Musica Para el Alma
lunes, 6 de octubre de 2025
LUCAS 10,38-42 CICLO C
Lecturas
del Martes de la XXVII Semana del Tiempo Ordinario
07 Oct 2025
Evangelio
*Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (10,38-42)*
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una
mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María
que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta, se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y
dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el
servicio? Dile que me eche una mano».
Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas
cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la
quitarán.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(En
aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en
su casa).
*Me hago algunas preguntas ¿Se sentirá a gusto el
Señor, en mi casa? La respuesta es que el Señor, ya se enteró que paso mucho
tiempo del día afanándome, por cosas que no tienen nada que ver con él, ni con
su palabra. Él quiere que elija la parte que no mesera quitada, y esa parte es
la gracia de poder sentarme a sus pies a escuchar su palabra, porque cuando uno
acepta la palabra y la contempla desde el corazón, la palabra se apropia de uno.
Marta fue testigo de cómo María se dejó apropiar de las palabras que salían de
los labios de Jesús, María al estar pendiente de la escucha de la palabra, se convirtió
en una esclava de la palabra hasta tal punto que Marta le pide permiso a Jesús,
para que sea Jesús quien hable con su hermana María. Marta siendo la hermana
mayor perdió toda autoridad sombre su hermana María. María me enseña que la
escucha fiel de la palabra me une a Jesús y Jesús me une al Padre. La escucha
atenta de la palabra de Dios, me libera de toda esclavitud. El Señor, me quiere
enseñar a tener mi casa limpia y organizada para recibirle; y al mismo tiempo
estar pendiente de él, escuchando su palabra*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LADES Y VISPERAS DEL MARTES 7
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
Laudes - MARTES XXVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO 2025
7 de octubre de 2025.
*Del Común de la Santísima Virgen María*.
*NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO. (MEMORIA)
Esta conmemoración fue instituida por el papa san Pío V en el
día aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla naval
de Lepanto (1571), victoria atribuida a la Madre de Dios, invocada por la
oración del rosario. La celebración de este día es una invitación para todos a
meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo
asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la
resurrección del Hijo de Dios.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de María Virgen.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. Venid, adoremos a Cristo, Hijo de María Virgen.
Himno: RESPLANDECIENTE DE ALEGRÍA.
Resplandeciente de alegría,
amargo mar de los pesares,
vestida de gracia y de gloria,
te cantamos, oh Virgen María.
Gozosa cuando a Dios concibes,
cuando anhelante das el fruto,
cuando lo ofreces y lo pierdes,
al Hijo, que es la luz del mundo.
Salve, primera de los mártires,
en el dolor de tu martirio;
tu corazón supo de espinas.
tu alma de cruces y de lirios.
Reina de gloria refulgente,
Madre fecunda de la Iglesia,
cuando las llamas del Paráclito
del mundo ardieron las tristezas.
Recoged las Aves Marías
para un rosario de azucenas;
cantad a María alabanzas,
que es Madre de eterna belleza. Amén.
SALMODIA
Ant 1. De María nació Jesús, que es el Mesías.
SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. De María nació Jesús, que es el Mesías.
Ant 2. Unidos a ti, Madre, bendecimos al Señor, que al morir nos
puso como hijos bajo tu cuidado.
Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
No se dice Gloria al Padre.
Ant. Unidos a ti, Madre, bendecimos al Señor, que al morir nos
puso como hijos bajo tu cuidado.
Ant 3. La Virgen María ha sido glorificada por encima de los
coros de los ángeles y lleva una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. La Virgen María ha sido glorificada por encima de los coros
de los ángeles y lleva una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
LECTURA BREVE Is 61,10
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me
ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como a una
novia que se adorna con sus joyas.
RESPONSORIO BREVE
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
R. El Señor está contigo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
V. Voy a escuchar lo que dice el Señor.
R. Dios anuncia la paz a su pueblo.
PRIMERA LECTURA
Del segundo libro de los Reyes 18, 17-36
AMENAZAS DE LOS EMBAJADORES DEL REY DE ASIRIA CONTRA JERUSALÉN
En aquellos días, el rey de Asiria despachó desde Laquis al
general en jefe, al prefecto de eunucos y al copero mayor, para que fueran con
un fuerte destacamento a Jerusalén, al rey Ezequías. Fueron y, cuando llegaron
a Jerusalén, se detuvieron ante el canal de la Alberca de Arriba, que queda
junto a la Calzada del campo del Batanero. Llamaron al rey, y salieron a
recibirlos Eliacim, hijo de Helcías, mayordomo de palacio, Sobna, el
secretario, y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf. El copero mayor les dijo:
«Decid a Ezequías: Así dice el emperador, el rey de Asiria:
"¿En qué fundas tu confianza? Tú piensas que la estrategia y la valentía
militares son cuestión de palabras. ¿En quién confías para rebelarte contra mí?
¿Te fías de ese bastón de caña quebrada que es Egipto? Al que se apoya en él,
se le clava en la mano y se la atraviesa; eso es el faraón para los que confían
en él. Y si me replicas: 'Yo confío en el Señor, nuestro Dios', ¿no es ése el
dios cuyas ermitas y altares ha suprimido Ezequías, exigiendo a Judá y a
Jerusalén que se postren ante ese altar en Jerusalén? Por tanto, haz una
apuesta con mi señor, el rey de Asiria, y te daré dos mil caballos, si es que
tienes quien los monte. ¿Cómo te atreves a desairar a uno de los últimos
siervos de mi señor, confiando en que Egipto te proporcionará carros y jinetes?
¿Te crees que he subido a arrasar esta ciudad sin consultar con el Señor? Fue
el Señor quien me dijo que subiera a devastar este país."»
Eliacim, hijo de Helcías, Sobna y Yoaj dijeron al copero mayor:
«Por favor, háblanos en arameo, que lo entendemos. No nos hables
en hebreo, ante la gente que está en las murallas.»
Pero el copero les replicó:
«¿Crees que mi señor me ha enviado para que os comunique a ti y
a tu señor este mensaje? También es para los hombres que están en la muralla, y
que con vosotros habrán de comer su excremento y beber su orina.»
E, irguiéndose, gritó a voz en cuello, en hebreo:
«¡Escuchad las palabras del emperador, rey de Asiria! Así dice
el rey: "Que no os engañe Ezequías, porque no podrá libraros de mi mano.
Que Ezequías no os haga confiar en el Señor diciendo: 'El Señor nos librará y
no entregará esta ciudad al rey de Asiria'. No hagáis caso a Ezequías, porque
esto dice el rey de Asiria: Rendíos y haced la paz conmigo, y cada uno comerá
de su viña y su higuera y beberá de su pozo, hasta que llegue yo para llevaros
a una tierra como la vuestra, tierra de trigo y mosto, tierra de pan y viñedos,
tierra de aceite y miel, para que viváis y no muráis. No hagáis caso de Ezequías,
que os engaña, diciendo: 'El Señor nos librará'. ¿Acaso los dioses de las
naciones libraron sus países de la mano del rey de Asiria? ¿Dónde están los
dioses de Jamat y Arpad, los dioses de Sefarvaím, Hena y Avá? ¿Han librado a
Samaría de mi poder? ¿Qué dios de esos países ha podido librar sus territorios
de mi mano? ¿Y va a librar el Señor a Jerusalén de mi mano?"»
Todos callaron y no respondieron palabra. Tenían consigna del
rey de no responder.
RESPONSORIO Is 37, 23. 29. 22
R. ¿Contra quién has alzado la voz y levantado tus ojos
altaneros? ¡Contra el Santo de Israel! * Por haberte envalentonado contra mí,
pues tu arrogancia ha subido a mis oídos, te haré volver por el camino por
donde has venido.
V. Ésta es la palabra que el Señor pronuncia contra el rey de
Asiria.
R. Por haberte envalentonado contra mí, pues tu arrogancia ha
subido a mis oídos, te haré volver por el camino por donde has venido.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san Bernardo, abad
(Sermón sobre el Acueducto: Opera omnia, edición cisterciense, 5
[1968], 282-283)
CONVIENE MEDITAR LOS MISTERIOS DE SALVACIÓN
El hijo, en ti engendrado, será santo, será Hijo de Dios. ¡La
fuente de la sabiduría, la Palabra del Padre en las alturas! Esta Palabra, por
tu mediación, Virgen santa, se hará carne, de manera que el mismo que afirma:
Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí podrá afirmar igualmente: Procedo y
vengo del Padre.
Ya al comienzo de las cosas -dice el Evangelio- existía la
Palabra. Manaba ya la fuente, pero hasta entonces sólo dentro de sí misma. Y
continúa el texto Sagrado: Y la Palabra estaba con Dios, es decir, morando en
la luz inaccesible; y el Señor decía desde el principio: Mis designios son de
paz y no de aflicción. Pero tus designios están escondidos en ti, y nosotros no
los conocemos; porque, ¿quién había penetrado la mente del Señor?, o ¿quién
había sido su consejero?
Pero llegó el momento en que estos designios de paz se
convirtieron en obra de paz: La Palabra se hizo carne y ha puesto ya su morada
entre nosotros; ha puesto ciertamente su morada por la fe en nuestros
corazones, ha puesto su morada en nuestra memoria, ha puesto su morada en
nuestro pensamiento y desciende hasta la misma imaginación. En efecto, ¿qué
idea de Dios hubiera podido antes formarse el hombre, que no fuese un ídolo
fabricado por su corazón? Era incomprensible e inaccesible, invisible y
superior a todo pensamiento humano; pero ahora ha querido ser comprendido,
visto, accesible a nuestra inteligencia.
¿De qué modo?, te preguntarás. Pues yaciendo en un pesebre,
reposando en el regazo virginal, predicando en la montaña, pasando la noche en
oración; o bien pendiente de la cruz, en la lividez de la muerte, libre entre
los muertos y dominando sobre el poder de la muerte, como también resucitando
al tercer día y mostrando a los apóstoles la marca de los clavos, como signo de
victoria, y subiendo finalmente ante la mirada de ellos hasta lo más íntimo de
los cielos.
¿Hay algo de esto que no sea objeto de una verdadera, piadosa y
santa meditación? Cuando medito en cualquiera de estas cosas, mi pensamiento va
hasta Dios y, a través de todas ellas, llego hasta mi Dios. A esta meditación
la llamo sabiduría, y para mí la prudencia consiste en ir saboreando en la
memoria la dulzura que la vara sacerdotal infundió tan abundantemente en estos
frutos, dulzura de la que María disfruta con toda plenitud en el cielo y la
derrama abundantemente sobre nosotros.
RESPONSORIO
R. Virgen María, no hay quien se asemeje a ti entre las hijas de
Jerusalén: tú eres la madre del Rey de los reyes, tú la señora de los ángeles,
tú la reina de los cielos. * Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de
tu vientre.
V. Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu
vientre.
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,
38-42)*
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió
en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del
Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el
servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me
haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.»
Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas
cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la
quitarán.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Madre dichosa, Virgen intacta, Reina gloriosa del mundo: haz
que sintamos tu protección los que hoy celebramos esta fiesta en tu honor.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. Madre dichosa, Virgen intacta, Reina gloriosa del mundo:
haz que sintamos tu protección los que hoy celebramos esta fiesta en tu honor.
PRECES
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María
Virgen, y digámosle:
Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
Sol de justicia, a quien María Virgen precedía cual aurora
luciente,
haz que vivamos siempre iluminados por la claridad de tu
presencia.
Palabra eterna del Padre, tú que elegiste a María como arca de
tu morada,
líbranos de toda ocasión de pecado.
Salvador del mundo, que quisiste que tu Madre estuviera junto a
tu cruz,
por su intercesión concédenos compartir con alegría tus
padecimientos.
Señor Jesús, que colgado en la cruz entregaste María a Juan como
madre,
haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Según el mandato del Señor, digamos confiadamente:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, que por el anuncio del ángel nos has hecho conocer la
encarnación de tu Hijo, infunde tu gracia en nosotros y concédenos, por la
intercesión de la Santísima Virgen María, que podamos alcanzar, por la virtud
de la pasión y de la cruz de tu Hijo Jesucristo, la gloria de su resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la
vida eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén. Aleluya.
Himno: RESPLANDECIENTE DE ALEGRÍA.
Resplandeciente de alegría,
amargo mar de los pesares,
vestida de gracia y de gloria,
te cantamos, oh Virgen María.
Gozosa cuando a Dios concibes,
cuando anhelante das el fruto,
cuando lo ofreces y lo pierdes,
al Hijo, que es la luz del mundo.
Salve, primera de los mártires,
en el dolor de tu martirio;
tu corazón supo de espinas.
tu alma de cruces y de lirios.
Reina de gloria refulgente,
Madre fecunda de la Iglesia,
cuando las llamas del Paráclito
del mundo ardieron las tristezas.
Recoged las Aves Marías
para un rosario de azucenas;
cantad a María alabanzas,
que es Madre de eterna belleza. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El ángel del Señor anunció a María, y concibió por obra del
Espíritu Santo.
Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir:. «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. El ángel del Señor anunció a María, y concibió por obra del
Espíritu Santo.
Ant 2. Estaba su madre junto a la cruz de Jesús.
Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. Estaba su madre junto a la cruz de Jesús.
Ant 3. Alégrate, Virgen Madre, Cristo ha resucitado del
sepulcro. Aleluya.
EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. Alégrate, Virgen Madre, Cristo ha resucitado del sepulcro.
Aleluya.
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5
Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una
mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para
que recibiéramos el ser hijos por adopción.
RESPONSORIO BREVE
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
R. El Señor está contigo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su
corazón.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los
siglos. Amén.
Ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su
corazón.
PRECES
Proclamemos las grandezas de Dios Padre todopoderoso, que quiso
que todas las generaciones felicitaran a María, la madre de su Hijo, y
supliquémosle diciendo:
Mira a la llena de gracia y escúchanos.
Señor, Dios nuestro, admirable siempre en tus obras que has
querido que la inmaculada Virgen María participara en cuerpo y alma de la
gloria de Jesucristo,
haz que todos tus hijos deseen y caminen hacia esta misma gloria.
Tú que nos diste a María por Madre, concede por su mediación
salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,
y a todos abundancia de salud y de paz.
Tú que hiciste de María la llena de gracia,
concede la abundancia de tu gracia a todos los hombres.
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma
por el amor,
y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con
María, la madre de Jesús.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que coronaste a María como reina del cielo,
haz que los difuntos puedan alcanzar con todos los santos la
felicidad de tu reino.
Confiando en el Señor que hizo obras grandes en María, pidamos
al Padre que colme también de bienes al mundo hambriento:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, que por el anuncio del ángel nos has hecho conocer la
encarnación de tu Hijo, infunde tu gracia en nosotros y concédenos, por la
intercesión de la Santísima Virgen María, que podamos alcanzar, por la virtud
de la pasión y de la cruz de tu Hijo Jesucristo, la gloria de su resurrección.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la
vida eterna.
R. Amén.