Musica Para el Alma
sábado, 1 de junio de 2024
MARCOS 2,23-3,6 CICLO B
*Las lecturas del domingo 02
Jun 2024, de la semana IX del tiempo ordinario ciclo B*
*Del santo
Evangelio según san Marcos: 2, 23-3, 6*
Un sábado, Jesús iba
caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas
al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: "¿Por qué hacen tus
discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?".
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo
necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de Dios, en
tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo
podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros".
Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para
el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Entró Jesús en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano.
Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poder
acusarlo. Jesús le dijo al tullido: "Levántate y ponte allí en
medio". Después les preguntó: "¿Qué es lo que está permitido hacer en
sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o
hay que dejarlo morir?". Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos
con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre:
"Extiende tu mano". La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del
partido de Herodes, para matar a Jesús.
Palabra del
Señor.
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Sucedió
que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras
caminaban, iban arrancando espigas).
*Cuando
el Señor, toma la decisión de atravesar por nuestra vida, es porque él sabe que
hay fruto en nosotros, Jesús pasa por nuestra vida sin pedirnos permiso. Si el
Señor, está atravesando por nuestra vida, tenemos que tener claro que él, tiene
que pisar y aplastar algunos lugares dentro de nosotros que necesitan ser
frenado para nuestro bien; y esos acompañantes de Jesús, son los encargados de
arrancar algunas espigas o frutos, para saber si los frutos que estamos
produciendo son agradables y de buena calidad para los demás. Es normal que le
reclamemos al Señor, que no pase por algunos lugares de nuestra vida, porque
tenemos miedo de perder lo que por nuestras fuerzas nosotros mismo hemos creado
y Jesús manda personas que son sus discípulos para que los arranquen. Hemos
construido leyes en nuestra vida, que nos distancian de Jesús y es el mismo
Jesús quien viene y tiene que destruirlas para nuestro bien, porque nada puede
estar en esta vida arriba de nuestro Dios y Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL DOMINGO 2
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*DOMINGO
SEMANA I*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Venid, aclamemos al Señor, demos
vítores a la Roca que nos salva. Aleluya.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid, aclamemos al Señor, demos
vítores a la Roca que nos salva. Aleluya.
Himno: ES VERDAD QUE LAS LUCES DEL ALBA
Es verdad que las luces del alba
del día de hoy
son más puras, radiantes y bellas,
por gracia de Dios.
Es verdad que yo siento en mi vida,
muy dentro de mí,
que la gracia de Dios es mi gracia,
que no merecí.
Es verdad que la gracia del Padre,
en Cristo Jesús,
es la gloria del hombre y del mundo
bañados en luz.
Es verdad que la Pascua de Cristo
es pascua por mí,
que su muerte y victoria me dieron
eterno vivir.
Viviré en alabanzas al Padre,
que al Hijo nos dio,
y que el santo Paráclito inflame
nuestra alma en amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria.
Aleluya.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por ti madrugo, Dios mío, para
contemplar tu fuerza y tu gloria. Aleluya.
Ant 2. En medio de las llamas, los tres
jóvenes, unánimes, cantaban: «Bendito sea el Señor.» Aleluya.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. En medio de las llamas, los tres
jóvenes, unánimes, cantaban: «Bendito sea el Señor.» Aleluya.
Ant 3. Que el pueblo de Dios se alegre por
su Rey. Aleluya.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Que el pueblo de Dios se alegre por
su Rey. Aleluya.
LECTURA BREVE Ap 7, 10. 12
¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!
La bendición, y la gloria, y la sabiduría, y la acción de gracias, y el honor,
y el poder, y la fuerza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros.
R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de
nosotros.
V. Tú que estás sentado a la derecha del Padre.
R. Ten piedad de nosotros.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de
nosotros.
V. La palabra de Cristo habite con toda
riqueza en vosotros.
R. Exhortándoos mutuamente con toda
sabiduría.
PRIMERA LECTURA
Comienza la carta del apóstol san Pablo a
los Gálatas 1, 1-12
CERCANA VISITA DEL APÓSTOL PARA CORREGIR A
LOS CORINTIOS
Pablo,
apóstol no de parte de los hombres ni por mediación de hombre alguno, sino por
Jesucristo y por Dios Padre, que lo resucitó de entre los muertos, y todos los
hermanos que están conmigo, a las Iglesias de Galacia: gracia y paz a vosotros
de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor, que se entregó a sí
mismo por nuestros pecados, para librarnos del pervertido mundo presente, según
la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de
los siglos. Amén.
Me
maravillo de que tan pronto os estéis pasando a otro evangelio, abandonando a
Dios, que os convocó por la gracia de Cristo. Y no es que exista otro evangelio,
sino que hay algunos que siembran la confusión entre vosotros y quieren volver
de arriba abajo el Evangelio de Cristo. Pues bien, aunque nosotros mismos o un
ángel del cielo os predicáramos un evangelio distinto del que os hemos
anunciado, tened por anatema al que tal cosa hiciere. Os lo dijimos antes y os
lo repito ahora: Si alguno os predica un evangelio distinto del que habéis
recibido, tened por anatema al que tal cosa hiciere. ¿Es que trato ahora con
esto de congraciarme con los hombres o con Dios? ¿Busco agradar a los hombres?
Si todavía buscare agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Os
hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es cosa humana; y no
lo recibí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
Responsorio Ga 1, 3-4. 10
R. Gracia y paz a vosotros de parte de Dios, nuestro Padre,
y de Jesucristo, el Señor, * que se entregó a sí mismo por nuestros pecados.
V. Si todavía buscare agradar a los hombres, no sería siervo
de Cristo.
R. Que se entregó a sí mismo por nuestros pecados.
SEGUNDA LECTURA
Del libro de las Confesiones de san
Agustín, obispo
(Libro
1,1,1—2, 2; 5, 5: CSEL 33,1—5)
NUESTRO CORAZÓN NO HALLA SOSIEGO HASTA QUE
DESCANSA EN TI
Grande
eres, Señor, y muy digno de alabanza; eres grande y poderoso, tu sabiduría no
tiene medida. Y el hombre, parte de tu creación, desea alabarte; el hombre, que
arrastra consigo su condición mortal, la convicción de su pecado y la
convicción de que tú resistes a los soberbios. Y, con todo, el hombre, parte de
tu creación, desea alabarte. De ti proviene esta atracción a tu alabanza porque
nos has hecho para ti, y nuestro corazón no halla sosiego hasta que descansa en
ti.
Haz,
Señor, que llegue a saber y entender qué es primero, si invocarte o alabarte,
qué es antes, conocerte o invocarte. Pero, ¿quién podrá invocarte sin
conocerte? Pues el que te desconoce se expone a invocar una cosa por otra.
¿Será más bien que hay que invocarte para conocerte? Pero, ¿cómo van a invocar
a aquel en quien no han creído? Y ¿cómo van a creer sin alguien que proclame?
Alabarán
al Señor los que lo buscan. Porque los que lo buscan lo encuentran y, al
encontrarlo, lo alaban. Haz, Señor, que te busque invocándote, y que te invoque
creyendo en ti, ya que nos has sido predicado. Te invoca, Señor, mi fe, la que
tú me has dado, la que tú me has inspirado por tu Hijo hecho hombre, por el
ministerio de tu predicador.
Y
¿cómo invocaré a mi Dios, a mi Dios y Señor? Porque, al invocarlo, lo llamo
para que venga a mí. Y ¿a qué lugar de mi persona puede venir mi Dios? ¿A qué
parte de mi ser puede venir el Dios que ha hecho el cielo y la tierra? ¿Es que
hay algo en mí, Señor, Dios mío, capaz de abarcarte? ¿Es que pueden abarcarte
el cielo y la tierra que tú hiciste en los cuales me hiciste a mí? O ¿por
ventura el hecho de que todo lo que existe no existiría sin ti hace que todo lo
que existe pueda abarcarte?
¿Cómo,
pues, yo, que efectivamente existo, pido que vengas a mí, si, por el hecho de
existir, ya estás en mí? Porque yo no estoy ya en el abismo sin embargo, tú
estás también allí. Pues, si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. Por
tanto, Dios mío, yo no existiría, no existiría en absoluto, si tú no estuvieras
en mí. O ¿será más acertado decir que yo no existiría si no estuviera en ti, origen,
guía y meta del universo? También esto Señor, es verdad. ¿A dónde invocarte que
vengas si estoy en ti? Desde dónde puedes venir a mí? ¿A dónde puedo ir fuera
del cielo y de la tierra, para que desde ellos venga a mí el Señor, que ha
dicho: No lleno yo el cielo y la tierra?
¿Quién
me dará que pueda descansar en ti? ¿Quién me dará que vengas a mi corazón y lo
embriagues con tu presencia, para que olvide mis males y te abrace a ti mi
único bien? ¿Quién eres tú para mí? Sé condescendiente conmigo, y permite que
te hable. ¿Qué soy yo para ti, que me mandas amarte y que, si no lo hago, te
enojas conmigo y me amenazas con ingentes infortunios? No es ya suficiente
infortunio el hecho de no amarte?
¡Ay
de mí! Dime, Señor, Dios mío, por tu misericordia qué eres tú para mí. Di a mi
alma: "Yo soy tu victoria". Díselo de manera que lo oiga. Mira,
Señor: los oídos de mi corazón están ante ti; ábrelos y di a mi alma: "Yo
soy tu victoria." Correré tras estas palabras tuyas y me aferraré a ti. No
me escondas tu rostro: muera yo, para que no muera, y pueda así contemplarlo.
Responsorio Ga 3, 24-25. 23
R. La ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo, a fin de
ser justificados por la fe. * Pero, una vez llegada la era de la fe, no estamos
más bajo la potestad del ayo.
V. Antes de venir la economía de la fe, estábamos encerrados
bajo la custodia de la ley, en espera de la fe que había de revelarse.
R. Pero, una vez llegada la era de la fe, no estamos más
bajo la potestad del ayo.
*Las lecturas del domingo 02
Jun 2024, de la semana IX del tiempo ordinario ciclo B*
*Del santo
Evangelio según san Marcos: 2, 23-3, 6*
Un sábado, Jesús iba
caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas
al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: "¿Por qué hacen tus
discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?".
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo
necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de Dios, en
tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo
podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros".
Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para
el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Entró Jesús en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano.
Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poder
acusarlo. Jesús le dijo al tullido: "Levántate y ponte allí en
medio". Después les preguntó: "¿Qué es lo que está permitido hacer en
sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o
hay que dejarlo morir?". Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos
con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: "Extiende
tu mano". La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del
partido de Herodes, para matar a Jesús.
Palabra del
Señor.
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc
1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
PRECES
Glorifiquemos al Señor Jesús, luz que alumbra a todo hombre y sol
de justicia que no conoce el ocaso, y digámosle:
Tú que eres nuestra vida y nuestra salvación, Señor, ten piedad.
Creador de la luz, de cuya bondad recibimos, con acción de gracias, las
primicias de este día;
te pedimos que el recuerdo de tu santa resurrección sea nuestro gozo durante
este domingo.
Que tu Espíritu Santo nos enseñe a cumplir tu voluntad,
y que tu sabiduría dirija hoy todas nuestras acciones.
Que al celebrar la eucaristía de este domingo tu palabra nos llene de gozo,
y que la participación en el banquete de tu amor haga crecer nuestra esperanza.
Que sepamos contemplar las maravillas que tu generosidad nos concede,
y vivamos durante todo el día en acción de gracias.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Digamos ahora todos juntos la oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte
ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo
tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas
alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
II VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: DIOS DE LA LUZ, PRESENCIA ARDIENTE.
Dios de la luz, presencia ardiente
sin meridiano ni frontera:
vuelves la noche mediodía,
ciegas al sol con tu derecha.
Como columna de la aurora,
iba en la noche tu grandeza;
te vio el desierto, y destellaron
luz de tu gloria las arenas.
Cerró la noche sobre Egipto
como cilicio de tinieblas;
para tu pueblo amanecías
bajo los techos de las tiendas.
Eres la luz, pero en tu rayo
lanzas el día o la tiniebla:
ciegas los ojos del soberbio,
curas al pobre su ceguera.
Cristo Jesús, tú que trajiste
fuego a la entraña de la tierra,
guarda encendida nuestra lámpara
hasta la aurora de tu vuelta. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Desde Sión extenderá el Señor el poder de su cetro, y reinará
eternamente. Aleluya.
Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE.
Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies.»
Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora.»
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.»
El Señor a tu derecha, el día de su ira,
quebrantará a los reyes.
En su camino beberá del torrente,
por eso levantará la cabeza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Desde Sión extenderá el Señor el
poder de su cetro, y reinará eternamente. Aleluya.
Ant 2. En presencia del Señor se estremece
la tierra. Aleluya.
Salmo 113 A - ISRAEL LIBRADO DE EGIPTO; LAS MARAVILLAS DEL ÉXODO.
Cuando Israel salió de Egipto,
los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente,
Judá fue su santuario,
Israel fue su dominio.
El mar, al verlos, huyó,
el Jordán se echó atrás;
los montes saltaron como carneros;
las colinas, como corderos.
¿Qué te pasa, mar, que huyes,
y a ti, Jordán, que te echas atrás?
¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;
colinas, que saltáis como corderos?
En presencia del Señor se estremece la tierra,
en presencia del Dios de Jacob;
que transforma las peñas en estanques,
el pedernal en manantiales de agua.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. En presencia del Señor se estremece
la tierra. Aleluya.
Ant 3. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño
de todo. Aleluya.
Cántico: LAS BODAS DEL CORDERO - Cf. Ap 19,1-2, 5-7
El cántico siguiente se dice con todos los Aleluya intercalados
cuando el oficio es cantado. Cuando el Oficio se dice sin canto es suficiente
decir el Aleluya sólo al principio y al final de cada
estrofa.
Aleluya.
La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios
(R. Aleluya)
porque sus juicios son verdaderos y justos.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Alabad al Señor sus siervos todos.
(R. Aleluya)
Los que le teméis, pequeños y grandes.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño de todo.
(R. Aleluya)
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.
R. Aleluya, (aleluya).
Aleluya.
Llegó la boda del cordero.
(R. Aleluya)
Su esposa se ha embellecido.
R. Aleluya, (aleluya).
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño
de todo. Aleluya.
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-4
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordia y
Dios de todo consuelo; él nos consuela en todas nuestras luchas, para poder
nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con
que nosotros somos consolados por Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
V. Digno de gloria y alabanza por los siglos.
R. En la bóveda del cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El reino de los cielos es una perla fina: el que la encuentra
vende todo lo que tiene y la compra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El reino de los cielos es una perla
fina: el que la encuentra vende todo lo que tiene y la compra.
PRECES
Adoremos a Cristo, Señor nuestro y cabeza de la Iglesia, y
digámosle confiadamente:
Venga a nosotros tu reino, Señor.
Señor, amigo de los hombres, haz de tu Iglesia instrumento de concordia y
unidad entre ellos
y signo de salvación para todos los pueblos.
Protege con tu brazo poderoso al Papa y a todos los obispos
y concédeles trabajar en unidad, amor y paz.
A los cristianos concédenos vivir íntimamente unidos a ti, nuestro Maestro,
y dar testimonio en nuestras vidas de la llegada de tu reino.
Concede, Señor, al mundo el don de la paz
y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el bienestar.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Otorga, a los que han muerto, una resurrección gloriosa
y haz que los que aún vivimos en este mundo gocemos un día con ellos de la
felicidad eterna.
Terminemos nuestra oración con las palabras del Señor:
Padre nuestro...
ORACION
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte
ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo
tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas
alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL DOMINGO 2 DE JUNIO 2024
*Las lecturas del domingo 02
Jun 2024, de la semana IX del tiempo ordinario ciclo B*
Del libro del
Deuteronomio: 5, 12-15
Esto dice el Señor:
"Santifica el día sábado, como el Señor, tu Dios, te lo manda. Tienes seis
días para trabajar y hacer tus quehaceres, pero el séptimo es día de descanso,
dedicado al Señor, tu Dios. No harán ti-abajo alguno ni tú, ni tu hijo, ni tu
hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni tu ganado, ni el
extranjero que hospedes en tu casa; tu esclavo y tu esclava descansarán igual
que tú.
Recuerda que fuiste
esclavo en Egipto y que te sacó de allá el Señor, tu Dios, con mano fuerte y
brazo poderoso. Por eso te manda el Señor, tu Dios, guardar el día
sábado".
Palabra de
Dios.
Del salmo
80
R/. El
Señor es nuestra fortaleza.
Entonemos un canto al son de las guitarras y del arpa. Que suene
la trompeta en esta fiesta, que conmemora nuestra alianza. R.
Porque ésta es una ley en
Israel, es un precepto que el Dios de Jacob estableció para su pueblo, cuando
lo rescató de Egipto. R.
Oyó Israel palabras nunca
oídas: "He quitado la carga de tus hombros y el pesado canasto de tus
manos. Clamaste en la aflicción y te libré. R.
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adorarás a dioses extranjeros. Pues yo,
el Señor, soy el Dios tuyo, el que te sacó de Egipto, tu destierro". R.
La vida de Jesús se manifiesta en nuestra carne mortal.
De la segunda
carta del apóstol san Pablo a los corintios: 4, 6-11
Hermanos: El mismo Dios
que dijo: Brille la luz en medio de las tinieblas, es el que ha hecho brillar
su luz en nuestros corazones, para dar a conocer el resplandor de la gloria de
Dios, que se manifiesta en el rostro de Cristo.
Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza
tan extraordinaria proviene de Dios y no de nosotros mismos. Por eso sufrimos
toda clase de pruebas, pero no nos angustiamos. Nos abruman las preocupaciones,
pero no nos desesperamos. Nos vemos perseguidos, pero no desamparados;
derribados, pero no vencidos.
Llevamos siempre y por todas partes la muerte de Jesús en nuestro cuerpo, para
que en este mismo cuerpo se manifieste también la vida de Jesús. Nuestra vida
es un continuo estar expuestos a la muerte por causa de Jesús, paira que
también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
Palabra de
Dios.
*Las lecturas del domingo 02
Jun 2024, de la semana IX del tiempo ordinario ciclo B*
*Del santo
Evangelio según san Marcos: 2, 23-3, 6*
Un sábado, Jesús iba
caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas
al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: "¿Por qué hacen tus
discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?".
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo
necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de Dios, en
tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo
podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros".
Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para
el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Entró Jesús en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano.
Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poder
acusarlo. Jesús le dijo al tullido: "Levántate y ponte allí en
medio". Después les preguntó: "¿Qué es lo que está permitido hacer en
sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o
hay que dejarlo morir?". Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos
con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre:
"Extiende tu mano". La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del
partido de Herodes, para matar a Jesús.
Palabra del
Señor.
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Sucedió
que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras
caminaban, iban arrancando espigas).
*Cuando
el Señor, toma la decisión de atravesar por nuestra vida, es porque él sabe que
hay fruto en nosotros, Jesús pasa por nuestra vida sin pedirnos permiso. Si el
Señor, está atravesando por nuestra vida, tenemos que tener claro que él, tiene
que pisar y aplastar algunos lugares dentro de nosotros que necesitan ser
frenado para nuestro bien; y esos acompañantes de Jesús, son los encargados de
arrancar algunas espigas o frutos, para saber si los frutos que estamos
produciendo son agradables y de buena calidad para los demás. Es normal que le
reclamemos al Señor, que no pase por algunos lugares de nuestra vida, porque
tenemos miedo de perder lo que por nuestras fuerzas nosotros mismo hemos creado
y Jesús manda personas que son sus discípulos para que los arranquen. Hemos
construido leyes en nuestra vida, que nos distancian de Jesús y es el mismo
Jesús quien viene y tiene que destruirlas para nuestro bien, porque nada puede
estar en esta vida arriba de nuestro Dios y Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.