Musica Para el Alma
lunes, 9 de enero de 2023
MARCOS 1,21-26-28 CICLO A
*Lecturas del Martes de la
1ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 10
de enero de 2023
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(1,21-28):
En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entra Jesús en la sinagoga a enseñar;
estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como
los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu
inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar
con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte,
salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los
espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de
Galilea.
Palabra de Dios
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Estaban asombrados de su enseñanza,
porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas)
*Estoy
sentado en oración con esta palabra y es como si veo entrar a Jesús con los
pescadores, que recién habían dejado todo para seguirlo. Jesús leyó de las
escrituras. Su enseñanza, con tanta autoridad y persuasión, dejó una profunda
impresión en todo mí ser. Llegó un grito penetrante de un hombre poseído por un
espíritu malo. Jesús, calmadamente, silencia y expulsa al espíritu impuro. Me siento
maravillado con la autoridad tan serena del Señor sobre las fuerzas del mal. Cuanto
me gustaría que este asombre me permita dejar de hacer las cosas que no le
agradan al Señor y que hacen mal a mi vida y a otras personas*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y VISPERAS DEL MARTES 10
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar
este Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*TIEMPO
ORDINARIO: TOMO III SEMANA I*
MARTES SEMANA
I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle.
Himno: AL CANTO DE LOS GALLOS.
Al canto de los gallos
viene la aurora;
los temores se alejan
como las sombras.
¡Dios, Padre nuestro,
en tu nombre dormimos
y amanecemos!
Como luz nos visitas,
Rey de los hombres,
como amor que vigila
siempre de noche;
cuando el que duerme
bajo el signo del sueño
prueba la muerte.
Del sueño del pecado
nos resucitas,
y es señal de tu gracia
la luz amiga.
¡Dios que nos velas!,
tú nos sacas por gracia
de las tinieblas.
Gloria al Padre y al Hijo,
gloria al Espíritu,
al que es paz, luz y vida,
al Uno y Trino;
gloria a su nombre
y al misterio divino
que nos lo esconde. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El hombre de manos inocentes y puro
corazón subirá al monte del Señor.
Salmo 23 - ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU
TEMPLO.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
El la fundó sobre los mares,
El la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor.
Ant 2. Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos.
Cántico: ESPERANZA DE ISRAEL EN BABILONIA
Tb 13, 1-10
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y cuyo reino dura por los siglos:
él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.
Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza,
ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro Padre por todos los siglos.
Él nos azota por nuestros delitos,
pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre todas las naciones
por donde estáis dispersados.
Si volvéis a él de todo corazón
y con toda el alma,
siendo sinceros con él,
él volverá a vosotros
y no os ocultará su rostro.
Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena,
bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador.
Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión.
Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,
y me alegraré de su grandeza.
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos.
Ant 3. El Señor merece la alabanza de los buenos.
Salmo 32 - HIMNO AL PODER Y A LA
PROVIDENCIA DE DIOS
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando vuestra música con aclamaciones:
que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió;
él lo mandó, y surgió.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres;
desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.
No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros esperamos en el Señor:
él es nuestro auxilio y escudo,
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos.
LECTURA BREVE Rm 13, 11b.
12-13a
Ya es hora que despertéis del sueño. La noche va pasando, el día está encima;
desnudémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de
la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad.
RESPONSORIO BREVE
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me
amparo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. Mi alcázar, mi libertador.
R. En que me amparo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
Primera Lectura
De la carta a los Romanos 1, 18-32
LA CÓLERA DE DIOS CONTRA LA IMPIEDAD
Hermanos: Desde el cielo viene
revelándose la cólera de Dios sobre todo género de impiedad e injusticia de los
hombres, que en su maldad tienen cautiva la verdad; ya que son manifiestas a
ellos las verdades que se pueden conocer acerca de Dios. Bien claro se las manifestó
él.
Así, después de la creación del mundo, conocemos sus atributos invisibles,
aprehendidos mediante las criaturas, tales como su eterna omnipotencia y su
divinidad.
De manera que no tienen excusa. Y en verdad, no obstante el conocimiento que
tenían de Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que
acabaron en necios y fútiles razonamientos, viniendo a entenebrecerse su
insensato corazón. Alardeando de sabios, se hicieron necios; y trocaron la
gloria del Dios incorruptible por ídolos o representaciones del hombre
corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por eso, los entregó Dios a la impureza, conforme a los depravados instintos de
sus corazones; tanto que ellos mismos se afrentaron en sus propios cuerpos, por
haber sustituido la verdad de Dios por la mentira de los ídolos, y por haber
adorado y servido a la criatura en lugar del Creador. Sea él bendito por
siempre. Amén.
Por eso, los entregó Dios a las pasiones vergonzosas. Sus mujeres cambiaron el
uso natural por el uso contra naturaleza; e igualmente los varones, dejando el
uso natural de la mujer, se abrasaron en mutua concupiscencia; cometieron
torpezas hombres con hombres, y recibieron en sus propias personas el pago
debido a su extravío.
Y, como no se dignaron poseer el verdadero conocimiento de Dios, Dios los
entregó a una mentalidad depravada, que los llevó a cometer torpezas; se
llenaron de toda suerte de maldad, de perversidad, de avaricia, de malicia,
henchidos de envidia, homicidios, contiendas, fraudes, malignidad; chismosos,
malas lenguas, aborrecedores de Dios, ultrajadores, soberbios, fanfarrones,
forjadores de maldad, rebeldes a los padres, insensatos, infieles, sin amor,
sin piedad; y de tal índole, que, conociendo la sentencia divina que declara reos
de muerte a quienes tales cosas hacen, no sólo las hacen, sino que hasta
aplauden a quienes las ponen por obra.
Responsorio Rom 1, 20; Sb 13, 5. 1
V. Después de la creación del mundo, conocemos los atributos
invisibles de Dios, aprehendidos mediante las criaturas. * Pues,
por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por analogía al que les
dio el ser.
R. Eran naturalmente vanos todos los hombres que ignoraban a Dios.
V. Pues, por la magnitud y belleza de las criaturas, se descubre por
analogía al que les dio el ser.
Segunda Lectura
De la Regla monástica mayor de san Basilio
Magno; obispo
(Respuesta 2,1: PG 31, 908-910)
TENEMOS DEPOSITADA EN NOSOTROS UNA FUERZA
QUE NOS CAPACITA PARA AMAR
El amor de Dios no es algo que pueda
aprenderse con unas normas y preceptos. Así como nadie nos ha enseñado a gozar
de la luz, a amar la vida, a querer a nuestros padres y educadores, así
también, y con mayor razón, el amor de Dios no es algo que pueda enseñarse,
sino que desde que empieza a existir este ser vivo que llamamos hombre es
depositada en él una fuerza espiritual, a manera de semilla, que encierra en sí
misma la facultad y la tendencia al amor. Esta fuerza seminal es cultivada
diligentemente y nutrida sabiamente en la escuela de los divinos preceptos y
así, con la ayuda de Dios, llega a su perfección.
Por esto, nosotros, dándonos cuenta de vuestro deseo por llegar a esta
perfección, con la ayuda de Dios y de vuestras oraciones, nos esforzaremos, en
la medida en que nos lo permita la luz del Espíritu Santo, por avivar la chispa
del amor divino escondida en vuestro interior.
Digamos, en primer lugar, que Dios nos ha dado previamente la fuerza necesaria
para cumplir todos los mandamientos que él nos ha impuesto, de manera que no
hemos de apenarnos como si se nos exigiese algo extraordinario, ni hemos de
enorgullecernos como si devolviésemos a cambio más de lo que se nos ha dado. Si
usamos recta y adecuadamente de estas energías que se nos han otorgado,
entonces llevaremos con amor una vida llena de virtudes; en cambio, si no las
usamos debidamente, habremos viciado su finalidad.
En esto consiste precisamente el pecado, en el uso desviado y contrario a la
voluntad de Dios de las facultades que él nos ha dado para practicar el bien;
por el contrario, la virtud, que es lo que Dios pide de nosotros, consiste en
usar de esas facultades con recta conciencia, de acuerdo con los designios del
Señor.
Siendo esto así, lo mismo podemos afirmar de la caridad. Habiendo recibido el
mandato de amar a Dios, tenemos depositada en nosotros, desde nuestro origen,
una fuerza que nos capacita para amar; y ello no necesita demostrarse con
argumentos exteriores, ya que cada cual puede comprobarlo por sí mismo y en sí
mismo. En efecto, un impulso natural nos inclina a lo bueno y a lo bello,
aunque no todos coinciden siempre en lo que es bello y bueno; y, aunque nadie
nos lo ha enseñado, amamos a todos los que de algún modo están vinculados muy
de cerca a nosotros, y rodeamos de benevolencia, por inclinación espontánea, a aquellos
que nos complacen y nos hacen el bien.
Y ahora yo pregunto, ¿qué hay más admirable que la belleza de Dios? ¿Puede
pensarse en algo más dulce y agradable que la magnificencia divina? ¿Puede
existir un deseo más fuerte e impetuoso que el que Dios infunde en el alma
limpia de todo pecado y que dice con sincero afecto: Desfallezco de amor? El
resplandor de la belleza divina es algo absolutamente inefable e inenarrable.
Responsorio Sal 17, 2-3
R. Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; * Señor,
mi roca, mi alcázar, mi libertador.
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
Martes, 12 de enero de 2021
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Marcos (1,21-28):
21 Llegan a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la
sinagoga y se puso a enseñar.
22
Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene
autoridad, y no como los escribas.
23
Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo,
que se puso a gritar:
24
«¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé
quién eres tú: el Santo de Dios.»
25
Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él.»
26
Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de
él.
27
Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: « ¿Qué
es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los
espíritus inmundos y le obedecen.»
28
Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.
Palabra de Dios
CÁNTICO
EVANGÉLICO
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de
salvación, según lo había predicho por boca de sus santos profetas.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había
predicho por boca de sus santos profetas.
PRECES
Ya que hemos sido llamados a participar
de una vocación celestial, bendigamos por ello a Jesús, el pontífice de nuestra
fe, y supliquémosle diciendo:
Escúchanos, Señor.
Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real,
haz que nuestra vida sea un continuo sacrificio de alabanza.
Ayúdanos, Señor, a guardar tus mandatos
para que por la fuerza del Espíritu Santo nosotros permanezcamos en ti y tú en
nosotros.
Danos tu sabiduría eterna
para que permanezca con nosotros y con nosotros trabaje.
Concédenos ser la alegría de cuantos nos rodean
y fuente de esperanza para los decaídos.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Como hijos que somos de Dios, dirijámonos a nuestro Padre con la oración que
Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Escucha, Señor, nuestra oración matutina
y con la luz de tu misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón: para
que, habiendo sido iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las obras
de las tinieblas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
MARTES SEMANA
I
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: NOS DIJERON DE NOCHE.
Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe estuvo en vela
junto a tu cuerpo;
La noche entera,
la pasamos queriendo
mover la piedra.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.
No supieron contarlo
los centinelas,
nadie supo la hora
ni la manera;
antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.
Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto;
la fe velando,
para verte de noche
resucitando.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19 - ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL
REY.
Que te escuche el Señor el día del peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión;
que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.
Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que pides.
Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.
Unos confían en sus carros,
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre
del Señor, Dios nuestro.
Ellos cayeron derribados,
nosotros nos mantenemos en pie.
Señor, da la victoria al rey
y escúchanos cuando te invocamos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor da la victoria a su Ungido.
Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Salmo 20, 2-8. 14 - ACCIÓN DE GRACIAS POR
LA VICTORIA DEL REY.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no fracasará.
Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5,
9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA BREVE 1Jn 3, 1a.
2
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!
Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que
seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo
veremos tal cual es.
RESPONSORIO BREVE
V. Tu palabra, Señor, es eterna, más
estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi
salvador.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL
SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
PRECES
Alabemos a Cristo, que mora en medio de
nosotros, su pueblo adquirido, y supliquémosle diciendo:
Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.
Dueño y Señor de los pueblos, acude en ayuda de todas las naciones y de los que
las gobiernan:
que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la
paz.
Tú que al subir al cielo llevaste contigo una gran multitud de cautivos,
devuelve la libertad de los hijos de Dios a nuestros hermanos que sufren
esclavitud en el cuerpo o en el espíritu.
Concede, Señor, a los jóvenes la realización de sus esperanzas
y que sepan responder a tus llamadas en el transcurso de su vida.
Que los niños imiten tu ejemplo
y crezcan siempre en sabiduría y en gracia.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Acoge a los difuntos en tu reino,
donde también nosotros esperamos reinar un día contigo.
Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Te damos gracias, Señor Dios
todopoderoso, porque has permitido que lleguemos a esta noche; te pedimos aceptes
con agrado el alzar de nuestras manos como ofrenda de la tarde. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTYURAS DEL MARTES 10 DE ENERO 2023
*Lecturas del Martes de la
1ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 10 de enero de 2023
Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (2,5-12):
DIOS no sometió a los ángeles el mundo venidero, del que estamos hablando; de
ello dan fe estas palabras:
«¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el ser humano, para que mires
por él?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad,
todo lo sometiste bajo sus pies».
En efecto, al someterle todo, nada dejó fuera de su dominio. Pero ahora no
vemos todavía que le esté sometido todo.
Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora
coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Pues, por la gracia de Dios,
gustó la muerte por todos.
Convenía que aquel, para quien y por quien existe todo, llevara muchos hijos a
la gloria perfeccionando mediante el sufrimiento al jefe que iba a guiarlos a
la salvación.
El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se
avergüenza de llamarlos hermanos, pues dice:
«Anunciaré tu nombre a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 8,2a.5.6-7.8-9
R/. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos
V/. ¡Señor, dueño nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? R/.
V/. Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R/.
V/. Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R/.
*Lecturas del Martes de la
1ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 10
de enero de 2023
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(1,21-28):
En la ciudad de Cafarnaún, el sábado entra Jesús en la sinagoga a enseñar;
estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como
los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu
inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar
con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte,
salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los
espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de
Galilea.
Palabra de Dios
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Estaban asombrados de su enseñanza,
porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas)
*Estoy
sentado en oración con esta palabra y es como si veo entrar a Jesús con los
pescadores, que recién habían dejado todo para seguirlo. Jesús leyó de las
escrituras. Su enseñanza, con tanta autoridad y persuasión, dejó una profunda
impresión en todo mí ser. Llegó un grito penetrante de un hombre poseído por un
espíritu malo. Jesús, calmadamente, silencia y expulsa al espíritu impuro. Me siento
maravillado con la autoridad tan serena del Señor sobre las fuerzas del mal. Cuanto
me gustaría que este asombre me permita dejar de hacer las cosas que no le
agradan al Señor y que hacen mal a mi vida y a otras personas*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.