Musica Para el Alma
miércoles, 26 de agosto de 2020
EVANGELIO DE MATEO 24,42-51 CICLO A
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (24,42-51):
42 «Velad, pues, porque no sabéis qué
día vendrá vuestro Señor.
43 Entendedlo bien: si el dueño de casa
supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no
permitiría que le horadasen su casa.
44 Por eso, también vosotros estad
preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.
45 «¿Quién es, pues, el siervo fiel y
prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la
comida a su tiempo?
46 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al
llegar, encuentre haciéndolo así.
47 Yo os aseguro que le pondrá al frente de
toda su hacienda.
48 Pero si el mal siervo aquel se dice en su
corazón: "Mi señor tarda",
49 y se pone a golpear a sus compañeros y
come y bebe con los borrachos,
50 vendrá el señor de aquel siervo el día
que no espera y en el momento que no sabe,
51 le separará y le señalará su suerte entre
los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes
Palabra del Señor
(«Estén
preparados»).
*Cuando
me ponen en una administrar de algo, un negocio, una finca, en una empresa, o
en venta de algún producto, tengo que tener presente que un día me pedirán
cuenta o me harán un inventario a ver cómo va la administración, y si algo no
cuadra, si algo no está bien, si algo se ha perdido puedo ser, suspendido,
cancelado o puedo ir a la cárcel. El Señor me invita a prepárame porque el
necesita hacerme un inventario en el amor. De entrada no creo quedar bien,
porque son muchas las personas que en determinado momento, han necesitado de
mí, un saludo, un consejo o una palabra de agrado como: Buenos días, como
estas, te extraño, te quiero mucho, tu vale mucho, felicidades lo hiciste muy
bien. Pero como vivo encerrado dentro de mí, esos detalles de los ignoro. El Señor
me invita a desprenderme, de la mentira, del miedo, de la hipocresía y a entrar
en la realidad sabiendo que esta vida se terminar y que me espera un juicio. El
Señor me viene a enseñar a vivir en la libertad, que no me sienta dueño de
nada, sino que él es mi dueño y cuando él quiera puede disponer de mí, que no
tenga miedo*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
ORACION AL MEDIO DIA EL ANGELUS
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL JUEVES 27. SANTA MONICA (MEMORIA)
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
TIEMPO
ORDINARIO
JUEVES DE LA SEMANA XXI
Del Común de santas mujeres. Salterio I
27 de agosto
SANTA MÓNICA (MEMORIA).
Nació en Tagaste (África) el año 331, de familia cristiana. Muy joven, fue dada
en matrimonio a un hombre llamado Patricio, del que tuvo varios hijos, entre
ellos san Agustín, cuya conversión le costó muchas lágrimas y oraciones. Fue un
modelo de madres; alimentó su fe con la oración y la embelleció con sus
virtudes. Murió en Ostia el año 387.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Aclamemos al Señor, en esta fiesta de santa Mónica.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: FINÍSIMO FUE EL LINO CON QUE ELLA.
Finísimo fue el lino con que ella
fue tejiendo, a lo largo de su vida,
esa historia de amor que la hace bella
a los ojos de Dios y bendecida.
Supo trenzar con tino los amores
del cielo y de la tierra, y santamente
hizo altar del telar de sus labores,
oración desgranada lentamente.
Flor virgen, florecida en amor santo,
llenó el hogar de paz y joven vida,
su dulce fortaleza fue su encanto,
la fuerza de su amor la fe vivida.
Una escuela de fe fue su regazo,
todos fueron dichosos a su vera,
su muerte en el Señor fue un tierno abrazo,
su vida será eterna primavera. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora.
Salmo 56 - ORACIÓN MATUTINA DE UN AFLIGIDO.
Misericordia, Dios mío, misericordia,
que mi alma se refugia en ti;
me refugio a la sombra de tus alas
mientras pasa la calamidad.
Invoco al Dios Altísimo,
al Dios que hace tanto por mí:
desde el cielo me enviará la salvación,
confundirá a los que ansían matarme,
enviará su gracia y su lealtad.
Estoy echado entre leones
devoradores de hombres;
sus dientes son lanzas y flechas,
su lengua es una espada afilada.
Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria.
Han tendido una red a mis pasos
para que sucumbiera;
me han cavado delante una fosa,
pero han caído en ella.
Mi corazón está firme, Dios mío,
mi corazón está firme.
Voy a cantar y a tocar:
despierta, gloria mía;
despertad, cítara y arpa;
despertaré a la aurora.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor;
tocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
Elévate sobre el cielo, Dios mío,
y llene la tierra tu gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora.
Ant 2. «Mi pueblo se saciará de mis bienes», dice el Señor.
Cántico: FELICIDAD DEL PUEBLO REDIMIDO Jr 31, 10-14
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciadla en las islas remotas:
«El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como un pastor a su rebaño;
porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte.»
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor:
hacia el trigo y el vino y el aceite,
y los rebaños de ovejas y de vacas;
su alma será como un huerto regado,
y no volverán a desfallecer.
Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas;
alimentaré a los sacerdotes con manjares sustanciosos,
y mi pueblo se saciará de mis bienes.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Mi pueblo se saciará de mis bienes», dice el Señor.
Ant 3. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro
Dios.
Salmo 47 - HIMNO A LA GLORIA DE JERUSALÉN
Grande es el Señor y muy digno de alabanza
en la ciudad de nuestro Dios,
su monte santo, altura hermosa,
alegría de toda la tierra:
el monte Sión, vértice del cielo,
ciudad del gran rey;
entre sus palacios,
Dios descuella como un alcázar.
Mirad: los reyes se aliaron
para atacarla juntos;
pero, al verla, quedaron aterrados
y huyeron despavoridos;
allí los agarró un temblor
y dolores como de parto;
como un viento del desierto,
que destroza las naves de Tarsis.
Lo que habíamos oído lo hemos visto
en la ciudad del Señor de los ejércitos,
en la ciudad de nuestro Dios:
que Dios la ha fundado para siempre.
¡Oh Dios!, meditamos tu misericordia
en medio de tu templo:
como tu renombre, ¡oh Dios!, tu alabanza
llega al confín de la tierra;
tu diestra está llena de justicia:
el monte Sión se alegra,
las ciudades de Judá se gozan
con tus sentencias.
Dad la vuelta en torno a Sión,
contando sus torreones;
fijaos en sus baluartes,
observad sus palacios,
para poder decirle a la próxima generación:
«Este es el Señor, nuestro Dios.»
Él nos guiará por siempre jamás.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro
Dios.
LECTURA BREVE Rm 12, 1-2
Os exhorto, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros
cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto
razonable. Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación
de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno,
lo que agrada, lo perfecto.
RESPONSORIO BREVE
V. Dios la socorre al despuntar la aurora.
R. Dios la socorre al despuntar la aurora.
V. Teniendo a Dios en medio no vacila.
R. Al despuntar la aurora.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Dios la socorre al despuntar la aurora.
V. Ábreme,
Señor, los ojos.
R. Y contemplaré las maravillas de tu voluntad.
PRIMERA LECTURA
De la primera carta a Timoteo 2, 1-15
EXHORTACIÓN A HACER PLEGARIAS UNIVERSALES
Hijo mío, Timoteo: Te recomiendo ante todo que se hagan
plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por
los reyes y por todos los constituidos en dignidad, para que gocemos de una
vida tranquila y sosegada, en el temor de Dios y con dignidad humana.
Esto es hermoso y grato a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que
todos los hombres se salven y lleguen al pleno conocimiento de la verdad.
Porque hay un solo Dios, y único es el mediador entre Dios y los hombres,
Cristo Jesús, hombre también él, el cual se entregó a sí mismo como precio de
rescate por todos. Éste es el testimonio que nos ha dado Dios a su tiempo; y
para su promulgación me ha constituido mensajero y apóstol -digo la verdad, no
miento- y maestro de los gentiles en la fe y en la verdad.
Así, pues, quiero que los hombres oren en todo lugar levantando al cielo las
manos purificadas, limpias de ira y de altercados. Asimismo, que las mujeres se
presenten en la asamblea con traje decoroso, arregladas con recato y sobriedad,
sin peinados complicados, ni oro, ni joyas, ni suntuosos vestidos. Su ornato
deben ser las buenas obras, como conviene a mujeres que hacen profesión de
religiosidad. Durante la instrucción, las mujeres guarden silencio en actitud
sumisa. No consiento que la mujer enseñe ni ejerza autoridad sobre el hombre;
debe mantenerse en silencio. Fue Adán primero en ser creado, después Eva. Y no
fue Adán el seducido, sino Eva, que una vez seducida incurrió en la
transgresión. Pero la mujer se salvará por el cumplimiento de sus deberes
maternales, si persevera en la fe, en el amor y en la santidad.
RESPONSORIO 1Tm 2, 5-6; Hb 2, 17
R. Hay un solo Dios, y único es el mediador entre Dios y los hombres,
Cristo Jesús, hombre también él, * el cual se entregó a
sí mismo como precio de rescate por todos.
V. Por eso debía ser semejante en todo a sus hermanos, para poderse
apiadar de ellos.
R. El cual se entregó a sí mismo como precio de rescate por todos.
SEGUNDA LECTURA
De las Confesiones de san Agustín, obispo
(Libro 9, 10, 23—11, 28: CSEL 33, 215-219)
ALCANCEMOS LA SABIDURÍA ETERNA
Cuando ya se acercaba el día de su muerte -día por ti
conocido, y que nosotros ignorábamos-, sucedió, por tus ocultos designios, como
lo creo firmemente, que nos encontramos ella y yo solos, apoyados en una
ventana que daba al jardín interior de la casa donde nos hospedábamos, allí en
Ostia Tiberina, donde, apartados de la multitud, nos rehacíamos de la fatiga
del largo viaje, próximos a embarcarnos. Hablábamos, pues, los dos solos, muy
dulcemente y, olvidando lo que queda atrás y lanzándonos hacia lo que veíamos
por delante, nos preguntábamos ante la verdad presente, que eres tú, cómo sería
la vida eterna de los santos, aquella que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni
vino a la mente del hombre. Y abríamos la boca de nuestro corazón, ávidos de
las corrientes de tu fuente, la fuente de vida que hay en ti.
Tales cosas decía yo, aunque no de este modo ni con estas mismas palabras; sin
embargo, tú sabes, Señor, que, cuando hablábamos aquel día de estas cosas, y
mientras hablábamos íbamos encontrando despreciable este mundo con todos sus
placeres, ella dijo:
«Hijo, por lo que a mí respecta, ya nada me deleita en esta vida. Qué es lo que
hago aquí y por qué estoy aún aquí, lo ignoro, pues no espero ya nada de este
mundo. Una sola cosa me hacía desear que mi vida se prolongara por un tiempo:
el deseo de verte cristiano católico, antes de morir. Dios me lo ha concedido
con creces, ya que te veo convertido en uno de sus siervos, habiendo renunciado
a la felicidad terrena. ¿Qué hago ya en este mundo?».
No recuerdo muy bien lo que le respondí, pero al cabo de cinco días o poco más
cayó en cama con fiebre. Y, estando así enferma, un día sufrió un colapso y
perdió el sentido por un tiempo. Nosotros acudimos corriendo, mas pronto
recobró el conocimiento, nos miró, a mí y a mi hermano allí presentes, y nos
dijo en tono de interrogación:
«¿Dónde estaba?»
Después, viendo que estábamos aturdidos por la tristeza, nos dijo:
«Enterrad aquí a vuestra madre».
Yo callaba y contenía mis lágrimas. Mi hermano dijo algo referente a que él
hubiera deseado que fuera enterrada en su patria y no en país lejano. Ella lo
oyó y, con cara angustiada, lo reprendió con la mirada por pensar así, y,
mirándome a mí, dijo:
«Mira lo que dice».
Luego, dirigiéndose a ambos, añadió:
«Sepultad este cuerpo en cualquier lugar: esto no os ha de preocupar en
absoluto; lo único que os pido es que os acordéis de mí ante el altar del Señor,
en cualquier lugar donde estéis».
Habiendo manifestado, con las palabras que pudo, este pensamiento suyo, guardó
silencio, e iba luchando con la enfermedad que se agravaba.
RESPONSORIO 1Co 7, 29. 30. 31; 2, 12
R. El momento es apremiante, Queda como solución: que los que están
alegres vivan como si no lo estuvieran; los que negocian en el mundo, como si
no disfrutaran de él: * Porque la presentación de
este mundo se termina.
V. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo.
R. Porque la presentación de este mundo se termina.
Jueves, 27 de agosto de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (24,42-51):
42 «Velad, pues, porque no sabéis qué
día vendrá vuestro Señor.
43 Entendedlo bien: si el dueño de casa
supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no
permitiría que le horadasen su casa.
44 Por eso, también vosotros estad
preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.
45 «¿Quién es, pues, el siervo fiel y
prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la
comida a su tiempo?
46 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al
llegar, encuentre haciéndolo así.
47 Yo os aseguro que le pondrá al frente de
toda su hacienda.
48 Pero si el mal siervo aquel se dice en su
corazón: "Mi señor tarda",
49 y se pone a golpear a sus compañeros y
come y bebe con los borrachos,
50 vendrá el señor de aquel siervo el día
que no espera y en el momento que no sabe,
51 le separará y le señalará su suerte entre
los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. La escuchaste, Señor, cuando, regando con sus lágrimas la tierra,
acudía a tí en la oración.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. La escuchaste, Señor, cuando, regando con sus lágrimas la tierra,
acudía a tí en la oración.
PRECES
Unidos, hermanos, a las mujeres santas, aclamemos a Jesús, nuestro
Salvador, y supliquémosle diciendo:
Ven, Señor Jesús.
Señor Jesús, que perdonaste a la mujer pecadora sus muchos pecados porque tenía
mucho amor,
perdónanos también a nosotros porque hemos pecado mucho.
Señor Jesús, que fuiste asistido en tu misión evangélica por mujeres piadosas,
haz que también nosotros seamos fieles en nuestra misión apostólica.
Señor Jesús, a quien María escuchaba y Marta servía,
concédenos servirte siempre con fe y amor.
Señor Jesús, que llamaste hermano, hermana y madre a todos los que cumplen tu
voluntad,
haz que todos nosotros la cumplamos siempre de palabra y de obra.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Fieles a la recomendación del Salvador, digamos al Padre común:
Padre nuestro...
ORACION
Dios de bondad, consolador de los que lloran, tú que, lleno de
compasión, acogiste las lágrimas que santa Mónica derramaba pidiendo la
conversión de su hijo Agustín, concédenos, por la intercesión de ambos, el
arrepentimiento sincero de nuestros pecados y la gracia de tu perdón. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: UN AMOR CASTO Y PURO
Un amor casto y puro
calladamente:
más grande que la vida
y que la muerte.
Dulce su casa,
y su marido en ella
se contemplaba.
Era su amor de madre
como una rosa:
pétalos de fragancia
y espinas rojas.
Y era su seno
un arrullo de lirios
y de silencios.
Olor a roja viña
y a tierna hogaza:
y su mano prudente
acariciaba.
Sus dedos limpios
iban tejiendo lana
para sus hijos.
Y Dios desde su cielo
se sonreía,
por la casta frescura
de fuente limpia.
Amor callado
que vestía al Cordero
de rojo y blanco. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por
siempre.
Salmo 29 - ACCIÓN DE GRACIAS POR LA CURACIÓN DE UN ENFERMO EN
PELIGRO DE MUERTE
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, Dios mío, a ti grité,
y tú me sanaste.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Tañed para el Señor, fieles suyos,
dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto,
por la mañana, el júbilo.
Yo pensaba muy seguro:
«No vacilaré jamás.»
Tu bondad, Señor, me aseguraba
el honor y la fuerza;
pero escondiste tu rostro,
y quedé desconcertado.
A ti, Señor, llamé,
supliqué a mi Dios:
«¿Qué ganas con mi muerte,
con que yo baje a la fosa?
¿Te va a dar gracias el polvo,
o va a proclamar tu lealtad?
Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.»
Cambiaste mi luto en danzas,
me desataste el sayal y me has vestido de fiesta;
te cantará mi alma sin callarse.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por
siempre.
Ant 2. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
Salmo 31 - ACCIÓN DE GRACIAS DE UN PECADOR PERDONADO
Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito.
Mientras callé se consumían mis huesos,
rugiendo todo el día,
porque día y noche tu mano
pesaba sobre mí;
mi savia se me había vuelto
un fruto seco.
Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará.
Tú eres mi refugio, me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación.
Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir,
fijaré en ti mis ojos.
No seáis irracionales como caballos y mulos,
cuyo brío hay que domar con freno y brida;
si no, no puedes acercarte.
Los malvados sufren muchas penas;
al que confía en el Señor,
la misericordia lo rodea.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor,
aclamadlo, los de corazón sincero.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
Ant 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos
le servirán.
Cántico: EL JUICIO DE DIOS Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las naciones,
llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado
el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos,
y los que moráis en sus tiendas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos
le servirán.
LECTURA BREVE Rm 8, 28-30
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el
bien: a los que ha llamado conforme a su designio. A los que había escogido,
Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito
de muchos hermanos. A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los
justificó; a los que justificó, los glorificó.
RESPONSORIO BREVE
V. Dios la eligió y la predestinó.
R. Dios la eligió y la predestinó.
V. La hizo morar en su templo santo.
R. Y la predestinó.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Dios la eligió y la predestinó.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Cuando aún permanecía en el cuerpo, vivía ya Mónica de tal manera
con Cristo, que su fe y sus costumbres eran una perfecta alabanza al nombre de
Dios.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Cuando aún permanecía en el cuerpo, vivía ya Mónica de tal manera
con Cristo, que su fe y sus costumbres eran una perfecta alabanza al nombre de
Dios.
PRECES
Supliquemos a Dios en bien de su Iglesia por intercesión de las
santas mujeres y digámosle:
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia.
Por intercesión de las santas mártires, que con la fuerza del espíritu
superaron la muerte del cuerpo,
concede, Señor, a tu Iglesia ser fuerte en la tentación.
Por intercesión de las santas esposas, que por medio del matrimonio crecieron
en tu amor,
concede, Señor, a tu Iglesia la fecundidad apostólica.
Por intercesión de las santas viudas, que por la hospitalidad y la oración
superaron la soledad,
concede, Señor, a tu Iglesia ser para el mundo signo manifiesto de tu amor a
los hombres.
Por intercesión de las santas madres, que engendraron sus hijos no sólo para la
vida del mundo, sino también para la salvación eterna,
concede, Señor, a tu Iglesia engendrar para tu reino a todos los pueblos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Por intercesión de todas las mujeres santas, que han sido ya admitidas a
contemplar la belleza de tu rostro,
concede, Señor, a los difuntos de la Iglesia gozar también de la luz eterna de
tu presencia.
Fieles a la recomendación del Salvador, digamos al Padre común:
Padre nuestro...
ORACION
Dios de bondad, consolador de los que lloran, tú que, lleno de
compasión, acogiste las lágrimas que santa Mónica derramaba pidiendo la
conversión de su hijo Agustín, concédenos, por la intercesión de ambos, el
arrepentimiento sincero de nuestros pecados y la gracia de tu perdón. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL JUEVES 24,42-51 CICLO A
Jueves, 27 de agosto de 2020
Primera lectura
Comienzo de
la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,1-9):
Yo Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y
Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los
consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que
en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean
con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la
gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido
enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha
probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros
que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá
firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de
Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo,
Jesucristo Señor nuestro. ¡Y él es fiel!
Palabra de Dios
Salmo
Sal
144,2-3.4-5.6-7
R/. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.
R/. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey
Una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas. R/.
R/. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey
Encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias. R/.
R/. Bendeciré
tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey
Jueves, 27 de agosto de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (24,42-51):
42 «Velad, pues, porque no sabéis qué
día vendrá vuestro Señor.
43 Entendedlo bien: si el dueño de casa
supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no
permitiría que le horadasen su casa.
44 Por eso, también vosotros estad
preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.
45 «¿Quién es, pues, el siervo fiel y
prudente, a quien el señor puso al frente de su servidumbre para darles la
comida a su tiempo?
46 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al
llegar, encuentre haciéndolo así.
47 Yo os aseguro que le pondrá al frente de
toda su hacienda.
48 Pero si el mal siervo aquel se dice en su
corazón: "Mi señor tarda",
49 y se pone a golpear a sus compañeros y
come y bebe con los borrachos,
50 vendrá el señor de aquel siervo el día
que no espera y en el momento que no sabe,
51 le separará y le señalará su suerte entre
los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes
Palabra del Señor
(«Estén
preparados»).
*Cuando
me ponen en una administrar de algo, un negocio, una finca, en una empresa, o
en venta de algún producto, tengo que tener presente que un día me pedirán
cuenta o me harán un inventario a ver cómo va la administración, y si algo no
cuadra, si algo no está bien, si algo se ha perdido puedo ser, suspendido,
cancelado o puedo ir a la cárcel. El Señor me invita a prepárame porque el
necesita hacerme un inventario en el amor. De entrada no creo quedar bien,
porque son muchas las personas que en determinado momento, han necesitado de
mí, un saludo, un consejo o una palabra de agrado como: Buenos días, como
estas, te extraño, te quiero mucho, tu vale mucho, felicidades lo hiciste muy
bien. Pero como vivo encerrado dentro de mí, esos detalles de los ignoro. El Señor
me invita a desprenderme, de la mentira, del miedo, de la hipocresía y a entrar
en la realidad sabiendo que esta vida se terminar y que me espera un juicio. El
Señor me viene a enseñar a vivir en la libertad, que no me sienta dueño de
nada, sino que él es mi dueño y cuando él quiera puede disponer de mí, que no
tenga miedo*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.