Musica Para el Alma
lunes, 15 de febrero de 2021
EVANGELIO DE MARCOS 8,14-21 CICLO B
Martes, 16 de febrero de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (8,14-21)*
14 Se habían olvidado de tomar panes,
y no llevaban consigo en la barca más que un pan.
15 El les hacía esta advertencia: «Abrid los
ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.»
16 Ellos hablaban entre sí que no tenían
panes.
17 Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué
estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es
que tenéis la mente embotada?
18 = ¿Teniendo ojos no véis y teniendo oídos
no oís? = ¿No os acordáis de
19 cuando partí los cinco panes para los
5.000? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen.
20 «Y cuando partí los siete entre los
4.000, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete.»
21 Y continuó: «¿Aún no entendéis?»
Palabra del Señor
(Dándose
cuenta, les dijo el Señor: « ¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis
de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los
oídos si no oís?).
*El Señor me
hace una invitación para que pueda desarrollar el sentido de la vista, para que
pueda llegar a un punto donde pueda desear ver las cosas buenas de las personas
que no son de mi agrado. También me habla de los oídos, para que mis oídos
estén dispuesto a escuchar su palabra con el deseo de gravar su palabra en lo
más profundo de mi corazón. Las buena noticia para mi es que el Señor desea que
mi ojos y mi oídos estén sano, porque así mi corazón estará sano y limpio. Y Dichos
los limpio de corazón porque ellos verán a Dios*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
EL ÁNGELUS
El Ángelus
V/. El ángel del Señor anunció a María.
R/. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
V/. He aquí la esclava del Señor.
R/. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
V/. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R/. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
*El que Desea y Quiere amar, con el corazón según El Señor: llegará a ser, Santo*
EL SANTO ROSARIO
.Misterios Gloriosos (MIERCOLES Y DOMINGOS)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Resurrección del Señor (MATEO 28,1-10)
.2º La Ascensión de Nuestro Señor a los cielos (HECHOS 1,3-11)
.3º La Venida del Espíritu Santo (HECHOS 2,1-13)
4º La Asunción de Nuestra Señora (De la Constitución Apostólica Deus del papa Pío XXII )
.5º La Coronación de Nuestra Señora, como Reina de cielo y tierra. (Constitución Dogmática Sobre la Iglesia. Lumen Gentium 59)
.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Misterios Gozosos (LUNES Y SABADOS)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La Encarnación del Hijo de Dios. (Lc 1, 26-38)
2º La Visitación de María a su prima Isabel. (Lc 1, 39-56)
3º El Nacimiento del niño Dios. (Lc 2, 1-20)
4º Presentación del Niño en el Templo. (Lc 2,21-35)
5º El niño perdido y hallado en el templo. (Lc 2,41-52)
.Oremos:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
.Misterios Dolorosos (MARTES Y VIERNES)
.Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º La oración del huerto. (LUCAS 22,39-46)
.2º La Flagelación de nuestro Señor. (Jn 18,33-19,1)
.3º La Coronación de espinas. (MARCOS 15,16-20)
.4º Jesús con la Cruz a cuestas. (LUCAS 23,26-32)
.5º La Crucifixión y muerte. (MARCOS 15,22-39)
Oremos:
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores de tu Hijo al pie de la cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
.Misterios Luminosos (JUEVES)
.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos…
.1º El Bautismo del Señor (MATEO 3, 13-17)
.2º La Boda de Caná (JUAN 2,1-11)
.3º La Proclamación del Reino de Dios (MARCOS 1, 14-15)
.4º La Transfiguración (MATEO 17,1-5)
.5º La Institución de la Eucaristía (MATEO 26, 26-28)
.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, luz de los que en ti creen, que la tierra se llene de tu gloria y que te reconozcan los pueblos por el esplendor de tu luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VÍSPERAS DEL MARTES 16 SAN ONESIMO, MÁRTIR
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Onésimo, Mártir*
16 de Febrero
MARTES SEMANA II
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Señor, al Dios grande, venid, adorémosle.
Himno: TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR
Te damos gracias, Señor,
porque has depuesto la ira
y has detenido ante el pueblo
la mano que lo castiga.
Tú eres el Dios que nos salva,
la luz que nos ilumina,
la mano que nos sostiene
y el techo que nos cobija.
Y sacaremos con gozo
del manantial de la Vida
las aguas que dan al hombre
la fuerza que resucita.
Entonces proclamaremos:
«¡Cantadle con alegría!
¡El nombre de Dios es grande!
¡Su caridad infinita!
¡Que alabe al Señor la tierra!
Cantemos sus maravillas.
¡Qué grande, en medio del pueblo
el Dios que nos justifica!». Amén.
SALMODIA
Ant 1. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Salmo 42 - DESEO DEL TEMPLO
Hazme justicia, ¡oh Dios!, defiende mi causa
contra gente sin piedad,
sálvame del hombre traidor y malvado.
Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazas?
¿Por qué voy andando sombrío,
hostigado por mi enemigo?
Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada.
Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Señor, Dios mío.
¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
«Salud de mi rostro, Dios mío.»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.
Ant 2. Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.
Cántico: ANGUSTIA DE UN MORIBUNDO Y ALEGRÍA DE LA CURACIÓN Is 38,
10-14. 17-20
Yo pensé: «En medio de mis días
tengo que marchar hacia las puertas del abismo;
me privan del resto de mis años.»
Yo pensé: «Ya no veré más al Señor
en la tierra de los vivos,
ya no miraré a los hombres
entre los habitantes del mundo.
Levantan y enrollan mi vida
como una tienda de pastores.
Como un tejedor devanaba yo mi vida,
y me cortan la trama.»
Día y noche me estás acabando,
sollozo hasta el amanecer.
Me quiebras los huesos como un león,
día y noche me estas acabando.
Estoy piando como una golondrina,
gimo como una paloma.
Mis ojos mirando al cielo se consumen:
¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí!
Me has curado, me has hecho revivir,
la amargura se me volvió paz
cuando detuviste mi alma ante la tumba vacía
y volviste la espalda a todos mis pecados.
El abismo no te da gracias,
ni la muerte te alaba,
ni esperan en tu fidelidad
los que bajan a la fosa.
Los vivos, los vivos son quienes te alaban:
como yo ahora.
El Padre enseña a sus hijos tu fidelidad.
Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras arpas
todos nuestros días en la casa del Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.
Ant 3. ¡Oh Dios!, tu mereces un himno en Sión.
Salmo 64 - SOLEMNE ACCIÓN DE GRACIAS.
¡Oh Dios!, tú mereces un himno en Sión,
y a ti se te cumplen los votos,
porque tú escuchas las súplicas.
A ti acude todo mortal
a causa de sus culpas;
nuestros delitos nos abruman,
pero tú los perdonas.
Dichoso el que tú eliges y acercas
para que viva en tus atrios:
que nos saciemos de los bienes de tu casa,
de los dones sagrados de tu templo.
Con portentos de justicia nos respondes,
Dios, salvador nuestro;
tú, esperanza del confín de la tierra
y del océano remoto;
Tú que afianzas los montes con tu fuerza,
ceñido de poder;
tú que reprimes el estruendo del mar,
el estruendo de las olas
y el tumulto de los pueblos.
Los habitantes del extremo del orbe
se sobrecogen ante tus signos,
y a las puertas de la aurora y del ocaso
las llenas de júbilo.
Tú cuidas de la tierra, la riegas
y la enriqueces sin medida;
la acequia de Dios va llena de agua,
preparas los trigales;
riegas los surcos, igualas los terrones,
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes;
coronas el año con tus bienes,
las rodadas de tu carro rezuman abundancia;
rezuman los pastos del páramo,
y las colinas se orlan de alegría;
las praderas se cubren de rebaños,
y los valles se visten de mieses,
que aclaman y cantan.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. ¡Oh Dios!, tu mereces un himno en Sión.
LECTURA BREVE 1Ts 5, 4-5
No viváis, hermanos, en tinieblas para que el día del Señor no os sorprenda
como ladrón; porque todos sois hijos de la luz e hijos del día. No somos de la
noche ni de las tinieblas.
RESPONSORIO BREVE
V. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
V. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
R. Espero en tu palabra.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
Lectura Bíblica
V/. Enséñame,
Señor, a gustar y a comprender.
R/. Porque me
fío de tus mandatos.
Alabanza de la sabiduría eterna
Pr 8,1-5.12-36
Oíd, la sabiduría pregona, la prudencia levanta la voz, en los
montículos junto al camino, de pie junto a las sendas, junto a las puertas de
la ciudad, pregonando a la entrada de los postigos:
«A vosotros, señores, os llamo, me dirijo a la gente: los
inexpertos, aprended sagacidad; los necios, adquirid juicio.»
Yo, sabiduría, soy vecina de la sagacidad y busco la compañía de
la reflexión. El temor del Señor odia el mal. Yo detesto el orgullo y la
soberbia, el mal camino y la boca falsa, yo poseo el buen consejo y el acierto,
son mías la prudencia y el valor; por mí reinan los reyes, y los príncipes dan
leyes justas; por mí gobiernan los gobernantes, y los nobles dan sentencias
justas; yo amo a los que me aman, y los que madrugan por mí me encuentran; yo
traigo riqueza y gloria, fortuna copiosa y bien ganada; mi fruto es mejor que
el oro puro, y mi renta vale más que la plata, camino por sendero justo, por
las sendas del derecho, para legar riquezas a mis amigos y colmar sus tesoros.
El Señor me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de
sus obras antiquísimas. En un tiempo remotísimo fui formada, antes de comenzar
la tierra. Antes de los abismos fui engendrada, antes de los manantiales de las
aguas. Todavía no estaban aplomados los montes, antes de las montañas fui
engendrada. No había hecho aún la tierra y la hierba, ni los primeros terrones
del orbe. Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba la bóveda
sobre la faz del abismo; cuando sujetaba el cielo en la altura, y fijaba las
fuentes abismales. Cuando ponía un límite al mar, cuyas aguas no traspasan su
mandato; cuando asentaba los cimientos de la tierra, yo estaba junto a él, como
aprendiz, yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia:
jugaba con la bola de la tierra, gozaba con los hijos de los hombres.
Por tanto, hijos míos, escuchadme: dichosos los que siguen mis
caminos; escuchad la instrucción, no rechacéis la sabiduría, dichoso el hombre
que me escucha, velando en mi portal cada día, guardando las jambas de mi
puerta. Quien me alcanza alcanza la vida y goza del favor del Señor. Quien me
pierde se arruina a sí mismo, los que me odian aman la muerte.
R/. El Señor
me estableció al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras
antiquísimas.
V/. En el
principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra
era Dios.
R/. Al
comienzo de sus obras antiquísimas.
El conocimiento del Padre por medio
de la Sabiduría creadora y hecha carne
San Atanasio de Alejandría, obispo y doctor de la Iglesia
Contra los arrianos, sermón
2,78.81-82
La Sabiduría unigénita y personal de Dios es creadora y hacedora
de todas las cosas. Todo - dice, en efecto, el salmo- lo
hiciste con sabiduría, y también: La tierra está llena de tus
criaturas. Pues, para que las cosas creadas no sólo existieran, sino
que también existieran debidamente, quiso Dios acomodarse a ellas por su
Sabiduría, imprimiendo en todas ellas en conjunto y en cada una en particular
cierta similitud e imagen de sí mismo, con lo cual se hiciese patente que las cosas
creadas están embellecidas con la Sabiduría y que las obras de Dios son dignas
de él.
Porque, del mismo modo que nuestra palabra es imagen de la
Palabra, que es el Hijo de Dios, así también la sabiduría creada es también
imagen de esta misma Palabra, que se identifica con la Sabiduría; y así, por
nuestra facultad de saber y entender, nos hacemos idóneos para recibir la
Sabiduría creadora y, mediante ella, podemos conocer a su Padre. Pues, quien
posee al Hijo - dice la Escritura- posee también al Padre, y también: El
que me recibe recibe al que me ha enviado. Por tanto, ya que existe en
nosotros y en todos una participación creada de esta Sabiduría, con toda razón
la verdadera y creadora Sabiduría se atribuye las propiedades de los seres, que
tienen en sí una participación de la misma, cuando dice: El Señor me
creó al comienzo de sus obras.
Mas, como, en la sabiduría de Dios, según antes
hemos explicado, el mundo no lo conoció por el camino de la sabiduría,
quiso Dios valerse de la necedad de la predicación, para salvar a los
creyentes. Porque Dios no quiso ya ser conocido, como en tiempos
anteriores, a través de la imagen y sombra de la sabiduría existente en las
cosas creadas, sino que quiso que la auténtica Sabiduría tomara carne, se
hiciera hombre y padeciese la muerte de cruz, para que, en adelante, todos los
creyentes pudieran salvarse por la fe en ella.
Se trata, en efecto, de la misma Sabiduría de Dios, que antes, por
su imagen impresa en las cosas creadas (razón por la cual se dice de ella que es
creada), se daba a conocer a sí misma y, por medio de ella, daba a conocer a su
Padre. Pero, después esta misma Sabiduría, que es también la Palabra, se hizo
carne, como dice san Juan, y, habiendo destruido la muerte y liberado nuestra
raza, se reveló con más claridad a sí misma y, a través de sí misma, reveló al
Padre; de ahí aquellas palabras suyas: Haz que te conozcan a ti, único
Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo
De este modo, toda la tierra está llena de su conocimiento. En
efecto, uno solo es el conocimiento del Padre a través del Hijo, y del Hijo por
el Padre; uno solo es el gozo del Padre y el deleite del Hijo en el Padre,
según aquellas palabras: Yo era su encanto cotidiano, todo el tiempo
jugaba en su presencia.
R/. Ya que
habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, proceded según él. Porque en él
habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad.
V/. Uno solo
es vuestro maestro, Cristo.
R/. Porque en
él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad.
Martes, 16 de febrero de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (8,14-21)*
14 Se habían olvidado de tomar panes,
y no llevaban consigo en la barca más que un pan.
15 El les hacía esta advertencia: «Abrid los
ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.»
16 Ellos hablaban entre sí que no tenían
panes.
17 Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué
estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es
que tenéis la mente embotada?
18 = ¿Teniendo ojos no véis y teniendo oídos
no oís? = ¿No os acordáis de
19 cuando partí los cinco panes para los
5.000? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen.
20 «Y cuando partí los siete entre los
4.000, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete.»
21 Y continuó: «¿Aún no entendéis?»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
PRECES
Bendigamos a nuestro Salvador, que con su resurrección ha
iluminado el mundo, y digámosle suplicantes:
Haz, Señor, que caminemos por tu senda.
Señor Jesús, al consagrar nuestra oración matinal en memoria de tu santa
resurrección,
te pedimos que la esperanza de participar de tu gloria ilumine todo nuestro
día.
Te ofrecemos, Señor, los deseos y proyectos de nuestra jornada:
dígnate aceptarlos y bendecirlos como primicia de nuestro día.
Concédenos crecer hoy en tu amor,
a fin de que todo concurra para nuestro bien y el de nuestros hermanos.
Haz, Señor, que el ejemplo de nuestra vida resplandezca como una luz ante los
hombres,
para que todos den gloria al Padre que está en los cielos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Porque deseamos que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres, pidamos al
Padre que su reino llegue a nosotros:
Padre nuestro...
ORACION
Señor Jesucristo, luz verdadera que alumbras a todo hombre y le
muestras el camino de la salvación: concédenos la abundancia de tu gracia para
que preparemos, delante de ti, sendas de justicia y de paz. Tú que vives y
reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los
siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*San Onésimo, Mártir*
16 de Febrero
Onésimo era
esclavo de Filemón, personaje importante de Colosa de Frigia, convertido al
cristianismo por San Pablo. Cuando huía de la justicia, después de haber robado
a su amo, Onésimo entró en contacto con San Pablo, quien se hallaba entonces
prisionero en Roma. El Apóstol lo convirtió y bautizó y lo envió a la casa de
Filemón con una carta de recomendación. Según parece, Filemón perdonó y puso en
libertad a su esclavo arrepentido y lo mandó reunirse de nuevo con San Pablo.
Según cuenta San Jerónimo, Onésimo llegó a ser predicador del Evangelio y luego
Obispo de Efeso por orden del Apóstol Pablo. Posteriormente, Onésimo fue hecho
prisionero y llevado a Roma, donde murió lapidado.
MARTES SEMANA II
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: MENTES CANSADAS.
Mentes cansadas,
manos encallecidas,
labriegos al fin de la jornada,
jornaleros de tu viña,
venimos, Padre,
atardecidos de cansancio,
agradecidos por la lucha,
a recibir tu denario.
Llenos de polvo,
el alma hecha girones,
romeros al filo de la tarde,
peregrinos de tus montes,
venimos, Padre,
heridos por los desengaños,
contentos por servir a tu mesa,
a recibir tu denario.
Hartos de todo,
llenos de nada,
sedientos al brocal de tus pozos
y hambrientos de tu casa,
venimos, Padre,
el corazón entre tus brazos,
la frente humilde de delitos,
a recibir tu denario. Amén.
SALMODIA
Ant 1. No podéis servir a Dios y al dinero.
Salmo 48 I - VANIDAD DE LAS RIQUEZAS
Oíd esto, todas las naciones,
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres;
mi boca hablará sabiamente,
y serán muy sensatas mis reflexiones;
prestaré oído al proverbio
y propondré mi problema al son de la cítara.
¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y me acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas,
si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.
Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños.
El sepulcro es su morada perpetua
y su casa de edad en edad,
aunque hayan dado nombre a países.
El hombre no perdura en la opulencia,
sino que perece como los animales.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. No podéis servir a Dios y al dinero.
Ant 2. «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor.
Salmo 48 II
Éste es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor,
y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura
y el abismo es su casa.
Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo.
No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.
Aunque en vida se felicitaba:
«Ponderan lo bien que lo pasas»,
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.
El hombre rico e inconsciente
es como un animal que perece.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. «Atesorad tesoros en el cielo», dice el Señor.
Ant 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
LECTURA BREVE Rm 3, 23-25a
Todos pecaron y se hallan privados de la gloria de Dios; son justificados
gratuitamente, mediante la gracia de Cristo, en virtud de la redención
realizada en él, a quien Dios ha propuesto como instrumento de propiciación.
RESPONSORIO BREVE
V. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
V. De alegría perpetua a tu derecha.
R. En tu presencia, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y
tu nombre es santo.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y
tu nombre es santo.
PRECES
Alabemos a Cristo, pastor y obispo de nuestras vidas, que vela
siempre con amor por su pueblo, y digámosle suplicantes:
Protege, Señor, a tu pueblo.
Pastor eterno, protege a nuestro obispo N.
y a todos los pastores de la Iglesia.
Mira con bondad a los que sufren persecución
y líbralos de todas sus angustias.
Compadécete de los pobres y necesitados
y da pan a los hambrientos.
Ilumina a los que tienen la misión de gobernar a los pueblos
y dales sabiduría y prudencia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
No olvides, Señor, a los difuntos redimidos por tu sangre
y admítelos en el festín de las bodas eternas.
Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre
común:
Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, Señor del día y de la noche,
humildemente te pedimos que la luz de Cristo, verdadero sol de justicia,
ilumine siempre nuestras vidas para que así merezcamos gozar un día de aquella
luz en la que tú habitas eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 16 DE FEBRERO 2021
*Lecturas
de la 6ª Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Martes, 16 de febrero de 2021
Primera lectura
Lectura del
libro del Génesis (6,5-8;7,1-5.10):
Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra,
y que todo su modo de pensar era siempre perverso, se arrepintió de haber
creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. Y dijo: «Borraré de la
superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos,
reptiles y aves, pues me pesa de haberlos hecho.»
Pero Noé alcanzó el favor del Señor.
El Señor dijo a Noé: «Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el
único justo que he encontrado en tu generación. De cada animal puro toma siete
parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; y lo
mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la
especie en la tierra. Dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta
días con sus noches, y borraré de la superficie de la tierra a todos los
vivientes que he creado.»
Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. Pasados siete días, vino el diluvio a
la tierra.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 28,
1a.2.3ac-4.3b.9c-10
R/. El Señor bendice a
su pueblo con la paz
Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R/.
La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica. R/.
El Dios de la gloria ha tronado.
En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R/.
Martes, 16 de febrero de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (8,14-21)*
14 Se habían olvidado de tomar panes,
y no llevaban consigo en la barca más que un pan.
15 El les hacía esta advertencia: «Abrid los
ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.»
16 Ellos hablaban entre sí que no tenían
panes.
17 Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué
estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es
que tenéis la mente embotada?
18 = ¿Teniendo ojos no véis y teniendo oídos
no oís? = ¿No os acordáis de
19 cuando partí los cinco panes para los
5.000? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen.
20 «Y cuando partí los siete entre los
4.000, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete.»
21 Y continuó: «¿Aún no entendéis?»
Palabra del Señor
(Dándose
cuenta, les dijo el Señor: « ¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis
de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los
oídos si no oís?).
*El Señor me
hace una invitación para que pueda desarrollar el sentido de la vista, para que
pueda llegar a un punto donde pueda desear ver las cosas buenas de las personas
que no son de mi agrado. También me habla de los oídos, para que mis oídos
estén dispuesto a escuchar su palabra con el deseo de gravar su palabra en lo
más profundo de mi corazón. Las buena noticia para mi es que el Señor desea que
mi ojos y mi oídos estén sano, porque así mi corazón estará sano y limpio. Y Dichos
los limpio de corazón porque ellos verán a Dios*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.