Musica Para el Alma
lunes, 28 de julio de 2025
JUAN 11,19-27 CICLO C
Lecturas
del Martes de la XVII Semana del Tiempo Ordinario
29 Jul 2025
*Santa
Marta, LAZARO, Y MARIA*
*Lectura del santo
evangelio según san Juan (11,19-27)*
En aquel tiempo,
muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su
hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro,
mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras
estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que
pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque
haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.
¿Crees esto?»
Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios,
el que tenía que venir al mundo.»
Palabra
del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones
antes que mis palabras*
(«Yo soy la
resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que
está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»).
*Yo he tenido momento en la mi vida que he
sentido como que Dios, no está pendiente de mí. Recuerdo cuando mi padre estuvo
enfermo en el hospital, yo pedía al Señor a cada momento por su salud, y la
situación se fue agravando, y más insistía en la oración de sanación y
pedía a las personas que oraran por la salud de mi padre, en muchas ocasiones
pensaba, donde está el Señor, que no viene en mi ayuda y no me escucha. Pero al
final termino siendo, una historia muy bella, yo oraba por mi padre para que
sane, y el Señor permitía que su salud se fuera deteriorando más, porque el
Señor tenía algo mucho mejor para él. Y las personas me trataban de animar, y
me decían animo que tu papa está en el cielo, pero en medio de mi dolor, no era
fácil asimilar este acontecimiento. Luego cuando el Señor me ha concedido la
gracia de llegar a una fe más alta, es donde he podido bendecir a Dios, por la
partida de mi padre, Dios, me ha mostrado, que solo las podía ver con ese
acontecimiento de mi padre. Hoy tengo la certeza de que esta en un lugar mucho
mejor que este*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL MARTES 29
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*Santa Marta, María y Lázaro. (MEMORIA)*
Era hermana de María y de Lázaro; cuando hospedó al Señor
en su casa de Betania se esforzó en servirle lo mejor que pudo y, más tarde,
con sus oraciones impetró la resurrección de su hermano.
MARTES SEMANA
I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid,
adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid,
adorémosle.
Himno: AL CANTO DE LOS GALLOS.
Al canto de los gallos
viene la aurora;
los temores se alejan
como las sombras.
¡Dios, Padre nuestro,
en tu nombre dormimos
y amanecemos!
Como luz nos visitas,
Rey de los hombres,
como amor que vigila
siempre de noche;
cuando el que duerme
bajo el signo del sueño
prueba la muerte.
Del sueño del pecado
nos resucitas,
y es señal de tu gracia
la luz amiga.
¡Dios que nos velas!,
tú nos sacas por gracia
de las tinieblas.
Gloria al Padre y al Hijo,
gloria al Espíritu,
al que es paz, luz y vida,
al Uno y Trino;
gloria a su nombre
y al misterio divino
que nos lo esconde. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del
Señor.
Salmo 23 - ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
El la fundó sobre los mares,
El la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El hombre de manos inocentes y puro
corazón subirá al monte del Señor.
Ant 2. Ensalzad con vuestras obras al rey
de los siglos.
Cántico: ESPERANZA DE ISRAEL EN BABILONIA Tb 13, 1-10
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y cuyo reino dura por los siglos:
él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.
Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza,
ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro Padre por todos los siglos.
Él nos azota por nuestros delitos,
pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre todas las naciones
por donde estáis dispersados.
Si volvéis a él de todo corazón
y con toda el alma,
siendo sinceros con él,
él volverá a vosotros
y no os ocultará su rostro.
Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena,
bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador.
Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión.
Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,
y me alegraré de su grandeza.
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ensalzad con vuestras obras al rey
de los siglos.
Ant 3. El Señor merece la alabanza de los
buenos.
Salmo 32 - HIMNO AL PODER Y A LA PROVIDENCIA DE DIOS
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando vuestra música con aclamaciones:
que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió;
él lo mandó, y surgió.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres;
desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.
No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros esperamos en el Señor:
él es nuestro auxilio y escudo,
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor merece la alabanza de los
buenos.
LECTURA BREVE Rm 13, 11b. 12-13a
Ya es hora que despertéis del sueño. La noche va pasando, el día está encima;
desnudémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de
la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad.
RESPONSORIO BREVE
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. Mi alcázar, mi libertador.
R. En que me amparo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. El Señor hace caminar a los humildes con
rectitud.
R. Enseña su camino a los humildes.
PRIMERA LECTURA
Del primer libro de los Reyes 11, 1-4. 26-43
PECADOS DE SALOMÓN. REBELIÓN Y FUGA DE JEROBOAM
En aquellos días, el rey Salomón se enamoró de
muchas mujeres extranjeras, además de la hija del faraón: moabitas, amonitas,
edomitas, fenicias e hititas, de las naciones de quienes había dicho el Señor a
los de Israel:
«No os unáis con ellas, ni ellas con vosotros, porque os desviarán el corazón
tras sus dioses.»
Salomón se enamoró perdidamente de ellas; tuvo setecientas esposas y
trescientas concubinas. Y así, cuando llegó a viejo, sus mujeres desviaron su
corazón tras dioses extranjeros; su corazón ya no perteneció por entero al
Señor, como el corazón de David, su padre.
Jeroboam, hijo de Nabat, era efraimita, natural de Serdá; su madre, llamada
Servá, era viuda. Siendo funcionario de Salomón, se rebeló contra el rey. La
ocasión de rebelarse contra el rey fue ésta: Salomón estaba construyendo el
terraplén para rellenar el foso de la ciudad de David, su padre. Jeroboam era
un hombre de valer, y Salomón, viendo que el joven trabajaba bien, lo nombró
capataz de todos los cargadores de la casa de José. Un día, salió Jeroboam de
Jerusalén, y el profeta Ajías, de Siló, envuelto en un manto nuevo, se lo
encontró en el camino; estaban los dos solos, en descampado. Ajías tomó su
manto nuevo, lo rasgó en doce trozos y dijo a Jeroboam:
«Cógete diez trozos, porque así dice el Señor Dios de Israel: "Voy a
arrancarle el reino a Salomón y voy a darte a ti diez tribus; lo restante será
para él, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que elegí
entre todas las tribus de Israel; porque me ha abandonado y ha adorado a
Astarté, diosa de los fenicios, a Camós, dios de Moab, a Malcón, dios de los
amonitas, y no ha caminado por mis sendas, practicando lo que yo apruebo, mis
mandatos y preceptos, como su padre, David.
No le quitaré todo el reino; en consideración a mi siervo David, a quien elegí,
que guardó mis leyes y preceptos, lo mantendré de jefe mientras viva; pero a su
hijo le quito el reino y te doy a ti diez tribus. A su hijo le daré una tribu,
para que mi siervo David tenga siempre una lámpara ante mí en Jerusalén, la
ciudad que me elegí para que residiera allí mi Nombre.
En cuanto a ti, voy a escogerte para que seas rey de Israel, según tus
ambiciones. Si obedeces en todo lo que yo te ordene y caminas por mis sendas y
practicas lo que yo apruebo, guardando mis mandatos y preceptos, como lo hizo
mi siervo David, yo estaré contigo y te daré una dinastía duradera, como hice
con David, y te daré Israel. Humillaré a los descendientes de David por esto,
aunque no para siempre."»
Salomón intentó matar a Jeroboam, pero Jeroboam emprendió la fuga a Egipto,
donde reinaba Sisac, y estuvo allí hasta que murió Salomón.
Para más datos sobre Salomón, sus empresas y su sabiduría, véanse los Anales de
Salomón. Salomón reinó en Jerusalén, sobre todo Israel, cuarenta años. Cuando
murió, lo enterraron en la ciudad de David, su padre. Su hijo Roboam le sucedió
en el trono.
RESPONSORIO Sir 47, 22. 24; 2Tm
2, 13
R. Tú,
Salomón, pusiste un borrón sobre tu gloria; pero el Señor no renuncia jamás a
su lealtad, * no deja que se pierdan sus
palabras.
V. Dios permanece fiel, porque no puede
desmentirse a sí mismo.
R. No deja que se pierdan sus palabras.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón 103, 1-2. 6: PL 38, 613. 615)
DICHOSOS LOS QUE PUDIERON HOSPEDAR AL SEÑOR EN SU
PROPIA CASA
Las palabras del Señor nos advierten que, en medio
de la multiplicidad de ocupaciones de este mundo, hay una sola cosa a la que
debemos tender. Tender, porque somos todavía peregrinos, no residentes; estamos
aún en camino, no en la patria definitiva; hacia ella tiende nuestro deseo,
pero no disfrutamos aún de su posesión. Sin embargo, no cejemos en nuestro
esfuerzo, no dejemos de tender hacia ella, porque sólo así podremos un día
llegar a término.
Marta y María eran dos hermanas, unidas no sólo por su parentesco de sangre,
sino también por sus sentimientos de piedad; ambas estaban estrechamente unidas
al Señor, ambas le servían durante su vida mortal con idéntico fervor. Marta lo
hospedó, como se acostumbra a hospedar a un peregrino cualquiera. Pero, en este
caso, era una sirvienta que hospedaba a su Señor, una enferma al Salvador, una
creatura al Creador. Le dio hospedaje para alimentar corporalmente a aquel que
la había de alimentar con su Espíritu. Porque el Señor quiso tomar la condición
de esclavo para así ser alimentado por los esclavos, y ello no por necesidad,
sino por condescendencia, ya que fue realmente una condescendencia el permitir
ser alimentado. Su condición humana lo hacía capaz de sentir hambre y sed.
Así, pues, el Señor fue recibido en calidad de huésped, él, que vino a los
suyos y los suyos no lo recibieron; pero a cuantos lo recibieron dio poder de
llegar a ser hijos de Dios, adoptando a los siervos y convirtiéndolos en
hermanos, redimiendo a los cautivos y convirtiéndolos en coherederos. Pero que
nadie de vosotros diga: «Dichosos los que pudieron hospedar al Señor en su
propia casa.» No te sepa mal, no te quejes por haber nacido en un tiempo en que
ya no puedes ver al Señor en carne y hueso; esto no te priva de aquel honor, ya
que el mismo Señor afirma: Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis
humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
Por lo demás, tú, Marta —dicho sea con tu venia, y bendita seas por tus buenos
servicios—, buscas el descanso como recompensa de tu trabajo. Ahora estás
ocupada en los mil detalles de tu servicio, quieres alimentar unos cuerpos que
son mortales, aunque ciertamente son de santos; pero ¿por ventura, cuando
llegues a la patria celestial, hallarás peregrinos a quienes hospedar,
hambrientos con quienes partir tu pan, sedientos a quienes dar de beber,
enfermos a quienes visitar, litigantes a quienes poner en paz, muertos a
quienes enterrar?
Todo esto allí ya no existirá; allí sólo habrá lo que María ha elegido: allí
seremos nosotros alimentados, no tendremos que alimentar a los demás. Por esto,
allí alcanzará su plenitud y perfección lo que aquí ha elegido María, la que
recogía las migajas de la mesa opulenta de la palabra del Señor. ¿Quieres saber
lo que allí ocurrirá? Dice el mismo Señor, refiriéndose a sus siervos: Os
aseguro que se pondrá de faena, los hará sentar a la mesa y se prestará a
servirlos.
RESPONSORIO Cf. Jn 12, 1-3
R. Después de
que Jesús resucitó a Lázaro, le ofrecieron un banquete en Betania, * y
Marta servía la mesa.
V. María tomó una libra de ungüento precioso y
ungió los pies de Jesús.
R. Y Marta servía la mesa.
Lecturas del Martes de la XVII
Semana del Tiempo Ordinario
29
Jul 2025
*Santa Marta, LAZARO, Y MARIA*
*Lectura del santo evangelio según san Juan (11,19-27)*
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a
María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que
llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo
Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano.
Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque
haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.
¿Crees esto?»
Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios,
el que tenía que venir al mundo.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había
predicho por boca de sus santos profetas.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nos ha suscitado el Señor una
fuerza de salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
PRECES
Ya que hemos sido llamados a participar de una vocación celestial,
bendigamos por ello a Jesús, el pontífice de nuestra fe, y supliquémosle
diciendo:
Escúchanos, Señor.
Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real,
haz que nuestra vida sea un continuo sacrificio de alabanza.
Ayúdanos, Señor, a guardar tus mandatos
para que por la fuerza del Espíritu Santo nosotros permanezcamos en ti y tú en
nosotros.
Danos tu sabiduría eterna
para que permanezca con nosotros y con nosotros trabaje.
Concédenos ser la alegría de cuantos nos rodean
y fuente de esperanza para los decaídos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Como hijos que somos de Dios, dirijámonos a nuestro Padre con la oración que
Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Escucha, Señor, nuestra oración matutina y con la luz de tu
misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón: para que, habiendo sido
iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las obras de las tinieblas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
MARTES SEMANA
I
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: NOS DIJERON DE NOCHE.
Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe estuvo en vela
junto a tu cuerpo;
La noche entera,
la pasamos queriendo
mover la piedra.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.
No supieron contarlo
los centinelas,
nadie supo la hora
ni la manera;
antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.
Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto;
la fe velando,
para verte de noche
resucitando.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19 - ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL REY.
Que te escuche el Señor el día del peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión;
que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.
Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que pides.
Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.
Unos confían en sus carros,
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre
del Señor, Dios nuestro.
Ellos cayeron derribados,
nosotros nos mantenemos en pie.
Señor, da la victoria al rey
y escúchanos cuando te invocamos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor da la victoria a su
Ungido.
Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos
tu poder.
Salmo 20, 2-8. 14 - ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA DEL REY.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no fracasará.
Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al son de instrumentos cantaremos
tu poder.
Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un
reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un
reino de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA BREVE 1Jn 3, 1a. 2
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo
somos! Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado
lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él,
porque lo veremos tal cual es.
RESPONSORIO BREVE
V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que
el cielo.
V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que
el cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi
salvador.
PRECES
Alabemos a Cristo, que mora en medio de nosotros, su pueblo
adquirido, y supliquémosle diciendo:
Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.
Dueño y Señor de los pueblos, acude en ayuda de todas las naciones y de los que
las gobiernan:
que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la
paz.
Tú que al subir al cielo llevaste contigo una gran multitud de cautivos,
devuelve la libertad de los hijos de Dios a nuestros hermanos que sufren
esclavitud en el cuerpo o en el espíritu.
Concede, Señor, a los jóvenes la realización de sus esperanzas
y que sepan responder a tus llamadas en el transcurso de su vida.
Que los niños imiten tu ejemplo
y crezcan siempre en sabiduría y en gracia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge a los difuntos en tu reino,
donde también nosotros esperamos reinar un día contigo.
Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, porque has permitido
que lleguemos a esta noche; te pedimos aceptes con agrado el alzar de nuestras
manos como ofrenda de la tarde. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de
los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 29 DE JULIO 2025
Lecturas del Martes de la XVII
Semana del Tiempo Ordinario
29 Jul 2025
*Santa Marta, LAZARO, Y MARIA*
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan
(4,7-16):
Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya
que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó
el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para
que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima
de propiciación por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera,
también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie lo ha visto nunca.
Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en
nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en
nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos
testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien
confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y
nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios
es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 33
R/. Bendigo al Señor en todo momento
Bendigo al Señor en
todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.
Lecturas
del Martes de la XVII Semana del Tiempo Ordinario
29 Jul 2025
*Santa
Marta, LAZARO, Y MARIA*
*Lectura del santo
evangelio según san Juan (11,19-27)*
En aquel tiempo,
muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su
hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro,
mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras
estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que
pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque
haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.
¿Crees esto?»
Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios,
el que tenía que venir al mundo.»
Palabra
del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones
antes que mis palabras*
(«Yo soy la
resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que
está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»).
*Yo he tenido momento en la mi vida que he
sentido como que Dios, no está pendiente de mí. Recuerdo cuando mi padre estuvo
enfermo en el hospital, yo pedía al Señor a cada momento por su salud, y la
situación se fue agravando, y más insistía en la oración de sanación y
pedía a las personas que oraran por la salud de mi padre, en muchas ocasiones
pensaba, donde está el Señor, que no viene en mi ayuda y no me escucha. Pero al
final termino siendo, una historia muy bella, yo oraba por mi padre para que
sane, y el Señor permitía que su salud se fuera deteriorando más, porque el
Señor tenía algo mucho mejor para él. Y las personas me trataban de animar, y
me decían animo que tu papa está en el cielo, pero en medio de mi dolor, no era
fácil asimilar este acontecimiento. Luego cuando el Señor me ha concedido la
gracia de llegar a una fe más alta, es donde he podido bendecir a Dios, por la
partida de mi padre, Dios, me ha mostrado, que solo las podía ver con ese
acontecimiento de mi padre. Hoy tengo la certeza de que esta en un lugar mucho
mejor que este*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.