Musica Para el Alma
lunes, 26 de julio de 2021
EVANGELIO DE MATEO 13,36-43 CICLO B
*Lecturas del Martes de la 17ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 27 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura del
santo evangelio según san Mateo (13,36-43)*
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa.
Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña
en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el
campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son
los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha
es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña
y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus
ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los
arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga
oídos, que oiga.»
Palabra del Señor
«Acláranos la parábola de la cizaña en el
campo.»
*El Señor me invita a desear mi verdadera patria que
está en el cielo. La buena noticia para mi es que el Señor me invita a ser
consciente que es aquí en este mundo donde recibo el sol, la lluvia y los
alimentos, y existe algo dentro de mí que se llama libertad, y en mi libertad
yo tengo el poder de decidir si quiero ser trigo o cizaña (si quiero ser buena
persona o mala persona). El Señor manda su sol sobre justo e injusto y manada
también la lluvia sobre los pecadores. Esa es una ventaja que puedo usar a mi
favor de que, Dios ama atados por igual, y es de mí, que depende si quiero
hacer el bien o hacer el mal*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LAUDES Y LAS VISPERAS DEL MARTES 27. SAN PANTALEÓN
*LAS LAUDES Y LAS VISPERAS*
Abre,
Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de todos los
pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y enciende mi
sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este Oficio, y
merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por Cristo nuestro
Señor. Amén
*San Pantaleón*
27 de Julio
MARTES SEMANA I
LAUDES
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Señor, al gran Rey, venid, adorémosle.
Himno: AL CANTO DE LOS GALLOS.
Al canto de los gallos
viene la aurora;
los temores se alejan
como las sombras.
¡Dios, Padre nuestro,
en tu nombre dormimos
y amanecemos!
Como luz nos visitas,
Rey de los hombres,
como amor que vigila
siempre de noche;
cuando el que duerme
bajo el signo del sueño
prueba la muerte.
Del sueño del pecado
nos resucitas,
y es señal de tu gracia
la luz amiga.
¡Dios que nos velas!,
tú nos sacas por gracia
de las tinieblas.
Gloria al Padre y al Hijo,
gloria al Espíritu,
al que es paz, luz y vida,
al Uno y Trino;
gloria a su nombre
y al misterio divino
que nos lo esconde. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del
Señor.
Salmo 23 - ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
El la fundó sobre los mares,
El la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.
¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del
Señor.
Ant 2. Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos.
Cántico: ESPERANZA DE ISRAEL EN BABILONIA Tb 13, 1-10
Bendito sea Dios, que vive eternamente,
y cuyo reino dura por los siglos:
él azota y se compadece,
hunde hasta el abismo y saca de él,
y no hay quien escape de su mano.
Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles,
porque él nos dispersó entre ellos.
Proclamad allí su grandeza,
ensalzadlo ante todos los vivientes:
que él es nuestro Dios y Señor,
nuestro Padre por todos los siglos.
Él nos azota por nuestros delitos,
pero se compadecerá de nuevo,
y os congregará de entre todas las naciones
por donde estáis dispersados.
Si volvéis a él de todo corazón
y con toda el alma,
siendo sinceros con él,
él volverá a vosotros
y no os ocultará su rostro.
Veréis lo que hará con vosotros,
le daréis gracias a boca llena,
bendeciréis al Señor de la justicia
y ensalzaréis al rey de los siglos.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,
anuncio su grandeza y su poder
a un pueblo pecador.
Convertíos, pecadores,
obrad rectamente en su presencia:
quizá os mostrará benevolencia
y tendrá compasión.
Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo,
y me alegraré de su grandeza.
Anuncien todos los pueblos sus maravillas
y alábenle sus elegidos en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Ensalzad con vuestras obras al rey de los siglos.
Ant 3. El Señor merece la alabanza de los buenos.
Salmo 32 - HIMNO AL PODER Y A LA PROVIDENCIA DE DIOS
Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos.
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando vuestra música con aclamaciones:
que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales,
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
La palabra del Señor hizo el cielo;
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano.
Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió;
él lo mandó, y surgió.
El Señor deshace los planes de las naciones,
frustra los proyectos de los pueblos;
pero el plan del Señor subsiste por siempre,
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad.
El Señor mira desde el cielo,
se fija en todos los hombres;
desde su morada observa
a todos los habitantes de la tierra:
él modeló cada corazón,
y comprende todas sus acciones.
No vence el rey por su gran ejército,
no escapa el soldado por su mucha fuerza,
nada valen sus caballos para la victoria,
ni por su gran ejército se salva.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
Nosotros esperamos en el Señor:
él es nuestro auxilio y escudo,
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos.
LECTURA BREVE Rm 13, 11b. 12-13a
Ya es hora que despertéis del sueño. La noche va pasando, el día está encima;
desnudémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos de las armas de
la luz. Andemos como en pleno día, con dignidad.
RESPONSORIO BREVE
V. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
V. Mi alcázar, mi libertador.
R. En que me amparo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo.
Primera Lectura
Del primer libro de los Reyes 11, 1-4. 26-43
PECADOS DE SALOMÓN. REBELIÓN Y FUGA DE JEROBOAM
En aquellos días, el rey Salomón se enamoró de muchas mujeres
extranjeras, además de la hija del faraón: moabitas, amonitas, edomitas,
fenicias e hititas, de las naciones de quienes había dicho el Señor a los de
Israel: «No os unáis con ellas, ni ellas con vosotros, porque os desviarán el
corazón tras sus dioses.» Salomón se enamoró perdidamente de ellas; tuvo setecientas
esposas y trescientas concubinas. Y así, cuando llegó a viejo, sus mujeres desviaron
su corazón tras dioses extranjeros; su corazón ya no perteneció por entero al Señor,
como el corazón de David, su padre.
Jeroboam, hijo de Nabat, era efraimita, natural de Serdá; su madre, llamada
Serva, era viuda. Siendo funcionario de Salomón, se rebeló contra el rey. La
ocasión de rebelarse contra el rey fue ésta: Salomón estaba construyendo el terraplén
para rellenar el foso de la ciudad de David, su padre. Jeroboam era un hombre
de valer, y Salomón, viendo que el joven trabajaba bien, lo nombró capataz de
todos los cargadores de la casa de José.
Un día, salió Jeroboam de Jerusalén, y el profeta Ajías, de Silo,
envuelto en un manto nuevo, se lo encontró en el camino; estaban los dos solos,
en descampado. Ajías tomó su manto nuevo, lo rasgó en doce trozos y dijo a
Jeroboam: «Cógete diez trozos, porque así dice el Señor Dios de Israel:
"Voy a arrancarle el reino a Salomón y voy a darte a ti diez tribus; lo
restante será para él, en consideración a mi siervo David y a Jerusalén, la
ciudad que elegí entre todas las tribus de Israel; porque me ha abandonado y ha
adorado a Astarté, diosa de los fenicios, a Camós, dios de Moab, a Malcón, dios
de los amonitas, y no ha caminado por mis sendas, practicando lo que yo apruebo,
mis mandatos y preceptos, como su padre, David. No le quitaré todo el reino; en
consideración a mi siervo David, a quien elegí, que guardó mis leyes y
preceptos, lo mantendré de jefe mientras viva; pero a su hijo le quito el reino
y te doy a ti diez tribus. A su hijo le daré una tribu, para que mi siervo
David tenga siempre una lámpara ante mí en Jerusalén, la ciudad que me elegí
para que residiera allí mi Nombre.
En cuanto a ti, voy a escogerte para que seas rey de Israel, según tus
ambiciones. Si obedeces en todo lo que yo te ordene y caminas por mis sendas y
practicas lo que yo apruebo, guardando mis mandatos y preceptos, como lo hizo
mi siervo David, yo estaré contigo y te daré una dinastía duradera, como hice
con David, y te daré Israel. Humillaré a los descendientes de David por esto,
aunque no para siempre."»
Salomón intentó matar a Jeroboam, pero Jeroboam emprendió la fuga a Egipto,
donde reinaba Sisac, y estuvo allí hasta que murió Salomón.
Para más datos sobre Salomón, sus empresas y su sabiduría, véanse los Anales de
Salomón. Salomón reinó en Jerusalén, sobre todo Israel, cuarenta años. Cuando
murió, lo enterraron en la ciudad de David, su padre. Su hijo Roboam le sucedió
en el trono.
Responsorio Sir 47, 22. 24: 2 Tm 2,
13
R. Tú Salomón, pusiste un borrón sobre tu gloria; pero el Señor
no renuncia jamás a su lealtad, * no deja que se
pierdan sus palabras.
V. Dios permanece fiel, porque no puede desmentirse a sí mismo.
R. No deja que se pierdan sus palabras.
Segunda Lectura
De las homilías de san Basilio Magno, obispo
(Homilía 3 sobre la caridad, 6: PG 31, 266-267. 275)
SEMBRAD JUSTICIA, Y COSECHARÉIS MISERICORDIA
Oh hombre, imita a la tierra; produce fruto igual que ella, no sea
que parezcas peor que ella, que es un ser inanimado. La tierra produce unos frutos
de los que ella no ha de gozar, sino que están destinados a tu provecho. En
cambio, los frutos de beneficencia que tú produces los recolectas en provecho
propio, ya que la recompensa de las buenas obras revierte en beneficio de los
que las hacen. Cuando das al necesitado, lo que le das se convierte en algo
tuyo y se te devuelve acrecentado. Del mismo modo que el grano de trigo, al
caer en tierra, cede en provecho del que lo ha sembrado, así también el pan que
tú das al pobre te proporcionará en el futuro una ganancia no pequeña. Procura,
pues, que el fin de tus trabajos sea el comienzo de la siembra celestial:
Sembrad justicia, y cosecharéis misericordia, dice la Escritura.
Tus riquezas tendrás que dejarlas aquí, lo quieras o no; por el contrario, la
gloria que hayas adquirido con tus buenas obras la llevarás hasta el Señor,
cuando, rodeado de los elegidos, ante el juez universal, todos proclamarán tu
generosidad, tu largueza y tus beneficios, atribuyéndote todos los apelativos
indicadores de tu humanidad y benignidad.
¿Es que no ves cómo muchos dilapidan su dinero en los teatros, en los juegos
atléticos, en las pantomimas, en las luchas entre hombres y fieras, cuyo solo
espectáculo repugna, y todo por una gloria momentánea, por el estrépito y
aplauso del pueblo? Y tú, ¿serás avaro, tratándose de gastar en algo que ha de
redundar en tanta gloria para ti? Recibirás la aprobación del mismo Dios, los
ángeles te alabarán, todos los hombres que existen desde el origen del mundo te
proclamarán bienaventurado; en recompensa por haber administrado rectamente
unos bienes corruptibles, recibirás la gloria eterna, la corona de justicia, el
reino de los cielos. Y todo esto te tiene sin cuidado, y por el afán de los
bienes presentes menosprecias aquellos bienes que son el objeto de nuestra
esperanza. Ea, pues, reparte tus riquezas según convenga, sé liberal y
espléndido en dar a los pobres. Ojalá pueda decirse también de ti: Reparte
limosna a los pobres, su caridad es constante.
Deberías estar agradecido, contento y feliz por el honor que se te ha
concedido, al no ser tú quien ha de importunar a la puerta de los demás, sino
los demás quienes acuden a la tuya. Y en cambio te retraes y te haces casi
inaccesible, rehúyes el encuentro con los demás, para no verte obligado a
soltar ni una pequeña dádiva. Sólo sabes decir: "No tengo nada que dar,
soy pobre". En verdad eres pobre y privado de todo bien: pobre en amor,
pobre en humanidad, pobre en confianza en Dios, pobre en esperanza eterna.
Responsorio Is 58, 7-8
R. Parte tu pan con el que tiene hambre, da hospedaje a los
pobres que no tienen techo; * entonces brillará tu luz
como la aurora, y tu justicia te abrirá camino.
V. Cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu
semejante.
R. Entonces brillará tu luz como la aurora, y tu justicia te
abrirá camino.
*Lecturas del Martes de la 17ª semana del
Tiempo Ordinario*
Martes, 27 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (13,36-43)*
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa.
Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña
en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el
campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son
los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha
es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la
cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus
ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los
arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga
oídos, que oiga.»
Palabra del Señor
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había
predicho por boca de sus santos profetas.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR
Lc 1, 68-79
+Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Nos ha suscitado el Señor una fuerza de salvación, según lo había
predicho por boca de sus santos profetas.
PRECES
Ya que hemos sido llamados a participar de una vocación celestial,
bendigamos por ello a Jesús, el pontífice de nuestra fe, y supliquémosle
diciendo:
Escúchanos, Señor.
Señor Jesús, que por el bautismo has hecho de nosotros un sacerdocio real,
haz que nuestra vida sea un continuo sacrificio de alabanza.
Ayúdanos, Señor, a guardar tus mandatos
para que por la fuerza del Espíritu Santo nosotros permanezcamos en ti y tú en
nosotros.
Danos tu sabiduría eterna
para que permanezca con nosotros y con nosotros trabaje.
Concédenos ser la alegría de cuantos nos rodean
y fuente de esperanza para los decaídos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Como hijos que somos de Dios, dirijámonos a nuestro Padre con la oración que
Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ORACION
Escucha, Señor, nuestra oración matutina y con la luz de tu
misericordia alumbra la oscuridad de nuestro corazón: para que, habiendo sido
iluminados por tu claridad, no andemos nunca tras las obras de las tinieblas.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
*San Pantaleón*
Pantaleón significa en griego "el que se
compadece de todos". Médico nacido en Nikomedia (actual Turquía). Fue
decapitado por profesar su fe católica en la persecución del emperador romano
Diocleciano, el 27 de julio del 305. Lo que se sabe de San Pantaleón procede de
un antiguo manuscrito del siglo VI que está en el Museo Británico. Pantaleón
era hijo de un pagano llamado Eubula y de madre cristiana. Pantaleón era
médico. Fue médico del emperador Galerio Maximiano en Nicomedia. Conoció la fe
pero se dejó llevar por el mundo pagano en que vivía y sucumbió ante las
tentaciones, que debilitan la voluntad y acaban con las virtudes, cayendo en la
apostasía. Un buen cristiano llamado Hermolaos le abrió los ojos, exhortándole
a que conociera "la curación proveniente de lo más Alto", le llevó al
seno de la Iglesia.
A partir de
entonces entregó su ciencia al servicio de Cristo, sirviendo a sus pacientes en
nombre del Señor. En el año 303, empezó la persecución de Diocleciano en
Nikomedia. Pantaleón regaló todo lo que tenía a los pobres. Algunos médicos por
envidia, lo delataron a las autoridades. Fue arrestado junto con Hermolaos y
otros dos cristianos. El emperador, que quería salvarlo en secreto, le dijo que
apostatara, pero Pantaleón se negó e inmediatamente curó milagrosamente a un
paralítico para demostrar la verdad de la fe. Los cuatro fueron condenados a
ser decapitados. San Pantaleón murió mártir a la edad de 29 años el 27 de julio
del 304. Murió por la fe que un día había negado.
Como San Pedro y
San Pablo, tuvo la oportunidad de reparar y manifestarle al Señor su amor. Las
actas de su martirio nos relatan sobre hechos milagrosos: Trataron de matarle
de seis maneras diferentes; con fuego, con plomo fundido, ahogándole, tirándole
a las fieras, torturándole en la rueda y atravesándole una espada. Con la ayuda
del Señor, Pantaleón salió ileso. Luego permitió libremente que lo decapitaran
y de sus venas salió leche en vez de sangre y el árbol de olivo donde ocurrió
el hecho floreció al instante. Podría ser que estos relatos son una forma
simbólica de exaltar la virtud de los mártires, pero en todo caso, lo
importante es que Pantaleón derramó su sangre por Cristo y los cristianos lo
tomaron como ejemplo de santidad. En Oriente le tienen gran veneración como
mártir y como médico que atendía gratuitamente a los pobres.
También fue muy
famoso en Occidente desde la antiguedad. Se conservan algunas reliquias de su
sangre, en Madrid (España), Constantinopla (Turquía) y Ravello (Italia). El
Milagro de su sangre Una porción de su sangre se reserva en una ampolla en el
altar mayor del Real Monasterio de la Encarnación en Madrid de los Austrias,
junto a la Plaza de Oriente, Madrid, España. Fue tomada de otra más grande que
se guarda en la Catedral italiana de Ravello. Fue donada al monasterio junto
con un trozo de hueso del santo por el virrey de Nápoles. En Madrid lo
custodian las religiosas Agustinas Recoletas dedicadas a la oración. Hay
constancia de que la reliquia ya estaba en la Encarnación desde su fundación en
el año 1616. La sangre, en estado sólido durante todo el año, se licuefacciona
sin intervención humana.
Esto ocurre en
la víspera del aniversario de su martirio, o sea, cada 26 de julio. Así ha
ocurrido cada año hasta la fecha de este escrito, 2005, cuando se celebran 1700
años de su martirio. En ese año el milagro tuvo lugar mientras las religiosas
oraban en el coro del templo y ante la presencia de cientos de visitantes. El
monasterio abre las puertas al público para que todos sean testigos.
En algunas
ocasiones, la sangre ha tardado en solidificarse para señalar alguna crisis,
como ocurrió durante las dos guerras mundiales. Muchas veces se ha intentado
explicar el fenómeno mediante mecanismos netamente naturales, como la
temperatura o las fases de la luna. Sin embargo, ninguna de las explicaciones
ha resultado satisfactoria para la ciencia. La iglesia no se ha definido sobre
el milagro. Las hermanas dicen sencillamente que es "un regalo de
Dios". Para facilitar la vista del público y evitar el deterioro de la
reliquia, en el 1995 las monjitas instalaron monitores de televisión que aumentan
diez veces la imagen de la cápsula que contiene la sangre del santo.
MARTES SEMANA I
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: NOS DIJERON DE NOCHE.
Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe estuvo en vela
junto a tu cuerpo;
La noche entera,
la pasamos queriendo
mover la piedra.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.
No supieron contarlo
los centinelas,
nadie supo la hora
ni la manera;
antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.
Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto;
la fe velando,
para verte de noche
resucitando.
Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor da la victoria a su Ungido.
Salmo 19 - ORACIÓN POR LA VICTORIA DEL REY.
Que te escuche el Señor el día del peligro,
que te sostenga el nombre del Dios de Jacob;
que te envíe auxilio desde el santuario,
que te apoye desde el monte Sión;
que se acuerde de todas tus ofrendas,
que le agraden tus sacrificios;
que cumpla el deseo de tu corazón,
que dé éxito a todos tus planes.
Que podamos celebrar tu victoria
y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes;
que el Señor te conceda todo lo que pides.
Ahora reconozco que el Señor
da la victoria a su Ungido,
que lo ha escuchado desde su santo cielo,
con los prodigios de su mano victoriosa.
Unos confían en sus carros,
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre
del Señor, Dios nuestro.
Ellos cayeron derribados,
nosotros nos mantenemos en pie.
Señor, da la victoria al rey
y escúchanos cuando te invocamos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor da la victoria a su Ungido.
Ant 2. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Salmo 20, 2-8. 14 - ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA DEL REY.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,
¡y cuánto goza con tu victoria!
Le has concedido el deseo de su corazón,
no le has negado lo que pedían sus labios.
Te adelantaste a bendecirlo con el éxito,
y has puesto en su cabeza una corona de oro fino.
Te pidió vida, y se la has concedido,
años que se prolongan sin término.
Tu victoria ha engrandecido su fama,
lo has vestido de honor y majestad.
Le concedes bendiciones incesantes,
lo colmas de gozo en tu presencia;
porque el rey confía en el Señor,
y con la gracia del Altísimo no fracasará.
Levántate, Señor, con tu fuerza,
y al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder.
Ant 3. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro
Dios.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR Ap 4, 11; 5, 9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos,
porque fuiste degollado
y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios
un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios.
LECTURA BREVE 1Jn 3, 1a. 2
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo
somos! Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado
lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él,
porque lo veremos tal cual es.
RESPONSORIO BREVE
V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55
+Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
PRECES
Alabemos a Cristo, que mora en medio de nosotros, su pueblo
adquirido, y supliquémosle diciendo:
Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.
Dueño y Señor de los pueblos, acude en ayuda de todas las naciones y de los que
las gobiernan:
que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la
paz.
Tú que al subir al cielo llevaste contigo una gran multitud de cautivos,
devuelve la libertad de los hijos de Dios a nuestros hermanos que sufren
esclavitud en el cuerpo o en el espíritu.
Concede, Señor, a los jóvenes la realización de sus esperanzas
y que sepan responder a tus llamadas en el transcurso de su vida.
Que los niños imiten tu ejemplo
y crezcan siempre en sabiduría y en gracia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acoge a los difuntos en tu reino,
donde también nosotros esperamos reinar un día contigo.
Con el gozo de sabernos hijos de Dios, acudamos a nuestro Padre:
Padre nuestro...
ORACION
Te damos gracias, Señor Dios todopoderoso, porque has permitido
que lleguemos a esta noche; te pedimos aceptes con agrado el alzar de nuestras
manos como ofrenda de la tarde. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de
los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MARTES 27 DE JULIO 2021
*Lecturas del Martes de la 17ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 27 de julio de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro del Éxodo (33,7-11;34,5b-9.28):
En aquellos días, Moisés levantó la tienda de Dios y la plantó fuera, a
distancia del campamento, y la llamó «tienda del encuentro». El que tenía que
visitar al Señor salía fuera del campamento y se dirigía a la tienda del
encuentro. Cuando Moisés salía en dirección a la tienda, todo el pueblo se
levantaba y esperaba a la entrada de sus tiendas, mirando a Moisés hasta que
éste entraba en la tienda; en cuanto él entraba, la columna de nube bajaba y se
quedaba a la entrada de la tienda, mientras él hablaba con el Señor, y el Señor
hablaba con Moisés. Cuando el pueblo vela la columna de nube a la puerta de la
tienda, se levantaba y se prosternaba, cada uno a la entrada de su tienda. El
Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo.
Después él volvía al campamento, mientras Josué, hijo de Nun, su joven
ayudante, no se apartaba de la tienda. Y Moisés pronunció el nombre del Señor.
El Señor pasó ante él, proclamando: «Señor, Señor, Dios compasivo y
misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad. Misericordioso
hasta la milésima generación, que perdona culpa, delito y pecado, pero no deja
impune y castiga la culpa de los padres en los hijos y nietos, hasta la tercera
y cuarta generación.»
Moisés, al momento, se inclinó y se echó por tierra.
Y le dijo: «Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque ése
es un pueblo de cerviz dura; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como
heredad tuya.»
Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días con sus cuarenta noches: no comió
pan ni bebió agua; y escribió en las tablas las cláusulas del pacto, los diez
mandamientos.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 102,6-7.8-9.10-11.12-13
R/. El Señor es
compasivo y misericordioso
El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. R/.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles. R/.
Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles. R/.
*Lecturas del Martes de la 17ª semana del Tiempo Ordinario*
Martes, 27 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura del
santo evangelio según san Mateo (13,36-43)*
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa.
Los discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña
en el campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el
campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son
los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha
es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña
y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus
ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los
arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga
oídos, que oiga.»
Palabra del Señor
«Acláranos la parábola de la cizaña en el
campo.»
*El Señor me invita a desear mi verdadera patria que
está en el cielo. La buena noticia para mi es que el Señor me invita a ser
consciente que es aquí en este mundo donde recibo el sol, la lluvia y los
alimentos, y existe algo dentro de mí que se llama libertad, y en mi libertad
yo tengo el poder de decidir si quiero ser trigo o cizaña (si quiero ser buena
persona o mala persona). El Señor manda su sol sobre justo e injusto y manada
también la lluvia sobre los pecadores. Esa es una ventaja que puedo usar a mi
favor de que, Dios ama atados por igual, y es de mí, que depende si quiero
hacer el bien o hacer el mal*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.