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Bendito sea el Señor, Dios nuestro.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.

PRECES

Invoquemos a Dios, que puso en el mundo a los hombres para que trabajasen concordes para su gloria, y digámosle:

Haz, Señor, que te glorifiquemos.

Te bendecimos, Señor, creador del universo, porque has conservado nuestra vida hasta el día de hoy;
Haz que en toda nuestra jornada te alabemos y te bendigamos.

Míranos benigno, Señor, ahora que vamos a comenzar nuestra labor cotidiana;
haz que, obrando conforme a tu voluntad, cooperemos en tu obra.

Que nuestro trabajo de hoy sea provechoso para nuestros hermanos,
y así todos juntos edifiquemos un mundo grato a tus ojos.

A nosotros y a todos los que hoy entrarán en contacto con nosotros,
concédenos el gozo y la paz.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Llenos de alegría por nuestra condición de hijos de Dios, digamos confiadamente:

Padre nuestro...

ORACION

Señor Dios, rey de los cielos y tierra, dirige y santifica en este día nuestros cuerpos y nuestros corazones, nuestros sentidos, palabras y acciones, según tu ley y tus mandatos; para que, con tu auxilio, podamos ofrecerte hoy en todas nuestras actividades un sacrificio de alabanza grato a tus ojos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

El nombre de Santa Ángela de Merici es de los que mayor celebridad ha alcanzado en la historia de la Iglesia. En pleno Renacimiento, cuando se está elaborando un mundo nuevo, en el momento en que la herejía de Lutero empieza sus estragos, esta humilde creyente sin letras comprende que la ignorancia es la gran plaga de la Iglesia, y organiza para la educación de las niñas lo que San Ignacio de Loyola en favor de los jóvenes. Por donde se ve cómo Dios sabe escoger a su debido tiempo instrumentos dóciles para realizar sus designios providenciales.
Funda la Compañía de Santa Úrsula, primera Congregación de mujeres dedicadas a la enseñanza. Para cumplir su misión, las primeras Ursulinas vivirán en medio del mundo; transformarán el ideal de la vida religiosa, que para las mujeres no pasaba del claustro y del hábito monacal.
Por otra parte, la fundadora determina que, dócil a la autoridad eclesiástica, el Instituto se adapte a los tiempos y lugares. «A estas dos Compañías de Ursulinas y Jesuitas, deben principalmente muchas naciones de Europa haber conservado la verdadera doctrina católica»


LAS LECTURAS DEL LUNES 27 DE ENERO 2020


Tiempo Ordinario. Ciclo A
Lunes, 27 de enero de 2020
Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (5,1-7.10):

En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: «Hueso tuyo y carne tuya somos: ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tu serás el jefe de Israel."»
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años; en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre Israel y Judá. El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país.
Los jebuseos dijeron a David: «No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos.»
Era una manera de decir que David no entraría. Pero David conquistó el alcázar de Sión, o sea, la llamada Ciudad de David. David iba creciendo en poderío, y el Señor de los ejércitos estaba con él.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 88,20.21-22.25-26

R/.
 Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

Un dia hablaste en visión a tus amigos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado sobre el pueblo.» R/.

R/. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

«Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso.» R/.

R/. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

«Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder:
extenderé su izquierda hasta el mar,
y su derecha hasta el Gran Río.» R/.

R/. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

Lunes, 27 de enero de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3,22-30):

En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: « ¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor