Musica Para el Alma
jueves, 15 de agosto de 2024
MATEO 19,3-12 CICLO B
*Lecturas del Viernes de la XIX
Semana del Tiempo Ordinario*
16 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (19,3-12)*
En aquel
tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a
prueba: «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?»
Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó
hombre y mujer, y dijo: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre,
y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne»? De modo que ya no son
dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el
hombre.»
Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y
divorciarse?»
Él les contestó: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de
vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Ahora os digo yo que, si uno
se divorcia de su mujer –no hablo de impureza– y se casa con otra, comete
adulterio.»
Los discípulos le replicaron: «Si ésa es la situación del hombre con la mujer,
no trae cuenta casarse.»
Pero él les dijo: «No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don.
Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los
hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que
pueda con esto, que lo haga.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Lo que
Dios unió no lo separe el hombre).
*El divorcio es cuando se llega a un punto de no
aceptación de uno de los dos, ya sea el hombre o la mujer. Las tinieblas
existen cuando no hay luz. Cuando me falta la luz, lo único que puedo ver en mi
es oscuridad, y llegan a mi mente pensamientos de que la otra persona es una
montaña de problema. Y eso mayormente sucede cuando caigo en la tentación de comparar,
a una persona con otra persona; y si estoy comparando es porque mis ojos ya se
están fijando en alguien. El Señor, desde el principio me ha dado el don del
discernimiento, para saber distinguir lo bueno de lo malo. Amar no es un
sentimiento, amar no es sentir mariposista en la barriga, amar es una decisión,
amar es hacer el bien, sin esperar nada a cambio*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL VIERNES 16
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*VIERNES
SEMANA III*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Dad gracias al Señor, porque es
eterna su misericordia.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gracias al Señor, porque es
eterna su misericordia.
Himno: CREADOR SEMPITERNO DE LAS COSAS.
Creador sempiterno de las cosas,
que gobiernas las noches y los días,
y, alternando la luz y las tinieblas,
alivias el cansancio de la vida.
Pon tus ojos, Señor, en quien vacila,
que a todos corrija tu mirada:
con ella sostendrás a quien tropieza
y harás que pague su delito en lágrimas.
Alumbra con tu luz nuestros sentidos,
desvanece el sopor de nuestras mentes,
y sé el primero a quien, agradecidas,
se eleven nuestras voces cuando suenen.
Glorificado sea el Padre eterno,
así como su Hijo Jesucristo,
y así como el Espíritu Paráclito,
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Salmo 50 - CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Contra ti, contra ti solo pequé,
Señor; ten misericordia de mí.
Ant 2. Reconocemos, Señor, nuestra
impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico: LAMENTACIÓN DEL PUEBLO EN TIEMPO DE HAMBRE Y DE GUERRA - Jr
14,17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por que nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reconocemos, Señor, nuestra
impiedad; hemos pecado contra ti.
Ant 3. El Señor es Dios y nosotros somos
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99 - ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es Dios y nosotros somos
su pueblo y ovejas de su rebaño.
LECTURA BREVE 2Co 12, 9b-10
Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de
Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las
privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque
cuando soy débil, entonces soy fuerte.
RESPONSORIO BREVE
V. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
V. Indícame el camino que he de seguir.
R. Hazme escuchar tu gracia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
V. El
Señor nos instruirá en sus caminos.
R. Y marcharemos por sus sendas.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Zacarías 12, 9-12a; 13, 1-9
LA SALVACIÓN ESTARÁ EN JERUSALÉN
Esto dice el Señor:
«Aquel día me dispondré a aniquilar a los pueblos que invadan a Jerusalén.
Derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un
espíritu de gracia y de oración. Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán
llanto como llanto por el hijo único y llorarán como se llora al primogénito.
Aquel día será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Haddad-Rimón en el
valle de Meguidó, y llorará todo el país, familia por familia.
Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes
de Jerusalén, para lavar los pecados e impurezas.
Aquel día —oráculo del Señor de los ejércitos— aniquilaré de la tierra los
nombres de los ídolos y no serán invocados. Y lo mismo haré con sus profetas y
aniquilaré el espíritu impuro. Si se pone uno a profetizar, le dirán el padre y
la madre que lo engendraron: "No quedarás vivo, porque has anunciado
mentiras en nombre del Señor", y el padre y la madre que lo engendraron lo
traspasarán, porque pretendió ser profeta.
Aquel día se avergonzarán los profetas de sus visiones y profecías y no se
vestirán mantos peludos para engañar. Dirán: "Yo no soy profeta, sino
labrador; desde mi juventud la tierra es mi ocupación." Le preguntarán:
"¿Y qué son esas heridas entre tus brazos?" Y él responderá: "Me
hirieron en casa de unos amigos."
Álzate, espada, contra mi pastor, contra mi ayudante —oráculo del Señor—. Hiere
al pastor, que se dispersen las ovejas, volveré mi mano contra las crías. En
toda la tierra serán exterminados dos tercios y quedará una tercera parte.
Pasaré a fuego esa tercera parte, la purificaré como se purifica la plata, la
depuraré como se acrisola el oro. Él invocará mi nombre y yo le responderé. Yo
le diré: "Pueblo mío", y él me responderá: "Señor, Dios
mío."»
RESPONSORIO Mt 26, 31; Za 13, 7
R. Esta noche voy a ser piedra de escándalo para
todos vosotros, pues ya dice la Escritura: * «Heriré
al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño.»
V. Álzate, espada, contra mi pastor, contra mi
ayudante —oráculo del Señor—.
R. Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas
del rebaño.
SEGUNDA LECTURA
Del Sermón de san Paciano, obispo, Sobre el bautismo
(Núms. 5-6: PL 13, 1092-1093)
PERMANEZCAMOS EN CRISTO POR NUESTRA CONDUCTA RENOVADA POR OBRA DEL
ESPÍRITU
El pecado de Adán había pasado a todo el género humano, ya que, como dice el
Apóstol: Por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la
muerte, y así pasó a todos los hombres. Por consiguiente, es necesario que la
justicia de Cristo pase también a todo el género humano; y así como Adán, por
su pecado, fue causa de perdición para toda su estirpe, así Cristo, por su
justicia, es causa de vida para su linaje. El Apóstol insiste en ello diciendo:
Como por la desobediencia de un solo hombre todos los demás quedaron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos
quedarán constituidos justos; para que así como reinó el pecado produciendo la
muerte así también reine la gracia por la justificación, dándonos vida eterna.
Alguien podrá objetarme: «Pero el pecado de Adán con razón pasó a sus descendientes,
ya que procedían de él; pero, ¿es que hemos sido engendrados por Cristo, para
que podamos salvarnos por causa de él?» No penséis de modo carnal: ya veréis de
qué manera hemos sido engendrados por Cristo. En la plenitud de los tiempos,
Cristo tomó de María un alma y un cuerpo, porque había venido a salvar al
hombre, porque no quería dejarlo bajo el poder de la muerte; por esto se unió a
él y se hizo una cosa con él. Éstas son las bodas del Señor con las que se une
a nuestra carne, así se realiza aquel gran misterio por el que Cristo y la
Iglesia se unen en una sola persona.
De estas bodas nace el pueblo cristiano, con la fuerza del Espíritu del Señor,
que le viene de lo alto; y con la semilla celestial, que se vierte sobre
nuestras almas y se introduce en ellas, nos vamos formando en el seno maternal
de la Iglesia, la cual nos da a luz para la nueva vida en Cristo. De ahí que
dice el Apóstol: El primer hombre, Adán, se convirtió en ser vivo; el último
Adán, en espíritu que da vida. De este modo nos engendra Cristo en la Iglesia
por obra de sus sacerdotes, como dice el mismo Apóstol: Yo os engendré para
Cristo. Y así, la semilla de Cristo, esto es, el Espíritu de Dios, da salida al
hombre nuevo, gestado en el seno de la madre Iglesia y dado a luz en la fuente
bautismal, por mano del sacerdote, actuando la fe como madrina de bodas.
Pero hay que recibir a Cristo para que nos engendre, tal como dice el apóstol
Juan: A cuantos lo recibieron dio poder de llegar a ser hijos de Dios. Todo
esto no puede realizarse sino mediante el signo del baño, del crisma y del
obispo. Por el baño bautismal, en efecto, somos purificados de nuestros
pecados; por el crisma se derrama sobre nosotros él Espíritu Santo; y ambas
cosas las impetramos por la mano y la boca del obispo; y así todo el hombre
renace y es renovado en Cristo, para que así como Cristo fue resucitado de
entre los muertos, así también nosotros vivamos una vida nueva, esto es,
despojándonos de los errores de nuestra vida anterior, permanezcamos en Cristo
por nuestra conducta renovada por obra del Espíritu.
RESPONSORIO Rm 5, 19. 21; 1Jn 4, 10
R. Como por la desobediencia de un solo hombre
todos los demás quedaron constituidos pecadores, así también por la obediencia
de uno solo todos quedarán constituidos justos; * para
que así como reinó el pecado produciendo la muerte, así también reine la gracia
dándonos vida eterna por Jesucristo.
V. Dios nos envió a su Hijo como propiciación por
nuestros pecados.
R. Para que así como reinó el pecado produciendo
la muerte, así también reine la gracia dándonos vida eterna por Jesucristo.
*Lecturas del Viernes de la XIX
Semana del Tiempo Ordinario*
16 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (19,3-12)*
En aquel
tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a
prueba: «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?»
Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó
hombre y mujer, y dijo: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre,
y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne»? De modo que ya no son
dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el
hombre.»
Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y
divorciarse?»
Él les contestó: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de
vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Ahora os digo yo que, si uno
se divorcia de su mujer –no hablo de impureza– y se casa con otra, comete
adulterio.»
Los discípulos le replicaron: «Si ésa es la situación del hombre con la mujer,
no trae cuenta casarse.»
Pero él les dijo: «No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don.
Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los
hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que
pueda con esto, que lo haga.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha visitado y redimido a
su pueblo.
PRECES
Invoquemos a Cristo, que nació, murió y resucitó por su pueblo,
diciendo:
Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.
Te bendecimos, Señor, a ti que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz:
mira con bondad a tu familia santa, redimida con tu sangre.
Tú que prometiste a los que en ti creyeran que manarían de su interior
torrentes de agua viva,
derrama tu Espíritu sobre todos los hombres.
Tú que enviaste a los discípulos a predicar el Evangelio,
haz que los cristianos anuncien tu palabra con fidelidad.
A los enfermos y a todos los que has asociado a los sufrimientos de tu pasión,
concédeles fortaleza y paciencia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Llenos del Espíritu de Jesucristo, acudamos a nuestro Padre común, diciendo:
Padre nuestro...
ORACION
Ilumina, Señor, nuestros corazones y fortalece nuestras
voluntades, para que sigamos siempre el camino de tus mandatos, reconociéndote
como nuestro guía y maestro. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y
reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: YO HE SENTIDO, SEÑOR, TU VOZ AMANTE
Yo he sentido, Señor, tu voz amante,
en el misterio de las noches bellas,
y en el suave temblor de las estrellas
la armonía gocé de tu semblante.
No me llegó tu acento amenazante
entre el fragor de trueno y de centellas;
al ánima llamaron tus querellas
como el tenue vagido de un infante.
¿Por qué no obedecí cuando te oía?
¿Quién me hizo abandonar tu franca vía
y hundirme en las tinieblas del vacío?
Haz, mi dulce Señor, que en la serena
noche vuelva a escuchar tu cantilena;
¡ya no seré cobarde, Padre mío! Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Salmo 134 I - HIMNO A DIOS POR SUS MARAVILLAS
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es grande, nuestro dueño
más que todos los dioses.
Ant 2. Casa de Israel, bendice al Señor;
tañed para su nombre, que es amable.
Salmo 134 II.
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Casa de Israel, bendice al Señor;
tañed para su nombre, que es amable.
Ant 3. Vendrán todas las naciones y se
postrarán en tu acatamiento, Señor.
Cántico: CANTO DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrán todas las naciones y se
postrarán en tu acatamiento, Señor.
LECTURA BREVE St 1, 2-4
Hermanos míos, si estáis sometidos a tentaciones diversas, consideradlo como
una alegría, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia. Pero
haced que la constancia dé un resultado perfecto, para que seáis perfectos e
íntegros, sin defectos en nada.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud
de su sangre.
V. Y ha hecho de nosotros reino y sacerdotes para
el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud
de su sangre.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su
misericordia.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor nos auxilia a nosotros,
sus siervos, acordándose de su misericordia.
PRECES
Invoquemos al Hijo de Dios, a quien el Padre entregó por nuestras
faltas y lo resucitó para nuestra justificación, diciendo:
Señor, ten piedad.
Escucha, Señor, nuestras súplicas, perdona los pecados de los que se confiesen
culpables
y en tu bondad otórganos el perdón y la paz.
Tú que, por medio del Apóstol nos has enseñado que donde se multiplicó el
pecado sobreabundó mucho más la gracia,
perdona con largueza nuestros muchos pecados.
Hemos pecado mucho, Señor, pero confiamos en tu misericordia infinita;
vuélvete a nosotros para que podamos convertirnos a ti.
Salva a tu pueblo de sus pecados, Señor,
y sé benévolo con nosotros.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que abriste las puertas del paraíso al buen ladrón,
ábrelas también para nuestros hermanos difuntos.
Reconociendo que nuestra fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios,
digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Padre santo, que quisiste que tu Hijo fuese el precio de
nuestro rescate, haz que vivamos de tal manera que, tomando parte en los
padecimientos de Cristo, nos gocemos también en la revelación de su gloria. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL VIERNES 16 DE AGOSTO 2024
*Lecturas del Viernes de la XIX
Semana del Tiempo Ordinario*
16 Agosto 2024
Primera Lectura
Lectura
de la profecía de Ezequiel (16,1-15.60.63):
Me
vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, denuncia a Jerusalén sus
abominaciones, diciendo: «Así dice el Señor: ¡Jerusalén! Eres cananea de casta
y de cuna: tu padre era amorreo y tu madre era hitita. Fue así tu
alumbramiento: El día en que naciste, no te cortaron el ombligo, no te bañaron
ni frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti
haciéndote uno de estos menesteres, por compasión, sino que te arrojaron a
campo abierto, asqueados de ti, el día en que naciste. Pasando yo a tu lado, te
vi chapoteando en tu propia sangre, y te dije mientras yacías en tu sangre:
‘Sigue viviendo y crece como brote campestre.’ Creciste y te hiciste moza,
llegaste a la sazón; tus senos se afirmaron, y el vello te brotó, pero estabas
desnuda y en cueros. Pasando de nuevo a tu lado, te vi en la edad del amor;
extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez; te comprometí con juramento,
hice alianza contigo –oráculo del Señor– y fuiste mía. Te bañé, te limpié la
sangre, y te ungí con aceite. Te vestí de bordado, te calcé de marsopa; te ceñí
de lino, te revestí de seda. Te engalané con joyas: te puse pulseras en los
brazos y un collar al cuello. Te puse un anillo en la nariz, pendientes en las orejas
y diadema de lujo en la cabeza. Lucías joyas de oro y plata, y vestidos de
lino, seda y bordado; comías flor de harina, miel y aceite; estabas guapísima y
prosperaste más que una reina. Cundió entre los pueblos la fama de tu belleza,
completa con las galas con que te atavié –oráculo del Señor–. Te sentiste
segura de tu belleza y, amparada en tu fama, fornicaste y te prostituiste con
el primero que pasaba. Pero yo me acordaré de la alianza que hice contigo
cuando eras moza y haré contigo una alianza eterna, para que te acuerdes y te
sonrojes y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza, cuando yo te perdone todo
lo que hiciste.»» Oráculo del Señor.
Palabra
de Dios
Salmo
Is
12,2-3.4bcd.5-6
R/. Ha cesado tu ira y me has
consolado
Él
es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.
Dad
gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R/.
Tañed
para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel. » R/.
*Lecturas del Viernes de la XIX
Semana del Tiempo Ordinario*
16 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (19,3-12)*
En aquel
tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a
prueba: «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?»
Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó
hombre y mujer, y dijo: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre,
y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne»? De modo que ya no son
dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el
hombre.»
Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y
divorciarse?»
Él les contestó: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de
vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Ahora os digo yo que, si uno
se divorcia de su mujer –no hablo de impureza– y se casa con otra, comete
adulterio.»
Los discípulos le replicaron: «Si ésa es la situación del hombre con la mujer,
no trae cuenta casarse.»
Pero él les dijo: «No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don.
Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los
hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que
pueda con esto, que lo haga.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Lo que
Dios unió no lo separe el hombre).
*El divorcio es cuando se llega a un punto de no
aceptación de uno de los dos, ya sea el hombre o la mujer. Las tinieblas
existen cuando no hay luz. Cuando me falta la luz, lo único que puedo ver en mi
es oscuridad, y llegan a mi mente pensamientos de que la otra persona es una
montaña de problema. Y eso mayormente sucede cuando caigo en la tentación de comparar,
a una persona con otra persona; y si estoy comparando es porque mis ojos ya se
están fijando en alguien. El Señor, desde el principio me ha dado el don del
discernimiento, para saber distinguir lo bueno de lo malo. Amar no es un
sentimiento, amar no es sentir mariposista en la barriga, amar es una decisión,
amar es hacer el bien, sin esperar nada a cambio*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.