Musica Para el Alma
lunes, 15 de marzo de 2021
EVANGELIO DE JUAN 5,1-16 CICLO B
Martes, 16 de marzo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (5,1-16)*
Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en
hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos
enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua;
para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».
Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del
gentío que había en aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.
Palabra del Señor
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua;
para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
*Este hombre tenía un juicio en
su interior contra todo lo que estaban a su alrededor, son malo, nadie me
ayuda, nadie me quiere, a nadie le importa mi sufrimiento, el juicio no lo
dejaba avanzar. Algo que me gusta es, que el Señor me puede sanar sin mi
permiso, y me invita a reconocer las cosas impuras que hay en mi interior. Esta
palabra es una denuncia para mí, porque tengo esos mismos juicios dentro de mí,
y el Señor me hace ver que tengo mucho tiempo con esta misma enfermedad del
juicio contra los demás*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
EL ÁNGELUS
El Ángelus
V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*
EL SANTO ROSARIO
.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Resurrección del Señor (MATEO 28,1-10)
.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)
.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS 2,1-13)
4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )
.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)
.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
3º El Nacimiento del niño Dios. (Lc 2, 1-20)
4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)
5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)
.Oremos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La oración del huerto. (LUCAS 22,39-46)
.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)
.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)
.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS 23,26-32)
.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)
Oremos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
.Misterios Luminosos (JUEVES)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º El Bautismo del Señor (MATEO 3, 13-17)
.2º La Boda de Caná (JUAN 2,1-11)
.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS 1, 14-15)
.4º La Transfiguración (MATEO 17,1-5)
.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO 26, 26-28)
.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL MARTES 16. SANTOS HILARIO Y TACIANO, MÁRTIRES
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*Santos Hilario y
Taciano, Mártires*
16 de Marzo
TIEMPO DE
CUARESMA
MARTES
DE LA SEMANA IV
Propio del Tiempo. Salterio IV
16 de marzo
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros
murió, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros
murió, venid, adorémosle.
Himno: EDIFICASTE UNA TORRE
Edificaste una torre
para tu huerta florida;
un lagar para tu vino
y, para el vino, una viña.
Y la viña no dio uvas,
ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amargos
y zumos de amarga tinta.
Edificaste una torre,
Señor, para tu guarida;
un huerto de dulces frutos,
una noria de aguas limpias,
un blanco silencio de horas
y un verde beso de brisas.
Y esta casa que es tu torre,
este mi cuerpo de arcilla,
esta sangre que es tu sangre
y esta herida que es tu herida
te dieron frutos amargos,
amargas uvas y espinas.
¡Rompe, Señor, tu silencio,
rompe tu silencio y grita!
Que mi lagar enrojezca
cuando tu planta lo pise,
y que tu mesa se endulce
con el vino de tu viña. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Salmo 100 - PROPÓSITO DE UN PRÍNCIPE JUSTO
Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿Cuándo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal,
no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido,
no aprobaré al malvado.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes
no los soportaré.
Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.
No habitará en mi casa
quien comete fraudes;
el que dice mentiras
no durará en mi presencia.
Cada mañana haré callar
a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Ant 2. No nos desampares, Señor, para siempre.
Cántico: ORACIÓN DE AZARÍAS EN EL HORNO Dn 3, 26-27. 29. 34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y glorioso es tu nombre.
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros
y todas tus obras son verdad,
y rectos tus caminos,
y justos todos tus juicios.
Hemos pecado y cometido iniquidad
apartándonos de ti, y en todo hemos delinquido.
Por el honor de tu nombre,
no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abraham, tu amigo,
por Isaac, tu siervo,
por Israel, tu consagrado,
a quienes prometiste
multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito,
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados;
que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón,
te respetamos y buscamos tu rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No nos desampares, Señor, para siempre.
Ant 3. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
Salmo 143, 1-10 - ORACIÓN POR LA VICTORIA Y POR LA PAZ
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea;
mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y desciende,
toca los montes, y echarán humo,
fulmina el rayo y dispérsalos,
dispara tus saetas y desbarátalos.
Extiende la mano desde arriba:
defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,
de la mano de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades,
cuya diestra jura en falso.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
LECTURA BREVE Jl 2, 12-13
Convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad
vuestros corazones y no vuestras vestiduras, y convertíos al Señor, vuestro
Dios, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad;
y se arrepiente de las amenazas.
RESPONSORIO BREVE
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Ahora es
el tiempo propicio.
R. Ahora es el día de salvación.
PRIMERA LECTURA
De la carta a los Hebreos 8, 1-13
EL SACERDOCIO DE CRISTO EN LA NUEVA ALIANZA
Hermanos: El punto principal de cuanto vamos diciendo es que tenemos un sumo
sacerdote que está sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos.
Él es ministro del santuario y de la verdadera Tienda de Reunión, que fue
fabricada por el Señor y no por hombre alguno. Todo sumo sacerdote es
instituido para ofrecer oblaciones y sacrificios; por tanto, era necesario que
también él tuviese que ofrecer algo.
A la verdad, si él morara aquí en la tierra, ni siquiera sería sacerdote,
porque ya hay otros que están encargados de ofrecer sacrificios por disposición
de la ley. Estos sacerdotes practican un culto que es imagen y sombra de las
realidades del cielo, según lo reveló Dios a Moisés, cuando éste se disponía a
construir la Tienda de Reunión: «Mira —le dijo—, hazlo todo según el modelo que
te ha sido mostrado en el monte.»
En cambio, nuestro sumo sacerdote ha obtenido un ministerio tanto más
excelente, cuanto mejor es la alianza de que es mediador, y cuanto mejores son
las promesas en que ella se basa. Y así es. Porque, si aquella primera alianza
hubiese sido irreprochable, no habría lugar para una segunda.
Pero Dios le dice a Israel en tono de reproche: «Mirad que vienen días —dice el
Señor— en que yo concertaré una nueva alianza con la casa de Israel y con la
casa de Judá. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la
mano para sacarlos de Egipto, alianza que ellos quebrantaron, por lo cual los
rechacé, sino que así será la alianza que haré con ellos después de aquellos
días —dice el Señor—: Imprimiré mi ley en sus mentes, la escribiré en sus
corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no tendrán ya que
instruirse mutuamente, diciendo: "Reconoce al Señor", porque todos me
conocerán, desde el pequeño al grande, cuando perdone sus crímenes y no
recuerde más sus pecados.»
Al decir «nueva alianza», declara Dios anticuada la primera. Y lo que envejece
y se hace anticuado no tarda mucho en desaparecer.
RESPONSORIO Hb 8, 1-2; 9, 24
R. Tenemos un sumo sacerdote que está sentado a la diestra del trono
de la Majestad en los cielos: él es ministro del santuario y de la verdadera
Tienda de Reunión, * para comparecer ahora ante la faz de Dios en favor nuestro.
V. Pues no entró Cristo en un santuario levantado por mano de hombre,
figura del verdadero santuario, sino en el mismo cielo.
R. Para comparecer ahora ante la faz de Dios en favor nuestro.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san León Magno, papa
(Sermón 10 Sobre la Cuaresma, 3-5: PL 54, 299-301)
EXCELENCIA DE LA CARIDAD
Dice el Señor en el evangelio de san Juan: En esto conocerán todos que sois
discípulos míos, en que tenéis caridad unos con otros; y en la carta del mismo
apóstol leemos: Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y
todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios; quien no ama no ha conocido
a Dios, porque Dios es amor.
Que cada uno de los fieles se examine, pues, a sí mismo, esforzándose en
discernir sus más íntimos afectos; y, si descubre en su conciencia frutos de
caridad, tenga por cierto que Dios está en él y procure hacerse más y más capaz
de tan gran huésped, perseverando con más generosidad en las obras de
misericordia.
Pues, si Dios es amor, no podemos poner límite alguno a la caridad, ya que la
Divinidad es infinita.
Así pues, amadísimos, si bien todo tiempo es bueno para ejercitarse en la
virtud de la caridad, estos días cuaresmales nos invitan a ello de un modo más
apremiante; si deseamos llegar a la Pascua santificados en el alma y en el
cuerpo, debemos poner un interés especialísimo en la adquisición de esta
virtud, que contiene en sí a todas las otras y cubre la multitud de los
pecados.
Por esto, ya que nos preparamos para celebrar aquel misterio que excede a todos
los demás, en el que la sangre de Jesucristo borró nuestras iniquidades,
dispongámonos mediante el sacrificio espiritual de la misericordia, de tal
manera que demos de lo que nosotros hemos recibido de la bondad divina, aun a
los mismos que nos han ofendido.
Que nuestra liberalidad para con los pobres y demás necesitados de cualquier
clase sea en este tiempo más generosa, a fin de que sean más numerosos los que
eleven hacia Dios su acción de gracias, y con nuestros ayunos remediemos el
hambre de los indigentes. El acto de piedad más agradable a Dios es
precisamente este dispendio en favor de los pobres, ya que en esta solicitud
misericordiosa reconoce él la imagen de su propia bondad.
Y no temamos la pobreza que nos pueda resultar de esta nuestra largueza, ya que
la misma bondad es una gran riqueza y nunca puede faltarnos con qué dar, pues
Cristo mismo es quien da el alimento y quien lo recibe. En todo este asunto
interviene la mano de aquel que al partir el pan lo aumenta y al repartirlo lo
multiplica. Que el que distribuye limosnas lo haga con despreocupación y
alegría, ya que, cuanto menos se reserve para sí, mayor será la ganancia que
obtendrá, como dice el apóstol san Pablo: Dios, que provee de semilla al
sembrador y de pan para su alimento, os dará también a vosotros semilla en
abundancia y multiplicará los frutos de vuestra justificación, en Cristo Jesús,
nuestro Señor, el cual vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo por los
siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO Lc 6, 38a; Col 3, 13b
R. Dad y se os dará: * y se os echará en
vuestro regazo una medida abundante, bien apretada y bien colmada hasta
rebosar.
V. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
R. y se os echará en vuestro regazo una medida abundante, bien
apretada y bien colmada hasta rebosar.
Martes, 16 de marzo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (5,1-16)*
Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en
hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos
enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua;
para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».
Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del
gentío que había en aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El que me curó me dijo: «Toma tu camilla y vete en paz.»
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El que me curó me dijo: «Toma tu camilla y vete en paz.»
PRECES
Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que nos dio a su Hijo
unigénito, Palabra hecha carne, para que vivamos de ella, e invoquémosle,
diciendo:
Que la palabra de Cristo habite en nosotros con toda su riqueza.
Concédenos escuchar con más frecuencia tu palabra en este tiempo cuaresmal,
para que en la gran solemnidad que se avecina nos unamos con mayor fervor a
Cristo, nuestra Pascua.
Que tu Espíritu Santo nos asista,
para que seamos testigos de tu verdad y de tu bondad ante los vacilantes y
equivocados.
Concédenos vivir más profundamente el misterio de Cristo,
para que podamos dar testimonio de él con más fuerza y claridad.
En este tiempo de penitencia, Señor, renueva y purifica a tu Iglesia,
para que se manifieste con más claridad como signo de salvación.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Porque sabemos que somos hijos de Dios, llenos de confianza nos atrevemos a
decir:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, que las saludables prácticas de la Cuaresma dispongan los
corazones de tus hijos, para que celebren dignamente el misterio pascual y
extiendan por todas partes el anuncio de tu salvación. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*Santos Hilario y
Taciano, Mártires*
16 de Marzo
Hilario de
Aquilea fue educado desde su infancia en el cristianismo. Renunció al comercio
con el mundo para dedicarse al estudio de las Sagradas Escrituras. Fue ordenado
diácono y más tarde a instancias de sus compatriotas cristianos fue consagrado
obispo, gobernando con sabiduría y prudencia a su rebaño. Él fue quien ordenó
diácono a un discípulo suyo, por nombre Taciano para que le ayudara en su
ministerio. El césar Numerino promulgó un edicto que obligaba a los cristianos
a adorar a los ídolos. A instigación de un sacerdote de los ídolos, Hilario y
Taciano fueron los primeros que comparecieron ante el prefecto Beronio. En vano
trató el prefecto de dominar al obispo con amenazas, pues el obispo se mantuvo
firme en su fe. Entonces Beronio lo hizo despojar de sus ropas y azotar con
varas. Después mandó que lo extendieran en el caballete y que destrozaran sus
costados con garfios hasta que aparecieran las entrañas. Luego lo encerró en
una prisión para aplicarle más tormentos.
Al día siguiente, denunciaron ante el prefecto a
Taciano, pero todas las tentativas para hacerle sacrificar a los dioses fueron
igualmente infructuosas, aplicándole los mismos tormentos que Hilario. Una
terrible tormenta se desencadenó en la ciudad e infundió espanto a los paganos
de Aquilea; Beronio entonces ordenó que los decapitaran a petición de los
sacerdotes de los ídolos. Con ellos fueron inmolados otros cristianos, que
también habían sido detenidos por el nombre de Cristo.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: NO ME PESA, SEÑOR, HABER FALTADO.
No me pesa, Señor, haber faltado
por el eterno mal que he merecido,
ni me pesa tampoco haber perdido
el cielo como pena a mi pecado.
Pésame haber tus voces despreciado
y tus justos mandatos infringido,
porque con mis errores he ofendido
tu corazón, Señor, por mí llagado.
Llorar quiero mis culpas humillado,
y buscar a mis males dulce olvido
en la herida de amor de tu costado.
Quiero tu amor pagar, agradecido,
amándote cual siempre me has amado
y viviendo contigo arrepentido. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Salmo 136, 1-6 - JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA.
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Ant 2. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Salmo 137 - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE UN REY
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre;
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Ant 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
LECTURA BREVE St 2, 14. 17. 18b
Hermanos, ¿qué provecho saca uno con decir: «Yo tengo fe», si no tiene obras?
¿Podrá acaso salvarlo la fe? La fe, si no va acompañada de las obras, está
muerta en su soledad. Pruébame tu fe sin obras que yo por mis obras te probaré
mi fe.
RESPONSORIO BREVE
V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Ya ves que estás curado; no vuelvas a pecar más, no sea que te
suceda algo peor.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ya ves que estás curado; no vuelvas a pecar más, no sea que te
suceda algo peor.
PRECES
Oremos a Jesús, el Señor, que levantado en la cruz atrae a todos
hacia él, y digámosle:
Atrae, Señor, a todos hacia ti.
Señor, que la luz con que resplandece el misterio de la cruz atraiga a todos
los hombres,
para que te reconozcan como camino, verdad y vida.
Da tu agua viva a todos los sedientos de verdad,
para que su sed quede eternamente saciada.
Ilumina a los científicos y a los artistas,
para que el progreso sea también camino de salvación.
Mueve los corazones de los que se apartaron de ti a causa del pecado o del
escándalo,
para que se conviertan a ti y permanezcan en tu amor.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Admite en tu reino a todos los difuntos,
para que se alegren eternamente con la Virgen María y con todos los santos.
Que el Espíritu que habita en nosotros y nos une en su amor nos ayude a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, que las saludables prácticas de la Cuaresma dispongan los
corazones de tus hijos, para que celebren dignamente el misterio pascual y
extiendan por todas partes el anuncio de tu salvación. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 16 DE MARZO 2021
*Lecturas
de la 4ª Semana del Tiempo Cuaresma Ciclo B*
Martes, 16 de marzo de 2021
Primera lectura
Lectura de
la profecía de Ezequiel (47,1-9.12):
En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del
templo del Señor.
De debajo del umbral del templo corría agua hacia el este —el templo miraba al
este—. El agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar.
Me hizo salir por el pórtico septentrional y me llevó por fuera hasta el
pórtico exterior que mira al este. El agua corría por el lado derecho.
El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia el este, midió
quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me llegaba hasta los
tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo atravesar el agua, que me
llegaba hasta las rodillas. Midió todavía otros quinientos metros y me hizo
atravesar el agua, que me llegaba hasta la cintura. Midió otros quinientos
metros: era ya un torrente que no se podía vadear, sino cruzar a nado.
Entonces me dijo:
«¿Has visto, hijo de hombre?»,
Después me condujo por la ribera del torrente.
Al volver vi en ambas riberas del torrente una gran arboleda. Me dijo:
«Estas aguas fluyen hacia la zona oriental, descienden hacia la estepa y
desembocan en el mar de la Sal, Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán
saneadas. Todo ser viviente que se agita, allí donde desemboque la corriente,
tendrá vida; y habrá peces en abundancia. Porque apenas estas aguas hayan
llegado hasta allí, habrán saneado el mar y habrá vida allí donde llegue el
torrente.
En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de árboles frutales; no se
marchitarán sus hojas ni se acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes,
porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su fruto será comestible y
sus hojas medicinales».
Palabra de Dios
Salmo
Sal
45,2-3.5-6.8-9
R/. El Señor de los
ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob
V/. Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. R/.
V/. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora. R/.
V/. El Señor del universo está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra. R/.
Martes, 16 de marzo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (5,1-16)*
Se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que llaman en
hebreo Betesda. Esta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos
enfermos, ciegos, cojos, paralíticos.
Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:
«¿Quieres quedar sano?».
El enfermo le contestó:
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua;
para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
Jesús le dice:
«Levántate, toma tu camilla y echa a andar».
Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:
«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla».
Él les contestó:
«El que me ha curado es quien me ha dicho: “Toma tu camilla y echa a andar”».
Ellos le preguntaron:
«¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?».
Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, a causa del
gentío que había en aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice:
«Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor».
Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.
Palabra del Señor
«Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua;
para cuando llego yo, otro se me ha adelantado».
*Este hombre tenía un juicio en
su interior contra todo lo que estaban a su alrededor, son malo, nadie me
ayuda, nadie me quiere, a nadie le importa mi sufrimiento, el juicio no lo
dejaba avanzar. Algo que me gusta es, que el Señor me puede sanar sin mi
permiso, y me invita a reconocer las cosas impuras que hay en mi interior. Esta
palabra es una denuncia para mí, porque tengo esos mismos juicios dentro de mí,
y el Señor me hace ver que tengo mucho tiempo con esta misma enfermedad del
juicio contra los demás*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.