Musica Para el Alma
viernes, 4 de octubre de 2024
MATEO 7,7-11 CICLO B
*Lecturas
del Témporas de petición y acción de gracias*
Sábado,
5 de octubre de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (7,7-11)*
7 «Pedid
y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
8
Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá.
9
¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una
piedra;
10
o si le pide un pez, le dé una culebra?
11
Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se
las pidan
Palabra
del Señor
*Que
la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
《Porque
todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre》
*Pedid, buscad, y llamad. Es muy importante que pueda reconocer que cuando
pida algo al Señor, tengo que sentirme necesitado y de lo que estoy pidiendo, y
eso que pido tiene que producir beneficios y alegría a las demás personas. Para
buscar, tengo que sentir que lo que busco es algo que me dará la vida; el Señor,
como gran maestro me dice, que lo que necesito buscar está dentro de los más
pobre, dentro de los más necesitado, dentro de lo que necesita a alguien que
les escuche, que les ponga atención, que sientan que tienen valor. Llamad; es
bueno que siempre este llamando al Señor para no caer en tentaciones, en
murmuraciones, en juicios, en chisme, que no tenga miedo nunca de llamarlo
porque él, siempre está dispuesto para mí, que las puertas de su corazón siempre
están abiertas para todos los cansado, abatidos, triste y necesitados*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 5
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*SABADO
SEMANA II*
*LAUDES*
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Escuchemos la voz del Señor y entremos
en su descanso.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: SEÑOR YO SÉ QUE EN LA MAÑANA PURA.
Señor, yo sé que, en la mañana pura
de este mundo, tu diestra generosa
hizo la luz antes que toda cosa,
porque todo tuviera su figura.
Yo sé que te refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa
mejor que la embriagada y temerosa
música de los vientos de la altura.
Por eso te celebro yo en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto,
y en la ribera sin temblor del río;
por eso yo te adoro, mudo y quieto,
y por eso, Señor, el dolor mío
para llegar hasta ti se hizo soneto. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Por la mañana proclamamos, Señor, tu
misericordia y de noche tu fidelidad.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON
SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche tu
fidelidad.
Ant 2. Dad gloria a nuestro Dios.
Cántico: BENEFICIOS DE DIOS PARA CON SU
PUEBLO Dt 32, 1-12
Escuchad, cielos, y hablaré;
oye, tierra, los dichos de mi boca;
descienda como lluvia mi doctrina,
destile como rocío mi palabra;
como llovizna sobre la hierba,
como sereno sobre el césped;
voy a proclamar el nombre del Señor:
dad gloria a nuestro Dios.
Él es la Roca, sus obras son perfectas,
sus caminos son justos,
es un Dios fiel, sin maldad;
es justo y recto.
Hijos degenerados, se portaron mal con él,
generación malvada y pervertida.
¿Así le pagas al Señor,
pueblo necio e insensato?
¿no es él tu padre y tu creador,
el que te hizo y te constituyó?
Acuérdate de los días remotos,
considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre y te lo contará,
a tus ancianos y te lo dirán:
Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad,
y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios,
la porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue la parte de su heredad.
Lo encontró en una tierra desierta,
en una soledad poblada de aullidos:
lo rodeó cuidando de él,
lo guardó como a las niñas de sus ojos.
Como el águila incita a su nidada,
revolando sobre los polluelos,
así extendió sus alas, los tomó
y los llevó sobre sus plumas.
El Señor solo los condujo
no hubo dioses extraños con él.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gloria a nuestro Dios.
Ant 3. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
Salmo 8 - MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD
DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
LECTURA BREVE Rm 12, 14-16a
Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. Alegraos con los que se alegran;
llorad con los que lloran. Tened un mismo sentir entre vosotros, sin apetecer
grandezas; atraídos más bien por lo humilde.
RESPONSORIO BREVE
V. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando
salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Señor, enséñame tus caminos.
R. Instrúyeme en tus sendas.
PRIMERA LECTURA
Del libro de Judit 13, 6-26
MUERTE DE HOLOFERNES Y ACCIÓN DE GRACIAS
DEL PUEBLO
En aquellos días, cuando salieron todos, sin que quedará en la alcoba nadie, ni
chico ni grande, Judit, de pie junto al lecho de Holofernes, oró interiormente:
«Señor, Dios todopoderoso, mira ahora benévolo lo que voy a hacer para
exaltación de Jerusalén. Ha llegado el momento de ayudar a tu heredad, y de
cumplir mi plan, hiriendo al enemigo que se ha levantado contra nosotros.»
Avanzó hacia la columna del lecho que quedaba junto a la cabeza de Holofernes;
descolgó el alfanje y, acercándose al lecho, agarró la melena de Holofernes y
oró:
«¡Dame fuerza ahora, Señor, Dios de Israel!»
Le asestó dos golpes en el cuello con todas sus fuerzas, y le cortó la cabeza.
Luego, haciendo rodar el cuerpo de Holofernes, lo tiró del lecho y arrancó el
dosel de las columnas. Poco después, salió, entregó a su ama de llaves la
cabeza de Holofernes, y el ama la metió en la alforja de la comida. Luego,
salieron las dos juntas para orar, como acostumbraban. Atravesaron el
campamento, rodearon el barranco, subieron la pendiente de Betulia y llegaron a
las puertas de la ciudad. Judit gritó desde lejos a los centinelas:
«¡Abrid, abrid la puerta! Dios, nuestro Dios, está con nosotros, demostrando
todavía su fuerza en Israel y su poder contra el enemigo. ¡Acaba de pasar hoy!»
Cuando los de la ciudad la oyeron, bajaron en seguida hacia la puerta y
convocaron a los ancianos. Todos fueron corriendo, chicos y grandes. Les
parecía increíble que llegara Judit. Abrieron la puerta y las recibieron;
luego, hicieron una gran hoguera para poder ver, y se arremolinaron en torno a
ellas. Judit les dijo gritando:
«¡Alabad a Dios, alabadlo! Alabad a Dios, que no ha retirado su misericordia de
la casa de Israel; que por mi mano ha dado muerte al enemigo esta misma noche.»
Y, sacando la cabeza guardada en la alforja, la mostró y dijo:
«Ésta es la cabeza de Holofernes, generalísimo del ejército asirio. Éste es el
dosel bajo el que dormía su borrachera. ¡El Señor lo hirió por mano de una
mujer! Vive el Señor que me protegió en mi camino: os juro que mi rostro sedujo
a Holofernes para su ruina, pero no me hizo pecar. Mi honor está sin mancha.»
Todos se quedaron asombrados, y, postrándose en adoración a Dios, dijeron a una
voz:
«Bendito eres, Dios nuestro, que has aniquilado hoy a los enemigos de tu pueblo.»
Y Ozías dijo a Judit:
«El Señor te ha bendecido, hija, más que a todas las mujeres de la tierra.
Bendito sea el Señor, creador del cielo y de la tierra, porque enderezó tu
golpe contra la cabeza del general enemigo. El Señor ha glorificado tanto tu
nombre en este día, que tu alabanza no se apartará de la boca de los hombres,
que recordarán por siempre esta hazaña de Dios. Que el Señor te engrandezca
siempre y te dé prosperidad, porque no dudaste en exponer tu vida ante la
humillación de nuestra raza, sino que vengaste nuestra ruina, procediendo con
rectitud en presencia de nuestro Dios.»
Todos aclamaron:
¡Así sea, así sea!»
RESPONSORIO Jdt 13, 22.
25. 24
R. El Señor te ha bendecido con su poder, pues por tu medio ha aniquilado a
nuestros enemigos. * Tu alabanza no se apartará de la boca de los
hombres.
V. Bendito sea el Señor, creador del cielo y de la tierra, porque ha
glorificado tu nombre en este día.
R. Tu alabanza no se apartará de la boca de los hombres.
SEGUNDA
LECTURA
Del libro de san Gregorio de Nisa,
obispo, Sobre la conducta cristiana
(PG 46, 295-298)
COMBATE BIEN EL COMBATE DE LA FE
El que es de Cristo es una creatura nueva: lo antiguo ha pasado. Sabemos que se
llama nueva creatura a la inhabitación del Espíritu Santo en el corazón puro y
sin mancha, libre de toda culpa, de toda maldad y de todo pecado. Pues cuando
la voluntad detesta el pecado y se entrega, según sus posibilidades, a la
prosecución de las virtudes, viviendo la misma vida del Espíritu, acoge en sí
la gracia y queda totalmente renovada y restaurada. Por ello se dice: Tirad
fuera la levadura vieja para ser masa nueva; y también aquello otro: Celebremos
nuestra fiesta no con la vieja levadura, sino con los panes ázimos de pureza y
verdad. Todo esto concuerda muy bien con lo que hemos dicho más arriba sobre la
nueva creatura.
Ahora bien, el enemigo de nuestra alma tiende muchas trampas ante nuestros
pasos y la naturaleza humana es, de por sí, demasiado débil para conseguir la
victoria sobre este enemigo. Por ello el Apóstol quiere que nos revistamos con
armas celestiales: Ceñidos con el cinturón de la verdad, revestidos con la
coraza de la justicia —dice— y calzados los pies con el celo por el Evangelio
de la paz. ¿Te das cuenta de cuántos son los instrumentos de salvación
indicados por el Apóstol? Todos ellos nos ayudan a caminar por una única senda
y nos conducen a una sola meta. Con ellos se avanza fácilmente por aquel camino
de vida que lleva al perfecto cumplimiento de los preceptos divinos. El mismo
Apóstol dice también en otro lugar: Corramos con firmeza y constancia la
carrera para nosotros preparada; llevemos los ojos fijos en Jesús, caudillo y
consumador de la fe.
Por ello es necesario que quien desprecia las grandezas de este mundo y
renuncia a su gloria vana renuncie también a su propia vida. Renunciar a la
propia vida significa no buscar nunca la propia voluntad, sino la voluntad de
Dios y hacer del querer divino la norma única de la propia conducta; significa
también renunciar al deseo de poseer cualquier cosa que no sea necesaria o
común. Quien así obra se encontrará más libre y dispuesto para hacer lo que le
manden los superiores, realizándolo prontamente con alegría y con esperanza,
como corresponde a un servidor de Cristo, redimido para el bien de sus
hermanos. Esto es precisamente lo que desea también el Señor, cuando dice: El
que quiera ser el mayor que sea vuestro servidor, y el que quiera ser el
primero que sea esclavo de todos.
Esta servicialidad hacia los hombres debe ser ciertamente gratuita y el que se
consagra a ella debe sentirse sometido a todos y servir a los hermanos como si
fuera deudor de cada uno de ellos. En efecto, es conveniente que quienes están
al frente de sus hermanos se esfuercen más que los demás en trabajar por el
bien ajeno, se muestren más sumisos que los súbditos y, a la manera de un
siervo, gasten su vida en bien de los demás, pensando que los hermanos son en
realidad como un tesoro que pertenece a Dios y que Dios ha colocado bajo su
cuidado.
Por ello los superiores deben cuidar de los hermanos como si se tratara de unos
tiernos niños a quienes los propios padres han puesto en manos de unos
educadores. Si de esta manera vivís llenos de afecto los unos para con los
otros, si los súbditos cumplís con alegría los decretos y mandatos, y los
maestros os entregáis con interés al perfeccionamiento de los hermanos, si
procuráis teneros mutuamente el debido respeto, vuestra vida, ya en este mundo,
será semejante a la de los ángeles en el cielo.
RESPONSORIO Ga 5, 13;
1Co 10, 32
R. Vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche el
egoísmo; * al
contrario, sed esclavos unos de otros por amor.
V. No seáis motivo de tropiezo ni para los judíos ni para los paganos ni
para la Iglesia de Dios.
R. Al contrario, sed esclavos unos de otros por amor.
*Lecturas
del Témporas de petición y acción de gracias*
Sábado,
5 de octubre de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (7,7-11)*
7 «Pedid
y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
8
Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá.
9
¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una
piedra;
10
o si le pide un pez, le dé una culebra?
11
Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se
las pidan
Palabra
del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por
el camino de la paz.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
PRECES
Celebremos la sabiduría y la bondad de
Cristo, que ha querido ser amado y servido en los hermanos, especialmente en
los que sufren, y supliquémosle insistentemente diciendo:
Señor, acrecienta nuestro amor.
Al recordar esta mañana tu santa resurrección,
te pedimos, Señor, que extiendas los beneficios de tu redención a todos los
hombres.
Que todo el día de hoy sepamos dar buen testimonio del nombre cristiano
y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al Padre.
Enséñanos, Señor, a descubrir tu imagen en todos los hombres
y a saberte servir a ti en cada uno de ellos.
Cristo, Señor nuestro, vid verdadera de la que nosotros somos sarmientos,
haz que permanezcamos en ti y demos fruto abundante para que con ello sea
glorificado nuestro Padre que está en el cielo.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Con la confianza que nos da nuestra fe, acudamos ahora al Padre, diciendo como
Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu
y toda nuestra vida sean una continua alabanza en tu honor, y ya que toda
nuestra existencia es un don gratuito de tu liberalidad, haz que también cada
una de nuestras acciones te esté plenamente dedicada. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ÉSTE ES EL TIEMPO EN QUE LLEGAS
Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan de repente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.
Salen cantando a tu encuentro
doncellas con ramos verdes
y lámparas que guardaron
copioso y claro el aceite.
¡Cómo golpean las necias
las puertas de tu banquete!
¡Y cómo lloran a oscuras
los ojos que no han de verte!
Mira que estamos alerta,
Esposo, por si vinieres,
y está el corazón velando
mientras los ojos se duermen.
Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Anunciad a los pueblos y decidles: «Mirad, viene Dios, nuestro
Salvador.»
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Anunciad a los pueblos y decidles:
«Mirad, viene Dios, nuestro Salvador.»
Ant 2. Mirad: el Señor vendrá y todos sus
santos vendrán con él; en aquel día habrá una gran luz. Aleluya.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad: el Señor vendrá y todos sus
santos vendrán con él; en aquel día habrá una gran luz. Aleluya.
Ant 3. Vendrá el Señor con gran poder y lo
contemplarán todos los hombres.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrá el Señor con gran poder y lo
contemplarán todos los hombres.
LECTURA BREVE 1Ts 5, 23-24
Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser
-espíritu, alma y cuerpo- sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de
nuestro Señor Jesucristo. Fiel es a sus promesas el que os ha convocado; y él
las cumplirá.
RESPONSORIO BREVE
V. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Y danos tu salvación.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Mirad: el Señor viene de lejos y su resplandor ilumina toda la
tierra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad: el Señor viene de lejos y su
resplandor ilumina toda la tierra.
PRECES
Invoquemos a Cristo, alegría y júbilo de cuantos esperan su
llegada, y digámosle:
Ven, Señor, y no tardes más.
Esperamos alegres tu venida,
ven, Señor Jesús.
Tú que existes antes de los tiempos,
ven y salva a los que viven en el tiempo.
Tú que creaste el mundo y a todos los que en él habitan,
ven a restaurar la obra de tus manos.
Tú que no despreciaste nuestra naturaleza mortal,
ven y arráncanos del dominio de la muerte.
Tú que viniste para que tuviéramos vida abundante,
ven y danos tu vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que quieres congregar a todos los hombres en tu reino,
ven y reúne a cuantos desean contemplar tu rostro.
Pidamos ahora con grande confianza la venida del reino de Dios, con las
palabras que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida
de Cristo por la práctica de las buenas obras, para que, colocados un día a su
derecha, merezcan poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 5 DE OCTUBRE 2024
*Lecturas
de la26º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
*Lecturas
del Témporas de petición y acción de gracias*
Sábado,
5 de octubre de 2024
Primera
lectura
Lectura
del libro del Deuteronomio (8,7-18):
Habló Moisés al pueblo, diciendo: «Cuando el Señor,
tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y
veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada, de viñas,
higueras y granados, tierra de olivares y de miel, tierra en que no comerás
tasado el pan, en que no carecerás de nada, tierra que lleva hierro en sus
rocas, y de cuyos montes sacarás cobre, entonces comerás hasta hartarte, y
bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado. Pero cuidado,
no te olvides del Señor, tu Dios, siendo infiel a los preceptos, mandatos y
decretos que yo te mando hoy. No sea que, cuando comas hasta hartarte, cuando
te edifiques casas hermosas y las habites, cuando críen tus reses y ovejas,
aumenten tu plata y tu oro, y abundes de todo, te vuelvas engreído y te olvides
del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud, que te hizo recorrer
aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y alacranes, un sequedal sin
una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te
alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte
y probarte, y para hacerte el bien al final. Y no digas: "Por mi fuerza y
el poder de mi brazo me he creado estas riquezas." Acuérdate del Señor, tu
Dios: que es él quien te da la fuerza para crearte estas riquezas, y así
mantiene la promesa que hizo a tus padres, como lo hace hoy.»
Palabra
de Dios
Salmo
1Cro
29,10.11abc.11d-12a.12bcd
R/. Tuyos
son, Señor, la grandeza y el poder
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos. R/.
R/. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R/.
R/. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder
Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria. R/.
R/. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder
Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos. R/.
R/. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder
Segunda
lectura
Lectura
de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,17-21):
El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo
antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios, que por
medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la
reconciliación. Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo
consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la
palabra de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de
Cristo, y es corno si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de
Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo
hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la
justificación de Dios.
Palabra
de Dios
*Lecturas
del Témporas de petición y acción de gracias*
Sábado,
5 de octubre de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (7,7-11)*
7 «Pedid
y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.
8
Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá.
9
¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una
piedra;
10
o si le pide un pez, le dé una culebra?
11
Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se
las pidan
Palabra
del Señor
*Que
la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
《Porque
todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre》
*Pedid, buscad, y llamad. Es muy importante que pueda reconocer que cuando
pida algo al Señor, tengo que sentirme necesitado y de lo que estoy pidiendo, y
eso que pido tiene que producir beneficios y alegría a las demás personas. Para
buscar, tengo que sentir que lo que busco es algo que me dará la vida; el Señor,
como gran maestro me dice, que lo que necesito buscar está dentro de los más
pobre, dentro de los más necesitado, dentro de lo que necesita a alguien que
les escuche, que les ponga atención, que sientan que tienen valor. Llamad; es
bueno que siempre este llamando al Señor para no caer en tentaciones, en
murmuraciones, en juicios, en chisme, que no tenga miedo nunca de llamarlo
porque él, siempre está dispuesto para mí, que las puertas de su corazón siempre
están abiertas para todos los cansado, abatidos, triste y necesitados*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.