Musica Para el Alma
domingo, 24 de noviembre de 2024
LUCAS 21,1-4 CICLO B
Lecturas del Lunes de la XXXIV
Semana del Tiempo Ordinario.
25 Nov 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (21,1-4)*
En
aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos, vio a unos ricos que echaban donativos
en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas,
y dijo:
«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos
esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa
necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero
ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.)
*Ver a esta viuda pobre dándome
ejemplos de vida, descubrir que ella no tiene puesta su vida en los bienes de
esta tierra. Ver como ella, hace fila para desprenderse de todo cuanto tenía
para vivir, a ella no le preocupaba el mañana, ella vive en el hoy, y lo más
lejos que tenía esta viuda es que el Señor, la estaba mirando, que él estaba
pendiente de ella. La buena noticia es la ayuda que me trae el Señor, para que
no dude, que no viva para mí, que me llene de valor; y tenga la fuerza de
preocuparme por los demás, porque el Señor, también está pendiente de mí, sin
importar por la situación que esté pasando, el Señor está pendiente de
mi*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL LUNES 25
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
LUNES SEMANA II
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo con cantos.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo con cantos.
Himno: ALFARERO DEL HOMBRE, MANO
TRABAJADORA
Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto los primeros animales.
De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, vigor, origen, meta
de los profundos ríos de la vida.
El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.
No hay brisa si no alientas, monte si no estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia; vivir es este encuentro:
tú, por la luz; el hombre, por la muerte.
¡Que se acabe el pecado! ¡Mira que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra. Amén.
SALMODIA
Ant 1. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Salmo 41 - DESEO DEL SEÑOR Y ANSIAS DE
CONTEMPLAR EL TEMPLO
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios,
del Dios vivo:
¿cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
Las lágrimas son mi pan
noche y día,
mientras todo el día me repiten:
«¿Dónde está tu Dios?»
Recuerdo otros tiempos,
y mi alma desfallece de tristeza:
cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza,
en el bullicio de la fiesta.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Cuando mi alma se acongoja,
te recuerdo,
desde el Jordán y el Hermón
y el Monte Menor.
Una sima grita a otra sima
con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas
me han arrollado.
De día el Señor
me hará misericordia,
de noche cantaré la alabanza
del Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía,
¿por qué me olvidas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
Se me rompen los huesos
por las burlas del adversario;
todo el día me preguntan:
«¿Dónde está tu Dios?»
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Ant 2. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.
Cántico: SÚPLICA EN FAVOR DE LA CIUDAD
SANTA DE JERUSALÉN Sir. 36, 1-7. 13-16
Sálvanos, Dios del universo,
infunde tu terror a todas las naciones;
amenaza con tu mano al pueblo extranjero,
para que sienta tu poder.
Como les mostraste tu santidad al castigarnos,
muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:
para que sepan, como nosotros lo sabemos,
que no hay Dios fuera de ti.
Renueva los prodigios, repite los portentos,
exalta tu mano, robustece tu brazo.
Reúne a todas las tribus de Jacob
y dales su heredad como antiguamente.
Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre,
de Israel, a quien nombraste tu primogénito.
Ten compasión de tu ciudad santa,
de Jerusalén, lugar de tu reposo.
Llena a Sión de tu majestad
y al templo de tu gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.
Ant 3. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
SALMO 18 A - ALABANZA AL DIOS CREADOR DEL
UNIVERSO.
El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo murmura.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje.
Allí le ha puesto su tienda al sol:
él sale como el esposo de su alcoba,
contento como un héroe, a recorrer su camino.
Asoma por un extremo del cielo,
y su órbita llega al otro extremo:
nada se libra de su calor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo.
LECTURA BREVE Jr 15, 16
Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la
alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, ¡Señor, Dios
de los ejércitos!
RESPONSORIO BREVE
V. Aclamad, justos, al Señor, que merece la
alabanza de los buenos.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
V. Cantadle un cántico nuevo.
R. Que merece la alabanza de los buenos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Primera Lectura
Del libro del profeta Daniel 5, 1-2. 5-9.
13-17. 25-31
JUICIO DE DIOS EN EL BANQUETE DE BALTASAR
En aquellos días, el rey Baltasar dio un
gran festín en honor de mil dignatarios suyos y se
dio a beber vino con ellos. Animado por el vino, Baltasar mandó traer los vasos
de oro y plata que su padre Nabucodonosor se había llevado del templo de
Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey, sus dignatarios, sus mujeres y
sus concubinas.
De pronto aparecieron los dedos de una mano humana que se pusieron a escribir
detrás del candelabro, en la cal de la pared del palacio real, y el rey vio la
palma de la mano que escribía. Entonces el rey cambió de color, sus
pensamientos se turbaron, las articulaciones de sus caderas se le relajaron y
sus rodillas se pusieron a castañetear. Y el rey mandó a buscar a gritos a los
magos, caldeos y astrólogos.
Tomó el rey la palabra y dijo a los
sabios de Babilonia: «Aquel que lea este escrito y me dé a conocer su
interpretación será vestido de púrpura, se le pondrá al cuello un collar de oro
y será el tercero en el reino.» Vinieron, pues, todos los sabios del rey; pero
no pudieron leer el escrito ni declarar al rey su interpretación. El rey
Baltasar se turbó mucho, cambió de color y sus dignatarios quedaron
desconcertados.
En seguida fue introducido Daniel a la presencia del rey, y el rey dijo a Daniel:
«¿Eres tú, Daniel, uno de los judíos deportados, que mi padre el rey trajo de
Judá? He oído decir que en ti reside el espíritu de Dios y que hay en ti luz,
inteligencia y sabiduría extraordinarias. Se ha traído ahora a mi presencia a
los sabios y magos para que leyeran este escrito y me declararan su
interpretación, pero han sido incapaces de descubrir su sentido. He oído decir
que tú puedes dar interpretaciones y resolver dificultades.
Si, pues, logras leer este escrito y
declararme su interpretación serás vestido de púrpura, llevarás al cuello un
collar de oro y serás el tercero en el reino.» Daniel tomó la palabra y dijo
delante del rey: «Quédate con tus regalos y da tus obsequios a otro, que yo
leeré igualmente al rey este escrito y le daré a conocer su interpretación.
La escritura trazada es: Mené, Tequel, Parsín. Y ésta es la interpretación de
las palabras: Mené: Dios ha medido tu reino y le ha puesto fin.
Tequel: Has sido pesado en la balanza y encontrado falto de peso.
Parsín: Tu reino ha sido dividido v entregado a los persas y a los medos.»
Entonces Baltasar mandó revestir de púrpura a Daniel, ponerle un collar de oro
al cuello y proclamar que era el tercero en el reino.
Aquella misma noche fue asesinado Baltasar, rey de los caldeos, y recibió el
reino Darío el Medo, que contaba sesenta y dos años.
Responsorio Sal 74, 6. 8. 9; Ap 14, 9. 10
R. No alcéis la frente contra el cielo, porque sólo Dios gobierna: a
uno humilla, a otro ensalza; * el Señor tiene una copa en la mano, de la cual
beberán todos los malvados de la tierra.
V. El que adore a la bestia y a su imagen beberá del vino de la cólera
de Dios.
R. El Señor tiene una copa en la mano, de la cual beberán todos los
malvados de la tierra.
Segunda Lectura
De los Sermones de san León Magno, papa
(Sermón 92, 1. 2. 3: PL 54, 454-4,55)
CUAL SEA EL TRABAJO DE CADA UNO TAL SERÁ
SU GANANCIA
Dice el Señor: Si vuestra virtud no es
superior a la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los
cielos. Esta superioridad de nuestra virtud ha de consistir en que la
misericordia triunfe sobre el juicio. Y en verdad lo más justo y adecuado es
que la criatura, hecha a imagen y semejanza de Dios, imite a su creador, que ha
establecido la reparación y santificación de los creyentes en el perdón de los
pecados, prescindiendo de la severidad del castigo y de cualquier suplicio, y
haciendo así que de reos nos convirtiéramos en inocentes y que la abolición del
pecado en nosotros fuera el origen de las virtudes.
La virtud cristiana puede superar a la de los escribas y fariseos no por la
supresión de la ley, sino por no entenderla en un sentido material. Por esto el
Señor, al enseñar a sus discípulos la manera de ayunar, les dice: Cuando
ayunéis no os hagáis los melancólicos, como los hipócritas, que ponen una cara
mustia, para hacer ver a los demás que están ayunando. Os digo de veras: Ya
recibieron su paga. ¿Qué paga, sino la paga de la alabanza de los hombres? Por
el deseo de esta alabanza se exhibe muchas veces una apariencia de virtud y se
ambiciona una fama engañosa, sin ningún interés por la rectitud interior; así,
lo que no es más que maldad escondida se complace en la falsa apreciación de
los hombres.
El que ama a Dios se contenta con agradarlo, porque el mayor premio que podemos
desear es el mismo amor; el amor, en efecto, viene de Dios, de tal manera que
Dios mismo es el amor. El alma piadosa e íntegra busca en ello su plenitud y no
desea otrodeleite. Porque es una gran verdad aquello que dice el Señor: Donde
está tu tesoro, allí está tu corazón.
El tesoro del hombre viene a ser como la
reunión de los frutos recolectados con su esfuerzo. Lo que uno siembre, eso
cosechará, y cual sea el trabajo de cada uno tal será su ganancia; y donde
ponga el corazón su deleite, allí queda reducida su solicitud. Mas, como sea
que hay muchas clases de riquezas y diversos objetos de placer, el tesoro de
cada uno viene determinado por la tendencia de su deseo, y si este deseo se
limita a los bienes terrenos, no hallará en ellos la felicidad, sino la
desdicha.
En cambio, los que ponen su corazón en las cosas del cielo, no en las de la
tierra, y su atención en las cosas eternas, no en las perecederas, alcanzarán
una riqueza incorruptible y escondida, aquella a la que se refiere el profeta
cuando dice: La sabiduría y el saber serán su refugio salvador, el temor del
Señor será su tesoro.
Esta sabiduría divina hace que, con la ayuda
de Dios, los mismos bienes terrenales se conviertan en celestiales, cuando
muchos convierten sus riquezas, ya sea legalmente heredadas o adquiridas de
otro modo, en instrumentos de bondad. Los que reparten lo que les sobra para
sustento de los pobres se ganan con ello una riqueza imperecedera; lo que
dieron en limosnas no es en modo alguno un derroche; éstos pueden en justicia
tener su corazón donde está su tesoro, ya que han tenido el acierto de negociar
con sus riquezas sin temor a perderlas.
Responsorio Ga 6, 9-10. 8
R. No nos cansemos de practicar el bien; que a su tiempo cosecharemos
si no desmayamos. * Así que, mientras tengamos oportunidad,
hagamos el bien a todos.
V. Lo que uno siembre, eso cosechará.
R. Así que, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos.
Lectura del santo evangelio según san
Lucas (21,1-4):
1 Alzando la mirada, vió
a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro;
2 vio también a una viuda
pobre que echaba allí dos moneditas,
3 y dijo: «De verdad os
digo que esta viuda pobre ha echado más que todos.
4 Porque todos éstos han
echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que
necesitaba, todo cuanto tenía para vivir.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su
pueblo.
PRECES
Demos gracias a nuestro salvador que ha
hecho de nosotros un pueblo de reyes y sacerdotes, y digámosle:
Consérvanos, Señor, en tu servicio.
Señor Jesús, sacerdote eterno, que has querido que tu pueblo participara de tu
sacerdocio:
haz que ofrezcamos siempre sacrificios espirituales, agradables al Padre.
Danos, Señor, la abundancia de los frutos del Espíritu Santo:
comprensión, bondad, amabilidad.
Que la luz de la fe ilumine este nuevo día
y que durante el mismo caminemos por las sendas del amor.
Haz que busquemos siempre el bien de nuestros hermanos
y les ayudemos a progresar en su salvación.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Con el gozo que nos da el sabernos hijos de Dios, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios todopoderoso, que nos has
hecho llegar al comienzo de este día: danos tu ayuda para que no caigamos hoy
en pecado, sino que nuestras palabras, pensamientos y acciones sigan el camino
de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LUNES
SEMANA II
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: PRESENTEMOS A DIOS NUESTRAS TAREAS.
Presentemos a Dios nuestras tareas,
levantemos orantes nuestras manos,
porque hemos realizado nuestras vidas
por el trabajo.
Cuando la tarde pide ya descanso
y Dios está más cerca de nosotros,
es hora de encontrarnos en sus manos,
llenos de gozo.
En vano trabajamos la jornada,
hemos corrido en vano hora tras hora,
si la esperanza no enciende sus rayos
en nuestra sombra.
Hemos topado a Dios en el bullicio,
Dios se cansó conmigo en el trabajo;
es hora de buscar a Dios adentro,
enamorado.
La tarde es un trisagio de alabanza,
la tarde tiene fuego del Espíritu:
adoremos al Padre en nuestras obras,
adoremos al Hijo. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Eres el más bello de los hombres, en tus
labios se derrama la gracia.
Salmo 44 I - LAS NUPCIAS DEL REY.
Me brota del corazón un poema bello,
recito mis versos a un rey;
mi lengua es ágil pluma de escribano.
Eres el más bello de los hombres,
en tus labios se derrama la gracia,
el Señor te bendice eternamente.
Cíñete al flanco la espada, valiente:
es tu gala y tu orgullo;
cabalga victorioso por la verdad y la justicia,
tu diestra te enseñe a realizar proezas.
Tus flechas son agudas, los pueblos se te rinden,
se acobardan los enemigos del rey.
Tu trono, ¡oh Dios!, permanece para siempre;
cetro de rectitud es tu cetro real;
has amado la justicia y odiado la impiedad:
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido
con aceite de júbilo entre todos tus compañeros.
A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,
desde los palacios de marfiles te deleitan las arpas.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina
enjoyada con oro de Ofir.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Eres el más bello de los hombres, en tus labios se derrama la gracia.
Ant 2. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Salmo 44 II
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna:
prendado está el rey de tu belleza,
póstrate ante él, que él es tu señor.
La ciudad de Tiro viene con regalos,
los pueblos más ricos buscan tu favor.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras:
las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra.»
Quiero hacer memorable tu nombre
por generaciones y generaciones,
y los pueblos te alabarán
por los siglos de los siglos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Llega el esposo, salid a recibirlo.
Ant 3. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
cuando llegase el momento culminante.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef
1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
cuando llegase el momento culminante.
LECTURA BREVE 1Ts 2, 13
Nosotros continuamente damos gracias a Dios; porque habiendo recibido la
palabra de Dios predicada por nosotros, la acogisteis, no como palabra humana,
sino - como es en realidad- como palabra de Dios, que ejerce su acción en
vosotros, los creyentes.
RESPONSORIO BREVE
V. Suba, Señor, a ti mi oración.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
V. Como incienso en tu presencia.
R. A ti mi oración.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL
SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.
PRECES
Alabemos a Cristo, que ama a la Iglesia
y le da alimento y calor, y roguémosle confiados diciendo:
Atiende, Señor, los deseos de tu pueblo.
Haz, Señor, que todos los hombres se salven
y lleguen al conocimiento de la verdad.
Guarda con tu protección al papa Francisco y a nuestro obispo N.,
ayúdalos con el poder de tu brazo.
Ten compasión de los que no encuentran trabajo
y haz que consigan un empleo digno y estable.
Señor, sé refugio de los oprimidos
y protégelos en todas sus necesidades.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Te pedimos por el eterno descanso de los que durante su vida ejercieron el
ministerio para el bien de tu iglesia:
que también te celebren eternamente en tu reino.
Fieles a la recomendación del Salvador nos atrevemos a decir:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, que has
querido asistirnos en el trabajo que nosotros, tus siervos inútiles, hemos
realizado hoy, te pedimos que, al llegar al término de este día, acojas
benignamente nuestro sacrificio vespertino de acción de gracias y recibas con
bondad la alabanza que te dirigimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos
de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 25 DE NOVIEMBRE 2024
Lecturas del Lunes de la XXXIV
Semana del Tiempo Ordinario.
25 Nov 2024
Primera Lectura
Lectura
del libro del Apocalipsis (14,1-3.4b-5):
Yo,
Juan, miré y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el monte Sion, y con él
ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban grabados en la frente su nombre y el
nombre de su Padre. Oí también como una voz del cielo, como voz de muchas aguas
y como voz de un trueno poderoso; y la voz que escuché era como de citaristas
que tañían sus citaras.
Estos siguen al Cordero adondequiera que vaya. Estos fueron rescatados como
primicias de los hombres para Dios y el Cordero. En su boca no se halló
mentira: son intachables.
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
23,1-2.3-4ab.5-6
R/. Esta es la generación que busca
tu rostro, Señor.
V/.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.
V/.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.
V/.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.
Lecturas del Lunes de la XXXIV
Semana del Tiempo Ordinario.
25 Nov 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (21,1-4)*
En
aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos, vio a unos ricos que echaban donativos
en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas,
y dijo:
«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos
esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa
necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Porque todos los demás han echado de lo que les sobra, pero
ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.)
*Ver a esta viuda pobre dándome
ejemplos de vida, descubrir que ella no tiene puesta su vida en los bienes de
esta tierra. Ver como ella, hace fila para desprenderse de todo cuanto tenía
para vivir, a ella no le preocupaba el mañana, ella vive en el hoy, y lo más
lejos que tenía esta viuda es que el Señor, la estaba mirando, que él estaba
pendiente de ella. La buena noticia es la ayuda que me trae el Señor, para que
no dude, que no viva para mí, que me llene de valor; y tenga la fuerza de
preocuparme por los demás, porque el Señor, también está pendiente de mí, sin
importar por la situación que esté pasando, el Señor está pendiente de
mi*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.