Abre, Señor, mi boca para
bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos,
perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para
que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado
en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO PASCUAL
VIERNES DE SEMANA V
Propio del Tiempo. Salterio I
24 de mayo
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca
proclamará tu alabanza
Ant. Verdaderamente ha
resucitado el Señor. Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Verdaderamente ha
resucitado el Señor. Aleluya.
Himno: TU CUERPO ES LAZO DE AMORES
Tu cuerpo es lazo de amores,
de Dios y el hombre atadura;
amor que a tu cuerpo acude
como tu cuerpo perdura.
Tu cuerpo, surco de penas,
hoy es de luz y rocío;
que lo vean los que lloran
con ojos enrojecidos.
Tu cuerpo espiritual
es la Iglesia congregada;
tan fuerte como tu cruz,
tan bella como tu Pascua.
Tu cuerpo sacramental
es de tu carne y tu sangre,
y la Iglesia, que es tu Esposa,
se acerca para abrazarte. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Acuérdate de mí, Señor Jesús, cuando llegues a tu
reino. Aleluya.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Acuérdate de mí,
Señor Jesús, cuando llegues a tu reino. Aleluya.
Ant 2. Es verdad: tú eres
un Dios escondido, el Dios de Israel, el Salvador. Aleluya.
Cántico: QUE LOS PUEBLOS TODOS SE CONVIERTAN AL
SEÑOR. Is 45, 15-25
Es verdad: tú eres un Dios escondido,
el Dios de Israel, el Salvador.
Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual,
se van avergonzados los fabricantes de ídolos;
mientras el Señor salva a Israel
con una salvación perpetua,
para que no se avergüencen ni se sonrojen
nunca jamás.
Así dice el Señor, creador del cielo
- él es Dios -,
él modeló la tierra,
la fabricó y la afianzó;
no la creó vacía,
sino que la formó habitable:
«Yo soy el Señor y no hay otro.»
No te hablé a escondidas,
en un país tenebroso,
no dije a la estirpe de Jacob:
«Buscadme en el vacío.»
Yo soy el Señor que pronuncia sentencia
y declara lo que es justo.
Reuníos, venid, acercaos juntos,
supervivientes de las naciones.
No discurren los que llevan su ídolo de madera,
y rezan a un dios que no puede salvar.
Declarad, aducid pruebas,
que deliberen juntos:
¿Quién anunció esto desde antiguo,
quién lo predijo desde entonces?
¿No fui yo, el Señor?
- No hay otro Dios fuera de mí -.
Yo soy un Dios justo y salvador,
y no hay ninguno más.
Volveos hacia mí para salvaros,
confines de la tierra,
pues yo soy Dios y no hay otro.
Yo juro por mi nombre,
de mi boca sale una sentencia,
una palabra irrevocable:
«Ante mí se doblará toda rodilla,
por mí jurará toda lengua»,
dirán: «Sólo el Señor
tiene la justicia y el poder.»
A él vendrán avergonzados
los que se enardecían contra él,
con el Señor triunfará y se gloriará
la estirpe de Israel.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Es verdad: tú eres
un Dios escondido, el Dios de Israel, el Salvador. Aleluya.
Ant 3. Servid al Señor
con alegría. Aleluya.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Servid al Señor
con alegría. Aleluya.
LECTURA BREVE Hch 5, 30-32
El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis
colgándole de un madero. La diestra de Dios lo exaltó haciéndolo jefe y
salvador, para otorgar a Israel la conversión, el perdón de los pecados.
Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le
obedecen.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor ha resucitado del sepulcro. Aleluya.
Aleluya.
R. El Señor ha
resucitado del sepulcro. Aleluya. Aleluya.
V. El que por
nosotros colgó del madero.
R. Aleluya. Aleluya.
V. Gloria al Padre,y
al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor ha
resucitado del sepulcro. Aleluya. Aleluya.
PRIMERA LECTURA
Del libro del Apocalipsis 22, 1-9
EL RÍO DEL AGUA DE LA VIDA
Me mostró el ángel el río del agua de la vida, brillante como el cristal, que
brotaba del trono de Dios y del Cordero en medio de la plaza de la ciudad. Y a
un lado y otro del río se da el árbol de la vida, que produce su fruto doce
veces, una cada mes, y las hojas del árbol sirven de medicina para las
naciones. Ya no se dará allí sentencia alguna ni maldición. El trono de Dios y
del Cordero estará allí, y los siervos de Dios le rendirán culto. Verán su
rostro, y tendrán su nombre en la frente. Y no habrá más noche, y no
necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre
ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
Y me dijo el ángel:
«Estas palabras son fidedignas y verdaderas. El Señor Dios, inspirador de los
profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que ha de suceder
en breve: "Mirad que vendré pronto. Dichoso el que guarde el contenido de
la profecía escrita en este libro."»
Y yo, Juan, escuché y fui testigo ocular de estas cosas. Y, después que las
hube oído y visto, caí de hinojos para postrarme ante los pies del ángel que me
las había mostrado. Pero él me dijo:
«No hagas eso. Siervo soy como tú y como tus hermanos los profetas, y como los
que guardan las palabras de este libro. Es a Dios a quien hay que adorar.»
RESPONSORIO Ap 22, 5. 3
R. No habrá más noche, porque el Señor Dios alumbrará sobre sus
siervos, * y reinarán por los siglos de los siglos. Aleluya.
V. El trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad santa, y los
siervos de Dios le rendirán culto.
R. Y reinarán por los siglos de los siglos. Aleluya.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones del beato Isaac, abad del monasterio de Stella
(Sermón 42: PL 194, 1831-1832)
PRIMOGÉNITO DE MUCHOS HERMANOS
Así como la cabeza y el cuerpo forman un solo hombre, así también el Hijo de la
Virgen y sus miembros elegidos forman un solo hombre y un solo Hijo del hombre.
Dice la Escritura: El Cristo íntegro y total lo forman la cabeza y el cuerpo,
ya que todos los miembros juntos forman un solo cuerpo, el cual, junto con la
cabeza, constituye un solo Hijo del hombre, un solo Hijo de Dios, por su unión
con el Hijo de Dios en persona, el cual, a su vez, es un solo Dios por su unión
con la divinidad.
Por tanto, todo el cuerpo unido a la cabeza es Hijo del hombre e Hijo de Dios,
y aun Dios. De ahí aquellas palabras: Padre, quiero que sean uno, como nosotros
somos uno.
Así pues, según este famoso texto de la Escritura, no existe el cuerpo separado
de la cabeza, ni la cabeza separada del cuerpo; ni existe el Cristo total,
cuerpo y cabeza, separado de Dios.
De manera que todo el conjunto, por su unión con Dios, es un solo Dios; pero el
Hijo de Dios está unido con Dios por naturaleza, y el Hijo del hombre está unido
con el Hijo de Dios de manera personal, mientras que su cuerpo lo está de un
modo místico. Por consiguiente, los miembros de Cristo, unidos espiritualmente
a él por la fe, pueden afirmar con todo derecho que son ellos también lo mismo
que es él, Hijo de Dios y Dios. Pero él lo es por naturaleza, los miembros por
comunicación; él lo es en plenitud, los miembros por participación; finalmente,
él es Hijo de Dios por generación, los miembros lo son por adopción, tal como
está escrito: Habéis recibido espíritu de adopción filial, por el que clamamos:
«¡Padre!»
Según este espíritu, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios, para que el
primogénito de muchos hermanos pudiera enseñarnos a decir: Padre nuestro, que
estás en el cielo. Y en otro lugar dice el Señor: Subo a mi Padre y a vuestro
Padre.
Por el mismo Espíritu por el cual el Hijo del hombre nació del seno de la
Virgen como cabeza nuestra, nosotros renacemos en la fuente bautismal como
hijos de Dios y como cuerpo del Hijo del hombre. Y, así como él nació inmune de
pecado, así también nosotros renacemos por el perdón de nuestros pecados.
Del mismo modo que en la cruz cargó sobre su cuerpo de carne con los pecados de
todo el cuerpo, así quiso también que a su cuerpo místico, por la gracia de la
regeneración, no le fuese imputado pecado alguno, como está escrito: Dichoso el
hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Este hombre dichoso es sin duda
el Cristo íntegro, el cual, en cuanto que su cabeza es Dios, él mismo perdona
los pecados; en cuanto que la cabeza del cuerpo es un Hijo del hombre, nada
tiene personalmente que se le pueda perdonar; y, en cuanto que el cuerpo de la
cabeza son muchos, nada se imputa.
Él mismo es justo por sí mismo y se justifica a sí mismo. Él mismo es Salvador
y salvado; cargó en su cuerpo sobre el leño los pecados de los cuales limpia a
su cuerpo por medio del agua. Ahora continúa salvando por el leño y por el
agua, como Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo, los cuales cargó
sobre sí mismo, como sacerdote y sacrificio, y como Dios que, ofreciendo su
propia persona a sí mismo, por sí mismo se reconcilió a sí consigo mismo, y con
el Padre y el Espíritu Santo.
RESPONSORIO Rm 12, 5; Col 2, 9-10; 1, 18
R. Siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, e individualmente
somos miembros unos de otros. * En su cuerpo glorificado habita toda la
plenitud de la divinidad; e, incorporados a él, alcanzáis también vosotros esa
plenitud en él. Aleluya.
V. Él es la cabeza del cuerpo de la Iglesia; él es el principio, el
primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
R. En su cuerpo glorificado habita toda la plenitud de la divinidad;
e, incorporados a él, alcanzáis también vosotros esa plenitud en él. Aleluya.
Viernes, 24 de mayo de 2019
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,12-17):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Este es mí mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a
vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a
conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he
destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os
améis unos a otros».
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Éste es mi mandamiento, que os améis unos a otros
como yo os he amado. Aleluya.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Éste es mi
mandamiento, que os améis unos a otros como yo os he amado. Aleluya.
PRECES
Dirijamos nuestra oración a Dios Padre, que por la
resurrección de Jesucristo nos ha dado vida nueva, y digámosle:
Ilumínanos, Señor, con la claridad de Jesucristo.
Señor, Padre clementísimo, tú que nos has revelado tu plan de salvación,
proyectado desde antes de la creación del mundo y eres fiel en todas tus
promesas,
escucha con amor nuestras plegarias.
Purifícanos con tu verdad y encamina nuestros pasos por las sendas de la
santidad,
para que hagamos siempre el bien según tu agrado.
Haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
para que, libres de todo mal, nos saciemos con los bienes de tu casa.
Tú que por Cristo nos reconciliaste contigo,
danos la paz a nosotros y a todos los hombres del mundo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Porque deseamos que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres, pidamos al
Padre que su reino llegue a nosotros:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, concédenos realizar plenamente en nosotros
mismos el misterio pascual, para que la alegría que experimentamos en estas
fiestas nos dé una fuerza constante que nos lleve a la salvación. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos
lleve a la vida eterna.
R. Amén.
En la fecha de hoy, la Iglesia conmemora una vez más, a la
Santísima Virgen, bajo su advocación de María, Auxilio de los Cristianos. La
historia del establecimiento de la fiesta de María Auxiliadora se remonta a la
Revolución Francesa, la cual había asestado un duro golpe a la Iglesia y
desquiciado completamente a la religión cristiana. Cuando Napoleón Bonaparte
asume el poder, restableció el catolicismo en Francia: anula las leyes
revolucionarias de proscripción, permite a los sacerdotes regresar a sus iglesias
y devuelve catedrales, parroquias y seminarios a obispos. Sin embargo,
embriagado por sus triunfos y ambición desordenada, comenzó a exigir al Papa
Pío VII algunas cosas que el Pontífice no podía conceder, dando lugar a nuevos
conflictos con la Iglesia.
El Papa fue hecho prisionero en el castillo de Fontainebleau por
el emperador francés y durante los cinco años que estuvo preso, dedicaba
especialmente una parte del tiempo de sus oraciones a María Santísima, Auxilio
de los Cristianos para que protegiese a la Iglesia perseguida, desgobernada y
desamparada. Los ruegos del Papa fueron escuchados y en 1814 Napoleón firma su
abdicación. En 1815, cuando la Iglesia había recuperado su posición y poder
espiritual, el Papa para manifestar el agradecimiento de todo el orbe católico
a la Virgen María, bajo su advocación de Auxilio de los Cristianos y como un
expreso reconocimiento de la infalible protección de la Madre de Dios,
instituyó la fiesta de María Auxiliadora en el día 24 de mayo para perpetuar el
recuerdo de su entrada triunfal a Roma al volver de su cautiverio en Francia.
1.- Orígenes
El nombre de Auxiliadora se le daba ya en el año 1030 a la virgen
María, en Ucrania (Rusia), por haber liberado aquella región de la invasión de
las tribus paganas. Desde entonces en Ucrania se celebra cada año la fiesta de
María Auxiliadora el 1ro de octubre.
Se tiene constancia de que hacia el año 1558 ya figuraba en las
letanías que se acostumbraban recitar en el santuario de Loreto Italia.
2.- Victoria de 1571
Este año los turcos amenazaban con invadir Europa entera. El 7 de
octubre, con auxilio de María, la flota naval de Juan de Austria venció a las
naves turcas en Lepanto. San Pío V consagra este día a Santa Maria de la
victoria y del rosario y la invocación. "María Auxiliadora de los
Cristianos" se difunde entre el pueblo.
3.- Las guerras religiosas del siglo XVI
El centro de expansión , de este titulo, radicó en Alemania
meridional, que, a pesar del triunfo protestante, se propusieron mantenerse
fieles al catolicismo. En 1618 estallan las guerras de religión conocidas como
"guerras de los 30 años". Los príncipes católicos y el pueblo
comenzaron a invocar a la virgen Sma. Con el titulo de "María
Auxiliadora" y acudieron en peregrinación a una capilla que, con
esta denominación se había levantado a la Virgen en la ciudad de Passau (
Alemania). En medio de las mil vicisitudes de la guerra, de la peste y del
enfrentamiento religioso, los católicos de Baviera y del Tirol se sintieron
protegidos por la Sma. Virgen y experimentaron una renovación espiritual.
Este movimiento mariano estuvo alentado y guiado por los Padres
Capuchinos y por la Cofradía de María Auxiliadora, promotora de la nueva
devoción mariana. En ella muchos creyeron encontrar un medio seguro para salvar
su Fe católica y la libertad de sus tierras.
4.- Los turcos atacan Viena (1683)
Junto a las convulsiones religiosas y sociales provocadas en el
centro de Europa por la crisis protestante, surgió el ímpetu del Islam. En 1683
los turcos, capitaneados por el visir Kará Mustafá, ponen sitio a Viena,
capital del impero. El Papa Inocencio XI vio entonces en serio peligro la
existencia de una Europa cristiana; los creyentes acudieron a la protección de
la Virgen María. " La invocación "María, ayuda" (María hilf),
afirma un historiador, recorrió todas las regiones de Alemania y
Austria".
La victoria fue para las fuerzas cristianas, aunque las islámicas
eran tres veces superiores. Viena quedó liberada. Una vez mas los pueblos
experimentaron la ayuda de la virgen María Auxiliadora.
5.- Pío VII y Napoleón Bonaparte (1814)
El poder había desubicado a Napoleón Bonaparte que quería
imponer al Papa caprichos egoístas a los que el Papa se rechazo por lo que
Napoleón invadió Italia y llevó al destierro al Papa Pío VII durante 5 años, el
pontífice imploraba el auxilio de María, invitando al mismo tiempo a los
cristianos a encomendarse a ella. El emperador francés fue derrotado, entonces
Pío VII se vio libre y pudo encaminarse hacia la ciudad de Roma, donde, en
medio de una alegría general entró el día 24 de mayo de 1814. El Papa atribuyo
aquella liberación propia y de la iglesia entera a la protección de la Virgen
y, en consecuencia, instituyo la fiesta litúrgica de María Auxiliadora.
6.- María Auxiliadora y Don Bosco (1862)
María Auxiliadora persigue a Don Bosco. Nace en 1815, año en que
por primera vez se celebra litúrgicamente la fiesta de María Auxiliadora. No
muy lejos del lugar de su nacimiento, en Mórense , existe una ermita dedicada a
María Auxiliadora. En Turín encontrara esa advocación, en la iglesia de San
Francisco de Paula había una imagen y una asociación en su honor, inspirada en
otra existente en Munich.
En 1848 se encuentran ya colocadas en la mesa de trabajo de Don
Bosco algunas estampas con el titulo "Auxiliadora de los cristianos".
Pero sera exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando este hace
la opción mariana definitiva. Le dice al Joven salesiano Juan Cagliero:
"La Virgen quiere que la honremos con el titulo de
Auxiliadora, los tiempos que corren son difíciles y tenemos la necesidad de que
la Virgen nos ayude a conservar y a defender la Fe cristiana".
En 1863, no sin graves dificultades , Don Bosco comienza la
construcción de la hoy Basílica de María Auxiliadora con apenas con un capital
de cuarenta centavos. Cinco años mas tarde el 9 de junio de 1868 se consagró el
templo ya terminado.
7.- María Auxiliadora en México (1889)
El Sr. Edith Borrel, formaba parte del Círculo Católico Mexicano,
era una asociación que se interesaban por todo lo que podía
fortalecer la región en el país. Este católico comprometido se encontró
en Turín con el sucesor de Don Bosco, el P. Miguel Rúa, probablemente en 1888 y
recibió el diploma de Cooperador Salesiano. Al llegar a México motivo a sus
compañeros del Círculo Católico y así nació el primer grupo de cooperadores
Salesianos en la ciudad de México el 22 de junio de 1889. Se organizaron con
una labor de carácter salesiano: difusión de la buena prensa, educación
cristiana de los niños, jóvenes y del pueblo sencillo, organización de actos
cultos especialmente a Jesús Sacramento y a María Auxiliadora. El 25 de mayo de
1890 se celebró la primera fiesta a María Auxiliadora. Muy pronto se empezaron
a sentir los favores de María Auxiliadora. En 1892 llegan los primeros Salesianos
a México con la consigna de difundir la devoción de María Auxiliadora.
Es de notar el entusiasmo mariano del P. Rafael Noguer que llevó a
realizar varias giras por la República difundiendo la devoción a María
Auxiliadora.