Musica Para el Alma
martes, 3 de diciembre de 2024
MATEO 15,29-37 CICLO C
Lecturas del Miércoles de la I
Semana de Adviento
04 Dic 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (15,29-37)*
En
aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en
él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y
muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a
los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen
qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el
camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta
gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los
peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los
discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.
Palabra
del Señor.
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Acudió a él mucha gente llevando
tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y
él los curaba).
*Esta palabra me llenan de fuerzas, de esperanza y de
alegría, porque existe un lugar a los pies de Jesús, donde pueden ser colocadas
todas las discapacidades y también pueden ser colocadas todas las personas
rechazadas. Parece como que a Jesús le tiraran todos los problemas para que él,
lo resuelva y lo hermoso de toda esta situación es que Jesús, lo cura todo y
también cura a todos. La buena noticia es que Jesús, al primero que quiere a
sus pies es a mí, porque él sabe de mis dificultades, y mis discapacidades, sabe
que tengo parálisis para amar, para abrazar, para decir te quiero, para
comprender, para saber escuchar y para aceptar a los demás como son, sin
quererlos cambiar. Siempre abra lugar y espacios a los pies de Jesús, para ser
curado, y para obtener el alimento que no perece, su palabra hecha carne, y así
tener las fuerzas para no tenerles miedo a las debilidades*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAUDES Y VISPERAS DEL MIERCOLES 4
*LAS LAUDES Y
LAS VISPERAS*
Abre, Señor, mi boca para bendecir tu santo nombre; limpia mi corazón de
todos los pensamientos vanos, perversos y ajenos; ilumina mi entendimiento y
enciende mi sentimiento para que, digna, atenta y devotamente pueda recitar este
Oficio, y merezca ser escuchado en la presencia de tu divina majestad. Por
Cristo nuestro Señor. Amén
*Oficio
de Lectura - San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia 2024*
Nació en Damasco, en la segunda mitad del siglo VII, en el seno de una
familia cristiana. Gran conocedor de la filosofía, ingresó en el monasterio de
San Sabas, próximo a Jerusalén, y fue ordenado sacerdote. Escribió numerosas
obras teológicas, sobre todo contra los iconoclastas. Murió a mediados del
siglo VIII.
*TIEMPO DE ADVIENTO*
MIÉRCOLES
DE LA SEMANA I
Del propio del Tiempo. Salterio I
*LAUDES*
(Oración de la mañana)
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza
Ant. Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.
Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Al Rey que viene, al Señor que se acerca, venid, adorémosle.
Himno: UNA CLARA VOZ RESUENA.
Una clara voz resuena
que las tinieblas repudia,
el sueño pesado ahuyéntase,
Cristo en el cielo fulgura.
Despierte el alma adormida
y sus torpezas sacuda,
que para borrar los males
un astro nuevo relumbra.
De arriba llega el Cordero
que ha de lavar nuestras culpas;
con lágrimas imploremos
el perdón que nos depura,
porque en su nueva venida
que aterroriza y conturba,
no tenga que castigarnos,
más con piedad nos acuda.
Al Padre eterno la gloria,
loor al Hijo en la altura,
y al Espíritu Paráclito
por siempre alabanza suma. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Salmo 35 - DEPRAVACIÓN DEL MALVADO Y
BONDAD DE DIOS
El malvado escucha en su interior
un oráculo del pecado:
«No tengo miedo a Dios,
ni en su presencia.»
Porque se hace la ilusión de que su culpa
no será descubierta ni aborrecida.
Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino,
no rechaza la maldad.
Señor, tu misericordia llega al cielo,
tu fidelidad hasta las nubes,
tu justicia hasta las altas cordilleras;
tus sentencias son como el océano inmenso.
Tú socorres a hombres y animales;
¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;
los humanos se acogen a la sombra de tus alas;
se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das a beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente viva
y tu luz nos hace ver la luz.
Prolonga tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche fuera la mano del malvado.
Han fracasado los malhechores;
derribados, no se pueden levantar.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Ant 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Cántico: HIMNO A DIOS CREADOR DEL MUNDO Y
PROTECTOR DE SU PUEBLO Jdt 16, 2-3. 15-19
¡Alabad a mi Dios con tambores,
elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
ensalzad e invocad su nombre!
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor, tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.
Que te sirva toda la creación,
porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste,
nada puede resistir a tu voz.
Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tu presencia se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible.
Ant 3. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Salmo 46 - ENTRONIZACIÓN DEL DIOS DE
ISRAEL
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra.
El nos somete los pueblos
y nos sojuzga las naciones;
El nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad,
tocad para nuestro Rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado.
Los príncipes de los gentiles se reúnen
con el pueblo del Dios de Abraham;
porque de Dios son los grandes de la tierra,
y él es excelso.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
LECTURA BREVE Is 7,
14b-15
Mirad: la Virgen ha concebido y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre
Emmanuel: «Dios-con-nosotros». Éste comerá requesón y miel, hasta que aprenda a
rechazar el mal y a escoger el bien.
RESPONSORIO BREVE
V. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
V. Su gloria aparecerá sobre ti.
R. Amanecerá el Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sobre ti, Jerusalén, amanecerá el Señor.
V. Señor, Dios nuestro, restáuranos.
R. Haz brillar tu rostro sobre nosotros y sálvanos.
Primera Lectura AÑO I
Del libro del profeta Isaías 5, 1-7
CASTIGO DE LA VIÑA DEL SEÑOR
Voy a cantar a mi amigo la canción de su amor por
su viña. Una viña tenía mi amigo
en un fértil otero.
La cavó y despedregó, y la plantó de cepa exquisita. Edificó una torre en medio
de
ella, y además excavó en ella un lagar. Y esperó que diese uvas, pero dio
agraces.
Ahora, pues, habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, venid a juzgar entre mi
viña
y yo: ¿Qué más se puede hacer ya a mi viña, que no se lo haya hecho yo? Yo esperaba
que diese uvas. ¿Por qué ha dado agraces?
Ahora, pues, voy a haceros saber, lo que hago yo a mi viña: quitar su seto, y
será
quemada; desportillar su cerca, y será pisoteada. Haré de ella un erial que ni
se pode ni
se escarde. Crecerá la zarza y el espino, y a las nubes prohibiré llover sobre
ella.
Pues bien, viña del Señor de los ejércitos es la Casa de Israel, y los hombres
de Judá
son su plantío exquisito. Esperaba de ellos justicia, y hay iniquidad;
honradez, y hay
alaridos.
Responsorio Cf. Sal 79,
14. 15. 3. 16. 15
R. Pisotearon
tu viña los jabalíes y se la comieron las alimañas; vuelve, Señor, y despierta
tu poder, * para que no perezca la cepa que tu diestra
plantó.
V. Dios de los ejércitos, vuélvete, mira desde el cielo y ven a
visitar tu viña.
R. Para que no perezca la cepa que tu diestra plantó.
SEGUNDA LECTURA
De los Sermones de san Bernardo, abad
(Sermón 5, En el Adviento del Señor, 1-3: Opera omnia, edición cisterciense, 4
[1966] , 188-190)
VENDRÁ A NOSOTROS EL VERBO DE DIOS
Conocemos tres venidas del Señor. Además de la primera y de la última, hay una
venida intermedia. Aquéllas son visibles, pero ésta no. En la primera el Señor
se manifestó en la tierra y vivió entre los hombres, cuando -como él mismo
dice- lo vieron y lo odiaron. En la última contemplarán todos la salvación que
Dios nos envía y mirarán a quien traspasaron. La venida intermedia es oculta,
sólo la ven los elegidos, en sí mismos, y gracias a ella reciben la salvación.
En la primera el Señor vino revestido de la debilidad de la carne; en esta
venida intermedia viene espiritualmente, manifestando la fuerza de su gracia;
en la última vendrá en el esplendor de su gloria.
Esta venida intermedia es como un camino que conduce de la primera a la última.
En la primera Cristo fue nuestra redención; en la última se manifestará como
nuestra vida; en esta venida intermedia es nuestro descanso y nuestro consuelo.
Pero, para que no pienses que estas cosas que decimos sobre la venida
intermedia son invención nuestra, oye al mismo Señor: El que me ama guardará mi
palabra; mi Padre lo amará y vendremos a fijar en él nuestra morada. He leído
también en otra parte: El que teme al Señor obrará bien. Pero veo que se dice
aún algo más acerca del que ama a Dios y guarda su palabra. ¿Dónde debe
guardarla? No hay duda que en el corazón, como dice el profeta: En mi corazón
escondo tus consignas, así no pecaré contra ti.
Conserva tú también la palabra de Dios, porque son dichosos los que la
conservan. Que ella entre hasta lo más íntimo de tu alma, que penetre tus
afectos y hasta tus mismas costumbres. Come lo bueno, y tu alma se deleitará
como si comiera un alimento sabroso. No te olvides de comer tu pan, no sea que
se seque tu corazón; antes bien sacia tu alma con este manjar delicioso.
Si guardas así la palabra de Dios es indudable que Dios te guardará a ti.
Vendrá a ti el Hijo con el Padre, vendrá el gran profeta que renovará a
Jerusalén, y él hará nuevas todas las cosas. Gracias a esta venida, nosotros,
que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre
celestial. Y, así como el primer Adán irrumpió en todo el hombre y lo llenó y
envolvió por completo, así ahora lo poseerá totalmente Cristo, que lo ha creado
y redimido y que también un día lo glorificará.
RESPONSORIO Cf. Sal 28,
11; Is 40, 10
R. El Señor llegará con gran poder, rodeado de esplendor, * para
visitar en paz a su pueblo y darle la vida eterna.
V. Mirad, el Señor Dios llega con poder.
R. Para visitar en paz a su pueblo y darle la vida eterna.
Lecturas del Miércoles de la I
Semana de Adviento
04 Dic 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (15,29-37)*
En
aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en
él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y
muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a
los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen
qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el
camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta
gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los
peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los
discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.
Palabra
del Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Viene detrás de mi uno que puede más que
yo, y yo no soy digno ni de desatar la correa de sus sandalias.
Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU
PRECURSOR Lc 1, 68-79
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Viene detrás de mi uno que puede más que yo, y yo no soy digno ni de
desatar la correa de sus sandalias.
PRECES
Cristo, Palabra de Dios, ha querido
acampar entre nosotros para que contemplemos su gloria; alegres, pues, por la
esperanza, digamos:
Quédate con nosotros, Señor.
Príncipe de la justicia y de la rectitud,
haz justicia a los pobres y desamparados.
Rey de la paz, que de las espadas forjas arados y de las lanzas podaderas,
convierte nuestras envidias en amor y nuestra hambre de venganza en deseos de
perdón.
Tú, que no juzgas por apariencias,
discierne quienes son los que realmente te pertenecen.
Cuando vengas en una nube con gran poder y gloria,
haz que nos podamos mantener en pie delante de ti.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Pidamos a Dios que su reino se haga cada día más visible entre nosotros:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios nuestro, prepara tú mismo
nuestros corazones, para que, cuando venga tu Hijo Jesucristo, nos encuentre
dignos del festín de la vida eterna y merezcamos ser invitados por él mismo a
la mesa de su reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de
los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
VÍSPERAS
(Oración de la tarde)
INVOCACIÓN INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al
Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.
Himno: JESUCRISTO, PALABRA DEL PADRE.
Jesucristo, Palabra del Padre,
luz eterna de todo creyente:
ven, Señor, porque ya se hace tarde,
ven y escucha la súplica ardiente.
Cuando el mundo dormía en tinieblas,
en tu amor, tú quisiste ayudarlo
y trajiste, viniendo a la tierra,
esa vida que puede salvarlo.
Ya madura la historia en promesas,
sólo anhela tu pronto regreso;
si el silencio madura la espera,
el amor no soporta el silencio.
Con María, la Iglesia te aguarda
con anhelos de esposa y de Madre
y reúne a sus hijos, los fieles,
para juntos poder esperarte.
Cuando vengas, Señor, en tu gloria,
que podamos salir a tu encuentro
y a tu lado vivamos por siempre,
dando gracias al Padre en el reino. Amén.
SALMODIA
Ant 1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a
quién temeré?
Salmo 26 I - CONFIANZA ANTE EL PELIGRO
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne,
ellos, enemigos y adversarios,
tropiezan y caen.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor
contemplando su templo.
Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca;
y así levantaré la cabeza
sobre el enemigo que me cerca;
en su tienda sacrificaré
sacrificios de aclamación:
cantaré y tocaré para el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?
Ant 2. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
Salmo 26 II
Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.»
Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio;
no me deseches, no me abandones,
Dios de mi salvación.
Si mi padre y mi madre me abandonan,
el Señor me recogerá.
Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana,
porque tengo enemigos.
No me entregues a la saña de mi adversario,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
que respiran violencia.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.
Ant 3. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
Cántico: HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE
TODA CREATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Cf. Col 1, 12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz
con todos los seres, así del cielo como de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Él es el primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
LECTURA BREVE 1 Co 4, 5
No juzguéis antes de tiempo; dejad que venga el Señor. Él sacará a la luz lo
que está oculto en las tinieblas y pondrá al descubierto las intenciones del
corazón. Entonces vendrá a cada uno su alabanza de parte de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. Ven a salvarnos, Señor Dios de los
ejércitos.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
V. Que brille tu rostro y nos salve.
R. Señor Dios de los ejércitos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. De Sión saldrá la ley, de Jerusalén la
palabra del Señor.
Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL
SEÑOR Lc 1, 46-55
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. De Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor.
PRECES
Invoquemos a Dios Padre, que nos envió a
su Hijo para que nos trajera una paz sin límites, y digámosle:
Venga tu reino, Señor.
Mira, Padre santo, a tu Iglesia
y ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó.
Señor Dios, que eres siempre fiel a tus promesas, acuérdate de los hijos de
Abraham
y da cumplimiento en ellos a las promesas que hiciste a sus padres.
Mira, Dios de clemencia, a los paganos, y llámalos, por tu misericordia,
para que también ellos te alaben y glorifiquen.
Visita, Pastor eterno, las ovejas de tu rebaño
Y reúnelas a todas en tus verdes praderas.
Se pueden añadir algunas intenciones
libres
Acuérdate también de los que han salido de este mundo en tu paz
y recíbelos en el reino de tu Hijo.
Jesucristo nos ha revelado que Dios es nuestro Padre; por eso nos atrevemos a
decir:
Padre nuestro...
ORACION
Señor, Dios nuestro, prepara tú mismo
nuestros corazones, para que, cuando venga tu Hijo Jesucristo, nos encuentre
dignos del festín de la vida eterna y merezcamos ser invitados por él mismo a
la mesa de su reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de
los siglos. Amén
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo
mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
LAS LECTURAS DEL MIERCOLES 4 DE DICIEMBRE 2024
Lecturas del Miércoles de la I
Semana de Adviento
04 Dic 2024
Primera Lectura
Lectura
del libro de Isaías (25,6-10a):
En
aquel día, preparará el Señor del universo para todos los pueblos,
en este monte, un festín de manjares suculentos,
un festín de vinos de solera;
manjares exquisitos, vinos refinados.
Y arrancará en este monte
el velo que cubre a todos los pueblos,
el lienzo extendido sobre a todas las naciones.
Aniquilará la muerte para siempre.
Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros,
y alejará del país el oprobio de su pueblo
—lo ha dicho el Señor—.
Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios.
Esperábamos en él y nos ha salvado.
Este es el Señor en quien esperamos.
Celebremos y gocemos con su salvación,
porque reposará sobre este monte la mano del Señor».
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
22,1-3a.3b-4.5.6
R/. Habitaré en la casa del Señor
por años sin término
V/.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.
V/.
Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.
V/.
Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.
V/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.
Lecturas del Miércoles de la I
Semana de Adviento
04 Dic 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (15,29-37)*
En
aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en
él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y
muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a
los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen
qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el
camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta
gente?».
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?».
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los
peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los
discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.
Palabra
del Señor.
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Acudió a él mucha gente llevando
tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y
él los curaba).
*Esta palabra me llenan de fuerzas, de esperanza y de
alegría, porque existe un lugar a los pies de Jesús, donde pueden ser colocadas
todas las discapacidades y también pueden ser colocadas todas las personas
rechazadas. Parece como que a Jesús le tiraran todos los problemas para que él,
lo resuelva y lo hermoso de toda esta situación es que Jesús, lo cura todo y
también cura a todos. La buena noticia es que Jesús, al primero que quiere a
sus pies es a mí, porque él sabe de mis dificultades, y mis discapacidades, sabe
que tengo parálisis para amar, para abrazar, para decir te quiero, para
comprender, para saber escuchar y para aceptar a los demás como son, sin
quererlos cambiar. Siempre abra lugar y espacios a los pies de Jesús, para ser
curado, y para obtener el alimento que no perece, su palabra hecha carne, y así
tener las fuerzas para no tenerles miedo a las debilidades*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.