Musica Para el Alma
miércoles, 26 de octubre de 2022
LUCAS 13,31-35 CICLO C
*Lecturas del Jueves de la
30ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 27 de octubre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(13,31-35)*
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: «Márchate de aquí,
porque Herodes quiere matarte.»
Él contestó: «ld a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y
echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y
pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de
Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que
se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca
reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os
quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis:
"Bendito el que viene en nombre del Señor."»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Sal y vete de aquí, porque
Herodes quiere matarte.»).
*Esta frase me llama a la atención
y me cuestiona seriamente ¿Cuántas veces le he dicho al Señor sal y vete de
aquí? Para mi vergüenza, cuando he despreciado a distintas personas le estoy
diciendo al Señor (sal y vete de aquí) Lo mismo sucede cuando permito en mi
vida, el juicio, el chisme, la murmuración, cada vez que soy irresponsable y
cuando siembro disgusto entre las personas; cada vez que he hecho eso, le estoy
diciendo al Señor (sal y vete de aquí). La buena noticia para mi es que
este lenguaje que usa el Señor, aunque parezca ser un lenguaje duro, es sanador
y a la misma vez es libertador*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL JUEVES 27
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
JUEVES SEMANA
II
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Entrad en la presencia del Señor
con aclamaciones.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Entrad en la presencia del Señor
con aclamaciones.
Himno: SEÑOR, TÚ ME LLAMASTE.
Señor, tú me llamaste
para ser instrumento de tu gracia,
para anunciar la buena nueva,
para sanar las almas.
Instrumento de paz y de justicia,
pregonero de todas tus palabras,
agua para calmar la sed hiriente,
mano que bendice y que ama.
Señor, tú me llamaste
para curar los corazones heridos,
para gritar, en medio de las plazas,
que el Amor está vivo,
para sacar del sueño a los que duermen
y liberar al cautivo.
Soy cera blanda entre tus dedos,
haz lo que quieras conmigo.
Señor, tú me llamaste
para salvar al mundo ya cansado,
para amar a los hombres
que tú, Padre, me diste como hermanos.
Señor, me quieres para abolir las guerras,
y aliviar la miseria y el pecado;
hacer temblar las piedras
y ahuyentar a los lobos del rebaño. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos.
Salmo 79 - VEN A VISITAR TU VIÑA
Pastor de Israel, escucha,
tú que guías a José como a un rebaño;
tú que te sientas sobre querubines, resplandece
ante Efraím, Benjamín y Manasés;
despierta tu poder y ven a salvarnos.
¡Oh Dios!, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.
Señor Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo estarás airado
mientras tu pueblo te suplica?
Le diste a comer llanto,
a beber lágrimas a tragos;
nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.
Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.
Sacaste una vid de Egipto,
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;
le preparaste el terreno y echó raíces
hasta llenar el país;
su sombra cubría las montañas,
y sus pámpanos, los cedros altísimos;
extendió sus sarmientos hasta el mar,
y sus brotes hasta el Gran Río.
¿Por qué has derribado su cerca
para que la saqueen los viandantes,
la pisoteen los jabalíes
y se la coman las alimañas?
Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa.
La han talado y le han prendido fuego:
con un bramido hazlos perecer.
Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre.
Señor Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Despierta tu poder, Señor, y ven a
salvarnos.
Ant 2. Anunciad a toda la tierra que el
señor hizo proezas.
Cántico: ACCION DE GRACIAS DEL PUEBLO SALVADO - Is 12, 1-6
Te doy gracias, Señor,
porque estabas airado contra mí,
pero ha cesado tu ira
y me has consolado.
Él es mi Dios y salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación.
Aquel día, diréis:
Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.
Tañed para el Señor, que hizo proezas;
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«¡Qué grande es en medio de ti
el Santo de Israel!».
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Anunciad a toda la tierra que el
señor hizo proezas.
Ant 3. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Salmo 80 - SOLEMNE RENOVACIÓN DE LA ALIANZA
Aclamad a Dios, nuestra fuerza;
dad vítores al Dios de Jacob:
acompañad, tocad los panderos,
las cítaras templadas y las arpas;
tocad la trompeta por la luna nueva,
por la luna llena, que es nuestra fiesta;
porque es una ley de Israel,
un precepto del Dios de Jacob,
una norma establecida para José
al salir de Egipto.
Oigo un lenguaje desconocido:
«Retiré sus hombros de la carga,
y sus manos dejaron la espuerta.
Clamaste en la aflicción, y te libré,
te respondí oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.
Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;
¡ojalá me escuchases, Israel!
No tendrás un dios extraño,
no adorarás un dios extranjero;
yo soy el Señor Dios tuyo,
que te saqué del país de Egipto;
abre tu boca y yo la saciaré.
Pero mi pueblo no escuchó mi voz,
Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinado,
para que anduviesen según sus antojos.
¡Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mi camino!:
en un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios;
los que aborrecen al Señor te adularían,
y su suerte quedaría fijada;
te alimentaría con flor de harina,
te saciaría con miel silvestre.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
LECTURA BREVE Rm 14, 17-19
El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el
Espíritu Santo, pues el que en esto sirve a Cristo es grato a Dios y acepto a
los hombres. Por tanto, trabajemos por la paz y por nuestra mutua edificación.
RESPONSORIO BREVE
V. Velando medito en ti, Señor.
R. Velando medito en ti, Señor.
V. Porque fuiste mi auxilio.
R. Medito en ti, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Velando medito en ti, Señor.
V. Señor, ¿a quién vamos a
ir?
R. Tú tienes palabras de vida eterna.
PRIMERA
LECTURA
Del libro de
la Sabiduría 5, 1-24
LOS HOMBRES
IMPÍOS SON CONDENADOS POR DIOS
El justo estará en pie sin temor, en presencia de los que lo
afligieron y despreciaron sus trabajos. Ellos al verlo se estremecerán de
pavor, atónitos ante la salvación imprevista; dirán entre sí, arrepentidos,
entre sollozos de angustia:
«Éste es aquel de quien un día nos reíamos con coplas injuriosas,
nosotros insensatos; su vida nos pareció una locura, su muerte una deshonra.
¿Cómo ahora lo cuentan entre los hijos de Dios y comparte la herencia con los
santos?
Luego, equivocamos el camino de la verdad; la luz de la justicia
no nos alumbró, no salió el sol para nosotros. Nos hartamos de andar por sendas
de impiedad y perdición, atravesamos desiertos intransitables; pero el camino
del Señor no lo conocimos.
¿De qué nos sirvió nuestro orgullo? ¿De qué la riqueza y la
jactancia? Todo aquello pasó como una sombra, como noticia que va corriendo;
como nave que rompe el mar agitado, y no es posible descubrir la huella de su
paso ni la estela de su quilla en las olas; como pájaro que volando atraviesa
el aire, y de su vuelo no se encuentra vestigio alguno: moviendo sus remos
golpea el aire ligero, lo corta con agudo silbido, se abre camino batiendo las
alas y después no se descubre señal de su paso; como flecha disparada al
blanco: el aire hendido refluye al instante sobre sí y no se sabe el camino que
la flecha siguió.
Lo mismo nosotros: apenas nacidos, dejamos de existir, y no
podemos mostrar vestigio alguno de virtud; nos consumimos en nuestra maldad.»
En efecto, la esperanza del impío es como brizna llevada por el
viento, como espuma ligera arrebatada por el huracán, como humo disipado por el
viento; se desvanece como el recuerdo del huésped de un día. Los justos, en
cambio, viven eternamente, reciben de Dios su recompensa, el Altísimo cuida de
ellos. Recibirán la noble corona, la rica diadema de manos del Señor; con su
diestra los cubrirá, con su brazo izquierdo los escudará.
Tomará la armadura de su celo y armará a la creación para vengarse
de sus enemigos; vestirá la coraza de la justicia, se pondrá como casco un
juicio insobornable; empuñará como escudo su santidad inexpugnable; afilará la
espada de su ira implacable y el universo peleará a su lado contra los
insensatos. Saldrán certeras ráfagas de rayos del arco bien tenso de las nubes
y volarán hacia el blanco; la catapulta de su ira lanzará espeso pedrisco; las
aguas del mar se embravecerán contra ellos, los ríos los anegarán sin piedad;
se levantará contra ellos su aliento poderoso que los aventará como un huracán;
la iniquidad arrasará toda la tierra y los crímenes derrocarán los tronos de
los soberanos.
RESPONSORIO
1Jn 3, 7. 8. 10
R. Que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo. * Quien
comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde el principio.
V. En esto se reconocen los hijos de Dios y los del diablo.
R. Quien comete el pecado es del diablo, pues el diablo peca desde
el principio.
SEGUNDA
LECTURA
De las
Disertaciones de san Atanasio, obispo, Contra los arrianos.
(Disertación
2, 78. 79: PG 26, 311. 314)
LAS OBRAS DE
LA CREACIÓN REFLEJO DE LA SABIDURÍA ETERNA
En nosotros y en todos los seres hay una imagen creada de la
Sabiduría eterna. Por ello, no sin razón, el que es la verdadera Sabiduría de
quien todo procede, contemplando en las creaturas como una imagen de su propio
ser exclama: El Señor me creó al comienzo de sus obras. En efecto, el Señor
considera toda la sabiduría que hay y se manifiesta en nosotros como algo que
pertenece a su propio ser.
Pero esto no porque el Creador de todas las cosas sea él mismo
creado, sino porque él contempla en sus creaturas como una imagen creada de su
propio ser. Ésta es la razón por la que afirmó también el Señor: El que a
vosotros recibe a mí me recibe, pues aunque él no forma parte de la creación,
sin embargo en las obras de sus manos hay como una impronta y una imagen de su
mismo ser, y por ello, como si se tratara de sí mismo, afirma: El Señor me creó
al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras.
Por esta razón precisamente la impronta de la sabiduría divina ha
quedado impresa en las obras de la creación para que el mundo, reconociendo en
esta sabiduría al Verbo, su Creador, llegue por él al conocimiento del Padre.
Es esto lo que enseña el apóstol san Pablo: Son manifiestas a ellos las
verdades que se pueden conocer acerca de Dios. Bien claro se las manifestó él.
Así, desde la creación del mundo, lo invisible de Dios es conocido mediante las
obras. Por esto, el Verbo, en cuanto tal, de ninguna manera es creatura, sino
el arquetipo de aquella sabiduría de la cual se afirma que existe y que está
realmente en nosotros.
Los que no quieren admitir lo que decimos deben responder a esta
pregunta: ¿existe o no alguna clase de sabiduría en las creaturas? Si nos dicen
que no existe, ¿por qué arguye san Pablo diciendo que, en la sabiduría de Dios,
el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría? Y si no existe ninguna
sabiduría en las creaturas, ¿cómo es que la Escritura alude a tan gran número
de sabios? Pues en ella se afirma: El sabio, lleno de temor, se aparta del mal
y con sabiduría edifica su casa.
Y dice también el Eclesiastés: La sabiduría del hombre hace
brillar su rostro; y el mismo autor increpa a los temerarios con estas
palabras: No digas: ¿cómo es que el tiempo pasado fue mejor que el presente?
Pues no es de sabios preguntar sobre ello.
Que exista la sabiduría en las cosas creadas queda patente también
por las palabras del hijo de Sirac: La derramó sobre todas sus obras, la
repartió entre los vivientes, según su generosidad, la regaló a los que lo
aman; pero esta efusión de sabiduría no se refiere, en manera alguna, al que es
la misma Sabiduría por naturaleza, el cual existe en sí mismo y es el
Unigénito, sino más bien a aquella sabiduría que aparece como su reflejo en las
obras de la creación. ¿Por qué, pues, vamos a pensar que es imposible que la
misma Sabiduría creadora, cuyos reflejos constituyen la sabiduría y la ciencia
derramadas en la creación, diga de sí misma: El Señor me creó al comienzo de
sus obras? No hay que decir, sin embargo, que la sabiduría que hay en el mundo
sea creadora; ella, por el contrario, ha sido creada, según aquello del salmo:
El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus
manos.
RESPONSORIO
Sb 7, 22. 23; 1Co 2, 10
R. Hay en la sabiduría un espíritu inteligente, santo, único,
múltiple, sutil, perspicaz, amante del bien, incoercible, firme, seguro,
sereno; * él todo lo puede, todo lo observa, penetra todos los espíritus.
V. El Espíritu todo lo penetra, hasta la profundidad de Dios.
R. Él todo lo puede, todo lo observa, penetra todos los espíritus.
*Lecturas del Jueves de la
30ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 27 de octubre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(13,31-35)*
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: «Márchate de aquí,
porque Herodes quiere matarte.»
Él contestó: «ld a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y
echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y
pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de
Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que
se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca
reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os
quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis:
"Bendito el que viene en nombre del Señor."»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Anuncia, Señor, la salvación a tu pueblo y perdónanos nuestros
pecados.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Anuncia, Señor, la salvación a tu
pueblo y perdónanos nuestros pecados.
PRECES
Bendigamos a Dios, nuestro Padre, que mira siempre con amor a sus
hijos y nunca desatiende sus súplicas, y digámosle con humildad:
Ilumínanos, Señor.
Te damos gracias, Señor, porque nos has iluminado con la luz de Jesucristo;
que esta claridad ilumine hoy todos nuestros actos.
Que tu sabiduría nos dirija en nuestra jornada;
así andaremos por sendas de vida nueva.
Ayúdanos a superar con fortaleza las adversidades
y haz que te sirvamos con generosidad de espíritu.
Dirige y santifica los pensamientos, palabras y obras de nuestro día
y danos un espíritu dócil a tus inspiraciones.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Dirijamos ahora, todos juntos, nuestra oración al Padre y digámosle:
Padre nuestro...
ORACION
A ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda
luz, te pedimos humildemente que meditando fielmente tu palabra vivamos siempre
en la claridad de tu luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
JUEVES SEMANA
II
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: CUANDO LA LUZ SE HACE VAGA
Cuando la luz se hace vaga
y está cayendo la tarde,
venimos a ti, Señor,
para cantar tus bondades.
Los pájaros se despiden
piadosamente en los árboles,
y buscan calor de nido
y blandura de plumajes.
Así vuelven fatigados
los hombres a sus hogares,
cargando sus ilusiones
o escondiendo sus maldades.
Quieren olvidar la máquina,
olvidar sus vanidades;
descansar de tanto ruido
y morir a sus pesares.
Ya todo pide silencio,
se anuncia la noche amable:
convierte, Padre, sus penas
en abundancia de panes.
Alivie tu mano pródiga,
tu mano buena de Padre,
el cansancio de sus cuerpos,
sus codicias y sus males. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el
fin de la tierra.
Salmo 71 I - PODER REAL DEL MESÍAS
Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador.
Que dure tanto como el sol,
como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia sobre el césped,
como llovizna que empapa la tierra.
Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna.
Que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te hago luz de las naciones, para
que seas mi salvación hasta el fin de la tierra.
Ant 2. Socorrerá el Señor a los hijos del
pobre; rescatará sus vidas de la violencia.
Salmo 71 II
Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres;
él rescatará sus vidas de la violencia,
su sangre será preciosa a sus ojos.
Que viva y que le traigan el oro de Saba;
él intercederá por el pobre
y lo bendecirá.
Que haya trigo abundante en los campos,
y ondee en lo alto de los montes,
den fruto como el Líbano,
y broten las espigas como hierba del campo.
Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso,
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Socorrerá el Señor a los hijos del
pobre; rescatará sus vidas de la violencia.
Ant 3. Ahora se estableció la salud y el
reinado de nuestro Dios.
Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las naciones,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ahora se estableció la salud y el
reinado de nuestro Dios.
LECTURA BREVE 1Pe 1, 22-23
Por la obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas para un amor
fraternal no fingido; amaos, pues, con intensidad y muy cordialmente unos a
otros, como quienes han sido engendrados no de semilla corruptible, sino
incorruptible, por la palabra viva y permanente de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor es mi pastor, nada me falta.
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
V. En verdes praderas me hace recostar.
R. Nada me falta.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. A los que tienen hambre de ser justos el Señor los colma de
bienes.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+ Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A los que tienen hambre de ser
justos el Señor los colma de bienes.
PRECES
Elevemos a Dios nuestros corazones agradecidos porque ha bendecido
a su pueblo con toda clase de bienes espirituales y digámosle con fe:
Bendice, Señor, a tu pueblo.
Dios todopoderoso y lleno de misericordia, protege al Papa Francisco y a
nuestro obispo N.,
que tú mismo has elegido para guiar a la Iglesia.
Protege, Señor, a nuestros pueblos y ciudades
y aleja de ellos todo mal.
Multiplica como renuevos de olivo alrededor de tu mesa hijos que se consagren a
tu reino,
siguiendo a Jesucristo en pobreza, castidad y obediencia.
Conserva el propósito de aquellas de tus hijas que han consagrado a ti su
virginidad,
para que, en la integridad de su cuerpo y de su espíritu, sigan al cordero
donde quiera que vaya.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Da la paz a los difuntos
y permítenos encontrarlos nuevamente un día en tu reino.
Ya que por Jesucristo hemos llegado a ser hijos de Dios, acudamos con confianza
a nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Al ofrecerte, Señor, nuestro sacrificio vespertino de alabanza, te
pedimos humildemente que, meditando día y noche en tu palabra, consigamos un
día la luz y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL JUEVES 27 DE OCTUBRE 2022
*Lecturas del Jueves de la
30ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 27 de octubre de 2022
Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Efesios (6,10-20):
Buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder. Poneos las armas
que Dios os da, para poder resistir a las estratagemas del diablo, porque
nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso, sino contra los
principados, autoridades y poderes que dominan este mundo de tinieblas, contra
las fuerzas sobrehumanas y supremas del mal. Por eso, tomad las armas de Dios,
para poder resistir en el día fatal y, después de actuar a fondo, mantener las
posiciones. Estad firmes, repito: abrochaos el cinturón de la verdad, por
coraza poneos la justicia; bien calzados para estar dispuestos a anunciar el
Evangelio de la paz. Y, por supuesto, tened embrazado el escudo de la fe, donde
se apagarán las flechas incendiarias del malo. Tomad por casco la salvación y
por espada la del Espíritu, es decir, la palabra de Dios, insistiendo y
pidiendo en la oración. Orad en toda ocasión con la ayuda del Espíritu. Tened
vigilias en que oréis con constancia por todos los santos. Pedid también por
mí, para que Dios abra mi boca y me conceda palabras que anuncien sin temor el
misterio contenido en el Evangelio, del que soy embajador en cadenas. Pedid que
tenga valor para hablar de él como debo.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 143,1.2.9-10
R/. Bendito el Señor, mi Roca
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea. R/.
Mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos. R/.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo. R/.
*Lecturas del Jueves de la
30ª semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 27 de octubre de 2022
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(13,31-35)*
En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle: «Márchate de aquí,
porque Herodes quiere matarte.»
Él contestó: «ld a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y
echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y
pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de
Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que
se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca
reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os
quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis:
"Bendito el que viene en nombre del Señor."»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Sal y vete de aquí, porque
Herodes quiere matarte.»).
*Esta frase me llama a la atención
y me cuestiona seriamente ¿Cuántas veces le he dicho al Señor sal y vete de
aquí? Para mi vergüenza, cuando he despreciado a distintas personas le estoy
diciendo al Señor (sal y vete de aquí) Lo mismo sucede cuando permito en mi
vida, el juicio, el chisme, la murmuración, cada vez que soy irresponsable y
cuando siembro disgusto entre las personas; cada vez que he hecho eso, le estoy
diciendo al Señor (sal y vete de aquí). La buena noticia para mi es que
este lenguaje que usa el Señor, aunque parezca ser un lenguaje duro, es sanador
y a la misma vez es libertador*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.