Musica Para el Alma
martes, 13 de junio de 2023
MATEO 5,17-19 CICLO A
*Lecturas del Miércoles de
la 10ª semana del Tiempo Ordinario*
Miércoles,
14 de junio de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(5,17-19)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he
venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y
la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que
se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los
hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los
cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pero
quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.)
*Pienso
en todos aquellos que me han enseñado, recordando la gente que me ha ayudado a
entender los caminos del Señor. Doy gracias por ellos y pido al Señor que los
bendiga. Rezo para que yo pueda ser tal persona para aquellos que me rodean. Jesús
guía hacia el seguimiento de los trabajos y hechos del Señor. Pienso en las
tradiciones y enseñanzas que me han traído a donde estoy y pido al Señor que
continúe atrayéndome hacia la vida en Él*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS Y LAS LAUDES DEL MIERCOLES 14
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*MIERCOLES
SEMANA II*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Ant. Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría.
Himno: NACIDOS DE LA LUZ, HIJOS DEL DÍA.
Nacidos de la luz, hijos del día,
Vamos hacia el Señor de la mañana.
Su claridad disipa nuestras sombras
y alegra y regocija nuestras almas.
Que nuestro Dios, el Padre de la gloria,
nos libre para siempre del pecado,
y podamos así gozar la herencia
que nos legó en su Hijo muy amado.
Honor y gloria a Dios, Padre celeste,
por medio de su Hijo Jesucristo,
y al Don de toda luz, el Santo Espíritu,
que vive por los siglos de los siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Dios mío, tus caminos son santos: ¿qué dios es grande como nuestro
Dios?
Salmo 76 - RECUERDO DEL PASADO GLORIOSO DE ISRAEL.
Alzo mi voz a Dios gritando,
alzo mi voz a Dios para que me oiga.
En mi angustia te busco, Señor mío;
de noche extiendo las manos sin descanso,
y mi alma rehúsa el consuelo.
Cuando me acuerdo de Dios, gimo,
y meditando me siento desfallecer.
Sujetas los párpados de mis ojos,
y la agitación no me deja hablar.
Repaso los días antiguos,
recuerdo los años remotos;
de noche lo pienso en mis adentros,
y meditándolo me pregunto:
¿Es que el Señor nos rechaza para siempre
y ya no volverá a favorecernos?
¿Se ha agotado ya su misericordia,
se ha terminado para siempre su promesa?
¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad,
o la cólera cierra sus entrañas?
Y me digo: ¡Qué pena la mía!
¡Se ha cambiado la diestra del Altísimo!
Recuerdo las proezas del Señor;
sí, recuerdo tus antiguos portentos,
medito todas tus obras
y considero tus hazañas.
Dios mío, tus caminos son santos:
¿qué dios es grande como nuestro Dios?
Tú, ¡oh Dios!, haciendo maravillas,
mostraste tu poder a los pueblos;
con tu brazo rescataste a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José.
Te vio el mar, ¡oh Dios!,
te vio el mar y tembló,
las olas se estremecieron.
Las nubes descargaban sus aguas,
retumbaban los nubarrones,
tus saetas zigzagueaban.
Rodaba el fragor de tu trueno,
los relámpagos deslumbraban el orbe,
la tierra retembló estremecida.
Tú te abriste camino por las aguas,
un vado por las aguas caudalosas,
y no quedaba rastro de tus huellas:
mientras guiabas a tu pueblo, como a un rebaño,
por la mano de Moisés y de Aarón.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios mío, tus caminos son santos:
¿qué dios es grande como nuestro Dios?
Ant 2. Mi corazón se regocija por el
Señor, que humilla y enaltece.
Cántico: ALEGRIA DE LOS HUMILDES EN DIOS 1S 2,1-10
Mi corazón se regocija por el Señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación.
No hay santo como el Señor,
no hay roca como nuestro Dios.
No multipliquéis discursos altivos,
no echéis por la boca arrogancias,
porque el Señor es un Dios que sabe;
él es quien pesa las acciones.
Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos no tienen ya que trabajar;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos se marchita.
El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece.
Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria;
pues del Señor son los pilares de la tierra,
y sobre ellos afianzó el orbe.
Él guarda los pasos de sus amigos,
mientras los malvados perecen en las tinieblas,
porque el hombre no triunfa por su fuerza.
El Señor desbarata a sus contrarios,
el Altísimo truena desde el cielo,
el Señor juzga hasta el confín de la tierra.
él da fuerza a su Rey,
exalta el poder de su Ungido.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mi corazón se regocija por el
Señor, que humilla y enaltece.
Ant 3. El Señor reina, la tierra goza.
Salmo 96 - EL SEÑOR ES UN REY MAYOR QUE TODOS LOS DIOSES.
El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono.
Delante de él avanza fuego
abrasando en torno a los enemigos;
sus relámpagos deslumbran el orbe,
y, viéndolos, la tierra se estremece.
Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.
Los que adoran estatuas se sonrojan,
los que ponen su orgullo en los ídolos;
ante él se postran todos los dioses.
Lo oye Sión, y se alegra,
se regocijan las ciudades de Judá
por tus sentencias, Señor;
porque tú eres, Señor,
altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses.
El Señor ama al que aborrece el mal,
protege la vida de sus fieles
y los libra de los malvados.
Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor reina, la tierra goza.
LECTURA BREVE Rm 8, 35. 37
¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo? ¿La aflicción? ¿La angustia? ¿La
persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada? En todo esto
vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendigo al Señor en todo momento.
R. Bendigo al Señor en todo momento.
V. Su alabanza está siempre en mi boca.
R. En todo momento.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Bendigo al Señor en todo momento.
Las lecturas
V. Mi alma espera en el Señor.
R. Espera en su palabra.
PRIMERA LECTURA
Del libro de Josué 3, 1-17; 4, 14-19; 5, 10-12
PASO DEL JORDAN Y CELEBRACIÓN DE LA PASCUA
Cierto día, Josué, al levantarse por la mañana, ordenó levantar el campamento.
Él y todos los israelitas partieron de Sittim y llegaron hasta el Jordán.
Pernoctaron ahí tres días, al cabo de los cuales, los escribas pasaron por
medio del campamento y dieron al pueblo esta orden:
«Cuando veáis el arca de la alianza del Señor vuestro Dios y a los sacerdotes
levitas que la llevan, partiréis del sitio donde estáis e iréis tras ella, para
que sepáis qué camino habéis de seguir, pues no habéis pasado nunca hasta ahora
por este camino. Pero que haya entre vosotros y el arca una distancia de unos
dos mil codos: no os acerquéis.»
Josué dijo al pueblo:
«Purificaos para mañana, porque mañana el Señor va a obrar maravillas en medio
de vosotros.» Y dijo Josué a los sacerdotes:
«Tomad el arca de la alianza y pasad al frente del pueblo.»
Ellos tomaron el arca de la alianza y fueron delante del pueblo.
El Señor dijo a Josué:
«Hoy mismo voy a empezar a engrandecerte a los ojos de todo Israel, para que
sepan que, lo mismo que estuve con Moisés, estoy contigo. Tú darás esta orden a
los sacerdotes que llevan el arca de la alianza: "En cuanto lleguéis a la
orilla del agua del Jordán, os pararéis en el Jordán."»
Josué dijo a los israelitas:
«Acercaos y escuchad las palabras del Señor vuestro Dios.»
Y dijo Josué:
«En esto conoceréis que el Dios vivo está en medio de vosotros y que arrojará
ciertamente de delante de vosotros al cananeo, al hitita, al jiveo, al fereceo,
al guirgaseo, al amorreo y al yebuseo. He aquí que el arca de la alianza del
Señor de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. En cuanto las
plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de la alianza del
Señor de toda la tierra pisen las aguas del Jordán, las aguas del Jordán que
vienen de arriba quedarán cortadas y se pararán formando un solo bloque.»
Efectivamente, cuando el pueblo partió de sus tiendas para pasar el Jordán y
los sacerdotes llevaron el arca de la alianza a la cabeza del pueblo, en cuanto
los que llevaban el arca llegaron al Jordán y los pies de los sacerdotes que
llevaban el arca tocaron la orilla de las aguas (y el Jordán baja crecido hasta
los bordes todo el tiempo de la siega), las aguas que bajaban de arriba se
detuvieron y formaron un solo bloque en una gran extensión —desde Adam hasta la
fortaleza de Sartán—, mientras que las que bajaban hacia el mar de la Arabá, o
mar de la Sal, desaparecieron por completo, y el pueblo lo pasó frente a
Jericó. Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor se
estuvieron a pie firme, en seco, en medio del Jordán, mientras que todo Israel
pasaba en seco, hasta que acabó de pasar el Jordán todo el pueblo. Aquel día el
Señor engrandeció a Josué delante de todo Israel, y le miraron a él como habían
mirado a Moisés durante toda su vida.
El Señor dijo a Josué:
«Manda a los sacerdotes que llevan el arca del testimonio que salgan del
Jordán.»
Josué mandó a los sacerdotes:
«Salid del Jordán.»
Cuando los sacerdotes portadores del arca de la alianza del Señor salieron del
Jordán, apenas las plantas de sus pies tocaron la orilla, las aguas del Jordán
siguieron por su cauce y empezaron a correr como antes, por todas sus riberas.
El pueblo salió del Jordán el día diez del mes primero, y acamparon en Guilgal,
al oriente de Jericó, y celebraron allí la Pascua en la tarde del día catorce
del mes, en los llanos de Jericó. El día mismo de la fiesta comieron panes
ázimos y espigas tostadas, pero al día siguiente de la Pascua comieron ya de
los frutos del país.
Y el maná cesó desde entonces, desde que empezaron a comer los productos del
país. Los israelitas no volvieron a tener maná, y se alimentaron ya aquel año
de los productos de la tierra de Canaán.
RESPONSORIO Jos 4, 22-25; Sal 113, 5
R. Pasó Israel por el Jordán a pie enjuto, porque
Dios secó las aguas ante él, como antes lo había hecho en el mar Rojo. * Que
todos los pueblos de la tierra reconozcan que la mano del Señor es poderosa.
V. ¿Qué te pasa, mar, que huyes, y a ti, Jordán,
que te echas atrás?
R. Que todos los pueblos de la tierra reconozcan
que la mano del Señor es poderosa.
SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de Orígenes, presbítero, sobre el libro de Josué
(Homilía 4, 1: PG 12, 842-843)
EL PASO DEL JORDÁN
En el paso del río Jordán, el arca de la alianza guiaba al pueblo de Dios. Los
sacerdotes y levitas que la llevaban se pararon en el Jordán, y las aguas, como
en señal de reverencia a los sacerdotes que la llevaban, detuvieron su curso y
se amontonaron a distancia, para que el pueblo de Dios pudiera pasar
impunemente. Y no te has de admirar cuando se te narran estas hazañas relativas
al pueblo antiguo, porque a ti, cristiano, que por el sacramento del bautismo
has atravesado la corriente del Jordán, la palabra divina te promete cosas
mucho más grandes y excelsas, pues te promete que pasarás y atravesarás los
mismos aires.
Oye lo que dice Pablo acerca de los justos: Seremos arrebatados entre nubes al
encuentro del Señor por los aires, y así estaremos siempre con el Señor. Nada,
pues, ha de temer el justo, ya que toda la creación está a su servicio.
Oye también lo que Dios promete al justo por boca del profeta: Cuando pases por
el fuego, la llama no te abrasará, porque yo soy el Señor tu Dios. Vemos, por
tanto, cómo el justo tiene acceso a cualquier lugar, y cómo toda la creación se
muestra servidora del mismo. Y no pienses que aquellas hazañas son meros hechos
pasados y que nada tienen que ver contigo, que los escuchas ahora: en ti se
realiza su místico significado. En efecto, tú, que acabas de abandonar las
tinieblas de la idolatría y deseas ser instruido en la ley divina, eres como si
acabaras de salir de la esclavitud de Egipto.
Al ser agregado al número de los catecúmenos y al comenzar a someterte a las
prescripciones de la Iglesia, has atravesado el mar Rojo y, como en aquellas
etapas del desierto, te dedicas cada día a escuchar la ley de Dios y a
contemplar la gloria del Señor, reflejada en el rostro de Moisés. Cuando
llegues a la mística fuente del bautismo y seas iniciado en los venerables y
magníficos sacramentos, por obra de los sacerdotes y levitas, parados como en
el Jordán, los cuales conocen aquellos sacramentos en cuanto es posible
conocerlos, entonces también tú, por ministerio de los sacerdotes, atravesarás
el Jordán y entrarás en la tierra prometida, en la que te recibirá Jesús, el
verdadero sucesor de Moisés, y será tu guía en el nuevo camino.
Entonces tú, consciente de tales maravillas de Dios, viendo cómo el mar se ha
abierto para ti y cómo el río ha detenido sus aguas, exclamarás: ¿Qué te pasa,
mar, que huyes, y a ti, Jordán, que te echas atrás? ¿Y a vosotros, montes, que
saltáis como carneros; colinas, que saltáis como corderos? Y te responderá el
oráculo divino: En presencia del Señor se estremece la tierra, en presencia del
Dios de Jacob; que transforma las peñas en estanques, el pedernal en
manantiales de agua.
RESPONSORIO Sb 17, 1; 19, 20; Sal 76, 20
R. Grandes, en verdad, e inescrutables son tus
juicios, Señor; * engrandeciste
a tu pueblo y lo glorificaste.
V. Te abriste camino por las aguas, un vado por
las aguas caudalosas.
R. Engrandeciste a tu pueblo y lo glorificaste.
*Lecturas del Miércoles de
la 10ª semana del Tiempo Ordinario*
Miércoles,
14 de junio de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(5,17-19)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he
venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y
la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que
se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los
hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los
cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Sirvamos al Señor con santidad todos nuestros días.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sirvamos al Señor con santidad
todos nuestros días.
PRECES
Oremos a nuestro Señor Jesucristo, que prometió estar con nosotros
todos los días hasta el fin del mundo, y digámosle confiados:
Escúchanos, Señor.
Quédate con nosotros, Señor, durante todo el día:
que la luz de tu gracia no conozca nunca el anochecer en nuestras vidas.
Que el trabajo de este día sea como una oblación sin defecto,
y que sea agradable a tus ojos.
Que en todas nuestras palabras y acciones seamos hoy luz del mundo
y sal de la tierra para cuantos nos traten.
Que la gracia del Espíritu Santo habite en nuestros corazones y resplandezca en
nuestras obras
para que así permanezcamos en tu amor y en tu alabanza.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Terminemos nuestra oración diciendo juntos las palabras del Señor y pidiendo al
Padre que nos libre de todo mal:
Padre nuestro...
ORACION
Envía, Señor, a nuestros corazones la abundancia de tu luz, para
que, avanzando siempre por el camino de tus mandatos, nos veamos libres de todo
error. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
MIERCOLES
SEMANA II
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: SEÑOR, TÚ ERES SANTO: YO ADORO, YO CREO.
Señor, tú eres santo: yo adoro, yo creo;
tu cielo es un libro de páginas bellas,
do en noches tranquilas mi símbolo leo,
que escribe tu mano con signos de estrellas.
En vano con sombras el caos se cierra:
tú miras al caos, la luz nace entonces;
tú mides las aguas que ciñen la tierra,
tú mides los siglos que muerden los bronces.
El mar a la tierra pregunta tu nombre,
la tierra a las aves que tienden su vuelo;
las aves lo ignoran; preguntan al hombre,
y el hombre lo ignora; pregúntanlo al cielo.
EI mar con sus ecos ha siglos que ensaya
formar ese nombre, y el mar no penetra
misterios tan hondos, muriendo en la playa,
sin que oigan los siglos o sílaba o letra.
Señor, tú eres santo: yo te amo, yo espero;
tus dulces bondades cautivan el alma;
mi pecho gastaron con diente de acero
los gustos del mundo, vacíos de calma.
Concede a mis penas la luz de bonanza,
la paz a mis noches, la paz a mis días;
tu amor a mi pecho, tu fe y tu esperanza,
que es bálsamo puro que al ánima envías. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa de nuestro
salvador.
Salmo 61 - DIOS, ÚNICA ESPERANZA DEL JUSTO.
Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre
todos juntos, para derribarlo
como a una pared que cede
o a una tapia ruinosa?
Sólo piensan en derribarme de mi altura,
y se complacen en la mentira:
con la boca bendicen,
con el corazón maldicen.
Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
De Dios viene mi salvación y mi gloria,
él es mi roca firme,
Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio.
Los hombres no son más que un soplo,
los nobles son apariencia:
todos juntos en la balanza subirían
más leves que un soplo.
No confiéis en la opresión,
no pongáis ilusiones en el robo;
y aunque crezcan vuestras riquezas,
no les deis el corazón.
Dios ha dicho una cosa,
y dos cosas que he escuchado:
«Que Dios tiene el poder
y el Señor tiene la gracia;
que tú pagas a cada uno
según sus obras.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aguardamos la alegre esperanza, la
aparición gloriosa de nuestro salvador.
Ant 2. Que Dios ilumine su rostro sobre
nosotros y nos bendiga.
Salmo 66 - QUE TODOS LOS PUEBLOS ALABEN AL SEÑOR.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.
¡Oh Dios!, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que Dios ilumine su rostro sobre
nosotros y nos bendiga.
Ant 3. Todo fue creado por él y para él.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER
RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Todo fue creado por él y para él.
LECTURA BREVE 1Pe 5, 5b-7
Sed humildes unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su
gracia a los humildes. Inclinaos bajo la poderosa mano de Dios, para que a su
tiempo os eleve. Descargad en él todas vuestras preocupaciones, porque él se
interesa por vosotros.
RESPONSORIO BREVE
V. Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
R. Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
V. A las sombras de tus alas escóndenos.
R. Como a las niñas de tus ojos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Haz, Señor, proezas con tu brazo, dispersa a los soberbios y
enaltece a los humildes.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Haz, Señor, proezas con tu brazo,
dispersa a los soberbios y enaltece a los humildes.
PRECES
Aclamemos, hermanos, a Dios, nuestro salvador, que se complace en
enriquecernos con sus dones, y digámosle con fe:
Muéstranos, Señor, tu amor y danos tu paz.
Dios eterno, mil años en tu presencia son como un ayer que pasó;
ayúdanos a recordar siempre que nuestra vida es como una hierba que se renueva
por la mañana y se seca por la tarde.
Alimenta a tu pueblo con el maná para que no perezca de hambre
y dale el agua viva para que nunca más tenga sed.
Que tus fieles busquen y saboreen los bienes de arriba
y te glorifiquen también con su descanso.
Concede, Señor, buen tiempo a las cosechas,
para que la tierra dé fruto abundante.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Que los difuntos puedan contemplar tu faz
y que nosotros tengamos un día parte en su felicidad.
Confiemos nuestras súplicas a Dios nuestro Padre, terminando nuestra oración con
las palabras que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, tu nombre es santo y tu misericordia llega a tus
fieles de generación en generación; atiende, pues, las súplicas de tu pueblo y
haz que pueda cantar eternamente tus alabanzas. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MIERCOLES 14 DE JUNIO 2023
*Lecturas del Miércoles de
la 10ª semana del Tiempo Ordinario*
Miércoles, 14 de junio de 2023
Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a
los Corintios (3,4-11):
Esta confianza con Dios la tenemos por Cristo. No es que por nosotros mismos
estemos capacitados para apuntarnos algo, como realización nuestra; nuestra
capacidad nos viene de Dios, que nos ha capacitado para ser ministros de una
alianza nueva: no de código escrito, sino de espíritu; porque la ley escrita
mata, el Espíritu da vida. Aquel ministerio de muerte –letras grabadas en
piedra– se inauguró con gloria; tanto que los israelitas no podían fijar la
vista en el rostro de Moisés, por el resplandor de su rostro, caduco y todo
como era. Pues con cuánta mayor razón el ministerio del Espíritu resplandecerá
de gloria. Si el ministerio de la condena se hizo con resplandor, cuánto más
resplandecerá el ministerio del perdón. El resplandor aquel ya no es
resplandor, eclipsado por esta gloria incomparable. Si lo caduco tuvo su
resplandor, figuraos cuál será el de lo permanente.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 98,5.6.7.8.9
R/. Santo eres, Señor, Dios nuestro
Ensalzad al Señor, Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo. R/.
Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor, y él respondía. R/.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos y la ley que les dio. R/.
Señor, Dios nuestro, tú les respondías,
tú eras para ellos un Dios de perdón,
y un Dios vengador de sus maldades. R/.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios. R/.
*Lecturas del Miércoles de
la 10ª semana del Tiempo Ordinario*
Miércoles,
14 de junio de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(5,17-19)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he
venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y
la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que
se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los
hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los
cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pero
quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.)
*Pienso
en todos aquellos que me han enseñado, recordando la gente que me ha ayudado a
entender los caminos del Señor. Doy gracias por ellos y pido al Señor que los
bendiga. Rezo para que yo pueda ser tal persona para aquellos que me rodean. Jesús
guía hacia el seguimiento de los trabajos y hechos del Señor. Pienso en las
tradiciones y enseñanzas que me han traído a donde estoy y pido al Señor que
continúe atrayéndome hacia la vida en Él*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.