Musica Para el Alma

viernes, 19 de marzo de 2021

GOTAS DE MISERICORDIA


 

EVANGELIO DE JUAN 7,40-53 CICLO B


 

Sábado, 20 de marzo de 2021

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Juan (7,40-53)*

En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían:
«Este es de verdad el profeta».
Otros decían:
«Este es el Mesías».
Pero otros decían:
«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron:
«¿Por qué no lo habéis traído?».
Los guardias respondieron:
«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
Los fariseos les replicaron:
«También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo:
«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».
Ellos le replicaron:
«¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».
Y se volvieron cada uno a su casa.

Palabra del Señor

 

«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».

 

*Me llena de esperanza, el comentario de los guardias que tenían la orden de apresar al Señor «Jamás ha hablado nadie como ese hombre». Esta expresión me ha cautivado, porque ellos hablan con el corazón en las manos, ellos que están acostumbrados a recibir órdenes y a cumplirla sin desobedecer; se encontraron con alguien que les habló al corazón, alguien que les habló con dulzura, con amor. A eso me llama a mí el Señor, (a escuchar, poniendo mucha atención), para que su palabra pueda seducir mi corazón con su amor y a déjame embaucar por sus encantos, hasta el punto de hacerme un esclavo de su palabra, que me traen la luz, la verdad y la liberta*

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.

EL ÁNGELUS


 El Ángelus

 

V/. El ángel del Señor anunció a María.

R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve, María…

 

V/. He aquí la esclava del Señor.

R/. Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve, María…

 

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.

R/. Y habitó entre nosotros.

Dios te salve, María…

 

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

 

Oración

 

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su re­su­rrección. Por Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

 

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

 

*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*

 

 

 

 

EL SANTO ROSARIO

.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)

.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…

.1º La Resurrección del Señor (MATEO  28,1-10)

.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)

.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS  2,1-13)

4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )

.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)

.

Oremos:

Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 

Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)

 

.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…

.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)

 2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)

 3º El Nacimiento del niño Dios.  (Lc 2, 1-20)

 4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)

 5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)

 

.Oremos:  

Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

 

.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)

 

.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…

.1º La oración del huerto. (LUCAS  22,39-46)

.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)

.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)

.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS  23,26-32)

.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)

 

Oremos:

Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

 

.Misterios Luminosos (JUEVES)

.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…

.1º El Bautismo del Señor (MATEO  3, 13-17)  

.2º La Boda de Caná (JUAN  2,1-11)

.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS  1, 14-15)

.4º La Transfiguración (MATEO  17,1-5)

.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO  26, 26-28)

.

Oremos:  

Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL SÁBADO 20. SAN DANIEL, PROFETA


 

*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*

 

Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén

 

*San Daniel, Profeta*
20 de Marzo

 

 

TIEMPO DE CUARESMA
SÁBADO DE LA SEMANA IV
Propio del Tiempo. Salterio IV

20 de marzo

 

 

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)


V. 
Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. A Cristo, el Señor, que por nosotros fue tentado y por nosotros murió, venid, adorémosle.

Himno: LOS HOMBROS TRAIGO CARGADOS.

Los hombros traigo cargados
de graves culpas, mi Dios;
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.

Yo soy quien ha de llorar,
por ser acto de flaqueza;
que no hay en naturaleza
más flaqueza que el pecar.

Y, pues andamos trocados,
que yo peco y lloráis vos,
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.

Vos sois quien cargar se puede
estas mis culpas mortales,
que la menor destas tales
a cualquier peso excede;

y, pues que son tan pesados
aquestos yerros, mi Dios,
dadme esas lágrimas vos
y tomad estos pecados.

Al Padre, al Hijo, al Amor,
alegres cantad, criaturas,
y resuene en las alturas
toda gloria y todo honor. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.

Salmo 91 - ALABANZA A DIOS QUE CON SABIDURÍA Y JUSTICIA DIRIGE LA VIDA DE LOS HOMBRES.

Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes
sobre arpegios de cítaras.

Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.

Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.

Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos no temerán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.

El justo crecerá como una palmera
y se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;

en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Es bueno tocar para tu nombre, oh altísimo, y proclamar por la mañana tu misericordia.

Ant 2. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.

Cántico: DIOS RENOVARÁ A SU PUEBLO - Ez 36, 24-28

Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.

Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.

Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.

Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Os daré un corazón nuevo y os infundiré un espíritu nuevo.

Ant 3. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.

Salmo 8 MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.

Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser humano, para darle poder?

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:

rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por las aguas.

Señor, dueño nuestro,
¡que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. De la boca de los niños de pecho, Señor, has sacado una alabanza.

LECTURA BREVE   Is 1, 16-18

«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad lo que es justo, haced justicia al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid, y litigaremos —dice el Señor—. Aunque vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean rojos como escarlata, quedarán blancos como lana.»

RESPONSORIO BREVE

V. 
Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.

V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.

 

 

V. El que obra la verdad viene a la luz.
R. Y sus obras quedan de manifiesto.

PRIMERA LECTURA

De la carta a los Hebreos 10, 11-25

PERSEVERANCIA EN LA FE

Hermanos: Todo sacerdote asiste de pie cada día, oficiando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que de ningún modo pueden borrar los pecados. Cristo, en cambio, habiendo ofrecido un solo sacrificio en expiación de los pecados, está sentado para siempre a la diestra de Dios, y espera el tiempo que falta «hasta que sus enemigos sean hechos estrado de sus pies». Así, con una sola oblación, ha llevado para siempre a la perfección en la gloria a los que ha santificado.

Nos lo atestigua también el Espíritu Santo. Después de haber dicho: «Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días: Imprimiré mi ley en sus corazones, la escribiré en sus mentes», termina así: «De sus crímenes y pecados ya no me acordaré más.» Así que, allí donde se da remisión de los pecados, ya no hay más sacrificio por el pecado.

En virtud de la sangre de Cristo, tenemos, pues, hermanos, plena seguridad y confianza para entrar en el santuario. Éste es el camino nuevo y lleno de vida, que ha inaugurado él para nosotros pasando por el velo, es decir, por su condición de sumisión a la muerte. Tenemos, pues, un gran sacerdote al frente de la casa de Dios. Acerquémonos, por lo tanto, con sinceridad de corazón, con plenitud de fe, purificados los corazones de toda mancha de que tengamos conciencia y lavado el cuerpo con agua pura. Mantengamos firmemente la profesión de nuestra esperanza (porque fiel es Dios que nos hizo las promesas); y miremos los unos por los otros, para estimularnos a la caridad y a las buenas obras. No desertemos de nuestra propia asamblea, como acostumbran algunos, sino alentémonos unos a otros; tanto más, cuanto que veis acercarse el Día del Señor.

RESPONSORIO    Cf. Hb 9, 15; 10, 20. 19; cf. Mi 2, 13

R. Cristo, mediador de la nueva alianza, * ha inaugurado para nosotros, pasando por el velo, es decir, por su condición de sumisión a la muerte, un camino nuevo y lleno de vida para entrar en el santuario.
V. Delante marcha el rey, el Señor a la cabeza.
R. Ha inaugurado para nosotros, pasando por el velo, es decir, por su condición de sumisión a la muerte, un camino nuevo y lleno de vida para entrar en el santuario.

SEGUNDA LECTURA

De la Constitución pastoral Gáudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, del Concilio Vaticano segundo
(Núms. 37-38)

TODA LA ACTIVIDAD DEL HOMBRE HA DE SER PURIFICADA POR EL MISTERIO PASCUAL

La sagrada Escritura, con la cual está de acuerdo la experiencia de los siglos, enseña a la familia humana que el progreso, altamente beneficioso para el hombre, también encierra, sin embargo, una gran tentación; pues los individuos y las colectividades, si llega a quedar subvertida la jerarquía de los valores y mezclado el bien con el mal, no miran más que a lo suyo, olvidando lo ajeno. Con lo cual el mundo no es ya el ámbito de una auténtica fraternidad, al tiempo que el poder creciente de la humanidad amenaza con destruir al propio género humano.

Si nos preguntamos cómo es posible superar tan deplorable calamidad, debemos saber que la respuesta cristiana es la siguiente: hay que purificar y perfeccionar por la cruz y resurrección de Cristo todas las actividades humanas, las cuales, a causa de la soberbia y del egoísmo, corren diario peligro.

El hombre, redimido por Cristo y hecho en el Espíritu Santo nueva creatura, puede y debe amar las cosas creadas por Dios. Pues de Dios las recibe, y las mira y respeta como objetos salidos de las manos de Dios.

Dando gracias por ellas al Bienhechor y usando y gozando de las creaturas con pobreza y libertad de espíritu, el hombre entra de veras en posesión del mundo, como quien nada tiene y es dueño de todo. Todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

El Verbo de Dios, por quien fueron hechas todas las cosas, hecho él mismo carne y habitando en la tierra, entró como hombre perfecto en la historia del mundo, asumiéndola y constituyéndose él mismo como centro y cabeza de todas las cosas. Es él quien nos revela que Dios es amor, a la vez que nos enseña que la ley fundamental de la perfección humana y, por tanto, de la transformación del mundo es el mandamiento nuevo del amor.

Así, pues, a los que creen en el amor divino les da la certeza de que el camino del amor está abierto para el hombre, y que el esfuerzo por instaurar la fraternidad universal no es una utopía. Al mismo tiempo advierte que esta caridad no hay que buscarla únicamente en los acontecimientos importantes, sino, ante todo, en la vida ordinaria.

Él, sufriendo la muerte por todos nosotros, pecadores, nos enseña con su ejemplo que hemos de llevar también la cruz, que la carne y el mundo echan sobre los hombros de quienes buscan la paz y la justicia.

Constituido Señor por su resurrección, Cristo, al que le ha sido dada toda potestad en el cielo y en la tierra, obra ya por la virtud de su Espíritu en el corazón del hombre, no sólo despertando el anhelo del siglo futuro, sino alentando, purificando y robusteciendo también, con ese deseo, aquellos generosos propósitos con los que la familia humana intenta hacer más llevadera su propia vida y someter la tierra a este fin.

Mas los dones del Espíritu Santo son diversos: pues mientras llama a unos para que den un manifiesto testimonio, por medio de su ardiente anhelo de la morada celestial, y conserven así vivo este anhelo en medio de la humanidad, a otros los llama para que se dediquen al servicio temporal de esa humanidad, y preparen así el material del reino de los cielos.

A todos, sin embargo, los libera, para que, con la abnegación propia y por el empleo de todas las energías terrenas en pro de la vida humana, proyecten su preocupación hacia los tiempos futuros, cuando la humanidad entera llegará a ser una ofrenda acepta a Dios.

RESPONSORIO    2Co 5, 15; Rm 4, 25

R. Cristo murió por todos, * para que los que viven no vivan ya para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
V. Fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitado para nuestra justificación.
R. Para que los que viven no vivan ya para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.



Sábado, 20 de marzo de 2021

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Juan (7,40-53)*

En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían:
«Este es de verdad el profeta».
Otros decían:
«Este es el Mesías».
Pero otros decían:
«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron:
«¿Por qué no lo habéis traído?».
Los guardias respondieron:
«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
Los fariseos les replicaron:
«También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo:
«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».
Ellos le replicaron:
«¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».
Y se volvieron cada uno a su casa.

Palabra del Señor

 

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Jamás hombre alguno ha hablado como éste.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR      Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Jamás hombre alguno ha hablado como éste.

PRECES

Demos gracias siempre y en todo lugar a Cristo, nuestro Salvador, y supliquémosle, diciendo:

Ayúdanos, Señor, con tu gracia.

Concédenos guardar sin mancha nuestros cuerpos,
para que el Espíritu Santo pueda habitar en ellos.

Desde el comienzo del día acrecienta en nosotros el amor a nuestros hermanos
y el deseo de cumplir tu voluntad en todas las acciones de esta jornada.

Danos hambre del alimento que perdura y da vida eterna,
y que tú diariamente nos proporcionas.

Que interceda por nosotros tu santísima Madre, refugio de pecadores,
para que obtengamos el perdón de nuestros pecados.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Pidamos al Padre que nos libre de todo mal, repitiendo la oración que Cristo nos enseñó:

Padre nuestro...

ORACION

Señor, que tu amor misericordioso dirija siempre nuestros deseos y actividades, pues sabemos que sin tu ayuda no podemos complacerte. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

 

*San Daniel, Profeta*
20 de Marzo

 

Los datos acerca de este santo los sabemos por el libro de Daniel, en la S. Biblia. Pertenecía a una familia importante de Jerusalem. Era muy inteligente y estudioso y de agradable presencia. Cuando el rey Nabucodonosor invadió a Jerusalem se lo llevó prisionero a Babilonia junto con otros jóvenes. Al darse cuenta de las cualidades de este adolescente, Nabucodonosor lo hace instruir en todas las ciencias políticas y sociales de su país.

 

Los enemigos de la religión acusaron a Daniel porque tres veces cada día se arrodillaba en la azotea de su casa a adorar y rezar a Dios. En castigo fue echado al foso donde había leones sin comer. Pero Dios hizo el milagro de que los leones no lo atacaran, y esto hizo que el rey creyera en el verdadero Dios. El joven se abstenía de tomar bebidas alcohólicas y de consumir alimentos prohibidos por la Ley de Moisés, y Dios en cambio le concedió una inmensa sabiduría, con la cual logró escalar los más altos puestos de gobierno hasta llegar a ser primer ministro bajo los gobiernos de Nabucodonosor, Baltasar, Darío y Ciro.

 

A su gran sabiduría, a su habilidad para gobernar y a su santidad debe él que a pesar de los cambios de gobierno lograra conservar su cargo durante el reinado de cuatro reyes. Daniel recibió de Dios la gracia de revelar sueños y visiones. Daniel fue un profeta tan estimado que pudo corregir a los mismos jefes de gobierno de su tiempo y sus correcciones fueron recibidas con buena voluntad. Ante el pueblo apareció siempre como un hombre iluminado por Dios y de una conducta ejemplar y como un creyente de una profunda piedad y devoción.

 

 

 

 

I VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Himno: INSIGNE DEFENSOR DE NUESTRA CAUSA.

Insigne defensor de nuestra causa,
Señor y Salvador del pueblo humano,
acoge nuestras súplicas humildes,
perdona nuestras culpas y pecados.

El día con sus gozos y sus penas
pasó dejando huellas en el alma,
igual que nuestros pies en su camino
dejaron en el polvo sus pisadas.

No dejes de mirarnos en la noche,
dormida nuestra vida en su regazo;
vigila el campamento de los hombres,
camino de tu reino ya cercano.

Ahuyenta de tu pueblo la zozobra,
sé nube luminosa en el desierto,
sé fuerza recobrada en el descanso,
mañana y horizonte siempre abierto.

Bendice, Padre santo, la tarea
del pueblo caminante en la promesa;
llegados a Emaús, tu Hijo amado
nos parta el pan y el vino de la cena. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Pondré mi ley en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Salmo 140, 1-9 - ORACIÓN ANTE EL PELIGRO

Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios;
no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
a cometer crímenes y delitos;
ni que con los hombres malvados
participe en banquetes.

Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
yo opondré mi oración a su malicia.

Sus jefes cayeron despeñados,
aunque escucharon mis palabras amables;
como una piedra de molino, rota por tierra,
están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.

Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indefenso;
guárdame del lazo que me han tendido,
de la trampa de los malhechores.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Pondré mi ley en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Ant 2. Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.

Salmo 141 - ORACIÓN DEL HOMBRE ABANDONADO: TU ERES MI REFUGIO

A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.

Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.

Me vuelvo a la derecha y miro:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.

A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi heredad en el país de la vida.»

Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.

Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.

Ant 3. A pesar de ser Hijo, aprendió en sus padecimientos la obediencia.

Cántico: CRISTO, SIERVO DE DIOS, EN SU MISTERIO PASCUAL - Flp 2, 6-11

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios,
al contrario, se anonadó a sí mismo,
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. A pesar de ser Hijo, aprendió en sus padecimientos la obediencia.

LECTURA BREVE   1Pe 1, 18-21

Ya sabéis con qué os rescataron: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el cordero sin defecto ni mancha. Ya de antes de la creación del mundo estaba él predestinado para eso; y al fin de los tiempos se ha manifestado por amor a vosotros. Por él creéis en Dios que lo resucitó de entre los muertos y lo glorificó. Así vuestra fe y esperanza se centran en Dios.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.
R. Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.

V. Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos.
R. Porque hemos pecado contra ti.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
El grano de trigo que cae a tierra queda infecundo, si no muere; pero, si muere, produce mucho fruto

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El grano de trigo que cae a tierra queda infecundo, si no muere; pero, si muere, produce mucho fruto

PRECES

Glorifiquemos a Cristo, el Señor, que ha querido ser nuestro Maestro, nuestro ejemplo y nuestro hermano, y supliquémosle, diciendo:

Renueva, Señor, a tu pueblo.

Cristo, hecho en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado, haz que nos alegremos con los que se alegran y sepamos llorar con los que están tristes,
para que nuestro amor crezca y sea verdadero.

Concédenos saciar tu hambre en los hambrientos
y tu sed en los sedientos.

Tú que resucitaste a Lázaro de la muerte,
haz que, por la fe y la penitencia, los pecadores vuelvan a la vida cristiana.

Haz que todos, según el ejemplo de la Virgen María y de los santos,
sigan con más diligencia y perfección tus enseñanzas.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Concédenos, Señor, que nuestros hermanos difuntos sean admitidos a la gloria de la resurrección
y gocen eternamente de tu amor.

Pidamos a nuestro Padre que nos dé la fuerza que necesitamos para no caer en la tentación:

Padre nuestro...

ORACION

Te pedimos, Señor, que enciendas nuestros corazones en aquel mismo amor con que tu Hijo ama al mundo y que lo impulsó a entregarse a la muerte por salvarlo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

LAS LECTURAS DEL SÁBADO 20 DE MARZO 2021


 

*Lecturas de la 4ª Semana del Tiempo Cuaresma Ciclo B*

Sábado, 20 de marzo de 2021

Primera lectura

Lectura del libro de Jeremías (11,18-20):

El Señor me instruyó, y comprendí,
me explicó todas sus intrigas.
Yo, como manso cordero,
era llevado al matadero;
desconocía los planes
que estaban urdiendo contra mí:
«Talemos el árbol en su lozanía,
arranquémoslo de la tierra de los vivos,
que jamás se pronuncie su nombre».
Señor del universo,
que juzgas rectamente,
que examinas las entrañas y el corazón,
deja que yo pueda ver
cómo te vengas de ellos,
pues a ti he confiado mi causa.


Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 7,2-3.9bc-10.11-12

R/.
 Señor, Dios mío, a ti me acojo

V/. Señor, Dios mío, a ti me acojo,
líbrame de mis perseguidores y sálvame;
que no me atrapen como leones
y me desgarren sin remedio. R/.

V/. Júzgame, Señor, según mi justicia,
según la inocencia que hay en mí.
Cese la maldad de los culpables,
y apoya tú al inocente,
tú que sondeas el corazón y las entrañas,
tú, el Dios justo. R/.

V/. Mi escudo es Dios,
que salva a los rectos de corazón.
Dios es un juez justo,
Dios amenaza cada día. R/.

 

Sábado, 20 de marzo de 2021

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Juan (7,40-53)*

En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían:
«Este es de verdad el profeta».
Otros decían:
«Este es el Mesías».
Pero otros decían:
«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron:
«¿Por qué no lo habéis traído?».
Los guardias respondieron:
«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
Los fariseos les replicaron:
«También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo:
«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».
Ellos le replicaron:
«¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».
Y se volvieron cada uno a su casa.

Palabra del Señor

 

«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».

 

*Me llena de esperanza, el comentario de los guardias que tenían la orden de apresar al Señor «Jamás ha hablado nadie como ese hombre». Esta expresión me ha cautivado, porque ellos hablan con el corazón en las manos, ellos que están acostumbrados a recibir órdenes y a cumplirla sin desobedecer; se encontraron con alguien que les habló al corazón, alguien que les habló con dulzura, con amor. A eso me llama a mí el Señor, (a escuchar, poniendo mucha atención), para que su palabra pueda seducir mi corazón con su amor y a déjame embaucar por sus encantos, hasta el punto de hacerme un esclavo de su palabra, que me traen la luz, la verdad y la liberta*

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.