Musica Para el Alma
domingo, 28 de septiembre de 2025
JUAN 1,47-51 CICLO C
*Lecturas
de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael*
29 Sep 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Juan (1,47-51)*
En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba
Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay
engaño.»
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la
higuera, te vi.»
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees?
Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto
y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Veréis
el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar)
*San Miguel: Este nombre
significa: "¿Quién como Dios?" o también: "Nadie es como
Dios". La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel
San Miguel, especialmente para pedirle, que nos libre de los ataques del
demonio y de los espíritus infernales; él, es el jefe del ejército celestial. San Gabriel: Su nombre significa: "Dios es
mi protector". Al Arcángel San Gabriel se le confió la misión más alta que
jamás se le haya confiado a criatura alguna: anunciar la encarnación del Hijo
de Dios. Por eso se le venera desde la antigüedad. San Gabriel es el patrono de
los comunicadores, porque trajo al mundo la más bella noticia: que el Hijo de
Dios se hacía hombre. San Rafael: Su nombre significa:
"Medicina de Dios". Fue el Arcángel enviado por Dios para quitarle la
ceguera a Tobías y acompañar al hijo de éste en un larguísimo y peligroso viaje
y conseguirle una santa esposa. San Rafael es muy invocado para alejar
enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL LUNES 29
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
LUNES SEMANA
II
LAUDES
(Oración de la mañana)
Del
Propio de la fiesta.
*SANTOS
ARCÁNGELES MIGUEL GABRIEL Y RAFAEL (FIESTA)*.
LAUDES
(Oración de
la mañana)
V.
Señor abre mis labios
R. Y mi boca
proclamará tu alabanza
Ant. Venid,
adoremos al Señor, delante de los ángeles.
Salmo 94
INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid,
aclamemos al Señor,
demos
vítores a la Roca que nos salva;
entremos
a su presencia dándole gracias,
aclamándolo
con cantos.
Porque el
Señor es un Dios grande,
soberano
de todos los dioses:
tiene en
su mano las simas de la tierra,
son suyas
las cumbres de los montes;
suyo es
el mar, porque él lo hizo,
la tierra
firme que modelaron sus manos.
Venid,
postrémonos por tierra,
bendiciendo
al Señor, creador nuestro.
Porque él
es nuestro Dios,
y
nosotros su pueblo,
el rebaño
que él guía.
Ojalá
escuchéis hoy su voz:
«No
endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el
día de Masá en el desierto;
cuando
vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron
de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante
cuarenta años
aquella
generación me repugnó, y dije:
Es un
pueblo de corazón extraviado,
que no
reconoce mi camino;
por eso
he jurado en mi cólera
que no
entrarán en mi descanso»
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Venid,
adoremos al Señor, delante de los ángeles.
Himno: EN LA
HORA EN QUE CRISTO RESUCITA.
En la
hora en que Cristo resucita,
clama
Miguel, el poderoso príncipe:
«¿Quién
como tú, mi Dios, Jesús humilde?
Al pecado
de los hombres descendiste
y hoy el
Padre te signa y te bendice.»
En la
hora en que Cristo resucita,
Dice
Gabriel, el que anunció a María:
«¡Exulta,
Iglesia, virgen afligida,
el santo
vencedor es tu Mesías!
Nadie
podrá dar muerte a tu alegría.»
En la
hora en que Cristo resucita,
Proclama
Rafael, el peregrino:
«¡Glorificad
conmigo a aquel que dijo:
Yo soy la
luz del mundo y el camino!
¡Bendecidle,
que el viaje está cumplido!»
En la
hora en que Cristo resucita,
se ha
tendido la escala misteriosa
y el coro
de los ángeles le adora:
«¡Somos,
Señor, los siervos de tu gloria,
cielo y
tierra cantemos tu victoria!» Amén.
SALMODIA
Ant 1.
Alabemos al Señor, a quien alaban también los ángeles, a quien los querubines y
serafines aclaman, diciendo: «Santo, santo, santo.»
SALMO 62, 2-9
- EL ALMA SEDIENTA DE DIOS
¡Oh
Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma
está sedienta de ti;
mi carne
tiene ansia de ti,
como
tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te
contemplaba en el santuario
viendo tu
fuerza y tu gloria!
Tu gracia
vale más que la vida,
te
alabarán mis labios.
Toda mi
vida te bendeciré
y alzaré
las manos invocándote.
Me
saciaré de manjares exquisitos,
y mis
labios te alabarán jubilosos.
En el
lecho me acuerdo de ti
y velando
medito en ti,
porque
fuiste mi auxilio,
y a la
sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma
está unida a ti,
y tu
diestra me sostiene.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabemos
al Señor, a quien alaban también los ángeles, a quien los querubines y
serafines aclaman, diciendo: «Santo, santo, santo.»
Ant 2.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor eternamente.
Cántico: TODA
LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56
Creaturas
todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo
con himnos por los siglos.
Ángeles
del Señor, bendecid al Señor;
cielos,
bendecid al Señor.
Aguas del
espacio, bendecid al Señor;
ejércitos
del Señor, bendecid al Señor.
Sol y
luna, bendecid al Señor;
astros
del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y
rocío, bendecid al Señor;
vientos
todos, bendecid al Señor.
Fuego y
calor, bendecid al Señor;
fríos y
heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y
nevadas, bendecid al Señor;
témpanos
y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas
y nieves, bendecid al Señor;
noche y
día, bendecid al Señor.
Luz y
tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y
nubes, bendecid al Señor.
Bendiga
la tierra al Señor,
ensálcelo
con himnos por los siglos.
Montes y
cumbres, bendecid al Señor;
cuanto
germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales,
bendecid al Señor;
mares y
ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos
y peces, bendecid al Señor;
aves del
cielo, bendecid al Señor.
Fieras y
ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo
con himnos por los siglos.
Hijos de
los hombres, bendecid al Señor;
bendiga
Israel al Señor.
Sacerdotes
del Señor, bendecid al Señor;
siervos
del Señor, bendecid al Señor.
Almas y
espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y
humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías,
Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo
con himnos por los siglos.
Bendigamos
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo
con himnos por los siglos.
Bendito
el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y
glorioso y ensalzado por los siglos.
No se
dice Gloria al Padre.
Ant. Ángeles
del Señor, bendecid al Señor eternamente.
Ant 3. En el
cielo, Señor, todos los ángeles te proclaman santo, y dicen a una voz: «Oh
Dios, tú mereces alabanza.»
Salmo 149 -
ALEGRÍA DE LOS SANTOS
Cantad al
Señor un cántico nuevo,
resuene
su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se
alegre Israel por su Creador,
los hijos
de Sión por su Rey.
Alabad su
nombre con danzas,
cantadle
con tambores y cítaras;
porque el
Señor ama a su pueblo
y adorna
con la victoria a los humildes.
Que los
fieles festejen su gloria
y canten
jubilosos en filas:
con
vítores a Dios en la boca
y espadas
de dos filos en las manos:
para
tomar venganza de los pueblos
y aplicar
el castigo a las naciones,
sujetando
a los reyes con argollas,
a los
nobles con esposas de hierro.
Ejecutar
la sentencia dictada
es un
honor para todos sus fieles.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. En el
cielo, Señor, todos los ángeles te proclaman santo, y dicen a una voz: «Oh
Dios, tú mereces alabanza.»
LECTURA BREVE
Gn 28, 12-13a
Vio Jacob
en sueños una escalinata apoyada en la tierra y cuya cima tocaba el cielo.
Ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Y vio al Señor que estaba de pie
sobre ella y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu padre Abraham y el Dios
de Isaac.»
RESPONSORIO
BREVE
V. El
ángel se puso en pie junto al altar.
R. El
ángel se puso en pie junto al altar.
V. Con un
incensario de oro en sus manos.
R. Junto
al altar.
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El
ángel se puso en pie junto al altar.
V.
Bendecid al Señor, ángeles suyos.
R.
Poderosos ejecutores de sus órdenes.
PRIMERA
LECTURA
Del libro del
Apocalipsis 12, 1-17
COMBATE DE
MIGUEL CON EL DRAGÓN
Una gran
señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus
pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; está encinta, y grita con
los dolores del parto y con el tormento de dar a luz. Apareció otra señal en el
cielo: una gran Serpiente roja, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus
cabezas siete diademas. Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del
cielo y las precipitó sobre la tierra. La Serpiente se detuvo delante de la
Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz.
La Mujer
dio a luz un Hijo varón, el que ha de regir a todas las naciones con cetro de
hierro, y su Hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. la Mujer huyó al
desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios para ser allí alimentada mil
doscientos sesenta días.
Entonces
se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con la
Serpiente. También la Serpiente y sus ángeles combatieron, pero no
prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Fue arrojada la gran
Serpiente, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del
mundo entero; fue arrojada a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con ella.
Oí
entonces una fuerte voz que decía en el cielo:
«Ahora se
estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad
de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que
los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos lo vencieron en virtud de la
sangre del Cordero y por la palabra del testimonio que dieron, y no amaron
tanto su vida que temieran la muerte. Por esto, estad alegres, cielos, y los
que moráis en sus tiendas. ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha
bajado donde vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo.»
Cuando la
Serpiente vio que había sido arrojada a la tierra, persiguió a la Mujer que
había dado a luz al Hijo varón. Pero se le dieron a la Mujer las dos alas del
águila grande para volar al desierto, a su lugar, lejos de la Serpiente, donde
tiene que ser alimentada un tiempo, algunos tiempos y medio tiempo.
Entonces
la Serpiente vomitó de su boca detrás de la Mujer como un río de agua, para
arrastrarla con su corriente. Pero la tierra vino en auxilio de la Mujer; abrió
la tierra su boca y tragó al río vomitado de la boca de la Serpiente. Entonces,
despechada la Serpiente contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de
sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio
de Jesús.
RESPONSORIO
Ap 8, 1; cf. 12, 7. 10
R. Se
hizo un silencio en el cielo, mientras combatía el arcángel Miguel con la
Serpiente, y se oyó una voz que decía: * «¡Victoria, honor y poder al Dios
omnipotente!»
V. Ahora
se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la
potestad de su Cristo.
R.
¡Victoria, honor y poder al Dios omnipotente!
SEGUNDA
LECTURA
De las
Homilías de san Gregorio Magno, papa, sobre los Evangelios
(Homilía 34,
8-9: PL 76, 1250-1251)
El NOMBRE DE
«ÁNGEL» DESIGNA LA FUNCIÓN, NO EL SER
Hay que
saber que el nombre de «ángel» designa la función, no el ser, del que lo lleva.
En efecto, aquellos santos espíritus de la patria celestial son siempre
espíritus, pero no siempre pueden ser llamados ángeles, ya que solamente lo son
cuando ejercen su oficio de mensajeros. Los que transmiten mensajes de menor
importancia se llaman ángeles, los que anuncian cosas de gran trascendencia se
llaman arcángeles.
Por esto
a la Virgen María no le fue enviado un ángel cualquiera, sino el arcángel
Gabriel, ya que un mensaje de tal trascendencia requería que fuese transmitido
por un ángel de la máxima categoría.
Por la
misma razón se les atribuyen también nombres personales, que designan cuál es
su actuación propia. Porque en aquella ciudad santa, allí donde la visión del
Dios omnipotente da un conocimiento perfecto de todo, no son necesarios estos
nombres propios para conocer a las personas, pero sí lo son para nosotros, ya
que a través de estos nombres conocemos cuál es la misión específica para la
cual nos son enviados. Y, así, «Miguel» significa: «¿Quién como Dios?»,
«Gabriel» significa: «Fortaleza de Dios» y «Rafael» significa: «Medicina de
Dios».
Por esto,
cuando se trata de alguna misión que requiera un poder especial, es enviado
Miguel, dando a entender por su actuación y por su nombre que nadie puede hacer
lo que sólo Dios puede hacer. De ahí que aquel antiguo enemigo, que por su
soberbia pretendió igualarse a Dios, diciendo: Escalaré los cielos, por encima
de los astros divinos levantaré mi trono, me igualaré al Altísimo, nos es
mostrado luchando contra el arcángel Miguel, cuando al fin del mundo será
desposeído de su poder y destinado al extremo suplicio, como nos lo presenta
Juan: Se entabló una batalla con el arcángel Miguel.
A María
le fue enviado Gabriel, cuyo nombre significa: «Fortaleza de Dios», porque
venía a anunciar a aquel que, a pesar de su apariencia humilde, había de
reducir a los Principados y Potestades. Era, pues, natural que aquel que es la
fortaleza de Dios anunciara la venida del que es el Señor de los ejércitos y
héroe en las batallas.
«Rafael»
significa, como dijimos: «Medicina de Dios»; este nombre le viene del hecho de
haber curado a Tobías, cuando, tocándole los ojos con sus manos, lo libró de
las tinieblas de su ceguera. Si, pues, había sido enviado a curar, con razón es
llamado «Medicina de Dios».
RESPONSORIO
Ap 8, 3. 4; Dn 7, 10
R. El
ángel se puso en pie junto al altar, con un incensario de oro. Y se le dio gran
cantidad de incienso; * Y el humo del incienso subió a la presencia de Dios, de
mano del ángel.
V. Miles
de millares le servían, miríadas de miríadas estaban en pie delante de él.
R. y el
humo del incienso subió a la presencia de Dios, de mano del ángel.
*Lecturas de los Santos
Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael*
29
Sep 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Juan (1,47-51)*
En
aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un
israelita de verdad, en quien no hay engaño.»
Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»
Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la
higuera, te vi.»
Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees?
Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «Yo os aseguro: veréis el cielo abierto
y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra
del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Os lo
digo con toda verdad: «Habéis de ver el cielo abierto y a los ángeles de Dios,
subiendo y bajando en servicio del Hijo del hombre.»
Cántico de
Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito
sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha
visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos
una fuerza de salvación
en la
casa de David, su siervo,
según lo
había predicho desde antiguo
por boca
de sus santos profetas:
Es la
salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la
mano de todos los que nos odian;
ha
realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando
su santa alianza
y el
juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para
concedernos que, libres de temor,
arrancados
de la mano de los enemigos,
le
sirvamos con santidad y justicia,
en su
presencia, todos nuestros días.
Y a ti,
niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque
irás delante del Señor
a
preparar sus caminos,
anunciando
a su pueblo la salvación,
el perdón
de sus pecados.
Por la
entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos
visitará el sol que nace de lo alto,
para
iluminar a los que viven en tiniebla
y en
sombra de muerte,
para
guiar nuestros pasos
por el
camino de la paz.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Os
lo digo con toda verdad: «Habéis de ver el cielo abierto y a los ángeles de
Dios, subiendo y bajando en servicio del Hijo del hombre.»
PRECES
Adoremos,
hermanos, al Señor, a quien proclaman los ángeles a una voz, y digámosle con
gozo:
Bendecid al
Señor, todos sus ángeles.
Tú,
Señor, que has dado órdenes a tus ángeles para que nos guarden en nuestros
caminos,
condúcenos
hoy por tus sendas y no permitas que caigamos en el pecado.
Haz que
te busquemos a ti en todo lo que hagamos
y seamos
así semejantes a los ángeles que están viendo siempre tu rostro.
Concédenos,
Señor, la pureza del alma y la castidad del cuerpo,
para que
seamos como tus ángeles en el cielo.
Manda,
Señor, en ayuda de tu pueblo al gran arcángel Miguel,
para que
nos sintamos protegidos en nuestras luchas contra Satanás y sus ángeles.
Se pueden
añadir algunas intenciones libres
Terminemos
nuestra oración con las palabras del Señor:
Padre
nuestro...
ORACION
Señor
Dios todopoderoso, que, con una providencia admirable, llamas a los ángeles y a
los hombres para que cooperen a tu plan de salvación, haz que, durante nuestro
peregrinar en la tierra, nos sintamos siempre protegidos por los ángeles, que
en el cielo están en tu presencia para servirte y gozan ya contemplando tu
rostro. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de
la tarde)
INVOCACIÓN
INICIAL
V. Dios
mío, ven en mi auxilio
R. Señor,
date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno:
ENVÍA CRISTO A TU VALIENTE JEFE.
Envía
Cristo a tu valiente jefe,
al ángel
de la paz, a san Miguel,
y crecerá
tu pueblo, con su ayuda,
próspero
y fiel.
Visite
siempre nuestro sacro templo
el ángel
fuerte, el singular Gabriel,
y arroje
fuera al enemigo antiguo,
falso
luzbel.
Envía al
ángel que a tu pueblo sana;
manda, oh
Cristo, del cielo a Rafael,
que
acompañe a tu pueblo peregrino,
nuevo
Israel.
Nos
asistan tus ángeles gloriosos,
Cristo,
gloria del coro angelical,
y con
ellos cantemos al Dios trino
himno
triunfal. Amén.
SALMODIA
Ant 1.
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos, oh Rey de los ángeles.
Salmo 8
MAJESTAD DEL SEÑOR Y DIGNIDAD DEL HOMBRE.
Señor,
dueño nuestro,
¡que
admirable es tu nombre
en toda
la tierra!
Ensalzaste
tu majestad sobre los cielos.
De la
boca de los niños de pecho
has
sacado una alabanza contra tus enemigos,
para
reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando
contemplo el cielo, obra de tus manos;
la luna y
las estrellas que has creado,
¿qué es
el hombre, para que te acuerdes de él;
el ser
humano, para darle poder?
Lo
hiciste poco inferior a los ángeles,
lo
coronaste de gloria y dignidad,
le diste
el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo
sometiste bajo sus pies:
rebaños
de ovejas y toros,
y hasta
las bestias del campo,
las aves
del cielo, los peces del mar,
que
trazan sendas por las aguas.
Señor,
dueño nuestro,
¡que
admirable es tu nombre
en toda
la tierra!
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos, oh Rey de los ángeles.
Ant 2.
Delante de los ángeles tañeré para ti, Dios mío.
Salmo 137
- HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE UN REY
Te doy
gracias, Señor, de todo corazón;
delante
de los ángeles tañeré para ti,
me
postraré hacia tu santuario,
daré
gracias a tu nombre;
por tu
misericordia y tu lealtad,
porque tu
promesa supera a tu fama;
cuando te
invoqué, me escuchaste,
acreciste
el valor en mi alma.
Que te
den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al
escuchar el oráculo de tu boca;
canten
los caminos del Señor,
porque la
gloria del Señor es grande.
El Señor
es sublime, se fija en el humilde,
y de
lejos conoce al soberbio.
Cuando
camino entre peligros,
me
conservas la vida;
extiendes
tu izquierda contra la ira de mi enemigo,
y tu
derecha me salva.
El Señor
completará sus favores conmigo:
Señor, tu
misericordia es eterna,
no
abandones la obra de tus manos.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
Delante de los ángeles tañeré para ti, Dios mío.
Ant 3. Vi
en medio, donde estaba el trono, un Cordero en pie y como degollado; y oí un
coro de muchos ángeles alrededor del trono.
Cántico:
HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS
MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos
gracias a Dios Padre,
que nos
ha hecho capaces de compartir
la
herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha
sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha
trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya
sangre hemos recibido la redención,
el perdón
de los pecados.
Él es
imagen de Dios invisible,
primogénito
de toda creatura;
pues por
medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes
y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos,
Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue
creado por él y para él.
Él es
anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es
también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el
principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es
el primero en todo.
Porque en
él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él
quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo
la paz por la sangre de su cruz
con todos
los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Vi
en medio, donde estaba el trono, un Cordero en pie y como degollado; y oí un
coro de muchos ángeles alrededor del trono.
LECTURA
BREVE Ap 1, 4b-5
Gracia y
paz a vosotros de parte de aquel que es, que era y que será; de parte de los
siete espíritus que están ante su trono; y de parte de Jesucristo, el testigo
veraz, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la
tierra, aquel que nos ama y que nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre.
RESPONSORIO
BREVE
V. El
humo del incienso subió a la presencia de Dios.
R. El
humo del incienso subió a la presencia de Dios.
V. De
mano del ángel.
R. A la
presencia de Dios.
V. Gloria
al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El
humo del incienso subió a la presencia de Dios.
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. El
ángel Gabriel dijo a María: «Concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás
Jesús.»
Cántico
de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama
mi alma la grandeza del Señor,
se alegra
mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha
mirado la humillación de su esclava.
Desde
ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el
Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre
es santo,
y su
misericordia llega a sus fieles
de
generación en generación.
El hace
proezas con su brazo:
dispersa
a los soberbios de corazón,
derriba
del trono a los poderosos
y
enaltece a los humildes,
a los
hambrientos los colma de bienes
y a los
ricos los despide vacíos.
Auxilia a
Israel, su siervo,
acordándose
de su misericordia
-como lo
había prometido a nuestros padres-
en favor
de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era
en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El
ángel Gabriel dijo a María: «Concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás
Jesús.»
PRECES
Oremos al
Señor, pidiéndole que nos haga siempre prontos a la voz de su palabra, como los
ángeles, y supliquémosle, diciendo:
Escúchanos,
Señor.
Para que,
por mano de los ángeles, suban nuestras oraciones hasta ti como aroma de
perfume.
Para que,
por mano de los ángeles, sean llevadas nuestras ofrendas a tu presencia hasta
el altar del cielo.
Para que,
con el ejército celestial de los ángeles, demos gloria a Dios en el cielo y
anunciemos en la tierra la paz a los hombres.
Para que,
al fin de nuestra vida, nos reciban los ángeles y nos lleven a la patria del
paraíso.
Se pueden
añadir algunas intenciones libres
Para que
el arcángel san Miguel conduzca a todos los difuntos al lugar de la luz y de la
paz.
Terminemos
nuestra oración con las palabras del Señor:
Padre
nuestro...
ORACION
Señor
Dios todopoderoso, que, con una providencia admirable, llamas a los ángeles y a
los hombres para que cooperen a tu plan de salvación, haz que, durante nuestro
peregrinar en la tierra, nos sintamos siempre protegidos por los ángeles, que
en el cielo están en tu presencia para servirte y gozan ya contemplando tu
rostro. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.