Musica Para el Alma
domingo, 9 de mayo de 2021
EVANGELIO DE JUAN 15,26-16,4a CICLO B
*Lecturas
de la 6ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Lunes, 10 de mayo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (15,26–16,4a)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la
verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros
daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la
sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará
que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a
mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os
lo había dicho».
Palabra del Señor
(«El
Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí.»).
*Aceptar el espíritu de la verdad es reconocer que
muchas veces me dejo dominar por la mentira, por esos el Señor quiere que esté
en mí el Espíritu de la verdad, porque hay tantas mentiras en mi historia, que
me impiden aceptar el testimonio verdadero de que Dios me ama como soy, y
muchas veces les digo a las personas el Señor te ama, y el primero que no
acepta ese testimonio soy yo, si verdaderamente aceptara el testimonio del
Señor en mi vida, mi corazón no temblaría, ni sentiría miedo. La buena noticia
para mi es que el Señor le da permiso a la Esperanza para que me acompaña, me
sostenga y me fortalezca, porque el Señor derramara en mí su Espíritu, para que
me ayude*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL LUNES 10. SAN JUAN DE ÁVILA
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Juan de Ávila*
*Laudes - SAN JUAN DE ÁVILA, PRESBÍTERO 2021*
Memoria
Juan de Ávila nace en
Almodóvar del Campo (Ciudad Real) hacia 1499 y muere en Montilla (Córdoba) el
10 de mayo de 1569. Desarrolló su actividad apostólica especialmente en el sur
de España, por lo cual se le llama el Apóstol de Andalucía. No sólo en vida,
sino también después de su muerte, con sus cartas, pláticas, sermones y
escritos, llenos de unción evangélica, ha influido poderosamente en la historia
de la espiritualidad española y universal. Fue canonizado por Pablo VI el 31 de
mayo de 1970. Pío XII lo nombró patrono del clero secular español el 2 de julio
de 1946.
SAN JUAN
DE ÁVILA, PRESBÍTERO el día, lunes, 10 de mayo de 2021.
Invitatorio
V. Señor,
ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antifona: Venid,
adoremos a Cristo, Pastor supremo.
Salmo 94
Invitación a la alabanza divina
Animaos
los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy». (Hb 3,13)
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
(Se repite la antífona)
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
(Se repite la antífona)
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
(Se repite la antífona)
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
(Se repite la antífona)
Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.”»
(Se repite la antífona)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Se repite la antífona)
Laudes
Himno
Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?
A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,
los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!
Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.
Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.
Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa. Amén. Aleluya
Salmodia
Antífona
1: Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad
puesta en lo alto de un monte.
Salmo 62, 2-9
El alma sedienta de Dios
Madruga
por Dios todo el que rechaza las obras de las tinieblas.
Oh Dios,
tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.
Antífona
2: Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras
buenas obras y den gloria a vuestro Padre.
Dn 3,57-88.56
Toda la creación alabe al Señor
Alabad al
Señor, sus siervos todos. (Ap 19,5)
Criaturas
todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor;
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Antífona
3: La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de
doble filo.
Salmo 149
Alegría de los santos
Los hijos
de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, se alegran por su Rey, Cristo, el Señor.
(Hesiquio)
Cantad al
Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:
para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.
Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.
Lectura Breve
Hb 13, 7-9a
Acordaos
de vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el
desenlace de su vida e ¡mitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y
siempre. No os dejéis arrastrar por doctrinas complicadas y extrañas.
Responsorio Breve
V. Sobre
tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
V. Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el nombre del
Señor.
R. He colocado centinelas.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
V. Oirás
de mi boca una palabra.
R. Y les advertirás de mi parte.
Lecturas
Primera Lectura
De la
primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-13. 19-20
RECORDAD
NUESTROS ESFUERZOS Y FATIGAS
Sabéis
muy bien, hermanos, que vuestra visita no fue inútil.
A pesar de los sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis,
tuvimosvalor –apoyados en nuestro Dios– para predicaros el Evangelio de Dios en
medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de
motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado
el Evangelio, y así lo predicamos no para contentar a los hombres, sino a Dios,
que prueba nuestras intenciones.
Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia
disimulada.
Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los
demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado
autoritariamente; por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida
de sus hijos. Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el
Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais
ganado nuestro amor. Recordad si no, hermanos,nuestros esfuerzos y fatigas;
trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre
vosotros el Evangelio de Dios.
Vosotros sois testigos, y Dios también, de lo leal, recto e irreprochable que
fue nuestro proceder con vosotros, los creyentes; sabéis perfectamente que
tratamos con cada uno de vosotros personalmente, como un padre, con sus hijos,
animándoos con tono suave y enérgico a vivir como se merece Dios, que os ha
llamado a su reino y gloria.
Esa es la razón por la que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir
la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre,
sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en
nosotros, los creyentes.
Al fin y al cabo, ¿quién sino vosotros será nuestra esperanza, nuestra alegría
y nuestra honrosa corona ante nuestro Señor Jesús cuando venga? Sí, nuestra
gloria y alegría sois vosotros.
Cf. Hch 20, 28; 1 Co 4, 2
R. Tened
cuidado del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, * como
pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con la sangre de su Hijo.
V. En un administrador lo que se busca es que sea fiel.
R. Como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con la
sangre de su Hijo.
Segunda Lectura
De una
plática de san Juan de Ávila, presbítero
(Plática enviada al padre Francisco Gómez, S. I:, para ser predicada en el
Sínodo diocesano de Córdoba del año 1563: BAC 304, Obras completas del santo
maestro Juan de Ávila, 3, pp. 364-365. 370. 373)
EL SACERDOTE
DEBE SER SANTO
No sé
otra cosa más eficaz con que a vuestras mercedes persuada lo que les conviene hacer
que con traerles a la memoria la alteza del beneficio que Dios nos ha hecho
enllamarnos para la alteza del oficio sacerdotal. Y si elegir sacerdotes
entonces era gran beneficio, ¿qué será en el nuevo Testamento, en el cual los
sacerdotes de él somos como sol en comparación de noche y como verdad en
comparación de figura?
Mirémonos, padres, de pies a cabeza, ánima y cuerpo, y vernos hecho semejantes
a la sacratísima Virgen María, que con sus palabras trajo a Dios a su vientre,
y semejantes al portal de Belén y pesebre donde fue reclinado, y a la cruz
donde murió, y al sepulcro donde fue sepultado. Y todas estas son cosas santas,
por haberlas Cristo tocado; y de lejanas tierras, van a ver, y derraman de
devoción muchas lágrimas, y mudan sus vidas movidos por la gran santidad de
aquellos lugares. ¿Por qué los sacerdotes no son santos, pues es lugar donde
Dios viene glorioso, inmortal, inefable, como no vino en los otros lugares? Y
el sacerdote le trae con las palabras de la consagración, y no lo trajeron los otros
lugares, sacando a la Virgen. Relicarios somos de Dios, casa de Dios y, a modo
de decir, criadores de Dios; a los cuales nombres conviene gran santidad.
Esto, padres, es ser sacerdotes: que amansen a Dios cuando estuviere, ¡ay!,
enojado con su pueblo; que tengan experiencia que Dios oye sus oraciones y les
da lo que piden, y tengan tanta familiaridad con él; que tengan virtudes más
que de hombres y pongan admiración a los que los vieren: hombres celestiales o
ángeles terrenales; y aun, si pudiere ser, mejor que ellos, pues tienen oficio
más alto que ellos.
1 Ts 2, 8; Ga 4, 19
R. Queríamos
daros no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestro propio ser, * porque
habíais llegado a sernos muy queridos.
V. Hijos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto,
hasta ver a Cristo formado en vosotros.
R. Porque habíais llegado a sernos muy queridos.
*Lecturas
de la 6ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Lunes, 10 de mayo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (15,26–16,4a)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad,
que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis
testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la
sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará
que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a
mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os
lo había dicho».
Palabra del Señor
Canto Evangélico
Antifona: No
seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por
vosotros.
Benedictus
Lc 1, 68-79
El Mesías y
su precursor
+ Bendito
sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Demos
gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus ovejas, y supliquémosle
diciendo:
*Apacienta a tu pueblo, Señor*.
Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores has revelado tu misericordia y
tu amor, — haz que, por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción
misericordiosa.
Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único
pastor de tu pueblo, — no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los
cuerpos y de las almas, — haz que nunca falten en tu Iglesia los ministros que nos
guíen por las sendas de una vida santa.
Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el
amor de los santos, — haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la
santidad.
Aquí se pueden añadir algunas intenciones libres.
Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó: Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Oremos:
Dios y Señor
nuestro, que con tu amor hacia los hombres quisiste que San Juan de Ávila
anunciara a los pueblos la riqueza insondable que es Cristo, concédenos, por su
intercesión, crecer en el conocimiento del misterio de Cristo y vivir siempre
según las enseñanzas del Evangelio, fructificando con toda clase de buenas
obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*San Juan de Ávila*
San Juan de Ávila nació el 6 de enero de 1499 (o 1500) en
Almodóvar del Campo (Ciudad Real), de una familia profundamente cristiana. Sus
padres, Alfonso de Ávila (de ascendencia israelita) y Catalina Jijón, poseían
unas minas de plata en Sierra Morena, y supieron dar al niño una formación
cristiana de sacrificio y amor al prójimo. Son conocidas las escenas de
entregar su sayo nuevo a un niño pobre, sus prolongados ratos de oración, sus
sacrificios, su devoción eucarística y mariana.
Probablemente en 1513 comenzó a estudiar leyes en Salamanca, de
donde volvería después de cuatro años para llevar una vida retirada en
Almodóvar. A pesar de llamarlas ‘leyes negras’ los estudios de Salamanca
dejaron huella en su formación eclesiástica, como puede constatarse en sus
escritos de reforma. Esta nueva etapa en Almodóvar, en casa de sus padres,
viviendo una vida de oración y penitencia, durará hasta 1520. Pues aconsejado
por un religioso franciscano, marchará a estudiar artes y teología a Alcalá de
Henares (1520-1526). De esta etapa en Alcalá existen testimonios de su gran
valía intelectual, como así lo atestigua el Mtro. Domingo de Soto. Allí estuvo
en contacto con las grandes corrientes de reforma del momento. Conoció el
erasmismo, las diversas escuelas teológicas y filosóficas y la preocupación por
el conocimiento de las Sagradas Escrituras y los Padres de la Iglesia. También
trabó amistad con quienes habían de ser grandes reformadores de la vida
cristiana, como don Pedro Guerrero, futuro arzobispo de Granada, y posiblemente
también con el venerable Fernando de Contreras. Incluso pudo haber conocido
allí al P. Francisco de Osuna y a San Ignacio de Loyola.
*Vísperas - SAN JUAN DE ÁVILA, PRESBÍTERO
2021*
Memoria
Juan de Ávila nace en
Almodóvar del Campo (Ciudad Real) hacia 1499 y muere en Montilla (Córdoba) el
10 de mayo de 1569. Desarrolló su actividad apostólica especialmente en el sur
de España, por lo cual se le llama el Apóstol de Andalucía. No sólo en vida,
sino también después de su muerte, con sus cartas, pláticas, sermones y
escritos, llenos de unción evangélica, ha influido poderosamente en la historia
de la espiritualidad española y universal. Fue canonizado por Pablo VI el 31 de
mayo de 1970. Pío XII lo nombró patrono del clero secular español el 2 de julio
de 1946.
SAN JUAN
DE ÁVILA, PRESBÍTERO el día, lunes, 10 de mayo de 2021.
Invitatorio
Vísperas
Invocación
V. Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
Himno
Nuestra Pascua inmolada, aleluya,
es Cristo el Señor, aleluya, aleluya.
Pascua sagrada, ¡oh fiesta universal!,
el mundo renovado
canta un himno a su Señor.
Pascua sagrada, ¡victoria de la cruz!
La muerte, derrotada,
ha perdido su aguijón.
Pascua sagrada,
¡oh noche bautismal!
Del seno de las aguas
renacemos al Señor.
Pascua sagrada, ¡eterna novedad!
Dejad al hombre viejo,
revestíos del Señor.
Pascua sagrada. La sala del festín
se llena de invitados
que celebran al Señor.
Pascua sagrada, ¡Cantemos al Señor!
Vivamos la alegría
dada a luz en el dolor.
Salmodia
Antífona
1: Soy ministro del Evangelio por don de la gracia de Dios.
Salmo 14
¿QUIÉN ES JUSTO ANTE EL SEÑOR?
Señor,
¿quién puede hospedarse en tu tienda
y habitar en tu monte santo?
El que procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua,
el que no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor,
el que no retracta lo que juró
aún en daño propio,
el que no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
Antífona
2: Administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente
de su servidumbre.
Salmo 111
FELICIDAD DEL JUSTO
Dichoso
quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.
El malvado, al verlo, se irritará,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
Antífona
3: Mis ovejas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo
pastor.
Cántico Ap 15, 3-4
CANTO DE LOS VENCEDORES
Grandes y
maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Lectura Breve
1 Pe 5, 1-4
A los
presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo de los
sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que va a descubrirse, os
exhorto: Sed pastores del rebaño de Dios a vuestro cargo, gobernándolo, no a la
fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere, no por sórdida ganancia, sino con
generosidad, no como dominadores sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos
en modelos del rebaño. Y, cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la
corona de gloria que no se marchita.
Responsorio Breve
V. Éste
es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo.
R. Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su
pueblo.
V. El que entregó su vida por sus hermanos.
R. El que ora mucho por su pueblo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su
pueblo.
Canto Evangélico
Antifona: Éste
es el administrador fiel y prudente, a quien su señor ha puesto al frente de su
servidumbre para que les reparta la ración a sus horas.
MagnificatLc
1, 46-55
Alegría del
alma en el Señor
Proclama
mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Glorifiquemos
a Cristo, constituido pontífice en favor de los hombres en lo que se refiere a
Dios, y supliquémosle humildemente diciendo:
Salva a tu pueblo, Señor.
Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia,
— haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.
Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban
por el
pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
— purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de
los santos.
Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu,
los consagraste
como ministros en bien de sus hermanos,
— llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.
Tú que fuiste la heredad de los santos pastores,
— no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva
alejado de ti.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas
para que
nadie las arrebate de tu mano,
— salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:
Padre
nuestro.
Padre Nuestro
Padre
nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Dios y
Señor nuestro, que con tu amor hacia los hombres quisiste que San Juan de Ávila
anunciara a los pueblos la riqueza insondable que es Cristo, concédenos, por su
intercesión, crecer en el conocimiento del misterio de Cristo y vivir siempre
según las enseñanzas del Evangelio, fructificando con toda clase de buenas
obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 10 DE MAYO 2021
*Lecturas
de la 6ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Lunes, 10 de mayo de 2021
Primera lectura
Lectura del
libro de los Hechos de los apóstoles (16,11-15):
Nos hicimos a la mar en Tróade y pusimos rumbo hacia Samotracia; al día
siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, primera ciudad del
distrito de Macedonia y colonia romana. Allí nos detuvimos unos días.
El sábado salimos de la ciudad y fuimos a un sitio junto al río, donde
pensábamos que había un lugar de oración; nos sentamos y trabamos conversación
con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural
de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba
escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía
Pablo.
Se bautizó con toda su familia y nos invitó:
«Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa».
Y nos obligó a aceptar.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
149,1-2.3-4.5-6a.9b
R/. El Señor ama a su
pueblo
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles. R/.
*Lecturas
de la 6ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Lunes, 10 de mayo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (15,26–16,4a)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la
verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros
daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la
sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará
que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a
mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os
lo había dicho».
Palabra del Señor
(«El
Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí.»).
*Aceptar el espíritu de la verdad es reconocer que
muchas veces me dejo dominar por la mentira, por esos el Señor quiere que esté
en mí el Espíritu de la verdad, porque hay tantas mentiras en mi historia, que
me impiden aceptar el testimonio verdadero de que Dios me ama como soy, y
muchas veces les digo a las personas el Señor te ama, y el primero que no
acepta ese testimonio soy yo, si verdaderamente aceptara el testimonio del
Señor en mi vida, mi corazón no temblaría, ni sentiría miedo. La buena noticia
para mi es que el Señor le da permiso a la Esperanza para que me acompaña, me
sostenga y me fortalezca, porque el Señor derramara en mí su Espíritu, para que
me ayude*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.