Musica Para el Alma
lunes, 10 de noviembre de 2025
LUCAS 17,7-10 CICLO C
Lecturas
del Martes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario
11 Nov 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (17,7-10)*
En aquel tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un
criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo,
¿quién de vosotros le dice: «En seguida, ven y ponte a la mesa» ¿No le diréis:
«Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y
beberás tú» ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?
Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: «Somos unos
pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer).
*Jesús el maestro, me habla con esta palabra
sobre el amor incomprendido para este mundo, pero bendecido por Dios. Como dice
San Juan de la Cruz: El que anda en amor, ni cansa, ni se cansa. Por ejemplo: El
esposo viene cansado de trabajar, después de un día difícil y agotador; y su
esposa le llama por teléfono y le dice: por favor pasa por el súper y tráeme
algo que pensé comprar cuando estaba allá en el súper y se me olvido. Humana
mente: lo primero que saldría es, el pleito, porque estoy muy cansado. Pero sí
de ese esposo, brota un amor, que se coloca por encima de su cansancio, que
rompe todo tipo de barreras, de sentimiento, de obstáculos, él puede decir: Por
amor a mi esposa, he hecho lo que tenía que hacer. Un amor así es: Escándalo
para el mundo. Jesús el buen pastor, me dice que nadie humanamente puede
entender ese amor, que ese tipo de amor solo lo usan los pobres siervos de Dios.
Jesús el buen amigo me dice el amor: Es comprensivo, servicial, no tiene
envidia, no presume, no se engríe, no es mal educado, no es egoísta,
no se irrita, no lleva cuentas del mal, disculpa sin límites*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL MARTES 11
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
MARTES DE LA SEMANA XXXII
Del Común de pastores: para un santo obispo.
11 de noviembre
*SAN MARTÍN DE TOURS, obispo. (MEMORIA)*
Nació en Panonia, hacia el año 316, de padres paganos. Habiendo recibido el
bautismo y renunciado a la milicia, fundó un monasterio en Ligugé (Francia),
donde practicó la vida monástica bajo la dirección de san Hilario. Más tarde
fue ordenado sacerdote y elegido obispo de Tours. Fue un modelo de buen pastor
y fundó otros monasterios, trabajó en la formación del clero y evangelizó a los
pobres. Murió el año 397.
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
INVITATORIO
Ant. Aclamemos al Señor, al recordar hoy a san Martín.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: CRISTO, CABEZA, REY DE LOS PASTORES.
Cristo, cabeza, rey de los pastores,
el pueblo entero, madrugando a fiesta,
canta a la gloria de tu sacerdote
himnos sagrados.
Con abundancia de sagrado crisma,
la unción profunda de tu Santo Espíritu
lo armó guerrero y lo nombró en la Iglesia
jefe del pueblo.
El fue pastor y forma del rebaño,
luz para el ciego, báculo del pobre,
padre común, presencia providente,
todo de todos.
Tú que coronas sus merecimientos,
danos la gracia de imitar su vida,
y al fin, sumisos a su magisterio,
danos su gloria. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.
Salmo 100 - PROPÓSITO DE UN PRÍNCIPE JUSTO
Voy a cantar la bondad y la justicia,
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:
¿Cuándo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón
dentro de mi casa;
no pondré mis ojos
en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal,
no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido,
no aprobaré al malvado.
Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar;
ojos engreídos, corazones arrogantes
no los soportaré.
Pongo mis ojos en los que son leales,
ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto,
ése me servirá.
No habitará en mi casa
quien comete fraudes;
el que dice mentiras
no durará en mi presencia.
Cada mañana haré callar
a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor
a todos los malhechores.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Para ti es mi música, Señor; voy a
explicar el camino perfecto.
Ant 2. No nos desampares, Señor, para
siempre.
Cántico: ORACIÓN DE AZARÍAS EN EL HORNO Dn 3, 26-27. 29. 34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y glorioso es tu nombre.
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros
y todas tus obras son verdad,
y rectos tus caminos,
y justos todos tus juicios.
Hemos pecado y cometido iniquidad
apartándonos de ti, y en todo hemos delinquido.
Por el honor de tu nombre,
no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza,
no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abraham, tu amigo,
por Isaac, tu siervo,
por Israel, tu consagrado,
a quienes prometiste
multiplicar su descendencia
como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito,
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados;
que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón,
te respetamos y buscamos tu rostro.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No nos desampares, Señor, para
siempre.
Ant 3. Te cantaré, Dios mío, un cántico
nuevo.
Salmo 143, 1-10 - ORACIÓN POR LA VICTORIA Y POR LA PAZ
Bendito el Señor, mi Roca,
que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea;
mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
que me somete los pueblos.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y desciende,
toca los montes, y echarán humo,
fulmina el rayo y dispérsalos,
dispara tus saetas y desbarátalos.
Extiende la mano desde arriba:
defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas,
de la mano de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades,
cuya diestra jura en falso.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes,
y salvas a David, tu siervo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te cantaré, Dios mío, un cántico
nuevo.
LECTURA BREVE Hb 13, 7-8
Acordaos de aquellos superiores vuestros que os expusieron la palabra de Dios:
reflexionando sobre el desenlace de su vida, imitad su fe. Jesucristo es el
mismo hoy que ayer, y para siempre.
RESPONSORIO BREVE
V. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado centinelas.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado
centinelas.
V. Ni de día ni de noche dejarán de anunciar el
nombre del Señor.
R. He colocado centinelas.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, he colocado
centinelas.
V. Escucha,
pueblo mío, mi enseñanza.
R. Inclina el oído a las palabras de mi boca.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Ezequiel 8, 1-6. 16—9, 11
JUICIO CONTRA LA JERUSALÉN PECADORA
El año sexto, el día cinco del mes sexto, estaba yo sentado en mi casa y los
ancianos de Judá estaban sentados frente a mí, cuando se posó sobre mí la mano
del Señor. Vi una figura que parecía un hombre: desde lo que parecía ser su
cintura para abajo, era de fuego; de su cintura para arriba, era algo así como
un resplandor, semejante al fulgor del electro. Alargó algo así como una mano y
me tomó por los cabellos; el espíritu me levantó en vilo y me llevó en éxtasis
entre el cielo y la tierra a Jerusalén, junto a la puerta septentrional del
atrio interior, donde estaba la estatua rival.
Allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la había contemplado en la
llanura. Me dijo:
«Hijo de hombre, dirige la vista hacia el norte.»
Dirigí la vista hacia el norte y vi al norte de la puerta del altar la estatua
rival, la que está a la entrada. Añadió:
«Hijo de hombre, ¿no ves lo que están haciendo? Graves abominaciones comete
aquí la casa de Israel, para que me aleje de mi santuario. Pero aún verás
abominaciones mayores.»
Después me llevó al atrio interior de la casa del Señor. A la entrada del
templo del Señor, entre el atrio y el altar, había unos veinticinco hombres, de
espaldas al templo y mirando hacia el oriente: estaban adorando al sol. Me
dijo:
«¿No ves, hijo de hombre? ¡Le parecen poco a la casa de Judá las abominaciones que
aquí cometen, y colman al país de violencias, indignándome más y más! Pues
también yo actuaré con cólera, no me apiadaré ni perdonaré; me invocarán a voz
en grito, pero no los escucharé.»
Entonces lo oí llamar en voz alta:
«Acercaos, verdugos de la ciudad, empuñando cada uno su arma mortal.»
Entonces aparecieron seis hombres por el camino de la puerta de arriba, la que
da al norte, empuñando mazas. En medio de ellos, un hombre vestido de lino, con
los avíos de escribano a la cintura. Al llegar se detuvieron junto al altar de
bronce. La gloria del Dios de Israel se había levantado de los querubines en
que se apoyaba, yendo a posarse en el umbral del templo. Llamó al hombre
vestido de lino, con los avíos de escribano a la cintura, y le dijo el Señor:
«Recorre la ciudad, atraviesa Jerusalén, y marca en la frente a los que gimen
afligidos por las abominaciones que en ella se cometen.»
A los otros les dijo en mi presencia:
«Recorred la ciudad detrás de él, golpead sin compasión y sin piedad. A viejos,
mozos y muchachas, a niños y mujeres, matadlos, acabad con ellos; pero a
ninguno de los marcados toquéis. Empezad por mi santuario.»
Y empezaron por los ancianos que estaban frente al templo. Luego les dijo:
«Profanad el templo, llenando sus atrios de cadáveres, y salid a matar por la
ciudad.»
Sólo yo quedé con vida. Mientras ellos mataban, caí rostro en tierra y grité:
«¡Ay Señor! ¿Vas a exterminar al resto de Israel, derramando tu cólera sobre
Jerusalén?»
Me respondió:
«Grande, muy grande es el delito de la casa de Israel y de Judá; el país está
lleno de crímenes, la ciudad colmada de injusticias; porque dicen: "El
Señor ha abandonado el país, no lo ve el Señor." Pues tampoco yo me
apiadaré ni perdonaré; doy a cada uno su merecido.»
Entonces el hombre vestido de lino, con los avíos de escribano a la cintura,
informó, diciendo:
«He cumplido lo que me ordenaste.»
RESPONSORIO Mt 24, 15. 21. 22; Ap 7, 3
R. Cuando veáis en el lugar santo lo que el
profeta Daniel anuncia como «horrenda profanación del devastador», sobrevendrá
una tribulación tan espantosa que, si no se abreviasen aquellos días, nadie se
salvaría. * Pero se abreviarán los días
aquellos en atención a los escogidos.
V. No hagáis daño a la tierra ni al mar, hasta que
no hayamos sellado en la frente a los siervos de nuestro Dios.
R. Pero se abreviarán los días aquellos en
atención a los escogidos.
SEGUNDA LECTURA
De las Cartas de Sulpicio Severo
(Carta 3, 6. 9-10, 11. 14-17, 21: SC 133, 336-344)
MARTÍN, POBRE Y HUMILDE
Martín conoció con mucha antelación su muerte y anunció a sus hermanos la
proximidad de la disolución de su cuerpo. Entretanto, por una determinada
circunstancia, tuvo que visitar la diócesis de Candes. Existía en aquella
Iglesia una desavenencia entre los clérigos, y, deseando él poner paz entre
ellos, aunque sabía que se acercaba su fin, no dudó en ponerse en camino,
movido por este deseo, pensando que si lograba pacificar la Iglesia sería éste
un buen colofón a su vida.
Permaneció por un tiempo en aquella población o comunidad, donde había
establecido su morada. Una vez restablecida la paz entre los clérigos, cuando ya
pensaba regresar a su monasterio, de repente empezaron a faltarle las fuerzas;
llamó entonces a los hermanos y les indicó que se acercaba el momento de su
muerte. Ellos, todos a una, empezaron a entristecerse y a decirle entre
lágrimas:
«¿Por qué nos dejas, padre? ¿A quién nos encomiendas en nuestra desolación?
Invadirán tu grey lobos rapaces; ¿quién nos defenderá de sus mordeduras, si nos
falta el pastor? Sabemos que deseas estar con Cristo, pero una dilación no hará
que se pierda ni disminuya tu premio; compadécete más bien de nosotros, a
quienes dejas».
Entonces él, conmovido por este llanto, lleno como estaba siempre de entrañas
de misericordia en el Señor, se cuenta que lloró también; y, vuelto al Señor,
dijo tan sólo estas palabras en respuesta al llanto de sus hermanos:
«Señor, si aún soy necesario a tu pueblo, no rehuyo el trabajo; hágase tu
voluntad».
¡Oh varón digno de toda alabanza, nunca derrotado por las fatigas ni vencido
por la tumba, igualmente dispuesto a lo uno y a lo otro, que no tembló ante la
muerte ni rechazó la vida! Con los ojos y las manos continuamente levantados al
cielo, no cejaba en la oración; y como los presbíteros, que por entonces habían
acudido a él, le rogasen que aliviara un poco su cuerpo cambiando de posición,
les dijo:
«Dejad, hermanos, dejad que mire al cielo y no a la tierra, y que mi espíritu,
a punto ya de emprender su camino, se dirija al Señor».
Dicho esto, vio al demonio cerca de él, y le dijo:
«¿Por que estás aquí, bestia feroz? Nada hallarás en mí, malvado; el seno de
Abrahán está a punto de acogerme». Con estas palabras entregó su espíritu al
cielo. Martín, lleno de alegría, fue recibido en el seno de Abrahán; Martín,
pobre y humilde, entró en el cielo, cargado de riquezas.
RESPONSORIO
R. ¡Oh tu, verdaderamente dichoso, en cuyos labios
no hubo engaño, que a nadie juzgaste, a nadie condenaste! * nunca
se encontró en su boca otra cosa que Cristo, la paz y la misericordia.
V. ¡Oh varón digno de toda alabanza, nunca
derrotado por las fatigas ni vencido por la tumba, que no tembló ante la muerte
ni rechazó la vida!
R. Nunca se encontró en su boca otra cosa que
Cristo, la paz y la misericordia.
Lecturas del Martes de la XXXII
Semana del Tiempo Ordinario
11 Nov 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas (17,7-10)*
En aquel
tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o
como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: «En seguida,
ven y ponte a la mesa» ¿No le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme
mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú» ¿Tenéis que estar
agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando
hayáis hecho todo lo mandado, decid: «Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo
que teníamos que hacer.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. ¡Oh varón dichoso, cuya alma posee ya el paraíso! Por ello se
alegran los ángeles, se regocijan los arcángeles; y el coro de los santos y la
multitud de las vírgenes lo aclaman, diciendo: «Quédate con nosotros para
siempre.»
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Oh varón dichoso, cuya alma posee
ya el paraíso! Por ello se alegran los ángeles, se regocijan los arcángeles; y
el coro de los santos y la multitud de las vírgenes lo aclaman, diciendo:
«Quédate con nosotros para siempre.»
PRECES
Demos gracias a Cristo, el buen pastor que entregó la vida por sus
ovejas, y supliquémosle diciendo:
Apacienta a tu pueblo, Señor.
Señor Jesucristo, tú que en los santos pastores nos has revelado tu
misericordia y tu amor,
haz que, por ellos, continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.
Señor Jesucristo, tú que a través de los santos pastores sigues siendo el único
pastor de tu pueblo,
no dejes de guiarnos siempre por medio de ellos.
Señor Jesucristo, tú que por medio de los santos pastores eres el médico de los
cuerpos y de las almas,
haz que nunca falten en tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas
de una vida santa.
Señor Jesucristo, tú que has adoctrinado a la Iglesia con la prudencia y el
amor de los santos,
haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Oremos confiadamente al Padre, como Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Renueva, Señor, en nosotros las maravillas de tu gracia, para que,
al celebrar hoy la memoria de san Martín, obispo, que te glorificó, tanto con
su vida como con su muerte, nos sintamos de tal modo fortalecidos, que ni la
vida ni la muerte puedan separarnos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: CANTEMOS AL SEÑOR CON ALEGRÍA.
Cantemos al Señor con alegría,
unidos a la voz del pastor santo;
demos gracias a Dios, que es luz y guía,
solícito pastor de su rebaño.
Es su voz y su amor el que nos llama
en la voz del pastor que él ha elegido,
es su amor infinito el que nos ama
en la entrega y amor de este otro cristo.
Conociendo en la fe su fiel presencia,
hambrientos de verdad y luz divina,
sigamos al pastor que es providencia
de pastos abundantes que son vida.
Apacienta, Señor, guarda a tus hijos,
manda siempre a tu mies trabajadores;
cada aurora, a la puerta del aprisco,
nos aguarde el amor de tus pastores. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Salmo 136, 1-6 - JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA.
Junto a los canales de Babilonia
nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras.
Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sión.»
¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Si me olvido de ti, Jerusalén, que
se me paralice la mano derecha.
Ant 2. Te doy gracias, Señor, delante de
los ángeles.
Salmo 137 - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DE UN REY
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario,
daré gracias a tu nombre;
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros,
me conservas la vida;
extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo,
y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo:
Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Te doy gracias, Señor, delante de
los ángeles.
Ant 3. Digno es el Cordero degollado de
recibir el honor y la gloria.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Digno es el Cordero degollado de
recibir el honor y la gloria.
LECTURA BREVE 1Pe 5, 1-4
A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo de los
sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que va a descubrirse, os
exhorto: Sed pastores del rebaño de Dios a vuestro cargo, gobernándolo, no a la
fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere, no por sórdida ganancia, sino con
generosidad, no como dominadores sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos
en modelos del rebaño. Y, cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la
corona de gloria que no se marchita.
RESPONSORIO BREVE
V. Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora mucho por su pueblo.
R. Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora
mucho por su pueblo.
V. El que entregó su vida por sus hermanos.
R. El que ora mucho por su pueblo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Éste es el que ama a sus hermanos, el que ora
mucho por su pueblo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. ¡Oh bienaventurado pontífice, que amaste con todo tu corazón a
Cristo rey y no temiste los poderes de este mundo! ¡Oh alma santísima, que, sin
haber sido separada de tu cuerpo por la espada del perseguidor, has merecido,
sin embargo, la palma del martirio!
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Oh bienaventurado pontífice, que
amaste con todo tu corazón a Cristo rey y no temiste los poderes de este mundo!
¡Oh alma santísima, que, sin haber sido separada de tu cuerpo por la espada del
perseguidor, has merecido, sin embargo, la palma del martirio!
PRECES
Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice en favor de los
hombres en lo que se refiere a Dios, y supliquémosle humildemente diciendo:
Salva a tu pueblo, Señor.
Tú que por medio de pastores santos y eximios has glorificado a tu Iglesia,
haz que todos los cristianos resplandezcan por su virtud.
Tú que por la oración de los santos pastores, que a semejanza de Moisés oraban
por el pueblo, perdonaste los pecados de tus fieles,
purifica y santifica también ahora a la santa Iglesia por la intercesión de los
santos.
Tú que de entre los fieles elegiste a los santos pastores y, por tu Espíritu,
los consagraste como ministros en bien de sus hermanos,
llena también de tu Espíritu a todos los pastores del pueblo de Dios.
Tú que fuiste la heredad de los santos pastores,
no permitas que ninguno de los que fueron adquiridos por tu sangre viva alejado
de ti.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Tú que por medio de los pastores de la Iglesia das la vida eterna a tus ovejas
para que nadie las arrebate de tu mano,
salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.
Digamos juntos la oración que Cristo nos enseñó como modelo de toda oración:
Padre nuestro...
ORACION
Renueva, Señor, en nosotros las maravillas de tu gracia, para que,
al celebrar hoy la memoria de san Martín, obispo, que te glorificó, tanto con
su vida como con su muerte, nos sintamos de tal modo fortalecidos, que ni la
vida ni la muerte puedan separarnos de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios,
por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 11 DE NOVIEMBRE 2025
Lecturas
del Martes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario
11 Nov 2025
Primera Lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (2,23–3,9):
Dios creó al hombre para la inmortalidad y lo
hizo a imagen de su propio ser; pero la muerte entró en el mundo por la envidia
del diablo, y los de su partido pasarán por ella. En cambio, la vida de los
justos está en manos de Dios, y no los tocará el tormento. La gente insensata
pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de
entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba
que cumplían una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad; sufrieron
pequeños castigos, recibirán grandes favores, porque Dios los puso a prueba y
los halló dignos de si; los probó como oro en crisol, los recibió como
sacrificio de holocausto; a la hora de la cuenta resplandecerán como chispas
que prenden por un cañaveral; gobernarán naciones, someterán pueblos, y el
Señor reinará sobre ellos eternamente. Los que confían en él comprenderán la
verdad, los fieles a su amor seguirán a su lado; porque quiere a sus devotos,
se apiada de ellos y mira por sus elegidos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 33,2-3.16-17.18-19
R/. Bendigo al Señor en todo
momento
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloria en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.
Los ojos del Señor miran a los justos,
sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria. R/.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos. R/.
Lecturas
del Martes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario
11 Nov 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (17,7-10)*
En aquel tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un
criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo,
¿quién de vosotros le dice: «En seguida, ven y ponte a la mesa» ¿No le diréis:
«Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y
beberás tú» ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?
Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: «Somos unos
pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer).
*Jesús el maestro, me habla con esta palabra
sobre el amor incomprendido para este mundo, pero bendecido por Dios. Como dice
San Juan de la Cruz: El que anda en amor, ni cansa, ni se cansa. Por ejemplo: El
esposo viene cansado de trabajar, después de un día difícil y agotador; y su
esposa le llama por teléfono y le dice: por favor pasa por el súper y tráeme
algo que pensé comprar cuando estaba allá en el súper y se me olvido. Humana
mente: lo primero que saldría es, el pleito, porque estoy muy cansado. Pero sí
de ese esposo, brota un amor, que se coloca por encima de su cansancio, que
rompe todo tipo de barreras, de sentimiento, de obstáculos, él puede decir: Por
amor a mi esposa, he hecho lo que tenía que hacer. Un amor así es: Escándalo
para el mundo. Jesús el buen pastor, me dice que nadie humanamente puede
entender ese amor, que ese tipo de amor solo lo usan los pobres siervos de Dios.
Jesús el buen amigo me dice el amor: Es comprensivo, servicial, no tiene
envidia, no presume, no se engríe, no es mal educado, no es egoísta,
no se irrita, no lleva cuentas del mal, disculpa sin límites*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




