Musica Para el Alma

martes, 5 de enero de 2021

GOTAS DE MISERICORDIA


 

EVANGELIO DE MATEO 2,1-12 CICLO B


 

*Lecturas del Epifanía del Señor*

Miércoles, 6 de enero de 2021

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,1-12):

   1 Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén,

   2 diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»

   3 En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.

 

   4 Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo.  

   5 Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta:

   6 = Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.» =

 

   7 Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella.

   8 Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.»

   9 Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.

   10 Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.

 

   11 Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

   12 Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.


Palabra del Señor

 

*¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle*

 

*Contemplando mi vida dentro de esta palabra, no tengo duda, el Señor está pendiente de mí; y coloca personas en mi vida, para que me sirva de guía y me muestre el camino y la dirección exacta, al encuentro del Señor. Si soy agradecido al Señor estoy invitado a sacar lo mejor que tengo, lo demás valor y ofrecerlo como regalo al Señor; porque lo más valioso que pueda tener, es basura comparado con el amor que el Señor me tiene. El Señor me invita a tener cuidado para que no tome caminos equivocado, me invita a seguir, la antigua, nueva y verdadera ruta de su amor que está marcada por su palabra y sellada con el Espíritu Santo. Si me desvuelvo a mi ruta de ante, hay un Herodes que estará esperándome como un león hambriento para devorarme y matar el amor que encontré. La buena noticia para mi es que el Señor por su gran misericordia, seguirá iluminando mi vida, para que no me salga, ni me aparte de su camino, que la estrella de su palabra me seguirá iluminado el camino hacia él*.

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.

 

EL ANGELUS

   

El Ángelus

 

V/. El ángel del Señor anunció a María.

R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve, María…

 

V/. He aquí la esclava del Señor.

R/. Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve, María…

 

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.

R/. Y habitó entre nosotros.

Dios te salve, María…

 

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

 

Oración

 

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su re­su­rrección. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

 

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

 

*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*

 

 

 

 

EL SANTO ROSARIO

.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)

.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…

.1º La Resurrección del Señor (MATEO  28,1-10)

.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)

.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS  2,1-13)

4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )

.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)

.

Oremos:

Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 

Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)

 

.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…

.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)

 2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)

 3º El Nacimiento del niño Dios.  (Lc 2, 1-20)

 4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)

 5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)

 

.Oremos:  

Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 

.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)

 

.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…

.1º La oración del huerto. (LUCAS  22,39-46)

.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)

.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)

.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS  23,26-32)

.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)

 

Oremos:

Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

 

.Misterios Luminosos (JUEVES)

.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…

.1º El Bautismo del Señor (MATEO  3, 13-17)  

.2º La Boda de Caná (JUAN  2,1-11)

.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS  1, 14-15)

.4º La Transfiguración (MATEO  17,1-5)

.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO  26, 26-28)

.

Oremos:  

Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

LAS LAUDES DEL MIÉRCOLES 6. LA EPIFANÍA DEL SEÑOR


 

*LAS LAUDES. LA EPIFANÍA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO*

 

Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén

 

Miércoles 6 de enero

LA EPIFANÍA DEL SEÑOR. (SOLEMNIDAD]

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

INVITATORIO

Ant. 
A Cristo, que se nos ha manifestado, venid, adorémosle.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Himno: ESTRELLA NUNCA VISTA SE APARECE

Estrella nunca vista se aparece
a los remotos magos orientales,
y, al juzgar de los fuegos celestiales,
otra lumbre mayor los esclarece.

Nacido sacro Rey se les ofrece,
con nuevas maravillas y señales,
para que reverentes y leales
la obediencia le den como merece.

Parten llevados de la luz y el fuego,
del fuego de su amor; luz que los guía
con claridad ardiente y soberana.

Subió al trono de Dios el pío ruego,
y, llenos de firmísima alegría,
vieron la luz de Dios por nube humana.

Gloria y loores por la eternidad
tribútense a la Santa Trinidad. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Los magos, abriendo sus cofres, ofrecieron al Señor oro, incienso y mirra. Aleluya.

SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS

¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Los magos, abriendo sus cofres, ofrecieron al Señor oro, incienso y mirra. Aleluya.

Ant 2. Mares y ríos, bendecid al Señor; manantiales, ensalzad con himnos a nuestro Dios. Aleluya.

Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56

Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

No se dice Gloria al Padre.

Ant. Mares y ríos, bendecid al Señor; manantiales, ensalzad con himnos a nuestro Dios. Aleluya.

Ant 3. Llega tu luz, Jerusalén, y la gloria del Señor alborea sobre ti y caminarán las naciones a tu luz. Aleluya.

Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Llega tu luz, Jerusalén, y la gloria del Señor alborea sobre ti y caminarán las naciones a tu luz. Aleluya.



LECTURA BREVE   Is 52, 7-10

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la dicha, que anuncia la salvación, que dice a Sión: «Ya reina tu Dios»! Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión. Prorrumpid a una en gritos de júbilo, soledades de Jerusalén, porque el Señor consuela a su pueblo y ha rescatado a Jerusalén: el Señor desnuda su santo brazo a la vista de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Se postrarán ante él todos los reyes.
R. Se postrarán ante él todos los reyes.

V. Todos los pueblos le servirán.
R. Y todos los reyes.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Se postrarán ante él todos los reyes.

 

 

 

 

PRIMERA LECTURA

Del libro del profeta Isaías 60, 1-22

MANIFESTACIÓN DE LA GLORIA DEL SEÑOR SOBRE JERUSALÉN

¡Levántate y resplandece, Jerusalén, pues llega tu luz y la gloria del Señor alborea sobre ti! Mira: la oscuridad cubre la tierra y los pueblos están en tinieblas.

Mas sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti se manifiesta. Caminarán las naciones a tu luz y los reyes al resplandor de tu alborada.

Levanta la vista y mira en torno: todos se reúnen y vienen a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.

Cuando esto veas, te pondrás radiante de alegría; se estremecerá y se ensanchará tu corazón, pues se volcarán sobre ti los tesoros del mar, vendrán a ti las riquezas de las naciones.

Te inundará una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Vendrán todos de Saba, cargados de oro e incienso y proclamando la gloria del Señor.

Reunirán para ti los rebaños de Cadar, y los carneros de Nebayot estarán a tu servicio; subirán a mi altar como víctimas gratas, y honraré mi noble casa.

¿Quiénes son esos que vuelan como nubes, como palomas al palomar? Son navíos que acuden a mí, en primera línea las naves de Tarsis, para traer de lejanas tierras a tus hijos, y con ellos su plata y su oro, por la fama del Señor tu Dios, del Santo de Israel que así te honra.

Extranjeros reconstruirán tus murallas y sus reyes te servirán; si te herí en mi cólera, en mi clemencia me he compadecido de ti.

Tus puertas estarán siempre abiertas, ni de día ni de noche se cerrarán: para dejar entrar a ti las riquezas de las naciones traídas por sus reyes. El pueblo y el rey que no se te sometan perecerán, sus naciones serán exterminadas.

Vendrá a ti el orgullo del Líbano, con el ciprés y el abeto y el pino, para adornar el lugar de mi santuario y ennoblecer mi estrado.

Los hijos de tus opresores vendrán a ti encorvados, y los que te despreciaban se postrarán a tus pies; te llamarán Ciudad del Señor, Sión del Santo de Israel. Estuviste abandonada, aborrecida y deshabitada, pero yo te haré el orgullo de los siglos, la delicia de todas las edades.

Te nutrirás con la leche de las naciones, con las riquezas de los reyes serás alimentada; y sabrás que yo, el Señor, soy tu salvador, que el Héroe de Jacob es tu redentor. En vez de bronce, te traeré oro; en vez de hierro, te traeré plata; en vez de madera, bronce, y en vez de piedra, hierro; te daré por magistrados la paz y por gobernantes la justicia.

No se oirá más hablar de violencias en tu tierra, ni de ruina o destrucción dentro de tus fronteras. Pondrás a tus murallas el nombre de «Salvación» y a tus puertas el de «Alabanza.»

Ya no será el sol tu luz en el día, ni te alumbrará en la noche la claridad de la luna; porque el Señor será tu luz perenne, y tu Dios será tu esplendor.

Tu sol ya no se pondrá ni menguará tu luna, porque el Señor será tu luz eterna y se habrán acabado los días de tu luto.

En tu pueblo todos serán justos y poseerán por siempre la tierra: es el brote que yo he plantado, la obra de mis manos, para gloria mía.

El pequeño crecerá hasta mil y el menor se hará pueblo numeroso: yo, el Señor, he hablado; cuando llegue el tiempo, me apresuraré a cumplirlo.

RESPONSORIO    Is 60, 1. 3

R. Levántate y resplandece, Jerusalén, pues llega tu luz * y la gloria del Señor alborea sobre ti.
V. Caminarán las naciones a tu luz y los reyes al resplandor de tu alborada.
R. Y la gloria del Señor alborea sobre ti.



SEGUNDA LECTURA

De los Sermones de san León Magno, papa
(Sermón 3 En la Epifanía del Señor, 1-3. 5: PL 54, 240-244)

EL SEÑOR DA A CONOCER SU SALVACIÓN EN TODO EL ORBE DE LA TIERRA

La providencia misericordiosa de Dios, cuando dispuso socorrer en la plenitud de los tiempos al mundo que perecía, determinó salvar a todos los hombres en Cristo.

Ellos forman la incontable descendencia prometida en otro tiempo a Abraham, descendencia que había de ser engendrada no según la carne, sino por la fecundidad de la fe, y que por esto fue comparada a la multitud de las estrellas, para que la esperanza del padre de todas las gentes tuviera por objeto no una progenie terrena, sino celestial.

Entre, entre en la familia de los patriarcas la totalidad de los gentiles, y reciban los hijos de la promesa la bendición de la descendencia de Abraham, a la que han renunciado los hijos según la carne. En la persona de los tres magos adoren todos los pueblos al Autor del universo; y sea Dios conocido no sólo en Judea, sino en todo el orbe, a fin de que en todas partes su fama sea grande en Israel.

Adoctrinados, amadísimos hermanos, por estos misterios de la gracia divina, celebremos, llenos de gozo espiritual, el día de nuestras primicias y el comienzo de la vocación de los gentiles, dando gracias a Dios misericordioso que, como dice el Apóstol, nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido; porque, como había profetizado Isaías, el pueblo de los gentiles que caminaba en tinieblas vio una grande luz; sobre los que habitaban en tierra de sombras brilló un intenso resplandor. De ellos dice el mismo profeta, dirigiéndose al Señor: Tú llamarás a un pueblo desconocido, un pueblo que no te conocía correrá hacia ti.

Éste es el día que Abraham contempló y saltó de gozo, al reconocer a los hijos de su fe que habían de ser bendecidos en su descendencia, que es Cristo; y, al contemplar de antemano que había de ser por su fe padre de todas las gentes, dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios, que lo había prometido, tenía también poder para cumplirlo.

Éste es el día que cantó el salmista, cuando dijo: Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor, bendecirán tu nombre; y también: El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia.

Sabemos que estas predicciones empezaron a cumplirse desde que la estrella hizo salir de su lejano país a los tres magos, para que conocieran y adoraran al Rey de cielo y tierra. Su docilidad es para nosotros un ejemplo que nos exhorta a todos a que sigamos, según nuestra capacidad, las invitaciones de la gracia, que nos lleva a Cristo.

Todos, amadísimos hermanos, debéis emularos en este empeño, a fin de que brilléis como hijos de la luz en el reino de Dios, al cual se llega por la integridad de la fe y por las buenas obras; por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Dios Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

RESPONSORIO   

R. Éste es el día glorioso en que se manifestó a las naciones el Salvador del mundo, al cual anunciaron los profetas y adoraron los ángeles. * Los magos, al ver su estrella, se llenaron de júbilo y acudieron a ofrecerle dones.
V. Ha amanecido para nosotros un día sagrado: venid, naciones, a adorar al Señor.
R. Los magos, al ver su estrella, se llenaron de júbilo y acudieron a ofrecerle dones.

 

Miércoles, 6 de enero de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,1-12):

Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: « ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo».
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”». Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: «ld y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo».
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.

Palabra del Señor



CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Hoy la Iglesia se ha unido a su celestial Esposo, porque, en el Jordán, Cristo ha lavado los pecados de ella, los magos acuden con regalos a las bodas del Rey y los invitados se alegran por el agua convertida en vino. Aleluya.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Hoy la Iglesia se ha unido a su celestial Esposo, porque, en el Jordán, Cristo ha lavado los pecados de ella, los magos acuden con regalos a las bodas del Rey y los invitados se alegran por el agua convertida en vino. Aleluya.

PRECES

Veneremos a nuestro Salvador, adorado hoy por los magos, y aclamémoslo con alegría, diciendo:

Luz de luz, ilumina nuestro día.

Cristo Jesús, que te manifestaste revestido de nuestra frágil carne humana,
santifícanos por la palabra de Dios y por la oración.

Cristo Jesús, santificado por el Espíritu,
líbranos de todo error.

Cristo Jesús, mostrado a los ángeles,
danos a gustar, ya en la tierra, de los bienes de tu reino.

Cristo Jesús, proclamado a los gentiles,
ilumina el corazón de todos los hombres con la luz del Espíritu Santo.

Cristo Jesús, en quien el mundo ha creído,
aumenta la fe en todos los creyentes.

Cristo Jesús, que has subido a la gloria,
enciende en nosotros el deseo de tu reino.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Alegres porque Jesucristo nos ha hecho hijos de Dios, digamos:

Padre nuestro...

ORACION

Señor, tú que manifestaste a tu Hijo en este día a todas las naciones por medio de una estrella, concédenos, a los que ya te conocemos por la fe, llegar a contemplar, cara a cara, la hermosura infinita de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

 

6 de enero

LA EPIFANIA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Es una fiesta destinada a celebrar la revelación de Jesucristo a unos Magos, los cuales fueron a adorar al niño recién nacido. Para fortalecer su fe, Dios hizo brillar una estrella, y ésta los guió hasta el sitio en donde se hallaba el Salvador. Los Magos penetraron en el pobre albergue, más lleno de gloria que todos los palacios del mundo, donde encontraron al Niño con su Madre.

Le adoraron y entregaron sus corazones. Estaba ahí, como un recién nacido, sin palabra y totalmente dependiente de su Madre, su poder estaba oculto y su único milagro era la humildad. Los Magos ofrecieron al Niño: oro, como símbolo de su dignidad real, incienso, como confesión de su divinidad y la mirra como símbolo de que se había hecho hombre para redimir al mundo. La festividad merece respeto y reverencia, ya que fuimos llamados a la fe y adoración del verdadero Dios, en la persona de los Magos.

MIÉRCOLES 6 DE ENERO LAS LECTURAS DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR


 

Lecturas de Epifanía del Señor

Miércoles, 6 de enero de 2021

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (60,1-6):

¡Levántate y resplandece, Jerusalén,
porque llega tu luz;
la gloria del Señor amanece sobre ti!
Las tinieblas cubren la tierra,
la oscuridad los pueblos,
pero sobre ti amanecerá el Señor,
y su gloria se verá sobre ti.
Caminarán los pueblos a tu luz,
los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta la vista en torno, mira:
todos ésos se han reunido, vienen hacia ti;
llegan tus hijos desde lejos,
a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás, y estarás radiante;
tu corazón se asombrará, se ensanchará,
porque la opulencia del mar se vuelca sobre ti,
y a ti llegan las riquezas de los pueblos.
Te cubrirá una multitud de camellos,
dromedarios de Madián y de Efá.
Todos los de Saba llegan trayendo oro e incienso,
y proclaman las alabanzas del Señor.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 71

R/.
 Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.

V/. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tú justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/.


R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra


V/. En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R/.


R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra


V/. Los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
postrense ante él todos los reyes,
y sirvanle todos los pueblos. R/.


R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra


V/. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R/.

 

R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra

 

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (3,2-3a.5-6):

Hermanos:
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor de vosotros, los gentiles.
Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio, que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo, y partícipes de la misma promesa en Jesucristo, por el Evangelio.

Palabra de Dios

 

Lecturas del Epifanía del Señor

Miércoles, 6 de enero de 2021

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,1-12):

   1 Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén,

   2 diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»

   3 En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.

 

   4 Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo.  

   5 Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta:

   6 = Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.» =

 

   7 Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella.

   8 Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.»

   9 Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.

   10 Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.

 

   11 Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

   12 Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.


Palabra del Señor

 

*¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle*

 

*Contemplando mi vida dentro de esta palabra, no tengo duda, el Señor está pendiente de mí; y coloca personas en mi vida, para que me sirva de guía y me muestre el camino y la dirección exacta, al encuentro del Señor. Si soy agradecido al Señor estoy invitado a sacar lo mejor que tengo, lo demás valor y ofrecerlo como regalo al Señor; porque lo más valioso que pueda tener, es basura comparado con el amor que el Señor me tiene. El Señor me invita a tener cuidado para que no tome caminos equivocado, me invita a seguir, la antigua, nueva y verdadera ruta de su amor que está marcada por su palabra y sellada con el Espíritu Santo. Si me desvuelvo a mi ruta de ante, hay un Herodes que estará esperándome como un león hambriento para devorarme y matar el amor que encontré. La buena noticia para mi es que el Señor por su gran misericordia, seguirá iluminando mi vida, para que no me salga, ni me aparte de su camino, que la estrella de su palabra me seguirá iluminado el camino hacia él*.

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.