ORACION PARA INICIAR LA NOCHE.
Domingo por la tarde
Saludo inicial:
V. Dios mío, ven en mi
auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
- Salmo del día
Ant.1. Desde Sión extenderá
el Señor el poder de su cetro, reinará eternamente. Aleluya.
Salmo 109
Oráculo del Señor a mi
Señor:
"Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrados de tus pies".
Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora".
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
"tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec".
El Señor a tu derecha, el día de su ira, quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza.
"Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrados de tus pies".
Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora".
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
"tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec".
El Señor a tu derecha, el día de su ira, quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza.
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Ant. 1. Desde Sión
extenderá el Señor el poder de su cetro, y reinará eternamente. Aleluya.
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Ant. 2. En presencia del
Señor se estremece la tierra. Aleluya.
Salmo 113
Cuando Israel salió de
Egipto,
los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente,
Judá fue su santuario, Israel fue su dominio.
El mar, al verlos, huyó, el Jordán se echó atrás;
los montes saltaron como carneros; las colinas, como corderos.
los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente,
Judá fue su santuario, Israel fue su dominio.
El mar, al verlos, huyó, el Jordán se echó atrás;
los montes saltaron como carneros; las colinas, como corderos.
¿Qué té pasa, mar, que
huyes, y a ti, Jordán que te echas atrás?
¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;
colinas, que saltáis como corderos?.
En presencia del Señor se estremece la tierra,
en presencia del Dios de Jacob,
que transforma las peñas en estanques,
el pedernal en manantiales de agua.
¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;
colinas, que saltáis como corderos?.
En presencia del Señor se estremece la tierra,
en presencia del Dios de Jacob,
que transforma las peñas en estanques,
el pedernal en manantiales de agua.
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Ant.2. En presencia del
Señor se estremece la tierra. Aleluya.
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Ant. 3. Reina el Señor,
nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.
Cántico
Ap. 19,1-7
Ap. 19,1-7
Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios
porque sus juicios son verdaderos y justos.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios
porque sus juicios son verdaderos y justos.
Aleluya.
Alabad al Señor sus siervos todos.
Los que les teméis, pequeños y grandes.
Alabad al Señor sus siervos todos.
Los que les teméis, pequeños y grandes.
Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo.
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo.
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
Aleluya.
Llegó la boda del cordero.
Su esposa se ha embellecido.
Llegó la boda del cordero.
Su esposa se ha embellecido.
Aleluya.
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Ant. 3. Reina el Señor,
nuestro Dios, dueño de todo. Aleluya.
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Lectura breve
(2° Co. 1,3-4)
(2° Co. 1,3-4)
Bendito sea Dios, Padre de
nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo; él nos
consuela en todas nuestras luchas, para poder nosotros consolar a los que están
en toda tribulación mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por
Dios.
Responsorio breve
V. Bendito eres, Señor, en
la bóveda del cielo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
V. Digno de gloria y alabanzas por los siglos.
R. En la bóveda del cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
V. Digno de gloria y alabanzas por los siglos.
R. En la bóveda del cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
Cántico Evangélico
Ant. Acuérdate, Señor, de
tu misericordia como lo habías prometido a nuestros padres.
Preces
Adoremos a Cristo, Señor
nuestro y cabeza de la Iglesia, y digámosle confiadamente:
Venga a nosotros tu reino,
Señor.
- Señor amigo de los
hombres, haz de tu Iglesia instrumento de concordia y unidad entre ellos y
signo de salvación para todos los pueblos.
- Protege con tu brazo poderoso al Papa y a todos los obispos, concédeles trabajar en unidad, amor y paz.
- A los cristianos concédenos vivir íntimamente unidos a ti, nuestro Maestro, y dar testimonio en nuestras vidas de la llegada de tu reino.
- Concede, Señor, al mundo el don de la paz y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el bienestar.
- Otorga a los que han muerto, una resurrección gloriosa y haz que los que aún vivimos en este mundo gocemos un día con ellos de la felicidad eterna.
- Protege con tu brazo poderoso al Papa y a todos los obispos, concédeles trabajar en unidad, amor y paz.
- A los cristianos concédenos vivir íntimamente unidos a ti, nuestro Maestro, y dar testimonio en nuestras vidas de la llegada de tu reino.
- Concede, Señor, al mundo el don de la paz y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el bienestar.
- Otorga a los que han muerto, una resurrección gloriosa y haz que los que aún vivimos en este mundo gocemos un día con ellos de la felicidad eterna.
Se pueden añadir algunas
intenciones libres.
Terminemos nuestra oración
con las palabras del Señor: Padre Nuestro...
Oración
Señor Jesús, al finalizar
nuestra oración vespertina consagramos a tu santa majestad los afectos e
inspiraciones que nos concediste a lo largo del día para que enriquecidos bajo
la luz de tu mirada alcancen nuevos beneficios. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Conclusión
V. El Señor nos bendiga,
nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
R. Amén.