Musica Para el Alma
lunes, 22 de mayo de 2023
JUAN 17,1-11a CICLO A
*Lecturas del Martes de la
7ª semana de Pascua*
Martes, 23
de mayo de 2023
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan
(17,1-11a):
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado
la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder
que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste.
Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu
enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra
que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que
yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a
los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste,
y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste
procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y
ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han
creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino
por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío;
y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están
en el mundo, mientras yo voy a ti.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Ahora
han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he
comunicado las palabras que tú me diste)
*Conocer
al Señor no es sólo conocimiento intelectual. Significa intimidad con el Señor,
el tipo de intimidad que las parejas disfrutan entre sí. Estar envuelto por
esta intimidad es experimentar algo de lo que será la vida eterna. Señor,
protégeme a mí y a los que amo. Guárdame en la palma de tu mano y acércame cada
vez más a tu amistad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MARTES 23
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO PASCUAL
MARTES
DE SEMANA VII
Propio del Tiempo. Salterio III
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. A Cristo, el Señor, que nos
prometió el Espíritu Santo, venid, adorémosle. Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A Cristo, el Señor, que nos
prometió el Espíritu Santo, venid, adorémosle. Aleluya.
Himno: CONTIGO SUBE EL MUNDO CUANDO SUBES.
Contigo sube el mundo cuando subes,
y al son de tu alegría matutina
nos alzamos los muertos de las tumbas;
salvados respiramos vida pura,
bebiendo de tus labios el Espíritu.
Cuanto la lengua a proferir no alcanza
tu cuerpo nos lo dice, ¡Oh Traspasado!
Tu carne santa es luz de las estrellas,
victoria de los hombres, fuego y brisa,
y fuente bautismal, ¡oh Jesucristo!
Cuanto el amor humano sueña y quiere,
en tu pecho, en tu médula, en tus llagas
vivo está, ¡oh Jesús glorificado!
En ti, Dios fuerte, Hijo primogénito,
callando, el corazón lo gusta y siente.
Lo que fue, lo que existe, lo que viene,
lo que en el Padre es vida incorruptible,
tu cuerpo lo ha heredado y nos lo entrega.
Tú nos haces presente la esperanza,
tú que eres nuestro hermano para siempre.
Cautivos de tu vuelo y exaltados
contigo hasta la diestra poderosa,
al Padre y al Espíritu alabamos;
como espigas que doblan la cabeza,
los hijos de la Iglesia te adoramos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tú nos devuelves la vida, y tu pueblo, Señor, se alegra contigo.
Aleluya.
Salmo 84 - NUESTRA SALVACIÓN ESTA CERCA
Señor, has sido bueno con tu tierra,
has restaurado la suerte de Jacob,
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has sepultado todos sus pecados,
has reprimido tu cólera,
has frenado el incendio de tu ira.
Restáuranos, Dios salvador nuestro;
cesa en tu rencor contra nosotros.
¿Vas a estar siempre enojado,
o a prolongar tu ira de edad en edad?
¿No vas a devolvernos la vida,
para que tu pueblo se alegre contigo?
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra;
la misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo;
el Señor dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tú nos devuelves la vida, y tu
pueblo, Señor, se alegra contigo. Aleluya.
Ant 2. Confiamos en el Señor; él nos dará
la luz y la paz. Aleluya.
Cántico: HIMNO DESPUÉS DE LA VICTORIA SOBRE EL ENEMIGO Is 26, 1-4.
7-9. 12
Tenemos una ciudad fuerte,
ha puesto para salvarla murallas y baluartes:
Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,
que observa la lealtad;
su ánimo está firme y mantiene la paz,
porque confía en ti.
Confiad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca perpetua:
La senda del justo es recta.
Tú allanas el sendero del justo;
en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos,
ansiando tu nombre y tu recuerdo.
Mi alma te ansía de noche,
mi espíritu en mi interior madruga por ti,
porque tus juicios son luz de la tierra,
y aprenden justicia los habitantes del orbe.
Señor, tú nos darás la paz,
porque todas nuestras empresas
nos las realizas tú.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Confiamos en el Señor; él nos dará
la luz y la paz. Aleluya.
Ant 3. La tierra ha dado su fruto: que
canten de alegría las naciones. Aleluya.
Salmo 66 - QUE TODOS LOS PUEBLOS ALABEN AL SEÑOR.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La tierra ha dado su fruto: que
canten de alegría las naciones. Aleluya.
LECTURA BREVE Hch 13, 30-33
Dios resucitó a Jesús de entre los muertos. Y durante muchos días se apareció a
los que con él habían subido de Galilea a Jerusalén: éstos, efectivamente, dan
ahora testimonio de él ante el pueblo. Y nosotros os damos la buena nueva: la
promesa que Dios hizo a nuestros padres la ha cumplido él ahora con nosotros,
sus hijos, resucitando a Jesús, según está escrito en el salmo segundo: «Tú
eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.»
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya. Aleluya.
R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
Aleluya.
V. El que por nosotros colgó del madero.
R. Aleluya. Aleluya.
V. Gloria al Padre,y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
Aleluya.
V. Cristo,
una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere. Aleluya.
R. La muerte no tiene ya poder sobre él. Aleluya.
PRIMERA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Juan 1Jn 4, 11-21
DIOS ES AMOR
Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos
amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a
otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su
plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos
ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el
Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.
Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios
es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él. En esto
ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en el
día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo. No hay temor
en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira al
castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor. Nosotros amemos,
porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su
hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar
a Dios, a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a
Dios, ame también a su hermano.
RESPONSORIO 1Jn 4, 10. 16; cf. Is 63, 8. 9
R. Dios nos amó y nos envió su Hijo como
propiciación por nuestros pecados; * y
nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.
Aleluya.
V. Dios fue nuestro salvador, con su amor nos
rescató.
R. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos
tiene y hemos creído en él. Aleluya.
SEGUNDA LECTURA
Del Libro de san Basilio Magno, obispo, Sobre el Espíritu Santo
(Cap. 9, núms. 22-23: PG 32, 107-110)
LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
¿Quién, habiendo oído los nombres que se dan al Espíritu, no siente levantado
su ánimo y no eleva su pensamiento hacia la naturaleza divina? Ya que es llamado
Espíritu de Dios y Espíritu de verdad que procede del Padre; Espíritu firme,
Espíritu generoso, Espíritu Santo son sus apelativos propios y peculiares.
Hacia él dirigen su mirada todos los que sienten necesidad de santificación;
hacia él tiende el deseo de todos los que llevan una vida virtuosa, y su soplo
es para ellos a manera de riego que los ayuda en la consecución de su fin
propio y natural.
Fuente de santificación, luz de nuestra inteligencia, él es quien da, de sí
mismo, una especie de claridad a nuestra razón natural, para que conozca la
verdad.
Inaccesible por su naturaleza, se hace accesible por su bondad; todo lo llena
con su poder, pero se comunica solamente a los que son dignos de ello, y no a
todos en la misma medida, sino que distribuye sus dones a proporción de la fe
de cada uno.
Simple en su naturaleza, diverso en su virtualidad, está presente todo él en
cada uno, sin dejar de estar todo él en todas partes. De tal manera se divide,
que en nada queda disminuido; todos participan de él, aunque él permanece
intacto, a la manera del rayo de sol, del que cada uno se beneficia como si
fuera para él solo y, con todo, ilumina la tierra y el mar y se mezcla con el
aire.
Así también el Espíritu Santo está presente en cada uno de los que son capaces
de recibirlo, como si estuviera en él solo, infundiendo a todos la totalidad de
la gracia que necesitan. Gozan de su posesión todos los que de él participan,
en la medida en que lo permite la disposición de cada uno, pero no en la medida
del poder del mismo Espíritu.
Por él, los corazones son elevados hacia lo alto, los débiles son llevados de
la mano, los que ya van progresando llegan a la perfección; iluminando a los
que están limpios de toda mancha, los hace espirituales por la comunión con él.
Y, del mismo modo que los cuerpos límpidos y transparentes, cuando les da un
rayo de luz, se vuelven brillantes en gran manera y despiden un nuevo fulgor,
así las almas portadoras del Espíritu y por él iluminadas se hacen ellas
también espirituales e irradian a los demás su gracia.
De ahí procede el conocimiento de las cosas futuras, la inteligencia de los
misterios, la comprensión de las cosas ocultas, la distribución de dones, el
trato celestial, la unión con los coros angélicos; de ahí deriva el gozo que no
termina, la perseverancia en Dios, la semejanza con Dios y, lo más sublime que
imaginarse pueda, nuestra propia deificación.
RESPONSORIO Cf. Jn 14, 27; 16, 22; 14, 16
R. No se turbe vuestro corazón: voy al Padre, y,
cuando me haya ido de vuestro lado, os enviaré * el
Espíritu de verdad, y se alegrará vuestro corazón. Aleluya.
V. Yo rogaré al Padre y él os dará otro Abogado.
R. El Espíritu de verdad, y se alegrará vuestro
corazón. Aleluya.
*Lecturas del Martes de la
7ª semana de Pascua*
Martes, 23
de mayo de 2023
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan
(17,1-11a):
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado
la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder
que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste.
Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu
enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra
que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que
yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a
los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste,
y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste
procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y
ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han
creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino
por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío;
y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están
en el mundo, mientras yo voy a ti.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. El Señor resucitó de entre los muertos, como había dicho;
alegrémonos y regocijémonos todos, porque él reina para siempre. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor resucitó de entre los
muertos, como había dicho; alegrémonos y regocijémonos todos, porque él reina
para siempre. Aleluya.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, el Señor, que nos prometió enviar el
Espíritu Santo que procede del Padre, y supliquémosle, diciendo:
Señor Jesucristo, danos tu Espíritu.
Que tu palabra, oh Cristo, habite con toda riqueza en nosotros,
para que te demos gracias con salmos, himnos y cánticos inspirados por el
Espíritu.
Tú que por medio del Espíritu nos hiciste hijos de Dios,
haz que, unidos a ti, invoquemos siempre al Padre por medio del Espíritu.
Haz que obremos guiados siempre por tu sabiduría
y que realicemos nuestras acciones para gloria de Dios.
Tú que eres compasivo y misericordioso,
concédenos estar en paz con todo el mundo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Porque deseamos que la luz de Cristo alumbre a todos los hombres, pidamos al
Padre que su reino llegue a nosotros:
Padre nuestro...
ORACION
Dios omnipotente y misericordioso, te pedimos que nos envíes al
Espíritu Santo para que habite en nosotros y nos transforme en templos de su
gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: VEN, ESPÍRITU DIVINO.
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre,
don en tus dones espléndido,
luz que penetra las almas,
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
SALMODIA
Ant 1. La paz sea con vosotros; soy yo, no tengáis miedo. Aleluya.
Salmo 124 - EL SEÑOR VELA POR SU PUEBLO.
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.
Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.
No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.
Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La paz sea con vosotros; soy yo, no
tengáis miedo. Aleluya.
Ant 2. Espere Israel en el Señor. Aleluya.
Salmo 130 - COMO UN NIÑO, ISRAEL SE ABANDONÓ EN LOS BRAZOS DE DIOS
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.
Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Espere Israel en el Señor. Aleluya.
Ant 3. Tema al Señor la tierra entera,
porque él lo dijo y existió. Aleluya.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tema al Señor la tierra entera,
porque él lo dijo y existió. Aleluya.
LECTURA BREVE Rm 8, 26-27
El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues no sabemos pedir como
conviene; y el Espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos que no pueden ser
expresados en palabras. Y aquel que escudriña los corazones sabe cuáles son los
deseos del Espíritu y que su intercesión en favor de los fieles es según el
querer de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. El Espíritu Santo. Aleluya, aleluya.
R. El Espíritu Santo. Aleluya, aleluya.
V. Os lo enseñará todo.
R. Aleluya, aleluya.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Espíritu Santo. Aleluya, aleluya.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Recibiréis la fortaleza del Espíritu Santo, que descenderá sobre
vosotros; y seréis mis testigos hasta los últimos confines de la tierra.
Aleluya.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Recibiréis la fortaleza del
Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros; y seréis mis testigos hasta los
últimos confines de la tierra. Aleluya.
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, que nos ha hecho partícipes del Espíritu,
y supliquémosle, diciendo:
Escúchanos, Señor Jesús.
Derrama, Señor, sobre la Iglesia el Espíritu Santo que procede del Padre,
para que la purifique, la fortalezca y la acreciente a través del mundo.
Llena de tu Espíritu a los que dirigen los destinos de los pueblos,
para que sean servidores del bien común.
Envía tu Espíritu, que es el padre de los pobres,
para que su fuerza ayude a los necesitados.
Te rogamos, Señor, por todos los ministros de tu Iglesia:
que vivan con fidelidad la vocación a que fueron llamados.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concede la plenitud de la redención a las almas y a los cuerpos de nuestros
difuntos,
tú que por tu pasión, resurrección y ascensión has realizado la salvación de la
carne y del espíritu.
Sintiéndonos verdaderos hijos de Dios, digamos a nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Dios omnipotente y misericordioso, te pedimos que nos envíes al
Espíritu Santo para que habite en nosotros y nos transforme en templos de su
gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 23 DE MAYO 2023
*Lecturas del Martes de la
7ª semana de Pascua*
Martes, 23 de mayo de 2023
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (20,17-27):
En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de la
Iglesia de Éfeso.
Cuando se presentaron, les dijo: «Vosotros sabéis que todo el tiempo que he
estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al
Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las
maquinaciones de los judíos. Sabéis que no he ahorrado medio alguno, que os he
predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos a
que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a
Jerusalén, forzado por el Espíritu. No sé lo que me espera allí, sólo sé que el
Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y
luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi
carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del
Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y
ahora sé que ninguno de vosotros me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no
soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; os he
anunciado enteramente el plan de Dios.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 67,10-11.20-21
R/. Reyes de la tierra, cantad a Dios
Derramaste en tu heredad,
oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada
y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad,
oh Dios, preparó para los pobres. R/.
Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas,
es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R/.
*Lecturas del Martes de la
7ª semana de Pascua*
Martes, 23
de mayo de 2023
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan
(17,1-11a):
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado
la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder
que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste.
Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu
enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra
que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que
yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a
los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste,
y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste
procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y
ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han
creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino
por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío;
y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están
en el mundo, mientras yo voy a ti.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Ahora
han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he
comunicado las palabras que tú me diste)
*Conocer
al Señor no es sólo conocimiento intelectual. Significa intimidad con el Señor,
el tipo de intimidad que las parejas disfrutan entre sí. Estar envuelto por
esta intimidad es experimentar algo de lo que será la vida eterna. Señor,
protégeme a mí y a los que amo. Guárdame en la palma de tu mano y acércame cada
vez más a tu amistad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.