Musica Para el Alma
viernes, 14 de junio de 2024
MATEO 5,33-37 CICLO B
*Lecturas del Sábado de la X
Semana del Tiempo Ordinario.*
*Sábado 15 Jun 2024*
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (5,33-37)*
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo a los antiguos:
«No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor.» Pues yo os digo que no
juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra,
que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni
jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A
vosotros os basta decir «sí» o «no». Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(A
vosotros os basta decir "sí"
o "no". Lo que
pasa de ahí viene del Maligno).
*El Señor me da una garantía, me dice que no viva en
una farsa humildad, que eso solo me hará sufrir, el Señor es mi garantía. El
Señor a lo que me invita es a dejarme guiar por su palabra, por su amor, por su
misericordia. Muchas veces he caído en la tentación de jurar, jurar para que me
crean, y en es instante con mi juramento estoy tratando de justificar, que lo
que digo es auténtico que es verdadero no falso. He dicho: yo te juro, que todo
lo que te digo, es verdad, cuando juro, estoy diciendo que mi garante, es la
soberbia, porque necesito que me creas, obligado, y el garante de la soberbia,
es el príncipe de la oscuridad. El Señor me demuestra que soy de su propiedad
personal, que no tenga miedo, que mi decir sea: "sí" o
"no". Y que en mi corazón crezca cada día más, mi
deseo de cumplir mis votos al Señor, como mi único Señor y Dios*.
*El que
desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL SABADO 15
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*SABADO
SEMANA II*
*LAUDES*
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Escuchemos la voz del Señor y entremos
en su descanso.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: SEÑOR YO SÉ QUE EN LA MAÑANA PURA.
Señor, yo sé que, en la mañana pura
de este mundo, tu diestra generosa
hizo la luz antes que toda cosa,
porque todo tuviera su figura.
Yo sé que te refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa
mejor que la embriagada y temerosa
música de los vientos de la altura.
Por eso te celebro yo en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto,
y en la ribera sin temblor del río;
por eso yo te adoro, mudo y quieto,
y por eso, Señor, el dolor mío
para llegar hasta ti se hizo soneto. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Por la mañana proclamamos, Señor, tu
misericordia y de noche tu fidelidad.
Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON
SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE LOS HOMBRES.
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y de noche tu
fidelidad.
Ant 2. Dad gloria a nuestro Dios.
Cántico: BENEFICIOS DE DIOS PARA CON SU
PUEBLO Dt 32, 1-12
Escuchad, cielos, y hablaré;
oye, tierra, los dichos de mi boca;
descienda como lluvia mi doctrina,
destile como rocío mi palabra;
como llovizna sobre la hierba,
como sereno sobre el césped;
voy a proclamar el nombre del Señor:
dad gloria a nuestro Dios.
Él es la Roca, sus obras son perfectas,
sus caminos son justos,
es un Dios fiel, sin maldad;
es justo y recto.
Hijos degenerados, se portaron mal con él,
generación malvada y pervertida.
¿Así le pagas al Señor,
pueblo necio e insensato?
¿no es él tu padre y tu creador,
el que te hizo y te constituyó?
Acuérdate de los días remotos,
considera las edades pretéritas,
pregunta a tu padre y te lo contará,
a tus ancianos y te lo dirán:
Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad,
y distribuía a los hijos de Adán,
trazando las fronteras de las naciones,
según el número de los hijos de Dios,
la porción del Señor fue su pueblo,
Jacob fue la parte de su heredad.
Lo encontró en una tierra desierta,
en una soledad poblada de aullidos:
lo rodeó cuidando de él,
lo guardó como a las niñas de sus ojos.
Como el águila incita a su nidada,
revolando sobre los polluelos,
así extendió sus alas, los tomó
y los llevó sobre sus plumas.
El Señor solo los condujo
no hubo dioses extraños con él.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gloria a nuestro Dios.
Ant 3. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
Salmo 8 - MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD
DEL HOMBRE.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.
Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!
LECTURA BREVE Rm 12, 14-16a
Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis. Alegraos con los que se alegran;
llorad con los que lloran. Tened un mismo sentir entre vosotros, sin apetecer
grandezas; atraídos más bien por lo humilde.
RESPONSORIO BREVE
V. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando
salmodie para ti.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Mi lengua recitará tu auxilio.
R. Cuando salmodie para ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te aclamarán mis labios, Señor, cuando salmodie para ti.
V. Señor, enséñame tus
caminos.
R. Instrúyeme en tus sendas.
PRIMERA LECTURA
De la carta a los Filipenses
4, 10-23
GENEROSIDAD DE LOS FILIPENSES
PARA CON PABLO
Hermanos: Me he alegrado
grandemente en el Señor de que por fin hayan florecido vuestros buenos
sentimientos para conmigo. Ya los teníais, ciertamente, pero no se os
presentaba oportunidad de manifestarlos. Y no es que lo diga obligado por mi
penuria, pues ya he aprendido a bastarme a mí mismo en cualquier situación. Sé
pasar necesidad y sé vivir en la abundancia. En cualquier situación que se
presente, estoy bien entrenado: a tener hartura y a pasar hambre, a abundar y a
tener escasez. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, muchas
gracias por haberme socorrido con vuestros bienes en mi apurada situación.
Bien sabéis también
vosotros, filipenses, que en los comienzos de vuestra evangelización, cuando
salí de Macedonia, ninguna Iglesia, excepto vosotros, abrió cuentas conmigo de
«Haber» y «Debe». Y, aun estando yo en Tesalónica, una y otra vez me enviasteis
con qué atender a mi necesidad. No busco regalos, sino rentas que se vayan
multiplicando a cuenta vuestra.
Tengo cuanto necesito y me
sobra. Estoy en la abundancia después de haber recibido lo que me habéis
enviado por manos de Epafrodito, ofrenda que es olor de suavidad, sacrificio
acepto, agradable a Dios. En retorno, que mi Dios, según sus riquezas, os colme
de bienes en todas vuestras necesidades con toda esplendidez en Cristo Jesús.
Al Dios y Padre nuestro sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Saludos en Cristo Jesús a
todos y cada uno de los fieles. Os saludan los hermanos que están conmigo. Os
saludan todos los fieles y en especial los de la casa del César. La gracia de
Cristo Jesús, el Señor, sea con vuestro espíritu.
RESPONSORIO
Flp 4, 12-13; 2Co 12, 10
R. Sé pasar necesidad y sé
vivir en la abundancia, estoy entrenado a tener hartura y a pasar hambre: *
todo lo puedo en aquel que me conforta.
V. Vivo contento en medio de
mis debilidades y de las dificultades sufridas por Cristo.
R. Todo lo puedo en aquel
que me conforta.
SEGUNDA LECTURA
De los Comentarios de san
Ambrosio, obispo, sobre los salmos.
(Salmo 1, 9-12: CSEL 64, 7.
9-10)
CANTAR SALMOS CON EL ESPÍRITU,
PERO CANTARLOS TAMBIÉN CON LA MENTE
¿Qué cosa hay más agradable
que los salmos? Como dice bellamente el mismo salmista: Alabad al Señor, que
los salmos son buenos, nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. Y con razón:
los salmos, en efecto, son la bendición del pueblo, la alabanza de Dios, el
elogio de los fieles, el aplauso de todos, el lenguaje universal, la voz de la
Iglesia, la profesión armoniosa de nuestra fe, la expresión de nuestra entrega
total, el gozo de nuestra libertad, el clamor de nuestra alegría desbordante.
Ellos calman nuestra ira, rechazan nuestras preocupaciones, nos consuelan en
nuestras tristezas. De noche son un arma, de día una enseñanza; en el peligro
son nuestra defensa, en las festividades nuestra alegría; ellos expresan la
tranquilidad de nuestro espíritu, son prenda de paz y de concordia, son como la
cítara que aúna en un solo canto las voces más diversas y dispares. Con los
salmos celebramos el nacimiento del día, y con los salmos cantamos a su ocaso.
En los salmos rivalizan la
belleza y la doctrina; son a la vez un canto que deleita y un texto que
instruye. Cualquier sentimiento encuentra su eco en el libro de los salmos. Leo
en ellos: Cántico para el amado, y me inflamo en santos deseos de amor; en ellos
voy meditando el don de la revelación, el anuncio profético de la resurrección,
los bienes prometidos; en ellos aprendo a evitar el pecado y a sentir
arrepentimiento y vergüenza de los delitos cometidos.
¿Qué otra cosa es el
salterio sino el instrumento espiritual con que el hombre inspirado hace
resonar en la tierra la dulzura de las melodías celestiales, como quien pulsa
la lira del Espíritu Santo? Unido a este Espíritu, el salmista hace subir a lo
alto, de diversas maneras, el canto de la alabanza divina, con liras e
instrumentos de cuerda, esto es, con los despojos muertos de otras diversas
voces; porque nos enseña que primero debemos morir al pecado y luego, no antes,
poner de manifiesto en este cuerpo las obras de las diversas virtudes, con las
cuales pueda llegar hasta el Señor el obsequio de nuestra devoción.
Nos enseña, pues, el
salmista que nuestro canto, nuestra salmodia, debe ser interior, como lo hacía
Pablo, que dice: Orar con el espíritu, pero orar también con la mente; cantar
salmos con el espíritu, pero cantarlos también con la mente; con estas palabras
nos advierte que debemos orientar nuestra vida y nuestros actos a las cosas de
arriba, para que así el deleite de lo agradable no excite las pasiones
corporales, las cuales no liberan nuestra alma, sino que la aprisionan más aún;
el salmista nos recuerda que en la salmodia encuentra el alma su redención:
Tocaré para ti la cítara, Santo de Israel; te aclamarán mis labios, Señor, mi
alma, que tú redimiste.
RESPONSORIO
Sal 91, 2. 4
R. Es bueno dar gracias al
Señor * y tocar para tu nombre, oh Altísimo.
V. Con arpas de diez cuerdas
y laúdes sobre arpegios de cítaras.
R. Y tocar para tu nombre,
oh Altísimo.
*Lecturas del Sábado de la X
Semana del Tiempo Ordinario.*
*Sábado 15 Jun 2024*
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (5,33-37)*
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo a los antiguos:
«No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor.» Pues yo os digo que no
juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra,
que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni
jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A
vosotros os basta decir «sí» o «no». Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por
el camino de la paz.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Guía nuestros pasos, Dios de Israel, por el camino de la paz.
PRECES
Celebremos la sabiduría y la bondad de
Cristo, que ha querido ser amado y servido en los hermanos, especialmente en
los que sufren, y supliquémosle insistentemente diciendo:
Señor, acrecienta nuestro amor.
Al recordar esta mañana tu santa resurrección,
te pedimos, Señor, que extiendas los beneficios de tu redención a todos los
hombres.
Que todo el día de hoy sepamos dar buen testimonio del nombre cristiano
y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al Padre.
Enséñanos, Señor, a descubrir tu imagen en todos los hombres
y a saberte servir a ti en cada uno de ellos.
Cristo, Señor nuestro, vid verdadera de la que nosotros somos sarmientos,
haz que permanezcamos en ti y demos fruto abundante para que con ello sea
glorificado nuestro Padre que está en el cielo.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Con la confianza que nos da nuestra fe, acudamos ahora al Padre, diciendo como
Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu
y toda nuestra vida sean una continua alabanza en tu honor, y ya que toda
nuestra existencia es un don gratuito de tu liberalidad, haz que también cada
una de nuestras acciones te esté plenamente dedicada. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: ÉSTE ES EL TIEMPO EN QUE LLEGAS
Éste es el tiempo en que llegas,
Esposo, tan de repente,
que invitas a los que velan
y olvidas a los que duermen.
Salen cantando a tu encuentro
doncellas con ramos verdes
y lámparas que guardaron
copioso y claro el aceite.
¡Cómo golpean las necias
las puertas de tu banquete!
¡Y cómo lloran a oscuras
los ojos que no han de verte!
Mira que estamos alerta,
Esposo, por si vinieres,
y está el corazón velando
mientras los ojos se duermen.
Danos un puesto a tu mesa,
Amor que a la noche vienes,
antes que la noche acabe
y que la puerta se cierre. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Anunciad a los pueblos y decidles: «Mirad, viene Dios, nuestro
Salvador.»
Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO
Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.
Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Anunciad a los pueblos y decidles:
«Mirad, viene Dios, nuestro Salvador.»
Ant 2. Mirad: el Señor vendrá y todos sus
santos vendrán con él; en aquel día habrá una gran luz. Aleluya.
Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad: el Señor vendrá y todos sus
santos vendrán con él; en aquel día habrá una gran luz. Aleluya.
Ant 3. Vendrá el Señor con gran poder y lo
contemplarán todos los hombres.
Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2,
6-11
Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrá el Señor con gran poder y lo
contemplarán todos los hombres.
LECTURA BREVE 1Ts 5, 23-24
Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente y que todo vuestro ser
-espíritu, alma y cuerpo- sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de
nuestro Señor Jesucristo. Fiel es a sus promesas el que os ha convocado; y él
las cumplirá.
RESPONSORIO BREVE
V. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Y danos tu salvación.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Mirad: el Señor viene de lejos y su resplandor ilumina toda la
tierra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad: el Señor viene de lejos y su
resplandor ilumina toda la tierra.
PRECES
Invoquemos a Cristo, alegría y júbilo de cuantos esperan su
llegada, y digámosle:
Ven, Señor, y no tardes más.
Esperamos alegres tu venida,
ven, Señor Jesús.
Tú que existes antes de los tiempos,
ven y salva a los que viven en el tiempo.
Tú que creaste el mundo y a todos los que en él habitan,
ven a restaurar la obra de tus manos.
Tú que no despreciaste nuestra naturaleza mortal,
ven y arráncanos del dominio de la muerte.
Tú que viniste para que tuviéramos vida abundante,
ven y danos tu vida eterna.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que quieres congregar a todos los hombres en tu reino,
ven y reúne a cuantos desean contemplar tu rostro.
Pidamos ahora con grande confianza la venida del reino de Dios, con las
palabras que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, despierta en tus fieles el deseo de prepararse a la venida
de Cristo por la práctica de las buenas obras, para que, colocados un día a su
derecha, merezcan poseer el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL SABADO 15 DE JUNIO 2024
*Lecturas del Sábado de la X
Semana del Tiempo Ordinario.*
*Sábado 15 Jun 2024*
Primera Lectura
Lectura
del primer libro de los Reyes (19,19-21):
En
aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Elíseo, hijo de Safat,
arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le
echó encima el manto.
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: «Déjame
decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.»
Elías le dijo: «Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?»
Elíseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio;
hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se
levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
15,1-2a.5.7-8.9-10
R/. Tú, Señor, eres el lote de mi
heredad
Protégeme,
Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano. R/.
Bendeciré
al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.
Por eso
se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.
*Lecturas del Sábado de la X
Semana del Tiempo Ordinario.*
*Sábado 15 Jun 2024*
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (5,33-37)*
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo a los antiguos:
«No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor.» Pues yo os digo que no
juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra,
que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni
jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A
vosotros os basta decir «sí» o «no». Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(A
vosotros os basta decir "sí"
o "no". Lo que
pasa de ahí viene del Maligno).
*El Señor me da una garantía, me dice que no viva en
una farsa humildad, que eso solo me hará sufrir, el Señor es mi garantía. El
Señor a lo que me invita es a dejarme guiar por su palabra, por su amor, por su
misericordia. Muchas veces he caído en la tentación de jurar, jurar para que me
crean, y en es instante con mi juramento estoy tratando de justificar, que lo
que digo es auténtico que es verdadero no falso. He dicho: yo te juro, que todo
lo que te digo, es verdad, cuando juro, estoy diciendo que mi garante, es la
soberbia, porque necesito que me creas, obligado, y el garante de la soberbia,
es el príncipe de la oscuridad. El Señor me demuestra que soy de su propiedad
personal, que no tenga miedo, que mi decir sea: "sí" o
"no". Y que en mi corazón crezca cada día más, mi
deseo de cumplir mis votos al Señor, como mi único Señor y Dios*.
*El que
desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.