Musica Para el Alma
jueves, 10 de octubre de 2024
LUCAS 11,15-26 CICLO B
Viernes,
11 de octubre de 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san
Lucas (11,15-26)*
15 Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul,
Príncipe de los demonios, expulsa los demonios.»
16 Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal
del cielo.
17 Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae.
18 Si, pues, también Satanás está dividido contra sí
mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo expulso los
demonios por Beelzebul.
19 Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por
quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces.
20 Pero si por el dedo de Dios expulso yo los
demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
21 Cuando uno fuerte y bien armado custodia su
palacio, sus bienes están en seguro;
22 pero si llega uno más fuerte que él y le vence,
le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos.»
23 «El que no está conmigo, está contra mí, y el que
no recoge conmigo, desparrama.
24 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda
vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice:
"Me volveré a mi casa, de donde salí."
25 Y al llegar la encuentra barrida y en orden.
26 Entonces va y toma otros siete espíritus peores
que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor
que el principio.»
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Si
yo echo los demonios con el dedo de Dios)
*Es confortable saber que un solo dedo de mi Señor,
tiene mayor poder que todas las tinieblas del dueño del mal. El Señor me pide
que haga mío un viejo refrán que dice: Al que a buen albor se arrima, buena
sobra le da. Con sus palabras me está mostrando que si hay en mí un hombre
fuerte que está sujetando mi alma, llenándola de tristeza, de angustia y de miedo,
que no tema; porque vendrá otro mucho más fuerte que él, y viene vestido y
ceñido de majestad, con la fuerza de un búfalo, y con el poder de cambiar mi
tristeza, en danza, con el poder de cambiar mi luto, en alegría y con el poder
de cambiar mi miedo, en seguridad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL VIERNES 11
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*VIERNES SEMANA III*
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre
mis labios
R. Y mi boca proclamará tu
alabanza
Ant. Dad gracias al Señor,
porque es eterna su misericordia.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gracias al Señor,
porque es eterna su misericordia.
Himno: CREADOR
SEMPITERNO DE LAS COSAS.
Creador sempiterno de las cosas,
que gobiernas las noches y los días,
y, alternando la luz y las tinieblas,
alivias el cansancio de la vida.
Pon tus ojos, Señor, en quien vacila,
que a todos corrija tu mirada:
con ella sostendrás a quien tropieza
y harás que pague su delito en lágrimas.
Alumbra con tu luz nuestros sentidos,
desvanece el sopor de nuestras mentes,
y sé el primero a quien, agradecidas,
se eleven nuestras voces cuando suenen.
Glorificado sea el Padre eterno,
así como su Hijo Jesucristo,
y así como el Espíritu Paráclito,
ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Contra ti,
contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Salmo 50 -
CONFESIÓN DEL PECADOR ARREPENTIDO
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios,
Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado
tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Contra ti, contra ti solo
pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Ant 2. Reconocemos, Señor,
nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico:
LAMENTACIÓN DEL PUEBLO EN TIEMPO DE HAMBRE Y DE GUERRA - Jr 14,17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por que nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Reconocemos, Señor,
nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Ant 3. El Señor es Dios y
nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Salmo 99 -
ALEGRÍA DE LOS QUE ENTRAN EN EL TEMPLO.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es Dios y
nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
LECTURA
BREVE 2Co 12, 9b-10
Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de
Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las
privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque
cuando soy débil, entonces soy fuerte.
RESPONSORIO
BREVE
V. En la mañana
hazme escuchar tu gracia.
R. En la mañana hazme
escuchar tu gracia.
V. Indícame el camino que he
de seguir.
R. Hazme escuchar tu gracia.
V. Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la mañana hazme
escuchar tu gracia.
Primera Lectura
Del libro de Ben Sirá 6,
5-37
LA AMISTAD. EL
APRENDIZAJE DE LA SABIDURÍA
Una voz suave aumenta los
amigos, unos labios amables aumentan los saludos. Sean muchos los que te
saludan, pero confidente, uno entre mil; si adquieres un amigo, hazlo con
tiento, no te fíes en seguida de él; porque hay amigos de un momento que no
duran en el momento de peligro; hay amigos que se vuelven enemigos y te
afrentan descubriendo tus riñas; hay amigos que acompañan en la mesa y no
aparecen a la hora de la desgracia; cuando te va bien, están contigo, cuando te
va mal, huyen de ti; si te alcanza la desgracia, cambian de actitud y se
esconden de tu vista. Apártate de tu enemigo y sé cauto con tu amigo.
Al amigo fiel, tenlo por amigo; el que lo encuentra, encuentra un tesoro; un
amigo fiel no tiene precio ni se puede pagar su valor; un amigo fiel es un
talismán: el que teme a Dios lo alcanza; su camarada será como él, y sus
acciones como su fama. Hijo mío, desde la juventud busca la instrucción, y
hasta la vejez encontrarás sabiduría. Acércate a ella como quien ara y siega,
esperando abundante cosecha; cultivándola trabajarás un poco, y en seguida
comerás sus frutos. Al necio le resulta fatigosa, y el insensato no puede con
ella; lo oprime como piedra pesada, y no tarda en sacudírsela.
Porque la instrucción es como su nombre indica: no se manifiesta a muchos.
Escucha, hijo mío, mi opinión y no rechaces mi consejo: mete los pies en su
cepo y ofrece el cuello a su yugo, arrima el hombro para cargar con ella y no
te irrites con sus cadenas; con toda el alma acude a ella, con todas tus
fuerzas sigue sus caminos; rastréala, búscala, y la alcanzarás; cuando la
poseas, ya no la sueltes; al fin alcanzarás su descanso, y se te convertirá en
placer; sus cadenas se volverán baluarte, su coyunda, traje de gala; su yugo
será joya de oro, y sus correas, cintas de púrpura; como traje de gala la
llevarás, te la pondrás como corona festiva.
Si quieres, hijo mío, llegarás a sabio, si te empeñas, llegarás a sagaz; si te
gusta escuchar, aprenderás, si prestas oído, te instruirás. Procura escuchar
las explicaciones, no se te escape un proverbio sensato; observa quién es
inteligente, y madruga para visitarlo, que tus pies desgasten sus umbrales.
Reflexiona sobre el temor del Altísimo y medita sin cesar sus mandamientos: él
te dará la inteligencia y, según tus deseos, te hará sabio.
Responsorio Cf. Sir 6, 37. 23
R. Reflexiona sobre el
temor del Altísimo y medita sin cesar sus mandamientos: * él, según tus deseos, te hará sabio.
V. La sabiduría, con
los que la conocen, persevera hasta la presencia de Dios.
R. Él, según tus
deseos, te hará sabio.
Segunda Lectura
Del primer Conmonitorio
de san Vicente de Lerins, presbítero
(Cap. 23: PL 50, 667-668)
EL PROGRESO DEL DOGMA
CRISTIANO
¿Es posible que se dé en
la Iglesia un progreso en los conocimientos religiosos? Ciertamente que es
posible, y la realidad es que este progreso se da.
En efecto, ¿quién envidiaría tanto a los hombres y sería tan enemigo de Dios
como para impedir este progreso? Pero este progreso sólo puede darse con la
condición de que se trate de un auténtico progreso en el conocimiento de la fe,
no de un cambio en la misma fe.
Lo propio del progreso es
que la misma cosa que progresa crezca y aumente, mientras lo característico del
cambio es que la cosa que se muda se convierta en algo totalmente distinto.
Es conveniente, por tanto, que, a través de todos los tiempos y de todas las
edades, crezca y progrese la inteligencia, la ciencia y la sabiduría de cada
una de las personas y del conjunto de los hombres, tanto por parte de la
Iglesia entera, como por parte de cada uno de sus miembros. Pero este
crecimiento debe seguir su propia naturaleza, es decir, debe estar de acuerdo
con las líneas del dogma y debe seguir el dinamismo de una única e idéntica
doctrina.
Que el conocimiento religioso imite, pues, el modo como crecen los cuerpos, los
cuales, si bien con el correr de los años se van desarrollando, conservan, no
obstante, su propia naturaleza.
Gran diferencia hay entre
la flor de la infancia y la madurez de la ancianidad, pero, no obstante, los
que van llegando ahora a la ancianidad son, en realidad, los mismos que hace un
tiempo eran adolescentes. La estatura y las costumbres del hombre pueden
cambiar, pero su naturaleza continúa idéntica y su persona es la misma.
Los miembros de un recién nacido son pequeños, los de un joven están ya
desarrollados; pero, con todo, uno y el otro tienen el mismo número de
miembros. Los niños tienen los mismos miembros que los adultos y si algún
miembro del cuerpo no es visible hasta la pubertad, este miembro, sin embargo,
existe ya como un embrión en la niñez, de tal forma que nada llega a ser
realidad en el anciano que no se contenga como en germen en el niño.
No hay, pues, duda alguna: la regla legítima de todo progreso y la norma recta
de todo crecimiento consiste en que, con el correr de los años, vayan
manifestándose en los adultos las diversas perfecciones de cada uno de aquellos
miembros que la sabiduría del Creador había ya preformado en el cuerpo del
recién nacido.
Porque, si aconteciera que un ser humano tomara apariencias distintas a las de
su propia especie, sea porque adquiriera mayor número de miembros, sea porque
perdiera alguno de ellos, tendríamos que decir que todo el cuerpo perece o bien
que se convierte en un monstruo o, por lo menos, que ha sido gravemente
deformado.
Es también esto mismo lo
que acontece con los dogmas cristianos: las leyes de su progreso exigen que
éstos se consoliden a través de las edades, se desarrollen con el correr de los
años y crezcan con el paso del tiempo.
Nuestros mayores sembraron antiguamente, en el campo de la Iglesia, semillas de
una fe de trigo; sería ahora grandemente injusto e incongruente que nosotros,
sus descendientes, en lugar de la verdad del trigo, legáramos a nuestra
posteridad el error de la cizaña.
Al contrario, lo recto y, consecuente, para que no discrepen entre sí la raíz y
sus frutos, es que de las semillas de una doctrina de trigo recojamos el fruto
de un dogma de trigo; así, al contemplar cómo a través de los siglos aquellas
primeras semillas han crecido y se han desarrollado, podremos alegrarnos de
cosechar el fruto de los primeros trabajos.
Responsorio Dt 4, 1. 2; Jn 6, 64
R. Escucha, Israel,
los mandatos y decretos que yo te enseño: * No añadáis nada a lo que os mando, ni
suprimáis nada.
V. Las palabras que yo
os he dicho son espíritu y vida.
R. No añadáis nada a
lo que os mando, ni suprimáis nada.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,15-26):
15 Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de
los demonios, expulsa los demonios.»
16 Otros, para ponerle a prueba,
le pedían una señal del cielo.
17 Pero él, conociendo sus
pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y
casa contra casa, cae.
18 Si, pues, también Satanás está
dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo
expulso los demonios por Beelzebul.
19 Si yo expulso los demonios por
Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán
vuestros jueces.
20 Pero si por el dedo de Dios
expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
21 Cuando uno fuerte y bien armado
custodia su palacio, sus bienes están en seguro;
22 pero si llega uno más fuerte
que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus
despojos.»
23 «El que no está conmigo, está
contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.
24 «Cuando el espíritu inmundo
sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no
encontrarlo, dice: "Me volveré a mi casa, de donde salí."
25 Y al llegar la encuentra
barrida y en orden.
26 Entonces va y toma otros siete
espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre
viene a ser peor que el principio.»
Palabra del
Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. El Señor ha
visitado y redimido a su pueblo.
Cántico de
Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor ha visitado y
redimido a su pueblo.
PRECES
Invoquemos a
Cristo, que nació, murió y resucitó por su pueblo, diciendo:
Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre.
Te bendecimos, Señor, a ti que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz:
mira con bondad a tu familia santa, redimida con tu sangre.
Tú que prometiste a los que en ti creyeran que manarían de su interior
torrentes de agua viva,
derrama tu Espíritu sobre todos los hombres.
Tú que enviaste a los discípulos a predicar el Evangelio,
haz que los cristianos anuncien tu palabra con fidelidad.
A los enfermos y a todos los que has asociado a los sufrimientos de tu pasión,
concédeles fortaleza y paciencia.
Se pueden
añadir algunas intenciones libres
Llenos del Espíritu de Jesucristo, acudamos a nuestro Padre común, diciendo:
Padre
nuestro...
ORACION
Ilumina,
Señor, nuestros corazones y fortalece nuestras voluntades, para que sigamos
siempre el camino de tus mandatos, reconociéndote como nuestro guía y maestro.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos
bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven
en mi auxilio
R. Señor, date prisa en
socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: YO HE
SENTIDO, SEÑOR, TU VOZ AMANTE
Yo he sentido, Señor, tu voz amante,
en el misterio de las noches bellas,
y en el suave temblor de las estrellas
la armonía gocé de tu semblante.
No me llegó tu acento amenazante
entre el fragor de trueno y de centellas;
al ánima llamaron tus querellas
como el tenue vagido de un infante.
¿Por qué no obedecí cuando te oía?
¿Quién me hizo abandonar tu franca vía
y hundirme en las tinieblas del vacío?
Haz, mi dulce Señor, que en la serena
noche vuelva a escuchar tu cantilena;
¡ya no seré cobarde, Padre mío! Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es
grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Salmo 134 I -
HIMNO A DIOS POR SUS MARAVILLAS
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
Ant 2. Casa de Israel, bendice
al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Salmo 134 II.
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Casa de Israel, bendice
al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Ant 3. Vendrán todas las
naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
Cántico: CANTO
DE LOS VENCEDORES Ap 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vendrán todas las
naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.
LECTURA
BREVE St 1, 2-4
Hermanos míos, si estáis sometidos a tentaciones diversas, consideradlo como
una alegría, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia. Pero
haced que la constancia dé un resultado perfecto, para que seáis perfectos e
íntegros, sin defectos en nada.
RESPONSORIO
BREVE
V. Cristo nos
ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha
absuelto por la virtud de su sangre.
V. Y ha hecho de nosotros
reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su
sangre.
V. Gloria al Padre, y al
Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha
absuelto por la virtud de su sangre.
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. El Señor nos
auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.
Cántico de
María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor nos auxilia a
nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.
PRECES
Invoquemos al
Hijo de Dios, a quien el Padre entregó por nuestras faltas y lo resucitó para
nuestra justificación, diciendo:
Señor, ten piedad.
Escucha, Señor, nuestras súplicas, perdona los pecados de los que se confiesen
culpables
y en tu bondad otórganos el perdón y la paz.
Tú que, por medio del Apóstol nos has enseñado que donde se multiplicó el
pecado sobreabundó mucho más la gracia,
perdona con largueza nuestros muchos pecados.
Hemos pecado mucho, Señor, pero confiamos en tu misericordia infinita;
vuélvete a nosotros para que podamos convertirnos a ti.
Salva a tu pueblo de sus pecados, Señor,
y sé benévolo con nosotros.
Se pueden
añadir algunas intenciones libres
Tú que abriste las puertas del paraíso al buen ladrón,
ábrelas también para nuestros hermanos difuntos.
Reconociendo que nuestra fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios,
digamos confiadamente:
Padre
nuestro...
ORACION
Señor, Padre
santo, que quisiste que tu Hijo fuese el precio de nuestro rescate, haz que
vivamos de tal manera que, tomando parte en los padecimientos de Cristo, nos
gocemos también en la revelación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por
los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos
bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL VIERNES 11 DE OCTUBRE 2024
*Lecturas
de la27º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Viernes,
11 de octubre de 2024
Primera
lectura
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (3,7-14):
Comprended de una vez que hijos de Abrahán son los
hombres de fe. Además, la Escritura, previendo que Dios justificaría a los
gentiles por la fe, le adelantó a Abrahán la buena noticia: «Por ti serán
benditas todas las naciones.» Así que son los hombres de fe los que reciben la
bendición con Abrahán, el fiel. En cambio, los que se apoyan en la observancia
de la ley tienen encima una maldición, porque dice la Escritura: «Maldito el
que no cumple todo lo escrito en el libro de la ley.» Que en base a la ley
nadie se justifica ante Dios es evidente, porque lo que está dicho es que «el
justo vivirá por su fe», y la ley no arranca de la fe, sino que «el que la
cumple vivirá por ella.» Cristo nos rescató de la maldición de la ley,
haciéndose por nosotros un maldito, porque dice la Escritura: «Maldito todo el
que cuelga de un árbol.» Esto sucedió para que, por medio de Jesucristo, la
bendición de Abrahán alcanzase a los gentiles, y por la fe recibiéramos el
Espíritu prometido.
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
110,1-2.3-4.5-6
R/. El
Señor recuerda siempre su alianza
Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman. R/.
R/. El Señor recuerda siempre su alianza
Esplendor y belleza son su obra,
su generosidad dura por siempre;
ha hecho maravillas memorables,
el Señor es piadoso y clemente. R/.
R/. El Señor recuerda siempre su alianza
Él da alimento a sus fieles,
recordando siempre su alianza;
mostró a su pueblo la fuerza de su obrar,
dándoles la heredad de los gentiles. R/.
R/. El Señor recuerda siempre su alianza
Viernes,
11 de octubre de 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san
Lucas (11,15-26)*
15 Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul,
Príncipe de los demonios, expulsa los demonios.»
16 Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal
del cielo.
17 Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae.
18 Si, pues, también Satanás está dividido contra sí
mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo expulso los
demonios por Beelzebul.
19 Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por
quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces.
20 Pero si por el dedo de Dios expulso yo los
demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
21 Cuando uno fuerte y bien armado custodia su
palacio, sus bienes están en seguro;
22 pero si llega uno más fuerte que él y le vence,
le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos.»
23 «El que no está conmigo, está contra mí, y el que
no recoge conmigo, desparrama.
24 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda
vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice:
"Me volveré a mi casa, de donde salí."
25 Y al llegar la encuentra barrida y en orden.
26 Entonces va y toma otros siete espíritus peores
que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor
que el principio.»
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Si
yo echo los demonios con el dedo de Dios)
*Es confortable saber que un solo dedo de mi Señor,
tiene mayor poder que todas las tinieblas del dueño del mal. El Señor me pide
que haga mío un viejo refrán que dice: Al que a buen albor se arrima, buena
sobra le da. Con sus palabras me está mostrando que si hay en mí un hombre
fuerte que está sujetando mi alma, llenándola de tristeza, de angustia y de miedo,
que no tema; porque vendrá otro mucho más fuerte que él, y viene vestido y
ceñido de majestad, con la fuerza de un búfalo, y con el poder de cambiar mi
tristeza, en danza, con el poder de cambiar mi luto, en alegría y con el poder
de cambiar mi miedo, en seguridad*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.