Musica Para el Alma

martes, 3 de marzo de 2020

LAS VÍSPERAS DEL MIÉRCOLES 4 ORACIÓN AL FINAL DEL DIA

TIEMPO DE CUARESMA
MIÉRCOLES DE LA SEMANA I
Del Propio del Tiempo. Salterio I

4 de marzo
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)

INVOCACIÓN INICIAL

V. 
Dios mío, ven en mi auxilioR. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Himno: HEME, SEÑOR, A TUS DIVINAS PLANTAS
Heme, Señor, a tus divinas plantas,
baja la frente y de rubor cubierta,
porque mis culpas son tales y tantas,
que tengo miedo a tus miradas santas,
y el pecho mío a respirar no acierta.

Mas ¡ay!, que renunciar la lumbre hermosa
de esos divinos regalados ojos,
es condenarme a noche tenebrosa;
y esa noche es horrible, es espantosa
para el que gime ante tus pies de hinojos.

Dame licencia ya, Padre adorado,
para mirarte y moderar mi miedo;
mas no te muestres de esplendor cercado;
muéstrate, Padre mío, en cruz clavado,
porque solo en la cruz mirarte puedo. Amén.
SALMODIA

Ant 1. 
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Salmo 26 I - CONFIANZA ANTE EL PELIGRO
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?

Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.

Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor
contemplando su templo.

Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;

y así levantaré la cabeza
sobre el enemigo que me cerca;
en su tienda sacrificaré
sacrificios de aclamación:
cantaré y tocaré para el Señor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Ant 2. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
Salmo 26 II
Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.

Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.»
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.

No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.

Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.

Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.

No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.

Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
Ant 3. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.

Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.

Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.

Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.

Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
LECTURA BREVE Flp 2, 12b-15a
Trabajad por vuestra salvación con respeto y seriedad. Porque es Dios el que obra en vosotros haciendo que queráis y obréis movidos por lo que a él le agrada. Hacedlo todo sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha.
RESPONSORIO BREVE

V. 
Yo dije: «Señor, ten misericordia.»R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
V. Sáname, porque he pecado contra ti.R. Señor, ten misericordia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.R. Yo dije: «Señor, ten misericordia.»
CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Como estuvo Jonás en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre tres días y tres noches en el seno de la tierra.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Como estuvo Jonás en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre tres días y tres noches en el seno de la tierra.
PRECES
Alabemos a Dios todopoderoso y providente, que conoce todas nuestras necesidades pero quiere ante todo que busquemos su reino; supliquémosle, pues, diciendo:

Venga, Señor, tu reino y su justicia.

Padre santo, que nos diste a Cristo como pastor de nuestras vidas, ayuda a los pastores y a los pueblos a ellos confiados, para que no falte nunca al rebaño la solicitud de sus pastores
ni falte a los pastores la obediencia de su rebaño.

Mueve a los cristianos para que con amor fraternal se interesen por los enfermos
y que en ellos socorran a tu Hijo.

Haz que entren a formar parte de tu Iglesia los que aún no creen en el Evangelio,
y que, con sus buenas obras, la hagan crecer en el amor.

A nosotros, pecadores, concédenos tu perdón
y la reconciliación con tu Iglesia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres

A los que murieron concédeles resucitar a la vida eterna
y morar eternamente contigo.

Invoquemos a Dios Padre con la oración que nos enseñó Jesús:
Padre nuestro...

ORACION
Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.

EL ÁNGELUS


El Ángelus

V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…

V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…

V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…

V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su re­su­rrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.

*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*


GOTAS DE MISERICORDIA


LUCAS 11,29-32 CICLO A LO QUE ME DICE EL EVANGELIO


Miércoles, 4 de marzo de 2020
Lo que me dice el Evangelio de Lucas 11,29-32 Ciclo A Ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás *El Rey de Nínive cuándo le contaron, lo que Jonás estaba predicando de lo que le pasaría a la ciudad si no cambiaban, mandó ayunar a todos hasta a los animales. El Rey hizo lo que a mí me hace mucha falta, el rey reconoció sus errores y tomó las medidas necesarias. Cuánto me duele y me cuesta, reconocer mis errores y mis equivocaciones, siempre busco la manera de justificarme y de culpar a los demás. El Señor me invita a un verdadero cambio dejar de hacer lo malo y comenzar hacer las cosas bien* 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

EVANGELIO DE LUCAS


Miércoles, 4 de marzo de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,29-32):

EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor

LAS LAUDES DEL MIÉRCOLES 4 ORACIÓN PARA INICIAR EL DÍA


Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro Señor. Amén

TIEMPO DE CUARESMA
MIÉRCOLES DE LA SEMANA I
Del Propio del Tiempo. Salterio I

4 de marzo

LAUDES
(Oración de la mañana)

INVITATORIO
(Si Laudes no es la primera oración del día
se sigue el esquema del Invitatorio explicado en el Oficio de Lectura)


V. 
Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

INVITATORIO

Ant. 
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.»

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Himno: CUANDO VUELTO HACIA TI DE MI PECADO.

Cuando vuelto hacia ti de mi pecado
iba pensando en confesar sincero
el dolor desgarrado y verdadero
del delito de haberte abandonado;

cuando pobre volvime a ti humillado,
me ofrecí como inmundo pordiosero;
cuando, temiendo tu mirar severo,
bajé los ojos, me sentí abrazado.

Sentí mis labios por tu amor sellados
y ahogarse entre tus lágrimas divinas
la triste confesión de mis pecados.

Llenóse el alma en luces matutinas,
y, viendo ya mis males perdonados,
quise para mi frente tus espinas. Amén.

SALMODIA

Ant 1. 
Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.

Salmo 35 - DEPRAVACIÓN DEL MALVADO Y BONDAD DE DIOS.

El malvado escucha en su interior
un oráculo del pecado:
«No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia.»
Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.

Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.

Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes,
tu justicia hasta las altas cordilleras;
tus sentencias son como el océano inmenso.

Tú socorres a hombres y animales;
¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;

se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das a beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente viva
y tu luz nos hace ver la luz.

Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche fuera la mano del malvado.

Han fracasado los malhechores;
derribados, no se pueden levantar.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.

Ant 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.

Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR DEL MUNDO Y PROTECTOR DE SU PUEBLO Jdt 16, 2-3. 15-19

¡Alabad a mi Dios con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre!
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.

Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor, tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.

Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.

Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tu presencia se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.

Ant 3. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.

Salmo 46 - ENTRONIZACIÓN DEL DIOS DE ISRAEL.

Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.

El nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
El nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.

Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.

Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abraham;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.

LECTURA BREVE Dt 7, 6. 8-9

El Señor, tu Dios, te eligió para que fueras, entre todos los pueblos de la tierra, el pueblo de su propiedad. Por el amor que os tiene y por mantener el juramento que había hecho a vuestros padres, os sacó de Egipto con mano fuerte y os rescató de la esclavitud, del dominio del Faraón, rey de Egipto. Así conocerás que el Señor, tu Dios, es el Dios verdadero, el Dios fiel que mantiene su alianza y su favor, por mil generaciones, con los que lo aman y guardan sus preceptos.

RESPONSORIO BREVE

V. 
Él me librará de la red del cazador.
R. Él me librará de la red del cazador.

V. Me cubrirá con su plumaje.
R. Él me librará de la red del cazador.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Él me librará de la red del cazador.

PRIMERA LECTURA

Del libro del Éxodo 10, 21 -- 11, 10

PLAGA DE LAS TINIEBLAS Y ANUNCIO DE LA MUERTE DE LOS PRIMOGÉNITOS

El Señor dijo a Moisés:

«Extiende tu mano hacia el cielo, y se extenderá sobre el país de Egipto una oscuridad palpable.»

Moisés extendió la mano hacia el cielo, y una densa oscuridad cubrió el país de Egipto durante tres días. No se veían los egipcios unos a otros, ni se movieron de su sitio durante tres días, mientras que todos los hijos de Israel tenían luz en sus poblados. El Faraón llamó a Moisés y le dijo:

«Id a ofrecer culto al Señor. También los niños pueden ir con vosotros, pero dejad las ovejas y las vacas.»

Respondió Moisés:

«Tienes que dejarnos llevar víctimas para los sacrificios que hemos de ofrecer al Señor, nuestro Dios. También el ganado tiene que venir con nosotros, sin quedar ni una res, pues de ello tenemos que ofrecer al Señor, nuestro Dios, y no sabemos qué hemos de ofrecer al Señor hasta que lleguemos allá.» Pero el Señor permitió que el Faraón se empeñara en no dejarlos marchar. El Faraón, pues, le dijo:

«Sal de mi presencia, y cuidado con volver a presentarte. Si te vuelvo a ver, morirás inmediatamente.»

Respondió Moisés:

«Tú lo has dicho: no volveré a ver tu rostro. Pues esto dice el Señor: "A media noche pasaré yo a través de Egipto: morirán todos los primogénitos de Egipto, desde el primogénito del Faraón que se sienta en el trono, hasta el primogénito de la sierva que atiende al molino, y todos los primogénitos del ganado. Y se oirá un gran clamor por todo Egipto como nunca lo ha habido ni lo habrá. Mientras que a los hijos de Israel ni un perro les ladrará, ni a los hombres ni a las bestias; para que sepáis que el Señor distingue entre Egipto e Israel." Entonces todos estos ministros tuyos acudirán a mí y, postrados ante mí, me pedirán: "Sal con el pueblo que te sigue." Y yo entonces saldré.»

Y, lleno de ira, salió Moisés de la presencia del Faraón. El Señor había dicho a Moisés:

«El Faraón no os hará caso, y así se multiplicarán mis prodigios en Egipto.»

Moisés y Aarón habían hecho toda clase de prodigios en presencia del Faraón, pero el Señor permitió que el Faraón se empeñara en no dejar salir a los israelitas de su tierra. El Señor había dicho a Moisés:

«Todavía tengo que enviar una plaga al Faraón y a su país. Después os dejará marchar de aquí, es decir, él mismo os apremiará a salir. Habla a todo el pueblo: "Que cada hombre pida a su vecino y cada mujer a su vecina utensilios de oro y plata."»

El Señor hizo que el pueblo se ganase el favor de los egipcios; y también Moisés era muy estimado en Egipto por los ministros del Faraón y por el pueblo.

RESPONSORIO Sb 18, 4; 17, 20; 18, 1

R. Bien merecían verse privados de luz los que tuvieron encerrados en prisión a tus hijos, * los cuales habían de dar al mundo la luz imperecedera de la ley.
V. Sobre los egipcios se extendía una espesa noche, mientras tus santos disfrutaban de espléndida luz.
R. Los cuales habían de dar al mundo la luz imperecedera de la ley.

SEGUNDA LECTURA

De las Demostraciones de Afraates, obispo
(Demostración 11, Sobre la circuncisión, 11-12: PS 1, 498-503

LA CIRCUNCISIÓN DEL CORAZÓN

La ley y la alianza antiguas fueron totalmente cambiadas. Primeramente, el pacto con Adán fue sustituido por el de Noé; más tarde, el concertado con Abraham fue reformado por el de Moisés. Mas como la alianza mosaica no fue observada, al llegar la plenitud de los tiempos vino la nueva alianza, ésta ya definitiva. En efecto, el pacto con Adán se basaba en el mandato de no comer del árbol de la vida; el de Noé en el arco iris; el de Abraham, elegido por su fe, en la circuncisión, como sello característico de su descendencia; el de Moisés en el cordero pascual, propiciación para el pueblo.

Todas estas alianzas eran diversas entre sí. Ahora bien, la circuncisión grata a los ojos de aquel de quien procedían todas estas alianzas es la que dice Jeremías: Circuncidad el prepucio de vuestros corazones. Pues si el pacto concertado por Dios con Abraham fue firme, también éste es firme e inmutable, y ninguna ley se le puede añadir, ya venga de los que están fuera de la ley, ya de los que están sometidos a la ley.

Dios, en efecto, dio a Moisés la ley con todas sus observancias y preceptos, mas, como ellos no la observaron, anuló la ley y sus preceptos; prometió que había de establecer una nueva alianza, la cual afirmó que sería distinta de la primera, por más que él mismo sea el autor de ambas. Y ésta es la alianza que prometió darnos: Todos me conocerán, desde el pequeño al grande. Y en esta alianza ya no existe la circuncisión carnal como signo de pertenencia a su pueblo.

Sabemos con certeza, queridos hermanos, que Dios impuso, en las diversas generaciones, unas leyes, que estuvieron en vigor hasta que él quiso y que más tarde quedaron anuladas, tal como dice el Apóstol, a saber, que el reino de Dios subsistió antiguamente en multitud de semejanzas, según las diversas épocas.

Ahora bien, nuestro Dios es veraz y sus preceptos son fidelísimos; por esto cada una de las alianzas fue en su tiempo firme y verdadera, y los circuncisos de corazón viven y son de nuevo circuncidados en el verdadero Jordán, que es el bautismo para el perdón de los pecados. Jesús, hijo de Nun, o sea Josué, circuncidó al pueblo por segunda vez con un cuchillo de piedra, cuando él y su pueblo atravesaron el Jordán; Jesús, nuestro salvador, circuncida por segunda vez, con la circuncisión del corazón, a todos los que creen en él y reciben el baño bautismal, los cuales son circuncidados con la espada, que es la palabra de Dios, más tajante que espada de dos filos.

Jesús, hijo de Nun, introdujo al pueblo en la tierra prometida; Jesús, nuestro salvador, ha prometido la tierra de la vida a todos los que atraviesen el verdadero Jordán, crean y sean circuncidados en su corazón.

Dichosos, pues, los que han sido circuncidados en el corazón y han renacido de las aguas de la segunda circuncisión; éstos recibirán la herencia junto con Abraham, guía fidedigno y padre de todos, ya que su fe le fue reputada como justicia.

RESPONSORIO Hb 8, 8. 10; cf. 2Co 3, 3

R. Yo concertaré una nueva alianza con la casa de Israel, imprimiendo mi ley en sus mentes. * La escribiré en sus corazones, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.
V. Les daré mi ley, no en tablas de piedra, sino en tablas que son sus corazones de carne.
R. La escribiré en sus corazones, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.


Miércoles, 4 de marzo de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,29-32):

EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor


CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. 
Esta raza es una raza perversa: pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Esta raza es una raza perversa: pide una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás.

PRECES

Bendigamos al Autor de nuestra salvación, que ha querido renovar en sí mismo todas las cosas, y digámosle:

*Renuévanos, Señor, por tu Espíritu Santo*.

Señor, tú que nos has prometido un cielo nuevo y una tierra nueva, renuévanos sin cesar por tu Espíritu Santo,
para que lleguemos a gozar eternamente de ti en la nueva Jerusalén.

Que trabajemos, Señor, para que el mundo se impregne de tu Espíritu
y se logre así más eficazmente la justicia, el amor y la paz universal.

Enséñanos, Señor, a corregir nuestra pereza y nuestra desidia
y a poner nuestro corazón en los bienes eternos.

Líbranos del mal
y presérvanos de la fascinación de la vanidad que oscurece la mente y oculta el bien.

Se pueden añadir algunas intenciones libres

Digamos al Padre, unidos a Jesús, la oración que él nos enseñó:

Padre nuestro...

ORACION

Señor, mira complacido a tu pueblo, que con fervor desea entregarse a una vida santa, y, ya que con sus privaciones se esfuerza por dominar el cuerpo, que la práctica de las buenas obras transforme su alma. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. 
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Llamado por los polacos como "el pacificador", fue el tercero de los trece hijos de Casimiro IV, rey de Polonia y de Isabel de Austria. Muy devoto desde la infancia, Casimiro se consagró a la oración y penitencia, rechazando toda blandura consigo mismo. Casimiro vivía siempre en la presencia de Dios y era tranquilo, alegre y simpático a todos. Su amor a Dios se traducía en amor a los pobres, que son miembros de Cristo.
Por obediencia a su padre, Casimiro tuvo que partir a la frontera con Hungría, como cabeza de ejército para defender a los nobles de ese país de su antiguo y tirano rey, sin embargo no tuvo mucho éxito y ante el temor de iniciar una nueva e injusta guerra, el santo prefirió entregarse nuevamente al estudio y la oración y renegar de tomar las armas, pese a los ruegos de su padre y de los nobles. Asimismo, en la corte se habló de casarlo con la hija del emperador Federico III, pero Casimiro no quiso ni pensar en renunciar al celibato que se había impuesto. Las austeridades que practicaba agravaron la enfermedad de los pulmones que padecía y Casimiro murió en 1484, cuando no tenía sino 23 años de edad.

Originario de Gambellara (Vicenza), lugar en el que nació el 11 de enero de 1803 de Pedro y Francisca Bellame, Juan Antonio Farina recibió la primera formación bajo la tutela de su tío paterno, un santo sacerdote que fue para él un verdadero maestro del espíritu además de su preceptor, ya que todavía no existían las escuelas públicas en los pueblos pequeños. A los quince años entró en el seminario diocesano de Vicenza donde asistió a todos los cursos distinguiéndose por su bondad y una particular aptitud para el estudio. A los 21 años, mientras todavía asistía a los cursos de Teología, fue destinado a la enseñanza en el mismo seminario, revelando así sus marcados dotes como educador.
El 14 de enero de 1827 recibió la ordenación sacerdotal y poco después obtuvo el diploma que lo habilitaba a la enseñanza en las escuelas de primaria. En los primeros años de su ministerio se ocupó de varios encargos: la enseñanza en el seminario durante 18 años, la capellanía en la parroquia de S. Pedro en Vicenza por 10 años y la participación en distintas instituciones culturales, espirituales y caritativas de la ciudad, entre las cuales la dirección de la escuela pública primaria y superior.
En 1831 dio inicio a la primera escuela popular femenina y en 1836 fundó las Hermanas Maestras de S. Dorotea Hijas de los Sagrados Corazones, un instituto de «maestras de auténtica vocación, consagradas al Señor y dedicadas totalmente a la educación de las niñas pobres». Poco después, quiso también que sus religiosas se dedicasen a las hijas de familias acomodadas, a las sordomudas y a las ciegas; más tarde las envió a la asistencia de los enfermos y de los ancianos en los hospitales, en los asilos y en sus domicilios. El 1 de marzo de 1839 obtuvo el decreto de alabanza del Papa Gregorio XVI; la Regla por él redactada permaneció en vigor hasta 1905, año en que el Instituto fue aprobado por el Papa Pío X, quien había sido ordenado sacerdote por el obispo Farina.
En 1850 fue nombrado obispo de Treviso y recibió la consagración episcopal el 19 de enero de 1851. En esta diócesis desarrolló una variada actividad apostólica: en seguida inició la visita pastoral y organizó en todas las parroquias asociaciones para la ayuda material y espiritual de los pobres, incluso llegó a ser llamado «el obispo de los pobres». Propagó la práctica de los Ejercicios espirituales y la asistencia a los sacerdotes pobres y enfermos; cuidó la formación doctrinal y cultural del clero y de los fieles, y la instrucción y catequesis de los jóvenes. Los diez años de su episcopado en Treviso fueron marcados por el sufrimiento debido a cuestiones jurídicas con el Cabildo de la Catedral; esta situación condicionó la realización de su programa pastoral obstaculizando varias iniciativas y llegando a impedir la celebración del Sínodo diocesano.
El 18 de junio de 1860 fue trasladado a la sede episcopal de Vicenza, donde puso en acto un amplio programa de renovación y desarrolló una importante obra pastoral orientada a la formación cultural y espiritual del clero y de los fieles, a la catequesis de los niños, a la reforma de los estudios y de la disciplina en el seminario. Convocó el Sínodo diocesano, que no había sido celebrado desde el 1689; en su visita pastoral a veces recorría kilómetros a pie o a lomos de una mula para poder llegar a los pueblos de montaña que no habían visto nunca un obispo. Instituyó numerosas confraternidades para socorrer a los pobres y sacerdotes ancianos y para la predicación de Ejercicios espirituales al pueblo; propagó una profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús, a la Virgen María y a la Eucaristía. Entre diciembre de 1869 y junio de 1870 participó al Concilio Vaticano I, donde hacía parte de los que sostenían la definición de la infalibilidad pontificia.
Los últimos años de su vida fueron señalados con públicos reconocimientos por su labor apostólica y su caridad, pero también con fuertes sufrimientos e injustas acusaciones frente a las cuales él reaccionó con el silencio, la paz interior y el perdón, en fidelidad a su propia conciencia y a la regla suprema de la «salvación de las almas». Después de una primera grave enfermedad en 1886, sus fuerzas físicas se fueron debilitando gradualmente hasta el momento en que un ataque de apoplejía lo llevó a la muerte el 4 de marzo de 1888.
Su mensaje de santidad
Juan Antonio Farina fue un pastor solícito que no conoció la mediocridad y caminó constantemente hacia las cumbres de la santidad. Sostenido por su celo sacerdotal educaba la juventud, animaba la vida cristiana y se dedicaba a formar sacerdotes misericordiosos y orantes, como él mismo demostraba con su vida.
La virtud que más llama la atención en él es la caridad heroica, era conocido como «el hombre de la caridad». Los pobres, los infelices, los abandonados, los que padecían todo género de sufrimientos eran el objeto de su ternura y de sus cuidados; siendo obispo se ofreció como voluntario para asistir espiritualmente y corporalmente a los enfermos en el hospital, arrastrando con su ejemplo a sus sacerdotes. La suya era una caridad inteligente, previsora; como verdadero educador comprendió el rol de la escuela en la reforma de la sociedad, la necesidad de colaboración entre la escuela y la familia, la importancia de la preparación del personal docente. Concibió la educación orientada a la formación integral de la persona humana, a la práctica religiosa y a la caridad fraterna. Su lema era: «La verdadera ciencia consiste en la educación del corazón, es decir, en el práctico temor de Dios».
Después de su muerte la fama de santidad empezó a propagarse en los ambientes eclesiásticos y civiles; en 1897 se comenzó a recurrir a su intercesión para obtener gracias y favores del Cielo. En 1978 una religiosa ecuatoriana, Sor Inés Torres Córdova, afectada por un grave tumor con metástasis, fue sanada milagrosamente después de haber invocado la intercesión del Padre Fundador junto con otras Hermanas.
Este obispo de la caridad, que vivió en una difícil situación histórica de la iglesia italiana del siglo XIX, tiene un auténtico valor de actualidad y posee aún hoy día la fecundidad espiritual de las personas “de proa” en la Iglesia y para la Iglesia del tercer milenio.




LAS LECTURAS DEL MIÉRCOLES 4 DE MARZO 2020


Tiempo de Cuaresma - Ciclo A
Miércoles, 4 de marzo de 2020
Primera lectura
Lectura de la profecía de Jonás (3,1-10):

EL Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:
«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 50,3-4.12-13.18-19

R/.
 Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias


V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias


V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias


V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/

R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias


Miércoles, 4 de marzo de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,29-32):

EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

Palabra del Señor