Musica Para el Alma

jueves, 7 de marzo de 2019

COMPLETA ORACIÓN ANTES DE IR A LA CAMA

COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL
 
V. Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
EXAMEN DE CONCIENCIA 

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados.

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.
Himno: CUANDO LLEGÓ EL INSTANTE DE TU MUERTE
Cuando llegó el instante de tu muerte
inclinaste la frente hacia la tierra,
como todos los mortales;
mas no eras tú el hombre derribado,
sino el Hijo que muerto nos contempla.

Cuando me llegue el tránsito esperado
y siga sin retorno por mi senda,
como todos los mortales,
el sueño de tu rostro será lumbre
y tu gloria mi gloria venidera.

El silencio sagrado de la noche
tu paz y tu venida nos recuerdan,
Cristo, luz de los mortales;
acepta nuestro sueño necesario
como secreto amor que a ti se llega. Amén
SALMODIA

Ant 1. 
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
Salmo 87 - ORACIÓN DE UN HOMBRE GRAVEMENTE ENFERMO
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio,
de noche grito en tu presencia;
llegue hasta ti mi súplica,
inclina tu oído a mi clamor.

Porque mi alma está colmada de desdichas,
y mi vida está al borde del abismo;
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,
soy como un inválido.

Tengo mi cama entre los muertos,
como los caídos que yacen en el sepulcro,
de los cuales ya no guardas memoria,
porque fueron arrancados de tu mano.

Me has colocado en lo hondo de la fosa,
en las tinieblas del fondo;
tu cólera pesa sobre mí,
me echas encima todas tus olas.

Has alejado de mí a mis conocidos,
me has hecho repugnante para ellos:
encerrado, no puedo salir,
y los ojos se me nublan de pesar.

Todo el día te estoy invocando,
tendiendo las manos hacia ti.
¿Harás tú maravillas por los muertos?
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?

¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?

Pero yo te pido auxilio,
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.
¿Por qué, Señor, me rechazas
y me escondes tu rostro?

Desde niño fui desgraciado y enfermo,
me doblo bajo el peso de tus terrores,
pasó sobre mí tu incendio,
tus espantos me han consumido:

me rodean como las aguas todo el día,
me envuelven todos a una;
alejaste de mí amigos y compañeros:
mi compañía son las tinieblas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia.
LECTURA BREVE   Jr 14, 9
Tú estás en medio de nosotros, Señor, tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no nos abandones, Señor Dios nuestro.
RESPONSORIO BREVE

V. 
En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
V. Tú, el Dios leal, nos librarás.R. Te encomiendo mi espíritu.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
CÁNTICO DE SIMEÓN       Lc 2, 29-32
Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.
ORACION
OREMOS,
Señor, Dios todopoderoso: ya que con nuestro descanso vamos a imitar a tu Hijo que reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, lo imitemos también resucitando a una vida nueva. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
BENDICIÓN

V. 
El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.R. Amén.
ANTIFONA FINAL DE LA SANTISIMA VIRGEN
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.

A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos , gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.

¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!

VÍSPERAS ORACIÓN AL FINAL DE LA TARDE

TIEMPO DE CUARESMA
VIERNES DESPUÉS DE CENIZA
Propio del Tiempo. Salterio IV

8 de marzo
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: MUERE LA VIDA Y VIVO YO SIN VIDA.
Muere la vida y vivo yo sin vida
ofendiendo la vida de mi muerte;
sangre divina de las venas vierte
y mi diamante su dureza olvida.

Está la majestad de Dios tendida
en una dura cruz, y yo de suerte
que soy de sus dolores el más fuerte
y de su cuerpo la mayor herida.

¡Oh duro corazón de mármol frío!
¿Tiene tu Dios abierto el lado izquierdo
y no te vuelves un copioso río?

Morir por él será divino acuerdo,
mas eres tú mi vida, Cristo mío,
y, como no la tengo, no la pierdo. Amén.
SALMODIA

Ant 1. 
Día tras día te bendeciré, Señor, y explicaré tus proezas.
Salmo 144 I - HIMNO A LA GRANDEZA DE DIOS.
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.

Día tras día te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.

Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza;
una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.

Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus creaturas.

Que todas tus creaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;

explicando tus proezas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Día tras día te bendeciré, Señor, y explicaré tus proezas.
Ant 2. Los ojos de todos te están aguardando, Señor, tú estás cerca de los que te invocan.
Salmo 144 II
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.

Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Satisface los deseos de sus fieles,
escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman,
pero destruye a los malvados.

Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Los ojos de todos te están aguardando, Señor, tú estás cerca de los que te invocan.
Ant 3. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
LECTURA BREVE   St 5, 16. 19-20
Confesaos mutuamente vuestros pecados y rogad unos por otros, para alcanzar vuestra curación, pues la oración ferviente del justo tiene gran eficacia. Hermanos, si alguno de entre vosotros se desvía de la verdad y otro logra convertirlo, sepa que quien convierte a un pecador de su camino equivocado salvará su alma de la muerte y cubrirá la multitud de sus pecados.
RESPONSORIO BREVE

V. 
Yo dije: «Señor, ten misericordia.»R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
V. Sáname, porque he pecado contra ti.R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Vendrán días en que se les quitará el esposo y entonces los invitados a las bodas ayunarán.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrán días en que se les quitará el esposo y entonces los invitados a las bodas ayunarán.
PRECES
Adoremos al Salvador de los hombres, que muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida, y digámosle humildemente:

Santifica, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.

Redentor nuestro, concédenos que, por la penitencia, nos unamos más plenamente a tu pasión,
para que consigamos la gloria de la resurrección.

Concédenos que imitemos a tu Madre, consuelo de los afligidos,
para que podamos consolar a los tristes, mediante el consuelo con que nosotros somos por ti consolados.

Concede a tus fieles participar en tu pasión por medio de sus sufrimientos,
para que tu salvación se manifieste también en ellos.

Tú que te humillaste, haciéndote obediente hasta la muerte y una muerte de cruz,
enséñanos a ser obedientes y a tener paciencia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

Dígnate transfigurar a los difuntos a semejanza de tu cuerpo glorioso
y concédenos a nosotros ser un día partícipes de la gloria de ellos.

Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos confiados a nuestro Padre:
Padre nuestro...

ORACION
Te pedimos, Señor, que nos ayudes a continuar animosos estos días de penitencia que acabamos de empezar y que nuestras prácticas externas de penitencia estén siempre acompañadas por la sinceridad de un corazón que desea convertirse. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.

NONA. ORACIÓN DE MEDIA TARDE

TIEMPO DE CUARESMA
VIERNES DESPUÉS DE CENIZA
Propio del Tiempo. Salterio IV

8 de marzo

HORA NONA

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: OJOS DE AQUEL PUBLICANO
Ojos de aquel publicano
hasta la tierra caídos,
el Dios de la luz os mira,
miradle con regocijo.

Mano que pide clemencia
hiriendo el pecho contrito,
el Señor te abre la puerta
de su pecho compasivo.

Lengua que en bajo murmullo
dices tu dolor sentido,
el Juez que sabe juzgar
ha escuchado complacido.

Padre del octavo día,
glorioso siendo propicio,
perdónanos, purifícanos,
por el honor de tu Hijo. Amén.
SALMODIA

Ant 1. 
Acreditémonos ante Dios por nuestra constancia en las tribulaciones, por nuestra sed de ser justos.

Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.

Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.

Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!

La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.

Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO

¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!

Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como una vid fecunda,
en medio de tu casa;

tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa:
ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Acreditémonos ante Dios por nuestra constancia en las tribulaciones, por nuestra sed de ser justos.

LECTURA BREVE   St 1, 27
La religión pura y sin mancha ante Dios, nuestro Padre, consiste en esto: en visitar a los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y en conservarse limpio de toda mancha en este mundo.

V. Mi sacrificio es un espíritu contrito.
R. Un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias.

ORACIÓN

OREMOS,
Te pedimos, Señor, que nos ayudes a continuar animosos estos días de penitencia que acabamos de empezar y que nuestras prácticas externas de penitencia estén siempre acompañadas por la sinceridad de un corazón que desea convertirse. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

EL ÁNGELUS


MARTES Y VIERNES
El Ángelus. El Santo Rosario. La Coronilla de la Divina Misericordia
.
El Ángelus

V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…

V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su re­su­rrección. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.


EL SANTO ROSARIO

.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La oración del huerto. (LUCAS  22,39-46)
.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)
.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)
.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS  23,26-32)
.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)

Oremos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

La Coronilla de la Divina Misericordia

Se utiliza un rosario común de cinco decenas.
1 Comenzar con un Padre Nuestro, Avemaría, y Credo.

2 Al comenzar cada decena (cuentas grandes del Padre Nuestro) decir:
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
para el perdón de nuestros
pecados y los del mundo entero."
.
3. En las cuentas pequeñas del Ave María:
"Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."

Al finalizar las cinco decenas de la coronilla se repite tres
veces
: "Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de
nosotros y del mundo entero."


. *El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser,  SANTO*

GOTAS DE MISERICORDIA


MATEO 9,14-15 CICLO C. LO QUE ME DICE EL EVANGELIO


Viernes, 8 de marzo de 2019
Lo que me dice el Evangelio de Mateo 9,14-15. Ciclo C. (¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán) *Doy muchas gracias a DIOS por esta pregunta, porque  son muchos los ayunos que yo he hecho sin sentido, solo ayuno porque me dijeron que en este tiempo hay que ayunar. Porque digo que es una ayuda para mí, esta pregunta, porque esto ha provocado que brote un torrencial de sabiduría, de amor y misericordia del gran maestro y Señor Jesucristo. Primero con sus palabras les da un abraso, a sus discípulo, los llama Amigos Del Novio. Segundo, les da seguridad que teniendo al novio nunca hay luto. Tercero que el novio estará mientras los amigos quieran. El Señor me invita en este tiempo a reconocer, de quien soy discípulo, de Juan, de los fariseo o del novio, este tiempo de cuaresma tiene ese hermoso propósito, de que yo pueda ver cuáles son las parte de mi vida donde falta El Novio, cuales son las parte de mi vida donde el príncipe y dueño de las tiniebla ha sembrado su oscuridad dentro de mi vida, que esas son las partes que tengo que poner a ayunar*. 

*El que DESEA y QUIERE amar, con el corazón según EL SEÑOR: llegará a ser, SANTO*

EVANGELIO


Viernes, 8 de marzo de 2019
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,14-15):

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
« ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
« ¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».

Palabra del Señor

LAUDES VIERNES 8 ORACIÓN PARA INICIAR EL DÍA


TIEMPO DE CUARESMA
VIERNES DESPUÉS DE CENIZA
Propio del Tiempo. Salterio IV

8 de marzo

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)


V. 
Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle. 

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.


Himno: DELANTE DE LA CRUZ LOS OJOS MÍOS

Delante de la cruz los ojos míos
quédenseme, Señor, así mirando,
y sin ellos quererlo estén llorando,
porque pecaron mucho y están fríos.

Y estos labios que dicen mis desvíos,
quédenseme, Señor, así cantando,
y sin ellos quererlo estén rezando,
porque pecaron mucho y son impíos.

Y así con la mirada en vos prendida,
y así con la palabra prisionera,
como la carne a vuestra cruz asida,

quédeseme, Señor, el alma entera;
y así clavada en vuestra cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis me muera. Amén.


SALMODIA

Ant 1. 
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con Espíritu firme.

Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO

Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.

En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.

Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.

Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.

¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.

Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.

Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.

Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con Espíritu firme.


Ant 2. Alégrate, Jerusalén, porque en ti serán congregados todos los pueblos.

Cántico: ACCIÓN DE GRACIAS POR LA LIBERACIÓN DEL PUEBLO - Tb 13, 10-15. 17-19

Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén,
la ciudad del Santo;
por las obras de tus hijos te azotará,
pero de nuevo se compadecerá
de los hijos de los justos.

Confiesa dignamente al Señor
y bendice al Rey de los siglos,
para que de nuevo sea en ti
edificado su tabernáculo con alegría,
para que alegre en ti a los cautivos
y muestre en ti su amor hacia los desdichados,
por todas las generaciones y generaciones.

Brillarás cual luz de lámpara
y todos los confines de la tierra vendrán a ti.
Pueblos numerosos vendrán de lejos
al nombre del Señor, nuestro Dios,
trayendo ofrendas en sus manos,
ofrendas para el rey del cielo.

Las generaciones de las generaciones
exultarán en ti.
Y benditos para siempre todos los que te aman.

Alégrate y salta de gozo por los hijos de los justos,
que serán congregados,
y al Señor de los justos bendecirán.

Dichosos los que te aman;
en tu paz se alegrarán.
Dichosos cuantos se entristecieron por tus azotes,
pues en ti se alegrarán
contemplando toda tu gloria,
y se regocijarán para siempre.

Bendice, alma mía, a Dios, rey grande,
porque Jerusalén con zafiros y esmeraldas
será reedificada,
con piedras preciosas sus muros
y con oro puro sus torres y sus almenas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Alégrate, Jerusalén, porque en ti serán congregados todos los pueblos. 


Ant 3. Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra.

Salmo 147 - RESTAURACIÓN DE JERUSALÉN.

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.

Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;

hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra.


LECTURA BREVE   Is 53, 11b-12

Mi siervo justificará a muchos, porque cargó sobre sí los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre, porque se entregó a sí mismo a la muerte y fue contado entre los malhechores; él tomó sobre sí el pecado de las multitudes e intercedió por los pecadores.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.

V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.


PRIMERA LECTURA

Del libro del Deuteronomio 4, 1-8. 32-40

QUE NACIÓN TIENE UN DIOS TAN CERCANO COMO EL NUESTRO

En aquellos días, dijo Moisés al pueblo estas palabras:

«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo te enseño, para que los pongáis en práctica: así viviréis y entraréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando, ni suprimáis nada, sino cumplid los preceptos del Señor, vuestro Dios, tal como yo os los prescribo hoy.

Vuestros ojos han visto lo que hizo el Señor a Baal Fegor, cómo el Señor, vuestro Dios, exterminó en medio de vosotros a todos los que se fueron detrás de Baal Fegor, mientras que los que fuisteis fieles al Señor seguís hoy con vida.

Mirad: yo os enseño mandatos y decretos, como me ordenó el Señor, mi Dios, para que los pongáis en práctica en la tierra en que vais a entrar para tomarla en posesión. Guardadlos y cumplidlos, porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra prudencia a los ojos de los pueblos, los cuales, al oír estos mandatos, dirán: "Cierto, es un pueblo sabio y prudente esta gran nación." Porque ¿cuál de las naciones grandes tiene unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos? O ¿qué nación tan grande tiene unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que hoy os promulgo?

Pregunta a los tiempos remotos que te han precedido, desde el día en que el Señor creó al hombre en la tierra, si ha sucedido jamás algo tan grande o se ha oído cosa semejante desde un extremo a otro del cielo, ¿Escuchó algún pueblo la voz de un Dios hablándole desde el fuego, como tú la escuchaste, y salió con vida? ¿Se ha atrevido algún Dios a venir a sacar para sí un pueblo de en medio de otro pueblo, con pruebas, signos y prodigios, en son de guerra, con mano fuerte y brazo extendido, con terribles portentos, como hizo el Señor, vuestro Dios, con vosotros en Egipto, ante vuestros mismos ojos? A ti se te ha concedido ver todo esto, para que reconozcas que el Señor es Dios y que no hay otro fuera de él.

Desde el cielo hizo resonar su voz para enseñarte, en la tierra te mostró aquel gran fuego, y oíste sus palabras que salían del fuego. Porque amó a tus padres y después eligió a su descendencia, él en persona te sacó de Egipto con gran fuerza, para desposeer ante ti a pueblos más grandes y fuertes que tú, para traerte y darte sus tierras en heredad; como ocurre hoy.

Así has de reconocer hoy y recordar que el Señor es Dios, en lo alto del cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro. Guarda los mandatos y preceptos que te voy a dar hoy, y así os irá bien a ti y a los hijos que te sucedan, y alargarás tus años sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar para toda la vida.

RESPONSORIO    Dt 4, 1; cf. 31, 19. 20; Sal 80,9

R. Escucha, Israel, los mandamientos del Señor y escríbelos en tu corazón como en un libro; * y te daré una tierra que mana leche y miel.
V. Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti; ¡ojalá me escuchases, Israel!
R. y te daré una tierra que mana leche y miel.


SEGUNDA LECTURA

De las Homilías del Pseudo-Crisóstomo
(Suplemento, Homilía 6, Sobre la oración: PG 64, 462-466)

LA ORACIÓN ES LUZ DEL ALMA

Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios, ya que por ella nos ponemos en contacto inmediato con él; y, del mismo modo que nuestros ojos corporales son iluminados al recibir la luz, así también nuestro espíritu, al fijar su atención en Dios, es iluminado con su luz inefable. Me refiero, claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón; que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar día y noche.

Conviene, en efecto, que la atención de nuestra mente no se limite a concentrarse en Dios de modo repentino, en el momento en que nos decidimos a orar, sino que hay que procurar también que cuando está ocupada en otros menesteres, como el cuidado de los pobres o las obras útiles de beneficencia u otros cuidados cualesquiera, no prescinda del deseo y el recuerdo de Dios, de modo que nuestras obras, como condimentadas con la sal del amor de Dios, se conviertan en un manjar suavísimo para el Señor de todas las cosas. Y también nosotros podremos gozar, en todo momento de nuestra vida, de las ventajas que de ahí resultan, si dedicamos mucho tiempo al Señor.

La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y los hombres. Por ella nuestro espíritu, elevado hasta el cielo, abraza a Dios con abrazos inefables, deseando la leche divina, como un niño que, llorando, llama a su madre; por ella nuestro espíritu espera el cumplimiento de sus propios anhelos y recibe unos bienes que superan todo lo natural y visible.

La oración viene a ser una venerable mensajera nuestra ante Dios, alegra nuestro espíritu, aquieta nuestro ánimo. Me refiero, en efecto, a aquella oración que no consiste en palabras, sino más bien en el deseo de Dios, en una piedad inefable, que no procede de los hombres, sino de la gracia divina, acerca de la cual dice el Apóstol: Nosotros no sabemos pedir como conviene, pero el Espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en palabras.

Semejante oración, si nos la concede Dios, es de gran valor y no ha de ser despreciada; es un manjar celestial que satisface al alma; el que lo ha gustado, se inflama en el deseo eterno de Dios, como en un fuego ardentísimo que inflama su espíritu.

Para que alcance en ti su perfección, pinta tu casa interior con la moderación y la humildad, hazla resplandeciente con la luz de la justicia, adórnala con buenas obras, como con excelentes láminas de metal, y decórala con la fe y la grandeza de ánimo, a manera de paredes y mosaicos; por encima de todo coloca la oración, como el techo que corona y pone fin al edificio, para disponer así una mansión acabada para el Señor y poderlo recibir como en una casa regia y espléndida, poseyéndolo por la gracia como una imagen colocada en el templo del alma.

RESPONSORIO    Lm 5, 20-21a; Mt 8, 25

R. ¿Porqué has de olvidarnos para siempre? ¿Porqué toda la vida abandonarnos? * Haz que volvamos a ti, Señor, y volveremos.
V. ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
R. Haz que volvamos a ti, Señor, y volveremos.


Viernes, 8 de marzo de 2019
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,14-15):

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».

Palabra del Señor


CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante; entonces brillará tu luz como la aurora, y tu justicia te abrirá camino.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante; entonces brillará tu luz como la aurora, y tu justicia te abrirá camino.

PRECES

Acudamos a Cristo, nuestro Salvador, que nos redimió con su muerte y resurrección, y supliquémosle, diciendo:

Señor, ten piedad de nosotros.

Tú que subiste a Jerusalén para sufrir la pasión y entrar así en la gloria,
conduce a tu Iglesia a la Pascua eterna.

Señor, ten piedad de nosotros

Tú que, exaltado en la cruz, quisiste ser atravesado por la lanza del soldado,
sana nuestras heridas.

Señor, ten piedad de nosotros

Tú que convertiste el madero de la cruz en árbol de vida,
haz que los renacidos en el bautismo gocen de la abundancia de los frutos de este árbol.

Señor, ten piedad de nosotros

Tú que, clavado en la cruz, perdonaste al ladrón arrepentido,
perdónanos también a nosotros, pecadores.

Señor, ten piedad de nosotros

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Como Cristo nos enseñó, pidamos al Padre que perdone nuestros pecados, diciendo:

Padre nuestro...

ORACION

Te pedimos, Señor, que nos ayudes a continuar animosos estos días de penitencia que acabamos de empezar y que nuestras prácticas externas de penitencia estén siempre acompañadas por la sinceridad de un corazón que desea convertirse. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

LAS LECTURAS DEL VIERNES 8 DE MARZO


Lecturas del ciclo C. Tiempo Ordinario
La Romana R. D.
Viernes, 8 de marzo de 2019

Primera lectura
Lectura del libro de lsaías (58,1-9a):

ESTO dice el Señor Dios:
«Grita a pleno pulmón, no te contengas;
alza la voz como una trompeta,
denuncia a mi pueblo sus delitos,
a la casa de Jacob sus pecados.
Consultan mi oráculo a diario,
desean conocer mi voluntad.
Como si fuera un pueblo que practica la justicia
y no descuida el mandato de su Dios,
me piden sentencias justas,
quieren acercarse a Dios.
“¿Para qué ayunar, si no haces caso;
mortificarnos, si no te enteras?”
En realidad, el día de ayuno hacéis vuestros negocios
y apremiáis a vuestros servidores;
ayunáis para querellas y litigios,
y herís con furibundos puñetazos.
No ayunéis de este modo,
si queréis que se oiga vuestra voz en el cielo.
¿Es ese el ayuno que deseo en el día de la penitencia:
inclinar la cabeza como un junco,
acostarse sobre saco y ceniza?
¿A eso llamáis ayuno,
día agradable al Señor?
Este es el ayuno que yo quiero:
soltar las cadenas injustas,
desatar las correas del yugo,
liberar a los oprimidos,
quebrar todos los yugos,
partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
cubrir a quien ves desnudo
y no desentenderte de los tuyos.
Entonces surgirá tu luz como la aurora,
enseguida se curarán tus heridas,
ante ti marchará la justicia,
detrás de ti la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor y te responderá;
pedirás ayuda y te dirá: “Aquí estoy”».

Palabra de Dios

Salmo
Sal 50,3-4.5-6a.18-19

R/.
 Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias


V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias

V/. Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti sólo pequé,
cometí la maldad en tu presencia. R/.

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias

V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias

Viernes, 8 de marzo de 2019
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,14-15):

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
« ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
« ¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».

Palabra del Señor