Musica Para el Alma
domingo, 21 de enero de 2024
MARCOS 3,22-30 CICLO B
*Lecturas del Lunes de la 3ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 22 de enero de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (3,22-30)*
En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene
dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los
demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás
a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no
puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra,
no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre
forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá
arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los
pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el
Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Creedme, todo se les podrá
perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el
que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su
pecado para siempre)
*Los
escribas decían de Jesús: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con
el poder del jefe de los demonios.» y decían esos porque Jesús liberaba
personas, a personas que estaban poseída por espíritus inmundo, ellos se sentían
mal porque otras personas quedaban sanado. También hay personas que se sienten
mal porque tú decidiste entregar tu vida al Señor, ellos se sienten mal pero te
siente muy bien y sin deseo de volver atrás. Satanás nunca podrá estar ni cerca
de ti, porque tú y tu familia decidieron entrar en la voluntad de Dios. Nadie
puede meterse en casa, cuando tu casa está bajo la protección del más fuerte
que es Dios creador del cielo y de la tierra. Creedme, todo se les podrá
perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el
que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su
pecado para siempre.» Tú y yo estamos llamado a la santidad porque tenemos
dentro el Espíritu Santo y atreves
del Espíritu Santo, descubrimos el verdadero sentido y valor de la vida, que es
amar, porque el amor siempre une nunca divide*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 22
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO ORDINARIO*
LUNES
DE LA SEMANA III
De la Feria. Salterio III
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Entremos a la presencia del Señor
dándole gracias.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Entremos a la presencia del Señor
dándole gracias.
Himno: ERES LA LUZ Y SIEMBRAS CLARIDADES
Eres la luz y siembras claridades;
abres los anchos cielos que sostienen,
como un pilar, los brazos de tu Padre.
Arrebatada en rojos torbellinos,
el alba apaga estrellas lejanísimas;
la tierra se estremece de rocío.
Mientras la noche cede y se disuelve,
la estrella matinal, signo de Cristo,
levanta el nuevo día y lo establece.
Eres la luz total, Día del Día,
el Uno en todo, el Trino todo en Uno:
¡gloria a tu misteriosa teofanía! Amén.
SALMODIA
Ant 1. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.
Salmo 83 - AÑORANZA DEL TEMPLO
¡Qué deseables son tus moradas,
Señor de los ejércitos!
Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
se alegran por el Dios vivo.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.
Dichosos los que viven en tu casa
alabándote siempre.
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
al preparar su peregrinación:
cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones;
caminan de altura en altura
hasta ver a Dios en Sión.
Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;
atiéndeme, Dios de Jacob.
Fíjate, ¡oh Dios!, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido.
Un solo día en tu casa
vale más que otros mil,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados.
Porque el Señor es sol y escudo,
él da la gracia y la gloria,
el Señor no niega sus bienes
a los de conducta intachable.
¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre
que confía en ti!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosos los que viven en tu casa,
Señor.
Ant 2. Venid, subamos al monte del Señor.
Cántico: EL MONTE DE LA CASA DEL SEÑOR EN LA CIMA DE LOS MONTES Is
2, 2-5
Al final de los días estará firme
el monte de la casa del Señor,
en la cima de los montes,
encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán los gentiles,
caminarán pueblos numerosos.
Dirán : «Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob:
Él nos instruirá en sus caminos,
y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la Ley,
de Jerusalén la palabra del Señor.»
Será el árbitro de las naciones,
el juez de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, ven;
caminemos a la luz del Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, subamos al monte del Señor.
Ant 3. Cantad al Señor, bendecid su
nombre.
Salmo 95 - EL SEÑOR, REY Y JUEZ DEL MUNDO.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones;
porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda;
decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.»
Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cantad al Señor, bendecid su
nombre.
LECTURA BREVE St 2, 12-13
Hablad y actuad como quienes han de ser juzgados por una ley de libertad. Pues
habrá un juicio sin misericordia para quien no practicó misericordia; pero la
misericordia triunfa sobre el juicio.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendito el Señor ahora y por siempre.
R. Bendito el Señor ahora y por siempre.
V. Solo él hizo maravillas.
R. Ahora y por siempre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Bendito el Señor ahora y por siempre.
V. Escucha, pueblo mío, que
voy a hablarte.
R. Yo, el Señor, tu Dios.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Génesis 19, 1.17. 23-29
LA DESTRUCCIÓN DE SODOMA
En aquellos días, los dos ángeles llegaron a Sodoma por la tarde.
Lot, que estaba sentado a la puerta de la ciudad, al verlos, se levantó a
recibirlos y se prosternó rostro en tierra. Y dijo:
«Señores míos, pasad a casa de vuestro siervo, para hospedaros; os
lavaréis los pies y, por la mañana, seguiréis vuestro camino.»
Contestaron:
«No; pasaremos la noche en la plaza.»
Pero él insistió tanto, que pasaron y entraron en su casa. Les
preparó comida, coció panes, y ellos comieron. Aún no se habían acostado, cuando
los hombres de la ciudad rodearon la casa: jóvenes y viejos, toda la población
hasta el último. Y le gritaban a Lot:
«¿Dónde están los hombres que han entrado en tu casa esta noche?
Sácalos para que abusemos de ellos.»
Lot se asomó a la entrada, cerrando la puerta al salir, y les
dijo:
«Hermanos míos, no seáis malvados. Mirad, tengo dos hijas que no
han tenido que ver con hombres; os las sacaré para que las tratéis como
queráis; pero no hagáis nada a estos hombres que se han cobijado bajo mi
techo.»
Contestaron:
«¡Atrás!, este hombre ha venido como inmigrante y pretende ser
juez. Pues ahora te trataremos a ti peor que a ellos.»
Y se agolpaban contra Lot, acercándose a forzar la puerta. Pero
los visitantes alargaron el brazo, metieron a Lot en casa y cerraron la puerta.
Y a los que estaban a la puerta, pequeños y grandes, los deslumbraron con su
brillo, de modo que no daban con la puerta. Los visitantes dijeron a Lot:
«¿Quién es de los tuyos? A tus yernos, hijos, hijas, a todos los
tuyos de la ciudad, sácalos de este lugar. Pues vamos a destruir este lugar,
porque las acusaciones contra él crecen delante del Señor; y el Señor nos ha
enviado para destruirla.»
Lot salió a decirles a sus yernos (prometidos de sus hijas):
«Vamos, salid de este lugar; porque el Señor va a destruir la
ciudad.»
Pero ellos lo tomaron a broma. Cuando amanecía, los ángeles
urgieron a Lot:
«Vamos, toma a tu mujer y a tus dos hijas que están aquí, para que
no perezcan por culpa de la ciudad.»
Y, como no se decidía, los cogieron de la mano, a él, a su mujer y
a las dos hijas, pues el Señor los perdonaba; los sacaron y los guiaron fuera
de la ciudad. Y, cuando los sacaron fuera, le dijeron:
«Ponte a salvo; no mires atrás. No te detengas en la vega; ponte a
salvo en los montes, para no perecer.»
Salía el sol cuando Lot llegó a Soar. El Señor hizo llover sobre
Sodoma y Gomorra azufre y fuego desde el cielo. Arrasó aquellas ciudades y toda
la vega; los habitantes de las ciudades y la hierba del campo. La mujer de Lot
miró atrás, y se convirtió en estatua de sal.
Abraham madrugó y se dirigió al sitio donde había estado delante
del Señor. Miró en dirección de Sodoma y Gomorra, toda la extensión de la vega,
y vio humo que subía del suelo, como humo de horno.
Cuando el Señor destruyó las ciudades de la vega, se acordó de
Abraham y sacó a Lot de la catástrofe, al arrasar las ciudades en que había
vivido Lot.
RESPONSORIO Lc 17, 29. 30. 33
R. En cuanto salió Lot de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre,
que abrasó a todos. * Lo mismo sucederá el día en que tenga lugar la
manifestación del Hijo del hombre.
V. El que pretenda poner a salvo su vida la perderá, y el que la
pierda la conservará.
R. Lo mismo sucederá el día en que tenga lugar la manifestación
del Hijo del hombre.
SEGUNDA LECTURA
De la Constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el
mundo actual, del Concilio Vaticano segundo
(Núm. 48)
SANTIDAD DEL MATRIMONIO Y DE LA FAMILIA
El hombre y la mujer, que por el pacto conyugal no son dos, sino
una sola carne, con la íntima unión c personas y de obras se ofrecen mutuamente
ayuda y se vicio, experimentando así y logrando más plenamente cada día el
sentido de su propia unidad.
Esta íntima unión, por ser una donación mutua d dos personas, y el
mismo bien de los hijos exigen la plena fidelidad de los esposos y urgen su
indisoluble unidad.
Cristo el Señor bendijo abundantemente este amor multiforme que
brota del divino manantial del amor de Dios y que se constituye según el modelo
de su unió con la Iglesia.
Pues así como Dios en otro tiempo buscó a su pueblo con un pacto
de amor y de fidelidad, así ahora el Salvador de los hombres y Esposo de la
Iglesia sale al encuentro de los esposos cristianos por el sacramento d
matrimonio. Permanece además con ellos para que a: como él amó a su Iglesia y
se entregó por ella, del mismo modo los esposos, por la mutua entrega,. se amen
mutuamente con perpetua fidelidad.
El auténtico amor conyugal es asumido por el ame divino y se rige
y enriquece por la obra redentora d Cristo y por la acción salvífica de la
Iglesia, para que le esposos sean eficazmente conducidos hacia Dios y se vea
ayudados y confortados en su sublime papel de padre madre. Por eso los esposos
cristianos son robustecido y como consagrados para los deberes y dignidad de s
estado, gracias a este sacramento particular; en virtud del cual, cumpliendo su
deber conyugal y familiar, in buidos por el espíritu de Cristo, con el que toda
su vid queda impregnada de fe, esperanza y caridad, se van acercando cada vez
más hacia su propia perfección y mutua santificación, y así contribuyen
conjuntamente a la glorificación de Dios. De ahí que, cuando los padres
preceden con su ejemplo y oración familiar, los hijos, e incluso cuantos
conviven en la misma familia, encuentra más fácilmente el camino de la bondad,
de la salvación y de la santidad. Los esposos, adornados de la dignidad del
deber de la paternidad y maternidad, habrán de cumplir entonces con diligencia
su deber de educadores, sobre todo en el campo religioso, deber que les incumbe
a ellos principalmente. Los hijos, como miembros vivos de la familia,
contribuyen a su manera a la santificación de sus padres, pues, con el
sentimiento de su gratitud, con su amor filial y con su confianza,
corresponderán a los beneficios recibidos de sus padres y, como buenos hijos,
los asistirán en las adversidades y en la soledad de la vejez.
RESPONSORIO Ef 5, 32. 25. 33
R. ¡Gran misterio es éste! Y yo lo refiero a Cristo y a la
Iglesia. * Cristo amó a su Iglesia y se entregó a la muerte por ella.
V. Ame cada uno a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a
su marido.
R. Cristo amó a su Iglesia y se entregó a la muerte por ella.
*Lecturas del Lunes de la 3ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 22 de enero de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (3,22-30)*
En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene
dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los
demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás
a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no
puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra,
no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre
forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá
arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los
pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el
Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.
PRECES
Invoquemos a Dios, que puso en el mundo a los hombres para que
trabajasen concordes para su gloria, y digámosle:
Haz, Señor, que te glorifiquemos.
Te bendecimos, Señor, creador del universo, porque has conservado nuestra vida
hasta el día de hoy;
Haz que en toda nuestra jornada te alabemos y te bendigamos.
Míranos benigno, Señor, ahora que vamos a comenzar nuestra labor cotidiana;
haz que, obrando conforme a tu voluntad, cooperemos en tu obra.
Que nuestro trabajo de hoy sea provechoso para nuestros hermanos,
y así todos juntos edifiquemos un mundo grato a tus ojos.
A nosotros y a todos los que hoy entrarán en contacto con nosotros,
concédenos el gozo y la paz.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Llenos de alegría por nuestra condición de hijos de Dios, digamos
confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, rey de cielos y tierra, dirige y santifica en este día
nuestros cuerpos y nuestros corazones, nuestros sentidos, palabras y acciones,
según tu ley y tus mandatos; para que, con tu auxilio, podamos ofrecerte hoy en
todas nuestras actividades un sacrificio de alabanza grato a tus ojos. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LANGUIDECE, SEÑOR, LA LUZ DEL DÍA.
Languidece, Señor, la luz del día
que alumbra la tarea de los hombres;
mantén, Señor, mi lámpara encendida,
claridad de mis días y mis noches.
Confío en ti, Señor, alcázar mío,
me guíen en la noche tus estrellas,
alejas con su luz mis enemigos,
yo sé que mientras duermo no me dejas.
Dichosos los que viven en tu casa
gozando de tu amor ya para siempre,
dichosos los que llevan la esperanza
de llegar a tu casa para verte.
Que sea de tu Día luz y prenda
este día en el trabajo ya vivido,
recibe amablemente mi tarea,
protégeme en la noche del camino.
Acoge, Padre nuestro, la alabanza
de nuestro sacrificio vespertino,
que todo de tu amor es don y gracia
en el Hijo Señor y el Santo Espíritu. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Nuestros ojos están fijos en el Señor, esperando su misericordia.
Salmo 122 - EL SEÑOR, ESPERANZA DEL PUEBLO
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nuestros ojos están fijos en el
Señor, esperando su misericordia.
Ant 2. Nuestro auxilio es el nombre del
Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Salmo 123 - NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
—que lo diga Israel—,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
Bendito el Señor, que no nos entregó
como presa a sus dientes;
hemos salvado la vida como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nuestro auxilio es el nombre del
Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Ant 3. Dios nos ha destinado en la persona
de Cristo a ser sus hijos.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios nos ha destinado en la persona
de Cristo a ser sus hijos.
LECTURA BREVE St 4, 11-13a
No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano, o juzga
a un hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley. Y si juzgas a la ley no
eres cumplidor de la ley, sino su juez. Uno es el legislador y juez: el que
puede salvar o perder. Pero tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo?
RESPONSORIO BREVE
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Porque he pecado contra ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi
humillación.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclama mi alma la grandeza del
Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.
PRECES
Cristo quiere que todos los hombres alcancen la salvación.
Digámosle, pues, confiadamente:
Atrae, Señor, a todos hacia ti.
Te bendecimos, Señor, porque nos has redimido con tu preciosa sangre de la
esclavitud del pecado;
haz que participemos en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Ayuda con tu gracia a nuestro obispo N. y
a todos los obispos de la Iglesia,
para que con gozo y fervor sirvan a tu pueblo.
Que todos los que consagran su vida a la investigación de la verdad logren
encontrarla
y que, habiéndola encontrado, se esfuercen por difundirla entre sus hermanos.
Atiende, Señor, a los huérfanos, a las viudas y a los que viven abandonados;
ayúdalos en sus necesidades para que experimenten tu solicitud hacia ellos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge a nuestros hermanos difuntos en la ciudad santa de la Jerusalén
celestial,
allí donde tú, con el Padre y el Espíritu Santo, serás todo en todos.
Adoctrinados por el mismo Señor, nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, tú que con razón eres llamado luz indeficiente, ilumina
nuestro espíritu en esta hora vespertina, y dígnate perdonar benignamente
nuestras faltas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 22 DE ENERO 2024
*Lecturas del Lunes de la 3ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 22 de enero de 2024
Primera
lectura
Lectura
del segundo libro de Samuel (5,1-7.10):
En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le
dijeron: «Hueso tuyo y carne tuya somos: ya hace tiempo, cuando todavía Saúl
era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel.
Además el Señor te ha prometido: "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel,
tu serás el jefe de Israel."»
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo
con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David
como rey de Israel. Tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta
años; en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó
treinta y tres años sobre Israel y Judá. El rey y sus hombres marcharon sobre
Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país.
Los jebuseos dijeron a David: «No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los
cojos.»
Era una manera de decir que David no entraría. Pero David conquistó el alcázar
de Sión, o sea, la llamada Ciudad de David. David iba creciendo en poderío, y
el Señor de los ejércitos estaba con él.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
88,20.21-22.25-26
R/. Mi
fidelidad y misericordia lo acompañarán
Un día hablaste en visión a tus amigos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado sobre el pueblo.» R/.
«Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso.» R/.
«Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder:
extenderé su izquierda hasta el mar,
y su derecha hasta el Gran Río.» R/.
*Lecturas del Lunes de la 3ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 22 de enero de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (3,22-30)*
En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene
dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los
demonios.»
Él los invitó a acercarse y les puso estas parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás
a Satanás? Un reino en guerra civil no puede subsistir; una familia dividida no
puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra,
no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre
forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá
arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los
pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el
Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre.»
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Creedme, todo se les podrá
perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el
que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su
pecado para siempre)
*Los
escribas decían de Jesús: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con
el poder del jefe de los demonios.» y decían esos porque Jesús liberaba
personas, a personas que estaban poseída por espíritus inmundo, ellos se sentían
mal porque otras personas quedaban sanado. También hay personas que se sienten
mal porque tú decidiste entregar tu vida al Señor, ellos se sienten mal pero te
siente muy bien y sin deseo de volver atrás. Satanás nunca podrá estar ni cerca
de ti, porque tú y tu familia decidieron entrar en la voluntad de Dios. Nadie
puede meterse en casa, cuando tu casa está bajo la protección del más fuerte
que es Dios creador del cielo y de la tierra. Creedme, todo se les podrá
perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el
que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su
pecado para siempre.» Tú y yo estamos llamado a la santidad porque tenemos
dentro el Espíritu Santo y atreves
del Espíritu Santo, descubrimos el verdadero sentido y valor de la vida, que es
amar, porque el amor siempre une nunca divide*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.