Musica Para el Alma
viernes, 19 de febrero de 2021
EVANGELIO DE LUCAS 5,27-32 CICLO B
*Lecturas
del Sábado después de Ceniza*
Sábado, 20
de febrero de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (5,27-32)*
En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado
al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran
banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos
y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de
Jesús:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les respondió:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores a que se conviertan».
Palabra del Señor
(No
necesita, médico los sanos, sino los enfermos)
*Estas palabras me llenan de
esperanza y me dan fortaleza y alegría, el señor sale a buscarme a mi
directamente, me hace un llamado y me dice, que no me preocupe por nada, que él
es médico y tiene todas las medicinas, que a mí me hacen falta, esto es una
buena noticia para mí, el Señor me invita a ponerme es sus manos que han creado
el universo y también al ser humano y me ha creado a mí, es por eso que estoy
invitado a sentir su llamado y a seguirle porque él, trae la medicina que
necesita mi corazón endurecido, por las fatigas, los miedos, los temores, las desconfianzas
tantas y algunas cosas más. Ahora tengo una oportunidad de aceptar éste llamado
a la vida verdadera*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
EL ÁNGELUS
El Ángelus
V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*
EL SANTO ROSARIO
.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Resurrección del Señor (MATEO 28,1-10)
.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)
.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS 2,1-13)
4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )
.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)
.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
3º El Nacimiento del niño Dios. (Lc 2, 1-20)
4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)
5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)
.Oremos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La oración del huerto. (LUCAS 22,39-46)
.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)
.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)
.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS 23,26-32)
.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)
Oremos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
.Misterios Luminosos (JUEVES)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º El Bautismo del Señor (MATEO 3, 13-17)
.2º La Boda de Caná (JUAN 2,1-11)
.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS 1, 14-15)
.4º La Transfiguración (MATEO 17,1-5)
.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO 26, 26-28)
.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
LAS LAUDES DEL SÁBADO DESPUÉS DE MIÉRCOLES DE CENIZA, SANTOS TIRANIO, CENOBIO Y OTROS MÁRTIRES
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*Santos Tiranio,
Cenobio y Otros Mártires*
20 de Febrero
Laudes -
SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA 2021
Sábado, 20 de febrero de 2021.
Invitatorio
V. Señor, ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
Antifona: Venid, adoremos a Cristo, el Señor, que por
nosotros fue tentado y por nosotros murió.
Salmo 94
Invitación a la alabanza divina
Animaos
los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy». (Hb 3,13)
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
(Se repite la antífona)
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
(Se repite la antífona)
Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
(Se repite la antífona)
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras.
(Se repite la antífona)
Durante cuarenta años
aquella generación me asqueó, y dije:
“Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso.”»
(Se repite la antífona)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
(Se repite la antífona)
Laudes
Himno
Este es el día del Señor.
Este es el tiempo de la misericordia.
Delante de tus ojos
ya no enrojeceremos
a causa del antiguo
pecado de tu pueblo.
Arrancarás de cuajo
el corazón soberbio
y harás un pueblo humilde
de corazón sincero.
En medio de las gentes
nos guardas como un resto
para cantar tus obras
y adelantar tu reino.
Seremos raza nueva
para los cielos nuevos;
sacerdotal estirpe,
según tu Primogénito.
Caerán los opresores
y exultarán los siervos;
los hijos del oprobio
serán tus herederos.
Señalarás entonces
el día del regreso
para los que comían
su pan en el destierro.
¡Exulten mis entrañas!
¡Alégrese mi pueblo!
Porque el Señor que es justo
revoca sus decretos.
La salvación se anuncia
donde acechó el infierno,
porque el Señor habita
en medio de su pueblo.
Salmodia
Antífona 1: Es bueno tocar para tu nombre, oh Altísimo, y
proclamar por la mañana tu misericordia.
Salmo 91
Alabanza del Dios creador
Este
salmo canta las maravillas realizadas en Cristo. (S. Atanasio)
Es bueno dar gracias al Señor
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,
proclamar por la mañana tu misericordia
y de noche tu fidelidad,
con arpas de diez cuerdas y laúdes,
sobre arpegios de cítaras.
Tus acciones, Señor, son mi alegría,
y mi júbilo, las obras de tus manos.
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,
qué profundos tus designios!
El ignorante no los entiende
ni el necio se da cuenta.
Aunque germinen como hierba los malvados
y florezcan los malhechores,
serán destruidos para siempre.
Tú, en cambio, Señor,
eres excelso por los siglos.
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza de un búfalo
y me unges con aceite nuevo.
Mis ojos despreciarán a mis enemigos,
mis oídos escucharán su derrota.
El justo crecerá como una palmera,
se alzará como un cedro del Líbano:
plantado en la casa del Señor,
crecerá en los atrios de nuestro Dios;
en la vejez seguirá dando fruto
y estará lozano y frondoso,
para proclamar que el Señor es justo,
que en mi Roca no existe la maldad.
Antífona 2: Os daré un corazón nuevo, y os infundiré un
espíritu nuevo.
Ez 36,24-28
Dios renovará a su pueblo
Ellos
serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. (Ap 21,3)
Os recogeré de entre las naciones,
os reuniré de todos los países,
y os llevaré a vuestra tierra.
Derramaré sobre vosotros un agua pura
que os purificará:
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
os he de purificar;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
Os infundiré mi espíritu,
y haré que caminéis según mis preceptos,
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
Vosotros seréis mi pueblo,
y yo seré vuestro Dios.
Antífona 3: De la boca de los niños de pecho, Señor, has
sacado tu alabanza.
Salmo 8
Majestad del Señor y dignidad del
hombre
Todo lo
puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia, como cabeza, sobre todo. (Ef 1,22)
Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.
Señor, dueño nuestro,
¡qué admirable es tu nombre
en toda la tierra!
Lectura Breve
Is 1, 16-18
“Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones.
Cesad de obrar mal, aprended a obrar bien; buscad lo que es justo, haced
justicia al oprimido, defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces,
venid, y litigaremos —dice el Señor—. Aunque
vuestros pecados sean como la grana, blanquearán como la nieve; aunque sean
rojos como escarlata, quedarán blancos como lana.”
Responsorio Breve
V. Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.
V. El que obra la verdad viene a la luz.
R. Y sus obras quedan de manifiesto.
Lecturas
Primera Lectura
Del libro del Deuteronomio 5, 1-22
EL DECÁLOGO
En aquellos días, Moisés convocó a todo Israel y les dijo:
«Escucha, Israel, los preceptos y las normas que yo pronuncio hoy a tus oídos. Apréndelos
y cuida de ponerlos en práctica. El Señor nuestro Dios ha concluido con nosotros
una alianza en el Horeb. No con nuestros padres concluyó el Señor esta alianza,
sino con nosotros, con nosotros que estamos hoy aquí, todos vivos. Cara a cara
os habló el Señor en la montaña, de en medio del fuego; yo estaba entre el
Señor y vosotros para comunicaros la palabra del Señor, ya que vosotros teníais
miedo del fuego y no subisteis a la montaña.
El Señor dijo: “Yo soy el Señor tu Dios, que te he sacado del país de Egipto,
de la casa de servidumbre. No habrá para ti otros dioses delante de mí.
No te harás escultura ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos,
ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la
tierra. No te postrarás ante ellas ni les darás culto. Porque yo, el Señor tu
Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, y tengo misericordia
por mil generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos.
No tomarás en falso el nombre del Señor tu Dios, porque el Señor no dejará sin
castigo a quien toma su nombre en falso. Guardarás el día del sábado para
santificarlo, como te lo ha mandado el Señor tu Dios.
Seis días trabajarás y harás todas tus tareas, pero el día séptimo es día de
descanso para el Señor tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni
tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus
bestias, ni el forastero que vive en tus ciudades; de modo que puedan
descansar, como tú, tu siervo, y tu sierva. Recuerda que fuiste esclavo en el
país de Egipto y que El Señor tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso
brazo; por eso el Señor tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo;
por eso el Señor tu Dios te ha mandado guardar el día del sábado.
Honra a tu padre y a tu madre, como te lo ha mandado el Señor tu Dios, para que
se prolonguen tus días y seas feliz en el suelo que el Señor tu Dios te da.
No matarás.
No cometerás adulterio.
No robarás.
No darás testimonio falso contra tu prójimo.
No desearás la mujer de tu prójimo, no codiciarás su casa, su campo, su siervo
o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo.”
Estas palabras dijo el Señor a toda vuestra asamblea, en la montaña, de en
medio del fuego, la nube y la densa niebla, con voz potente, y nada más añadió.
Luego las escribió en dos tablas de piedra y me las entregó a mí.
Responsorio Sal 18, 8.9; Rom 13,
8.10
R. La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el
precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. * La
norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.
V. Quien ama al prójimo ya ha cumplido la ley, pues amar es
cumplir la ley entera.
R. La norma del Señor es límpida y da luz a los ojos.
Segunda Lectura
Del tratado de san Ireneo, obispo, contra las herejías
(Libro 4,13, 4-14,1: SC 100, 534-540)
LA AMISTAD DE DIOS
Nuestro Señor Jesucristo, Palabra de Dios, comenzó por atraer
hacia Dios a los siervos, y luego liberó a los que se le habían sometido, como
él mismo dijo a sus discípulos: Ya no os llamo siervos, porque el siervo no
sabe lo que hace su Señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he
oído a mi Padre os lo he dado a conocer. Pues la amistad de Dios otorga la
inmortalidad a quienes la aceptan.
Al principio, y no porque necesitase del hombre, Dios plasmó a Adán,
precisamente para tener en quien depositar sus beneficios. Pues no sólo antes
de Adán, sino antes también de cualquier creación, la Palabra glorificaba ya a su
Padre, permaneciendo junto a él, y, a su vez, era glorificada por el Padre,
como la misma Palabra dijo: Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que
yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese.
Ni nos mandó que lo siguiésemos porque necesitara de nuestro servicio, sino
para salvarnos a nosotros. Porque seguir al Salvador equivale a participar de
la salvación, y seguir a la luz es lo mismo que quedar iluminado.
Efectivamente, quienes se hallan en la luz no son los que iluminan a la luz,
sino ésta la que los ilumina a ellos; ellos, por su parte, no dan nada a la
luz, mientras que, en cambio, reciben su beneficio, pues se ven iluminados por
ella.
Así sucede con el servir a Dios, que a Dios no le da nada, ya que Dios no tiene
necesidad de los servicios humanos; él, en cambio, otorga la vida, la
incorrupción y la gloria eterna a los que lo siguen y sirven, con lo que beneficia
a los que lo sirven por el hecho de servirlo, y a los que lo siguen por el de
seguirlo, sin percibir beneficio ninguno de parte de ellos: pues Dios es rico,
perfecto y sin indigencia alguna. Por eso él requiere de los hombres que lo
sirvan, para beneficiar a los que perseveran en su servicio, ya que Dios es
bueno y misericordioso. Pues en la misma medida en que Dios no carece de nada,
el hombre se halla indigente de la comunión con Dios.
En esto consiste precisamente la gloria del hombre, en perseverar y permanecer
en el servicio de Dios. Y por esta razón decía el Señor a sus discípulos: No
sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido, dando a
entender que no lo glorificaban, al seguirlo, sino que, por seguir al Hijo de
Dios, era éste quien los glorificaba a ellos. Y por esto también dijo: Éste es
mi deseo: que éstos estén donde yo estoy y contemplen mi gloria.
Responsorio Dt 10, 12; Mt 22, 38
R. ¿Qué es lo que exige el Señor, tu Dios? * Que
temas al Señor, tu Dios, y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el
corazón y con toda el alma.
V. Este mandamiento es el principal y primero.
R. Que temas al Señor, tu Dios, y lo ames, que sirvas al Señor,
tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma.
*Lecturas
del Sábado después de Ceniza*
Sábado, 20
de febrero de 2021
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (5,27-32):
EN aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado
al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran
banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos
y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de
Jesús:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les respondió:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores a que se conviertan».
Palabra del Señor
Canto Evangélico
Antifona: Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni
carcoma que se los coman.
Benedictus Lc 1, 68-79
El Mesías y su precursor
+ Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Preces
Demos gracias siempre y en todo lugar a Cristo, nuestro Salvador,
y supliquémosle, diciendo:
*Ayúdanos, Señor, con tu gracia*.
Concédenos guardar sin mancha nuestros cuerpos, — para que el Espíritu Santo
pueda habitar en ellos.
Desde el comienzo del día acrecienta en nosotros el amor a nuestros hermanos, —
y el deseo de cumplir tu voluntad en todas las acciones de esta jornada.
Danos hambre del alimento que perdura y da vida eterna, — y que tú diariamente
nos proporcionas.
Que interceda por nosotros tu santísima Madre, refugio de pecadores, — para que
obtengamos el perdón de nuestros pecados.
Aquí se pueden añadir algunas intenciones libres.
Pidamos al Padre que nos libre de todo mal, repitiendo la oración que Cristo
nos enseñó:
Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.
Oración
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, mira compasivo nuestra debilidad y
extiende sobre nosotros
tu mano poderosa. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.
*Santos Tiranio,
Cenobio y Otros Mártires*
20 de Febrero
La Iglesia conmemora también el
día de San Tiranio, obispo de Tiro, que había presenciado el triunfo de los
mártires y los había alentado, pero seis años después, lo tomaron preso y lo
condujeron junto con San Cenobio de Tiro a Antioquía. Cenobio era médico y
sacerdote de la ciudad de Sidón. Tiranio fue arrojado al río Orantes, tras
haber sufrido crueles torturas, mientras que Cenobio murió en el potro.
Asimismo, varios cristianos egipcios que se habían establecido en Palestina y
otros en Tiro, dieron pruebas de su paciencia y de su constancia en la fe.
Después de haber sido golpeados innumerables veces, cosa que soportaron con
gran paciencia, fueron arrojados a los leopardos, osos salvajes, jabalíes y
toros.
Pero cuando las fieras aparecieron en la arena, en vez de devorar o destrozar a
los mártires, se mantuvieron a distancia de ellos, sin tocarlos, y se volvieron
contra los domadores y cuantos se hallaban cerca. El hecho se repitió varias
veces, pese a que los verdugos reemplazaron dos veces a las fieras y obligaron
a los cristianos a agitar a los brazos para provocar a las fieras. Después de
varios intentos inútiles con diferentes animales, los santos fueron finalmente
decapitados y sus cuerpos arrojados al mar. Otros que se negaron a ofrecer
sacrificios a los dioses, murieron apaleados, quemados y también ejecutados en
distintas formas.
LAS LECTURAS DEL SÁBADO DESPUÉS DE LA CENIZA SÁBADO 20
*Lecturas
del Sábado después de Ceniza*
Sábado, 20 de febrero de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro de Isaías (58,9b-14):
Esto dice el Señor:
«Cuando alejes de ti la opresión,
el dedo acusador y la calumnia,
cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo
y sacies al alma afligida,
brillará tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad como el mediodía.
El Señor te guiará siempre,
hartará tu alma en tierra abrasada,
dará vigor a tus huesos.
Serás un huerto bien regado,
un manantial de aguas que no engañan.
Tu gente reconstruirá las ruinas antiguas,
volverás a levantar los cimientos de otros tiempos;
te llamarán “reparador de brechas”,
“restaurador de senderos”,
para hacer habitable el país.
Si detienes tus pasos el sábado,
para no hacer negocios en mi día santo,
y llamas al sábado “mi delicia”
y lo consagras a la gloria del Señor;
si lo honras, evitando viajes,
dejando de hacer tus negocios y de discutir tus asuntos,
entonces encontrarás tu delicia en el Señor.
Te conduciré sobre las alturas del país
y gozarás del patrimonio de Jacob, tu padre.
Ha hablado la boca del Señor».
Palabra de Dios
Salmo
Sal
85,1-2.3-4.5-6
R/. Enséñame, Señor, tu
camino,
para que siga tu verdad
V/. Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva, Dios mío, a tu siervo, que confía en ti. R/.
V/. Piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti, Señor. R/.
V/. Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica. R/.
*Lecturas
del Sábado después de Ceniza*
Sábado, 20
de febrero de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (5,27-32)*
En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado
al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran
banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos
y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de
Jesús:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les respondió:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores a que se conviertan».
Palabra del Señor
(No
necesita, médico los sanos, sino los enfermos)
*Estas palabras me llenan de
esperanza y me dan fortaleza y alegría, el señor sale a buscarme a mi
directamente, me hace un llamado y me dice, que no me preocupe por nada, que él
es médico y tiene todas las medicinas, que a mí me hacen falta, esto es una
buena noticia para mí, el Señor me invita a ponerme es sus manos que han creado
el universo y también al ser humano y me ha creado a mí, es por eso que estoy
invitado a sentir su llamado y a seguirle porque él, trae la medicina que
necesita mi corazón endurecido, por las fatigas, los miedos, los temores, las desconfianzas
tantas y algunas cosas más. Ahora tengo una oportunidad de aceptar éste llamado
a la vida verdadera*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.