Musica Para el Alma
domingo, 9 de noviembre de 2025
LUCAS 17,1-6 CICLO C
Lecturas
del Lunes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario
10 Nov 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (17,1-6)*
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que
escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el
cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano
te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en
un día, y siete veces vuelve a decirte: «Lo siento», lo perdonarás.»
Los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.»
El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa
morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar.» Y os obedecería.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Si tu hermano te ofende siete veces al día, y siete veces
viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo).
*Con gran pedagogía Jesús el Señor, me hace
ver que necesito de su ayuda, porque dentro tengo cosas que son fea, que todas
las personas las pueden ver y les molestan meno a mí, tengo que ponerme a
disposición del arrepentimiento porque esas cosas feas que tengo no me ayudan,
lo único que logran es hacerme daño. Hoy Jesús el buen pastor, me hace una
invitación formal a no pedir un aumento de fe, sino una limpieza interior. Y
una hermosa forma de mantenerme limpio interiormente es, estar abierto siempre
a la corrección, aunque me duela y estar dispuesto al arrepentimiento de corazón.
Es perdonado como se he perdonado*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL LUNES 10
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
TIEMPO ORDINARIO
LUNES DE LA SEMANA XXXII
Del Común de pastores para un santo papa y del Común de doctores de la Iglesia.
Salterio IV
10 de noviembre
*SAN LEÓN MAGNO, papa y doctor de la
Iglesia. (MEMORIA)*
Nació en la región de Toscana, y el año 440 fue elevado a la cátedra de Pedro,
ejerciendo su cargo como un verdadero pastor y padre de las almas. Trabajó
intensamente por la integridad de la fe, defendió con ardor la unidad de la
Iglesia, hizo lo posible por evitar o mitigar las incursiones de los bárbaros,
obras que le valieron con toda justicia el apelativo de Magno. Murió el año
461.
LUNES SEMANA
IV
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo
con cantos.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Demos vítores al Señor, aclamándolo
con cantos.
Himno: SEÑOR, COMO QUISIERA.
Señor, cómo quisiera
en cada aurora aprisionar el día,
y ser tu primavera
en gracia y alegría,
y crecer en tu amor más todavía.
En cada madrugada
abrir mi pobre casa, abrir la puerta,
el alma enamorada,
el corazón alerta,
y conmigo tu mano siempre abierta.
Ya despierta la vida
con su canción de ruidos inhumanos;
y tu amor me convida
a levantar mis manos
y a acariciarte en todos mis hermanos.
Hoy elevo mi canto
con toda la ternura de mi boca,
al que es tres veces santo,
a ti que eres mi Roca
y en quien mi vida toda desemboca. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Por la mañana, sácianos de tu misericordia, Señor.
Salmo 89 - BAJE A NOSOTROS LA BONDAD DEL SEÑOR
Señor, tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.
Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.
Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán.»
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó;
una vigilia nocturna.
Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca.
¡Cómo nos ha consumido tu cólera
y nos ha trastornado tu indignación!
Pusiste nuestras culpas ante ti,
nuestros secretos ante la luz de tu mirada:
y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera,
y nuestros años se acabaron como un suspiro.
Aunque uno viva setenta años,
y el más robusto hasta ochenta,
la mayor parte son fatiga inútil,
porque pasan aprisa y vuelan.
¿Quién conoce la vehemencia de tu ira,
quién ha sentido el peso de tu cólera?
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos;
por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Danos alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas.
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Por la mañana, sácianos de tu
misericordia, Señor.
Ant 2. Llegue la alabanza del Señor hasta
el confín de la tierra.
Cántico: CÁNTICO NUEVO AL DIOS VENCEDOR Y SALVADOR Is 42, 10-16
Cantad al Señor un cántico nuevo,
llegue su alabanza hasta el confín de la tierra;
muja el mar y lo que contiene,
las islas y sus habitantes;
alégrese el desierto con sus tiendas,
los cercados que habita Cadar;
exulten los habitantes de Petra,
clamen desde la cumbre de las montañas;
den gloria al Señor,
anuncien su alabanza en las islas.
El Señor sale como un héroe,
excita su ardor como un guerrero,
lanza el alarido,
mostrándose valiente frente al enemigo.
«Desde antiguo guardé silencio,
me callaba y aguantaba;
mas ahora grito como la mujer cuando da a luz,
jadeo y resuello.
Agostaré montes y collados,
secaré toda su hierba,
convertiré los ríos en yermo,
desecaré los estanques;
conduciré a los ciegos
por el camino que no conocen,
los guiaré por senderos que ignoran.
Ante ellos convertiré la tiniebla en luz,
lo escabroso en llano.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Llegue la alabanza del Señor hasta
el confín de la tierra.
Ant 3. Alabad el nombre del Señor, los que
estáis en la casa del Señor.
Salmo 134, 1-12 - HIMNO A DIOS POR SUS MARAVILLAS
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Alabad el nombre del Señor, los que
estáis en la casa del Señor.
LECTURA BREVE Jdt 8, 21b-23
Recordad que Dios ha querido probarnos como a nuestros padres. Recordad lo que
hizo con Abraham, las pruebas por que hizo pasar a Isaac, lo que aconteció a
Jacob. Como les puso a ellos en el crisol para sondear sus corazones, así el
Señor nos hiere a nosotros, los que nos acercamos a él, no para castigarnos,
sino para amonestarnos.
RESPONSORIO BREVE
V. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la
alabanza de los buenos.
V. Cantadle un cántico nuevo.
R. Que merece la alabanza de los buenos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la
alabanza de los buenos.
V. Qué dulce al paladar tu promesa, Señor.
R. Más que miel en la boca.
PRIMERA LECTURA
Del libro del profeta Ezequiel 5, 1-17
CON UNA ACCIÓN SIMBÓLICA SE PREDICE LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN
En aquellos días, el Señor me dirigió la palabra y me dijo: «Hijo
de hombre, coge una cuchilla afilada, coge una navaja barbera y pásatela por la
cabeza y la barba. Después, coge una balanza y haz porciones. Un tercio lo
quemarás en la lumbre en medio de la ciudad, cuando se cumplan los días del
asedio; un tercio lo sacudirás con la espada en torno a la ciudad; un tercio lo
esparcirás al viento, y los perseguiré con la espada desnuda. Recogerás unos
cuantos pelos y los meterás en el orillo del manto; de éstos apartarás algunos
y los echarás al fuego, y dejarás que se quemen.
Dirás a la casa de Israel: Esto dice el Señor: Se trata de
Jerusalén: la puse en el centro de los pueblos, rodeada de países, y se rebeló
contra mis leyes y mandatos pecando más que otros pueblos, más que los países
vecinos; rechazaron mis mandatos y no siguieron mis leyes.
Por eso, así dice el Señor: Porque fuisteis más rebeldes que los
pueblos vecinos, porque no seguisteis mis leyes ni cumplisteis mis mandatos, ni
obrasteis como es costumbre de los pueblos vecinos, por eso, así dice el Señor:
Aquí estoy contra ti para hacer justicia en ti a la vista de los pueblos. Por
tus abominaciones haré en ti cosas que jamás hice ni volveré a hacer. Por eso,
los padres se comerán a sus hijos en medio de ti, y los hijos se comerán a sus
padres; haré justicia en ti, y a tus supervivientes los esparciré a todos los
vientos.
Por eso, ¡por mi vida! -oráculo del Señor-, por haber profanado
mi santuario con tus ídolos y abominaciones, juro que te rechazaré, no me
apiadaré de ti ni te perdonaré. Un tercio de los tuyos morirán de peste, y el
hambre los consumirá dentro de ti; un tercio caerán a espada alrededor de ti; y
al otro tercio los esparciré a todos los vientos y los perseguiré con la espada
desnuda. Agotaré mi ira contra ellos y desfogaré mi cólera hasta quedarme a
gusto; y sabrán que yo, el Señor, hablé con pasión, cuando agote mi cólera
contra ellos.
Te haré escombro y escarnio para los pueblos vecinos, a la vista
de los que pasen. Serás escarnio y afrenta, escarmiento y espanto para los
pueblos vecinos, cuando haga en ti justicia con ira y cólera, con castigos
terribles. Yo, el Señor, lo he dicho: Dispararé contra vosotros las flechas
fatídicas del hambre, que acabarán con vosotros, pues para acabar con vosotros
las dispararé. Os daré hambre con creces y os cortaré el sustento del pan.
Mandaré contra vosotros hambre y fieras salvajes, que os dejarán sin hijos;
pasarán por ti peste y matanza y mandaré contra ti la espada. Yo, el Señor, lo
he dicho.»
RESPONSORIO Lc 13, 34; Ez 5, 14
R. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas! * ¡Cuántas
veces he querido agrupar a tus hijos! Pero no lo habéis querido.
V. Te haré escombro y escarnio para los pueblos vecinos.
R. ¡Cuántas veces he querido agrupar a tus hijos! Pero no lo
habéis querido.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san León Magno, papa
(Sermón 4, 1-2: PL 54, 148-149)
EL ESPECIAL SERVICIO DE NUESTRO MINISTERIO
Aunque toda la Iglesia está organizada en
distintos grados, de manera que la integridad del sagrado cuerpo consta de una
diversidad de miembros, sin embargo, como dice el Apóstol, todos somos uno en
Cristo Jesús; y esta diversidad de funciones no es en modo alguno causa de
división entre los miembros, ya que todos, por humilde que sea su función,
están unidos a la cabeza. En efecto, nuestra unidad de fe y de bautismo hace de
todos nosotros una sociedad indiscriminada, en la que todos gozan de la misma dignidad,
según aquellas palabras de san Pedro, tan dignas de consideración: También
Vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del
Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales
que Dios acepta por Jesucristo; y más adelante: Vosotros sois linaje escogido,
sacerdocio regio, nación santa, pueblo adquirido por Dios.
La señal de la cruz hace reyes a todos los regenerados en Cristo, y la unción
del Espíritu Santo los consagra sacerdotes; y así, además de este especial
servicio de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y perfectos
deben saber que son partícipes del linaje regio y del oficio sacerdotal. ¿Qué
hay más regio que un espíritu que, sometido a Dios, rige su propio cuerpo? ¿Y
qué hay más sacerdotal que ofrecer a Dios una conciencia pura y las inmaculadas
víctimas de nuestra piedad en el altar del corazón? Aunque esto, por gracia de
Dios, es común a todos, sin embargo, es también digno y laudable que os
alegréis del día de nuestra promoción como de un honor que os atañe también a
vosotros; para que sea celebrado así en todo el cuerpo de la Iglesia el único
sacramento del pontificado, cuya unción consecratoria se derrama ciertamente
con más profusión en la parte superior, pero desciende también con abundancia a
las partes inferiores.
Así pues, amadísimos hermanos, aunque todos tenemos razón para gozarnos de
nuestra común participación en este oficio, nuestro motivo de alegría será más
auténtico y elevado si no detenéis vuestra atención en nuestra humilde persona,
ya que es mucho más provechoso y adecuado elevar nuestra mente a la
contemplación de la gloria del bienaventurado Pedro y celebrar este día solemne
con la veneración de aquel que fue inundado tan copiosamente por la misma
fuente de todos los carismas, de modo que, habiendo sido el único que recibió
en su persona tanta abundancia de dones, nada pasa a los demás si no es a
través de él. Así, el Verbo hecho carne habitaba ya entre nosotros, y Cristo se
había entregado totalmente a la salvación del género humano.
RESPONSORIO Mt 16, 18; Sal 47, 9
R. Dijo
Jesús a Simón: «Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia, * y los poderes del infierno no la derrotarán.»
V. Dios la ha fundado para siempre.
R. Y los poderes del infierno no la derrotarán.
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Lucas
(17,1-6)*
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Es inevitable que sucedan
escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que escandaliza a uno de estos
pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y
lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo; si se
arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve
a decirte: "Lo siento", lo perdonarás.»
Los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.»
El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa
morera: "Arráncate de raíz y plántate en el mar." Y os obedecería.»
Palabra del Señor
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y
redimido a su pueblo.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de
Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES
Ya que Cristo escucha y salva a cuantos en él se refugian,
acudamos a él diciendo:
Escúchanos, Señor.
Te damos gracias, Señor, por el gran amor con que nos amaste;
continúa mostrándote con nosotros rico en misericordia.
Tú que con el Padre sigues actuando siempre en el mundo,
renueva todas las cosas con la fuerza de tu Espíritu.
Abre nuestros ojos y los de nuestros hermanos
para que podamos contemplar hoy tus maravillas.
Ya que nos llamas hoy a tu servicio,
haz que seamos buenos administradores de tu multiforme gracia en favor de
nuestros hermanos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acudamos a Dios Padre, tal como nos enseñó Jesucristo:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, que encomendaste al hombre la guarda y el cultivo de
la tierra, y creaste la luz del sol en su servicio, concédenos hoy que, con tu
ayuda, trabajemos sin desfallecer para tu gloria y para el bien de nuestro
prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: YA NO TEMO, SEÑOR, LA TRISTEZA
Ya no temo, Señor, la tristeza,
ya no temo, Señor, la soledad;
porque eres, Señor, mi alegría,
tengo siempre tu amistad.
Ya no temo, Señor, a la noche,
ya no temo, Señor, la oscuridad;
porque brilla tu luz en las sombras,
ya no hay noche, tú eres luz.
Ya no temo, Señor, los fracasos,
ya no temo, Señor, la ingratitud;
porque el triunfo, Señor, en la vida,
tú lo tienes, tú lo das.
Ya no temo, Señor, los abismos,
ya no temo, Señor, la inmensidad;
porque eres, Señor, el camino
y la vida, la verdad. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Salmo 135 I - HIMNO A DIOS POR LAS MARAVILLAS DE LA CREACIÓN Y DEL
ÉXODO.
Dad gracias al Señor porque es bueno:
porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Dios de los dioses:
porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Señor de los señores:
porque es eterna su misericordia.
Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterna su misericordia.
Él hizo sabiamente los cielos:
porque es eterna su misericordia.
El afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterna su misericordia.
Él hizo lumbreras gigantes:
porque es eterna su misericordia.
El sol que gobierna el día:
porque es eterna su misericordia.
La luna que gobierna la noche:
porque es eterna su misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dad gracias al Señor, porque es
eterna su misericordia.
Ant 2. Grandes y maravillosas son tus
obras, Señor, Dios omnipotente.
Salmo 135 II
El hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque es eterna su misericordia.
Y sacó a Israel de aquel país:
porque es eterna su misericordia.
Con mano poderosa, con brazo extendido:
porque es eterna su misericordia.
Él dividió en dos partes el mar Rojo:
porque es eterna su misericordia.
Y condujo por en medio a Israel:
porque es eterna su misericordia.
Arrojó en el mar Rojo al Faraón:
porque es eterna su misericordia.
Guió por el desierto a su pueblo:
porque es eterna su misericordia.
Él hirió a reyes famosos:
porque es eterna su misericordia.
Dio muerte a reyes poderosos:
porque es eterna su misericordia.
A Sijón, rey de los amorreos:
porque es eterna su misericordia.
Y a Hog, rey de Basán:
porque es eterna su misericordia.
Les dio su tierra en heredad:
porque es eterna su misericordia.
En heredad a Israel, su siervo:
porque es eterna su misericordia.
En nuestra humillación se acordó de nosotros:
porque es eterna su misericordia.
Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterna su misericordia.
Él da alimento a todo viviente:
porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Dios del cielo:
porque es eterna su misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Grandes y maravillosas son tus
obras, Señor, Dios omnipotente.
Ant 3. Dios proyectó hacer que todas las
cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Dios proyectó hacer que todas las
cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
LECTURA BREVE 1Ts 3, 12-13
Que el Señor os haga aumentar y rebosar en amor de unos con otros y con todos,
así como os amamos nosotros, para que conservéis vuestros corazones intachables
en santidad ante Dios, Padre nuestro, cuando venga nuestro Señor Jesucristo con
todos sus santos.
RESPONSORIO BREVE
V. Suba, Señor, a ti mi oración.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
V. Como incienso en tu presencia.
R. A ti mi oración.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
Santo.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios mío.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Proclame mi alma tu grandeza, Dios
mío.
PRECES
Llenos de confianza en el Señor Jesús que no abandona nunca a los
que se acogen a él, invoquémosle diciendo:
Escúchanos, Señor, Dios nuestro.
Señor Jesucristo, tú eres nuestra luz; ilumina a tu Iglesia
para que proclame a todas las naciones el gran misterio de piedad manifestado
en tu encarnación.
Guarda a los sacerdotes y ministros de la Iglesia,
y haz que con su palabra y su ejemplo edifiquen tu pueblo santo.
Tú que, por tu sangre, pacificaste el mundo,
aparta de nosotros el pecado de discordia y el azote de la guerra.
Ayuda, Señor, a los que uniste con la gracia del matrimonio,
para que su unión sea efectivamente signo del misterio de la Iglesia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Concede, por tu misericordia, a todos los difuntos el perdón de sus faltas,
para que sean contados entre tus elegidos.
Unidos a Jesucristo, supliquemos ahora al Padre con la oración de los hijos de
Dios:
Padre nuestro...
ORACION
Quédate con nosotros, Señor Jesús, porque el día ya se acaba; sé
nuestro compañero de camino, levanta nuestros corazones, reanima nuestra
esperanza; así nosotros, junto con nuestros hermanos, podremos reconocerte en
las Escrituras y en la fracción del pan. Tú que vives y reinas con el Padre en
la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL LUNES 10 DE NOVIEMBRE 2025
Lecturas
del Lunes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario
10 Nov 2025
Primera Lectura
Comienzo del libro de la Sabiduría (1,1-7):
Amad la justicia, los que regís la tierra,
pensad correctamente del Señor y buscadlo con corazón entero. Lo encuentran los
que no exigen pruebas, y se revela a los que no desconfían. Los razonamientos
retorcidos alejan de Dios, y su poder, sometido a prueba, pone en evidencia a
los necios. La sabiduría no entra en alma de mala ley ni habita en cuerpo
deudor del pecado. El espíritu educador y santo rehúye la estratagema, levanta
el campo ante los razonamientos sin sentido y se rinde ante el asalto de la
injusticia. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune
al deslenguado; Dios penetra sus entrañas, vigila puntualmente su corazón y
escucha lo que dice su lengua. Porque el espíritu del Señor llena la tierra y,
como da consistencia al universo, no ignora ningún sonido.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 138,1-3a.3b-6.7-8.9-10
R/. Guíame, Señor, por el camino
eterno
Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso. R/.
Todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua,
y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa,
es sublime, y no lo abarco. R/.
¿Adónde iré lejos de tu aliento,
adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú;
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R/.
Si vuelo hasta el margen de la aurora,
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda,
me agarrará tu derecha. R/.
Lecturas
del Lunes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario
10 Nov 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (17,1-6)*
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Es inevitable que sucedan escándalos; pero ¡ay del que los provoca! Al que
escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el
cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado. Si tu hermano
te ofende, repréndelo; si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en
un día, y siete veces vuelve a decirte: «Lo siento», lo perdonarás.»
Los apóstoles le pidieron al Señor: «Auméntanos la fe.»
El Señor contestó: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa
morera: «Arráncate de raíz y plántate en el mar.» Y os obedecería.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Si tu hermano te ofende siete veces al día, y siete veces
viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo).
*Con gran pedagogía Jesús el Señor, me hace
ver que necesito de su ayuda, porque dentro tengo cosas que son fea, que todas
las personas las pueden ver y les molestan meno a mí, tengo que ponerme a
disposición del arrepentimiento porque esas cosas feas que tengo no me ayudan,
lo único que logran es hacerme daño. Hoy Jesús el buen pastor, me hace una
invitación formal a no pedir un aumento de fe, sino una limpieza interior. Y
una hermosa forma de mantenerme limpio interiormente es, estar abierto siempre
a la corrección, aunque me duela y estar dispuesto al arrepentimiento de corazón.
Es perdonado como se he perdonado*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.




