Musica Para el Alma
martes, 26 de julio de 2022
MATEO 13,44-46 CICLO C
*Lecturas del Miércoles de la 17ª semana del
Tiempo Ordinario*
Miércoles, 27 de julio de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-46)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a la
gente: «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el
que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo
lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un
comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a
vender todo lo que tiene y la compra.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros
corazones antes que mis palabras*
(Vende
todo lo que tiene y compra el campo).
*Es un buen tiempo, el que el Señor me regala, para
que pueda descubrir dentro de mi vida que es lo verdadero, que es lo que tiene
valor, que es lo que le da sentido a mi vida. La buena noticia para mi es
descubrir en mi corazón donde se encuentra toda es fuerza del amor que el
Señor, de una manera especial a depositado dentro de mí, que tiene la gracia de
hacerme entrar en la verdadera alegría y una alegría tal alta, tan sublime, tan
desbordante, tan grande, que tiene todo el poder de saciar: mis angustias, mis
tristezas, mis preocupaciones, y me muestra el camino de la liberta y quedar
saciado con este tesoro, con esta perla*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MIERCOLES 27
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
MIERCOLES SEMANA I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Adoremos a Dios, porque él nos ha creado.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Adoremos a Dios, porque él nos ha creado.
Himno: SENTENCIA DE DIOS AL HOMBRE
Sentencia de Dios al hombre
antes que el día comience:
«Que el pan no venga a tu mesa
sin el sudor de tu frente.
Ni el sol se te da de balde,
ni el aire por ser quien eres:
las cosas son herramientas
y buscan quien las maneje.
El mar les pone corazas
de sal amarga a los peces;
el hondo sol campesino
madura a fuego las mieses.
La piedra, con ser la piedra,
guarda una chispa caliente;
y en el rumor de la nube
combaten el rayo y la nieve.
A ti te inventé las manos
y un corazón que no duerme;
puse en tu boca palabras
y pensamiento en tu frente.
No basta con dar las gracias
sin dar lo que las merece:
a fuerza de gratitudes
se vuelve la tierra estéril.» Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Salmo 35 - DEPRAVACIÓN DEL MALVADO Y BONDAD DE DIOS
El malvado escucha en su interior
un oráculo del pecado:
«No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia.»
Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.
Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.
Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes,
tu justicia hasta las altas cordilleras;
tus sentencias son como el océano inmenso.
Tú socorres a hombres y animales;
¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das a beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente viva
y tu luz nos hace ver la luz.
Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche fuera la mano del malvado.
Han fracasado los malhechores;
derribados, no se pueden levantar.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Ant 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR DEL MUNDO Y PROTECTOR DE SU PUEBLO Jdt
16, 2-3. 15-19
¡Alabad a mi Dios con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre!
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor, tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.
Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.
Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tu presencia se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Ant 3. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Salmo 46 - ENTRONIZACIÓN DEL DIOS DE ISRAEL
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
El nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
El nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abraham;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
LECTURA BREVE Tb 4, 16-17. 19-20
No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. Da de tu pan al hambriento y
da tus vestidos al desnudo. Busca el consejo de los prudentes. Bendice al Señor
en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que lleguen a
buen fin todas tus sendas y proyectos.
RESPONSORIO BREVE
V. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
V. Dame vida con tu palabra.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
V. Todos
quedaban maravillados.
R. De las palabras que salían de la boca de Dios.
PRIMERA LECTURA
Del libro de Job 32, 1-6; 33, 1-22
HABLA ELIHÚ ACERCA DEL MISTERIO DE DIOS
Los tres hombres no respondieron más a Job, convencidos de que era inocente.
Pero Elihú, hijo de Baraquel, de la familia de Ram, natural de Buz, se indignó
contra Job, porque pretendía justificarse frente a Dios. También se indignó
contra los tres compañeros, porque, al no hallar respuesta, habían dejado a
Dios como culpable. Elihú había esperado, mientras ellos hablaban con Job,
porque eran mayores que él; pero, viendo que ninguno de los tres respondía,
Elihú, hijo de Baraquel, de Buz, indignado, intervino, diciendo:
«Escucha mis palabras, Job, presta oído a mi discurso, mira que ya abro la boca
y mi lengua forma palabras con el paladar; hablo con un corazón sincero, mis
labios expresan un saber acendrado.
El soplo de Dios me hizo, el aliento del Todopoderoso me dio vida. Contéstame,
si puedes, prepárate, ponte frente a mí. Mira: igual que tú soy ante Dios,
también yo fui plasmado de la arcilla. No te espantará mi terror, ni pesará mi
mano sobre ti.
Tú has dicho esto en mi presencia, yo te he escuchado: "Yo soy puro, no
tengo delito, soy inocente, no hay culpa en mí, pero él encuentra pretextos
contra mí, me considera su enemigo, mete mis pies en el cepo y espía todos mis
pasos."
Protesto: en eso no tienes razón, porque Dios es más grande que el hombre.
¿Cómo te atreves a acusarlo de que no responda a todas tus razones? Dios sabe
hablar de un modo o de otro, y uno no lo advierte.
En sueños o visiones nocturnas, cuando el letargo cae sobre el hombre que está
durmiendo en su cama: entonces le abre el oído y lo estremece con avisos, para
apartarlo de sus malas obras y corregir su orgullo, para librar su vida de la
fosa y de cruzar el Canal.
Otras veces lo corrige con una enfermedad, con la agonía incesante de sus
miembros, cuando hasta la comida le repugna y le asquean sus manjares
favoritos, cuando su carne se consume y desvanece y sus huesos a la vista se
descubren, cuando su alma a la fosa se aproxima y su vida a la morada de los
muertos.»
RESPONSORIO Rm 11, 33-34
R. ¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! * ¡Qué
insondables son sus juicios y qué irrastreables sus caminos!
V. ¿Quién ha conocido jamás la mente del Señor? ¿Quién ha sido su
consejero?
R. ¡Qué insondables son sus juicios y qué irrastreables sus caminos!
SEGUNDA LECTURA
De los libros de las Morales de san Gregorio Magno, papa, sobre el
libro de Job.
(Libro 23, 23-24: PL 76, 265-266)
LA VERDADERA ENSEÑANZA EVITA LA ARROGANCIA
Escucha mis palabras, Job, presta oído a mi discurso. Ésta es la característica
propia de la manera de enseñar de los arrogantes, que no saben inculcar sus
enseñanzas con humildad ni comunicar rectamente las cosas rectas que saben. En
su manera de hablar se pone de manifiesto que ellos, al enseñar, se consideran
como situados en el lugar más elevado, y miran a los que reciben su enseñanza
como si estuvieran muy por debajo de ellos, y se dignan hablarles no en plan de
consejo, sino como quien pretende imponerles su dominio.
A estos tales les dice, con razón, el Señor, por boca del profeta: Vosotros los
habéis dominado con crueldad y violencia. Con crueldad y con violencia dominan,
en efecto, aquellos que, en vez de corregir a sus súbditos razonando
reposadamente con ellos, se apresuran a doblegarlos rudamente con su autoridad.
Por el contrario, la verdadera enseñanza evita con su reflexión este vicio de
la arrogancia, con tanto más interés cuanto que su intención consiste
precisamente en herir con los dardos de sus palabras a aquel que es el maestro
de la arrogancia. Procura, en efecto, no ir a obtener, con una manera arrogante
de comportarse, el resultado contrario, es decir: predicar a aquel a quien
quiere atacar, con santas enseñanzas, en el corazón de sus oyentes. Y, así, se
esfuerza por enseñar de palabra y` de obra la humildad, madre y maestra de
todas las virtudes, de manera que la explica a los discípulos de la verdad con
las acciones, más que con las palabras.
De ahí que Pablo, hablando a los tesalonicenses, como olvidándose de la
autoridad que tenía por su condición de apóstol, les dice: Nos mostramos
amables con vosotros. Y, en el mismo sentido, el apóstol Pedro, cuando dice:
Estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la
pidiere, enseña que hay que guardar en ello el modo debido, añadiendo: Pero con
mansedumbre y respeto y en buena conciencia.
Y, cuando Pablo dice a su discípulo: Vete enseñando todo esto, reprendiendo con
toda autoridad, no es su intención inculcarle un dominio basado en el poder,
sino una autoridad basada en la conducta. En efecto, la manera de enseñar algo
con autoridad es practicarlo antes de enseñarlo, ya que la enseñanza pierde
toda garantía cuando la conciencia contradice las palabras. Por tanto, lo que
le aconseja no es un modo de hablar arrogante y altanero, sino la confianza que
infunde una buena conducta. Por esto hallamos escrito también acerca del Señor:
Les enseñaba como quien tiene autoridad, y no a la manera de los doctores que
tenían ellos. El, en efecto, de un modo único y singular, hablaba con
autoridad, en el sentido verdadero de la palabra, ya que nunca cometió mal
alguno por debilidad. Él tuvo por el poder de su divinidad aquello que nos
comunicó a nosotros por la inocencia de su humanidad.
RESPONSORIO 1Pe 5, 5; Mt 11, 29
R. Sed humildes unos con otros, * porque
Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes.
V. Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis
descanso para vuestras almas.
R. Porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los
humildes.
*Lecturas del Miércoles de la 17ª semana del
Tiempo Ordinario*
Miércoles, 27 de julio de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-46)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a la
gente: «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el
que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo
lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un
comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a
vender todo lo que tiene y la compra.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Realiza, Señor, con nosotros la misericordia y recuerda tu santa
alianza.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Realiza, Señor, con nosotros la misericordia y recuerda tu santa
alianza.
PRECES
Demos gracias a Cristo y alabémoslo porque ha querido santificarnos
y llamarnos hermanos suyos; digámosle, pues, confiados:
Santifica, Señor, a tus hermanos.
Concédenos, Señor, consagrar el principio de este día en honor de tu
resurrección
y haz que todos los trabajos que realicemos durante esta jornada te sean
agradables.
Haz que sepamos descubrirte a ti en todos nuestros hermanos,
sobre todo en los tristes, en los más pobres y en los que son menos útiles a
los ojos del mundo.
Tú que para aumentar nuestra alegría y afianzar nuestra salvación nos das el nuevo
día, signo de tu amor,
renuévanos hoy y siempre para gloria de tu nombre.
Haz que durante este día estemos en paz con todo el mundo
y que a nadie devolvamos mal por mal.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tal como Cristo nos enseñó, terminemos nuestra oración diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, salvador nuestro, danos tu ayuda para que siempre
deseemos las obras de la luz y realicemos la verdad: así, los que de ti hemos
nacido en el bautismo, seremos tus testigos ante los hombres. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
MIERCOLES SEMANA I
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: HORA DE LA TARDE.
Hora de la tarde,
fin de las labores.
Amo de las viñas,
paga los trabajos
de tus viñadores.
Al romper el día
nos apalabraste.
Cuidamos tu viña
del alba a la tarde.
Ahora que nos pagas,
nos lo das de balde,
que a jornal de gloria
no hay trabajo grande.
Das al de la tarde
lo que al mañanero.
Son tuyas las horas
y tuyo el viñedo.
A lo que sembramos
dale crecimiento.
Tú que eres la viña,
cuida los sarmientos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Salmo 26 I - CONFIANZA ANTE EL PELIGRO
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor
contemplando su templo.
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;
y así levantaré la cabeza
sobre el enemigo que me cerca;
en su tienda sacrificaré
sacrificios de aclamación:
cantaré y tocaré para el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Ant 2. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
Salmo 26 II
Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.»
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.
Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.
Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.
No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
Ant 3. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
LECTURA BREVE St 1, 22. 25
Llevad a la práctica la palabra y no os limitéis a escucharla, engañándoos a
vosotros mismos. El que se concentra en el estudio de la ley perfecta (la que
hace libre) y es constante no como oyente olvidadizo, sino para ponerla por
obra, éste encontrará la felicidad en practicarla.
RESPONSORIO BREVE
V. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
V. No arrebates mi alma con los pecadores.
R. Ten misericordia de mí.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
PRECES
Oremos, hermanos, a Dios Padre, que en su amor nos mira como
hijos, y digámosle:
Muéstranos, Señor, la abundancia de tu amor.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia: guárdala de todo mal
y haz que crezca en tu amor.
Que todos los pueblos, Señor, te reconozcan como al único Dios verdadero,
y a Jesucristo como al Salvador que tú has enviado.
A nuestros parientes y bienhechores concédeles tus bienes
y que tu bondad les dé la vida eterna.
Te pedimos, Señor, por los trabajadores que sufren: alivia sus dificultades
y haz que todos los hombres reconozcan su dignidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
En tu misericordia acoge a los que hoy han muerto
y dales posesión de tu reino.
Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos a nuestro
Padre común:
Padre nuestro...
ORACION
Escucha, Señor, nuestras súplicas y protégenos durante el día y
durante la noche: tú que eres siempre inmutable, da firmeza a los que vivimos
sujetos a la sucesión de los tiempos y de las horas. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MIERCOLES 27 DE JULIO 2022
*Lecturas del Miércoles de la 17ª semana del
Tiempo Ordinario*
Miércoles, 27 de julio de 2022
Primera lectura
Lectura del profeta Jeremías (15,10.16-21):
Ay de mí, ¡madre mía!, ¿por qué me
diste a luz? Soy hombre que trae líos y contiendas a todo el país. No les debo
dinero, ni me deben; ¡pero todos me maldicen! Cuando me llegaban tus palabras,
yo las devoraba. Tus palabras eran para mí gozo y alegría, porque entonces
hacías descansar tu Nombre sobre mí, ¡oh Yavé Sabaot! Yo no me sentaba con
otros para bromear, sino que, apenas tu mano me tomaba, yo me sentaba aparte,
pues me habías llenado de tu propio enojo. ¿Por qué mi dolor no tiene fin y no
hay remedio para mi herida? ¿Por qué tú, mi manantial, me dejas de repente sin
agua?
Entonces Yavé me dijo: «Si vuelves a mí, yo te haré volver a mi servicio.
Separa el oro de la escoria si quieres ser mi propia boca. Tendrán que volver a
ti, pero tú no volverás a ellos. Haré que tú seas como una fortaleza y una
pared de bronce frente a ellos; y si te declaran la guerra, no te vencerán,
pues yo estoy contigo para librarte y salvarte. Te protegeré contra los
malvados y te arrancaré de las manos de los violentos.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 58,2-18
R/. Dios
es mi refugio en el peligro
Líbrame de mi enemigo, Dios mío,
protégeme de mis agresores;
líbrame de los malhechores,
sálvame de los hombres sanguinarios. R/.
Mira que me están acechando
y me acosan los poderosos.
Sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,
sin culpa mía, avanzan para acometerme. R/.
Estoy velando contigo, fuerza mía,
porque tú, oh Dios, eres mi alcázar;
que tu favor se adelante, oh Dios,
y me haga ver la derrota del enemigo. R/.
Yo cantaré tu fuerza,
por la mañana aclamaré tu misericordia:
porque has sido mi alcázar
y mi refugio en el peligro. R/.
Y tañeré en tu honor, fuerza mía,
porque tú, oh Dios, eres mi alcázar. R/.
*Lecturas del Miércoles de la 17ª semana del
Tiempo Ordinario*
Miércoles, 27 de julio de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,44-46)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a la
gente: «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el
que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo
lo que tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un
comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a
vender todo lo que tiene y la compra.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros
corazones antes que mis palabras*
(Vende
todo lo que tiene y compra el campo).
*Es un buen tiempo, el que el Señor me regala, para
que pueda descubrir dentro de mi vida que es lo verdadero, que es lo que tiene
valor, que es lo que le da sentido a mi vida. La buena noticia para mi es
descubrir en mi corazón donde se encuentra toda es fuerza del amor que el
Señor, de una manera especial a depositado dentro de mí, que tiene la gracia de
hacerme entrar en la verdadera alegría y una alegría tal alta, tan sublime, tan
desbordante, tan grande, que tiene todo el poder de saciar: mis angustias, mis
tristezas, mis preocupaciones, y me muestra el camino de la liberta y quedar
saciado con este tesoro, con esta perla*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.