Musica Para el Alma
domingo, 22 de agosto de 2021
EVANGELIO DE MATEO 23,13-22 CICLO B
*Lecturas del Lunes de la 21ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 23 de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (23,13-22)*
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos
hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis
vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y,
cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de
vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar
por el oro del templo sí obliga!" ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o
el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga,
jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es
más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar
jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura
también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de
Dios y también por el que está sentado en él.»
Palabra del Señor
(¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas,
que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni
dejáis entrar a los que quieren.)
*Esta palabra EL Señor, me invita a no colocarme en
el lado de los que impiden que otros puedan avanzar hacia el encuentro con el
Señor. Las personas no son tontas y ellas observan, si estoy o no detrás de los
caminos del Señor, porque siempre me estoy quejando de todo, si en mí forma de
hablar sienten que hay violencia, mi comportamiento no se corresponde con la
voluntad del Señor. El Señor me llama “Hipócrita”. La buena noticia, es que el
Señor utiliza esta palabra como una escoba para barrer todo la basura y la
tierra que se han acumulado en mi vida, para que sea totalmente libre para amar
y para seguirlo de corazón*
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES DEL LUNES 23. SAN FELIPE BENIZI
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Felipe Benizi*
23 de Agosto
LUNES SEMANA I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Entremos a la presencia del Señor dándole gracias.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Entremos a la presencia del Señor dándole gracias.
Himno: DEJADO YA EL DESCANSO DE LA NOCHE
Dejado ya el descanso de la noche,
despierto en la alegría de tu amor,
concédeme tu luz que me ilumine
como ilumina el sol.
No sé lo que será del nuevo día
que entre luces y sombras viviré,
pero sé que, si tú vienes conmigo,
no fallará mi fe.
Tal vez me esperen horas de desierto
amargas y sedientas, mas yo sé
que, si vienes conmigo de camino,
jamás yo tendré sed.
Concédeme vivir esta jornada
en paz con mis hermanos y mi Dios,
al sentarnos los dos para la cena,
párteme el pan, Señor.
Recibe, Padre santo, nuestro ruego,
acoge por tu Hijo la oración
que fluye del Espíritu en el alma
que sabe de tu amor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.
Salmo 5, 2-10. 12-13 - ORACIÓN DE LA MAÑANA DE UN JUSTO PERSEGUIDO
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.
A ti te suplico, Señor;
por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.
Tú no eres un Dios que ame la maldad,
ni el malvado es tu huésped,
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.
Detestas a los malhechores,
destruyes a los mentirosos;
al hombre sanguinario y traicionero
lo aborrece el Señor.
Pero yo, por tu gran bondad,
entraré en tu casa,
me postraré ante tu templo santo
con toda reverencia.
Señor, guíame con tu justicia,
porque tengo enemigos;
alláname tu camino.
En su boca no hay sinceridad,
su corazón es perverso;
su garganta es un sepulcro abierto,
mientras halagan con la lengua.
Que se alegren los que se acogen a ti,
con júbilo eterno;
protégelos, para que se llenen de gozo
los que aman tu nombre.
Porque tú, Señor, bendices al justo,
y como un escudo lo rodea tu favor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.
Ant 2. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.
Cantico: SÓLO A DIOS HONOR Y GLORIA 1Cro 29, 10-13
Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,
tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria,
tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos.
Por eso, Dios nuestro,
nosotros te damos gracias,
alabando tu nombre glorioso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.
Ant 3. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
Salmo 28 - MANIFESTACIÓN DE DIOS EN LA TEMPESTAD.
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Dios de la gloria hace oír su trueno,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica,
la voz del Señor descuaja los cedros,
el Señor descuaja los cedros del Líbano.
Hace brincar al Líbano como a un novillo,
al Sarión como a una cría de búfalo.
La voz del Señor lanza llamas de fuego,
la voz del Señor sacude el desierto,
el Señor sacude el desierto de Cadés.
La voz del Señor retuerce los robles,
el Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
El trono del Señor está encima de la tempestad,
el Señor se sienta como rey eterno.
El Señor da fuerza a su pueblo,
el Señor bendice a su pueblo con la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
LECTURA BREVE 2Ts 3, 10b-13
Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Porque nos hemos enterado que
hay entre vosotros algunos que viven desconcertados, sin trabajar nada, pero
metiéndose en todo. A éstos les mandamos y les exhortamos en el Señor
Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan. Vosotros,
hermanos, no os canséis de hacer el bien.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendito el Señor ahora y por siempre.
R. Bendito el Señor ahora y por siempre.
V. Solo él hizo maravillas.
R. Ahora y por siempre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bendito el Señor ahora y por siempre.
Primera Lectura
De la carta a los Efesios 4, 25-5, 7
SED IMITADORES DE DIOS
Hermanos: Dejaos de mentiras, hable cada uno con verdad a su prójimo, que somos
miembros unos de otros. Si os indignáis, no lleguéis a pecar; que la puesta del
sol no os sorprenda en vuestro enojo. No dejéis lugar al diablo.
El ladrón, que no robe más; mejor será que se fatigue trabajando honradamente
con sus propias manos, para poder repartir con el necesitado. No salga de
vuestra boca palabra desedificante, sino la que sirva para la necesaria
edificación, comunicando la gracia a los oyentes. Y no provoquéis más al Santo
Espíritu de Dios, con el cual fuisteis marcados para el día de la redención.
Desterrad de entre vosotros todo exacerbamiento, animosidad, ira, pendencia,
insulto y toda clase de maldad. Sed, por el contrario, bondadosos y compasivos
unos con otros, y perdonaos mutuamente como también Dios os ha perdonado en
Cristo.
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados que sois. Y vivid en el amor a ejemplo
de Cristo, que os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación de suave fragancia.
Por otra parte, de lujuria, inmoralidad de cualquier género o codicia, entre
vosotros ni hablar; es impropio de gente consagrada. Y lo mismo obscenidades,
estupideces o chabacanerías, que están fuera de sitio; en lugar de eso, dad
gracias a Dios. Porque esto que digo, tenedlo por sabido y resabido: nadie que
se da a la lujuria, a la inmoralidad o a la codicia, que es una idolatría,
tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios. Que nadie os engañe con
argumentos especiosos: estas cosas son las que atraen la reprobación de Dios sobre
los rebeldes. Por eso, no os hagáis cómplices de ellos.
Responsorio Ef 4, 30; 1Ts 5, 16.
18. 19
R. No provoquéis al Santo Espíritu de Dios, * con
el cual fuisteis marcados para el día de la redención.
V. Alegraos siempre y dad gracias a Dios en toda ocasión; no
impidáis las manifestaciones del Espíritu.
R. Con el cual fuisteis marcados para el día de la redención.
Segunda Lectura
Del comentario de santo Tomás de Aquino, presbítero, sobre el
evangelio de san Juan
(Cap. 10, lect. 3)
EL RESTO DE ISRAEL PASTARÁ Y SE TENDERÁ SIN SOBRESALTOS
Yo soy el buen Pastor. Es evidente que el oficio de pastor compete
a Cristo, pues, de la misma manera que el rebaño es guiado y alimentado por el
pastor, así Cristo alimenta a los fieles espiritualmente y también con su
cuerpo y su sangre. Andabais descarriados como ovejas -dice el Apóstol-, pero
ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.
Pero ya que Cristo, por una parte, afirma que el pastor entra por la puerta y,
en otro lugar, dice que él es la puerta, y aquí añade que él es el pastor, debe
concluirse de todo ello, que Cristo entra por sí mismo. Y es cierto que Cristo
entra por sí mismo, pues él se manifiesta a sí mismo, y por sí mismo conoce al
Padre. Nosotros, en cambio, entramos por él, pues es por él que alcanzamos la
felicidad.
Pero, fíjate bien: nadie que no sea él es puerta, porque nadie sino él es luz
verdadera, a no ser por participación: No era él -es decir, Juan Bautista-la
luz, sino testigo de la luz. De Cristo, en cambio, se dice: Era la luz
verdadera; que alumbra a todo hombre. Por ello, de nadie puede decirse que sea
puerta; esta cualidad Cristo se la reservó para sí; el oficio, en cambio, de
pastor lo dio también a otros y quiso que lo tuvieran sus miembros: por ello,
Pedro fue pastor, y pastores fueron también los otros apóstoles, y son pastores
todos los buenos obispos. Os daré -dice la Escritura-pastores a mi gusto. Pero,
aunque los prelados de la Iglesia, que también son hijos, sean todos llamados
pastores, sin embargo, el Señor dice en singular: Yo soy el buen Pastor; con
ello quiere estimularlos a la caridad, insinuándoles que nadie puede ser buen
pastor, si no llega a ser una sola cosa con Cristo por la caridad y se convierte
en miembro del verdadero pastor.
El deber del buen pastor es la caridad; por eso dice: El buen pastor da la vida
por las ovejas. Conviene, pues, distinguir entre el buen pastor y el mal
pastor: el buen pastor es aquel que busca el bien de sus ovejas, en cambio, el
mal pastor es el que persigue su propio bien.
A los pastores que apacientan rebaños de ovejas no se les exige exponer su
propia vida a la muerte por el bien de su rebaño, pero, en cambio, el pastor
espiritual sí que debe renunciar a su vida corporal ante el peligro de sus
ovejas, porque la salvación espiritual del rebaño es de más precio que la vida
corporal del pastor. Es esto precisamente lo que afirma el Señor: El buen
pastor da la vida -la vida del cuerpo-por las ovejas, es decir, por las que son
suyas por razón de su autoridad y de su amor. Ambas cosas se requieren: que las
ovejas le pertenezcan y que las ame, pues lo primero sin lo segundo no sería suficiente.
De este proceder Cristo nos dio ejemplo: Si Cristo dio su vida por nosotros,
también nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos.
Responsorio Ez 34, 12; Jn 10, 28
R. Buscaré mis ovejas, * y las sacaré de
todos los lugares por donde se dispersaron en un día de oscuridad y nubarrones.
V. Mis ovejas nunca jamás perecerán, ni nadie las arrebatará de
mis manos.
R. Y las sacaré de todos los lugares por donde se dispersaron
en un día de oscuridad y nubarrones.
*Lecturas del Lunes de la 21ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 23 de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (23,13-22)*
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos
hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis
vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y,
cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de
vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar
por el oro del templo sí obliga!" ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o
el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga,
jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es
más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar
jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura
también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de
Dios y también por el que está sentado en él.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.
PRECES
Proclamemos la grandeza de Cristo, lleno de gracia y del Espíritu
Santo, y acudamos a él diciendo:
*Concédenos, Señor, tu Espíritu*.
Concédenos, Señor, un día lleno de paz, de alegría y de inocencia
para que, al llegar a la noche, podamos alabarte con gozo y limpios de pecado.
Que baje hoy a nosotros tu bondad
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Muéstranos tu rostro propicio y danos tu paz
para que durante todo el día sintamos cómo tu mano nos protege.
Mira con bondad a cuantos se han encomendado a nuestras oraciones
y enriquécelos con toda clase de bienes.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Terminemos nuestra oración con la plegaria que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Tu gracia, Señor, inspire nuestras obras, las sostenga y acompañe;
para que todo nuestro trabajo brote de ti, como de su fuente, y tienda a ti,
como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*San Felipe Benizi*
El hijo más ilustre y el más ardiente propagador de la
congregación de los servitas en Italia nació en el seno de una noble familia de
Florencia el 15 de agosto de 1233. A los 13 años fue a vivir a París a estudiar
medicina. De París pasó a Padua donde a los 19 años obtuvo el grado de doctor
en medicina y filosofía, regresando a su ciudad natal y ejerciendo por un año
su profesión. Durante ese tiempo, estudió las Sagradas Escrituras y oraba
frecuentemente ante un crucifijo del templo abacial de Fiésole para obtener la
luz del cielo sobre su vocación. Sus oraciones dieron fruto, y estando un día
orando en el templo de Fiésole, escucho una voz que venía del crucifijo y que
lo invitaba a ponerse bajo la protección de la Santísima Virgen en la Orden de
los Servitas.
Felipe pidió la admisión en Monte Senario y recibió de manos de
San Bonfilio el hábito de los hermanos lego. Los superiores le ordenaron
trabajar en el huerto, pedir limosna y algunas faenas duras y difíciles del
campo. El santo se entregó por completo a dichas labores, orando
incansablemente durante todas ellas. En 1258 fue enviado al convento de Siena,
y durante el camino intervino en una polémica discusión sobre los dogmas de la
fe, en la cual Felipe supo intervenir brillantemente aclarando y dando el
verdadero sentido sobre lo dicho. Dos miembros de su congregación, que viajaban
con él, dieron cuenta al prior general, quien al constatar la sabiduría del
santo, lo ordenó sacerdote, y en 1262, fue nombrado maestro de novicios del
convento de Siena, y Vicario asistente del prior general. En 1267, por voto
unánime, el santo fue elegido prior general de la orden religiosa. Como primera
labor, visitó todos los conventos de la orden que estaban en el norte de Italia
invitando a las gentes a convertirse y someterse a la protección de la Virgen
Madre. Luego, y al finalizar un intenso y largo retiro espiritual, San Felipe
decidió visitar los conventos de Alemania y Francia.
En el Concilio de Lyon, San Felipe impresionó a todos por su
sabiduría y don de las lenguas, don que fue utilizado por el santo para la
conversión de los pecadores y reconciliación de los cismáticos de muchos
lugares del mundo a donde iba a predicar el Evangelio; sin embargo, toda su
fama no era suficiente para obtener la aprobación pontificia para la Orden de
los Siervos de María.
En 1284, San Alejo puso bajo la dirección de San Felipe a su
sobrina Santa Juliana, la cual fundó la tercera orden de las Siervas de María.
El santo se encargó también de enviar a los primeros misioneros servitas al
oriente, algunos de ellos, derramaron su sangre por mantenerse firmes en su fe
a Cristo.
Cuando comprendió que se acercaba la hora de su muerte, en el año
1285, San Felipe decidió retirarse descansar al convento más sencillo y humilde
de la orden religiosa, donde pasó sus últimos días, orando y postrado ante la
imagen de la Virgen María. Falleció durante el angelus vespertino, y en 1761
fue canonizado. Su fiesta fue extendida a toda la Iglesia occidental en 1694.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: LIBRA MIS OJOS DE LA MUERTE.
Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz, que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.
Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva,
cura su fiebre posesiva
y ábrela al bien de mis hermanos.
Haz que mi pie vaya ligero.
Da de tu pan y de tu vaso
al que te sigue, paso a paso,
por lo más duro del sendero.
Que yo comprenda, Señor mío,
al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.
Guarda mi fe del enemigo.
¡Tantos me dicen que estás muerto!
Y entre la sombra y el desierto
dame tu mano y ven conmigo. Amén
SALMODIA
Ant 1. El Señor se complace en los justos.
Salmo 10 - EL SEÑOR ESPERANZA DEL JUSTO
Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:
«escapa como un pájaro al monte,
porque los malvados tensan el arco,
ajustan las saetas a la cuerda,
para disparar en la sombra contra los buenos?
Cuando fallan los cimientos,
¿qué podrá hacer el justo?»
Pero el Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo detesta.
Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,
les tocará en suerte un viento huracanado.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor se complace en los justos.
Ant 2. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Salmo 14 - ¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Ant 3. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.
LECTURA BREVE Col 1, 9b-11
Llegad a la plenitud en el conocimiento de la voluntad de Dios, con toda
sabiduría e inteligencia espiritual. Así caminaréis según el Señor se merece y
le agradaréis enteramente, dando fruto en toda clase de obras buenas y
creciendo en el conocimiento de Dios. Fortalecidos en toda fortaleza, según el
poder de su gloria, podréis resistir y perseverar en todo con alegría.
RESPONSORIO BREVE
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
V. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
R. Porque he pecado contra ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi
humillación.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi
humillación.
PRECES
Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que recordando siempre su
santa alianza, no cesa de bendecirnos, y digámosle con ánimo confiado:
Favorece a tu pueblo, Señor.
Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice a tu heredad.
Congrega en la unidad a todos los cristianos:
para que el mundo crea en Cristo, tu enviado.
Derrama tu gracia sobre nuestros familiares y amigos:
que encuentren en ti, Señor, su verdadera felicidad.
Muestra tu amor a los agonizantes:
que puedan contemplar tu salvación.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Ten piedad de los que han muerto
y acógelos en el descanso de Cristo.
Terminemos nuestra oración con las palabras que nos enseñó Cristo:
Padre nuestro...
ORACION
Nuestro humilde servicio, Señor, proclame tu grandeza, y ya que
por nuestra salvación te dignaste mirar la humillación de la Virgen María, te
rogamos nos enaltezcas llevándonos a la plenitud de la salvación. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 23 DE AGOSTO 2021
*Lecturas del Lunes de la 21ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 23 de agosto de 2021
Primera lectura
Comienzo de
la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5.8b-10):
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en
el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por
todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro
Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro
amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien
sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido y que, cuando se
proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza
del Espíritu Santo y convicción profunda. Sabéis cuál fue nuestra actuación
entre vosotros para vuestro bien. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en
boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos
mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando
los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir
aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de
entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
149,1-2.3-4.5-6a.9b
R/. El Señor ama a su
pueblo
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.
*Lecturas del Lunes de la 21ª semana del Tiempo Ordinario*
Lunes, 23 de agosto de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (23,13-22)*
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos
hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis
vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y
fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y,
cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de
vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar
por el oro del templo sí obliga!" ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o
el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga,
jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es
más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar
jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura
también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de
Dios y también por el que está sentado en él.»
Palabra del Señor
(¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas,
que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni
dejáis entrar a los que quieren.)
*Esta palabra EL Señor, me invita a no colocarme en
el lado de los que impiden que otros puedan avanzar hacia el encuentro con el
Señor. Las personas no son tontas y ellas observan, si estoy o no detrás de los
caminos del Señor, porque siempre me estoy quejando de todo, si en mí forma de
hablar sienten que hay violencia, mi comportamiento no se corresponde con la
voluntad del Señor. El Señor me llama “Hipócrita”. La buena noticia, es que el
Señor utiliza esta palabra como una escoba para barrer todo la basura y la
tierra que se han acumulado en mi vida, para que sea totalmente libre para amar
y para seguirlo de corazón*
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.